LOS SISTEMAS SOCIO-RELIGIOSOS Y SUS
IMPLICACIONES POLÍTICAS PARA EL QUEHACER EVANGÉLICO
Edgar Durini Cárdenas
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CAPÍTULO I. SISTEMA SOCIO-RELIGIOSO TRIBAL Y
SISTEMA SOCIO-RELIGIOSO MONÁRQUICO
1.1 Aspectos introductorios
Antecedentes históricos
Históricamente, la nación israelita surge del desarrollo del pueblo hebreo, aunque no de manera exclusiva. El gentilicio “hebreo” se atribuye originalmente a los descendientes de Heber, quien fue biznieto de Sem (Génesis 10.21-25). Posteriormente se fue restringiendo para referirse a la familia de Abraham, aunque se asume que se aplicaba a los grupos o pueblos de pastores nómadas de los cuales éste salió1; pues cuando siendo aún Abram había emigrado a Canaán ya era llamado hebreo (Gén. 14.13), llegada que se estima hacia 1850 a.C. desde Ur de los caldeos en la región de Mesopotamia.
En base a los documentos de Tell-el-Amarna2, se vincula a los hebreos con los grupos de hapiru3 que estuvieron activos en Palestina durante los siglos XV a XI4. Se trataba de grupos de rebeldes sin vínculos étnicos comunes5; más que una unidad étnica, se trataba de un grupo social heterogéneo, que estaba conformado por personas que habían perdido su estatus socioeconómico y vivían al margen de la organización social vigente6; los cuales, junto a los que salen de Egipto en el éxodo bajo la dirección de Moisés, van a conformar las tribus de las que va a surgir la nación de Israel.
Más allá de la Biblia, los orígenes de Israel como nación de tribus y su historia es asumida por J. Pixley hacia el año 1220 a.C., como fecha estimada del éxodo de Egipto7; aunque dicho autor indica que los antepasados de las tribus vivían ya en Canaán, en relación con lo cual refiere tres teorías principales que explican tales orígenes8. Según R. Turner, esa sería una segunda oleada que derivó de la desorganización del imperio egipcio en los siglos XIV y XIII a.C.; pero una primera oleada de hebreos hacia Palestina llegó con los amorreos entre los siglos XVIII y XVII a.C.9
Para entonces, los conflictos por dominar los principados o ciudades-estados cananitas entre los egipcios y los heteos o hititas, se tradujo en un acuerdo en 1283 a.C. para que éstos se quedaran con la parte septentrional (Siria) y los egipcios ejercieran control sobre la región meridional (Palestina). Luego, cuando Canaán estaba habitada por diversos pueblos (como los edomitas, los amonitas y los moabitas), va a ser invadida por los hebreos entre los siglos XIII y XII a.C., al mando inicialmente de Josué, cuya ocupación y conquista fue un proceso largo; después fue ocupada por los filisteos en el siglo XII a.C., a los que se suma la invasión por los arameos que desde los siglos anteriores se habían establecido en varios territorios al norte y oriente de Canaán.
El dominio israelita sobre el territorio cananita, sólo va a poder consolidarse de manera plena durante el período de la monarquía; de manera especial, con el reinado de David, durante el cual Israel se extendió mediante diversas guerras de conquista, subyugando a las naciones circundantes.
1 Nuevo Diccionaro de la Biblia, Pág. 467.
2 Colección de cartas de carácter diplomático escritas aproximadamente entre 1402 y 1347 a.C. (Diccionario Unilit, p. 54- 55), remitidas por los faraones egipcios a gobernantes de Asiria, Babilonia y Canaán.
3 Según otros autores o traducciones, también llamados “apiru”, “habiru” o “abiru”, refiriendo a “hebreos” empeñados en la conquista de Canaán (p.55).
4 Según R. Turner, “los habiru aparecieron durante las invasiones de las áreas culturales del antiguo oriente después del año 2000 a.C.”; llevaron una existencia errabunda y precaria en los bordes de la Mesopotamia durante largo tiempo; algunos eran mercenarios, otros se vendían como esclavos, y, en general, a los ojos de terceros eran considerados como “merodeadores, bandidos, nómadas y soldados aventureros” (pág. 317).
5 Aunque se supone que dominaba el elemento semítico, algunos eran indoeuropeos (Turner, pág 317).
6 E. Bootz, pág 1.
7 J. Pixley: Historia Sagrada Historia Popular, pág 15.
8 Citando estudiosos de la Biblia, Pixley expone tres teorías científicas sobre el origen de las tribus: la unidad racial primitiva; la unidad de Israel en su práctica de pastoreo; y la insurrección campesina (pág 16-19). En un sentido equivalente, se refiere por una parte una “teoría de la invasión”; por otra a la conquista de tierras mediante la infiltración gradual desde Egipto; y por otra a contingentes de hapirus ( Bootz, pág. 3-4).
9 R. Turner: Las grandes culturas de la humanidad, pág. 317.
