CIENTÍFICO - TEÓRICO - ESTADÍSTICO - COMERCIAL JURÍDICO - SOCIOLÓGICO
 
RECOPILADO POR EL PROFESOR MANUEL SERRA MORET

 

L

 

 

LIABILITY

En plural liabilíties, es una palabra inglesa de uso muy general que significa carga, peso, responsabilidad, obligación. En contabilidad significa un pasivo y, en casos concretos, la hoja o columna de cargo en la que consta el dinero o su equivalente que el tesorero o depositario tiene en su poder y por el cual es directamente responsable. En general, es todo lo que puede exigirse legalmente y otro está obligado a ceder o a cumplir.

 

LIBERADO

Que ha sido puesto en libertad o eximido del pago de una deuda o del cumplimiento de una obligación. Acciones liberadas son los títulos emitidos por sociedades o compañías que se dan por totalmente pagados porque ha sido satisfecho el importe de las mismas en dinero o en servicios.

 

LIBERALISMO

Orden de ideas o conjunto de principios y doctrinas que suponen a la razón individual absolutamente libre. Desde el punto de vista filosófico, el liberalismo considera al hombre desvinculado de toda coacción religiosa y del temor a lo sobrenatural, principio que mantiene con respecto al Estado, al cual considera una asociación voluntaria de los hombres, libre de compulsiones que no se deriven del pacto democrático que va implícito en su misma constitución. La igualdad entre todos los hombres y la participación del pueblo en la organización y ejercicio del poder, o sea la democracia funcional y activa, son los postulados básicos del liberalismo político que tuvo su mejor exponente en la Revolución francesa de 1892. Napoleón frenó al liberalismo con su cesarismo inteligente, pero contribuyó enormemente a la difusión de sus principios. Entre sus muchos exponentes se han destacado los grandes escritores Constant, Roger-Collard, Guizot y Tocqueville.

El liberalismo político y filosófico francés tuvo sus derivaciones en el campo de la economía, y en Inglaterra particularmente halló expresión en las doctrinas enunciadas por Adam Smith y los llamados clásicos que propugnaron el libre juego de las fuerzas económicas sin intromisiones absolutistas. y extrañas. La vinculación de los programas políticos en las ideas económicas se ha manifestado desde Bentham a Cobden, quien dio al liberalismo un barniz de acentuado racionalismo. El liberalismo francés y el inglés se completaron y fue gracias a esta doble dinámica que sus corrientes se extendieron a todos los países de Europa y América como lo concibiera el gran idealista Thomas Paine, el insigne autor de The Rights of Man. En el liberalismo se fundó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776 y en él, se han fundado los principios que inspiran las constituciones de todas las Repúblicas americanas.

Liberalismo en economía ha sido sinónimo de libre concurrencia y ausencia de restricciones y regulaciones por parte del Estado. En otro sentido, se entiende por liberalismo, generosidad en los tratos y prodigalidad en la distribución de bienes sin esperar compensación o recompensa.

 

LIBERTAD DE COMERCIO

En las constituciones de todos los países modernos consta el principio de que todos los ciudadanos son libres para comprar, vender y permutar los objetos de su pertenencia o aquellos que a tal efecto les hayan sido confiados, salvo escasas restricciones impuestas por la ley. Entre los innumerables obstáculos que se oponían al libre ejercicio del comercio en la Edad Media y las muchas facilidades que existen hoy, media un abismo, aunque en los últimos años se ha observado una regresión en el sentido restrictivo, particularmente en el comercio internacional. La ingerencia de los Poderes públicos en la regulación del comercio es sin duda responsable de muchos retrasos en el desarrollo de la producción, pero esta tendencia sólo puede corregirse si llega a imponerse una inteligencia internacional y se hace una mejor división del trabajo y la producción y una más equitativa distribución de la riqueza, permitiendo el libre acceso de todos a las materias primas y el libre tránsito por mares y aire, tal como se proclama en la Carta del Atlántico.

 

LIBRA

Medida de peso que se usó en muchos países, particularmente en los de la península ibérica. La libra de Castilla valía 460 gramos, y la de Cataluña 400. La primera se dividía en 16 onzas y la segunda en 12. Todavía se usa esta medida de peso en Gran Bretaña, donde equivale a 0.4536 kilogramos, y en los Estados Unidos, donde equivale a 0.37324.      .

La libra esterlina es la unidad monetaria de Gran Bretaña, Eire, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Sudafricana. Se divide en 20 chelines, y el chelín en 12 peniques. Su valor a la par es de 8.2797 dólares, pero su conversión fue suspendida en 21 de septiembre de 1931 en Gran Bretaña y Eire. En Australia se había establecido el control de cambios en 17 de diciembre de 1929. En En Nueva Zelanda la suspensión de la conversión se hizo en 5 de agosto de 1914, y en la Unión Sudafricana en 28 de diciembre de 1932. El signo de la libra esterlina es £, y el de la libra de peso lbs. En Turquía, 100 piastres constituyen una libra y en los negocios se usa indistintamente una y otra unidad monetaria.

 

LIBRADO

La persona a cuyo cargo se gira una letra de cambio. El Código de Comercio argentino en sus artículos del 636 al 651 trata "De las personas a cuyo cargo se giran las letras y de la aceptación".

