Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de Venezuela

 

La reformulación del modelo centro-periferia

Una mirada al caso venezolano a través de una experiencia universitaria regional

ALEXIS J. GUERRA (CV)
Univ. Centro-Occidental Lisandro Alvarado
aguerra@ucla.edu.ve

Para citar este texto puede utilizar el siguiente formato:
Alexis J. Guerra (2005) La reformulación del modelo centro-periferia en OEL 45, www.eumed.net/cursecon/ecolat/oel45.htm



CONTENIDO
Una visión global del problema: agregado de perspectivas
Otros caminos que conducen a Roma
América Latina: la discusión continúa
Venezuela: ¿Cómo armar el rompecabezas?
La Universidad y el desarrollo local
UCLA -Cendes: retomar el sendero
La UCLA, el vinculacionismo y el desarrollo regional
La UCLA como empresa regional: errores y rectificaciones
La UCLA y la formación en desarrollo regional: líneas de acción
Bibliografia




Una visión global del problema: agregado de perspectivas

Así como nuestra época asiste a la emergencia de un nuevo paradigma para la indagatoria en el campo de la ciencia, en general, de manera similar los grandes cambios que se producen en el ámbito de lo territorial o espacial son abordados desde una episteme distinta a la tradicional.

Los estudios relacionados con el territorio -a juicio de Lázaro Araujo (1999)- incorporan distintas y variadas ópticas enriquecedoras del acervo bibliográfico que van desde la economía y toda la variada gama de espectros de la ciencias sociales hasta la ingeniería y la arquitectura, pasando por la tecnología porque «siendo la fe, la esperanza y la caridad las tres virtudes teologales, se comprueba que en muchos de los escritos sobre los problemas territoriales hay mucha fe en lo que se dice, esperanza de que sirva para algo y caridad para con los destinatarios» (p. 688). De allí la sobrada justificación para asumir el carácter multidisciplinario de la temática en procura de una convergencia analítica entre lo global y aspectos limitados de ella, convencidos del carácter contradictorio pero complementario e interrelacionado bajo el cual se expresa.

En un plano teórico si se quiere más acotado que el anterior, pero no por ello menos interesante, Carlos Legna Yema (1996) vincula lo que él denomina el «Paradigma Territorial de los 90», con el nuevo paradigma tecnológico sobre el cual se impulsa y asienta el modelo postindustrial y la nueva forma de gestión y organización de la economía y de la producción en la sociedad. Frente a los rasgos característicos que imprime el auge y la crisis del modelo fordista al ordenamiento territorial, se pone de manifiesto el impacto que sobre éste van a tener las nuevas tecnologías dominantes, la difusión de innovaciones y los espacios tecnológicos, especialmente, por ejemplo, en la revalorización del distrito industrial y en la organización en redes; la proliferación e integración de la PYMEs al sistema económico; y la internacionalización de las empresas y de los servicios. Asimismo, el referido autor toma distancia acerca de la que podría denominarse la ineluctabilidad del proceso de reordenamiento territorial y su implicación automática o inserción inevitable de las naciones, ciudades, regiones o localidades en él. Todo lo contrario, sostiene que ello pasa por la adopción de estrategias sociales de «flexibilidad ofensiva» para potenciar la capacidad de innovación; el impulso de las fortalezas endógenas; una visión de corto y largo plazo que privilegie el interés de la colectividad; la consolidación de una cultura en pro de la identificación y el compromiso por y con un proyecto regional, y la formación y desarrollo de recursos humanos comprometidos con un proyecto de tal naturaleza.

Otros caminos que conducen a Roma

La metáfora encierra la idea de que aún cuando los análisis y las elaboraciones teóricas transitan por vías un tanto diferenciadas, convergen en aspectos que pueden considerarse claves para la redefinición del ordenamiento territorial, de cara a las transformaciones que se operan actualmente en los distintos ámbitos de la sociedad.

En la línea de pensamiento que se indaga, Jaime del Castillo (1990) conecta la dinámica de los cambios espaciales (periferización de nuevos países industrializados, articulación socio-industrial con base tecnológica distinta, emergencia de nuevos sectores líderes del desarrollo económico, etc.) con el carácter estructural de la crisis, a partir de la premisa según la cual «la evolución de un espacio es el resultado de la evolución del conjunto de las estructuras productivas que sobre el mismo están asentadas» (p. 17).

El citado autor asume la definición de espacio económico como «un espacio concreto a la vez material y humano, que es una realidad técnica, comercial, monetaria y política localizada» (p. 33) Y refiere la importancia que tiene dentro de la nueva dinámica territorial la tendencia a conformar cierto tipo de redes socio-culturales de colaboración y de información a lo interno y a lo externo; así como de la denominada «industrialización difusa», además de poner de relieve el peligro que puede representar la permanencia y profundización de los desequilibrios regionales, esto es, el mantenimiento del viejo esquema, reformulado, del modelo centro-periferia.

A. Precedo Ledo (1996), enfoca la problemática del reordenamiento territorial desde una perspectiva de análisis un tanto diferente. Alude de manera clara y directa a la re formulación del modelo centro-periferia y elabora un modelo teórico con visos de coherencia interna para explicar la realidad. Además, evidencia con una referencia empírica al caso de las regiones del sur de Europa, el reforzamiento de los desequilibrios territoriales. En este sentido enuncia los casos que revelan la existencia de una patología representada por: la obsolescencia de áreas industriales maduras de difícil rehabilitación; (1) las barreras de la cultura y la tecnología local; los cambios en la oferta y demanda espaciales de las ventajas comparativas en el nuevo panorama de las relaciones internacionales; las condiciones de infraestructura que se traducen en marginalidad localizacional y frenan la conectividad; la repulsión ocasionada por las economías de aglomeración resultante de la congestión espacial; y la vulnerabilidad y debilidad de las economías urbanas, in crescendo, frente a la progresiva internacionalización tanto del capital y de la producción como de los intercambios y de las decisiones.

