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UNA GRÁFICA DE LA TEORÍA DEL DESARROLLO. DEL CRECIMIENTO AL DESARROLLO HUMANO SOSTENIBLE

Mario González Arencibia

 

 

 

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Aportes de Prebisch y otros autores

Muy connotadas durante la década del 50 fueron las ideas de Prebisch y Hans Singer, quienes de manera simultánea e independientemente, formularon la tesis que plasmaba la existencia de una tendencia hacia el deterioro de los términos de intercambio para los países subdesarrollados que exportaban productos primarios e importaban productos manufacturados, razonamiento que tuvo particular incidencia en el trabajo de la CEPAL (1950) debido a la labor desarrollada por Prebisch en esta institución.

Este argumento puso en vigor la necesidad de una política de industrialización sostenida para los países subdesarrollados, concretándose en algunos países del área de América Latina. Prebisch al examinar el sistema de relaciones económicas internacionales que afectaba a las economías subdesarrolladas, utilizó el término centro-periferia, el cual ha sido ampliamente empleado por la teoría de la dependencia y el Sistema Mundial.

Para enfrentar los desajustes ocasionados por la economía internacional, Prebisch planteó la idea de un modelo de industrialización sustitutivo de importaciones, estimulado por una moderada y selectiva política proteccionista que permitiera contrarrestar el deterioro de los términos de intercambio.[1]

El efecto de la propuesta de Prebisch, fue que la política de industrialización sustitutiva de importaciones (ISI) se transformó en el Leitmotif que penetró el pensamiento del desarrollo económico de los años 50s´ y 60s´. En este marco se pueden distinguir diferentes estrategias de Industrialización Sustitutiva de Importaciones (ISI).

En una primera etapa fue relevante la orientación de una estrategia ISI, que implicó hacia adentro una forma de crecimiento balanceado sin una estructura planificada, lo que fue criticado por autores como Nurske (1959)[2] influenciado con la idea de Rosenstein-Rodan (1943) quienes abogaban por un Estado activo en el proceso del desarrollo.

En un extremo opuesto fueron típicos los modelos de economías cerradas propuestos por la URSS y la India (Malanobis 1953).[3] En esta línea también fue significativa la teoría del crecimiento del famoso modelo Harrod-Domar, al mostrar como un país podría crecer sobre la base de la acumulación de capital propio.

Lo típico en estas variantes fue que las modificaciones propuestas se dirigieron a dar prioridad a la industria pesada y al desarrollo de proyectos que empujaron a reforzar planes “óptimos” a través de inversiones privilegiadas por los mecanismos de intervención estatal.

El modelo creado por Evsey Domar (1957) y Roy Harrod (1948) destaca aspectos de largo plazo a diferencia de Keynes. Ellos muestran la estrecha relación entre la tasa de crecimiento de la economía y el nivel de ahorro e inversión. Este modelo se constituyó más tarde en la base de la teoría del crecimiento, en la cual la inversión y el ahorro son considerados como la fuerza central del crecimiento.

La segunda variante ISI fue orientada al mercado, bajo el supuesto de estar protegido a través de tarifas y por medio de inversiones y planes regulados (Haberler 1959).[4] Una tercera opción de ISI es la llamada “anárquica” seguida por la mayoría del pensamiento latinoamericano y denominada como la estrategia de Hirschman basada en “importaciones y crecimiento”. Denominada ISI “anárquica” por Hirschman (1968) debido a la gran influencia que tuvieron en el, las convulsiones políticas y la enorme masa de desempleo de los años 30s.

 Hirschman es contrario, al reduccionismo económico que colocaba el énfasis en políticas basadas en detener la inflación o elevar la tasa de cambio como formas para disolver los problemas del desarrollo, considerando esto política, económica y socialmente como aspectos contraproducentes en el largo plazo.

En oposición al pensamiento convencional, Hirschman colocó su atención en la idea de un “crecimiento balanceado” como el gran impulso para lograr la industrialización, indica que los países subdesarrollados podrían mermar los desajustes estructurales expresados en crecimientos desbalanceados identificando sus ventajas. Su método fue investigar las “racionalidades escondidas” (hidden rationalities) observando entre ellas las reservas laborales, ahorros y otros recursos, dando prioridad a la inversión industrial y a las políticas que potenciaran fuertes vínculos intersectoriales (1977).

