ENCUENTROS ACADÉMICOS INTERNACIONALES
organizados y realizados íntegramente a través de Internet



SISTEMA ECONÓMICO Y MIGRACIONES INTERNACIONALES.

Alfonso Galindo Lucas
Profesor Asociado, Universidad de Cádiz, Doctor en Economía de la empresa, director de la revista Entelequia, colaborador habitual de eumed.net, miembro fundador y tesorero de la Asociación para la convivencia inter-cultural 'Amazonas' (e-mail: alfonso.galindo@uca.es

Resumen: El estudio de las causas de las migraciones internacionales recientes encuentra un elemento revelador en el progresivo diferencial de poder adquisitivo entre las divisas nacionales de los países de destino y los países de origen de la migración. Esta circunstancia mundial, macroeconómica y de índole financiero se postula como la principal perturbación en el mercado laboral mundial y factor explicativo del diferencial migratorio Sur-Norte, en comparación con otros movimientos de trabajadores cuya incidencia no se ha visto incrementada, como es el caso de las migraciones Norte-Sur .

Palabras Clave: Migraciones internacionales, mercados financieros, mercados laborales, divisas, poder adquisitivo.

Abstract: The study about reasons of recent international migrations finds out a revealing element inside the progressive purchase power gap between departure and destination countries national currencies. This world macro-economic, financial event outstands as a main world labour market disturbance and a explaning factor for South-North migration gap, compeared to other labour force movements, such as North-South migrations, not increasing at the same time.

Keywords: International migrations, Financial Markets, Labor Markets, Currency, Purchase Power.

J.E.L: J20, J61, G10, G30, E42, E44 (*) ).

 

TERCER ENCUENTRO INTERNACIONAL SOBRE
Migraciones: causas y consecuencias
realizado del 6 al 24 de noviembre de 2006

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Sistema Económico y migraciones internacionales / 1 Alfonso Galindo Lucas 1. Formulación del problema Un enorme ejército laboral no organizado cruza fronteras naturales y políticas para acabar padeciendo el desarraigo en el lugar de destino y, en muchos casos, también en el de posible regreso. Eso es un problema de índole humana y para solucionarlo es preciso que los científicos elaboren propuestas, normalmente destinadas a ámbitos públicos de decisión. Las migraciones intercontinentales conllevan una historia trágica que es preciso no subestimar. Continuamente se pone de manifiesto el “hecho diferencial” de la inmigración en sucesos con resultados fatales, disturbios, problemas específicos de derechos humanos y también problemas comunes, como la vivienda, la sanidad, la educación (De Lucas, 2005, p. 3). Al tratar de la inmigración, estamos hablando del ser humano y la importancia del tema radica en que su problemática teórico-práctica se extiende a todos los ámbitos de la actividad humana, empezando, lógicamente, por la cuestión demográfica y pasando por los problemas socio-laborales, de consumo, medio ambiente, etc. Para tratar de explicar las posibles motivaciones y previsibles consecuencias de las políticas migratorias, es preciso tratar todo un espectro de temas científico-prácticos. En este trabajo se buscan explicaciones en el factor mano de obra, como variable económica, sin que ello pretenda subestimar el aspecto humano del problema.

Existe una gran preocupación académica e institucional acerca de los efectos de la inmigración, lo cual se refleja en multitud de trabajos relacionados con la incidencia de este flujo humano en las finanzas, el mercado de trabajo, etc. La verdadera naturaleza del problema no está definida, por cuanto existen lagunas de percepción acerca de sus causas últimas.

La inmigración como efecto es, a mi entender, una perspectiva rara vez abordada, aunque suele reconocerse que las características mundiales o globales del sistema económico (el capitalismo) es la causa última de los movimientos intercontinentales de personas. Esto implica, en primer lugar, que los comportamientos diferenciales entre migrantes Sur-Norte, con respecto a los migrantes Norte-Sur, responde a un problema de desigualdad económica1.

En segundo lugar, se admite que los flujos migratorios actúan como mecanismo de ajuste entre la oferta y la demanda de los mercados. En este razonamiento, se ven estrechamente interrelacionados los mercados de consumo, de trabajo, de vivienda, de crédito, etc. Desde el punto de vista de los efectos, se ha alertado de las posibles perturbaciones que la llegada de migrantes puede originar en dichos mercados. Es más lógico, sin embargo, plantear esta afluencia como un efecto de perturbaciones previas en todos o algunos de estos mercados o, de algún modo, en el sistema de mercado, en general.

No es objeto de esta obra directamente el tema del grado de acogida o rechazo social a los inmigrantes, pero tiene cierto reflejo en nuestras conclusiones la caracterización de éstos, según su condición social, por las implicaciones económicas que ello apareja. Aunque a veces se nos muestra una imagen del trabajador extranjero como un lumpen de desheredados vagos y parásitos, está comprobado que en la inmensa mayoría de los casos, éstos son jóvenes (en término medio, con respecto a la población activa local), disponen de alguna formación y capital y tienen ganas de trabajar. Además, “son más eficientes a la hora de descubrir las oportunidades de empleo...” (Carrasco, 2003, p. 99) y su tasa de actividad (población activa sobre población total) es muy superior a la de los españoles (p.

94). Según se explica el mismo autor (p. 98) los trabajadores migrantes “no constituyen una muestra aleatoria de la población del país de origen, sino que tienen ciertas 1 Köhler (2006) habla de discriminación salarial.

Sistema Económico y migraciones internacionales / 2 Alfonso Galindo Lucas características personales que hacen que su probabilidad de emigrar sea distinta a la media de la población...” En otro trabajo (Galindo, 2006), sostengo que una de esas características es que han sido atraídos por información asimétrica (es decir, distinta de la que poseen los residentes en el país o lugar de destino).

Preliminares resultados, provenientes de estudios exploratorios (Galindo, 2004a), han mostrado que el móvil económico es el factor más importante, desde el punto de vista de los sujetos que toman las decisiones. Si bien es cierto que en casos puntuales, existen ofertas laborales concretas y otras necesidades personales específicas que llevan al trabajador a abandonar su país, como consecuencia de un destino prefijado, estos casos son más frecuentes en las migraciones Norte-Sur que en las migraciones Sur-Norte. De esta manera se compensan fácilmente, en lo relativo a las causas (no tanto en lo relativo a los efectos), los flujos en un sentido y en el contrario, es decir, de trabajadores norteamericanos y de la Unión Europea destinados en países considerados con exceso de mano de obra.

Entre las propuestas que se contienen en esta ponencia está, en primer lugar, la de considerar que los posibles efectos de la inmigración, cuanto más perniciosos, menos fiables son los datos, mientras que de los efectos favorables, se puede tener una certeza casi absoluta, más allá de los márgenes estadísticos habituales. Otra propuesta teórica es ligar este trasvase neto de mano de obra a causas características del capitalismo, como es la divergencia en poder adquisitivo de unas divisas con respecto a otras, la existencia de superproducción y subconsumo en determinados sectores, etc2.

El origen de este trabajo es el interrogante sobre las causas últimas de los movimientos migratorios actuales. Hemos contrastado nuestras propias impresiones con multitud de bibliografía y todo apunta que dichas causas son de índole económica. En cierto modo, tratamos de generalizar la validez de las teorías actualmente aceptadas en Economía, aplicándolas a la explicación de las causas de las migraciones internacionales. Así pues, el tema central de esta ponencia es el de las causas de la inmigración, no obstante, justifica su trascendencia o relevancia el reconocimiento de las inmigración como problema, es decir, las posibles consecuencias de la inmigración.

2. Consecuencias de la inmigración.

Por motivos didácticos, vamos a hablar de las posibles consecuencias de la inmigración antes de abordar el tema de las causas. Desde el punto de vista financiero, sí se han realizado numerosos trabajos que tratan de relacionar los mercados financieros (que hoy podemos considerar globales) con la globalización progresiva de los mercados laborales, pero siempre para estudiar las consecuencias de la inmigración3.

2 En un trabajo anterior (Galindo, 2006) la propuesta era más bien metodológica y consistía en poder aplicar determinados conceptos y teorías cuya aceptación es más usual en relación con otros fenómenos económicos.

3 Por ejemplo, Mensard (2004) argumenta que la emigración alivia las imperfecciones del mercado de crédito en países pobres. Aranda (2003) sostiene que en envío de remesas suponen un alto coste de transacción y un desahogo para el negocio bancario. En el mismo sentido, desde otra perspectiva territorial, se expresan Ramírez (2005) y De la Rosa, Pérz y Romero (2005). A pesar de que las comisiones del envío están descendiendo, es en las conversiones de divisas donde se incrementa considerablemente el coste efectivo (Aranda, J., 2003, p. 161).

