David F. Camargo Hernández
4. Definición de Tipología
Según la Real Academia de la Lengua , es una ciencia que estudia los diversos
tipos de la morfología del hombre en relación con sus funciones vegetativas y
psíquicas.
4.1 Tipología del Funcionario Español del siglo XVIII
Para la tipología del funcionario español:
La imagen usual suele ser la del oidor orgulloso y envanecido, pronto a
maltratar de palabra o de obra a los naturales del país. La fórmula consagrada
de los levantamientos del siglo XVIII. ¨Viva el rey, muera el mal gobierno¨,
debía apuntar a los funcionarios de la Audiencia, encerrados en su tribunal y
sin ningún contacto con los clamores y las necesidades de los súbditos. Oscuro
tribunal y oscuros asuntos los que se decidían en él. La pintura usual de
oidores y escríbanos de cámara los describe con desprecio, como rábulas y
hombres dados a procedimientos administrativos tenebrosos capaces de liar a un
súbdito y reducirlo a un oscuro calabozo de Cartagena por el sólo hecho de
impetrar justicia (1).
Los funcionarios estaban limitados por funciones concretas en un medio que les
era hostil.
Las Audiencias, Escribanías y Cajas Reales se encargaban de las finanzas, la
administración y la justicia. La finalidad mas importante de las instituciones
se fundaba en la defensa de los intereses reales.
4.2 Tipologías de los Funcionarios Públicos
Tipificar al funcionario público, requiere de un esfuerzo tendiente a agrupar
ciertas actitudes que se presentan con mas regularidad en aquellas personas
que ocupan una posición de mando y de aquella gran mayoría que está
subordinada.
Es preciso aclarar que los ejemplos de tipología que aquí se van a presentar
obedecen en parte a criterios del autor de denominar y categorizar las
actitudes de los funcionarios públicos, que está sustentado en la psicología
moderna de la cual se habló brevemente en este capítulo.
4.2.1. Tipología de los Jefes
El Autócrata
Dirige, manda de tal forma que nadie olvida quien es el verdadero jefe,
utiliza su autoridad como si fuera un látigo, exige obediencia incondicional
de sus subordinados y actúa como una especie de tirano(2)
.
Es el tipo de personaje que cree que sus subalternos no tienen otra que hacer
sino lo que él diga, confía en sus capacidades para obligar a la obediencia,
impone su voluntad, manipula y limita la acción de sus subordinados
implementando reglas de estricto cumplimiento. Utiliza métodos coactivos por
medio de sanciones. El autócrata se clasifica en: estricto, benevolente e
incompetente.
Estricto. Aquel jefe que no delega su autoridad. Severo pero justo, es
Impersonal, realista, conservador, se rodea de ¨viejos y fieles servidores¨ a
los que concede pocos testimonios de satisfacción. El autócrata puede llegar a
ser benevolente y se siente responsable de sus subordinados, actúa ¨por su
bien¨ y al mismo tiempo espera manifestaciones de agradecimiento. El autócrata
Incompetente, es una persona inmadura que carece de las capacidades para
mandar. Refugiado en su poder, humilla a sus subordinados, y es celoso de las
personas capaces, es un débil que compensa sus sentimientos de inferioridad,
con comportamientos impulsivos y contradictorios(3)
.
El autócrata se asimila a individuos biliosos. Pero a pesar de el descontento,
inconformismo y mala voluntad que genera en el grupo a menudo es capaz de
lograr notables resultados en las organizaciones. ¨Sin embargo hay testimonios
crecientes que este rendimiento no es tan elevado como pudiera ser utilizando
medios menos autoritarios(4) . Por lo tanto la eficacia de jefes de tal
naturaleza es limitada.
El Egocéntrico. Jefe que se considera el centro de atención y tienen
una exagerada exaltación de su propia personalidad, se preocupa por la calidad
de trabajo que realiza, poniendo énfasis en el cumplimiento. Su atención se
dirige al logro y la competencia. Es posible que llegue a ser ascendido pero
es muy difícil que llegue a la cúspide.
El Egoísta. Se preocupa por obtener ventajas personales, aprovechando
al máximo su posición. Es de esa clase de individuos que recurren a utilizar
las posibilidades que le brinda el cargo para ampliar su desarrollo personal
olvidándose de brindar la oportunidad a sus subalternos. Jefe que obtiene
ascensos, becas y demás beneficios no precisamente por sus capacidades sino
porque tiene excelentes relaciones con personas influyentes en la institución
que le facilitan el camino hacia la cúspide. Actúa sin miramientos hacia sus
colegas en su afán de progresar(5) .
Tiene la posibilidad de estar al tanto de todos los acontecimientos, porque
toda la información que llega pasa por sus manos. En oportunidades entera,
sobre el tiempo, al personal, de las oportunidades de capacitación que brinda
la entidad.
El ¨Chulo o Gallinazo¨
A esta denominación corresponde aquel Jefe que se pasa deambulando
inesperadamente de un lado para otro, con la obsesión de vigilar al personal,
presionando para que trabaje. Si por alguna circunstancia encuentra algún
funcionario en una labor distinta, le ¨cae encima¨ para recriminarlo,
someterlo y hacerle notar quien tiene la autoridad. Si no puede hacer la
¨inspección¨ personalmente, envía a un ¨emisario¨ de su entera confianza para
que lo tenga al tanto de lo que ocurre en las dependencias, dando toda
credibilidad a lo que dicha persona le manifieste sobre sus subordinados. No
reconoce el valor de un buen funcionario, jamás se lo hace saber, al contrario
si tiene la oportunidad le manifiesta que el trabajo que realiza es
deficiente, sin embargo no permite su salida hacia otra dependencia, porque
sabe que es de gran utilidad, por lo que le exige un alto rendimiento que no
va a ser reconocido.
A éste tipo de personaje le encanta mandar, suele ser injusto otorgando
beneficios a quienes no lo merecen e instigando a los buenos funcionarios que
no le hacen la venia por no estar de acuerdo con su proceder, su obsesión es
tan grande por el poder, si lo pierde se desmotiva a tal punto que en
ocasiones prefiere renunciar a la institución.
