El Estado como objeto económico
Jorge Isauro Rionda Ramírez

 

 

MERCADO Y ESTADO O EFICIENCIA VS. EQUIDAD

 

La controversia entre la disciplina del mercado y el rigor del Estado es tema central de la economía del sector público como de los investigadores de la teoría económica moderna.

 

La tradición clásica es fuerte. Para ellos el Estado solo debe tener tres funciones básicas:

 

A)    Ser soldado, es responsable del resguardo de la nación.

B)    Ser Juez, emite leyes y norma la vida civil de los ciudadanos y,

C)    Ser policía, supervisar y vigilar el apego a las leyes y su cumplimiento.

 

Su eslogan es “Laissez faire, laissez passer”, propiamente el papel económico del Estado debe ser nula. Consideran que lo que hace el Hombre no es mejor de lo que obra de Dios, por lo que no se desea entorpecer la obra divina, por lo mismo dejar hacer y dejar pasar es su postura ante el Estado como objeto económico.

 

La catalixia del mercado es el mecanismo perfecto para la regulación del sistema, el cual consideran un orden natural de inspiración divina. La intervención del Estado en los mercados debe ser nula.

 

En el siglo XVIII cuando este pensamiento toma fuerza el capitalismo esta en su fase industrial y deja atrás al mercantilismo, el régimen de producción es de tipo artesanal y la gran mayoría de las empresas son de tipo familiar, micro empresas y pequeñas. La acumulación capitalista no toma dimensiones superiores a los mercados locales y es modesto el comercio a nivel nacional y más aun internacional.

 

La enorme concurrencia de empresas es la razón de que los precios de las empresas sean establecidos por el mercado puesto que las empresas son tan pequeñas que toman el precio del mercado. No existen fórmulas de monopolización de forma significativa por lo que el mercado rige los precios de las mercancías.

 

En su momento histórico hay cierta justificación del pensamiento liberal. El trabajo de Adam Smith en el tiempo de su publicación es legítimo por el momento histórico. No obstante no se debe ignorar que el capitalismo de los siglos XVIII, XIX e inicios del XX va cambiando por la propia lógica de acumulación capitalista y las formas de monopolización van tomando significancia.

 

Aparte, desde la segunda mitad del siglo XIX la preocupación de los empresarios por organizar la producción de sus factorías que cada vez tienen un mayor tamaño tanto en capital operativo como en la mano de obra que contratan, dan origen a la revolución de la administración científica encabezada por Henry Ford, Frederick Winslow Taylor y Henri Fayol, por citar los autores más nombrados.

El programa de investigación de esta corriente viene en tres líneas:

 

  1. Producción en serie y a gran escala.

  2. Organización de la producción en microtiempos y en micromovimientos.

  3. La ergonomía que consiste en adecuar los instrumentos de trabajo para una mejor manipulación y destreza de la mano de obra.

 

Esta escuela es muy importante no solo dentro de las ciencias administrativas sino en la propia historia económica pues su éxito es causa de que la oferta se potencialice al grado que en 1929 es la principal razón económica de la Gran Recesión Económica que afectó a todo el hemisferio occdental.

 

Las empresas crecen y mejoran la eficiencia de sus factorías productivas, poco a poco la propia competencia del mercado genera fórmulas de competencia imperfecta que van a adquirir significación económica.

 

Los monopolios operan con base a que llegan a influir en sus mercados. Su influencia les permite pasar de una actitud reactiva al cambio, a una más agresiva, preactiva: controlan sus mercados. Por lo mismo, los desabastecen para aumentar sus precios dada la escasez que crean de forma planeada. Esto es la principal razón de la pobreza, la escasez planeada por mejorar las ganancias de los monopolios.

 

La proliferación de la pobreza, la desigualdad y la polarización en la distribución del ingreso hacen que el mundo occidental a principios del siglo y especialmente después de la crisis del 29, vayan abandonando la tesis del laissez faire.

 

De hecho la gran mayoría de las economías occidentales tienen carácter mixto, donde participa el sector público con el sector privado. El  grado de lo público o lo privado depende necesariamente de las demandas sociales, por lo que el grado de intervención del Estado en el mercado oscila de políticas liberales a marxistas.

 

Fue el trabajo de John Maynard Keynes lo que más influyen en el gradual y cada vez más importante papel del Estado en la economía. En su teoría general este autor funda las bases del Estado de bienestar.

