ANÁLISIS Y CRÍTICA DE LA METODOLOGÍA PARA LA REALIZACIÓN DE PLANES REGIONALES EN EL ESTADO DE GUANAJUATO

ANÁLISIS Y CRÍTICA DE LA METODOLOGÍA PARA LA REALIZACIÓN DE PLANES REGIONALES EN EL ESTADO DE GUANAJUATO

Velia Ordaz Zubia
Gloria Saldaña García

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2.0 REFERENTE HISTÓRICO DE LA PLANEACIÓN REGIONAL EN MÉXICO.

2.1 SITUACIÓN NACIONAL.

2.1.1 Época Prehispánica-Virreinato (Fines del siglo XIX).

El México prehispánico se encontraba poblado por indígenas nómadas y sedentarios. Su forma de organización en el territorio se determinaba a través de las regiones culturales, dividiendo al territorio según Román Piña Chan177, en la región del hule, del jade y las flores (La costa del Golfo –Veracruz, Norte de Tabasco, sur de Tamaulipas-), la región del calendario, los códices y la metalurgia (la región oaxaqueña), la región de la astronomía, las matemáticas y la arquitectura (la región maya), la región del águila, del nopal y la serpiente (el altiplano central: México, Puebla, Morelia), la región de los lagos, de la cerámica y de la plumaria (el occidente de México: Colima, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Michoacán) y la región de los bárbaros del Norte (Noroeste de México, Guanajuato, Zacatecas, Durango, Chihuahua, Sonora y la Baja California).

La época del virreinato se identifica en sus inicios con la llegada de Hernán Cortés al territorio mexicano, en donde encuentra grandes posibilidades para explotar los recursos naturales y suficiente mano de obra. Las comunidades indígenas comenzaban a declinar e incluso a desaparecer ante la invasión, encontrándose el territorio mexicano ocupado cada vez en mayor medida por españoles. La organización del territorio comienza a realizarse a manera de encomiendas, utilizadas como instrumento de la corte española para hacer dependientes de la Corona a los antiguos pobladores.

La distribución de encomiendas, así como los dueños o encomenderos cambiaban constantemente sin ningún orden o regulación. La Corona española sabía de la importancia de los nuevos dominios, y determina confiarlos a hombres que consideran leales y hábiles, ligados a ella por los vínculos más estrechos de la tradición. Es así como llega el virrey Antonio de Mendoza a la Nueva España (1535), desplazando a Cortés del sitio que por derecho podía considerar suyo, anticipando el fin a su poderío feudal.

Hacia 1529 la Nueva España se ve gobernada por gobernadores reales y tenientes. Cuando los asentamientos comienzan a multiplicarse, hubo disputas jurisdiccionales entre ayuntamientos. Hacia 1530 los funcionarios judiciales locales eran los alcaldes ordinarios y los alguaciles, funcionarios del cabildo, conocidos como gobernadores o alcaldes mayores. La denominación de alcaldía perdura hasta 1786, fecha en que se ordenó una reorganización del gobierno, renombrando a estas organizaciones, para conocerlas ahora como Intendencias.

La planeación regional de México se estructura, entonces, desde la época del virreinato, relacionándose directamente a los centros religiosos y comerciales, yacimientos mineros y puertos de enlace con el exterior. La ciudad de México fue considerada desde sus inicios como el centro rector del país, mientras que el resto se desarrollaba en base a su actividad productiva (agricultura, minería o ganadería, principalmente).

El naturalista Alexander von Humboldt redactó su Ensayo político sobre el reino de la Nueva España (1811-1831), en donde atribuye la problemática de la región a la enorme brecha que había entre ricos y pobres. Unifica las etapas criolla y oficial de la Ilustración mexicana.