El reforzamiento de los desequilibrios territoriales muestra una situación de déficit estructural la cual a escala planetaria representa la verdadera bomba de tiempo cuyo tic tac, a ritmo más apresurado y sonoro que en épocas precedentes, es señal de alarma en el tablero de la nueva geografía económica y política mundial. Como correlato de las disquisiciones teóricas que los autores referidos elaboran para hacerle frente y superarla, destaca como coincidente el imperativo de articular, con la suficiente sinergia y voluntad política de modernización, por parte de los actores claves (locales, regionales, nacionales e internacionales, públicos y privados), una estrategia de desarrollo que integre la planificación económica con la planificación espacial, desde una política orientada, por ejemplo, a:

a) Mejorar la eficiencia en la gestión y organización de todos los recursos involucrados en el proceso.

b) Asignarle la primera prioridad al diseño y ejecución de programas de formación y educación en función de las potencialidades locales.

c) Elaborar los planes de desarrollo regionales con base en: las ventajas competitivas y el compromiso adquirido de quienes participan, además, en su ejecución y evaluación.

d) Elevar la capacidad tecnológica del sistema de producción local ajustando los procesos de innovación al potencial endógeno.

e) Crear el ambiente regional favorable a la multiplicación de las iniciativas locales con el propósito de integrarlas en el nuevo sistema-red conformado por instituciones y empresas del sector público y del sector privado. (Precedo Ledo, 1996).

América Latina: la discusión continúa...

En sentido análogo al planteamiento que hace Precedo Ledo con respecto al reforzamiento de los desequilibrios territoriales en la región del sur de Europa, con base en el informe elaborado por la Comisión de las Comunidades Europeas (1991), las cifras que muestra, por ejemplo, el Informe del Banco Mundial sobre Desarrollo Humano (2002), confirman la existencia de disparidades regionales en materia de desarrollo y la ampliación de la brecha entre los países desarrollados y los países subdesarrollados y, por supuesto, América Latina.

En este ámbito, desde décadas atrás se viene discutiendo acerca de esa problemática, en el marco del desarrollo regional y la planificación, con el objeto de evaluar el estado del arte y aportar salidas, pese al determinismo fatalista que en algunos casos impregna las reflexiones. Demostrativo de ello resultan dos referencias: la primera, de Sergio Boisier (1994); y la segunda, de María A. Cervilla de Olivieri (2001), ambas desde ópticas y campos disciplinarios diferentes pero complementarios en la línea de pensamiento que en este ensayo se analiza.

En efecto, en el primer caso, (La construcción social del regionalismo latinoamericano: escenas, discursos y actores.), de los planteamientos formulados por Boisier, se asume lo siguiente:

a) El comienzo de los años noventa marca el umbral para el otorgamiento de un estatus significativo al desarrollo regional en el proyecto político nacional de importantes países latinoamericanos.

b) Las dos formas institucionales más importantes de generación y difusión de progreso técnico -la corporación transnacional y los aglomerados sinérgicos porterianos son portadores de una desconcentración territorial que busca localizaciones no metropolitanas, sea porque sus actividades se ligan a la manufactura de recursos naturales usualmente periféricos, sea porque requieren de sinergia más fácilmente explotables en regiones y ciudades intermedias.

c) Los territorios, en un contexto contemporáneo donde el Estado se debate entre una apertura externa (la globalización) y una interna (la descentralización), pasan a constituirse en los nuevos protagonistas de la competencia internacional por capital, tecnología y por nichos de comercio.

d) Las regiones están llamadas a convertirse en sujetos de su propio desarrollo, es decir, auto-construirse a partir de un proceso que se desenvuelve en dos vertientes simultáneas y complementarias: una, política, que tiene que ver con el sistema institucional de gobierno; y la otra, social, que busca incorporar a la comunidad, organizándola, cohesionándola y procurando su identidad con la cultura de la región y con los proyectos colectivos.

e) El balance del proceso es deficitario, a juzgar por los éxitos parciales y a veces efímeros que se han obtenido. La contabilización de las fallas apunta a señalar un desfase permanente entre pensamiento y acción en cuanto a política públicas de desarrollo regional se refiere, es decir, una asincronía entre teoría y realidad.

La otra referencia, está más relacionada con uno de los aspectos centrales en los cuales descansa la potencialidad de las regiones para incorporarse en la nueva dinámica del sistema territorial, esto es, la innovación como rasgo distinto para la construcción de ventajas competitivas, en función de los planes de desarrollo que deben adoptar los países subdesarrollados. En este caso, Cervilla de Olivieri (La irmovación como un proceso económico y social algunas implicaciones para el diseño de una estrategia de desarrollo), agrega valor a la discusión y a la literatura que se ha venido elaborando al respecto al pasar revista al planteamiento de un sector importante de autores que abordan el tema. En el marco de la globalización y el carácter nacional de los sistemas de irmovación, alude al estudio comparativo de Freeman (1995) entre América Latina y los cuatro dragones del Este asiático. Allí destaca el hecho de que en los años cincuenta, aquella mostraba ventajas con relación a estos últimos por cuanto disponía de un incipiente nivel de desarrollo industrial; en las dos décadas que siguieron, ambos grupos presentaban un crecimiento relativamente rápido, pero en los años posteriores el contraste es marcado por el crecimiento del producto interno bruto en los países asiáticos a una tasa promedio anual de 8 por ciento, mientras que en la mayoría de los países latinoamericanos (Brasil incluido), dicho indicador fue superior a 2 por ciento. La explicación remite a la introducción de cambios más radicales, particularmente en el área educativa, para reafirmar el rol de ésta en la sociedad del conocimiento y el desarrollo.

