Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352  

Economía de México

Sobre el mito fundacional de Celaya, la guerra contra los chichimecas y connotaciones actuales socio políticas

Ricardo Contreras Soto (Antropólogo)
riconsoto@gmail.com

Se ha levantado en la opinión pública una polémica sobre el posible cambio de nombre del municipio de Celaya y el nombre original que supuestamente un grupo de personas trata de recuperar “Celaya de la Purísima Concepción”. Las reacciones tanto de inconformes como de fieles han generado un efecto social de búsqueda histórica sana sobre los eventos y los documentos de la fundación, para favorecer o refutar esa intensión bajo la “legitimidad histórica” y la originalidad.


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Contreras Soto, R.: “Sobre el mito fundacional de Celaya, la guerra contra los chichimecas y connotaciones actuales socio políticas" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 86, 2007. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/mx/2007/rcs-d.htm


Mito

Un mito (lo define Ruck en Barfield 2000: 358) “Con frecuencia se le usa como término para designar una narrativa puramente ficticia, que muchas veces involucra personas, acciones o acontecimientos sobrenaturales, pero que también encarna ideas populares acerca del mundo natural y de los hechos históricos en una cultura determinada.”

Mito fundacional

La historia ha estado llena de mitos y estos tienen una función cultural. Mientras el mito fundacional permita a una comunidad representar (se) elementos constitutivos o características valorativas que ese grupo desea tener o conservar. Recordemos los mitos fundacionales de Roma con Rómulo y Remo que son amamantados por una loba. Los hijos del sol del imperio Inca. Los aztecas que siguieron por mucho tiempo hasta encontrar a un águila devorando una serpiente, donde posteriormente la serpiente simboliza al intruso. Los mitos no son del pasado, la Alemania de Hitler contaba con todo un aparato de propaganda nazi, actualmente los norteamericanos tienen mitos fundadores en la tentación de instaurar un imperio en nombre del paraíso. Los mitos fundacionales tienen efectos culturales en la auto percepción de las identidades, también pueden ser etnocéntricos que fortalecen de manera supra humana la identidad de sus miembros (Fromm en el Miedo a la libertad se refería a ellos como elementos del narcisismo social). En otros de los casos tienen un efecto político ideológico en la percepción de las otras culturas (alteridad) como amenazantes, legitimizantes, dominantes, etcétera. Al interno pueden generar según el caso elementos valorativos de ciertas características “positivas” de sus miembros: democráticas, creativas, participativas en una especie de nuevo contrato social. Uno de los problemas del mito fundacional es que hace una especie de tabla rasa con el pasado histórico, es decir genera la sensación de que a partir de la fundación empieza realmente a vivir una sociedad, este es uno de los problemas graves que veo en toda esta disputa, el desconocimiento de otros actores y procesos sociales.

Mito fundacional de Celaya

Pensaríamos que unos pobladores de buenas intensiones fundan la villa de nuestra señora de la Concepción de Zalaya, y que en comunión se ha vivido armónicamente, sin conflictos, ni desigualdades, por los siglos de los siglos… La iconografía es más sugestiva se ven los nuevos pobladores y sacerdotes de la ciudad debajo de un mezquite y arriba la virgen. Si nos atenemos solo a estos elementos (el nombre y el blasón, la firma de la fundación por parte del virrey, los primeros pobladores, etcétera, desconoceríamos el contexto – entramado histórico de esta “fundación”.

Contexto histórico en el sistema mundial de la conquista

Se trata de la conquista de “América” en la instauración de la Nueva España, y que el episodio de la fundación de Celaya esta en un proceso de expansión para consolidar la colonia del imperio español y por lo tanto someter a algunos de los pobladores originarios, enriquecer su economía y fortalecer su poderío en el sistema mundial de imperios mundo en la fase inicial de la carrera “mercantilista”.

Primer momento: establecimiento de presidios y estancias

En este proceso se de expansión hacia el norte en la primera etapa, era necesario establecer presidios que tienen como finalidad abastecimiento logístico de víveres y otras materiales necesarios, comunicaciones, afincarse poblaciones e instituciones (ver Alberro 2004:283). Existen varios grupos indígenas en la llamada frontera norte-central de mesoamérica que de acuerdo a diferentes momentos históricos poblaron, en el momento de la conquista: al noroeste zacatecos, cazcanes, al norte guachichiles, guamares al centro, al noreste pames, al sureste tarascos, al sur oeste otomíes y en la mayor parte chichimecas - teochichimecas (ver Wright 1999, también a Blanco, Parra y Medrano 2000). En esta primera fase no hay mucha resistencia en el proceso de colonización por parte de los indígenas, ya que muchos aceptaron quedar en la encomienda y ser evangelizados.

