ENCUENTROS ACADÉMICOS INTERNACIONALES
organizados y realizados íntegramente a través de Internet

 

FINANCIAMIENTO DEL DESARROLLO CON INCLUSIÓN SOCIAL

QUINTO ENCUENTRO INTERNACIONAL SOBRE
Globalización Financiera
del 5 al 23 de octubre de 2007

Esta página muestra parte del texto de la ponencia, pero carece de las tablas o imágenes o fórmulas o notas que pudiera haber en el texto original.

Pulsando aquí puede solicitar que le enviemos el Informe Completo y Actas Oficiales en CD-ROM
que incluye todos los debates en los foros, la lista de participantes, con indicación de sus centros de trabajo y los documentos que se presentaron en el Exhibidor del Encuentro.

Si usted participó en este Encuentro, le enviaremos a la vez su certificado en papel oficial.

Vea aquí los resúmenes de otros Encuentros Internacionales como éste

VEA AQUÍ LOS PRÓXIMOS ENCUENTROS CONVOCADOS


Luis Rebolledo Soberón



1. Financiamiento y Banca de Desarrollo: Debates y Controversias

El concepto de financiamiento del desarrollo surge con la idea de crear instituciones financieras que pudieran impulsa el desarrollo y resolver problemas sociales, producto de las fallas del mercado, que hacen imposible la participación de la banca privada.

La historia de la banca de desarrollo es controvertida y reúne discusiones y debates que se han ido sucediendo por lo menos durante las últimas siete décadas. Tal vez la controversia más antigua se relaciona con la discusión sobre la propiedad o el capital accionario de los bancos de desarrollo, teniendo como tema central el debate si el capital debía ser público o privado.

En las concepciones iniciales vinculadas al financiamiento del desarrollo, se vio fortalecida la idea de que la propiedad debía ser pública, pero con el paso del tiempo hoy encontramos bancos de desarrollo públicos, privados y mixtos.

Otro tema de controversia estuvo relacionado con la discusión de si las decisiones debían estar centralizadas, o si debían diseñarse sucursales con autonomía administrativa y funcional. Por décadas, la organización centralizada fue dominante, pero en estos días cobra más fuerza la idea de que las decisiones de financiamiento de proyectos debían hacerse en los lugares donde se va hacer la inversión, y por tanto, cobra peso el concepto de una banca de desarrollo descentralizada.

Otro tema interesante es el relacionado con la presencia de bancos de desarrollo en lugares donde existe demanda por productos financieros en la zona, o si se debía crear instituciones de desarrollo en lugares donde la falta de demanda por sus servicios implicaría instalar un banco para dar origen, justamente a esa demanda.

Esta controversia parece indicar que el segundo enfoque es el más adecuado, es decir, el “Suplply Leading Approach” o el enfoque de liderazgo de oferta que significa que los bancos de desarrollo deben ubicarse también, en lugares donde no hay oferta bancaria e instalarse para generar hábitos, costumbres y demanda de servicios financieros. El “Demand Following Approach” o enfoque que sigue a la demanda parece más aplicable para la banca privada, que normalmente se instala cuando la plaza ya es rentable y la demanda de productos y servicios financieros ya existe.

La controversia entre banca de primer piso y banca de segundo piso, surge con fuerza a principios de los años ‘90, cuando en muchos países se tomó la decisión que los bancos de desarrollo de propiedad pública, debían cerrar sus ventanillas y cambiar de clientes, del empresario solicitante último del crédito, a los intermediarios financieros para que ellos hagan el trabajo de primer piso. Esta moda que dominó América Latina, se empezó a dejar de lado a inicios del nuevo milenio y muchos de los bancos convertidos a bancos de segundo piso, están regresando a desarrollar funciones de primer piso.

Esta discusión ha dado origen a una forma intermedia que se llama “Banca Mezanine”, que significa que el banco mantiene sus funciones de segundo piso, pero financia grandes proyectos con riego directo, cofinanciando con otros bancos las inversiones. Esta modalidad no implica la apertura de ventanillas, sino personal capacitado para evaluar adecuadamente los proyectos de inversión que les son presentados.

Estas controversias y debates resultan interesantes, pero no definen lo que hoy se espera de la banca de desarrollo. Sin embargo, existe un debate que fue intenso en los años 70’, pero que ha dado un nuevo giro y hoy forma parte de la discusión diaria en temas de financiamiento del desarrollo. Se trata del debate entre banca activa y banca pasiva.

En los años 70, la banca se definía como aquella que mantenía a sus funcionarios en sus oficinas en espera de la llegada de clientes potenciales para evaluar sus solicitudes y asignarles los recursos. Esta práctica pasiva generaba muy poco dinamismo en la banca de desarrollo y las colocaciones eran muy reducidas, constatándose en muchos bancos, que al final de cada ejercicio quedaban importantes fondos sin colocar, debiendo devolverse a los Tesoros Públicos de los países. Esta forma de trabajo fue combatida y apareció el concepto de banca activa, que se impuso como la forma adecuada para financiar el desarrollo con funcionarios que visitaban empresas, identificaban proyectos e impulsaban el desarrollo financiando a aquellos que pudiesen calificar como sujetos de crédito.