Sistema Económico y migraciones internacionales / 3 Alfonso Galindo Lucas Desde el punto de vista práctico, se ha calificado a la inmigración, de forma genérica, como un problema. Esta afirmación es abstracta y ambigua y sería necesario concretar en qué consiste el problema y quién lo padece. Las distintas vertientes de la inmigración como problema real se pueden estudiar atendiendo al sujeto de dicho problema. En buena parte de la literatura consultada subyace el interés del trabajador nativo, en cuanto a tal y también en cuanto a consumidor. Este hipotético conflicto de intereses entre trabajadores nacionales y extranjeros se suele materializar en variables ‘jurisdiccionales’, como el desempleo y la inflación, en las que está presente lo que he denominado “fugas” de las barreras institucionales. Otros estudios, se centran en las vicisitudes que padece el inmigrante, pero su perspectiva rara vez aborda cuestiones de Teoría económica.

Por eso, el denominado “problema de la inmigración” se convierte en un problema científico. La aportación del colectivo inmigrante a la economía de una región o país es cada vez más importante y visible (Kleinman, 2003, p. 14). Su aportación en ámbitos no puramente económicos está también constatada, por ejemplo, en materia demográfica. Más difícil de medir es la contribución de este colectivo a la riqueza cultural u otras implicaciones de la diversidad civil que se empieza a formar. En la población de acogida, han surgido fobias y prejuicios, ya sean debidos a la propia idiosincrasia o a la posible implantación de falsos temores mediante campañas mediáticas de gran alcance. Por lo tanto, empieza a ser urgente investigar a fondo este fenómeno evidentemente creciente e inevitable, a fin de hacer previsiones y recomendaciones acerca de su evolución.

Figura 1. Esquema general del problema, según nuestros antecedentes Con todo, es evidente que todo problema teórico genuino y pertinente se corresponde con un problema práctico. En la figura 1 se representa una sinopsis de los enfoques que generalmente se han adoptado en el estudio del fenómeno. Con respecto a las políticas de extranjería, han sido explicadas como consecuencia o respuesta al fenómeno de la inmigración, pero también, como veremos, en un esquema institucional, puede estudiarse como causa de ésta. Las políticas de extranjería serían una parte de algo más amplio, a lo que podemos denominar “política de inmigración”, que incluye medidas diplomáticas, de cooperación internacional y co-desarrollo, apoyo a entes no-gubernamentales, reagrupamiento, bienestar, etc. Al mismo tiempo, la existencia de este tipo de políticas es un indicio de que Sistema Económico y migraciones internacionales / 4 Alfonso Galindo Lucas los organismos públicos entienden la inmigración como un problema y además, precisamente, por motivos de prosperidad económica.

Gráfico 1. Aspectos controvertidos y agentes implicados En el Gráfico 1, la abscisa o línea horizontal indica el grado de perjuicio (hacia la derecha) o ventaja (izquierda) que representa la inmigración para un sujeto o fenómeno determinado (la tasa de variación del PIB, el déficit o superávit de la Tesorería de la Seguridad Social, el trabajador inmigrante, el nacional, el empresario, etc.). La segunda dimensión de esta formulación indica en qué medida esta primera escala es más o menos hipotética. Está por contrastar la disposición exacta de cada uno de los entes afectados en este diagrama. Como propuesta teórica puede ser discutible la disposición de cada uno de los item, pero en todo caso sería posible contrastar a grandes rasgos esta propuesta mediante un análisis de correspondencias, cuya dificultad práctica sólo permite que sea propuesto en este trabajo, a modo teórico.

El estudio de todas y cada una de las relaciones entre variables económicas e inmigración es muy delicado y requiere de un considerable empleo de recursos de investigación, porque en los medios de difusión, a veces se muestran estudios numéricos aparentemente serios que ponen de manifiesto relaciones inexistentes. La inmigración en relación con la tasa de empleo es, seguramente, uno de los temas más controvertidos. Sin dejar de considerar el posible retardo de los efectos, me inclino a pensar que, al menos en sectores concretos, pero también en las economías nacionales en general, la presencia de trabajadores inmigrantes tiende a reducir la tasa de desempleo. El el futuro esta relación podría dejar de producirse, pero en el momento actual y desde hace años, las economías más importadoras de mano de obra son las que han visto reducirse el nivel de desempleo a lo estrictamente cubierto por las políticas de bienestar. Algunos estudios falaces, fácilmente accesibles en internet muestran gráficos como éste: Sistema Económico y migraciones internacionales / 5 Alfonso Galindo Lucas Gráfico 2: Una argumnentación falaz de Lorenzo Bernaldo de Quirós Fuente: Lorenzo Bernaldo de Quirós. La inmigración a debate: El problema es el estado. http://www.elcato.org/node/1247 Esta gráfica es muy representativa de lo que puede dar a entender al lector en general la divulgación al estilo “liberal” de los presuntos inconvenientes de la inmigración. Es evidente que los países han sido escogidos para que la tasa, en términos relativos, parezca muy correlacionada con la inmigración por efecto de variables no representadas, a saber: El grado de desarrollo económico y la proximidad geográfica. Resulta fácil apreciar que España sería el país que produce el efecto “positivo” entre las variables estudiadas. Se trata de un argumento forzado donde la aparente correlación no indica causalidad (los mismos datos representados en el gráfico muestran una validez casi nula del modelo, por su R2).

Cuando, en el mismo artículo, se trata de restar importancia a la variable P.I.B., se vuelven a utilizar cifras en términos relativos (crecimiento) y se compara con inmigración (no con incrementos de inmigración) eligiendo otro grupo diferente de países. Por este motivo, se precisa la realización de estudios basados en datos concretos por países, que pongan de manifiesto el origen y el destino de la migración.

3. Algunos conceptos previos De momento, no queda claro que las consecuencias de la inmigración sean fundamentalmente negativas. Ni siquiera las más mencionadas causas negativas, analizadas una por una, resistirían un análisis serio. En estos mismos foros electrónicos surgió, en la edición de 2004, el debate sobre el incremento de la delincuencia asociado a la inmigración. La experiencia de estos dos años muestra a los inmigrantes, en la mayoría de los casos, como víctimas de la violencia, ejercidas en su mayor parte, por los traficantes de mano de obra, entre los que se encuentran españoles, y también por parte de los cuerpos de seguridad policiales y de las ONG. Así mismos, los inmigrantes suelen ser víctimas frecuentes de estafas comerciales o de otro tipo y, en determinadas administraciones públicas, de discriminación en distintas formas, amén de otros delitos originados en reyertas, atracos y robos protagonizados por españoles. En el mundo mediático, especialmente el vinculado a la Derecha política, la formación de bandas de atracadores, formadas por ex- Sistema Económico y migraciones internacionales / 6 Alfonso Galindo Lucas militares de Europa del Este, parece ser el dato empírico que demuestra el perfil delictivo del trabajador inmigrante. Sin embargo el argumento fulminante sería que, habiendo más víctimas potenciales (los inmigrantes), es lógico que se incremente la delincuencia, en número y en modalidades.

Muy en contra del resurgir nacional-sindicalista que la inmigración empezó a padecer en los años noventa, hoy se suele afirmar que la presencia de trabajadores extranjeros, en términos generales, es una ventaja competitiva de las naciones receptoras. En esta obra, estudiaremos por qué motivos. A pesar de todo, muchos medios y políticos españoles defienden la idea de que la ilegal o clandestina sí es nociva, no se sabe si para la economía o para la seguridad ciudadana. La seguridad, esa obsesión actual que no figuraba en el “contrato social” (libertad, igualdad y fraternidad) pero que, en opinión manifestada por Téllez, se está anteponiendo estas tres cláusulas.

A pesar de no estar demostrado que la inmigración sea nociva en términos generales, el discurso actual de la Derecha política española consiste en culpar al Gobierno de la nación, dando así respuesta al gran interrogante que aquí planteo. El motivo por el que acuden trabajadores extranjeros es el denominado “efecto llamada”. Según invención de la oposición política (Partido Popular), este efecto consiste en la creación de una falsa expectativa de normalización legal de los inmigrantes que acudan de forma clandestina, provocada por la última ley de regularización de 2004. Estos argumentos resultan falaces, a todas luces, no ya porque el anterior gobierno del PP también hubiese abierto un proceso de regularización en 2000, sino porque dicho “efecto” presupone el concurso de tres premisas irreales, a saber: Que los africanos están pendientes del Boletín Oficial del Estado español, que saben leer lo que dice la mencionada reforma legal, y que todos ellos interpretan erróneamente su tenor literal. El único efecto llamada posible es el que ejercen las mafias de inmigración clandestina, las variables económicas internacionales, que se estudian a continuación, y las acciones de los políticos españoles, en coordinación con la prensa. No hay que olvidar que en la visita del entonces presidente español, José María Aznar a Colombia, en 1999, justo antes de iniciar las reformas restrictivas, manifestó la necesidad de mano de obra en España, para fomentar la inmigración y más adelante implantar la exigencia de visado y otras restricciones a la inmigración legal.