Se asimila mucho al individuo expansivo-retraido. Laboralmente puede obtener
buenos logros para la organización a la que pertenece, pero sacrifica el
factor humano, su ¨eslogan¨ dice ser de ¨una oficina abierta¨. Sin embargo los
funcionarios trabajan con temor a las represalias y se pierde el sentido
creativo.
Requiere de cursos de relaciones humanas.
El iluminado
Es el jefe que ha llegado por accidente a ese cargo. Podría decirse que por
cuestiones de oportunidad. Llega a ocupar un alto cargo de manera prematura,
gracias a sus buenas relaciones personales con funcionarios influyentes
ubicados en altas posiciones, que le facilitan el camino hacia la cima. Su
carrera es meteórica. La característica de este personaje es la falta de
experiencia. Como ha sido promovido sin mayores dificultades, puede correr el
riesgo de caer, su falta de recorrido lo puede llevar a ser injusto e
intolerante y su ego esta tan elevado que puede llenarse de vanidad y
soberbia.
Se trata de una persona extrovertida, en algunos casos egoísta que aspira ser
el mejor manipulando e intrigando, como funcionario no es de los mejores.
Puede decirse que se trata de un ejecutivo mediocre, que ante las directivas
tiene gran respaldo y credibilidad.
La eficiencia de este personaje depende de el interés que tenga en asimilar
las responsabilidades del cargo y prepararse conscientemente, de tal manera
que si no ha evolucionado positivamente en su desarrollo personal y
profesional, pueden dar al traste con las entidades o dependencias que llegue
a presidir.
El Camaleón
Jefe que cambia fácilmente de opinión, de temperamento variable e
impredecible, se protege en el ¨caparazón ¨de su autoridad. Se trata de un
personaje laborioso, incansable a la hora de cumplir con su misión. El trabajo
ocupa todo su tiempo y tiene un lugar tan preponderante en su vida, que
incluso llega a sacrificar hasta su propia familia en aras de la dedicación y
cumplimiento de sus deberes. Infatigable, exige que los demás también lo sean.
Su amor al trabajo lo lleva incluso al egoísmo de no dedicar tiempo ni así
mismo. Llegan a la oficina temprano y se van a altas horas de la noche . Su
eslogan es ¨El tiempo es poco para lo que hay que hacer¨.
Se constituye en una ¨pesadilla ¨para sus subalternos por el nivel de
exigencia que impone, y el desmedido perfeccionamiento con que quiere que las
cosas se hagan. Presiona para que las cosas se realicen ágilmente y con gran
calidad. No soporta la lentitud y por lo general es impulsivo llegando en
oportunidades a ser ofensivo. Su temperamento es variable y así como llega a
extremos de histeria también tiene momentos de euforia. No es rencoroso, se
arrepiente en algunas oportunidades de su conducta pero no lo manifiesta, se
justifica frente a los demás.
Es consciente de que en determinadas momentos exagera su comportamiento,
tornándose humillante; pero también puede llegar a ser sensible. Mantiene a
sus subalternos en constante sobresalto. Procura tener un ¨séquito¨ que
obedezca sus instrucciones sin contravenirlas. Se parcializa y trata de hacer
sentir inferiores a sus subordinados, recordándoles que el camino del triunfo
es arduo y tortuoso para llegar a la cima, lo que implica esfuerzo y
consagración. Se coloca como modelo de aquellas personas que se han hecho en
la empresa. Pregona su sentido de la ética y la moral a los ¨cuatro vientos¨,
se considera incorruptible y de conducta intachable, le gusta que lo admiren.
Se trata de un personaje que le permite a la administración pública mejorar su
imagen y prestigio como entidad, alcanzando notables cambios y significativos
resultados, pero, olvidando lo mas importante: el factor humano. Instiga y al
mismo tiempo quiere ser generoso, crea un ambiente tenso del cual se quiere
huir. Del tipo neurótico, propenso a preocupaciones y ansiedades.
Para que sus logros sean válidos, requiere de cursos intensivos de relaciones
humanas para bajar su ego.
El Cuervo
Jefe que como dice la jerga popular ¨ se la pasa metido¨ en la oficina del
superior; ¨ como cuervo en maizal ¨. Finge ser agradable, y en algunas
oportunidades lo consigue. Procura ganarse la confianza . Es incondicional con
quien le reporte algún beneficio. Ante los subalternos su actitud es poco
considerada. Ansioso de poder, pero lo sabe disimular. Espera suceder al jefe
inmediato e incluso llegar más alto. Del tipo psicótico.
Laboralmente puede entregar resultados, sin embargo, aunque no sean tan
importantes los hace realzar. Es un buen funcionario; pero, en cualquier
momento se puede tropezar con ¨una piedra en el camino¨ y hasta ahí llega su
pretensión de alcanzar la cima, teniéndose que conformar con lo que haya
logrado. Es persistente .
Una forma de mejorar es dejar a un lado el deseo de poder, y esperar
pacientemente su oportunidad. Cuenta con capacidades que puede utilizar mejor,
apartándose de egoísmos y tendiendo a ser más productivo.
El Semi ¨Dios¨
El jefe que se considera infalible, que nunca se equivoca, la experiencia está
en él y en el mundo no hay nadie quien lo supere. Es un sabelotodo, se
considera una Biblia. Es el ejemplo a seguir por los demás. Su ego está tan
elevado que no se da cuenta de sus errores. Es un perfeccionista ( una especie
de procrastinador), le encanta que lo alaben y lo pongan en un pedestal, que
todo el mundo se incline ante él y lo admire. Cree que todo lo que dice es
producto de su sabiduría, se considera ¨justo¨y ¨salvador¨ porque soluciona
problemas que ¨nadie¨ resolvería mejor.
Se deposita gran confianza en sus actuaciones, lo que alimenta su ego. Persona
notable por su capacidad y formación intelectual. Cuenta con el respaldo
incondicional de sus superiores para la toma de decisiones. Humilla, somete y
maltrata; al mismo tiempo, aparenta ser gentil ante quien ¨debe¨ serlo.
Persona psicótica, egocéntrica.
Excelentes para alcanzar resultados institucionales y personales; pero que,
para la psicología moderna, carece de sentido porque no hay la armonía que
conduzca al verdadero camino del éxito.
Lo que se puede hacer por éstos personajes para que puedan cambiar de actitud,
son cursos intensivos de relaciones humanas. Tal vez pueda sensibilizarlos.