Segundo momento: La plata y la guerra

En un segundo momento acontece un evento que detona más violencia con las poblaciones indígenas de estas regiones: el descubrimiento de la plata en Zacatecas (1946-1950) y posteriormente en Durango, Fresnillo, Chalchihuites, San Luís y Guanajuato (1952-1956). Esto produce (siguiendo la exposición de Blanco, Parra y Medrano 2000) una serie de cambios acontecen en las relaciones con los indígenas ya que se requería mano de obra disponible en la primera fase para explotación en la construcción de las villas y para la agricultura y obras hidráulicas de los españoles a través de la encomienda, pero en la segunda fase para la minería en forma de esclavos. En 1542 y 1543 hubo leyes que prohibieron la esclavitud (por lucha de humanistas en el debate ético y autocrítico de la conquista), pero los requerimientos de la expansión minera y de otras actividades económicas, la ambición, el “recurso” del trabajo forzado indígena y la acusación de los levantamientos y el comportamiento de los “salvajes” obligaron a derogar bajo presiones esas leyes. El proceso de colonización se hace más violento ante la resistencia de los teochichimecas que tuvo como efecto la guerra de 50 años aproximadamente con los indios del norte (1550-1600). Entonces Celaya se edifica como lugar de abastecimiento de la región y de guarnición (especie de fortaleza) o protección a las caravanas de las rutas del centro a estas zonas mineras, dentro de esta guerra en 1570-1571.

Resistencia indígena

Los indios de la región ya conocían los métodos de sometimiento españoles, se rebelan. Los guachichiles atacaron rebaños, a pastores y caravanas en San Felipe, los guamares atacan estancias ganaderas en la sierra en 1551, entre 1550 -1560 se dedicaron a cazar ganado y asaltar los caminos por donde transportaban mercancías a las minas. De 1560 a 1570 comenzaron a atacar poblados españoles, en un proceso de aprendizaje originado en el mestizaje cultural, los que estuvieron presos, o a los que los educaron los frailes, montaron caballo, hicieron ataques nocturnos y usaron espías. Aparte de sus experiencias con la destreza en el manejo del arco y las flechas, especie de macanas y de la lucha corporal, así como la intimidación a los españoles por la pintura facial y corporal, los gritos y cantos bélicos, por la agresividad de esos “bárbaros”. Posteriormente se enseñaron a utilizar espadas y arcabuces. La adaptación de los indios al medio ambiente que permitía estar más habilitado en cuanto a limitación de agua y alimentos, así como el conocimiento de la región. A finales de 1561 causaron grandes daños los chichimecas, mataron más de 200 españoles y 2000 indígenas aliados en los caminos de Guadalajara, Michoacán y de México hacia el norte. Las tácticas esclavistas estimulaban el odio de los indígenas.

Estrategia ofensiva de los conquistadores

En la conquista los factores militares fueron determinantes con base en la violencia física, se apoyaba en tecnología bélica, ejércitos preparados, tácticas, planes, etcétera. Asistidos como efectivos por indígenas que participaron por conversión religiosa (en el caso de Querétaro), por acuerdo, privilegios (sobre todo dirigido a los principales o caciques, como es el caso de las ofertas a los otomíes contra los chichimecas) o viejas rivalidades con otras tribus (como los tlaxcaltecas con los aztecas).

Una de las estrategias más efectivas fue la conquista espiritual: fomentar la religión católica a los grupos indígenas incorporando en sus habitus más profundos la subordinación. Junto a esto todo un arsenal de ejércitos religiosos, arquitectura monumental (templos erguidos como un ojo que todo lo ve), la construcción de templos y conventos permitieron la reproducción en el lugar de los ejércitos religiosos, el avance misionero, la presencia de una de las instituciones coludidas al imperio español y del control regional de poder cultural, tácticas didácticas: imágenes, rezos, penitencias en órdenes de autocontrol, ritos, cantos, bautismos, matrimonios, nombramientos de territorios en fundaciones con afiliaciones de santos y vírgenes (San Juan, San Luís, Purísima Concepción, etcétera).

Instituciones que iban consolidando de manera organizada el poder geopolítico de la colonia en la organización territorial.

Indios sujetos a la corona por medio de la encomienda religiosa, articulada a la vez al usufructo del trabajo económico y de su tributo.

Asentamientos españoles pueblos y villas que dieran presencia, representación y orden al imperio y que a la vez fueran consolidado circuitos de ruta y área. Promoción y concesiones generosas de presidios a colonizadores que emprendieran actividades económicas: agricultura (grandes extensiones de tierra) y ganadería. Lugares que permitieran congregaciones bajo el mando de colonos españoles de sitios fijos a poblaciones de indios nómadas y semi nómadas para que estos estuvieran dispuestos a trabajar en las duras condiciones que se les imponía.