Venezuela: ¿Cómo armar el rompecabezas? (2)

El recorrido analítico-bibliográfico efectuado permite detectar que existen un conjunto de aspectos comunes que definen y caracterizan la problemática del reordenamiento territorial (globalización económico-financiera, innovación tecnológica, sociedad-red, desequilibrios espaciales, planificación, desarrollo regional y local, nuevos paradigmas, descentralización, participación, etc.) dentro del esquema teórico denominado la reformulación del modelo centro-periferia, los cuales -a su vez- posibilitan una aproximación a la comprensión del caso venezolano.

En primer lugar, se asume la inserción de Venezuela dentro del sistema capitalista mundial, a lo largo de un proceso histórico que muestra cómo las transformaciones que se producen en el seno de aquel, impactan la dinámica económica, social, política, cultural, tecnológica y, por supuesto, los procesos de reestructuración espacial que igualmente se están operando actualmente en dicho sistema.

En segundo lugar, de acuerdo con las cifras y apreciaciones que arroja el Informe sobre el Índice y Entorno del Desarrollo Humano en Venezuela (1998), «más del cincuenta por ciento de los habitantes del país no logra cubrir sus necesidades básicas y si se ubica la pobreza territorialmente, existen regiones completas donde la miseria y la exclusión constituyen el rasgo predominante» (p. 54), lo cual evidencia la existencia de las disparidades regionales presentes en otras latitudes.

En tercer lugar, aparte de reconocer la existencia de procesos de diferente naturaleza que se entrecruzan en el entramado que configura la problemática territorial, particular énfasis se coloca en el proceso institucional por considerado altamente significativo para el desarrollo en todos sus ámbitos y sectores. Desde este punto de vista, se observa la coexistencia, por ejemplo, de organismos, políticas, planes proyectos, leyes, etc. que en un momento histórico determinado expresan y traducen una voluntad política alrededor del problema sin que los resultados sean los esperados.

En cuarto lugar, el señalamiento anterior conduce a la reseña de una especie de inventario que de entrada consigna -en lo que podría denominarse un proceso de modernización tardía- la existencia de un stock mínimo de instituciones, lato sensu, que fueron creadas y continúan o se mantienen como soporte para el reordenamiento del territorio en función de las demandas que el desarrollo nacional regional y local está planteando. Así, por ejemplo:

La conclusión provisional en tomo a la problemática territorial analizada, apunta en primer lugar, a reconocer que sus expresiones urbano-regionales han cambiado, se han hecho más complejas; y, en segundo lugar, a ratificar que al igual que en otras latitudes, la discusión en Venezuela, traduce: a) preocupación legítima por la persistencia y agudización de las disparidades que ella acarrea, con todas sus consecuencias en, el plano social; b) esfuerzos permanentes de diferentes organizaciones en la búsqueda de aportes para enfrentarla; c) un sistema institucional potencialmente favorable a una política integral más asertiva para el sector; d) por su naturaleza, en el plano regional, la universidad está en condiciones de activar una mayor sinergia en pro del diseño y la ejecución del proyecto político y del proyecto cultural que la situación actual ya futuro demanda.

La universidad y el desarrollo local

Uno de los rasgos que se advierte en buena parte de la literatura que pretende dar cuenta del surgimiento del denominado modelo endógeno, el cual se asume no como alternativo al modelo exógeno sino complementario, es aquel que le asigna un papel clave a la universidad en la nueva red o sistema institucional que se configure para el mejor aprovechamiento y elevación de las potencialidades regionales y locales. (5)

En lo que sigue, se trata de explorar esa relación a partir de referencias específicas, desde una perspectiva crítica y sin pretensiones de exhaustividad, al caso de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado CUCLA). A tales efectos, se juzga de utilidad ensayar algunas respuestas, por lo menos, a dos interrogantes, para orientar las disquisiciones. La primera, es indagar la relación directa entre las ideas y las propuestas que se instrumentan, esto es, a decir de Boisier (1994), cuál es el grado de asincronía entre la teoría y la práctica tratando de mostrar que la política regional en lo territorial no es consistente, ni en el sector universitario, ni entre ambas. La segunda, tiene que ver con la contribución que la universidad ha dado y puede dar a la región para encarar la densidad institucional (6) que el desarrollo requiere.

De acuerdo con Zambrano Sequín (1986) durante el lapso de 15 años (gobiernos de: Rafael Caldera l, Carlos Andrés Pérez l y Luis Rerrera Campins) se promulgaron cinco decretos diferentes en materia de regionalización, lo cual revelaba la inconsistencia e ineficiencia del proceso, mostrando síntomas poco alentadores para el impulso del desarrollo regional, entre otros factores, por la ausencia de voluntad política. Asimismo, a mediados de la década del noventa, en ocasión del Seminario: «Regionalización y cambio económico: una visión comparativa en América Latina», patrocinado por Fudeco/OENCordiplan, a propósito del análisis de la política de desarrollo regional en Venezuela, como parte de los programas de desarrollo regional, el balance evidenciaba: que la mayoría de los objetivos aún no se habían cumplido; que en los documentos conocidos del Plan Macroeconómico anunciado para esa época no se contemplaban alusiones explícitas y precisas a lo regional y, en general, que existían grandes dudas al respecto, en cuanto al futuro (Machado y otros, 1994).