Esta política de fomento de la inmigración, unida a una política de fomento de la clandestinidad, responde a la abierta petición de contingentes de trabajadores contratados en origen, mientas los inmigrantes clandestinos, en opinión de sectores pro-empresariales, no deben ser regularizados (por tener un efecto “llamada” asociado) y teóricamente, deberían ser expulsados o encarcelados. Un posicionamiento político de estas características sólo puede responder a una realidad material incontestable: La ventaja en costes que supone disponer de un “ejército de ilegales de reserva”.

Las cifras oficiales que hemos consultado a veces no discriminan conceptos teóricos distintos como “inmigración” y “extranjería”. Aquí vamos a denominar “inmigrante” al extranjero que llega a España con cierta intención de permanencia en busca de trabajo o como vía de tránsito para una intención similar en otros países de Europa. En sentido económico, también debería ser considerado emigrante el andaluz que busca trabajo (incluyendo traslados, en cuerpos de funcionarios estatales) en otros lugares de España, especialmente alejados, como los territorios insulares, las Comunidades Autónomas de Cataluña, Navarra, País Vasco,... o el caso de la típica y característica emigración desde la provincia de Cádiz hacia la Comunidad Valenciana y Murcia. Es necesario advertir que la Sistema Económico y migraciones internacionales / 7 Alfonso Galindo Lucas permanencia en las intenciones se debe a una necesidad laborar y no tiene por qué concebirse inicialmente como definitiva.

4. Marco teórico El enfoque que se adopta en este artículo al conjeturar la existencia de una relación entre el poder de mercado y la inmigración parte de un presupuesto de internacionalización de la economía y también de una 'globalidad' de los fenómenos, como pueden ser los mercados de consumo y de trabajo, que los interrelaciona de una manera más bien mecánica. Así mismo, la globalidad que afecta a la inmigración es también de tipo conceptual, es decir, no se trata de una materia propia de la economía, ni de la sociología, ni del derecho, ni siquiera de un objeto exclusivamente científico.

Es necesario aclarar que las cifras oficiales que hemos consultado no suelen discriminar conceptos teóricos distintos como “inmigración” y “extranjería”. Desde el punto de vista socioeconómico, es más apropiado denominar “inmigrante” al extranjero que llega a un país con cierta intención de permanencia en busca de trabajo o como vía de tránsito para una intención similar en otros países vecinos.

También debería ser considerado emigrante el mejicano del Sur que busca trabajo en el Norte (incluyendo traslados, en cuerpos de funcionarios federales) y en general, los que encuentran destinos especialmente alejados dentro de un mismo país, como los territorios insulares (Caso de portorriqueños o hawaianos en Estados Unidos, o el caso de los franceses y holandeses provenientes de “ultramar”). Además, se da la circunstancia de que en estos territorios, asociados pero no integrados en la UE, no se usa el euro, sino una moneda que hubo que crear a semejanza del Franco francés. En España, es característica emigración desde la provincia de Cádiz hacia la Comunidad Valenciana y Murcia. Es necesario advertir que la permanencia en las intenciones se debe a una necesidad laboral y no tiene por qué concebirse inicialmente como definitiva (Galindo y Mera, 2005).

La circunstancia de la ampliación de la Unión Europea y del propio proceso de integración de los mercados, es un elemento a tener en cuenta en el momento en que se trate la incidencia de las trabas burocráticas a los movimientos de personas. El caso de migraciones poblaciones muy cercanas que pertenecen oficialmente a distintos países, suele asimilarse a cualquier otro traslado de mano de obra entre naciones, a menos que se vuelva cada día a la localidad natal. Si, por ejemplo, un español trabaja en Francia o un portugués en España, las diferencias culturales y el sacrificio personal justifican considerar que estamos ante el fenómeno migratorio. En el caso de los países que esperan a la puerta Este de Europa, si bien podría admitirse que poseen alguna ventaja burocrática y de expectativas con respecto, por ejemplo, a los trabajadores africanos, es necesario recordar que en la total unificación del mercado laboral suelen producirse demoras. El Tratado de Maastrich establecía por primera vez una política social incipiente que desembocó en Shenguen, pero que no impedía una moratoria proteccionista con respecto a los trabajadores españoles, ni un dumping social de las empresas británicas, que mantenían un sistema laborral de bajos costes, basado en un recorte de garantías legado por Tatcher.

Sistema Económico y migraciones internacionales / 8 Alfonso Galindo Lucas 5. Discusión metodológica Varios son los objetivos que se plantean en este estudio: Desde el punto de vista metodológico, reconocer como inevitable un enfoque multidisciplinar del fenómeno de las migraciones laborales internacionales, contrastando la aplicabilidad de determinadas teorías.

Algunas son novedosas en Economía y en general, surgen del estudio de los mercados financieros y las grandes corporaciones mercantiles.

También en el plano metodológico, defendemos un planteamiento en que las instituciones económicas interactúan inevitablemente, aunque sólo sea mediante regulaciones, con los demás agentes que actúan en los mercados, pues normalmente no es posible partir de un supuesto clásico de competencia perfecta y libre al mismo tiempo.

De partida es muy conveniente definir los países “norte” como aquellos que poseen una divisa fuerte y como “Sur”, aquellos cuya divisa pierde poder adquisitivo a un ritmo mucho mayor. De este modo, evitamos tener que dar parámetros más complejos de desarrollo, bienestar, nivel de vida y otros términos ambiguos y, al mismo tiempo, hacemos coincidir con una diferencia objetiva la posible causa de un flujo empíricamente constatado, que en la práctica se produce masivamente desde dichos países hacia las zonas con divisas fuertes.

De esta forma, resulta pertinente suponer que la política monetaria tenga un papel relevante en el tema de las causas de la migración internacional.

La representatividad de un posible estudio empírico puede venir reforzada por el hecho de que el factor Nort-Sur o “latitud económica” que hemos definido eliminaría, en caso de confirmar nuestra propuesta teórica, la necesidad de estratificar la muestra por países.

En Estados Unidos, el proceso de asimilación económica y (en menor medida) cultural se ha producido más rápido que en Europa y los trabajos de investigación acerca de las causas y consecuencias de este flujo demográfico han sido precursores de los referidos a la entrada de trabajadores a Europa. A pesar de que este hecho ya se ha reconocido como impulsor del crecimiento (en términos de P.I.B.) y la productividad, desde tiempos remotos, la financiación para investigar acerca de este fenómeno siempre ha estado limitada y ha procedido sobre todo de inversión pública. Esto se debe a la dilución del incentivo a financiar u obtener financiación pública o privada.

Puesto que las universidades estadounidenses funcionan normalmente en un régimen de financiación privada, es el estudio de las operaciones y servicios financieros el que ha producido los mayores aportes a la Teoría económica. En Europa se está copiando este modelo, con sus defectos.

Los mercados financieros son el objeto de las más recientes e importantes innovaciones teóricas en Economía, debido a que los intereses que se estaban jugando en los resultados han estado suficientemente concentrados como para financiar o conseguir que se financie la investigación en grandes y prestigiosas universidades estadounidenses. Una de los principales innovaciones que pretende traer este trabajo es la formulación y contraste de hipótesis aplicables a los mercados laborales, pero formuladas originalmente para describir el funcionamiento de los mercados financieros. Tales innovaciones teóricas son la Teoría de la Agencia, la Teoría de señales, la Teoría del Orden de preferencias (picking up Theory) y otras más antiguas, como las de los costes de transacción o aún la de los fallos de mercados. El enfoque teórico para nuestro análisis culmina, como las principales tendencias en Finanzas y en Economía de la empresa, admitiendo el denominado neo-institucionalismo.

Sistema Económico y migraciones internacionales / 9 Alfonso Galindo Lucas La Teoría de señales ha sido utilizada para explicar decisiones de política económica (Galindo, 2005a). Dado que en los mercados de capitales supranacionales, la información no es tan perfecta como para suponer que las señales prosperen, podríamos pensar que en relación con la inmigración, las señales pueden ser mucho menos efectivas. Esto sería un argumento que podría utilizarse para desmantelar el eslogan del “efecto llamada” característico de los grupos de derecha en España.

