Contribuciones a la Economía


"Contribuciones a la Economía" es una revista académica con el
Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas
ISSN 1696-8360

 

DE “EL PROXIMO ESCENARIO GLOBAL” DE KENICHI OHMAE UNA BREVE RESEÑA DE SU CONSTRUCCIÓN TEÓRICA Y LA SOCIALIZACIÓN DEL PARADIGMA DE LA ECONOMÍA GLOBAL

 

Germán López Noreña (CV)
gerlopno@yahoo.com


 

La nueva economía ha enriquecido, sin duda, a una élite de especuladores financieros, empresarios y profesionales de las altas tecnologías. En la cumbre ha habido una acumulación de riqueza sin precedentes. También es cierto que la economía global ha beneficiado a algunas economías nacionales, en particular de países asiáticos. Sin embargo, a nivel general, sus impactos sociales y económicos son desastrosos.

Capra (2003, p.188)

RESUMEN

Se realiza una reflexión alrededor de algunos elementos teóricos de las tres partes integradoras del Corpus conceptual del libro El Próximo Escenario Global: el escenario, la dirección escénica y el guión. Lo anterior se construye volviendo a su tejido discursivo presentado y elaborado en algunas de sus obras antecesoras del PEG , verbigracia La mente del estratega. El poder de la Triada, y Más allá de las fronteras. A la vez que se resaltan sus aciertos en la obra, también desde una perspectiva crítica se detallan algunos aspectos argumentados en la obra, en instancias dialógica y de la alteridad con investigadores opositores al Paradigma de la Economía global.

PALABRAS CLAVES: Economía Global, Escenario Global, Estado-Región, Estado-Nación, Globalización, Sociedad de la Información, Escenario, Dirección, Guión, Estrategia, Plataforma, Tecnología, Bilingüismo, Identidad.
 

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López Noreña, G.: "De “El próximo escenario global” de Kenichi Ohmae una breve reseña de su construcción teórica y la socialización del paradigma de la economía global " en Contribuciones a la Economía, febrero 2010, en http://www.eumed.net/ce/2010a/ 


INTRODUCCIÓN

Inicialmente se parte de un análisis crítico de algunos de los elementos conceptuales de la obra PEG diseminados en cada una de sus partes Constitutivas, tratando de entender el desarrollo teórico en ella. Para tal efecto se trasegan algunos aspectos de obras que le antecedieron, publicadas por el autor, y las de otros estudiosos que le aportaron en la construcción de su trama discursiva.

También se realiza una breve reseña a investigadores opositores a la concepción de Ohmae, en la perspectiva de lograr -pese a sus diferencias-, y en conjunción a sus seguidores las dimensiones sustantiva , dialógica y contextual . En el epilogo de este apartado, se aborda brevemente el concepto de escenario, en pos de clarificar su dimensión teórica en la obra de Ohmae.

Acto seguido se tratan algunos aspectos de la naturaleza de la mal diseñada, mal interpretad e intencionalmente aplicada Globalización –de muy en boga en estos tiempos-, la que en planteamientos de J Stiglitz (2002), ha sido mal interpretada conceptualmente, generándose una serie de confusiones en lo que a sus realidades en el siglo XXI corresponde –reconociéndose en este autor un acentuado reduccionismo de la globalización, al campo meramente económico-, y La Sociedad de la Información; específicamente en su desarrollo en las dos últimas décadas.

1.0 ANTECEDENTES TEÓRICOS Y ALGUNAS GENERALIDADES DEL LIBRO “EL PRÓXIMO ESCENARIO GLOBAL” PEG

Libro del connotado estratega de negocios y exsocio mayoritario de McKinsey & Company Kenichi Ohmae, en el que no sólo expone su paradigma del mundo globalizado, sino también realiza predicciones del devenir económico del mundo. En este sentido y ante los inusitados y velocísimos cambios acaecidos, y las exigencias al respecto, de igual manera a Drucker Peter (1992), exponente del pensamiento occidental, quien pregonaba la necesidad evolutiva de un Estado-Nación a una Sociedad Poscapitalista; Ohmae (2005), representante de la cultura oriental visiona un nuevo guión.

Volumen conformado por doce capítulos, integrados en tres grandes apartados – el escenario, la dirección escénica y el guión. Libro por cierto, cautivador de una muy buena cantidad de adeptos, y también dinamizador de diversidad de críticas exacerbadas. Sus partidarios conciben el manuscrito como un valioso aporte a áreas como la política, los negocios y el desarrollo individual. Mientras que para sus críticos es la consumación de un entramado teórico liderado, entre otros y siendo uno de los más radicales, por su autor, con directrices muy claras hacia la concreción de las políticas de la globalización y uno de sus productos, el neoliberalismo, en los llamados países tercermundistas.

