PARTE V. LA EDUCACIÓN Y LA SALUD

CAPÍTULO XI: EDUCACIÓN

La educación es un factor importante para superar la pobreza y la marginación. Coicoyán de las flores tiene que sortear una serie de adversidades que lo ubican como uno de los municipios peor posesionados en logros educativos. Para ello se analizaran a continuación algunos datos que dan cuenta de este problema.

El municipio de Coicoyán de las Flores cuenta con 18 escuelas de preescolar y 23 escuelas primarias con diferentes modalidades que van desde escuelas para migrantes, Conafe, educación indígena y bilingües, así como una tele secundaria. (Ver Fotografías de la Escuelas).

La situación en cifras de la educación del municipio es la siguiente: De la población de 5 años y más (4637 personas), 2861 (o el por ciento) carecen de instrucción, 1543 (o sea el por ciento) cuentan por lo menos con un grado de instrucción primaria y sólo 89 (o el por ciento) cuentan con educación posprimaria (Ver Tabla 31 y Gráfico 18 Estructura de la Población de 5 Años y Más Según Nivel de Instrucción, 2000)

Es decir, que de la población de 5 años y más, aproximadamente 6 de cada 10 personas carecen de instrucción, poco más de 3 de cada 10 poseen algún grado de educación primaria y menos de 1 de cada 10 cuentan con instrucción posprimaria.

Un dato que llama la atención es el siguiente: de las 2861 personas sin instrucción, 1222 son hombres y 1639 son mujeres (Ver Tabla 32 Estructura de la Población de 5 Años y Más Sin Instrucción por Sexo, 2000).

Según datos del INEGI, en el año 2000 había 1543 educandos (población de 5 años y más) cursando o con algún grado educación primaria. De ese total, el 23.00 por ciento cursaba el primer grado, el 22.03 por ciento el segundo, el 23.07 por ciento el tercero, el 12.57 por ciento el cuarto, el 7.84 por ciento el quinto y el 11.47 por ciento el sexto. Cabe destacar que la tendencia anteriormente reseñada: “a mayor grado escolar menor número de alumnos”. (Ver Tabla 33 y Gráfico 20, Estructura de la Población de 5 años y más que cuentan con algún grado de educación Primaria para el año, 2000).

Es conveniente comentar que muchos niños abandonan la escuela por la precaria situación económica que pesa sobre sus familias.

En el recorrido realizado por algunas de las agencias y cabecera del municipio encontramos que ciertos estratos de la población infantil que estudian en escuelas primarias indígenas, sus hogares se encuentran en rancherías sumamente alejadas, por lo que, emprender caminatas de cuatro a seis horas diarias con destino a los centros educativos y viceversa.

Si los niños alcanzan el carro que transita por sus localidades de residencia en dirección a comunidades más grandes, donde se ubican las escuelas, entonces el viaje se reduce solo a unas tres horas, de no ser así tendrán que caminar las rigurosas seis horas diarias.

En varias escuelas ubicadas en agencias municipales, existen albergues que sirven de casa temporal a los niños, donde se les da un taco o unas tortillas con sal para que aguanten el hambre, señalan maestros de estas escuelas.

La actitud y personalidad de muchos niños es dura, ya que están acostumbrados a hacerlo todo tipo de actividades sin ayuda de un adulto. Su suerte no ha sido la ideal ya que tienen en su contra: la deficiente y escasa alimentación, la educación de sus padres, la pobreza. Por lo que, “solitos vienen y se presentan a clases y se hacen responsables de sus calificaciones”, explican maestros del lugar.

Un fenómeno educativo que se da por esta región es el cursar tardíamente la educación primaria. Es decir, que varios jovencitos de edades avanzadas, 12 a 16 años, cursan la educación primaria. Debido a que muchos de estos niños-adolescentes tiene que colaborar con sus padres en las labores del campo. Como es el caso de Francisco Basurto, que a sus 14 años de edad estudia el segundo año de primaria, quien se incorporó tarde porque compartía con sus padres las faenas del campo.

Por otra parte, en condiciones adversas, muchos profesores tienen una tarea difícil de realizar. Como los niños, muchos de los mentores llegan sin comer y tienen que soportar las inclemencias del tiempo y del lugar donde están ubicados sus centros de labor. Muchos de ellos son originarios de otros municipios de la región, y al no haber opciones de trabajo, se incorporan al servicio del magisterio sin ninguna experiencia y estudio normalista que los ampare. Ante ello, el Instituto de Educación del Estado Publica de Oaxaca (IEEPO) y el sindicato de maestros del SNTE Sección XXII implementaron desde hace varios años, cursos sabatinos, dados a través de la Universidad Pedagógica Nacional, para obligar ha que cursen alguna licenciatura en educación.

El otro desafío para los docentes es el idioma. La maestra Edith llegó a esta escuela sin saber mixteco y para dar sus clases tenía que auxiliarse de un niño traductor.

Otro problema asociado a las problemáticas que viven los mentores oaxaqueños es la deficiencia en el pago de sus servicios, sus salarios son raquíticos, pues muchos de ellos apenas alcanzan los tres mil pesos mensuales y el pago se los dan cada cuatro meses.

Otro problema que incide en la deficiencia de los servicios educativos proporcionados en el municipio es el relacionado con la interrupción de labores debido a que los maestros acuden a sus reuniones sindicales que son realizadas en las inspecciones de zona o regionales ubicadas en la Ciudad de Huajuapan de León.

Los libros de texto en lengua indígena tampoco le son muy útiles, porque son de la variante de la ciudad de Tlaxiaco. “Hay unas palabras que cambian y al pronunciarlas se les da otra entonación. Entonces los niños se ríen, porque piensan que están diciendo una grosería", explica la maestra.

Ante ellos, los profesores no tienen otro camino que recurrir a su ingenio. Todas las tardes dan clases a los más rezagados, aquellos que estudian tercer grado y que todavía no saben leer y escribir o que tienen dificultades para hacer operaciones con series numéricas grandes.

De la población de 5 años y más que cursaba por lo menos un grado de educación primaria en el año 2000, 1543 el 56.31 por ciento eran hombres (896) y el 43.68 por ciento eran mujeres (674). Ver Gráfico 21, Estructura de la Población de 5 y más que cursaba por lo menos un grado de educación primaria por Sexo, 2000.

Por nivel de instrucción secundaria tenemos los siguientes datos, para el año 2000 habían 77 personas mayores de 12 años que contaba por lo menos con un grado de educación secundaria. (Ver Tabla 34 y Gráfico 22, Estructura de la Población de 12 y más con por lo menos un grado de educación secundaria).

De esa población (77) el 45.45 por ciento son hombres y 54.54 por ciento son mujeres que cuentan por lo menos con una grado de educación secundaria (Ver Tabla 35).

Por nivel de instrucción media superior (comprende estudios técnicos, preparatoria, bachillerato y normal básica) tenemos los siguientes datos, para el año 2000 habían 8 personas mayores de 15 años que contaba por lo menos con un grado de educación media superior (Ver Tabla 36)

La siguiente Tabla (37) muestra un desagregado de la población mayor de 15 años del municipio de Coicoyán de las Flores, que cuenta con algún grado de educación media superior por sexo.

La Tabla 38 muestra un desagregado de la población de 15 años y más del tipo y modalidad de la instrucción media básica que existe en el municipio.

La Tabla 39 resume la estructura de la población con algún grado de educación superior según área cursada.

De las personas con estudios superiores, 1 eran hombre y 1 mujer.