No obstante, existe una señal que es independiente de los supuestos efectos desinformativos de las regularizaciones a inmigrantes; los medios de comunicación, en el caso de la emigración, pueden desempeñar esta supuesta supervisión del funcionamiento del mercado, de una manera más bien perversa. Las inversiones culturales, mediáticas y diplomáticas de los países de acogida es visiblemente favorable a dicha acogida, cuando se emite la señal en los países de origen. En cambio, en los países de destino, la señal es relativa a la situación de desesperación económica, política o social en los países de origen, como argumento para incrementar las trabas burocráticas a la inmigración.

Las señales equivocadas no sólo provienen de los interesados en el negocio de la inmigración clandestina, sino también de las propias autoridades de los países ricos (o de tránsito), que piden expresamente trabajadores en los países de origen y a la vuelta elevan las exigencias burocráticas. El primer viaje Oficial de Bush Jr. como presidente en el 2000 fue una misión comercial a México. A cambio de asegurar el suministro eléctrico, se legisló una prórroga de no-expulsión a inmigrantes ilegales que, de otra forma, serían devueltos a las estadísticas de parados del país vecino, pero que seguían sin ser reconocidos como residentes en EE. UU. Tampoco hay que olvidar que en la visita del entonces presidente español, José María Aznar a Colombia, en 1999, justo antes de iniciar las reformas restrictivas, manifestó la necesidad de mano de obra en España, para fomentar la inmigración y más adelante implantar la exigencia de visado y otras restricciones a la inmigración legal.

Pero también hay otro agente portador de noticias asimétricas: El propio inmigrante.

Todo inmigrante sueña con regresar y contar a sus conocidos y familiares que ha hecho grandes progresos. A la hora de la verdad, las ganancias no han podido acumularse como se esperaba y en parte se decide establecerse, no exactamente por integración en la sociedad de acogida, sino porque nunca llega el momento de poder retirar fondos y reinvertir en el país de origen. El hecho de que los emigrantes no regresen, junto con la subjetividad de las noticias que envían acerca de su propia situación son una señal engañosa en el mercado laboral mundial.

6. Inmigración y mercados Algunos de los argumentos que en la actualidad esgrime la Derecha en Europa para poner trabas a la importación de mano de obra son la satisfacción de las denominadas “necesidades del mercado laboral” o la seguridad de las inversiones empresariales y alegan la necesidad de una mano de obra formada y contratada expresamente para aquellas ocupaciones que no se pueden desempeñar con mano de obra local. Como no podría ser de otro modo, el paradigma del mercado se esgrime como medida de todas las cosas y se utiliza el término “mercado” para justificar todo aquello que no favorece al trabajador: Flexibilidad, competitividad, barreras administrativas a la inmigración,...

Sistema Económico y migraciones internacionales / 10 Alfonso Galindo Lucas Como se detalla en otra obra (Galindo, 2005), todos los argumentos que utilizan el recurso programático de la prioridad del mercado, suelen hacer un uso parcial y falaz del propio concepto de mercado. Un representante de la patronal, en una conferencia en Sanlúcar de Barrameda, se mostraba partidario de la contratación de trabajadores en origen, en atención a las necesidades de cada sector, concretamente el agrícola y los inmigrantes marroquíes. Sabiendo que ya existen inmigrantes clandestinos que pueden realizar esa tarea, se justificaba el establecimiento de contingentes de nuevos trabajadores en el hecho de la formación requerida y la profesionalidad, lo cual es un argumento débil, tratándose de labores agrícolas. Además, se apuntaba como solución la de evitar que entrasen trabajadores ilegales y asegurarse de que los contingentes tendrían una temporalidad limitada y no serían causa de nuevas situaciones de clandestinidad. Ante mi pregunta de cómo se evitaba la inmigración clandestina, no hubo una respuesta clara y precisa, pero al menos, no se echó mano del mediático argumento del efecto llamada.

Esta pregunta —¿Cómo evitar la inmigración ilegal?— está directamente relacionada con las causas de la inmigración. ¿Por qué vienen trabajadores extranjeros a Europa? Obviamente, no es por un efecto llamada de tipo legal, sino por un efecto “mercado”. Es decir, la importación de mano de obra es una consecuencia de una escasez relativa de mano de obra con respecto a los países de origen o, si se prefiere, una especialización internacional o ventaja comparativa relativa en recurso humano con respecto a otros recursos. Algunos de los recursos en los que tiene ventaja el Norte es el capital financiero.

Las inversiones se realizan preferentemente en países de capitalismo avanzado o economías emergentes, pero no tanto en el Tercer mundo, a no ser precisamente, por necesidad de mano de obra barata. Si en el Occidente desarrollado existe un exceso relativo de demanda de trabajo, es lógico que el recurso trabajo viaje de un mercado a otro.

Suele aquí entrar en juego la utilización falaz del concepto “mercado”. Cuando se afirma que la mano de obra importada no debería exceder de las “necesidades del mercado laboral”, se está omitiendo cuatro elementos fundamentales en el análisis de los mercados: 1) La libertad inherente al sistema de mercado. Cuando se piden medidas restrictivas a la inmigración, en realidad lo que se está proclamando es la intervención pública —que, por cierto, requiere una inversión considerable— para que las reglas normales del mercado no funcionen correctamente.

2) Se restringe el mercado al ámbito nacional, cuando para otras finalidades —verbigracia, la inversión financiera— se está proclamando la “mundialidad” de los mercados, 3) Se está restringiendo el análisis a las necesidades de la demanda del mercado de trabajo, olvidando que también existen necesidades muy apremiante en la oferta de trabajo; las necesidades humanas propias del trabajador.

4) Se está analizando únicamente en el corto plazo dichas necesidades. Un análisis más a largo plazo determina que la oferta de trabajo en el futuro próximo dependerá en gran medida del consumo interno.

Es muy interesante, además, estudiar la interrelación —cada vez más proclamada e inevitable— entre todos los tipos de mercados. Sin ir más lejos, la interrelación entre la importación de mano de obra y la demanda interna de productos y servicios nacionales.

Como luego se verá, las gráficas de los mercados de consumo y de trabajo se mueven al mismo tiempo. Hoy se sabe que las políticas de reagrupación, copiadas de Estados Unidos, tratan de evitar la denominada “filtración”, mediante el envío de rentas a familiares, de una Sistema Económico y migraciones internacionales / 11 Alfonso Galindo Lucas parte del Producto Interior Bruto (PIB) y que el fuerte incremento de esta variable en EE.

UU. durante la década de los '90 se debió precisamente al trabajo inmigrante y al consumo inmigrante. Incluso, se admite que determinados productos o servicios no exportables subsisten a expensas de su contratación por parte de inmigrantes, como los locutorios telefónicos y de Internet, los servicios financieros de transferencias de rentas y cambio de divisas, etc.

En cuanto a la seguridad de las inversiones, no sólo los empleadores realizan inversiones y necesitan cierta seguridad. El hecho de inmigrar supone una inversión, consistente a veces en poco más que la vida humana. En muchas ocasiones se pierde la totalidad de lo invertido. Comúnmente, los costes en que incurre el emigrnate se consideran como un gasto corriente o consumo a corto plazo, pero en realidad, son la inversión inicial de una empresa arriesgada que les obligará a trabajar duro una serie de años, para que el capital inicial pueda ser razonablemente cubierto por los ingresos. Los requisitos y los cobros de servicios estatales se van creando y acumulando unos sobre otros, hasta hacer que inmigrar de forma reglada no resulte tan interesante, especialmente (teniendo en cuenta la Teoría de costes de transacción) para aquél prototipo de trabajador que hemos conjeturado como racional. Paralelamente, están haciendo su negocio las mafias dedicadas a la extorsión de inmigrantes clandestinos y —con apoyo de fondos públicos— las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) encargadas del asesoramiento y acogida de inmigrantes legales e ilegales.

Cuando el contrabandista se ve con los funcionarios de resguardo aduanero pisándole los talones, se da prisa en vender más barato de lo habitual; de la misma forma, cuando el trabajador circula en el mercado en un estado de clandestinidad4 es más proclive a padecer abusos, ante la imposibilidad de denunciarlos. Por lo tanto, un primer tributo que paga el emigrante, cuando llega a un nuevo país es el precio de la burocracia. Un segundo quebranto es la desventaja salarial que le depara la precariedad laboral5 y que, en último término, acaba contagiando también al trabajador local, pues la competencia en salarios acaba arrastrando a la baja la remuneración de todos los trabajadores. A igualdad de condiciones (por ejemplo, entre hispanohablantes), el trabajador inmigrante será preferible, al resultar más barato.