 

La forma en que Keynes resuelve la crisis del 29 fue darle al Estado mayor participación, de esta forma el gasto de gobierno incrementa la demanda agregada igualándola a la oferta agregada y estabilizando los precios.

 

El Estado empezó a ser la clave del crecimiento puesto que según aumentaba su gasto, propiciaba el crecimiento económico por un mecanismo al que llamó multiplicador simple de la inversión.

 

Este mecanismo parte de la propensión marginal a consumir, que es la fracción del ingreso que las personas designan al consumo. Con base a esta proporción que es un valor entre cero y uno (0< PMgC <1). Según sea esta PMgC su efecto económico se explicaba por los concadenamientos entre proveedores donde el consumo de unos es el ingreso de otros y, de proveedor a proveedor, el dinero originalmente gastado patrocinaba un producto con valor superior al valor original del gasto de inicio. Obviamente, entre mayor era esta PMgC mayor es el efecto o valor del multiplicador (k).

 

Si el valor del ingreso original es de 1, dada su PMgC de mano en mano, las compras de unos son los ingresos de otros, quienes ven patrocinado su trabajo por el gasto de los primeros. De esta forma el valor concadenado sería:

 

1 +  (1)PMgC + (1)PMgC^2 + (1)PMgC^3 + (1)PMgC^4 + … + (1)PMgC^n

 

Esta misma suma de concadenamientos que tiende a cero matemáticamente se puede re expresar como:

 

1/(1-PMgC) que da el valor del multiplicador simple de la inversión (k).

 

Bajo la tesis del multiplicador, el gasto de gobierno, entre mayor es mayor efecto tiene en el crecimiento económico. El Estado paso a ser un inversionista en el bienestar público. De los años 30 a inicios de los 80 las naciones de occidente basaron su crecimiento en la expansión del gasto público.

 

En materia del crecimiento económico, se puede afirmar que éste tiene dos fuentes: una autónoma que depende de la iniciativa privada y otra inducida por la inversión pública.

 

El crecimiento autónomo depende de la inversión privada que está en función de la demanda de crédito por los inversionistas (I), respecto a la disponibilidad de ahorro nacional (S), ahorro de los particulares. Lo deseable es que las expectativas de crecimiento de los inversionistas sean financiables con base al ahorro nacional ( I = S ). Así se tiene que se crece con recursos propios y con estabilidad económica que es estabilidad de precios. Crecimiento sin inflación. No obstante, a veces el crecimiento autónomo no es el suficiente ante la necesidad de generar empleos, especialmente para una sociedad que presente crecimiento demográfico. Por ello, está el crecimiento inducido que en parte se financia con base a la recaudación fiscal, como también por la creación de dinero por parte del banco central, ante la demanda de dinero adicional dada la brecha entre el ahorro y la inversión.

 

Cuánto se desea de crecimiento autónomo respecto al inducido, depende del nivel de ahorro nacional, que a su vez depende del nivel de ingreso de la sociedad.

 

Economías cuyo nivel de ingreso es bajo observan una mayor brecha entre el ahorro y la inversión, por lo que se ven obligadas a generar más dinero y con ello propiciar crecimiento inducido. Contrario, economías con alto nivel de ingreso, fundan su crecimiento de manera autónoma, y la participación estatal es menor en cuando la inducción del crecimiento.

 

La lógica del crecimiento autónomo es la creación de riqueza, mientras que la del crecimiento inducido es el reparto de la riqueza. La cuestión vuelve a ser el tema de la eficiencia respecto a la equidad.

 

En un segundo plano, otro objetivo general de la macroeconomía es, propiciar crecimiento con estabilidad. El crecimiento estable se logra con los componentes autónomos de la economía, mediante la iniciativa privada, donde el ahorro es el aval del crecimiento y no se genera inflación. No obstante, muchas veces el crecimiento autónomo no es el suficiente por ello es necesario inducir, mediante la inversión pública financiada por impuestos y por excedente de dinero nuevo. Esta forma de inducir el crecimiento genera inflación lo cual es el costo del mismo. Según se genere dinero adicional en una economía se genera proporcionalmente inflación, y la inflación es perjudicial en cuatro sentidos:

 

  1. Estrecha el margen de ganancias de los negocios.

  2. Empobrece a los perceptores de rentas finas.

  3. Polariza la distribución social del ingreso.

  4. Perjudica los términos de intercambio del comercio exterior de una nación.

 

Obviamente, sociedades pobres establecen políticas públicas tendientes al reparto de ingreso según la política fiscal, pero por la inflación que generan por la creación del dinero avío de sus políticas públicas, contrarrestan sus políticas a favor de la equidad. Mientras que las sociedades ricas propician la generación de la riqueza y la eficiencia y sus Estados son poco participativos, su crecimiento es más autónomo.