Por otra parte, a la creación de la UCLA (con el nombre de Centro Experimental de Estudios Superiores, en 1962) siguió, en el ámbito regional, el Instituto Universitario Politécnico, creado ese mismo año. Como dato de interés para el análisis no puede obviarse que en el año 1961 es creado el Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes).

La proliferación de universidades se acentuó en las décadas subsiguientes (ver Cuadro N° 1) Y en sus respectivos documentos constitutivos y reglamentos se plasma la idea-objetivo de lo regional como componente teórico que asocia las funciones de docencia, investigación y extensión a contribuciones en órdenes diferentes del desarrollo (cultural, económico, tecnológico, social, etc.). No obstante, en el marco de los estudios acerca de la crisis de la universidad venezolana, aún cuando hay quienes califican este crecimiento como un proceso de «regionalización» (Morles y otros, 2002), se estima que no fue concertado ni entre sí, en el marco de una política universitaria y mucho menos en atención a una deficiente o casi inexistente política oficial en materia de desarrollo regional (de la conexión con la crisis general de las universidades hay varios testimonios). (7)

Cuadro N° 1
Número de universidades en Venezuela

Universidades 1960 1970 1980 1990  2000
Oficiales 5 7 13 16 21
Privadas 2 4 6 15 20
Total 7 11 19 31 41
Fuente: OPSU www.cnu.gov.ve


Adicionalmente a la asincronía: que acá se refiere, vale destacar como en el IX Plan de la Nación (Un Proyecto de País. Cordiplan, 1995) sin lugar a dudas se le asigna relevancia capital a las reformas estructurales de la educación superior; en particular, por ejemplo, se establece dentro de las acciones del quinquenio: «se fortalecerá el rol de las universidades regionales en la dinamización del proceso de descentralización colectiva, generando capacidades locales para gerenciar los cambios» (p. 192). No obstante, una de las decisiones más cuestionadas a ese gobierno fue la eliminación de la figura de Ministro de Estado para la Descentralización, por señalar lo menos.

En la construcción de un nuevo mapa de regionalización que superpone y acerca una visión del desarrollo espacial, territorial y urbano, más integradora de las diferentes instituciones para fortalecer y potenciar los recursos existentes, se aprecia desde el Ministerio de Educación Superior, la definición de una política y de una acción estratégica orientada a la conformación de redes académicas donde las universidades y otras instituciones de educación superior interactúan con otros miembros de la red como son el gobierno regional y local, el sector productivo y la sociedad civil organizada. De hecho, el país se divide de nuevo en regiones, asiento de redes de educación superior, habiéndose conformado, en la actualidad, la Región Guayana, la Región Central y la Región Centroccidental, que incluye a la UCLA. (8) Este tipo de política está contemplada en el documento: «Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, 2001-2007; específicamente conectada con la idea-objetivo del equilibrio social como uno de los grandes ejes orientadores del desarrollo, junto con los demás ejes: económico, político, territorial e internacional.

Red de Cooperación de Educación Superior
(Regionalización universitaria)

1. Región Capital
2. Región Central
3. Región Occidental
4. Región los Llanos
5. Región los Andes
6. Región Nor-Oriental
7. Región Guayana
8. Región Zuliana
Fuente: Ministerio de Educación Superior. Marzo 2002

Es relativamente temprano para una evaluación de los resultados, empero continúa como desideratum: impulsar y fortalecer una política de desarrollo regional y local pensada y ejecutada en términos globales e integrada alrededor no sólo de la universidad en su posible interacción y sinergia con el entorno, sino con el concurso de las demás instituciones, de manera tal que éstas «se constituyen en instancias mediadoras que vinculan las políticas macro con los agentes económicos y sociales a nivel de la comunidad» (Appendini y Nuijten, 2002).




UCLA-Cendes: retomar el sendero

Como se refirió infra, ambas instituciones son creadas en la misma época, al iniciarse el período de reinstauración democrática en el país, a comienzos de la década del sesenta. El balance que muestra el desarrollo instituciona1 del Cendes, en atención a su misión, su visión y sus objetivos, a lo largo de cuarenta años puede considerarse positivo. El caso de la UCLA, en general, forma parte del concierto de las universidades venezolanas, al cual se le aprecian aspectos positivos, en comparación con otros países de América Latina (García Guadilla, 1998). Sin embargo está visión de conjunto contrasta con algunas referencias específicas. Así por ejemplo, en cuanto a la formación de profesionales que la región requiere, continúa ofreciendo las carreras tradicionales con las cuales nació, aún cuando la mayoría de ellas han sufrido ajustes curricu1ares. Lo que sí ha crecido y se ha diversificado en los últimos años es el área de postgrado que ofrecen sus diferentes Decanatos.