4 La clandestinidad del inmigrante es extensible a aquellos españoles que ayuden “a la estancia irregular” del inmigrante. Es decir, el comportamiento altruista es un delito similar a la complicidad en un crimen.

Se establecen penas de cárcel que, a juicio del Dr. Terradillos (2004, p. 1472-1473) son desproporcionadas.

5 “… generalmente, llegan al país de destino en una situación de desventaja con respecto a los trabajadores nativos…” (Carrasco, R., 2003, p. 107).

Sistema Económico y migraciones internacionales / 12 Alfonso Galindo Lucas Gráfico 2.

Descenso del nivel de salarios en la tesis liberal y efecto de las Leyes de extranjería Mercado de trabajo de destino El gráfico 2 muestra que las leyes de extranjería tienen un efecto de aumento de oferta sobre el flujo migratorio, es decir, un incremento de la competencia entre trabajadores. En caso de confirmarse este desplazamiento aditivo, eso significaría que la finalidad de las barreras legales e institucionales a la inmigración no es proteger al trabajador, sino proteger al demandante de trabajo (oferente de empleo). Existe la posibilidad de que el discurso del dumping social genere un círculo vicioso, de modo que justifique medidas de control cada vez más rígidas y exigentes, pero la realidad es que los procesos de producción instalados en Occidente todavía necesitan más y más mano de obra, cuanto más abundante y barata, mejor. Por eso, en último término, las leyes de extranjería no combaten la inmigración clandestina, que siempre usa medios clandestinos, sino que la exigencia administrativa disuade a posibles inmigrantes de los procedimientos reglamentarios y trasvasa a un contingente considerable de trabajadores hacia la inmigración ilegal6. Éste, debido a su precariedad, ejerce una influencia negativa en el nivel retributivo general, incluyendo los salarios de la población local y aparentando que es la inmigración per se y no la precariedad la que perjudica los intereses de los trabajadores en competencia.

La movilidad social, si es que la hay, se produce entre clases dominantes y la estratificación se intensifica, tanto en el ámbito empresarial, como en el social. Existen pruebas suficientes contra el argumento arcaico y falaz de Schumpeter (1950) de que la posibilidad de endeudamiento contrarresta las desigualdades de partida en las actividades empresariales. Antes al contrario, la posibilidad de endeudamiento es asimétrica y tiende a acentuar dicha desigualdad7.

6 El incremento progresivo de la tasa de clandestinidad de inmigrantes se aprecia claramente en los datos de la OCDE (2003). Ver También Areskurrinaga, 2003, p. 57.

7 Existen numerosos estudios sobre asimetría de la información en el mercado de capitales (Cosci, 1993; Bebzuk, 2000; inter alia). Los trabajos más citados en finanzas ponen de manifiesto la dificultad de acceso a la financiación, especialmente externa y a largo plazo, para las empresas de menores dimensiones (Caminal, 1995; Hellman y Stiglitz, 2000; inter alia). Dicha dificultad viene observada no sólo en forma de racionamiento (Stiglitz y Weiss, 1981; Levenson y Willard, 2000, inter alia), sino también en forma de Sistema Económico y migraciones internacionales / 13 Alfonso Galindo Lucas La inmigración como la causa principal del paro es todavía una falacia económica popular8, cuando en realidad son las políticas de inmigración las principales causantes de las rebajas salariales y la inestabilidad laboral. En primer lugar, sería difícil de creer que la inmigración presionase los salarios, por equiparación de mercados y, además, destruyese empleo. En segundo lugar, los nuevos negocios y la ampliación de otros más tradicionales encuentran en los inmigrantes una nueva clientela que genera indirectamente, empleos nuevos y riqueza. 9 7. Propuesta teórica. Causas de la inmigración.

El marco teórico que aquí se va a adoptar es el macro-económico y concretamente, la Economía política, en su aspecto monetario. Con independencia de la tradicional ligación de los economistas monetaristas con el neo-liberalismo y de los presupuestaristas con el keynesianismo de izquierdas, en mi propuesta se adopta una visión ya recogida en Stiglitz (2003), de recuperación de la importancia de la política monetaria, dentro de la Economía de las relaciones económicas internacionales. Este enfoque, por otra parte, no es incompatible con las teorías micro-económicas ya enunciadas que tratan de explicar el comportamiento del trabajador migrante.

La Teoría monetaria ha estado apartada de los problemas relacionados con las migraciones y incluso de otros ámbitos de decisión de carácter político, hasta el redescubrimiento de su importancia en lo relativo a control de tipos de interés. Los tipos de cambio han sido, sin embargo un tema tabú, debido a las denominadas “devaluaciones competitivas”, pero resulta tener un relevante papel en relación con el fenómeno de las migraciones internacionales.

Esta propuesta asume necesariamente la conveniencia de explicar las decisiones humanas mediante un sobreseimiento del proceso psico-sociológico de la toma de decisiones y reducir (como suelen hacer los modelos) la posible racionalidad de ésta a causas objetivas e indiscutibles desde el punto de vista empírico. Es cierto que en determinado punto del planteamiento es necesario sustituir la racionalidad, en sentido tradicional, por la expectativa, en función de la información (o percepción) que se posee.

El marco o contexto económico global comienza con un echo característico de nuestra época, cual es la concentración del capital en un “soberano privado difuso supranacional” prima o coste adicional del capital (Cardone, 1997, inter alia). Muchas son las causas que han servido para explicar esta desventaja en el acceso a la financiación: Antigüedad (Martín, 1995; Martinelli, 1997; Martín y Sáez, 2001), riesgo económico, asimetrías informativas, riesgo moral, selección adversa, costes de transacción, etc. También en esta línea hace aportaciones, la Teoría de las Estrategias Empresariales (Robson, Gallagher y Daly, 1994; Jordan et al., 1998), que estudia los efectos que dichas estrategias pueden tener en el acceso y coste de la financiación, como consecuencia de una determinada estructura de capital.

8 “…existe escasa evidencia que sugiera que la inmigración tiene un impacto negativo importante sobre las oportunidades de empleo de los trabajadores nativos” (Carrasco, R., 2003, loc. cit.). Antes al contrario, hoy está demostrado que el consumo en los lugares de destino produce indirectamente la creación de nuevos puestos de trabajo. La cursiva alude al título de la obra de Mishan (1969).

9 En Smith, 1999, p. 2, se propone, además, considerar el “papel significativo en la creación puestos de trabajo en los países de acogida”.

Sistema Económico y migraciones internacionales / 14 Alfonso Galindo Lucas que es el inversor, el capitalista de gran capacidad de causar perturbaciones y con un gran poder institucional (ver Galindo, 2005).

Figura 2. Propuesta teórica En este esquema, el inversor internacional es un ente muy poderoso (el capital está muy concentrado) y tiene dos características básicas, aparte de la consabida condición de rentista (no necesita trabajar para ganar dinero): 1) Asume un desgaste importante del poder adquisitivo, en términos reales y en importe absoluto; 2) Prefiere inversiones de gran liquidez y escaso riesgo.

El esquema estrictamente financiero-corporativo de la teoría de carteras es utilizado en la selección de inversiones financieras y está basado en la diversificación y otras formas de asegurar, evitar o compartir riesgos. Esta hiper-racionalidad del inversor es un hecho contrastado y no se da en agentes poco o mal informados, como los consumidores o los trabajadores, pero sí en los propietarios de grandes volúmenes, puesto que tienen un menor coste relativo de información. Esta circunstancia lleva a los países a competir entre sí por la captación de fondos financieros internacionales.

Ante el poder de mercado de los grandes capitales financieros, la política monetaria se vuelve inútil en la mayoría de los países, La moneda fuerte (dólar, euro, franco suizo, chuan) se aprecia continuamente, mientras que el resto se deprecian con respecto a aquéllas; algunas llegan a desaparecer (de hecho, el Franco Francés, o el Marco Alemán son sustituidas irreversiblemente el 01/01/1999).

Sistema Económico y migraciones internacionales / 15 Alfonso Galindo Lucas La evidente y continua apreciación de las divisas fuertes con respecto a las débiles no impide que, en relación con los precios locales, dichas divisas (p. ej., el euro) sigan perdiendo valor, es decir, que se de una subida de precios. Ahora bien, esta subida de precios es, en términos reales, muy inferior a la experimentada en el resto de países.

La mayoría de antecedentes sobre el tema de las causas de la inmigración no parten de ámbitos teóricos de la Economía. Por otro lado, la mayor parte de la literatura teórica o empírica sobre los mercados no tiene en cuenta el factor población y los posibles trasvases de consumidores entre economías nacionales.