El Demócrata
No hace ostentación de su autoridad, anima al grupo, haciéndolo mas
participativo; conducente a la ejecución de una buena labor. Estima a sus
subordinados; es respetado. Por lo general logra estimular a las personas para
que desarrollen los mayores y más inteligentes esfuerzos de que pueden llegar
a ser capaces.
Cuando un jefe demócrata experimenta disgustos, por lo general, es pasajero.
Se constituye en un privilegio trabajar con él. Su acción se basa en la
capacidad para propiciar la cooperación voluntaria y la simpatía, orientando y
estimulando a sus subordinados para que desarrollen todo su potencial. Es un
mediador para resolver conflictos.
Fija metas conjuntamente con los subalternos, haciéndoles conocer sus
expectativas y los métodos a utilizar. No vigila ni controla estrechamente el
cumplimiento(6) .
Este personaje delega autoridad, comprende a sus subordinados a quienes ve
como colaboradores, forma equipos y crea las condiciones, permitiendo al grupo
ser participativo tanto en la elaboración como ejecución de las decisiones.
Para los psicólogos los jefes demócratas representan menores inconvenientes
quienes están bajo su autoridad, es una tipología que conlleva a obtener mayor
eficiencia en el trabajo.
El Pseudo Demócrata.
Es aquel jefe que pretende convencer, pero su falta de madurez se lo impide,
es un hábil manipulador pretende hacer creer al grupo su autonomía(7)
.
El Indiferente.
Jefe que deja desprovistos de directrices a sus subordinados. Se encasilla en
funciones de representación, tiene una concepción obsoleta de las relaciones
públicas. Le da lo mismo que un funcionario competente se vaya. No lucha por
una dinámica de grupo y no respalda ningún tipo de ideas innovadoras.
Temperamental, que aunque conoce de la capacidad de sus subordinados y lo
importante que pueden ser para la dependencia, grupo, división u organización
a la que pertenecen por su experiencia, no se esfuerza por conservarlos.
Considera que cualquier persona lo puede hacer y los movimientos de personal
que realiza obedecen más a sus caprichos que a otra cosa. Se desenvuelve
fácilmente en cualquier ambiente, es demasiado orgulloso y en contadas
oportunidades reconoce las virtudes de los demás, le agrada que exalten sus
capacidades de estratega y se esfuerza por parecer agradable a los ojos de los
demás. Busca el camino fácil para resolver los problemas; se ¨duerme en los
papeles a la hora de entregar resultados¨. Este tipo de jefe no se involucra
con el personal para conocerlo mejor, saber de sus problemas y dificultades.
Su relación se limita a lo estrictamente laboral. Por lo general es
desorganizado en el trabajo
El Permisivo.
Es aquel jefe que deja en libertad a los subalternos para que fijen sus metas
y métodos a utilizar para alcanzar las objetivos propuestos. Su función se
limita a apoyar a quien le solicita su ayuda, creando un clima adecuado(8)
.
Este tipo de jefe se adecua más al manejo de subordinados que a su vez tengan
la categoría de jefes o coordinadores de alguna área específica, porque le
permite tomar decisiones de acuerdo con su experiencia y capacidades, lo que
conduce a que se sienta importante en su cargo y lo realice con la
tranquilidad y confianza que se requiere para atender los asuntos de la
organización.
El problema que se puede presentar con este tipo de jefe es que los
subordinados le tomen excesiva confianza y no respondan a ese voto depositado
en ellos, recayendo toda la responsabilidad sobre sus hombros.
El Directivo.
El comportamiento de este jefe se basa en que a diferencia del permisivo, fija
las metas y sugiere los métodos que se pueden utilizar, pero no ejerce
control, permitiendo que cada quien utilice sus propios métodos y el uso de
los resultados para registrar el éxito(9)
.
El Paternalista
Este tipo de Jefe es ¨imperturbable¨, no se enoja con facilidad, de nobles
sentimientos, es expresivo, con un sentido alto de la responsabilidad. Protege
¨a capa y espada¨ a sus subordinados. ¨Dicharachero¨. Inspira confianza es
activo y realiza las labores con gran desenvolvimiento, critica positivamente
el trabajo de los subordinados. Aconseja y sabe escuchar los problemas.
Utiliza palabras respetuosas para dirigirse a sus subalternos, de temperamento
agradable, complaciente, generoso, dialogador, procura hacer las cosas bien,
menos analítico y más práctico, infunde respeto y admiración por su don de
gentes, leal a la institución, de buen humor. Su oficina es de puertas
abiertas, de una gran franqueza y trato agradable.
No es egoísta y brinda la oportunidad para que sus subordinados aporten ideas
al grupo, capaz de agradecer y estimular a quien ejerce una labor honesta,
sincero aunque en algunas oportunidades reservado. Casi nunca se le ve de mal
genio y cuando lo está no lo hace extensivo, se reúne con los subordinados y
entabla una buena amistad. Tiene un olfato fino para encontrar errores y
corregirlos sin ningún contratiempo, reconoce los méritos de los demás y lo
hace saber.
... Servidor Público que realiza su función con sencillez y eficiencia, sin
hacer sentir a los demás el peso de su autoridad, que sabe que las altas
posiciones hoy son y mañana no parecen y que por ello no hay que perder el
contacto con el asfalto; que limita el papel a lo estrictamente necesario y
que huye, en lo posible, de los viejos trámites que no tienen en la práctica
otro sentido que entorpecer la administración y hacerla odiosa a la ciudadanía(10)
.
Extrovertido del tipo sanguíneo expansivo. De escritura vertical y ligeramente
inclinada.
Laboralmente productivo y alcanza grandes logros tanto personales como
institucionales. De ese tipo de personas que ha sabido vivir la vida y no
olvida su calidez y sensibilidad humana.
El Lobo Estepario
Jefe de actitud un tanto seca y cortante, le disgusta de sobremanera el chisme
y la novelería, le agrada las cosas concretas, muy rara vez se le ve una
sonrisa. Habla poco pero se hace entender bien, no anda pendiente de sus
subordinados, bastante observador, rechaza el trabajo mal elaborado, infunde
respeto y admiración, sociable pero cuando puede esquiva las reuniones. Si es
sentimental no lo demuestra, no habla mal de nadie y confía en las capacidades
de los subordinados, no presiona y genera un clima de tranquilidad en las
dependencias. Pragmático y analítico. Procura ser objetivo. De oficina
abierta. Insta para que cada quien sea responsable de sus actos. De
determinaciones firmes y estrictas, espíritu de justicia, leal con la
institución, de una conducta y moral a toda prueba. Confía en la buena fe de
las personas. Se asimila al tipo retraído.