Vale reseñar que en el Decanato de Administración y Contaduría, a mediados de la década del setenta se acometió y puso en práctica una reforma curricular importante, tanto a nivel de pregrado existente como el postgrado, que luego se crearía. En ambos casos las teorías acerca del desarrollo y de la planificación y administración de la regionalización tuvieron peso específico. (9) En las modificaciones posteriores a los planes de estudios se fue abandonando progresivamente esta concepción, a tal extremo que hoy por hoy, de manera expresa y formal y como contenido programático no está plasmado en ninguna investigación. (10)

Ante el reto y los desafíos que la realidad plantea a la universidad, algunos esfuerzos están orientados, por ejemplo, en el área de ciencias económicas y sociales, a la creación de carreras como la Licenciatura en Desarrollo Humano. Igualmente por intermedio del Decanato de Administración y Contaduría, desde el año 1996, mantiene un Convenio con la Fundación Escuela de Gerencia Social (FEGS) a través del cual forma Especialistas en Gerencia de Programas Sociales (área de Postgrado)

En este orden de ideas, también adquiere relevancia la firma del Convenio con el Cendes-UCV, mediante el cual se acuerda dictar en la ciudad de Barquisimeto, bajo la responsabilidad académica del Cendes, el Programa de Doctorado en Estudios de Desarrollo, el cual está en ejecución. Se juzga que hay una especie de vuelta o retorna del sendero que originalmente constituyó uno de los postulados de la relación universidad-desarrollo, a los cuales en el área de la formación no se le asignó la debida importancia, con las consecuencias que el balance arroja para la situación actual del país.

De acuerdo con estadísticas recientes, «para el año 2002, en Venezuela se ofrecen estudios superiores a más de 800.000 personas en 145 instituciones de educación superior, las cuales funcionan en 22 ciudades ofreciendo oportunidades de estudio en 563 carreras distintas a nivel de pregrado y en cerca de 200 especialidades de postgrado... En cuanto a la distribución de las carreras según las áreas de conocimiento, parece ser que hubiese una alta correspondencia entre las necesidades de desarrollo nacional (el cual supone altas exigencias del sector tecnológico y del de servicios de la economía) por cuanto la mayor oferta de carreras se refieren a ingeniería, arquitectura y tecnología (un 33,24%) y ciencias sociales y economía (un 38,28%), área en la cual predominan las ofertas de administración, gerencia y economía» (Mortes y otros, 2002).

El contraste entre estos datos y la realidad que se evidencia de las instituciones que ofrecen estudios de postgrado en las áreas señaladas en el cuadro N° 2, parece indicar que se está en presencia de una situación paradójica: formamos un buen número de recursos humanos de acuerdo a las necesidades del desarrollo nacional pero no sabemos a qué tipo de desarrollo nos referimos porque no contamos con un número adecuado de programas de estudio sobre el desarrollo. A nivel de pregrado la oferta de este tipo de estudio es casi inexistente en las instituciones de educación superior. A nivel de postgrado, representa el 0,06% del total de programas que las universidades ofrecen en el país. (No se incluyen programas de universidades extranjeras, por ejemplo, según convenios con instituciones españolas).

Cuadro N° 2
Programas de postgrado en áreas del desarrollo e instituciones que los ofrecen
Programas Institución
Desarrollo Agrario Universidad de los Andes (ULA)
Desarrollo y Ambiente Universidad Simón Bolivar (USB)
Desarrollo de Rec. de Agua y Tierra Universidad de los Andes (ULA)
Desarrollo Rural Universidad Central de Venezuela (UCV)
Universidad Ezequiel Zamora (Unellez)
Desarrollo Social Universidad del Zulia (LUZ)
Desarrollo Urbano Local Universidad de los Andes (ULA)
Estudios del Desarrollo Centro de Estudios del DesarroJlo (Cendes-UCV)
Planif. del Desarrollo (menciones) Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes-UCV)
Planif. del Desarrollo Regional Universidad de Oriente (UDO)
Planif. Física y D° Urbano Universidad Central de Venezuela (UCV)
Sociología del Desarrollo Universidad del Zulia (LUZ)
Fuente: Directorio Nacional de Estudios de Postgrado, CNU.OPSU. CCNEPG, 1997.


La UCLA, el vinculacionismo y el desarrollo regional

Las reflexiones que al respecto se formulan dan cuenta de una visión de carácter un tanto limitada que impidió encarar con mayor grado de asertividad el nivel de complejidad de la dinámica que la reestructuración espacial va generando, en su simbiosis con las diferentes instituciones conectadas con el desarrollo regional. Durante mucho tiempo está visión se ha expresado en las denominadas corrientes del vinculacionismo y el neovinculacionismo. (11) «cuyo formato, confionta, al menos en Venezuela, las mismas dificultades que ha limitado su eficacia en el pasado» (Maragno Gipardio, 2002).

Obviamente, no se trata de restarle importancia al valor agregado de las acciones y decisiones que en esta materia se han realizado y lo que representan para el capital tangible o intangible de la UCLA a lo largo de su desarrollo como institución. En todo caso se considera viable para efectos de una mayor pertinencia social -una manera de enunciar dentro de las modernas teorías educativas la relación que se analiza- soportar sobre las teorías y tesis del desarrollo, (verdadero problema de fondo), las estrategias, políticas, planes, proyectos etc., que puedan diseñarse para reconstruir el nuevo tejido social de la región o localidad.

En la UCLA, al igual que en otras universidades del país, se cuenta con diversos estudios e investigaciones que han trabajado el tema de la vinculación con el sector productivo, las PYMEs, otras instituciones de educación superior y centros de investigación en el ámbito regional (Espósito de Díaz, 1999; Colmenárez, 2001; Reyes V. y otros, 1995), ponderando las ventajas y los inconvenientes presentes en esa relación y formulando recomendaciones para su fortalecimiento.