Ohmae nacido en la isla Kyushi en el año 1943, en una instancia argumentativa, dialógica y metafórica nos introduce exponiéndonos en el símil de un teatro con sus componentes –escenario, dirección y guión- el mundo empresarial y económico en el marco de La Globalización y La Sociedad de la Información. Invitando implícitamente al lector a un ejercicio argumentativo y de hermenéusis en las diversas temáticas que arropa su obra. ¿Pero cómo llega a su última obra, la cual puede ser considerada como la síntesis de su experiencia profesional e investigativa? Sin duda alguna para entender y comprender el PEG es además de pertinente, necesario realizar un recorrido por varias de sus obras.

Iniciemos entonces este interesante viaje por varias de sus obras estructurantes su entramado teórico para converger a la elaboración de la metáfora, con la que explicita el mundo empresarial y económico y sus actividades de gestión y estrategia corporativa el PEG.

1.1 DE SU OBRA “LA MENTE DEL ESTRATEGA”

La Mente del Estratega (1983) , una de sus primeras obras, en la que nos argumenta sobre el no existir ninguna magia japonesa en el éxito de la realización de los negocios. Es un libro dividido en tres partes y a su vez diseminado en cuatro secciones respectivamente: Análisis y visión estratégica; Elaboración de estrategias eficaces; y Realidades estratégicas actuales.

La historia registra en diferentes épocas de la humanidad, personas que han sobresalido de las demás, no propiamente por su inteligencia, sino por el saber aprovechar las oportunidades, -las que no esperaron, las buscaron-, y poder triunfar sobre sus oponentes. Por ejemplo a Alejandro Magno, a Julio Cesar, a Napoleón Bonaparte, Erwin Rommel, en lo que a grandes militares victoriosos corresponde; como también es posible reseñar en el campo de la ciencia, la política y de la ciencia otro puñado de personalidades encumbrados en su actividad y de grandes gestas dignas de emular por la humanidad.

Podemos afirmar que todos ellos fueron hombres de “mente global” en consonancia a nuestros tiempos. Visionarios de los tiempos a devenir, lideres con convicciones sin arredros ante las dificultades. Es decir estrategas “naturales”, descritos por Ohmae (1983), mencionando su papel de consultor de compañías japonesas muy grandes, y el observar que pese a no poseer una logística muy sofisticada ni n nivel formativo muy amplio, son triunfadores en sus proyectos:

¿Cómo lo logran? La respuesta es sencilla. Tal vez no cuentan con un grupo de planeación estratégica, pero tienen un estratega de gran talento natural que es, por lo general, el fundador o director general. Frecuentemente -sobre todo en Japón, donde no existen escuelas de administración- estos estrategas excepcionales carecen o han tenido muy poca educación comercial formal por lo menos a nivel universitario. Quizá nunca tomaron un curso o leyeron un libro sobre estrategia, pero tienen un conocimiento intuitivo de que son los elementos básicos de la estrategia. En su idiosincrasia peculiar, la compañía, los clientes y la competencia se conjugan en interacción dinámica que cristaliza en un conjunto de objetivos y planes de acción.

La clave de esos procesos es su agudeza y su perspicacia. Debido a que son creativos, en parte intuitivos y a menudo contrarios al status quo, los planes resultantes podrían, desde el punto de vista del analista, carecer de validez. Lo que confiere su extraordinario impacto competitivo a estas estrategias es el elemento creativo de esos planes, así como la determinación y la voluntad de la mente que las concibió. (Ohmae, 1983; pp.2-3).

Nuevamente, volvamos a La Mente del Estratega y atemperándonos a las aclaraciones de Ohmae, nos es posible aseverar de ser su intención fundamental en esta obra la de establecer un tipo de paradigma de la estrategia, el cual movilice y dinamice, entre otros elementos de suma Trascendencia en el mundo empresarial: la flexibilidad, la innovación, la creatividad, la persistencia, el interés en cualquier aspecto de la vida, la responsabilidad, la disciplina, y la alegría en el hacer.