 

El problema es cómo llegar a conciliar la eficiencia con la estabilidad. Los países con más alto nivel de ingreso logran con mayor efectividad conciliar este binomio, mientras que los países pobres expresan una abierta exclusión entre las políticas monetarias y fiscales que componen la inducción del crecimiento ante la insuficiencia del ahorro nacional. Es por ello que se les recomienda complementen el ahorro nacional con ahorro extranjero, por lo que se pueda dar el crecimiento autónomo. No obstante, el costo es la pérdida de la autonomía nacional ante la ingerencia de los extranjeros en la vida económica y pública del país.

 

Las privatizaciones y ventas del patrimonio nacional a extranjeros son transacciones que lesionan la integridad nacional y restan autonomía. La inversión extranjera directa (IED) tiene por ventaja la participación de ahorro foráneo con el ahorro nacional en la generación de empleo y riqueza. No genera pasivos al país pues su éxito o fracaso es un riesgo que asume el empresario extranjero. Como contrapartida genera la extracción de beneficios que se van en gran parte al extranjero, como la merma de la autonomía del país. No debe negarse, sin embargo, que la IED estabiliza la economía y fortalece tanto la eficiencia como la equidad.

 

El problema entonces, para una economía que busca el crecimiento estable es la insuficiencia del ahorro nacional. Entre menor nivel de ingreso la distancia entre eficiencia y equidad es mayor, mientras que viceversa, en naciones cuyo nivel de ingreso es alto resulta más viable conciliar la eficiencia con la equidad. Es por ello que en países ricos como Japón, Alemania, EE.UU., se ve convivir de mejor forma las políticas en razón de la generación de la riqueza que se desprenden de la iniciativa privada, respecto a las políticas públicas a favor del reparto; contrario en naciones como Bolivia o México, la insuficiencia del ahorro, si no se complementa con ahorro foráneo genera alta ineficiencia e inequidad, y las políticas tanto privadas como públicas se excluyen dando resultados contradictorios y contraproducentes.

 

Lamentablemente la IED se obtiene ofreciéndole atractivos ventajosos para localizarse dentro del territorio de nación receptora, lo que cuestiona la bondad social de la misma cuando dicha atracción de IED se funda en el congelamiento del salario real y la “precarización” del empleo. O bien la sobre explotación irracional de los recursos y potencialidades naturales, sociales, culturales y económicas de un país.

 

Dentro de las teorías macroeconómicas en materia de insuficiencia de ahorro destaca el trabajo John Maynard Keynes. Su pensamiento es muy importante para la teoría económica, de hecho es un parteaguas con la tradición clásica y se afirma que con Keynes nace la ciencia económica, según las escuelas burguesas anglosajonas.

 

La relevancia de este autor es muy importante pues se da como la tesis correlativa al modernismo capitalista del siglo XX. Su trabajo es conocido como esquema del equilibrio con subempleo y sus implicaciones son muy importantes en materia de tratar al Estado como objeto económico, como el papel económico del Estado.

 

La principal diferencia con los clásicos son sus supuestos: mientras los liberales consideran flexibles los precios y los salarios, con Keynes estos son rígidos. Las implicaciones son dos fundamentales:

 

  1. Para el empleo, la rigidez de precios y salarios no permite absorber en el corto plazo el desempleo, generando desempleo friccional y sobre todo involuntario.

  2. En materia de política económica, el dinero no es neutral y su efecto en el empleo es inegable.

 

En el esquema liberal la flexibilidad de precios y salarios permite ajustar en corto plazo los desequilibrios en el mercado laboral, por lo que se sustenta que el desempleo solo existe mientras sea voluntario. Pero evidentemente, de existir un exceso de oferta de trabajo, los salarios bajan para absorberla y con ello reestablecen el equilibrio.

