Jorge Hernández, Abraham Sánchez y Allan Calderón
El MARCO TEÓRICO
Una de las principales disyuntivas a las que se enfrenta un gobierno es la
de la eficiencia y equidad. Como bien sabemos el mercado podría lograr por
sí solo la eficiencia, sin embargo se requiere de la presencia del gobierno
para alcanzar resultados equitativos mediante sus políticas distributivas y
para solucionar aquellos casos donde el mercado no puede llegar a resultados
eficientes, tales como externalidades, monopolios, bienes públicos, etc.
I.1. FUNCIÓN DEL GOBIERNO
En el análisis económico podemos distinguir dos tipos de enfoques: el
positivo y el normativo. Basándose en el análisis positivo lo que realmente
nos interesa es respondernos el como es tomando en cuenta los aspectos
puramente teóricos que predice la teoría. Por otro lado, el enfoque
normativo se basa en aspectos más subjetivos centrando su corriente de
análisis en lo que debería de ser.
Tomando en cuenta lo anterior y tal y como cita Aguilar (1997: 2) a Musgrave:
desde una perspectiva macroeconómica, el gobierno tiene la responsabilidad
de promover a través de su política económica, la eficiencia en el uso de
los recursos productivos, lograr una distribución equitativa del ingreso y
mantener la estabilidad del sistema económico.
Desde el punto de vista económico, cuando se presenta una imperfección o
falla en los mercados se justifica la intervención del Estado. Hay
básicamente dos formas en las que el Estado puede intervenir: mediante la
regulación o con la producción de los bienes y servicios por su propia
cuenta. El fin último de dicha intervención es llevar a la economía a un
resultado que sea óptimo desde el punto de vista de Pareto.
Ya que sobrepasa los alcances y objetivos del presente trabajo, se dan por
demostrados los fundamentos microeconómicos necesarios para el análisis de
la regulación, a saber: el cumplimientos de los supuestos técnicos y de
mercado del sistema de mercado competitivo, la eficiencia de Pareto, los
teoremas del bienestar, el principio de soberanía del consumidor y otras
eficiencias. Además se supone la posibilidad de construir una función de
bienestar social que garantice el cumplimiento de los gustos y preferencias
de los individuos, conjuntamente con la eficiencia de los mercados y la
equidad.
I.2. FUNCIÓN DE LA REGULACIÓN
Anteriormente vimos que una de las formas en las que el Estado puede
intervenir en la economía cuando se presenta una falla de mercado es la
regulación. Más concretamente la regulación consiste en la definición de un
marco de actuación a los agentes económicos, tanto a los consumidores como a
las empresas reguladas, ya sea a través del control de precios o la
definición de un conjunto de normas de cumplimiento obligatorio
(restricciones) en el ejercicio de ciertas actividades económicas que
presentan algunos de los fallos del sistema de mercado. Lo que se busca
mediante la regulación es corregir las imperfecciones del mercado
incentivando a las empresas a lograr la eficiencia en la producción de los
bienes o servicios regulados y garantizar un precio competitivo para los
consumidores.
La justificación de la regulación como forma de intervención en donde se
imponen restricciones a las decisiones de los agentes económicos, se
fundamenta en un enfoque normativo ya que falla la generalidad de los dos
teoremas básicos de la teoría del bienestar en que se apoya la defensa de
los mercados como mecanismos de asignación de recursos (Laceras; 1999:18)
I.3. FALLOS DE LA REGULACIÓN
Cuando el gobierno opta por intervenir en el mercado mediante mecanismos
reguladores, es por que éste no puede resolver el problema de la asignación
de recursos en una forma eficiente (cuando se presenta algún fallo en el
sistema de mercado). Sin embargo la regulación podría conducir a la economía
a una peor situación que la inicial sino se cuenta con un marco regulatorio
adecuado. Los precios funcionan como señales en la economía que le indican a
los agentes hacia donde deben moverse; es decir, un productor se verá
incentivado hacia una actividad X si dicha actividad presenta beneficios
mayores que en la actividad que inicialmente el estaba desarrollando (debido
a los mayores precios de los productos o a los menores costos de
producción). Igualmente los consumidores tenderán a sustituir aquellos
bienes que tengan un precio mayor por aquellos más baratos. Cuando un
gobierno interviene, puede crear incentivos a producir en actividades que de
antemano no son eficiente, y dichos incentivos son reflejados por la
regulación en los precios.
Basado en lo anterior, según Lasheras (1999.:25-26) los fallos más
característicos en la regulación se pueden dividir en:
1. De formación de incentivos: la falta o deficiencia en la información
sobre las medidas adoptadas pueden generar ineficiencias mayores que las que
se tratan de evitar. Por ejemplo, cuando se regula fijando precios según el
costo de operación, las empresas no tienen incentivos para minimizar costos.
2. Sostenibilidad o consistencia de las decisiones: dado que los gobiernos
tienden a tomar decisiones con un horizonte temporal corto (generalmente
igual al periodo de gobierno), la eficiencia estática puede diferir de la
eficiencia dinámica.
3. Captura de intereses particulares: las decisiones políticas muchas veces
se distancias de sus objetivos, procurando beneficiar a grupos de poder o
intereses electorales.