Ahora esta es la cara amable del paradigma, en el intento de tratar de ser institucionalizado por nuestro autor ¿Será que no se le es posible realizársele algunas criticas? ¡Obviamente que si! Y además entre mucha más preguntas, podríamos pensar en si ¿basta para los tiempos de la Globalización y La Sociedad de la información las características apologetizadas en cierta manera, por Ohmae para con los estrategas “naturales”? Bien, entonces dejemos que sea Sergio H Kauffmann González a través de su artículo Estrategia Mente Global, apoyado en las concepciones respecto al tema de George Yip (1993), quien nos argumente en torno a esta situación:

Lo que señala Ohmae, es una gran verdad; los estrategas “naturales” triunfan porque poseen la intuición, la agudeza, la perspicacia y la voluntad de emprender acciones. Pero, Ohmae se refiere sólo a aquellos que han alcanzado el éxito, sin tener los aparatos de planeación estratégica que se requiere para poder desarrollar a sus organizaciones; en la actualidad, este tipo de estrategas no pueden por si solos, alcanzar el éxito, requieren formar, dentro de sus empresas, un sistema de liderazgo desarrollador que les permita competir en un mundo más diverso, más interconectado y competitivo. El contar con líderes en todos los niveles de la organización, requiere de un proceso de descubrimiento de las potencialidades humanas, de desarrollarlas dentro de un proceso formativo, que les permite adquirir destrezas y habilidades similares a las del líder nato. Los líderes nacen, pero también se hacen; se forman líderes si se dan las condiciones y oportunidades apropiadas para ello.

1.2 DEL “PODER DE LA TRIADA”

Dejemos La Mente del Estratega para ser retomada más adelante, en aras de observar la evolución teórica de Ohmae, y avancemos en el breve estudio de algunas de las obras precursora del PGE. Centrémonos, en este apartado en su libro El Poder de la Triada. Panorama de la Competencia Mundial de la próxima Década (1991). Trabajo en el que presenta una radiografía de una visión geopolítica de la sociedad y la economía mundial representada en tres grandes centros de poder y de influencia: Estados Unidos de Norteamérica, La Unión Europea y Japón. Triada con orígenes, entre muchos, por factores como la liberación del comercio y los mercados de capitales, las integraciones económicas, la transferencia tecnológica, la “californización” de la cultura y, a la par, la disgregación del bloque socialista. El profesor Oscar Viloria R (2007), nos realiza una síntesis de las características de los habitantes de los países de esa trilogía:

Los “Ocedeeistas” (habitantes de los países de la OCDE) o “triadianos” (personas de los países de la “triada”) tienen un gran parecido por su calidad de vida: niveles de ingresos, antecedentes académicos, aspiraciones, uso del tiempo libre, infraestructura técnica de apoyo, “californización” de la cultura y liderazgo del consumo. En relación a esto último, son consumidores en permanente búsqueda de de innovaciones en lugar de novedades. No son consumidores esnobistas sino “prosumidores” (consumidores Pro-activos), una actitud que los convierten, en su calidad de clientes, en promotores activos de los cambios tecnológicos y organizacionales.

La OCDE, sigla de La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, es una organización internacional intergubernamental que reúne a los países más industrializados de economía de mercado. En la OCDE, los representantes de los países miembros se reúnen para intercambiar información y armonizar políticas con el objetivo de maximizar su crecimiento económico y coadyuvar a su desarrollo y al de los países no miembros .INE, Chile (2006).

El INE, Instituto Nacional de Estadísticas Chileno, nos ilustra a manera de síntesis, en uno de sus documentos del proyecto Marco Metodológico de la Producción Estadística de Calidad, sobre los orígenes de la OCDE, en los siguientes términos:

La OCDE tiene sus raíces en 1948, en la Organización para la Cooperación Económica Europea que tuvo el objetivo de administrar el plan Marshall para la reconstrucción europea. En 1960, el plan Marshall había cumplido su cometido y los países miembros acordaron invitar a los a Estados Unidos y Canadá en la creación de una organización que coordinadora las políticas entre los países occidentales. La nueva organización recibió en nombre de Organización para la cooperación y Desarrollo Económico y su sede se encuentra en Paris. (INE Chile, 2006; p.2).

Del estudio mencionado, en los dos últimos párrafos del instituto nacional de estadística de Chile, llama la atención: el caso de la América latina en lo relacionado con su prácticamente nula participación en la OCDE. Únicamente Brasil y Chile en calidad de observadores; y el reducido y selecto pool, es decir la pequeña élite, que figuran como miembros activos.

