BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

GLOBALIZACIÓN: INTERROGANTES Y DIMENSIONES


Elier Méndez Delgado
María del Carmen Lloret Feijóo

 

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5. ¿Qué dimensiones puede adoptar la Globalización?

Pueden apreciarse variadas dimensiones, pero se hará referencia a solo 10 de ellas. Si bien es cierto que la dimensión neoliberal, es la más arraigada al mundo actual, esta no es la única manera de manifestarse; La Globalización puede apreciarse en diferentes dimensiones o formas como por ejemplo.

Neoliberal.

Política e ideológica.

Social.

Solidaridad.

Cultural.

Financiera.

Tecnológica.

Injusta.

Mercado.

Información.

Breve análisis de cada una de estas formas.

Neoliberal. Responde a una nueva forma del liberalismo; es sinónimo de capitalismo salvaje, donde los procesos de privatización se imponen a todo costo social y las leyes ciegas del mercado contradicen las normas elementales de equidad, los desequilibrios socioeconómicos a nivel local y regional unido a las desproporciones del ingreso constituyen el resultado más fehaciente de sus estrategias de desarrollo. La receta inmortal de esta corriente se aprecia al reducir significativamente el papel del estado en la sociedad, el que se ve como portador de la ineficiencia de la economía a gran escala.

Al referirnos a los orígenes de la Globalización mencionamos tres impulsos claves; precisamente el tercer impulso fue favorecido por la crisis del sistema capitalista con una mayor desregulación de los mercados y una flexibilización del modo de producción capitalistas dando inicio así, a los ensayos neoliberales que hoy demuestran su inaplicabilidad en América Latina. Esto se corrobora con la tendencia actual de las fuerzas autóctonas en las luchas sociales comprometidas con la soberanía y la integración regional; la insatisfacción social, presente en las guerrillas de Colombia y Chiapas, en los levantamientos insurreccionales que depusieron a once presidentes en cinco años y en las crecientes protestas en las calles. Todo esto se une a la victoria de candidatos de la izquierda - como Chávez, Lula, Kirchner, Tabaré y Morales, con posibilidades de ampliar el espectro político del hemisferio occidental a niveles no previsibles por el imperio.

Política e ideológica. Está asociada a un nuevo reordenamiento geopolítico que tuvo lugar en los primeros años de la década de los noventa y se encuentra indisolublemente ligada a la caída de muros y bloques, se manifiesta en una tendencia polarizada de la ideología burguesa contemporánea presentándose como perfecta y universal ante cualquier manifestación de progreso social, sustentada en la progresiva construcción de jerarquías, dominios y las más sofisticadas regulaciones globales del mundo actual.

Social: La piedra angular de una Globalización más justa está en la satisfacción de las necesidades básicas del hombre y sus demandas, mediante el incremento de las opciones de vida, el respeto a sus derechos y su identidad cultural, implicando cada vez más a las comunidades locales con mayor equidad e igualdad de género.

La dimensión social es capaz de hacer sobrevivir al hombre de condiciones insostenibles; es una dimensión humana y justa. Si bien es cierto que esta forma de Globalización ha resistido incuestionables embates y alguno que otro revés, motivado en algunos casos por direcciones irresponsables o conductores incompetentes y en otros, por la búsqueda de su propio perfeccionamiento, también es cierto que muchas ideas justas se han materializado a través de la solidaridad y la valentía de muchos pueblos del mundo.

Solidaridad. A modo de ejemplo podría mencionarse el caso cubano, que a partir de 1990 y durante 15 años de crisis de la economía cubana, muchos pueblos del mundo incluyendo el de los Estados Unidos ha puesto de manifiesto la solidaridad a través de su ayuda desinteresada y humana; Cuba, país pequeño y bloqueado económicamente a un costo de más de 82 000 millones de dólares en reiteradas ocasiones después del 1ro de Enero de 1959 ha dado muestras fehaciente de solidaridad con muchos pueblos, incluso en medio de circunstancias muy difíciles, podríamos mencionar múltiples ejemplos de ayuda médica a países de todos los continentes.