El diferencial de valor entre divisas fuertes y débiles es un fenómeno del que todavía no se ha tratado excesivamente y la propuesta que aquí se hace consiste en identificarlo como motivo principal de las migraciones internacionales. Para detectar el crecimiento de este diferencial, basta comparar el euro o el dólar con las divisas de aquellos países de los que se reciben trabajadores. Por ejemplo, en el gráfico 1, observamos una clara tendencia a la depreciación del peso colombiano con respecto al dólar estadounidense.

Fuente: Banco de la República de Colombia. Elaboración porpia.

El valor del dólar en Colombia ha venido a cuadruplicarse en quince años, que son precisamente los años de más éxodo desde este país hacia Estados Unidos. A partir del año 2001, parece haber un cierto decrecimiento de la tendencia, después de haber alcanzado máximos cercanos a 2.900 pesos por dólar, en septiembre de 2003, hasta estabilizarse en torno a 2.240. Estos cambios en los mercados de divisas se trasladan a la banca con un coste para el emigrante, posteriormente convertido en remisor de rentas. En términos generales, para un colombiano de hoy, el dólar vale 3.000 pesos, aproximadamente. La fecha de 2002 marca una preferencia de los colombianos por Europa, coincidiendo con el estreno alcista de nuesta actual moneda continental. El ejemplo mostrado en esta gráfica no Sistema Económico y migraciones internacionales / 16 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Sept 06 0 250 500 750 1000 1250 1500 1750 2000 2250 2500 2750 3000 Gráfico 1. Cotización del dólar en pesos colombianos Alfonso Galindo Lucas es único; en todos los países de origen parece haberse producido una preferencia por Europa, en términos generales, a partir de la entrada en vigor del euro, en detrimento del destino norteamericano.

La inmigración es uno de los fenómenos que más ponen de relieve la naturaleza del capitalismo actual como una variedad (o una consecuencia) del imperialismo. En su libro imperialismo, Hobson (1902)10. Trató de explicar el imperialismo como una consecuencia del subconsumo y éste, a su vez, como un producto de la desigualdad en la distribución de la renta, en los países industrializados. Argumentaba que los consumidores más pudientes no podían destinar a consumir el producto nacional una proporción similar a la de un consumidor medio. Como su necesidad humana venía a ser la misma, el gasto en que incurriera en productos manufacturados debía ser proporcionalmente menor y destinaría el resto de su renta a realizar inversiones productivas y adquirir bienes de lujo. Por el contrario, las capas más pobres de la población tampoco llegarían a una proporción de consumo de productos fabriles similar a la de un consumidor medio, puesto que destinaría un porcentaje cercano al 100% de su renta a la adquisición de alimentos.

La Ciencia económica explica fácilmente mediante estos mecanismos la diferencia de poder adquisitivo entre las divisas de los países ricos y los pobres, pero rara vez se detiene a apreciar que esa disparidad se traduce en un diferencial de precios y de salarios. Esta última circunstancia también es de sobra conocida y explica las estrategias de “deslocalización” de las empresas multinacionales, en busca de mano de obra más barata o, en su caso, más cualificada. A veces no se tiene muy en cuenta que la verdadera forma en que los trabajadores extranjeros compiten con “nosotros” es gracias a la emigración de empresas.

Sin embargo, el diferencial de precios, aunque es patente y considerable, no ha sido objeto de reflexiones como las que aquí se presentan. El mecanismo no es difícil de comprender, pero su difusión conlleva dos obstáculos importantes: Uno de tipo didáctico, cual es la explicación de la inflación latinoamericana; otro de tipo ideológico, puesto que hasta el momento, siempre se ha dicho que las principales causas de la inmigración estaban claras: Las especiales dificultades que se sufren en los países de origen (pobreza, conflictos armados o disidencia política) y el mayor “nivel de vida”11 existente en los países de destino, donde el nivel de vida se describe como algo muy genérico y, sin embargo, convincente.

Sin embargo, en un gran porcentaje de la avalancha de inmigrantes procedentes de América Latina, Europa del Este o África está patente otra ambición, cuya veracidad, desde el punto de vista antropológico o sociológico sería interesante contrastar en estudios futuros.

Esa ambición explicaría que sea el diferencial monetario y no el tecnológico o el político el que atrae a la mano de obra precisamente a Europa y Estados Unidos, destinos finales de los buscadores globales de oportunidades.

10 El economista británico John A. Hobson no gozaba del predicamento entre sus colegas, debido a lo aventurado de sus teorías y a la sombra ortodoxa de Marshall. Su obra siembra las bases teóricas de lo que Lenin aportó al acervo marxista 11 La expresión “nivel de vida” es en realidad la más adecuada, por su doble significado, alusivo al bienestar y también al nivel de precios. Por esta misma ambigüedad puede resultar falso tratarlo como el único factor atrayente para la mano de obra importada. También es cierto que muchos seres humanos emigran porque huyen de algo y que muchos otros esperan vivir rodeados de un bienestar tecnológico que en su país se considera demasiado avanzado o esperan encontrar una civilización más desarrollada en cuanto a convivencia.

Sistema Económico y migraciones internacionales / 17 Alfonso Galindo Lucas El enfoque que aquí propongo permite conjeturar un factor trabajo bastante economicista y unos sujetos decisores a los que podemos aplicar la hipótesis de la racionalidad, pero no la información perfecta. La misma explicación que da Hobson a la existencia del Imperialismo se puede aplicar a los movimientos migratorios. Eso nos exime de preguntarnos y discutir hasta el infinito si las sociedades del Norte son menos corruptas o menos violentas o más cómodas o más inteligentes que las del sur, si los emigrantes añoran su lugar de origen y otras cuestiones que parecen desbordar el ámbito de la Teoría económica.

Únicamente es preciso mencionar que existen muchos factores según los cuales, en la mayoría de los casos, es más correcto hablar de expectativas o percepciones que de un verdadero diferencial de nivel de vida: las características y condiciones de la oferta de empleo, la alta siniestralidad, la inestabilidad laboral, el problema de la vivienda, la negación del voto y la indefensión jurídico-fáctica, especialmente para el clandestino, los aspectos psicológicos relativos al desarraigo, el rechazo por parte de la población nativa, etc.

El mecanismo de globalización de la mano de obra, a partir de las teorías del subconsumo es una aportación propia (Galindo, 2004), que añade al estudio de los mercados de productos un análisis análogo en los mercados de trabajo. Supongamos que la inmensa mayoría de los inmigrantes que recibimos en un país son personas cuya primera intención es permanecer varios años acumulando rentas del trabajo y sacrificando su nivel de consumo y sus horas de ocio, a fin de constituir un capital con el que retornar a su país, en una posición ventajosa12. En tal caso, la única opción que tiene para cumplir sus propósitos es viajar a un país cuyo nivel general de salarios esté por encima del de su país de origen. El inmigrante, en este supuesto, no se plantea identificar variables como la tasa de crecimiento del PIB (Gómez, 2002, p. 43.), pues no es para éste un dato relevante. Sin embargo, el poder adquisitivo de la divisa sí parece serlo.

El diferencial en el nivel retributivo no es, en sí mismo, un síntoma de bienestar, ni una especial situación del mercado laboral de cada país, sino que son la consecuencia directa del nivel de precios, aunque también a la inversa. La inmensa mayoría de las subidas salariales tienen lugar, en su caso, por correspondencia con un determinado incremento de los precios. Las teorías del imperialismo de Hobson explican que el nivel general de precios en los países industrializados sea más elevado que en los países de producción primaria. El subconsumo lleva a las empresas a globalizarse, en la búsqueda de nuevos mercados, para colocar los excedentes de producción, hasta que llega un momento en que los mercados mundiales se saturan. En la situación de saturación, se ha conseguido satisfacer la demanda de los países ricos, sin dejar de cobrar a los consumidores un precio considerable, acorde con su nivel retributivo. El resto de la producción se ha tenido que colocar entre consumidores con menor poder adquisitivo y, por este motivo, los precios se han mantenido más bajos. En los mercados del norte, la menor cantidad vendida se compensa con el mayor precio cobrado y en los del sur, el menor precio permite recuperar, no obstante, el coste más una rentabilidad mínima que se multiplica por un gran número de consumidores.

Si se hubiese abundado en el razonamiento de Hobson, hace 100 años, se podían haber previsto razonadamente los actuales flujos migratorios, pero existe una nube teórica, como 12 “…es muy probable que los trabajadores que han emigrado vuelvan… o bien decidan emigrar… a otro país.” Carrasco, R. (2003): “Inmigración y mercado laboral”, Papeles de Economía Española, n.º 98, p. 99.