Esta forma de trabajo ha empezado a ser obsoleta, no basta hoy este enfoque proactivo del pasado, hoy un banco de desarrollo activo sólo puede encajar en esa definición si ha hecho un trabajo importante de diseño de productos financieros y no financieros con inclusión social. Esto significa que un banco de desarrollo moderno, debe financiar creando mecanismos de acceso al créditos a los grupos históricamente marginados y por lo tanto, cubrir las fallas de mercado e impulsar actividades económicas a pequeños y micro negocios, que como sabemos, son grandes generadores de empleo y tienen una importante contribución al Producto Bruto Interno.

En el Perú, la Corporación Financiera de Desarrollo (COFIDE), ha puesto todo sus esfuerzos para desarrollar sus múltiples productos y servicios con inclusión social, adicionándolos al financiamiento de grandes proyectos que también forman parte de sus actividades permanentes.

En este artículo vamos a presentar uno de estos productos con inclusión social, que además representa una importante innovación de tecnología financiera para impulsar cadenas productivas que están permitiendo el acceso al crédito de pequeños empresarios, que sin este producto no podrían tener acceso al crédito, ni financiar sus actividades productivas. El producto estrella de COFIDE se llama Producto Financiero Estructurado – PFE.

El Producto Financiero Estructurado (PFE), diseñado por COFIDE se fundamenta en la inclusión social, que significa establecer cadenas productivas donde pequeños empresarios se asocian para convertir su actividad en rentable y acceder al financiamiento. Dentro de las nuevas políticas establecidas por la Corporación, la inclusión social se ha convertido en uno de sus objetivos centrales, paralelamente al financiamiento de grandes proyectos, pero incorporando empresarios dedicados a los micro negocios, a través de sus productos emblemáticos como COFIGAS, Gestores Voluntarios, Alfabetización Financiera para la Creación de Uniones de Crédito y Ahorro (UNICAS) y múltiples actividades de desarrollo empresarial.

Producto de inclusión social y producto innovador y con una nueva tecnología financiera que como ya hemos señalado hemos llamado “Producto Financiero Estructurado” (PFE)

2. Producto Financiero Estructurado (PFE)

El PFE es un mecanismo de financiamiento diseñado por COFIDE que se utiliza como herramienta financiera para el desarrollo, con la finalidad de propiciar un mayor acceso al crédito a tasas de interés competitivas para la micro y pequeña empresa urbana o rural, aunque la concentración de la cartera está en el sector agrario. Está orientado al financiamiento integral de procesos productivos, preferentemente a proyectos de gran extensión y/o que vinculen a un conjunto de productores, atendiendo requerimientos de capital de trabajo y de inversión en infraestructura productiva. Asimismo, se basa en un esquema de supervisión y asistencia técnica directa y permanente, orientadas a garantizar la correcta aplicación de un paquete tecnológico previamente definido.

Se le llama estructurado pues el plazo de repago, los periodos de gracia, el monto de las amortizaciones, la frecuencia de los desembolsos, la moneda, las garantías, las tasas de interés, etc. se determinan en función de las características del negocio a financiar, es decir, el financiamiento es diseñado según las condiciones observadas en cada caso. Así, se evalúa el proyecto y no al sujeto de crédito: metodología “Project Financing”.

La característica principal de esta metodología de estructuración financiera consiste en la evaluación de la capacidad de generación de valor y la identificación de los puntos críticos de riesgo de un proceso productivo determinado, así como la implementación de medidas de mitigación y coberturas específicas necesarias para hacer viable su financiamiento. Este tratamiento del riesgo permite la desconcentración del riesgo crediticio y su transformación en riesgo operativo y residual, para luego implementar mecanismos de cobertura específicos.

La estructuración del financiamiento, por otro lado, implica un análisis del proceso productivo: el análisis del flujo de caja, que busca identificar los umbrales tecnológicos y económicos para la viabilidad del negocio, definidos en función de indicadores como costo, productividad y precio; y el análisis de los participantes del negocio y las relaciones entre ellos, orientado a identificar los puntos críticos de riesgo a lo largo del proceso productivo, de manera que se implementen las medidas de mitigación específicas y se tomen las coberturas necesarias.

De esta forma, el riesgo crediticio se convierte en riesgo operativo, el mismo que está disgregado, de forma tal que cada participante del proceso responde por una fracción de riesgo. La fracción que asuma estará en función a lo trascendental de la actuación de cada participante, requiriéndose una cobertura para cada caso. Como resultado, se tiene un proceso productivo técnico, económico y financieramente viable.