La OCDE o la “triada” -en términos de Viloria-, no ha estado exenta de profundas críticas en lo que a su operatividad y sus políticas empresariales, laborales, ambientales y educativas, entre otras. Pues bien, en este sentido veamos algunas de ellas realizadas por connotados académicos y organizaciones prestigiosas de diferente índole en el mundo contemporáneo. Entonces iniciemos con unas dos o tres de ellas, obviamente sin desconocer la importancia de las otras críticas:

De lo ambiental (Watkins, et al; 2008)

Brasilia, 27 de Noviembre de 2007. Los países desarrollados no están cumpliendo los objetivos de reducción de los gases de efecto invernadero fijados en el marco del Protocolo de Kyoto, afirma el informe sobre Desarrollo Humano de las Naciones Unidas […]

Mientras los gobiernos se preparan para la reunión decisiva que se llevará a cabo en Balí, Indonesia y donde se negociara el acuerdo que remplace el actual Protocolo de Kyoto, el Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008 titulado La lucha contra el cambio climático: Solidaridad frente a un mundo dividido advierte que la mayoría de los países de la OCDE están lejos de cumplir poscompromisos que asumieron en Kyoto. El informe destaca la discrepancia que existe entre los objetivos de la reducción de los gases de efecto invernadero acordados por los políticos de muchos de los países de la Unión Europea y las políticas energéticas vigentes. Los autores sostienen que los países ricos están acumulando una deuda ecológica de nivel crítico que afectará en primer lugar y más fuertemente a los pobres del mundo.

Aunque las emisiones de los países en desarrollo son responsables de una proporción creciente de las emisiones mundiales, las naciones ricas los sobrepasan en términos de la deuda acumulada. Si cada habitante pobre del planeta generara la misma cantidad de emisiones que en un europeo medio, necesitaríamos cuatro planetas para poder absorber la contaminación, señala La lucha contra el cambio climático. Esta cifra aumenta a siete si el nivel de referencia son las emisiones de un australiano promedio y a nueve si se trata de un habitante de Estados Unidos de América o de Canadá.

De la corrupción, Kochi (2002):

La corrupción no tiene fronteras y se manifiesta sin excepción a diferentes modos y profundidades en todo el mundo. Incluso en los países industrializados han sido el escenario de escándalos por fondos ilícitos en campañas electorales, sobornos en las licitaciones publicas y otras formas de corrupción. En los países en vía de desarrollo el problema puede ser más critico pues, dependiendo de la magnitud del problema, pueden ocasionarse daños fatales en el desarrollo de la economía, las instituciones políticas y democráticas.

Frente al fenómeno de la corrupción muchos analistas han tratado de encontrar alternativas con las que el llamado “cáncer de la sociedad” pueda ser prevenido, curado y destruido. Sin embargo, los estudios sobre la corrupción nos revelan que salvo, optimismos o ilusiones carecientes de sastifactorios fundamentos empíricos, este problema en teoría nunca podría ser completamente resuelto. Dada la complejidad de la economía, política y sociedad en que vivimos, algunos académicos han creído que la corrupción no es tan fea como la pintan y puede ser al final incluso favorable para la economía porque este fenómeno, según ellos, rompe las barreras invisibles –como las regulaciones- que dificultan un movimiento más dinámico de bienes y capitales. La evidencia nos demuestra que esta hipótesis carece de suficiente fundamento al observar el caso de la crisis asiática en los años noventa. Antes de esta crisis económica muchos pudieron pensar que no existía relación entre corrupción y desarrollo. Hoy en día el consenso existente en los foros multilaterales es que con corrupción no hay desarrollo sostenible.

En lo que a la corrupción corresponde en su dimensión internacional, el autor de la cita, nos comenta:

Comenzando la década de los noventa se incluyó el tema de la corrupción en la agenda de diversos foros multilaterales, poniendo un énfasis en el soborno y la corrupción de los funcionaros públicos. Así en 1996 los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobaron una convención contra la corrupción y al año siguiente los miembros para la Organización de la Organización y Desarrollo Económico (OCDE) aprobaron otra convención centralizada en el soborno trasnacional. (Kochi, 2002; pp. 95-96).

Cómo podemos ver, el espectro de críticas emergentes a la “triada”, en la medida que se va profundizando en la temática, se va haciendo cada vez más amplio. Es posible observar como gradualmente, van a ir haciendo presencia más variables, posibilitándose aun más la elaboración de criticas y cuestionamientos. Verbigracia, la mano de obra superdesvalorada, muy común en los llamados países “tercer mundistas”.

Caracterizadas por irrisorias renumeraciones, y por ende traducidas en ínfimas posibilidades de adquisición, en detrimento en el lograr una vida digna, en lo que a las necesidades básicas concierne. Cabe, pues en esta instancia preguntarnos si Ohmae ha tomado o va a tomar en cuenta estos aspectos humanos -por cierto muy humanos- en la elaboración de su discurso teórico antecesor al PEG. Finalicemos entonces este recorrido por su obra y analicemos un poco El Fin Del Estado-Nación.