 

Con Keynes los desequilibrios en el mercado de trabajo no pueden absorberse en el corto plazo por que no es posible bajar el salario real de los trabajadores, dado que existen factores institucionales y organizacionales (como los sindicatos), que le otorgan rigidez a la baja.

 

La cuestión es que ambos esquemas son ciertos en sus supuestos, pero ante la realidad económica de naciones en vías de desarrollo con alto nivel de desempleo e insuficiencia de ahorro, las tesis keynesianas son viables, mientras que las liberales son inoperantes.

 

Los planteamientos neoliberales parten de tratar de establecer las condiciones necesarias para que pueda darse la flexibilidad en precios y salario, abatiendo los sustentos institucionales (de ahí las reformas en las legislaciones laborales), como organizacionales (a través de la flexibilidad laboral y el llamado nuevo sindicalismo democrático).

 

De lograr reformas en esta materia y establecer la flexibilidad de precios y salarios, las tesis liberales son factibles. En este sentido, el Estado debe redimensionarse a una expresión mínima posible para que pueda existir tal flexibilidad. Las tesis liberales como neoliberales favorecen a la generación de la riqueza y la eficiencia, pero dejan en un segundo plano el reparto de la riqueza y la equidad.

 

El Keynesianismo por su parte viene a favorecer la equidad y el reparto de la riqueza, pero otorga rigidez a los precios y los salarios por medio de subsidios, subvenciones, regulaciones e intervención estatal. Obstaculiza la generación de la riqueza y la eficiencia de las empresas con exacerbo de instituciones y políticas regulatorias. Los empresario ven mal este tipo de intervención estatal, como los particulares resienten fuertes cargas fiscales, no obstante la inversión pública favorece a la población más vulnerables y aminora la desigualdad social, fortalece al previsión, la seguridad y la asistencia social, como mejora la cantidad como la calidad de los servicios públicos.

 

La seguridad y la asistencia social fue la principal acción del gobierno durante el fiscalismo keynesiano. Así el papel económico del Estado viene a ser la necesaria, que resultaba una intervención álgida y cada vez más representativa.

 

Durante el periodo liberal la gestión de las empresas, el Estado y el mercado era la expuesta en el siguiente cuadro:

 

 

REGÍMENES DE PRODUCCIÓN ARTESANAL

 

1

Esquema de Producción Artesanal

Dominada por:

 

http://webs.uvigo.es/cfacal/esquema2_1.htm 

 

http://webs.uvigo.es/cfacal/esquema2_3.htm

 

http://webs.uvigo.es/cfacal/esquema2_4.htm

 

2

Producción Manufacturera

La Empresa

 

3

Producto Heterogéneo durable

El Estado

 

4

Mano de obra altamente calificada

El Mercado

 

5

La empresa trabaja al ritmo del trabajador

 

 

6

Técnicas de producción diferenciadas según trabajador

 

 

7

Instrumentos de trabajo elementales o heramientas simples

 

 

8

Proceso de producción extensivo en jornada de trabajo

 

 

9

Insumos vitales de la producción: carbón y acero

 

 

10

Precariedad en las condiciones de trabajo

 

 

11

Trabajo manual

 

12

Trabajador libre formalmente pero cautivo del empleador de forma convencional bajo acuerdo compromiso o chantaje

 

 

13

Inmovilidad laboral

 

 

14

Conceto objetivo del trabajo

 

 

15

Contrato laboral convencional, moral o de palabra

 

 

16

Domina la economía primaria

 

 

17

Ruralidad y desarrollo urbano incipiente

 

 

18

Garantías laborales bajo cautiverio del trabajador por la empresa

 

 

19

Pocas o nulas prestaciones laborales

 

 

20

Producción Onerosa

 

 

21

Producción a baja escala

 

 

22

Trato digno al trabajador artesano con reconocimiento

 

 

23

Relaciones industriales obrero patronales bien definidas entre empleador y empleado

 

 

24

Artesanía o manufactura

 

 

25

El proceso de la producción subsume a la circulación, no hay presencia del estado

 

 

26

Procesos productivos simples y técnicas que se habilitan según artesano, tradicionales o de costumbre

 

 

27

Contrato laboral a largo plazo

 

 

28

Tecnología simple y básica consistente en las herramientas de trabajo

 

 

29

Factores productivos monovalentes y básicos

 

 

30

Mano de obra de oficios integrales

 