Mediante este producto se financian actividades productivas viables; esto es, que cuenten con un comprador solvente, que suscriba un contrato y de la seguridad de compra de la producción en condiciones favorables. Asimismo, se necesita contar con condiciones técnicas necesarias y que la tecnología a aplicar haya sido validada. Esta tecnología agrupa pequeños productores y forma cadenas productivas, basada en esquemas de supervisión y asistencia técnica directa y permanentes. Es decir, que el proceso de financiamiento debe contar con un supervisor especialmente contratado para tal fin, debido a su experiencia y habilidad para estas labores (Articulador); y que el proceso de producción debe ser dirigido y vigilado por un especialista, cuyo respaldo técnico y experiencia aporten valor al PFE (Asistente técnico).

Esquema de Financiamiento PFE

La evaluación del proceso productivo, a cargo de COFIDE, se centra en la viabilidad de tres aspectos:

 Viabilidad técnica del proceso productivo: la tecnología de producción y post-producción debe ser de conocimiento y dominio del(os) asistente(s) técnico(s).

 Viabilidad comercial: la solvencia del comprador propuesto y las alternativas de mercado identificadas (al menos un comprador sustituto) es determinante para la viabilidad comercial del proceso productivo, así como la existencia de condiciones de logística adecuadas para el proceso de comercialización (transferencia del riesgo al comprador).

 Viabilidad económico-financiera: el análisis de sensibilidad del flujo de caja en al menos tres escenarios posibles, teniendo en cuenta el efecto en ingresos y egresos de las principales variables de riesgo identificadas.

Es importante mencionar que la evaluación se complementa con una visita de campo a cada predio propuesto para de esta forma verificar la información proporcionada por el articulador.

3. Los PFEs a Setiembre del 2007

Durante los primeros nueve meses del año, la Corporación aprobó 38 PFEs por un monto aproximado a US$ 40 millones que proyectados en tres campañas suman cerca de US$ 120 millones lo que muestra el éxito de esta tecnología financiera y el apoyo al sector agrario financiando capital de trabajo e infraestructura. Estos PFEs han reunido a 550 operadores productivos agrupados en 2804 hectáreas de cultivo.

Igualmente, debemos resaltar que los recursos PFEs se canalizan, fundamentalmente, a través de intermediarios financieros que forman parte del sistema de micro – finanzas lo que contribuye al fortalecimiento de este importante sector de apoyo a los pequeños y micro negocios.

Para el desarrollo, diversificación y masificación de los PFEs, la Corporación ha establecido alianzas con Gobiernos Regionales, MINAG, PRONAMACHCS, ADEX, FONCODES y Sierra Exportadora. Adicionalmente, COFIDE está desarrollando un programa de identificación y capacitación de articuladores, en coordinación con las Cámaras de Comercio en 19 regiones y sus dos oficinas macro regionales en el norte (Piura) y en el sur (Arequipa).

Para terminar, queremos resaltar que los PFEs se ubican en diversos sectores, incluso en algunos olvidados hace muchos años por el Estado, pero que gracias al trabajo conjunto entre Sierra Exportadora y COFIDE, el financiamiento está llegando a sectores como la minería no metálica (mármoles), como fue señalado en el artículo “La Sierra exporta piedras en EE.UU.” publicado en el Diario La Razón el 20 de setiembre del 2007, página 13; donde en una parte se lee:

“La planta está siendo construida por la empresa Destro S.A.C., gracias a un préstamo de un millón 735 mil dólares otorgado por COFIDE, mediante la modalidad de Producto Financiero Estructurado (PFE), elaborado conjuntamente con Sierra Exportadora.

El préstamo es el primero que recibe una empresa minera del sector no metálico de parte de un organismo estatal desde el cierre del Banco Minero, en 1991”.


Pulsando aquí puede solicitar que le enviemos el Informe Completo en CD-ROM
Si usted ha participado en este Encuentro,
le enviaremos a la vez su certificado en papel oficial.


Los EVEntos están organizados por el grupo eumednet de la Universidad de Málaga con el fin de fomentar la crítica de la ciencia económica y la participación creativa más abierta de académicos de España y Latinoamérica.

La organización de estos EVEntos no tiene fines de lucro. Los beneficios (si los hubiere) se destinarán al mantenimiento y desarrollo del sitio web EMVI.

Ver también Cómo colaborar con este sitio web


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Economistas Diccionarios Presentaciones multimedia y vídeos Manual Economía
Biblioteca Virtual
Libros Gratis Tesis Doctorales Textos de autores clásicos y grandes economistas
Revistas
Contribuciones a la Economía, Revista Académica Virtual
Contribuciones a las Ciencias Sociales
Observatorio de la Economía Latinoamericana
Revista Caribeña de las Ciencias Sociales
Revista Atlante. Cuadernos de Educación
Otras revistas

Servicios
Publicar sus textos Tienda virtual del grupo Eumednet Congresos Académicos - Inscripción - Solicitar Actas - Organizar un Simposio Crear una revista Novedades - Suscribirse al Boletín de Novedades