Para la entidad o dependencia a que pertenece, es de gran valía y en él se
confía. Eficiente y productivo, respetado por todos .
El Montañista
Ha escalado paso a paso desde la base hasta la cima, lo que le ha costado
innumerables sacrificios y dedicación. Es una persona con un sentido claro de
justicia. Valora a los funcionarios que siguen sus pasos. Ofrece toda clase de
incentivos de desarrollo personal. Busca las mejores condiciones de trabajo y
está al tanto de las dificultades que se puedan presentar para resolverlas
rápidamente.
Su oficina es abierta y se puede llegar con la confianza de ser escuchado. Es
exigente consigo mismo y con los demás, procura que la entidad, división o
grupo que maneja se destaque y se compartan los logros. Se percibe un ambiente
de optimismo y triunfalismo que trasciende las fronteras hasta llegar a los
ciudadanos.
Es el jefe que no se complica la vida y toma decisiones para solucionar los
problemas. Tiene mucha confianza en si mismo y si comete alguna equivocación
la corrige sin crear mayores traumatismos. Es un respetuoso de la autoridad y
cumple con su deber pero no se deja ¨manosear¨, tiene iniciativa y es capaz de
exponer ideas con mucha seguridad y entusiasmo.
Este tipo de jefe se caracteriza por tener un círculo restringido de
amistades. Es productivo, de escritura vertical ligeramente inclinada.
4.2.2 Tipología de los subalternos
El Holgazán
Funcionario que habla mucho y no hace nada. Según el médico Rich Kirschner,
coautor del libro Dealing with people you can´t stand ( como tratar con los
insoportables), este tipo de personajes retardan todas las actividades en
espera de que surjan mejores oportunidades. Su comportamiento puede disfrazar
su incompetencia, crea confusión sobre lo que esperan de él; o que,
sencillamente hastiado de desarrollar el mismo trabajo no encuentra otra
alternativa. Como dice el adagio popular se dedica a ¨mamar gallo¨.
Es necesario fijarle objetivos con antelación y un tiempo específico para
terminar el trabajo. Si el individuo esta harto del trabajo repetitivo, es
importante cambiarle de labor y lograr mayor eficiencia(11)
.
Es del tipo extrovertido.
El Solitario
Se refugia en si mismo y en un mundo etéreo de su propia intelectualidad,
marginándose de la sociedad. Tiene una postura cerrada, para él todo es
hipocresía, se siente solo, aislado e incomprendido. Cree que es juzgado por
su jefe y por eso lo condena. Poco se integra a la sociedad. Sartre decía: ¨Yo
soy para todos los demás vivientes un objeto arrojado en la tierra ante
millones de miradas¨(12) . Individuos cerebrotónicos.
Eficiente en su trabajo, un tanto acomplejado. Requiere de mayor integración
con los demás, pero para ello hay que crear un ambiente de confianza y
sinceridad.
El Charlatán
Funcionario que le encanta formar corrillos y hablar sin parar de temas que la
mayoría de las veces son intranscendentes, dominar al grupo monopolizando las
conversaciones, ser centro de atracción. Carente de profundidad y objetividad,
es un fanfarrón que siempre se le ocurre algo. Es poco productivo porque
emplea parte de su tiempo tratando de demostrar a los demás la profundidad de
sus conceptos(13) . Del tipo extrovertido expansivo.
Para lograr que sea más eficiente requiere de asignarle tareas bajo la
supervisión constante de sus actuaciones.
El Criticón
Aprovecha cualquier oportunidad para quejarse de la entidad y de la gente,
manifiesta sus rencores. Es un funcionario que transmite al grupo su
negativismo, creando sensaciones de malestar. No está conforme con nada,
critica el trabajo de los demás. Si es de bajo rango y recibe dotación reniega
de lo que le ofrece la institución. En oportunidades busca negociar lo que
recibe. Se lamenta de su suerte y trata de encontrar algo mal para justificar
su comportamiento, se queja continuamente de sus bajos ingresos.
Es del tipo extrovertido, neurótico. Tienen un genio tan complicado que parece
que comiera ¨alacranes a toda hora¨.
Poco productivo, por estar criticando descuida sus labores; hay que exigirle
resultados.
Debe dársele la oportunidad de ver que las cosas no son como las piensa, por
medio de acciones tendientes a demostrar que la entidad y sus funcionarios han
evolucionado positivamente y quien trabaja obtiene recompensas.
El Incrédulo
Por lo general tiene varios años de pertenecer a la institución. Su actitud es
el producto de ver que las ideas que se han ensayado han fracasado. Sugirió
ideas, y como no se tuvieron en cuenta, se hace poco receptivo a los demás.
Considera los cambios en la institución como transitorios,. Su lema es: ¨eso
nunca va a funcionar; ¨Ya ensayamos eso antes¨(14) . Del tipo psicótico.
Es un elemento negativo para cualquier institución, es poco eficiente. Por lo
tanto hay que supervisar su labor. Como a Santo Tomás, el tiempo se encargará
de comprobar cuán equivocado estaba.
El Entrometido
Les agrada andar de visita en visita por las oficinas queriendo enterarse de
todo lo que sucede. Habla de las personas. Es necesario reunirse con él y
hacerle ver como las acusaciones a espaldas de los demás pueden crear serios
trastornos a la dependencia y la organización(15)
. Poco productivo, del tipo
extrovertido, neurótico.
Se le debe controlar el trabajo, tratando de mantenerlo ocupado todo el
tiempo.
El Bufón
A toda hora está ¨tomando del pelo¨ a sus compañeros e incluso al jefe. Le
gusta contar chistes de ¨grueso calibre¨ y burlarse de las personas. Llega a
ser mal intencionado y le fascina contar anécdotas. Remeda a las personas.
Extrovertido del tipo viceroctó
nico.