Hoy emergen ejemplos elocuentes de solidaridad entre países del sur y se desarrollan iniciativas de integración sobre bases nuevas como se puede apreciar en la Alternativa Bolivariana para la América (ALBA). Esta dimensión pone de manifiesto la razón ante la fuerza, la verdad ante las difamaciones y da prueba del honor, la valentía y la dignidad de los pueblos. En tal sentido se deberá promover y estimular la Globalización con reglas y rostro humano sobre bases de un intercambio comercial justo y solidario, pues de no ser así se crearían las bases de un espacio donde reinaría el caos para la mayoría del planeta.

Cultural. Esta pretende imponer un modelo cultural a los países independientemente de su identidad; es el caso de los Estados Unidos al imponer su cultura pop y la dominación de Hollywood en el negocio del cine y la televisión mundial. En tal sentido Estados Unidos acapara el mercado internacional musical, cinematográfico, televisado y escrito y fomenta aspectos de su cultura en detrimento de otras culturas nacionales. Esta dimensión como dijera Fidel Castro “es la agresión a nuestras identidades nacionales, la agresión despiadada a nuestras culturas, como jamás ha ocurrido en la historia, la tendencia hacia una monocultura universal ¿Se puede concebir un mundo semejante? No se trata de un mundo que combine la riqueza y la cultura de muchos países, sino de un orden mundial que, por definición, destruye la cultura, una Globalización que destruye inexorablemente la cultura. ¿Qué es patria, sino una cultura propia? ¿Qué es identidad nacional, sino cultura propia? ¿Puede haber riqueza espiritual mayor que esa cultura propia creada durante milenios por el hombre, y que sean sencillamente barridas nuestras costumbres, implacablemente barridas? Hay que estar conscientes de eso porque la batalla de ideas y de conceptos será grande”[1]. En tal sentido se aspiraba, a que el desarrollo de la cultura universal, fuera condición indispensable para el desarrollo de las culturas de cada país, y en realidad, esto no es lo que ocurre en el mundo de hoy, ni promete ser lo que se hará en el futuro. Marx y Engels en el Manifiesto Comunista apuntan “La cultura, cuya pérdida deplora, no es para la inmensa mayoría de los hombres más que el adiestramiento que los transforma en máquinas”[2] Estos aspectos muestran la verdadera esencia del capitalismo, con relación al desarrollo cultural de la humanidad. Cuba, desde la descolonización y el antiimperialismo que ha caracterizado al país, hasta la transformación cultural que ha tenido lugar producto de la gran revolución educacional emprendida en 1959, está en mejores condiciones que cualquier otro país para desarrollar una cultura verdaderamente autóctona que se anteponga al modelo cultural que se quiere imponer por el imperio.

Hoy la acelerada Globalización está sustituyendo la cultura de la alimentación de productos tradicionales por los de una comercialización estandarizada, lo que hace que se pierdan los hábitos tradicionales de alimentación.

De una forma u otra se mezclan rasgos, símbolos y valores culturales diferentes, los que tienden a combinarse dando lugar a nuevas formas culturales. Lugares como Mc Donald, Donner Kebab marcas como Coca Cola, Christian Dior, Adidas, Nike, Pepsi, se expanden e invaden hasta los más recónditos lugares del planeta, readaptándose a las necesidades y gustos locales. Las personas también se movilizan cada vez más, y se instalan en culturas diferentes con sus propios valores, sin esconderlos, instalando en ciudades un crisol de razas.

En este sentido es deber de los gobiernos y de la sociedad en general, luchar por defender la propia cultura, reivindicar los propios valores regionales y preservarlos de la total contaminación con lo extranjero. No hay que impedir este fenómeno, pero sí reivindicar el valor de lo propio para que no se pierda dentro de este complejo cultural que se va creando. Para esto se necesitan políticas de promoción cultural, mayor presupuesto para no dejarse avasallar por la producción cultural extranjera y poder hacerle frente con las mismas herramientas. En este contexto las nuevas tecnologías tienen un papel primordial y quizás determinante.