 

31

Proceso producitvo desarticulado con inmovilidad laboral y permanencia

 

 

32

Producción desorganizada

 

 

33

Era de la destreza y el talento

 

 

34

Tecnología básica y Mecánica

 

 

35

No existe el seguro de desempleo ni de retiro

 

 

36

Capacitación en el taller y desarrollo de oficios

 

 

37

Peonaje libre y proletarización

 

 

38

Producción regional y local independiente

 

 

39

Organización obrera incipiente o inexistente

 

 

40

Estado Liberal

 

41

No existe la previsión social

 

 

42

Derecho normativo idealista teológico moral

 

 

43

Nula intervención y ninguna intervención

 

 

44

Estado Liberal

 

45

Estado con nula intervención

 

 

46

Mercados nacionales y locales competitivos

 

 

47

Mercados competitivos y oligopólicos

 

 

48

Domina el trabajo doméstico y a domicilio

 

 

49

Economía objetiva

 

 

 

Observe cómo la empresa domina casi todas las instancias de la producción, en un segundo plano esta el mercado y finalmente el Estado tiene un papel bastante modesto. En cambio, durante el esquema de producción rígido que es efecto de la revolución de la administración científica, la empresa pierde mucho del control de su producción, así como el mercado, significativamente el Estado rige muchos de los ámbitos de la producción rígida. El mercado es de hecho quien menos relevancia tiene en este esquema modernista.


 

 

 


 

1

Esquema de Producción Rigida

Dominada por:

2

Producción Mecanizada

La Empresa

 

3

Producto Homogéneo perecedero

El Estado

 

4

Mano de obra especializada en procesos simplificados

El Mercado

 

5

El trabajador trabaja al ritmo de la empresa

 

 

6

Uniformidad en las técnicas de producción

 

 

7

Máquinas como principales medios de producción

 

 

8

Proceso de producción intensivo

 

 

9

Insumo vital de la producción: el petróleo

 

 

10

La explotación se sutiliza

 

 

11

Trabajo operario

 

 

12

Trabajador libre plenamente ocupado por la empresa de forma formal

 

 

13

Inmovilidad laboral

 

 

14

Concepto keynesiano del trabajo (servicios)

 

 

15

Contrato laboral formal colectivo

 

 

16

Dominan las actividades industriales y los servicios públicos

 

 

17

Desarrollo urbano y formación de  megápolis

 

 

18

Garantías laborales bajo tutela del Estado

 

 

19

Fuertes prestaciones laborales

 

 

20

Producción costeable

 

 

21

Producción a escala

 

 

22

Trato deshuanizado al trabajador como un recurso de la producción

 

 

23

Relaciones industriales mediadas por el estado en fórmulas corporativas

 

 

24

Producto en serie

 

 

25

El estado subsume a la producción y al mercado

 

 

26

Cambios integrales en la organización y en la tecnología a largo plazo

 

 

27

Contrato laboral a largo plazo

 

 

28

Tecnología monovalente

 

 

29

Factores productivos monovalentes

 

 

30

Mano de obra monovalente

 

 

31

Rigidez laboral, inmovilidad, permanencia y especialización

 

 

32

Producción organizada

 

 

33

Era de la electrónica

 

 

34

Tecnología dura, electrónica o procesadores hardware

 

 

35

Seguro de desempleo y retiro dependientes del Estado

 

 

36

Capacitación en la escuela y profesionalización

 

 

37

Proletarización

 

38

Producción corporativa nacional

 

 

39

Sindicalismo estatizado o protagónico

 

 

40

Estado Keynesiano

 

 

41

Existe una fuerte previsión social

 

 

42

Derecho que transita de lo normativo idealista a lo positivo realista laico y ético

 

 

43

Álgida regulación e intervención

 

 

44

Estado corporativo benefactor

 

 

45

Estado participativo

 

 

46

Mercados nacionales y transnacionales

 

 

47

Mercados oligopólicos y competencia monopolística

 

 

48

Producción integral en el taller

 

 

49

Economía de servicios

 

 

 

Con ambos esquemas anteriores, queda claro que la caída del liberalismo y el arribo del keynesianismo dan al Estado un muy importante papel económico. La producción rígida o fordismo exige tal razón. Es importante señalar que es precisamente durante el periodo fordista que el marxismo a su vez nace y se expande de manera importante a nivel mundial. Entre el socialismo y le keynesianismo existen muchas similitudes pero especialmente se debe decir que ambos tipos de regímenes de regulación implican al Estado significativamente en todo el ámbito de la esfera de la producción como de la circulación, con la diferencia en grado de que el socialismo llega más allá en la intervención estatal pues establece un Estado totalitario como dictadura del proletariado.