Persona poco eficiente en las labores que realiza, se distrae fácilmente. Es
necesario hacer seguimiento continuo de su trabajo.
El Genio
Espera ser llamado por el jefe para resolver problemas, se considera ¨la
eminencia¨de la oficina y tiene cierto aire de imponencia. Le encanta que lo
llamen a las reuniones para aportar ideas y mostrarse ante los demás. Es
orgulloso, su vanidad le opaca sus capacidades.
Es buen funcionario a pesar de su ego tan elevado. Es necesario fijarle
labores de alta responsabilidad.
El Imitador
Aquel funcionario que admira a su jefe y busca ser una réplica de él. Por lo
general es su mano derecha. Toma actitudes que no le son propias. Es una
persona poco fiable, no es un buen compañero aunque pretende ser amigo de los
demás. Es egoísta y persigue sus propios intereses. Es paciente y está a la
espera de una oportunidad para surgir. Es humillante, prepotente aunque
sociable. Quiere mostrar resultados, se esfuerza buscando motivos para ¨echar
al agua a sus compañeros¨ y poder lucirse como persona eficiente. Mantiene
enterado al jefe de todo, llega a ser servil.
Su trabajo no es el mejor; adolece de fallas, es de baja calidad. Pretende ser
perfeccionista enjuiciando el trabajo de los demás.
Debe aprender de los demás. No debe auto-engañarse. Es del tipo psicótico.
El Soñador
Vive pensando en ganarse ¨la lotería¨ y dejar de trabajar. Su relación con los
compañeros es cordial, su labor es moderada, cumple con las metas sin
excederse, hace lo estrictamente necesario. Es un tanto melancólico.
Se deben crear expectativas que lo
motiven a ser mas productivo. Es del tipo extrovertido. A este ejemplo se
pueden ajustar las personas del tipo linfático.
El Despalomado
Le importa ¨cinco¨ su trabajo, sin embargo se cuida en no dejarlo notar. Es
descuidado, irresponsable y desorganizado. Olvida con facilidad las
instrucciones y recomendaciones. Es un tipo de procrastinador; deja todo para
después aunque no para hacerlo mejor, en oportunidades lo olvida por completo.
Se le ve con arrumes de papeles sobre el escritorio, dando la sensación de
trabajo en exceso; realmente es acumulado. Simula ser buen funcionario: ¨hace
lo que puede¨. Del tipo extrovertido.
No es precisamente el modelo de buen funcionario, hay que exigirle el
cumplimiento de las tareas, para ello es importante llevar registros de
control de la gestión que realiza.
El Agropecuario
No hay momento que no este discutiendo, enfrentándose a los compañeros para
someterlos con su posición hostil. Se encoleriza y pelea por cualquier cosa,
es mal educado y contesta con ¨dos piedras en la mano¨. Objeta todo, considera
inútiles a los demás. Brusco en su forma de tratar a las personas. Altanero.
Le gusta mandar y ser obedecido así no tenga la autoridad para hacerlo. Se
asimila al tipo neurótico.
No es mal trabajador, produce resultados positivos pero requiere con urgencia
un curso de relaciones humanas.
El Intrigante
Se siente importante cuando está en grupo. Trata de crear malestar comentando
situaciones adversas y no desaprovecha oportunidad para levantar injurias
contra sus superiores. Por lo general tiene una doble personalidad que le
permite cambiar de actitud y asumir comportamientos fingidos según la
conveniencia. Habla mal de jefes e incluso de los mismos compañeros. Comenta
en voz baja sus inquietudes y está a la espera de ver caer al ¨enemigo¨.
Persona extrovertida, egoísta, celosa y falta de modestia.
Funcionario poco eficiente, se le debe mantener ocupado realizando labores
dispendiosas, Haciéndole un control permanente.
La Figura Decorativa
Este personaje contribuye muy poco con el grupo. Permanece callado y retraído.
Le da miedo expresarse por temor a hacer el ridículo. Posiblemente no tiene
facilidades de expresión y prefiera escuchar, así tenga importantes ideas que
compartir(16) .
Del tipo nervioso, retraído.
Su trabajo es poco productivo y puede tener errores por la falta de
comunicación. Se requiere integrarlos al grupo utilizando sistemas técnicos,
como pruebas sicotécnicas, para conocer sus fortalezas y debilidades.
El Perfeccionista
Procura que el trabajo se lleve a cabo bajo parámetros de exactitud; pero
cuando algo le sale mal, se desanima e influye en los demás funcionarios
apagando la chispa de creatividad.
Hay que mostrarle compasión y no rechazo, tenerle paciencia, utilizar sus
habilidades para hacerlo más eficiente(17) . Se asimila al tipo cerebrotónico.
El Conflictivo
El funcionario que le pone trabas a toda iniciativa y, cuando se trata de un
asunto importante, se las ingenia para declararse impedido trasladándolo a
otra oficina para su competencia. Cuando se va a buscar información referente
al mismo, se observa que ha pasado de mano en mano dificultando su
seguimiento. En el momento que el interesado se acerca a conocer resultados se
da cuenta que no han efectuado ninguna gestión(18) .
Poco eficiente. Del tipo somatotónico.
Es necesario hacerle seguimiento a su trabajo y designarle tareas específicas
de obligatorio cumplimiento. Procurar demostrarle que su actitud de ¨leguleyo¨
no le queda nada bien y no tiene fundamento alguno para evadir las
responsabilidades.
La Veleta sin Rumbo
Es un tipo de procrastinador que da largueza a la resolución de los problemas
y procura hacerse el olvidadizo. Acumula los ¨chicharrones¨, es decir el
trabajo complicado, con la intención de nunca realizarlo. Indeciso, desconfía
de sus propias capacidades, guarda las esperanzas de cambiar de actividad
dejando tras de sí los problemas para que los resuelva su sucesor. Es muy poco
productivo, del tipo cerebrotónico.
Se le deben fijar labores concretas que cumpla, sin objetar, en un tiempo
determinado. La intención es que asuma sus propias responsabilidades, evitando
que eluda su realización.