Se trató de confrontar los grupos asentados de poblaciones indígenas de la región, por ejemplo entre los otomíes y los chichimecas. Despojo de tierras a los indígenas.

Importación de indios de otras regiones, para abastecer los requerimientos de mano de obra, ejemplo indios tarascos y otomíes.

Los “facilitadores” de una estrategia semejante es que los indígenas docilizados enseñaran a los indígenas salvajes como convivir con los españoles es el caso de los tlaxcaltecas con los chichimecas. En 1591 se trasladaron 400 familias tlaxcaltecas para fundar asentamientos en el norte. De esta forma indios de Tlaxcala, Huejotzingo y Cholula se establecieron en Celaya.

Política de aniquilamiento físico (exterminio) o 13 años de esclavismo, así como el sometimiento cultural contra los indios rebeldes.

En 1576 habían sido llevados más de 6000 chichimecas en calidad de esclavos a la provincia de México. El tráfico de esclavos chichimecas fue muy rentable en 1580 un indio o india costaba entre 80 y 100 pesos.

Compensaciones a los indios pacificados y congregados se les dio artículos como ropa, carne y maíz en el proceso denominado “paz por compra”. El efecto de incluir en la dieta carne, fue lo que en parte transformó sus hábitos de consumo y se volvieron consumidores dependientes de estos productos. El abasto fue temporal.

Otras de las estrategias es el fomento y adicción inducida del alcohol que el mismo español le proporcionaba.

Para una reinterpretación del mito

En el mito fundacional no están los indios revindicados, la alusión implícita a la conquista nos hace un pueblo dependiente, desigual, muestra injusticia (por las omisiones) y toda la representación desmontada en el marco histórico no fortalece nada, más que a la religión institucional, al autoritarismo y a la fe dogmática. Divorcia el imaginario colectivo, ya que este se crea y se recrea en el pensamiento popular histórico y no en la ideología inducida con controles en el margen de interpretación desde arriba. Sin otro elemento más de sociedad deseable y conciente. El milagro de este suceso paradójicamente es el efecto crítico que generó para repensar nuestra cultura y nuestro compromiso.

Connotaciones actuales socio políticas dentro del cambio del nombre

Las diversas connotaciones y el entramado simbólico y político de este debate reviven pugnas latentes y despiertan pasiones sociales y sospechas por las diversas aristas que toca el problema, directamente y tangencial:

1. Sobre las opiniones actuales en torno a la relación iglesia – estado.

2. Reflexiones sobre el catolicismo institucional- religiosidad popular.

3. La Colonia y su herencia cultural.

4. La Independencia y su herencia cultural.

5. La Reforma y su herencia cultural.

6. La guerra cristera y su impacto en el estado de Guanajuato.

7. El fanatismo religioso y la manipulación. (Desentrañar los dispositivos).

8. La derechización de la sociedad en un ambiente de miedo inducido.

9. El nuevo partido humanista de herencia sinarquista.

10. Los yunques su influencia y las posiciones ideológicas - políticas.

11. La denominación de Fox como copresidente de la Internacional Demócrata del Centro (antes Internacional Demócrata Cristiana).

12. La propuesta de algunos eclesiásticos de modificar el artículo 130 constitucional y ahora la sugerencia e insinuaciones del representante de Roma en México.

13. La vinculación ideológica y confusa entre creencia religiosa, clero y gobierno.

14. Los usos de dios en las nuevas guerras santas y el neo oscurantismo.

15. La importancia del multiculturalismo religioso y la libertad de credo.

16. La evaluación critica cultural de las religiones en México.

17. El autoritarismo cultural.

18. El compromiso de las iglesias sus ministros o padres con los pobres y la liberación. Fraile Bartolomé de las Casas, Vasco de Quiroga, Miguel Hidalgo, Morelos, Samuel Ruiz, Chinchachoma, Méndez Arceo, etcétera.

19. ¿Que se busca? El acriticismo, la censura y el orden de la ignorancia.

20. ¿Que cambios éticos son necesarios?, sin que se vuelva el discurso moralina retrograda.

21. ¿Cómo celebrar algo que aniquila la memoria?.


Fuentes

Alberro, Solange (1988). Inquisición y sociedad en México 1571-1700. Fondo de Cultura Económica. México.

Barfield, Thomas (editor) (2000) Diccionario de antropología. Primera edición en español. Siglo XXI. México.

Blanco Mónica, Parra Alma y Medrano Ethelia. (2000) Breve historia de Guanajuato. Fondo de Cultura Económica y Colegio de México. México.

Wrigth, David, C. (1998). La conquista del bajío y los orígenes de San Miguel Allende. Fondo de Cultura Económica. México.

 


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