 

El keynesianismo tuvo vigencia hasta 1980 aproximadamente, hasta el tiempo en que surge la reaganomía. Periodo que va de 1980 a 1988 donde Ronald Reagan, presidente estadounidense, conjuntamente con la pirmer ministro de Inglaterra Margaret Tatcher, dieron fuerza a las tesis de la escuela de la Oferta o neoliberalismo.

 

Es destacable afirmar que en una economía de mercado no existe regulación alguna del mercado, de los precios, de la producción, de la circulación, el consumo o la distribución del ingreso. Mientras que en las economías mixtas keynesianas o en las de planificación central la regulación es fuerte.

 

Propiamente el mercado debe concebirse como el lugar donde compradores y vendedores pueden establecer los precios y la distribución de las mercancías. Ambos determinan precios y cantidades en cada mercado de cada producto.

 

El sistema de precios es derivado de las fuerzas de mercado y en sí dan información a los consumidores de las cotizaciones de las mercancías y son el valor por el cual los compradores y vendedores están voluntariamente dispuestos a vender y comprar respectivamente. Los precios trasmiten información clave para la toma de decisiones tanto en el consumo como en la producción.

 

Es importante señalar que lo que sucede en los mercados de bienes de consumo también sucede en los mercados de los factores productivos: tierra, trabajo y capital.

 

El mercado por sus propias fuerzas establece un equilibrio entre compradores y vendedores vaciando las demandas y las ofertas mediante precios donde personas y empresas voluntariamente mantienen intercambios comerciales.

 

La economía de mercado es eficaz en el grado de que resuelve las tres interrogantes qué y cuánto producir, cómo producirlo y para quién producirlo. No obstante, es abiertamente ineficaz e ineficiente cuando se trata de la sustentabilidad del sistema. Es por ello que aquí entra el Estado tratando los problemas de la competencia y la sustentabilidad económica.

 

En el mercado los consumidores y productores dictan qué producir, cuánto de ello, y para quien, no obstante las limitaciones las enfrentan en materia de cómo producir puesto que los recursos limitados y la tecnología marcan una severa restricción.

 

El mismo Adam Smith observo fallas en el mercado por aspectos tales como son la contaminación y el surgimiento de monopolios.

 

El propio egoísmo humano es el motor del desarrollo en una economía de mercado donde el hedonismo impera sobre lo estricto. Posteriormente el suevo Leon Walras afirmaba que la procuración del bienestar personal trae inconciente e involuntariamente el bienestar social.

 

Una aportación importante de Smith a la teoría de la producción es él, siglo y medio antes de la revolución de la administración científica ya aconsejaba la especialización y la división del trabajo para mejorar la productividad.

 

Ahora bien, mucho se ha hablado del capitalismo sin llegar a definir este sistema. Aunque de una nación a otra el capitalismo cambia significativamente, existen cuatro rasgos comunes que le tipifican:

 

    1. es un régimen basado en la propiedad privada,

    2. es un sistema de mercado,

    3. lo mueve la ganancia y,

    4. el dinero tiene un carácter financiero y fiduciario.

 

Es una forma históricamente específica de organización social del trabajo y la producción. Se da por la articulación entre tres regímenes de producción (artesanal, rígido y flexible), y cuatro fórmulas de regímenes de regulación (liberalismo, neoliberalismo, keynesianismo y marxismo). El grado, la forma y la naturaleza económica de cada sociedad hacen que de nación en nación el capitalismo exprese economías mixtas, unas más públicas y otras más liberales. El siguiente esquema permite comprender de mejor forma esto:

 

ORGANIZACIÓN SOCIAL DEL TRABAJO Y LA PRODUCCIÓN CAPITALISTA

 

 

 

 

 

ORGANIZACIÓN PRIVADA DEL TRABAJO Y LA PRODUCCIÓN

 

(Regímenes de producción)

 

 

 

 

 

 

 

1. Régimen de producción artesanal

 

 

2. Régimen de producción rígida

 

