Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra (CV)
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Las movilizaciones, suscitada es Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, con otras características en Cochabamba, La Paz y otras del interior por el problema de las “autonomías”, el respeto a la ley y a la constitución (2/3), muestran la polarización y radicalización de la lucha de clases, que sostienen las fuerzas sociales que se encuentran en pugnan por el control del poder; lucha en la que, la oligarquía logró simpatía y fortaleza en virtud a que sus movilizaciones las hizo bajo el manto del respeto ala legalidad e integridad nacional.

La declaratoria de la asamblea constituyente como originaria, sin tener la fuerza social suficiente (53.6% del voto electoral), políticamente significó que el MAS pretendió tomar el poder por la vía democrática, utilizando un órgano de poder que no controla además de forzar a la asamblea derivada a cumplir una función que no la tiene (crear un nuevo Estado y elaborar y aprobar una nueva constitución). Pretensión que la derecha lo rechazo lenta, organizada y audazmente con sus movilizaciones y fuerza social a la que reagrupo, organizó y fortaleció luego de su derrota electoral (2005) gracias a los errores políticos en el que incurrió la dirección del MAS.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: Atahuichi Salvatierra, R.T. “La Constituyente y el error político del MAS" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 73, 2007. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/bo/

El error político – pretender declarar la asamblea derivada como originaria – que cometió la dirección del MAS fue aprovechado eficientemente por la oligarquía por que ella , tubo el argumento legal necesario para justificar su oposición sediciosa destinada a federalizar el Estado y a desmembrar el país, objetivo que persigue y en el que avanza gradual y sistemáticamente, mientras el MAS se pierde en discusiones intrascendentes que le permite ganar tiempo para planificar, organizar e intervenir, en el momento adecuado, en busca de nuevos éxitos y ganar simpatía en la población, particularmente, de la pequeña burguesía urbana. El gobierno tiene que entender que mientras más tarde en enmendar su error mas organizada y vigorosa estará la oposición.

La ofensiva de las fuerzas neoliberales no solo mostró su capacidad de movilización sino que, también, puso al MAS en la situación de decidir si mantiene su error o lo corrige.

La constituyente, la abrogación del DS 21060 que estableció la política neoliberal que casi destroza el Estado revolucionario emergente de la revolución nacional de 1952; la nacionalización de los hidrocarburos y su industrialización con el fin de vender productos acabados con valor agregado (evitando vender el gas como materia prima); la recuperación de las empresas capitalizadas y el de los recursos naturales en favor del Estado fueron las ideas centrales del compromiso electoral masista que, el pueblo, respaldó con el objeto de enfrentar a la oligarquía antipatria. Apartarse de ese programa es otro error del gobierno que ha de traer repercusiones trascendentales en el proceso de la revolución nacional.

Las transnacionales, la oligarquía y el imperialismo a pesar de ser derrotados en las elecciones no perdieron el poder e iniciaron el proceso de desgaste político del MAS con el objeto de recuperar el gobierno y continuar con la aplicación de la política neoliberal. La capacidad de movilizar a más de un millón de personas, muestra, que la oligarquía y sus partidos van logrando su objetivo gracias a la política del MAS.

Si el imperialismo en el momento no actúa con violencia y en forma radical es a consecuencia de que el gobierno no constituye un peligro inmediato a sus intereses por que su política conciliadora, aplicada, favorece a los planes del neoliberalismo. El MAS está resultando un “gerente de Estado” que administra en forma eficiente la estructura, económica, política, jurídica y social emergente del DS 21060 puesto que los cambios que hizo en el aparato del Estado no afectan el modelo neoliberal. Por Ej. las disposiciones jurídicas adoptadas en los último 20 años que consolidaron el modelo neoliberal se encuentran en plena vigencia, con excepción, de las modificaciones hechas a la Ley General del Trabajo (Art. 15), ley INRA y a la ley de hidrocarburos.