Hirschman quiso demostrar que la industrialización en las áreas menos desarrolladas requería de políticas e ideologías nuevas con un carácter continuo, con lo que se opone a la tesis de Walt Whitman. Rostow (1960) (1971) quien sostenía el razonamiento de que el desarrollo constituía una sucesión de diferentes etapas, haciéndose famosas sus 5 etapas.

Según este punto de vista, el desarrollo de los países subdesarrollados, debía darse como un ciclo imitativo, atravesando por aquellas fases que habían recorrido los países desarrollados. Esta concepción también indica que los instrumentos para el manejo de políticas económicas referidas al crecimiento de la producción, son suficientes para que un país pueda acceder al desarrollo económico,[5] aspecto que fue ampliamente criticado por su concepción Eurocentrista del desarrollo.

También fue significativa en este contexto la teoría del comercio de Heckscher-Ohlin, basada en la idea de que los países subdesarrollados maximizarían su producto nacional, si concentraban sus actividades en el uso intensivo de fuerza de trabajo y de recursos naturales. Presentan además, a la ISI como el camino del desarrollo económico, a través de la adquisición de ventajas comparativas en los bienes que importa. Sin embargo, el problema de la persistencia de las desigualdades en el tercer mundo no fue reducido por el modelo ISI.

Gunnar Myrdal fue uno de los pocos economistas que concibió la tarea de combatir las desigualdades y elevar el consumo como una condición para el crecimiento de los países subdesarrollados, para ello invocó el principio de “causación circular y acumulativa”, permeado de sus trabajos sobre An American Dilemma (1944), Economic Theory and the Underdevelopment Regions (1957) y Asian Drama (1968).

Para comprender las razones que afectaban a los países subdesarrollados, Myrdal emplea el neologismo de “backwash affect”, el cual indicaba los factores que contribuían a aumentar las desigualdades y con el término “spread effect” asocia los factores que promueven la prosperidad de flujos de países ricos a pobres.

Argumentando que los “spread effect” fueron pocos resistentes para reducir los efectos de la economía internacional, por la ausencia de modificaciones en la estructura institucional de los países subdesarrollados. Por ello la propuesta de solución que hace, es la de combinar las reformas institucionales para combatir la corrupción que penetró el “soft states” con políticas de industrialización encaminadas a crear una mayor seguridad mundial (“welfare World”).[6]

En el marco señalado fue significativo el modelo planteado por Robert Solow (1956) con su famoso artículo “ A contribution to the theory of economic growth”.[7] Solow presenta un modelo de crecimiento a partir de una serie de presupuestos que permitían darle al comportamiento de la economía una formulación expresada en una función Cobb – Douglas clásica del tipo: Y = F(K,L) = Ka L1-a. Siendo K el factor capital y L fuerza laboral con a representando la diferencia proporcional de su participación en el producto. El modelo asume que 0< a< 1, por lo que la función tenía rendimientos constantes de escala, es decir, si se doblaba el peso de los factores, el producto se duplicaba a su vez.

Solow construye este modelo a partir de dos ecuaciones principales: una función de producción y una ecuación de acumulación de capital, y simplifica el modelo explicando el peso y evolución del factor trabajo (L) y el factor capital (K). Como las firmas del modelo pagan por L un salario w, y por K una inversión r, contratarán capital y trabajo hasta que sus productos marginales sean iguales a sus precios: w = ¶F/¶L = (1-a) Y/L y r = ¶F/¶K = a Y/K, siendo F la función de maximización. La función de relación entre ambos factores toma entonces, considerando que el peso de cada factor en la función de producción expresa y = Y/L y k = K/L, la forma y = ka. La función de acumulación del capital es a su vez expresada de la forma dK/dt = sY – dK siendo, sY el ahorro total de la economía ( s es la tasa de ahorro) y dK la depreciación fija del capital ( d la tasa de depreciación).

La ecuación de acumulación del modelo en términos per cápita queda de la forma siguiente: dk/dt = sy - (n+d)k, siendo n la tasa de crecimiento de la población. La dinámica de la economía se deriva del diagrama de Solow, el cual se explica a través del comportamiento de la cantidad de inversión per capita en la economía, sy = ska , y de la cantidad de nueva inversión (n+d)k para mantener la k constante, teniendo en cuenta el aumento de la población n.