 

3. Régimen de producción flexible

 

 

 

 

 

 

ORGANIZACIÓN PÚBLICA DEL TRABAJO Y LA PRODUCCIÓN

 

(Regímenes de regulación)

 

 

 

 

 

 

 

 

1. Liberalismo

 

 

 

2. Neoliberalismo

 

 

 

3. Keynesianismo

 

 

 

4. Marxismo

 

 

 

 

Su nacimiento e intercalamiento del siglo XX a lo trascurrido del XXI se muestra en la siguiente imagen:

 

En esta gráfica se puede observar cómo el régimen de producción artesana (RPA), queda en subsunsión del régimen de producción rígida (RPR) a inicios del siglo XX, que a su vez queda subsumido al régimen de producción flexible (RPF) de los 60 en adelante. El grado de prominencia en las naciones capitalistas es distinto. En el tercer mundo dominan el RPA, mientras que las naciones de resiente industrialización implementan con este mismo el RPR. Ambos conforman lo que se llama capitalismo periférico.

 

El capitalismo central se compone de las naciones más industrializadas donde domina el RPF. Véase en la parte sombreada la fracción alícuota (ilustrada de manera aproximada), de la distribución mundial de la población y bajo que tipo de capitalismo viven.

 

Se puede afirmar que quienes viven bajo la prominencia del RPA conforman un capitalismo primario donde la base de la vida parte de la explotación directa de los recursos naturales. Mientras que la naciones que viven bajo la prominencia del RPR desarrollan un capitalismo secundario, basado en la transformación de materias primas a bienes manufacturados e industriales y, finalmente, las naciones bajo la prominencia del RPF son el capitalismo terciario donde las actividades dominantes son el comercio y los servicios.

 

Este espectro del hemisferio económico tiene un origen y conformación histórica que se ilustra en la siguiente imagen:

Nótese cómo la articulación y yuxtaposición de las regímenes de producción (reestructuración económica), van dando razón de ser a las crisis juglares del siglo XX, la del 29 y la del 71. Donde se vela el ciclo económico del capitalismo sistémico global y que explican el cambio de ética en la administración pública durante le vigésima centuria donde la transición de un régimen de regulación a otro obedece a la reforma institucional que causan las crisis juglares en razón de que las instituciones y las organizaciones mantengan mayor consistencia y lógica en su permanencia histórica.

 

Se ve cómo se transita del liberalismo al keynesianismo por efecto de la yuxtaposición del RPA al RPR, que genera la crisis del 29; asimismo se tiene la transición del keynesianismo al neoliberalismo como consecuencia de la yuxtaposición del RPR al RPF, lo que causa la crisis del 71.

 

Asimismo queda en evidencia el carácter del sistema económico de tipo juglar.

 

La reestructuración económica que depende de las organizaciones no se da en el mismo momento histórico en las regiones del mundo, ni tiene el mismo carácter y características, es por ello que la geografía económica mundial es muy heterogenea en materia del desarrollo capitalista. Las reformas institucionales del Estado por lo mismo no son homogéneas ni simultáneas sino que su orden de aparición histórica, lugar y modalidad obedecen precisamente a la heterogeneidad vista en la reestructuración económica.

 

Nótese como el socialismo nace y aproxiamadamente guante el tiempo que el fordismo adquiere fuerza y prominencia en la economía mundial, y la ruptura de la URSS y caída del Muro de Berlín en 1989, también marca el tiempo en que el marxismo se cuestiona y el socialismo declina. Al parecer marxismo y keynesianismo son producto del régimen de producción rígida o fordismo.

 

Para comprender el carácter y características de cada régimen de regulación se presentan el siguiente cuadro que tipifica cada uno de ellos:

 

 

CARÁCTER Y CARACTERÍSTICAS DE LOS

REGÍMENES DE REGULACIÓN EN EL SIGLO XX Y XXI

 

EFICIENCIA                                                             Vs.                                                    EQUIDAD

MERCADO                                                               Vs.                                                      ESTADO

GENERACIÓN DE RIQUEZA                                  Vs.                       REPARTO DE LA RIQUEZA

DERECHA                                                                 Vs.                                                 IZQUIERDA

DEMOCRACIA CRISTIANA                                     Vs.                               SOCIALDEMOCRACIA

 