1.3 GENERALIDADES EN TORNO AL LIBRO “EL FIN DELESTADO-NACIÓN. EL ASCENSO DE LAS ECONOMIAS REGIONALES”

Iniciemos citando un fragmento Del Fin Estado-Nación de Ohmae, el que en su mensaje se percibe el objetivo central del texto, en pos de instaurar el concepto de Estado-Región: el “Estado-Nación moderno, ese artefacto de los siglos XVIII y XIX ha empezado a venirse abajo” (Ohmae, 1997: p.27). Ahora dejémonos guiar en una instancia dialógica participativa entre la afirmación de Ohmae y la posición teórica de algunos estudiosos del tema, para develar las acepciones teóricas de nuestro autor y su evolución argumentativa. En este sentido propenderemos por una perspectiva teórica de síntesis, con ciertos símiles a La Teoría del Caos y del Sistema Internacional, pues veremos como es necesario incursionar en una hermenéutica de la formación o reestructuración de un orden. Veamos entonces algunos aspectos del pensamiento sistémico, para luego volver a la obra de Ohmae objeto del análisis en este apartado del trabajo.

En un sentido general un sistema puede ser concebido como un conjunto de elementos interrelacionados e interactivos. Más, no se trata de cualquier reunión de objetos, ¨ los que cumplen que la suma de las partes sean igual a la totalidad ¨, es decir, esa suma de las partes deben presentar las mutuas relaciones que los articulan entre si, reciprocas acciones y reacciones de sus elementos entre ellos; desde este enfoque es valido el principio Aristotélico de que ¨ El todo es más que la simple suma de sus partes ¨. En la perspectiva de este enfoque nos es posible aseverar las implícitas dificultades que conlleva el pensar desde la teoría general de sistemas. Pensar de manera sistémica es deliberar de manera relacional, movilizando lecturas y reflexiones sobre los hechos del mundo y de la ciencia de una manera holística.

Evandro Agazzi (1996), explicita a manera de síntesis algunas de las características esenciales de la totalidad de sentido acarreado en el pensamiento sistémico, en las palabras siguientes:

¨ La teoría de sistemas busca explicitar los aspectos de unidad que caracterizan un cierto sistema organizado de constituyentes y que no pueden resultar de la simple consideración fragmentada de tales constituyentes. En esto un sistema se distingue de un simple conjunto de elementos. De hecho, su unidad resulta que está regida por relaciones funcionales internas, las cuales traen consigo que el sistema despliega determinadas funciones, en las cuales se puede hacer consistir su objetivo global. La comprensión de tales funciones no es posible considerando únicamente las propiedades de sus constituyentes por separado, sino que resulta precisamente de su sinergia organizada: en tal sentido el sistema goza de nuevas propiedades, emergentes respecto a las de sus elementos constituyentes, y no es reducible a una simple “suma” de éstas.”

Bien, después de esta acotación –en verdad necesaria para la interpretación de la obra de Ohmae- volvamos a la labor que nos ocupa en esta sección del ensayo. Veamos entonces algunos aspectos de la historia del Estado-Nación y unos cuantos elementos movilizados por él:

Con el surgimiento del Estado-Nación, cuya aparición se da con la paz de Westfalia en 1648, se inician dos características centrales, la de la “nacionalidad”-identidad-y la soberanía –el imperium- por un lado, y la “internacionalidad” por el otro. EL “derecho de gentes” de la etapa feudal, se transforma en “derecho internacional”, intentando regular el funcionamiento del sistema ínter-estatal.

El siglo XX agrega nuevas características. Con el surgimiento y la proliferación de los organismos internacionales gubernamentales a la internacionalidad se le agrega la “supranacionalidad”. Esto implica generación de reglas adoptadas por organismos internacionales o como resultado de acuerdos multilaterales, que están por encima de de las normas internas del Estado.

Estos organismos internacionales son de carácter mundial, como […] la ONU, de carácter regional como la OEA o la OUA. De tipo político, como los mencionados anteriormente; económico, como CEPAL o los sistemas de integración; o de seguridad, como OTAN, TIAR, Pacto de Varsovia, etc.

En la segunda mitad del siglo XX se agrega una nueva tendencia dominante. La “transnacionalidad” […] Los actores transnacionales empiezan a cumplir roles y a tener funciones que anteriormente eran exclusividad del Estado-Nación […] De este modo, nos encontramos con que la novedad del siglo XX tiene que ver con las nuevas características del funcionamiento del sistema mundial a partir del surgimiento de una “supranacionalidad” emergente de la “internacionalidad” y, paralelamente, una “transnacionalidad” independiente de la internacionalidad. Algunos elementos característicos del siglo XX tiene que ver con la multiplicación de los Estados-Nación […] Dallanegra Pedraza (2000).