Sistema Económico y migraciones internacionales / 18 Alfonso Galindo Lucas se ha dicho, cual es la existencia de inflación13 ¿Cómo es posible que la subida acumulativa de precios sea normalmente superior en los países más pobres y sin embargo, estemos hablando de un diferencial de precios que favorece a éstos? Esta nube no es difícil de disipar, ya que la inflación siempre viene expresada en términos de la moneda local.

Por este motivo, los precios crecen ciertamente en relación con los salarios, pero no en relación con el valor internacional de las mercancías, en términos de otra divisa, debido al proceso de debilitamiento progresivo de la mayoría de las monedas, en relación con las más fuertes. Esta depreciación progresiva de las monedas de los países “Sur” llega a compensar las subidas de precios, de forma que siga resultando cada vez más barato comprar con dólares o euros en esos países que en las zonas de las divisas fuertes.

Por lo tanto, es lógico pensar que si un trabajador hace un sacrificio plurianual, para tratar de hacer un pequeño capital, eso le permitirá realizar inversiones con mayor facilidad al regreso. Durante dicho sacrificio, el trabajador se abstendrá de incurrir en niveles desmesurados de consumo.

En muchos casos, los lapsos culturales entre países suelen favorecer la asimilación del inmigrante al país de acogida, especialmente cuando cría en ellos a sus hijos, y a veces se produce también un sentimiento de desarraigo con respecto al país de origen. Sin embargo, la causa principal por la que un porcentaje considerable de inmigrantes decide permanecer sería la no-consecución del sueño de constituir un capital con el que regresar, debido al nivel general de precios, incluyendo el de alojamiento.

Para la comprensión del fenómeno de la inmigración, en relación con los mercados, es muy importante no perder de vista que los mercados de productos y de trabajo están globalizados y muy relacionados entre sí y que la parte que ejercita mayor poder en éstos es la misma en ambos, aunque ejerce en uno de oferente y en otro de demandante. En una economía nacional, por ejemplo, los oferentes de mano de obra son los mismos que los consumidores; son muchos y rivalizan entre sí de una manera cuasi-perfecta. En cambio, los demandantes de mano de obra son oferentes de productos de consumo y ejercen el poder de mercado, debido al fenómeno de la concentración.

La Teoría Clásica ha postulado que, en un contexto de libre circulación de mercancías y de libre instalación de empresas de capital extranjero, los precios de todos los productos y servicios tenderían a igualarse en todos los países, en situación de equilibrio, debido a que la situación ideal parte del presupuesto de la competencia entre oferentes en dicha situación14.

El marco macroeconómico en que se considera la inmigración, en la actualidad, es el de la Economía clásica, al menos, en lo relativo a la fatalidad de la nivelación de precios y salarios: Multitud de oferentes y demandantes, que no pueden influir en el precio, ni de los productos, ni de la mano de obra; por lo tanto, el trasvase de consumidores no se tiene en cuenta como elemento de distorsión. Un precedente inmediato de este estudio se encuentra en Galindo (2004). Al conjeturar la existencia de una relación entre el poder de mercado y la inmigración, podemos partir de un presupuesto de internacionalización de la economía y también de una 'globalidad' de los fenómenos, como pueden ser los mercados de consumo 13 Hasta 1973, el fenómeno de la inflación no fue importante en teoría económica. La posibilidad de deslocalización tampoco fue prevista por Hobson 14 Sin embargo, la competencia se da en mucha mayor medida en productos básicos como la energía, los alimentos y las materias primas, que en los productos manufacturados, especialmente de las nuevas tecnologías (farmacéutica, electrónica, informática, propiedad intelectual, comunicaciones, etc.).

Sistema Económico y migraciones internacionales / 19 Alfonso Galindo Lucas y de trabajo, que los interrelaciona de una manera mecánica. Este subconsumo explica el imperialismo como una búsqueda de mercados. Otros autores han ido añadiendo la búsqueda de recursos y posiciones geoestratégicas o de poderes políticos corruptibles, etc.

Otras teorías posteriores han adjuntado el problema de la superproducción al del subconsumo, especialmente después de la crisis de 1929. Estos dos problemas nos pueden llevar a una explicación de la inmigración, si tenemos en cuenta que el subconsumo afecta a los productos fabricados a gran escala y se da en el “primer mundo”, mientras que la superproducción suele afectar a los productos básicos, como los alimentos o los minerales o, como es evidente, la mano de obra. La propuesta teórica que se formula en Galindo (2004) sostiene que, a pesar de las barreras legislativas a la inmigración legal, la inmigración clandestina no permite una igualación de precios entre los mercados de países ricos y pobres. Por otro lado, dicho diferencial de precios no permite la igualación de salarios entre unos y otros15.

Con respecto al diferencial de precios16, cabría esperar que la supuesta globalización de la demanda presionase hacia la igualación internacional de los mismos, pero el trasvase de consumidores a los países industrializados supone un incremento de la demanda interna en los mismos. Similar es el argumento con respecto al diferencial de salarios, puesto que en el mercado laboral, la mercancía viaja también y la demanda de fuerza de trabajo también tiende a salir a buscar trabajadores en origen. Por lo tanto, los precios de las horas de trabajo tampoco tienen por qué igualarse, sino que dependerá del tipo de actividad a que se dedique la empresa y la fase histórica en que se encuentre su producto o servicio (si es una tecnología punta o un servicio personal o si por el contrario es un commodity).

Es preciso notar que a veces el propio capitalismo está interesado en una elevación progresiva de salarios, para asegurarse distintos niveles de consumo para dar salida a su producción de modo rentable o para comprar un diferencial de productividad y fidelidad (descenso de rotación) del trabajador en determinados sectores (Perelman, 1996) . Necesita vender más caro a la denominada “crema del mercado” y luego bajar los precios progresivamente para seguir vendiendo. El carácter restringido de la competencia o, en otros términos, la ausencia de mercado, permite que esto se llegue a realizar con éxito. Por otra parte, es necesario tener en cuenta que el diferencial de salarios es el elemento que está atrayendo la mano de obra y al sector público (ni a la clase empresarial) no le interesa que cese el flujo de inmigrantes.

Hoy se sostiene con buenos argumentos la idea de que el gran y continuo crecimiento de la economía estadounidense durante la era Clinton fue debido a la importación de mano de obra cualificada (Todd, 1998, Stiglitz, 2001, inter alia). Los estudios acerca de la naturaleza del capitalismo rara vez integran el trasvase de mano de obra en la lógica de la determinación de precios y cantidades. Los estudios de alcance macroeconómico se basan en aspectos descriptivos, como la formación, las estadísticas de entradas y las salidas de los que entraron. Los escasos análisis suelen estar centrados en las consecuencias de la inmigración en el Producto Interior Bruto (PIB). En Todd se analiza la inmigración 15 Aún están por precisar los motivos de esta circunstancia, pero es un “hecho estilizado”, según CEPAL (2002), en Dubois, loc. cit., “En el plano internacional no se observa tendencia alguna a la convergencia en los niveles de ingreso”.

16 Cierto es que podemos encontrar alimentos y artículos de primera necesidad más baratos en un supermercado de EE.UU. o la Unión Europea, que en un país centroamericano, por ejemplo, pero se trata del efecto de políticas proteccionistas a la agricultura y otros sectores en el Primer Mundo. Es decir, los precios en realidad son más caros, porque se paga un suplemento a través de los impuestos directos.

Sistema Económico y migraciones internacionales / 20 Alfonso Galindo Lucas estadounidense como un factor de crecimiento económico y se advierte y se documenta la importancia de la formación en el futuro de un país. Otros autores añaden al análisis el peligro de realizar inversiones en formación sin otro tipo de reformas, debido al éxodo de cerebros. En Stiglitz (2001 y 2003), por ejemplo, se habla del caso de los países exsoviéticos y de la fuga de cerebros. También la mano de obra no cualificada ha significado mucho para la economía estadounidense (Kleinman, 2004).

Los economistas liberales clásicos defendían que la liberalización en los movimientos de mercancías, servicios y capitales tendería a igualar los precios (en términos reales) entre países y, subsiguientemente, los salarios, suponiendo que todo el mundo se va a resignar a pertenecer a un mercado nacional. Las teorías de Hobson acerca del subconsumo no partían de un marco aparentemente globalizado como el actual. En aquella época era correcto deducir inmediatamente de la hipótesis del imperialismo, la diferencia de precios reales y salarios, como aquí lo hemos hecho. Lo sorprendente es que en la denominada “globalización”, este análisis continúe siendo correcto. El cuasi-libre comercio no ha igualado los precios, en términos reales17, entre países ricos y pobres, sino que se han mantenido e incluso incrementado las diferencias de poder adquisitivo de las respectivas divisas. La nivelación entre la oferta y la demanda18 se está produciendo mediante el trasvase de consumidores, cuando es precisamente este movimiento el que teóricamente está limitado por regulaciones estatales.

