Observatorio de la Economía Latinoamericana


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352 Vea aquí los números más recientes.

  Economía de Argentina

 

LA EDUCACIÓN ECONÓMICA DE LOS ARGENTINOS

Diego Fernández (CV)
www.estudioft.com.ar
diego@net-g.com.ar

Los argentinos somos unos malos educados... si señor!

En materia de economía estamos así porque así hemos sido educados, mal educados y hoy vemos todo del color del cristal con que nos enseñaron a mirar y lamentablemente no es el cristal que debemos utilizar si queremos seguir los principios de nuestra constitución nacional de 1853.

A mi en la facultad me enseñaron muy poco de Adam Smith y de David Ricardo y en cambio en aquellos lejanos tiempos de los setenta me obligaron a estudiar el manifiesto comunista y hasta en un examen me aplazaron porque tuve el tupé de mencionar la palabra mercancía!! Se dan cuenta? , mercancía que era una palabra capitalista! como podía yo cometer semejante herejía! - y de nada sirvieron mis humildes argumentos explicándole a aquella doctora que los Fenicios ya eran mercaderes cuando el capitalismo no había nacido.

Y Don Aldo que por allí sigue con su plan Fénix era algo así como nuestro ídolo económico con aquello de vivir con lo nuestro.

Los Años pasaron y vino el primer presidente constitucional y nos repartió constituciones y allí con el tiempo me fui enterando que hubo en nuestro país un economista sobre el cual nunca me hablaron en la facultad y que sin embargo es leído en todo el mundo como un gran economista y que este muchacho se llamó Juan Bautista Alberdi. Y también me fui enterando que había escrito en 1854 un libro en el que explicaba el plan económico de la República implícito en nuestra Constitución Nacional .

Busque aquel libro hasta el cansancio pero no aparecía por ninguna parte, nadie me daba noticias de él, hasta que hace apenas unos meses y gracias a la Internet, al fin lo encontré, se llama Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina  según su Constitución de 1853.

Al leerlo nos damos cuenta que el cristal con que hemos mirado los aspectos económicos de nuestra Nación, generalmente ha sido el equivocado, nos guste o no lo que el Señor Alberdi dice es lo que nuestra constitución manda!.

“Al legislador, al hombre de estado, al publicista, al escritor, solo toca estudiar los principios económicos adoptados por la Constitución, para tomarlos por guía obligatoria en todos los trabajos de legislación orgánica y reglamentaria”.

Ellos no pueden seguir otros principios ni otra doctrina económica que los adoptados por la constitución pues de lo contrario estarían aplicando otra que no existe.

“Ensayar nuevos sistemas, lanzarse en el terreno de las novedades, es desviarse de la Constitución en el punto en que debe ser mejor observada, falsear el sentido hermoso de sus disposiciones y echar al país en el desorden y en el atraso, entorpeciendo los intereses materiales, que son los llamados a sacarlo de la posición oscura y subalterna en que se encuentra”.

Sí!. “a la Escuela de Adam Smith a esa escuela de libertad pertenece la doctrina económica de la Constitución Argentina y fuera de ella no se deben buscar comentarios ni medios auxiliares para la sanción del derecho orgánico de la constitución” dice Alberdi. Por que entonces? hemos sido y seguimos actuando y educando en opuesto sentido en nuestro país?

“Cual es la necesidad Argentina de carácter público que no dependa de una necesidad económica?”

El país necesita caminos, puentes, canales, hospitales, etc.

“Para alcanzar el goce de esos bienes, ¿Qué ha hecho la constitución Argentina? – Estudiar y darse cuenta de los manantiales de la riqueza; y guiada por los conceptos de la ciencia, que ha demostrado la naturaleza y lugar de esos orígenes, rodear de garantías y seguridades su curso espontáneo y natural”.

Esto decía Alberdi en 1854. pero nosotros en 2002 hicimos bolsa esos principios y destruimos la seguridad jurídica Argentina.

“Nuestra Revolución de Mayo abrazó la libertad económica, porque ella es el manantial que la ciencia reconoce a la riqueza de las naciones” , -por que entonces hoy renegamos y nos enojamos con la sola mención de la palabra liberalismo? Pues porque hemos sido mal educados.

Y como hacemos ahora para cambiar de pensamiento si queremos estar en sintonía con nuestra constitución?.

“La Riqueza es hija del trabajo, del Capital y de la Tierra” dice Alberdi al explicarnos el plan económico de la república y se pregunta -“Quien hace la riqueza?, -Es la Riqueza obra del Gobierno?, -Se decreta la riqueza?” Y se responde, el Gobierno tiene el poder de estorbar o ayudar a su producción, pero no es obra suya la creación de la riqueza.

Sin embargo los Argentinos del Siglo XXI seguimos mirando para el otro lado y pretendemos generar y distribuir la riqueza por decreto.

Se preguntaba Juan Bautista, Que exige la riqueza de parte de la Ley para producirse y crearse? Y se respondía, Lo que Diógenes exigía de Alejandro; Que no le haga sombra!.

“La Riqueza no nace por nacer, tiene por objeto satisfacer las necesidades del hombre que la forma. Una vez que la riqueza existe ocurre averiguar como se reparte o distribuye entre los que han concurrido a producirla, Para esto es producida!; y si el productor no percibe la parte que corresponde a su colaboración, deja de colaborar en lo sucesivo, o trabaja débilmente, la riqueza decae y con ella la prosperidad de la Nación . Luego es preciso que se cumpla la Ley Natural que hace a cada productor dueño de la utilidad o provecho correspondiente al servicio de su trabajo, de su capital o de su tierra, en la producción de la riqueza común partible”.
“Que auxilio exige de la Ley el productor en la distribución de los provechos? – El mismo que la producción; la más completa libertad del hombre; la abstención de la Ley en regular el provecho, que obedece en su distribución a la justicia acordada libremente por la voluntad de cada uno.”


“El consumo es el fin y término de la riqueza que tiene por objeto desaparecer en servicio de las necesidades y goces del hombre o en utilidad de su propia reproducción, de aquí la división del consumo en improductivo y productivo. Distinguensé igualmente los consumos en privados y públicos. La Ley nada tiene que hacer en los consumos privados; pero puede establecer reglas y garantías para que los consumos públicos o gastos del Estado no devoren la riqueza del país, para que el Tesoro Nacional destinado a sufragarlos, se forme, administre y aplique en bien y utilidad de la Nación y nunca en daño de los contribuyentes. El conjunto de estas garantías forma lo que se llama El Sistema Rentístico o Financiero de la Confederación.”

Si queremos como Nación tener un rumbo económico debemos obedecer el mandato constitucional nos guste o no a nosotros los ciudadanos y les guste o no a nuestros representantes en el manejo de la manija.

Solo cuando logremos que la intervención del estado en la producción, distribución y consumo de la riqueza pública y privada se reduzca pura y sencillamente a garantizar su más completa independencia y libertad habremos alcanzado la buena educación económica.

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