El Equitador
Se encuentra en periodo de prueba o simplemente esta trabajando
provisionalmente y en ese proceso de transición, hasta ser nombrado, es
laborioso. Una vez posesionado cambia de actitud y pierde dinamismo, se vuelve
despreocupado y adquiere confianza, pasa de la sumisión a la irreverencia. Es
como el jinete que al sobrepasar un obstáculo que pareciera insuperable,
adquiriera la seguridad del triunfador. Se vuelve selectivo para acatar
órdenes, poco servicial y procura ser mas independiente en sus actuaciones.
Le dan los síntomas de aquel servidor público lleno de manías, que hace
solamente lo necesario y cuya mentalidad es la de dejar trabajo para después,
porque según el ¨ hay que dejar trabajo para mañana, todo no se puede hacer en
un solo día¨.
A este tipo de funcionario hay que tratarlo a tiempo con la ¨vacuna de la
eficiencia, ¨ para que se concientice de que el trabajo debe obedecer a una
planeación entregando resultados oportunamente.
El Estratega
Funcionario que es metódico en su trabajo, lo que le permite ser más
productivo y eficiente. No requiere estar en la oficina todo el tiempo y se da
el lujo de tomar ¨un aire¨. Es ordenado, jamás tiene un documento mal
acomodado sobre su escritorio. Entrega la información de manera oportuna. No
necesita que le estén recordando sus responsabilidades. Le molesta que lo
presionen en sus labores. Le interesan las altas posiciones siempre y cuando
cuenten con cierto grado de independencia.
Es una persona responsable, que solamente solicita permisos para realizar
diligencias que realmente requieren su presencia. Da la apariencia de que
pierde tiempo porque no está todo el tiempo tras de un escritorio, sin embargo
es lo suficientemente ético en el desarrollo de sus actividades, lo que le
significa el voto de confianza por parte del jefe. Es de los funcionarios que
compensan el tiempo que han dejado de laborar.
Es del tipo extrovertido, sanguíneo. Eficiente y productivo en el trabajo.
El Simulador
Es de esa clase de funcionarios que fingen estar trabajando y colman el
escritorio de papeles. Cuando pasa el jefe hace como si estuviera laborando.
En algunas oportunidades deja colgado el saco en la silla y se va a realizar
diligencias. Da la sensación de tener un exceso de trabajo, pero en realidad
es el producto de acumularlo. Es desorganizado y poco le preocupa cumplir las
metas, al final esgrime disculpas para justificar su comportamiento.
Solicita permisos constantemente y no es muy amigo de compensarlos, se ingenia
cualquier disculpa.
Se asimila al tipo extrovertido expandido. Se requiere un mayor control de su
trabajo, con supervisión permanente para forzarlo a ser más productivos.
El Sacrificado
Este tipo de personaje se la pasa en la oficina trabajando, inclusive en horas
no hábiles. Le encanta que el jefe se de cuenta del esfuerzo que hace y el
poder de sacrificio que demuestra. Sin embargo, su trabajo no es el más
productivo, porque no es buen planificador y lo que realmente hace en el
tiempo extra, es adelantar el trabajo que ha dejado de hacer oportunamente. Es
indeciso, pero trata de mostrar todo lo contrario; ante cualquier asomo de
duda repite y repite la labor, desperdicia tiempo buscando dificultades donde
no las hay.
Está a la espera de un ascenso por su labor ¨meritoria¨. Se la pasa divulgando
a los ¨cuatro vientos¨ su eficiencia y en oportunidades considera a sus
compañeros unos ineptos porque no trabajan como él.
Se asimila al tipo nervioso.
El Espectador
Este personaje no se esfuerza por cumplir con sus propias metas. Trata de
distraer, enredar, confundir y hacer creer que cumple. Es una persona
simpática y con su actitud procura ganarse la voluntad del jefe para poder
manipularlo. Trata de comprarlo con detalles. En su rostro siempre hay una
sonrisa y una ¨alabanza¨ a su ¨jefecito¨, como usualmente le dice.
Al funcionario espectador hay que responsabilizarlo con tareas que debe
ejecutar a corto plazo, de tal forma que entienda que el trabajo debe
efectuarse oportunamente. Por lo general, es una persona desorganizada, sus
informes son poco claros. Su eficiencia puede incrementarse ostensiblemente en
el momento que el jefe decida dejar de ser paternalista y muestre una actitud
menos benevolente.
Se trata de una persona extrovertida-expansiva.
El Calienta Puestos
Nunca esta conforme en la labor que realiza, ante cualquier roce con el jefe,
busca el cambio de dependencia y para lograrlo acude a una instancia superior
a quien argumenta todo tipo de circunstancias para convencerlo de su traslado.
En realidad lo que pretende es ubicarse en un lugar donde no haya mucho que
hacer, ni jefe que lo critique. Por lo general ha recorrido media institución.
Es inestable y persigue beneficios personales.
El calienta puestos es despreocupado y su trabajo es poco eficiente, sueña con
ocupar un alto cargo; el problema es que no demuestra las capacidades. Se
aburre fácilmente en una labor y trata de buscar alternativas de cambio,
lastimosamente pasa tan superficialmente por los puestos, que no tiene la
oportunidad de aprender lo suficiente.
A esta persona se le debe estabilizar en un solo lugar, por lo menos durante
un tiempo prudencial y así no correr el riesgo de incumplir las metas de la
dependencia. La elevada rotación lo vuelve irresponsable, porque siempre está
con la mentalidad de irse y por lo tanto no asume las responsabilidades como
debe ser.
Persona extrovertida expansiva, del tipo
somatotónico.
El Talentoso Moderado
Se parece al estratega. La diferencia radica en que este personaje muestra
grandes capacidades para desarrollar cualquier empresa, no le interesa la
popularidad y prefiere ser un peón más dentro de la institución. Tiene ideas
altruistas y no considera el poder como camino del éxito. Es colaborador,
activo, responsable y desarrolla una labor silenciosa aunque no llegue a ser
reconocida públicamente. Es sencillo y humilde, de trato cordial.
Es extrovertido, de temperamento que se asimila al tipo sanguíneo.
El Fantasma
Esta laborando en su lugar de trabajo y al rato desaparece, se la pasa
deambulando de un lado para otro, dentro y fuera de la institución. Cuando se
requiere, no se encuentra. Pasado algún tiempo vuelve y aparece cuando ya se
ha solucionado el problema suscitado. No se puede contar con él .