Esta contradicción se explica por varias causas: Primera, la libertad de circulación de productos e inversiones no es efectiva. Las industrias protegidas de los países desarrollados (construcción naval e industria armamentística en Estados Unidos, por ejemplo) son un reclamo constante para la mano de obra. En segundo lugar, la restricción a la inmigración tampoco es efectiva, pues, como se ha explicado, lo que se está limitando es principalmente la inmigración legal, abaratando la mano de obra importada y echando encima del trabajador local esta competencia en salarios.

En tercer lugar, el poder de mercado de las grandes multinacionales sobre los consumidores, en la fase imperialista mantiene vigentes las teorías de Hobson y su extensión, que propongo en este trabajo. Los precios no descienden en los países de origen de las manufacturas, porque se busca un determinado segmento de mercado que maximice el ingreso (producto del precio por el número de consumidores). Estos productos no tienen tanta competencia como los productos básicos, procedentes de países menos industrializados, por eso en los primeros existe el subconsumo y en los segundos la superproducción. Los resultados de las negociaciones respecto a la propiedad intelectual (patentes, software, producción cultural), en la constitución de la OMC, protegen a los productos característicos de la industria farmacéutica, la informática, los medios de difusión, etc. La contención de los precios en niveles de competencia muy imperfecta hace que los consumidores, que son la parte débil en el mercado final, sean los que se desplazan hacia allá donde existe subconsumo, manteniendo los precios comparativamente elevados, en términos reales. Estos 17 La comparación de precios, en términos reales tiene como dificultad la imposibilidad de utilizar como referencia los mismos bienes; habría que establecer “cestas de la compra” que fuesen análogas entre países, pero esta convención dependería mucho de supuestos hábitos endémicos de consumo y características intrínsecas de los productos.

18 Es mucho suponer que existe una cosa denominada “función de demanda”, cuando se trata de este tipo de funciones basadas en las supuestas curvas de utilidad. Mucho más defendible es el concepto de demanda agregada, que aparece en el modelo Keynesiano, pero su estudio es muy complicado, porque, debido a algunas “fugas”, la renta no suele ser equivalente a la producción.

Sistema Económico y migraciones internacionales / 21 Alfonso Galindo Lucas consumidores proceden precisamente de países donde los precios están más bajos, de modo que la sustracción de demandantes permite que este diferencial de precios se perpetúe, muy a pesar de las teorías basadas en la competencia.

El punto de vista que aquí propongo revela también la existencia de un prejuicio en la Teoría Económica actual: Los mercados nacionales se ha supuesto que son invariables a corto y medio plazo. En un contexto de competencia, en el que los consumidores no se desplacen, entonces es posible defender que los precios serán flexibles y que la libertad de importación y exportación tenderá a nivelar los precios. Sin embargo, lo que demuestra la realidad es que la población es más flexible que los planes económicos de las grandes compañías.

El eterno problema del emigrante es que el sacrificio que le promueve la ambición no puede consumarse. No puede ser únicamente un trabajador que repatríe remesas de rentas, sino que se convierte en un consumidor, ya que tiene necesidades humanas; especialmente, de vivienda. Estas necesidades tendrá que satisfacerlas a precios de los países donde reside y eso le impide formar el capital que le permitiría regresar convertido en un pequeño burgués.

En cuarto lugar, cabría pensar que los diferenciales de salario y la libertad de movimientos de capitales podrían nivelar ese diferencial de precios, ya que las empresas, al buscar destinos con mano de obra más barata, incurrirían en menores costes y competirían entre ellas, en los países industrializados. Este proceso, sin embargo, lo que procura es un incremento de los beneficios y no un descenso de los precios en términos reales, ya que no se cumple el presupuesto de competencia de los postulados liberales. Las crisis financieras y monetarias causadas por el FMI y los entes especuladores en países rivales hacen que el capital tenga un comportamiento más doméstico del que cabría esperar, es decir, la globalización otorga grandes posibilidades al “dinero caliente”, pero no consolida la transnacionalidad del capital.

Es evidente que precisamente la concentración geográfica de consumidores sirve a los intereses empresariales, debido a que el desplazamiento debido a conflictos facilita la distribución, aparte de que puede crear problemas de abastecimiento de alimentos y liberar tierras para la prospección minera, principalmente, energética.

Sistema Económico y migraciones internacionales / 22 Alfonso Galindo Lucas Mercado de consumo Mercado de trabajo Gráficas 3 a 6. Inmigración y crisis de superproducción y subconsumo.

En estas cuatro gráficas se han señalado con línea discontinua la situación ideal o de equilibro a la que, según los postulados neo-liberales, debería conducir la competencia entre las empresas. El fenómeno de la concentración empresarial se ha representado como una contracción de la oferta de productos en países industrializados o como una contracción de la demanda de mano de obra en ambos países. En los países de origen de la mano de obra no se ha desplazado la oferta de productos, porque éstos, en su mayor parte, padecen una gran competencia en los mercados globales. El efecto que se aprecia claramente es que no sólo tiende a mantenerse y ampliarse el diferencial de precios, sino que, además, lo que tiende a nivelarse son los niveles salariales.

En la gráfica 3 se ha representado, a pesar de no ser objetivo principal de este trabajo, el efecto de la crisis de superproducción, que se representa como un desplazamiento hacia debajo de la curva de oferta en el país del emigrante; esto redundaría en la diferencia de Sistema Económico y migraciones internacionales / 23 Alfonso Galindo Lucas niveles de precios, en términos reales, con respecto al país de destino. La competencia, que dentro de los países desarrollados está bastante limitada, se vuelve más agresiva en los mercados exteriores, es decir, en el tercer mundo. Este fenómeno es, a grandes rasgos, la denominada crisis de superproducción, La superproducción se produce normalmente en productos que no tienen un gran valor añadido, a nivel internacional, es decir, aquellos que hoy proceden de los países “dependientes” (recursos minerales, alimentos y otros materiales). En cambio, el subconsumo, como se ha explicado, es un fenómeno característico a los países ricos, donde la progresiva concentración empresarial permite estrategias de fijación de precios de primicia que, más adelante son “desnatados” Al no existir competencia significativa entre los oferentes de productos y sí entre los demandantes y oferentes de mano de obra, éste es el factor que padece ajustes y movimientos, a pesar de que las barreras institucionales parecen afectar más a estos movimientos que a las transacciones empresariales.

El efecto de las barreras a las migraciones en los mercados de productos impide que se cumplan los postulados clásicos de equilibrio de mercado. Este se conseguiría mediante algo que se ha denominado “dumping social”, consistente en la supuesta presión a la baja en los salarios y condiciones laborales, debido a la entrada de mano de obra más barata. Lo que tiende a permanecer son las cantidades vendidas y se ajustan los desequilibrios mediante un alza de precios en los países productores y un descenso en los países pobres. Este concepto está ya un poco anticuado, debido a las “fugas” de empresas o migraciones industriales; éste es hoy el procedimiento por el que los trabajadores de países lejanos compiten con los del denominado Primer mundo.

Por su parte, en las gráficas 5 y 6, no representamos una hipotética situación inicial de equilibrio de precios, sino un diferencial salarial que es el motivo de la emigración. Los movimientos migratorios tienden a equilibrar los salarios a largo plazo, pero es de suponer que existen factores exógenos que permiten que volvamos a re-desequilibrar las dos gráficas debido a dos factores fundamentales: En el tercer mundo, la elevada tasa de crecimiento, debida a la natalidad hace que el suministro de mano de obra sea siempre excedentario con respecto a los países industrializados. En segundo lugar, el alza de precios hace que periódicamente se revisen al alza los salarios en estos países, para evitar disturbios sociales, provocados por la pérdida de poder adquisitivo.

Recomendaciones de Política económica Si se confirma la propuesta teórica aquí expresada, la mejor manera de eviar o reducir la migración por motivos salariales sería conseguir que en los países de origen se pagaran los salarios en euros o en dólares (por ejemplo, en Latinoamérica se pagarían en dólares y en África en euros y en otra divisa fuerte, en Asia), Conseguir que un país pobre legisle acerca del uso de una divisa extranjera es casi imposible si no se cuenta con el concierto del país emisor. No hay que olvidad que incluso dentro del país titular de dicha divisa, el organismo emisor posee una gran autonomía (la Reserva Federal o el Banco Central Europeo) que detrae incluso a la soberanía popular, en opinión de Todd (1998, p. ), el control sobre las decisiones relativas a tipos de cambio y de interés.

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