 

LIBRADOR

La persona que gira o expide un instrumento de crédito, especialmente una letra de cambio o un cheque. Bajo el epígrafe "De las obligaciones del librador", se ocupa el Código de Comercio argentino de la letra de cambio en sus artículos 616 al 623, y en los 803, 805, 806, 808, 810 y 814, por lo que respecta a los cheques.

 

LIBRANZA

Se llama así a la orden de pago, que ordinariamente se expide por una simple carta, contra aquel' que tiene fondos o valores de propiedad del expedidor. En su esencia, la libranza es idéntica al cheque, si bien existe entre ambos diferenciación en cuanto a la forma ya los efectos en el caso de que la orden de pago no pueda ser hecha efectiva.

 

LIBRAR

    Girar o expedir letras de cambio, cheques u otras órdenes de pago a cargo de quien tiene fondos del que gira.

 

LIBRE-CAMBIO

En el pasado siglo se hablaba mucho de libre-cambio queriendo indicar libertad absoluta de comercio y, sobre todo, la supresión de trabas e impuestos de aduana que dificultan el comercio internacional. En el orden interno, el libre-cambio se ha impuesto, ya que en ningún país moderno existen trabas al comercio entre una y otra región de un mismo Estado. Pero hoy el libre-cambio clama contra la desaparición de trusts, monopolios y cartels, en el orden interno e internacional, tanto como por la supresión de barreras aduaneras y los sistemas proteccionistas que han, prevalecido en las últimas décadas y han reducido enormemente el comercio exterior.

 

LIBRE CONCURRENCIA

Si el libre cambio no ha pasado de ser una aspiración de los partidarios de las doctrinas clásicas, la libre concurrencia se ha mantenido siempre en las esferas del mito. El principio es que todos los hombres tengan igual acceso a todas las cosas, y que todos los productos puedan llegar a los mercados en condiciones de igualdad, sin otras diferenciaciones ni cortapisas que las que se deriven de su propia naturaleza. Aunque en teoría es así y las leyes suelen garantizar la igualdad ante ellas mismas, la libertad de trabajo, el libre ejercicio de las profesiones y la libertad de producción y de comercio, en la práctica, las condiciones sociales por un lado, y .las disposiciones legales por otro, sumadas a las combinaciones, privilegios adquiridos y dominio de medios económicos, hacen de la libre concurrencia una figura retórica o una aspiración de las escuelas liberales difícil de realizar.

 

LIBROS

La historia del libro se remonta a las tablas caldeas o sumerianas de barro de 7000 años atrás. Vino después el rollo egipcio de papirus, que primero se extendía para ser leído y después se produjo en hojas recubiertas con piel. Hasta la invención de la imprenta, los libros eran escritos a mano y se hacían copias por profesionales, algunos de los cuales eran verdaderos artistas. Los monjes solían dedicarse a ese arte durante la Edad Media. Los primeros libros impresos datan de la segunda mitad del siglo xv, distinguiéndose las ediciones Aldine de Venecia en 1494. Hoy se producen los libros por millones. El país que ha superado a todos los demás ha sido la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que en 1937 produjo 571 millones de ejemplares y en 1939 excedió los 700 millones, o sea más que Gran Bretaña y los Estados Unidos juntos. Entre 1917 y 1937 se vendieron 32 millones de ejemplares de las obras de Gorki, 19 millones de las de Pushkin, 14 millones de las de Tolstoi y 11 millones de las de Checkov. Sin embargo, desde que empezó la guerra, la venta de libros ha crecido enormemente en Gran Bretaña y los Estados Unidos. En este último país se vendieron 20 millones de ejemplares de bolsillo en 1942 y 35 millones en 1943. El libro barato se vende mucho, especialmente entre los conscriptos, habiéndose modificado el porcentaje que en 1930 había establecido la encuesta de la Oficina Internacional del Trabajo de que, entre cien familias, con ingresos de 1.711 dólares  al año, se destinaban 12.06 a diarios y revistas, y sólo 0.20 a libros.

En la República Argentina la producción de libros ha ido también en aumento en estos últimos años debido, en gran parte, al descenso experimentado por España a causa de la guerra, de 1936-39. De los 15 millones de ejemplares editados en 1942, 10.675.000 se destinaron a la exportación, siendo los mejores clientes, México con 2.454.000 ejemplares, Uruguay con 982.000, Venezuela con 922.000, Colombia con 914.000, Perú con 913.000, Chile con 911.000 y Bolivia con 788.000. México y la Argentina se reparten hoy el mercado sudamericano. En los Estados Unidos, durante el año 1941, se editaron 9337 obras nuevas y se hicieron nuevas ediciones de 1775 libros anteriormente publicados.

 

LIBROS DE COMERCIO

El Código de Comercio argentino se ocupa de los libros que deben llevar los comerciantes e industriales, en sus artículos del 43 al 67, estableciendo que "todo comerciante está obligado a tener libros de registro de su contabilidad y de su correspondencia mercantil. El número y forma de esos libros queda enteramente al arbitrio del comerciante, con tal que sea regular y lleve los libros que la ley señala como indispensables" (artículo 43). Estos libros son, según el artículo 44, el "Diario", el de "Inventarios" y el "Copiador de cartas". En los artículos restantes se detalla el modo de llevar estos libros, forma que deben guardar, legalización de los mismos, valor probatorio y obligatoriedad de su conservación por parte del comerciante.

 


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