Promete realizar alguna tarea oportunamente y al rato lo vemos en otras
dependencias ¨parloteando¨con los compañeros. Se parece al simulador; como
éste, también se la pasa realizando asuntos personales.
Puede llegar a ser un funcionario productivo si se le controla continuamente
su labor. Es una persona activa, que se debe conducir a la realización y
cumplimiento de sus metas. Individuo del tipo expansivo retraído.
El Comerciante
Los cajones de su escritorio no están llenos precisamente de documentos de la
labor que realiza, en ellos se encuentra toda clase de artículos para la
venta, desde prendas de vestir hasta alimentos. Da plazos e inclusive cautiva
al jefe ofreciéndole alguna ¨chuchería¨ a precio bajo, con ello logra la
aprobación y legalización de lo que está haciendo y de paso evita las posibles
críticas por no estar laborando en lo que le compete, cuando no tiene
confianza con el jefe lo hace a sus ¨espaldas¨. Es una especie de relacionista
público conocido en la Institución.
Aunque puede ser una persona productiva,
su dedicación a los ¨negocios¨ en la oficina, le distraen de sus obligaciones.
Por lo general este personaje esta ubicado en un bajo rango del escalafón y
con la venta de sus productos procura mejorar sus ingresos.
Se le debe llamar para que se comprometa a cumplir con sus labores,
explicándole el porqué no puede continuar dicha práctica en horas de oficina,
muy tácticamente para no despertar resquemores ni malos entendidos.
Es persona muy activa, que por su sociabilidad y extroversión, puede llegar a
ser altamente productiva si se le controla el trabajo periódicamente. De
escritura precipitada , del tipo expansivo.
El Conformista
Por lo general lleva bastante tiempo trabajando en la entidad. Ha crecido con
ella y lo único que le interesa es que lo dejen cumplir su tiempo para
pensionarse. Laborioso y con gran sentido de la responsabilidad, por lo
regular es el primero en llegar. Cumple a cabalidad el horario de trabajo y
realiza tareas rutinarias, está acostumbrado a ellas. No le interesa mucho la
capacitación. Piensa más en el bienestar de la familia y no se preocupa por
aumentar sus conocimientos. Su decir es: ¨Ya para que trabajo tanto, yo ya
cumplí mi misión, ya di lo mejor, que trabajen los jóvenes, a mí que me dejen
en cualquier rincón ¨.
Tranquilo, sociable, conocido por todo el personal. Su labor ha sido
productiva, pero sus fuerzas han ido declinando. Hay que Comprometerlo con las
metas y al mismo tiempo ser condescendientes con su actitud un tanto pasiva.
Se le puede exigir sin ejercer demasiada presión.
El Atleta
Regularmente llega fatigado de tanto correr para registrar la hora de entrada.
Realiza toda una maratón. Empuja a todo el mundo en los pasillos en su afán de
llegar. Es una persona nada puntual aunque promete que va a cambiar. No
programa el tiempo y está sujeta a los vaivenes del acontecer diario. El
atleta se parece en algo al simulador y al despalomado.
Cuando llega tarde a laborar, el jefe le pide explicaciones o lo recrimina.
Debería hacerle una llamada de atención con un memorando y tomar las medidas
disciplinarias cuando sea reincidente. Si hay que dar alguna explicación, lo
debe hacer el funcionario sin ningún tipo de presión. Hay funcionarios que
arguyen que aunque llegan tarde son productivos, sin embargo no es disculpa
para no cumplir con un horario establecido. ¿Qué ocurriría si a alguien se le
sanciona temporalmente por llegar tarde a trabajar?. Lo pensaría dos veces
para volver a reincidir y de paso se sentaría un precedente para los demás.
¿Será que con tal determinación se gana el ¨odio¨de los subalternos?. ¿ Será
que con ser permisivo se gana el aprecio?. No se trata de eso, con el tiempo
los funcionarios entenderán que lo que hace el jefe es lo correcto.
El atleta se auto-engaña con su actitud poco responsable. De escritura
agitada, es muy sociable, activo, un tanto desorganizado. Se le debe
comprometer mas con los propósitos de la entidad.
El Enfermo Farsante
Es aquel funcionario que se la pasa solicitando citas médicas, porque se
siente indispuesto continuamente. Es un crónico que se vale de este
procedimiento para no trabajar. Hasta por un resfriado solicita incapacidad y
si no se le otorga, cuando regresa a la oficina ya ha transcurrido parte del
día y prácticamente no hace nada. Se queja por todo, todo le duele, reniega de
su salud; pero cuando se dirige a su domicilio, como por obra y gracia mejora
su semblante e incluso efectúa asuntos personales.
Le agrada realizar tareas simples, que no impliquen mayor esfuerzo y aprovecha
sus dolencias para obtener ciertas ventajas. Nada productivo, es tan conocido
en las oficinas que nadie lo quiere aceptar porque saben de su incompetencia.
Es persona del tipo neurótico.
Se debe hacer seguimiento a su labor, exigiendo resultados en el corto plazo
para evitar que por sus dolencias no cumple con sus obligaciones. No hay que
hacer concesiones y mostrar mano firme a la hora de tomar decisiones.
El Fisgón
Es un ¨artista del chisme¨, está enterado de todo lo que sucede en su
dependencia y en las demás. Averigua la vida de todos y está pendiente de los
rumores que se presenten. Si alguien quiere saber algo de alguna persona en
particular, no es sino que le pregunte para que cuente toda una novela. Le
encanta la vida social y participa en eventos para estar actualizado de lo que
ocurre a su alrededor. En oportunidades puede llegar a ser un calumniador que
se basa en supuestos para juzgar a las personas.
Egoísta, de escritura pequeña e inclinada.
Al fisgón hay que mantenerlo ocupado, preferiblemente en tareas dispendiosas,
para evitar que haga de las suyas. Es poco productivo, pero se le puede
presionar para mejorar su comportamiento.
El Don Juan
Se la pasa como ¨gallo fino¨, tratando de conquistar a las compañeras,
invitándolas a salir, halagando su belleza. Es un cínico, llega a efectuar
apuestas con los compañeros para demostrar sus dotes de galán. Dice no tener
compromisos con nadie para poder abonar el terreno y atrapar a más de una
incauta. Es decente, procura frecuentar lugares agradables y contar sus
hazañas a quienes tiene por confidentes. Cuando muestra interés por alguna
compañera en particular se las ingenia para logra sus propósitos, luego enfría
la relación para continuar con otra. Le gusta vestir elegante y sentirse
atractivo. Adquiere gran fama de Don Juan. Niega serlo, por lo menos en
público.