Para generar crecimientos per capita sostenidos, el modelo de Solow introduce una variable exógena, esta variable, denominada A, e identificada con el progreso tecnológico, se añade a la función de producción, así A, unida al factor trabajo, permite incrementar la productividad cuando el nivel de la tecnología es alto.

Solow asume este presupuesto como un progreso tecnológico de carácter exógeno; según planteamiento de Charles I. Jones, es como una especie de “bendición caída del cielo” (“manna from heaven”).[8] El resultado es que la función de producción se expresa entonces: Y = F(K,AL) = Ka (AL)1-a. De modo que las dos curvas del diagrama sy = ska y (n+d)k quedarían de la forma sy~ ( siendo y~= Y/AL) y (n+g+d)k~  (siendo k~ = K/AL). La ecuación de acumulación sería entonces dk/dt~ = sy~- (n+g+d)k~.

Eludiendo la argumentación matemática del esquema básico, el resultado que tenemos es que Solow explica los ingresos per cápita (que son en su modelo las diferencias entre los niveles de desarrollo), por variaciones en las tasas de inversión y de crecimiento poblacional (son los principales coeficientes del modelo) y al incluir al progreso tecnológico como una variable exógena, concibe las disparidades del crecimiento en el largo plazo, a partir de las diferencias en los niveles de la tecnología.[9]

Un aspecto en común que tienen la mayoría de los representantes de la teoría del desarrollo de la década del 50´, es que coinciden con la idea de que el desarrollo, es como un “circulo virtuoso”, conducido por economías externas. Toman como supuesto, que la modernización engendra modernización. Este punto de vista, considera que la causa del subdesarrollo radica en que estos países no pudieron rebasar el llamado “circulo virtuoso”, permaneciendo estancados.

Esta concepción se convirtió en una consideración importante para argumentar la intervención gubernamental, como forma de romper la trampa del subdesarrollo. Hacia 1958, la “alta teoría del desarrollo” manejaba como conceptos centrales la idea de que las economías de escala a nivel de la empresa individual, se traducían en rendimientos crecientes a nivel de agregado por la vía de las externalidades.[10]


[1] Ver: Raúl Prebisch. Commercial Policy in the underdevelopment countries. En american Economic Review No. 49 1959 y de 1964 Una nueva política comercial para el desarrollo. México City Fondo de Cultura Económica.

[2] Ragnar Nurske. Patters of trade and development. Stockolm: Almquist and Wiksell citado por Gary Gereffi. The international economy and economic development. En: Neil J. Samuelser and Richard Swedberg (edits), The Hanbook of Economic sociology. Princenton, NJ. Princenton University 1994 p. 211.

[3] Ver: G. A. Fel´man. A soviet model of growth. En Essays in the Theory of Economic Growth, editado by Eusey Domar. New york, Oxford University Press 1957 pp. 223-261. Prasantac Mahalonobis. Some Observations on the process of growth of National Income sankya No. 12 pp. 307-12. Citado por Gary Gereffi ibidem p. 211.

[4] Goltfried Haberler. International Trade and Economic Development. National Bank of Egypt Lectures Cairo: National Egypt 1959.

[5] Ver: Walt Whitman Rostow The Stage of Economic Growth A Non-Communist Manifiesto. Cambrige University Press. 1960. pp. 17-35.

[6] Ver: Gunnar Mirdal. An american dilemma: the negro problem and modern democracy. New York Harper 1944; Asian drama: An Inquiry into the poverty of nation 3 vols. New York Pantheon 1968; International inequality and foreign aid in retrospect. In pioneers development, edited by Gerald M Meier and Dudley Seer. New York: Oxford University Press 1984. Citado por Gary Gereffi op. cit. p. 212.

[7] Ver: Rober Solow. A Contribution to the Theory Economic Growth. Quaterly Journal of Economics 70 february (1956).pp. 65-94 y Technical Change and the Aggregate Production Function. Review of Economics and Statistics 39 august 1957 pp. 312-20. Citados en: Charles I. Jones. Introdution to economic Growth. W.W. Norton & Company Inc. New York London 1998 Cap. 2.pp. 18-40.

[8] Charles I. Jones op. cit.. p. 33.

[9] Charles I. Jones. Op. cit. p. 39.

[10] Paul Krugman. Ibidem p. 18.

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