LIBERALISMO

NEOLIBERALISMO

KEYNESIANISMO

MARXISMO

Ser un juez

Ser un juez

Ser un juez

Estado totalitario

Ser policía

Ser policía

Ser policía

Autarquía

Resguardo de la Nación

Resguardo de la Nación

Resguardo de la Nación

 

Librecambismo

Competencia económica

Competencia económica

 

 

Eficiencia económico

Eficiencia económico

 

 

Externalidades de la producción

Externalidades de la producción

 

 

Multilateralismo

Estado interventor

 

 

 

Estado inversor

 

 

 

Estado benefactor

 

 

 

Estado social

 

 

 

Estado conductor

Equidad y Bilateralismo

 

 

De las tesis keynesianas nos queda una teoría económica consistente, laica y científica. De esta los trabajos respecto a la política monetaria son los más valiosos, en especial en materia de políticas monetaria, fiscal, cambiaria y salarial.

 

Las sociedades modernas cada día ven más ventajoso la renuncia al consumo corriente actual (C), a cambio de mayor ahorro (S) e inversión (I). Lo que significa que las personas cada vez prefieren renunciar a parte de su confort actual por un mejor bienestar en el futuro.

 

El capitalismo de hecho es un sistema donde las personas están en la capacidad de tener capital y beneficiarse de él.

 

Así entonces el capitalismo es un sistema donde la especialización y división del trabajo es el sustento de la eficiencia, mientras que el dinero y el capital son claves para la productividad. La expansión de la producción posibilita un comercio creciente. El dinero agiliza los intercambios y adelanta recursos a la producción.

 

A grandes rasgos en el capitalismo posmoderno el Estado presenta tres grandes funciones, según nos lo indican Samuelson y Nordhaus (las itálicas son citas textuales de los autores. op. cit.; 32 y 33):

 

  1. El fomento de la eficiencia. El Estado aumenta la eficiencia fomentando la competencia, frenando las externalidades, como la contaminación y suministrando bienes públicos.

  2. La equidad en el reparto y la estabilización del sistema. El Estado fomenta la equidad utilizando los programas de impuestos y de gasto para redistribuir el  ingreso a favor de determinados grupos.

  3. El crecimiento macroeconómico. El Estado fomenta la estabilidad y el crecimiento macroeconómico – reduciendo el desempleo y la inflación y fomentando el crecimiento económico – por medio de la política fiscal y de la regulación monetaria.

 

Cuando se habla de externalidades se refiere a los efectos colaterales en daño a terceros que implican para estos gastos o costos involuntarios. Por caso la contaminación en ruido, emanaciones, humo, disturbios entre otros. Estas son las llamadas externalidades negativas.

 

Las externalidades positivas son referidas a los bienes públicos que vienen en beneficio de terceros quienes ven un ahorro en gasto o en costos involuntariamente.

 

Un bien público es una mercancía o bien cuyo costo es nulo y beneficio involuntariamente a todos.

 

Los mercados afectan la distribución social del ingreso en el sentido que son los mercados de los factores productivos los que determinan las rentas de sus propietarios. Sin embargo, cuando los mercados operan en competencia pura y perfecta causan una distribución social del ingreso en equidad. Contrario, si los mercados operan en condiciones imperfectas causan inequidad social. Incluso esta puede causar tal desigualdad que llegue a ser inaceptable. Este es otra de las razones económicas de la existencia del Estado.

 

La política económica es un conjunto de acciones y orientaciones que tratan de incidir en la equidad y el desarrollo. Las acciones son efecto de la inversión pública o gasto, y las orientaciones se refieren a las instituciones que norman la vida civil y económica de la sociedad.

 

Las críticas al papel que juega el Estado en una economía es que funciona como monopolio y sus fallas llegan a ser tan perjudiciales como las fallas del mercado. La exacerbada carga fiscal distorsiona los precios y resta transparencia a las transacciones económicas, que procuran ser justas con relación a las señales que los precios dan de los mercados, lo que eficiencia en la asignación. La seguridad social es causa de que las personas no ahorren, restringe la iniciativa privada con un exceso de regulaciones. La procuración de la equidad causa subsidios que restan eficiencia, los excesos del gasto llevan a déficit no solo en el gobierno sino en las empresas por la inflación que producen los déficits fiscales y las altas tasas impositivas. El Estado entre más grande, más problemas crea que soluciones ofrece.


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