Laboralmente es poco productivo por estar pensando en su próxima conquista, es
propiciador de escándalos en la oficina por líos de ¨faldas¨, lo que le puede
crear problemas.
Se sugiere que se le controle más su trabajo, aumentando su carga laboral. Es
una persona extrovertida del tipo sanguíneo.
El Enfermo de Diplomanitis
No pierde oportunidad de hacer cuanto curso se presente. Pretende con ello
hacer notar su preparación. Se la pasa recibiendo cursos y poco se le ve en la
oficina. Su ilusión es que la entidad reconozca sus esfuerzos por capacitarse.
Sueña con tener un alto rango. Es un ¨chupa rueda¨ del jefe y solo espera la
oportunidad de ser recompensado. Es del tipo nervioso.
Es importante aprovechar su interés por superarse y para ello se le pueden
asignar labores de responsabilidad donde despliegue su potencialidad. Es una
persona poco productiva, sin embargo puede ir en alza.
El Renegado
Parte de su tiempo lo dedica a expresarse mal de la entidad, manifiesta a los
demás sus intenciones de retirarse, hace planes para su partida. Lo crítico de
este personaje es que no hace el menor esfuerzo por buscar otras alternativas,
solamente amenaza con marcharse generando un ambiente de malestar en el grupo.
Pasan los años y se le sigue viendo en el mismo cargo, aunque más viejo. Se
encierra en un mundo de sueños y reflexiones que no lo conducen a nada, porque
sencillamente no actúa.
Es una persona un tanto egoísta, le da envidia el progreso de los demás. Sin
embargo es laboriosa, dedicada y eficiente en su trabajo.
Se le debe motivar para que cambie de actitud y desarrolle todo su potencial.
El Salamero
Es un verdadero empalagoso, trata de conquistar al jefe con detalles,
ofrecimientos o invitaciones. Desea ganarse su confianza para tener tiempo a
su disposición y hacer lo que se le antoje. Es una especie de simulador en el
trabajo. Cada vez que solicita un permiso argumenta haber cumplido. Si se le
hace un seguimiento, vemos que tiene el trabajo represado o, si lo efectuó, lo
hizo a las carreras y con una pobre calidad. Se asimila al tipo
extrovertido-expansivo
No debe dársele demasiada confianza y sí aumentarle la carga laboral. En lo
posible, cuando se vaya a llevar a cabo una reunión social con el grupo, se le
debe quitar el protagonismo para que no comience a manipular.
El Arrodillado
Es el típico funcionario ¨servil¨ que se deja manosear y humillar del jefe y
acata dócilmente las decisiones sin objetarlas. A pesar de el maltrato
psicológico recibido, lo alaba y esta dispuesto a obedecer incondicionalmente.
Se trata de una persona del tipo psicótico.
Su trabajo no es lo productivo que debiera ser. Es ambicioso, egoísta, espera
ser recompensado. Es poco pragmático, fácilmente manipulable. Como jefe es un
desastre.
Requiere un curso intensivo de auto estima. Su eficiencia puede aumentar si se
concreta a cumplir con las funciones que se le asignan .
Flecha Veloz
Evacua rápidamente las cargas de trabajo, pero de manera irresponsable. Para
no saturarse gestiona todo rápidamente, con el tiempo se ven los resultados de
sus equivocaciones.
Puede ser muy eficiente y productivo si se le conduce y supervisa
periódicamente. Requiere un curso de control de calidad. En la medida que las
cargas de trabajo que se le asignen sean mas analíticas que mecánicas se logra
controlar su afán de evacuación.
Persona de dimensión cognoscitiva, que bien dirigido puede llegar lejos.
Brutus
Brutus es por lo general el grandulón, el más acuerpado de la oficina, cuya
tendencia es la de realizar labores mecánicas. De bajo nivel educativo, hace
todo lo que le ordenen.
Al momento de ver los resultados hay un completo ¨despelote¨ y cuando se le
interroga sobre su proceder, culpa a quien o a quienes lo aconsejaron. Es una
persona sencilla y humilde, nada mal intencionada. Es un tanto inseguro, le
tiene¨pavor¨a las evaluaciones personales, se estresa de tal manera que
perturba su normal tranquilidad.
Su trabajo llega a ser productivo en la medida en que se le oriente. Se
sugiere que este personaje pregunte lo que no entiende para que no caiga en
imprecisiones y cometa errores que perjudiquen el normal funcionamiento de la
oficina. Es una persona sociable.
1. Manual de Historia de Colombia. Tomo I. Instituto Colombiano de Cultura. Segunda edición 1982 , p. 387
2.Van Dersal. Supervisión de
Oficinas Públicas y Empresas. México, Talleres Gráficos Toledo S.A. 1963, p. 8.
3.Pélicier, Ives. Alonso Fernandez Francisco. Op. Cit. p. 79.
4.Obid,
5.Odiorne, S George. Administración de Personal El Conflicto Organizativo.
Capítulo 16, 1977, p. 93.
6.Ibid, p. 97
7.Pélicier, Ives Alonso Fernandez Francisco. Op. Cit. p. 79.
8. Odiorne,
S. George. Op. Cit. p. 97.
9.Ibid.
10.Cruz Santos, Abel . La Administración Pública vista por dentro. En : Revista Pan
No.9 de 1936, p. 61.
11.Esos Empleados de pesadilla : Como Conocer a su Personal y
Mantener la Paz en la Oficina. En : Periódico el Tiempo,octubre 1996, p. 9B.
12.Etica y Moral Comunitaria. La Apertura de la Persona a los Demás. 1982., p. 8.
13.Leigh, David. Como Entrenar un Grupo eficiente. Manejar Gente Problema.1992, p.
104.
14.Ibid, p. 106.
15.Esos Empleados de Pesadilla : Como Conocer a su Personal y mantener la Paz en la
Oficina. Periódico el Tiempo, octubre 1996, p. 9B
16.Ibid, p. 107.
17.Ibid.
18.Cruz Santos, Abel. Op. Cit.. p. 61.