Ya realizada la anterior reseña histórica del Estado-Nación, permítasenos preguntarnos ¡¿Fin del Estado-Nación?! Entonces remitámonos a uno de los artículos de la prolija producción discursiva de Manuel Castells, coincidencialmente titulado ¿Fin del Estado-Nación? Citemos pues un fragmento este artículo, de extensión menor a tres páginas:

Nuestro mundo y nuestras vidas están siendo transformadas por dos tendencias opuestas: la globalización de la economía y la identificación de la sociedad. Sometido a tremendas presiones contradictorias, desde arriba y desde abajo, el Estado Nación, tal y como se constituyó en Europa en los últimos tres siglos, exportándose luego al resto del mundo, ha entrado en una crisis profunda. Crisis de operatividad: ya no funciona. Y crisis de legitimidad: cada vez menos gente se siente representada en él y mucho menos gente aún está dispuesta a morir por una bandera nacional, de ahí el rechazo el rechazo generalizado al servicio militar. Incluso en los Estados fundamentalistas o los nacionalismos radicales que proliferan en el planeta, la idea es la sumisión del Estado a un ideal que trasciende al Estado: para el Islamismo, por ejemplo, el marco de referencia es la umma, la comunidad de los fieles por encima de las fronteras. El Estado Nación basado en la soberanía de instituciones políticas sobre un territorio y en la ciudadanía definida por esas instituciones es cada vez más obsoleta que, sin desaparecer, deberá coexistir con un conjunto más amplio de instituciones, culturas y fuerzas sociales. Las consecuencias de dicho fenómeno son enormes, puesto que todas nuestras formas políticas de representación y de gestión están basadas en esa construcción que empieza a desvanecerse detrás de su todavía su imponente fachada.

El Estado Nación parece, en efecto, cada vez menos capaz de controlar la globalización de la economía, de los flujos de información, de los medios de comunicación, y de las redes criminales […]

Podemos observar en la apreciación del sociólogo español una acentuada conceptualización en lo que al fracaso del Estado-Nación concierne, aunque le brinda un halito de vida al mismo. ¿Pero cuál es ese ultimo momento de vida?

Ahora bien, pese a su desbordamiento por flujos globales y a su debilitamiento por identidades regionales o nacionales, el Estado no desaparece y durante largo tiempo no desaparecerá, en parte por inercia histórica y en parte porque en él confluyen muy poderosos intereses, sobre todo los de las clases políticas nacionales, y en parte también porque aún es hoy uno de los pocos mecanismos de control social y de democracia política de los que disponen los ciudadanos.

¿Y será que no hay quien o quienes, enarbole(n) la bandera en defensa del Estado-Nación y aboguen por él? Obviamente, si. En aras de lograr niveles de acercamiento a la respuesta de la anterior indagación, incursionemos en algunos elementos teóricos de la globalización, sumamente relacionados con el fin del Estado-Nación, permitiéndonos visibilizar la cuestión. En este sentido recurramos a dos tipos de tendencias opuestas teóricamente, en lo que al concepto de globalización respecta y la realidad subyacente a ella. La primera, en cierta medida escéptica, y la segunda la de los “híper-globalizadores”, caracterizados en una postura radical.

Los primeros, circunscritos en gran medida en una línea de pensamiento político de tipo izquierda o social-demócrata, desvirtúan la naturaleza de novedad, atribuida por los apologistas a la globalización, para ellos la globalización es más un concepto inventado por la ideología neoliberal:

La economía actual altamente internacionalizada no carece de precedentes: se trata de una serie de coyunturas y circunstancias de la economía internacional que han existido desde que empezó a tener difusión general una economía basada en la tecnología industrial moderna, en la década de 1860. De alguna manera, la economía internacional actual es menos abierta e integrada de lo que fue el régimen que prevaleció desde 1870 hasta 1914 (Hirst y Thompson, 1996: p.2).

Los “híper-globalizadores”, piensan todo lo contrario. Sostienen y pregonan la mutación del mundo en los últimos veinte o treinta años. Mutaciones que han impactado y transformado las economías de los países, dando al traste con el Estado-Nación. En esta línea de pensamiento se inscribe Kenichi Ohmae, identificándolo algunos autores como “un ejemplo paradigmático de híper-globalizador”. Sigamos a Roger Campione alrededor de esta situación quien escribe, haciendo énfasis en el reduccionismo económico a que han llevado muchos teóricos a la globalización:

El otro punto de vista […] se sitúa en una perspectiva antagónica e incluye entre sus filas a los “híper-globalizadores”. SU punto de partida es que, en contra de lo que sostienen los escépticos, actualmente vivimos en un mundo que ha cambiado de forma radical en los últimos veinte o treinta años […] que han transformado la naturaleza de nuestras economías y han destruido la esencia institucional del Estado-Nación, desplazando la localización del poder hacia una infinitud de ciudades Estado (Ohmae, 1995).