Se estima necesario transcender la cultura del «vinculacionismo» anidada en la UCLA, sin desconocer su importancia relativa. Uno de los indicadotes a través de los cuales ésta se expresa es, por ejemplo, el número de convenios firmados con instituciones diversas del entorno, en diferentes ámbitos. Desde 1999 hasta marzo del año 2003, se registran 216 convenios vigentes, entre los cuales se tienen con: las Gobernaciones del Estado Lara y del Estado Yaracuy; Alcaldías de ambos Estados; el sector empresarial; universidades (de la región, nacionales e internacionales); centros de investigación (regionales y nacionales); organizaciones no gubernamentales; empresas del Estado; e instituciones públicas locales (Dicori-UCLA. 2003). No obstante, llama la atención: 1) la pronunciada concentración de ellos alrededor de las instituciones universitarias y centros de investigación, lo cual se explicaría por la propia naturaleza de la UCLA. 2) el bajo número de convenios con el sector productivo local, regional y nacional. 3) la existencia de convenios con instituciones de renombre nacional, por ejemplo: Pdvsa, BCV, Cendes, Fonacit, Seniat, Telcel, Oracle, etc. 4) las insuficientes referencias específicas al alcance real y resultados o impactos por la ejecución de cada uno de ellos.

En una línea similar de apreciación crítica se inscriben la función de extensión y su gestión: se reconocen los aportes a la inserción de la UCLA en el entorno regional a través de un conjunto de programas que se ejecutan desde cada uno de los Decanatos y las distintas dependencias. El número de ellos y su localización en la región es importante, (12) pero, dada las circunstancias actuales y los retos planteados, resulta procedente avanzar a un giro de 1800 en la política de extensión con una reorientación hacia lo cualitativo, una integración más efectiva con la docencia y la investigación y una visión mejor fundamentada del desarrollo local, regional y nacional.

La UCLA como empresa regional: errores y rectificación

En sentido estricto, la evolución institucional de la UCLA debería avanzar hacia su incorporación al sector productivo no como observador-promotor del desarrollo regional y local, según el desempeño tradicional o clásico, sino de acuerdo a las tendencias contemporáneas que asume el modelo convencional en términos de su conversión en modelo innovador o emprendedor (García Guadilla. 2002).

La asunción de ese nuevo rol o adopción de la función relacionada con el fomento de la producción y de la prestación de servicios, se inscribe -además- en 10 que ha denominado Vessuri (1995 :345) «la divisoria de aguas en las formas de vinculación del mundo académico con el mundo de los negocios (proceso) que tiene lugar a finales de los setenta y con mayor fuerza en los ochenta».

La UCLA, por intermedio de su empresa rental (Asociucla) vivió una experiencia que culminó en un rotundo fracaso debido a una ineficiente gestión administrativa, falta de supervisión y controles, y una desvirtuación total del proyecto original. (13)

En febrero del año 2001, mediante reglamento, el Consejo Universitario crea el Consejo de Fomento como su órgano asesor en materia de finanzas, economía y negocios. Asimismo, en diciembre de ese año aprueba el Reglamento para la Administración y Control de los Ingresos Propios manejados a través de las Coordinaciones de Negocios. La Junta Directiva actual se instaló e121 de enero de 2002.

En general, del marco jurídico y normativo que regula las actividades de fomento se infiere una visión que intenta darle cierta sistematicidad, coherencia y articulación a la interacción de la UCLA con el entorno productivo, en particular, y con la sociedad, en general. De allí se extrae por ejemplo:

El resultado de la gestión del Consejo de Fomento se tradujo en una generación de ingresos por un monto de Bs. 123.252.464,43, (año 2002), cifra que representa apenas el 1.18% del presupuesto asignado a la UCLA para el año 2003 (Bs. 104.428.609.948.00, según cifras de la OPSU). La ejecución por Decanatos y el número de proyectos se muestra en el Cuadro 3. Dichas resultados porcentualmente son, si se quiere, muy bajos, sin embargo, dadas las potencialidades de los Decanatos de la UCLA, dentro de un esfuerzo sostenido, puede elevarse y cobrar significación en razón de la crónica insuficiencia presupuestaria que tradicionalmente ha enfrentado la UCLA, derivada de la crisis económica estructural del Estado en Venezuela.


La UCLA y la formación en desarrollo regional: líneas de acción

Una referencia paradigmática previa como premisa central, está representada por el denominado modelo de interacción para la organización de la investigación: la Rosa de los Vientos, según el cual se asume aquella como clave de la sinergia para la integración con la docencia, la extensión y el fomento de la producción y prestación de servicios en el ámbito universitario. A nuestro modo de ver, ésta perspectiva, dentro de la misma dinámica del sistema, simultáneamente puede operar para la sinergia que debe generar la UCLA con los demás componentes del sistema Red-Institucional: gobierno local, regional, nacional; sector productivo, organizaciones comunitarias; resto de instituciones de educación superior y cooperativas regionales. El modelo contempla enunciados, tales como:

 

La Rosa de los Vientos de la Investigación

La investigación contribuye a la producción de conocimientos certificados cuya solidez y originalidad son evaluados por la comunidad de especialistas. Esta es la investigación académica la cual engloba, también, tanto las actividades llamadas fundamentales como las ciencias de la ingeniería o la investigación tecnológica de base.

La investigación puede participar en el proceso de valorización económica lo cual conduce a la producción de innovaciones. Estas actividades se inscriben en las estrategias de las empresas para crear ventajas competitivas.