En esencia la gran maquinaria de la comunicación y su tecnología íntima; avasalla al hombre actual. Lo toma desprevenido y lo transforma. No hay nada más cautivador para un hombre común que aquello que le entra en su forma natural y tradicional por los sentidos.

El mensaje audiovisual del cine y la televisión actual dirigidas por patrones estandarizados del imperio ni educan ni enseñan, en todo caso maleducan y mal enseñan los patrones de sociedades consumistas, cautivado por el color, el sonido, la palabra y la promesa. De esta forma el hombre contemporáneo está siendo atropellado en su intimidad, que son sus gustos y en definitiva por el mensaje externo que recibe por diferentes y sutiles vías, así estamos siendo sometidos a un bombardeo constante de seductoras formas de integración al consumo y la cultura.

En esencia la cultura es un poderoso símbolo de identidad y de pertenencia de cada localidad, nación y región del planeta, por lo que la Globalización debería converger en la diversidad multicultural, y no en una norte-americanización, una homogeneización, una integración forzada o una conservación estática. Debe ser un proceso de redefinición creativa, en el que se encuentren las tradiciones y los modos de vida globales y locales, para que dé lugar a nuevas formas en todos los planos. Deben reconocerse la integridad y autonomía de las distintas culturas nacionales y locales como fuente de confianza y de energía para que la persona adopte comportamientos creativos que trasciendan las fronteras nacionales.

Financiera. La Globalización de los mercados financieros es la dimensión más espectacular que se ha podido apreciar en los últimos tiempos por su intensidad, velocidad y consecuencias para la economía mundial sobre todo en las últimas tres décadas del siglo XX y lo que ha transcurrido del XXI. Prueba de ello lo es el incremento de las transacciones financieras y con ello la especulación y el dominio financiero de un reducido y selecto grupo de países que son privilegiados hoy, particularmente E.U. que se tribuye el derecho de emitir el dinero que necesita sin el respaldo material que se requiere para ello, y se aprecia por la toma de acciones desmedidas en las principales bolsas del mundo, la expansión incontrolada de los mercados de capitales, de préstamos y de divisas.

 El máximo responsable de este desastre financiero global, que hoy comienza azotar al mundo, lo es el propio sistema capitalista, que está dando muestras de incapacidad y agotamiento, al tiempo que pone de manifiesto que ese sistema no es el fin de la historia; no es despreciable la responsabilidad que ha tenido en las últimas décadas el FMI y las administraciones irresponsables de algunos países que han contribuido a este desastre financiero que está en un callejón sin salida.

A modo de ejemplo se pudieran mencionar solo 4 factores que han acelerado este proceso:

La quiebra del sistema Brettón Woods.

Necesidad de los estados nacionales en financiar el creciente déficit por medio de préstamos o por la emisión de deudas.

Desregulación de los controles públicos y políticas encaminadas a favorecer la rentas del capital.

La aplicación del desarrollo científico técnico a los mercados financieros.

Hoy este fenómeno ha sido objeto de preocupación, pero no de ocupación, para aquellos gobiernos e instituciones de carácter internacional que se les ha responsabilizado con las finanzas, en especial aquellos que como los E.U., se han atribuido facultades especiales en el seno de estas organizaciones.

El Banco de Pagos Internacional ha estimado que las transacciones mundiales de dinero (en los distintos mercados de divisas) asciende a alrededor de 2 billones de dólares (alrededor de cuatro veces el PIB español). Estos flujos de capitales han enriquecido y arruinado a muchos países, ya que la solvencia de sus divisas está en función de la entrada y salida de capitales. Eso explica, en parte la crisis financieras como las de México, Rusia, o el sudeste asiático. De ahí que los movimientos contra la globalización hayan reivindicado el establecimiento de la llamada Tasa Tobin, que no es otra cosa que la creación de un impuesto que grave los movimientos de capitales.


[1] Castro Ruz, Fidel. Periódico Granma (suplemento especial) 28 de agosto de 1998. Pág. 11.

[2] Carlos Marx y Federico Engels “Manifiesto Comunista” Editorial Ciencias Sociales. Instituto cubano del libro, la Habana, 1971 pág. 60.

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