Ohmae […] argumenta que hoy día son las compañías transnacionales los sujetos principales en una economía mundial entrelazada, y afirma que la política de intervención macroeconómica e industrial de los gobiernos nacionales solo puede impedir y distorsionar el proceso racional de distribución global de los recursos […]” (Campione, pp. 13-14).

De suma importancia explicativa lo son, las anotaciones al final de la página catorce de esta cita, realizadas por Campione en aras de entablar una instancia dialógica con autores conceptualmente opositores a la postura de Ohmae. La primera, apoyándose en Giddens (1997, p.547), consiste en aclarar la preferencia en el uso de algunos teóricos de la globalización por el termino “transnacional” en vez de “multinacional”: desde la concepción del sociólogo ya citado, en razón de se la operatividad de la economía entrelazada a través de diferentes fronteras nacionales más que dentro de varias o muchas naciones.

En la segunda, nos hace claridad en que en la postura de Ohmae hay dos elementos fundamentales en al economía mundial: la fuerzas globales de mercado y las compañías transnacionales, y ninguna de las dos está, ni puede estar, sujeta al gobierno publico, cuyo papel podía ser, a lo más, secundario. Finalmente la relacionada con la postura contraria a Ohmae, encarnada en Gilpin (1987) para quien la globalización depende de la autoridad Nacional-Estatal, en la presunción de un poder hegemónico, pues la “[…] experiencia de la historia nos enseña que, allí donde ha faltado este poder a la vez liberal y dominante, ha sido extraordinariamente difícil o imposible el desarrollo de relaciones de mercado y de cooperación internacional, y ello por la sencilla razón de que todo se volvió conflictivo. La ampliación del mercado en redes globales y espacios sociales integrados no habría sido posible sin un poder hegemónico liberal que posibilitara y favoreciera esta ampliación” (Gilpin, 1987: p. 88).

En conjunción con Gilpin, se escuchan otras voces de connotados investigadores en oposición a lo que ellos han llamado y concebido como La Apología de la Globalización por parte de Ohmae y otros autores inscritos en el pensamiento radical ya comentado.

Retornemos a Giddens y veamos cuál es su posición frente a este debate. En un primer momento crítica el saturado reduccionismo económico al cual se ha postrado el fenómeno en cuestión (Giddens, 1999: p.43), y un año más tarde reafirma su posición, argumentando:

La globalización es política, tecnológica y cultural, además de económica. Se ha vista influida, sobre todo, por cambios en los sistemas de comunicación, que datan únicamente de finales de los años sesenta. (Giddens, 2000: p. 23) .

Inicialmente, Giddens nos parece ser un crítico radical de los Híper-globalizadores, pero no es así, tomando partido a favor de los anteriores, y conceptualizando el estar equivocados los escépticos, al considerar que la globalización es una continuación del pasado:

Incluso si el periodo actual fuera una repetición del siglo pasado, seguiría siendo bastante diferente de la época de posguerra del Estado de bienes Keynesianos. Las economías nacionales estaban más cerradas de lo que están ahora (Giddens, 1999: p. 42).

Bueno, y finalmente nos preguntamos ¿cuál es la posición de Giddens ante el fin del Estado-Nación? paradójicamente ¡Vuelve lanza en ristre cual quijotesca figura en contra de los híper-globalizadores! Luego, démosle a Campione un nuevo papel en la escena, analizando al sociólogo ingles y, de quien comenta el haber afirmado inclusive en una de sus obras, la existencia de naciones que han logrado en plena época de la globalización, mayor poder:

[…] La propuesta teórica de Giddens se aleja de la actitud híper-globalizadora: el Estado-Nación y su papel sufren transformaciones pero no van a desaparecer. Puesto que la sociedad no es un mercado, hay que reaccionar al fundamentalismo neoliberal; por eso se necesita, ahora más que nunca, la presencia de los gobiernos en la economía mundial, porque a pesar de que no exista ya un proyecto socialista, sus instancias básicas siguen teniendo validez. (Campione, p.17).

Pero ante la manifiesta y prácticamente fin del Estado-Nación para unos y no para otros, es pertinente preguntarnos ¿qué propuestas han emergido para tratar de darle solución a ella? En efecto, como respuesta a esta situación coyuntural se han formulado algunas hipótesis para su eventual salida, entre otras, las siguientes: el Estado (Macro) Región de Zaki Laidi (1997), el Mega-Estado de Druker Meter (1993), y el Estado (Micro) Región de Kenichi Ohmae, propuesto en el libro El Fin Del Estado-Nación.