La investigación contribuye a acciones de interés general en los dominios de la salud, el ambiente, el espacio, la defensa, etc. El mecanismo de regulación subyacente no es, ni el aumento dé los conocimientos como tales, ni la creación de ventajas competitivas, sino la producción de bienes colectivos (Bienestar de la colectividad).

La contribución a las actividades de formación constituye para la investigación una salida esencial. Los conocimientos y el saber-hacer elaborados por los investigadores derivan así en saberes de los seres humanos (estudiantes, formación profesional).

La investigación no puede desarrollarse en una sociedad hostil a la ciencia y al progreso técnico. Desde siempre los investigadores se han esforzado en «vulgarizar» sus actividades. A ello se agregan las actividades de experticia del investigador con las cuales hace oír el punto de vista de la ciencia sobre diferentes problemas (polución, normas, ética, etc.).

La Rosa de los Vientos. Modelo de Interacción UCLA - Desarrollo Regional

 

Resulta consustancial y concomitante a la valoración capital que se hace de la educación para con el desarrollo, en términos generales, la ponderación de las universidades y, en este caso de la UCLA, para con el desarrollo regional. El grado de pertinencia social que pueda llegar a alcanzar en gran medida estará determinado por el enriquecimiento del diálogo con su entorno, en proporción simétrica -según lo sugiere la figura de la rosa de los vientos- con cada uno de los demás actores del entramado social. No obstante, vale destacar que «dificilmente se pueda pensar que será ella la institución matriz inicial de un proceso de desarrollo local, ni se puede suponer que por mucha voluntad que tengan sus acciones podrán dar resultados mientras no se lleven a cabo en un contexto más amplio de movilización colectiva y acompañados de otras acciones complementarias definidas en el marco de una política y una estrategia de desarrollo global» (ILPES, 1998: 1 07)

El involucramiento o, para ser más exactos, el empoderamiento de la UCLA con el desarrollo regional, a partir de una estrategia de formación, incluye las siguientes líneas de acción:

  1. Apoyo de las autoridades universitarias
    No basta con el impulso que puedan ofrecer a los programas en educación, formal y continua, los docentes e investigadores comprometidos con la idea del desarrollo regional. La conformación de una masa crítica más amplia pasa por incorporar a la comunidad académica toda, desde la cátedra, departamentos, decanato s y hasta la institución en pleno, a un proceso de concientización que logre cristalizar en una voluntad política de los actores internos (autoridades rectorales, decanos, jefes de departamentos, profesores, estudiantes, etc.) que irradie luego hacia los actores externos (gobierno y «fuerzas vivas» de la región). El capital intelectual, la imagen institucional, cuarenta años de labor hacen que la UCLA sea considerada «patrimonio de los larenses». Ello es importante para un proyecto de desarrollo regional.

  2. Cooperación intra-universitaria
    Las áreas en las cuales realizan sus actividades cada uno de los Decanatos están vinculadas con los recursos existentes y potenciales de la región. No obstante, no existe el grado de articulación y coordinación entre ellas. El abordaje académico de la problemática del desarrollo regional resulta más provechoso si se estructuran: a) Unidades de estudio con un plantel propio de investigadores. b) Una red institucional de cooperación interdisciplinaria.

  3. Cooperación inter-universitaria
    La región es reconocida como polo educativo por el número de instituciones con las cuales cuenta. En el nivel superior, no obstante, ha prevalecido una visión feudal que impide avanzar en un proceso de integración con base en la racionalización de los recursos y programas conjuntos en áreas de convergencia. Las posibilidades de cooperación son múltiples y diversas, por intermedio de: a) Intercambio de docentes e investigadores. b) Convenios para la acreditación y reconocimiento de créditos en la materia. c) Programas de educación continua, conjunto de cursos, talleres, seminarios, etc., de carácter itinerante y asociados a la plataforma del área de extensión con la cual cuenta actualmente la UCLA.

  4. Integración del saber en los planes curriculares
    Las modificaciones de los planes de estudios deben contemplar contenidos específicos relacionados con el conocimiento de la temática del desarrollo regional. La realidad ofrece una multiplicidad de dimensiones y expresiones (culturales, societales, políticas, agrícolas, económicas, tecnológicas, industriales, etc) a partir de las cuales puede crearse y validarse una praxis educativa de mayor pertinencia y actualidad.

  5. Profesionalización de los estudios del desarrollo regional
    La descentralización y la saturación del mercado de trabajo por parte de las carreras tradicionales hacen volcar la mirada sobre posibles ofertas innovadoras por parte de la universidad corno respuestas al entorno. El proyecto de Licenciatura en Desarrollo Humano, corno nueva Carrera de la UCLA, p. ej., constituye una posibilidad cierta de legitimar este tipo de estudios.

  6. Obligatoriedad de la práctica comunitaria al servicio del desarrollo regional
    En el caso de la UCLA, los profesionales egresados del Decanato de Medicina, dada la orientación curricular del perfil de la carrera y la obligatoriedad de la prestación de servicios de salud a la comunidad corno requisito de grado, son reconocidos corno verdaderos líderes sociales. Si ésta práctica se extendiese al resto de las carreras que ofrecen los Decanatos de Veterinaria, Agronomía, Ciencias y Tecnología, Ingeniería Civil y Administración y Contaduría, en un plan concertado con la región, se lograría potenciar el desarrollo y la calidad de vida de la población en un mayor nivel.

  7. Programas de apoyo tecnológico al sector productivo local
    Mediante la infraestructura y los recursos con que cuenta la universidad, particularmente en el Decanato de Ciencia y Tecnología, se considera factible la implementación de éste tipo de programas destinado a elevar la capacidad tecnológica, tratando de ajustar los procesos de innovación en función del potencial endógeno.

  8. Red de investigación sobre el desarrollo regional
    Los programas de doctorado que actualmente se llevan a cabo en la UCLA constituyen un punto de apoyo fundamental para la elaboración de conocimiento sobre la problemática del desarrollo regional. Está en curso una experiencia de estudios de alto nivel en el área del desarrollo orientada a fortalecer la investigación en el campo del desarrollo regional, corno base para la integración con la docencia (pre y postgrado) y extensión, a partir de: a) los proyectos de investigación que se generen específicamente en los programas de doctorado en Estudios del Desarrollo (Cendes); Metodología, Técnicas y Análisis de Desarrollo Regional (Universidad de Sevilla, España); y además en Administración (USM) y otras áreas afines (otras universidades españolas). b) Apoyo institucional del Cipost (Faces-UCV) y del BCv. c) Desagregación de los proyectos, en efecto cascada hacia subproyectos en el IV y III nivel. (referencias para programas de pre y postgrado e investigaciones libres).

  9. Construcción del desarrollo regional a partir del cambio institucional en la UCLA
    En el contexto de cambios que a todos los niveles se producen, la transformación del modelo tradicional bajo el cual está organizada la UCLA constituye un reto clave para el desarrollo regional y local. El costo de oportunidad está sustentado en la decisión gubernamental de otorgarle autonomía plena en razón de la madurez institucional alcanzada, con sujeción al cambio de sus estructuras. He aquí, en términos de Boisier (1994), la vertiente política, simultánea y complementaria a la otra, la vertiente social, a partir de la cual- sinergia necesaria de por medio - puede procurarse la cohesión de la red institucional con la cultura regional y con base en proyectos colectivos para el mejoramiento de la calidad de vida: de la formación en estudios del desarrollo dependerá en gran medida el desarrollo regional. (14)


Bibliografía

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NOTAS

1.- C Legna señala que tratándose de empresas, los cambios tecnológicos de procesos y de organización se extienden o contagian a todas las áreas. El «rejuvenecimiento» es factible por cuanto no hay sectores obsoletos sino gestiones y tecnologías obsoletas.


2.- El título del acápite se inspira a su vez en el texto de Hercilio Castellano Bohórquez pero se limita a la consideración de elementos parciales que forman parte de una realidad que es necesario integrar, pero sin llegar a utilizar la metodología propuesta en dicha obra.

3.- Diario El Nacional. Edición del 22/06/2002. Caracas.

4.- Reseñado en Alianza Social. Directorio Venamcham, 2001, Caracas, p. 7.

5.- Con relación a la disquisición teórica entre desarrollo regional o local, asumimos el criterio de Laureano Lázaro Araujo expuesto en: El desarro110 local y los fondos estructurales (1999), según el cual hay diferentes niveles territoriales del desarro110 (supranacional, nacional, regional y local) que no se contraponen sino que se complementan.

6.- El concepto de densidad institucional incluye, a decir de Andrés Rodríguez-Pose, cuatro aspectos fundamentales: la relación y sinergia interinstitucional, la representación colectiva por numerosos entes, un objetivo industrial común, y finalmente, una serie de valores culturales compartidos. Obviamente nuestra perspectiva desborda lo puramente industrial o económico y se inscribe en lo humano, y en lo social.

7.- Diversos autores en diferentes épocas. V.gr: Gabaldón A. (La enfermedad latinoamericana de la educación superior. 1992); Mayz Vallenilla, E. (El ocaso de las universidades, 1984); Cadenas, J.M. (La universidad entre el apocalipsis y la esperanza, 1996); Yicón, C. (Aspectos críticos de la universidad. 1997); Fuenmayor, T. L. (Universidad. poder y cambio, 1995); García Guadilla, C. (La educación superior en Venezuela: debate en la transición, 1998); González, E. (Evaluación para la reformulación de las instituciones de educación superior. 2001); Morles, Medina y Álvarez (La educación superior en Venezuela. Año 2000. Informe a Iesalc-Unesco. Versión preliminar).

8.- Ver: «Políticas y estrategias para el desarrollo de la educación superior en Venezuela (2000-2006»>. Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Caracas, diciembre 2001. Especificamente la acción reseñada forma parte de la Política 5 (pp. 54 Y 55).

9.- Reseñada en: B, Kliskberg (1983). Universidad, formación de Administradores y Sector Público en América Latina. FCE, México.

10.- En el registro de textos, tesis de grado y trabajos de ascenso perteneciente a la Biblioteca del DAC-UCLA se constató que no existen textos relacionados con el tema de la regionalización (14/03/2003) (Testimonio del autor).

11.- Algunos planteamientos críticos respecto a tales corrientes han sido formulados por autores venezolanos tales como: Amoldo Pirela, Alexis Mercado y Paolo Maragno Gipardio.

12.- Ver: Informe de Gestión. Año 2002. Dirección de Extensión. UCLA. 2003. Barquisimeto (mimeog.).

13.- A finales de la década anterior la empresa fue liquidada comercialmente y el juicio por responsabilidad cursa en los tribunales del Estado Lara.

14.- Pablo González Casanova en la última parte de su texto: «La universidad necesaria en el siglo XXI», en los trazos gruesos de un anteproyecto, señala los objetivos y la relevancia de un Sistema de Ciudad-Universidad.


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