Zaki plantea la probabilidad del mundo, de estar en una etapa de transición análoga al paso de la etapa del Estado- feudal a la de Estado-Nación, siguiendo al paso evolutivo de Estado-Región. Sería algo muy similar a lo que es hoy por hoy, la Unión Europea. Esto iría en detrimento según él, el Mercado Común Suramericano (MERCOSUR), La Comunidad Andina de Naciones (CAN), o El Mercado Común Suramericano (MCCA), no cumplen los requisitos para hacer parte de la configuración de un Estado-Región, a raíz de sus bajos aranceles.

Drucker Peter, propone el Mega Estado, el mismo Estado-Nación vestido y engalanado con ropajes diferentes, es decir, el mismo concepto. En esta concepción nos es factible analizar riesgos de instauración de un colonialismo imperial, más que a la práctica efectiva de un proceso de integración. Ohmae en su propuesta de Estado-Región, resalta el papel a jugar las regiones intranacionales cuya capacidad productiva dinamizan la economía nacional. Regiones que se interconectarían entre si, independientemente del estado y de las políticas del gobierno central.

A la par de las anteriores propuestas, han hecho presencia en el escenario teorético de la globalización otro tipo de elaboraciones. Siendo el caso el del Estado-Red de Manuel Castells , el Estado Neo-medieval de Hedley Bull (1977), ý Robert Cooper (1996) quien clasifica los Estados en Premodernos, Modernos y Postmodernos.

Ya logrado un panorama de la construcción del discurso teórico de nuestro autor, gracias a varias de sus obras reseñadas , como también desde la aportación –unos como opositores y otros en comunión con sus ideas- de diversos investigadores. En este sentido, además de el ser, el asunto sobre el fin del Estado-Nación un tema de magma irrefrenable y de inercia continua en la discusión académica; y sin desconocer el erigirse esta temática en uno de los obligados epicentros a investigar de los movimientos telúricos conceptuales de la globalización y. el no existir un consenso al respecto; nos dirigiremos a la obra central de Ohmae El PEG.

2.0 EL PRÓXIMO ESCENARIO GLOBAL DESAFIO Y OPORTUNIDADES EN UN MUNDO SIN FRONTERAS: MOMENTO CUMBRE DEL PROGRAMA TEÓRICO DE KENICHI OHMAE

En la perspectiva de comprender los tres apartados ya mencionados del libro y de las posibles críticas a serles elaboradas –en unión de sus aciertos y desarrollo epistémico en la construcción de su paradigma-, en primer lugar se presentará un resumen argumentado de cada uno de ellos, aunada a la percepción de otros autores mencionando los aspectos de mayor representatividad en cada una de las secciones, para luego abordar el componente critico.

2.1 PARTE PRIMERA: RESUMEN DE “EL ESCENARIO”

El hombre contemporáneo vive en la llamada Aldea Global símil a un escenario gigantesco, con tramas análogas y participación de múltiples actores interdependientes. Ohmae en su metáfora nos conduce inicialmente a tres teatros: Dalian, Irlanda y Finlandia. Dalian, ciudad china de ubicación geográfica privilegiada frente a Corea y Japón, de clima propicio para el comercio exterior y con un fácil acceso a los recursos naturales; lo que ha aportado en el convertirse en la década del noventa gracias a lideres políticos, como Dao Xiaoping, Zhu Rohgji y Bo Xilai, de mente abierta a las exigencias del mercado global, de un puerto condenado en el ostracismo a uno de los centros industriales de mayor dinamismo en la China.

El éxito de Dalian se fundamentó, gracias a su apertura al mundo y su actitud volitiva positiva en participar en la economía global, en ser el centro de funcionamiento de un muy buen numero de empresas japonesas y de otros países del mundo; convirtiéndose en un Estado Región. Podríamos decir, en cierta medida, el concebirse a la China como el teatro arrendado en el que actores y directores teatrales del mundo ensayan sus guiones.

Irlanda país de ubicación geopolítica nada ventajosa, caracterizada por el alto índice de emigración en otrora tiempos a diferentes pises de Europa y el mundo en general, de sus habitantes, ha sido ejemplo de superación económica y tecnológica al incursionar y ser protagonista en el campo de las tecnologías de las comunicaciones.

En efecto este país –pese a su alejamiento geográfico de la Europa Continental, lo que hoy por hoy no le es ninguna limitante-, fue declarado en 1992, como el centro neurálgico de las comunicaciones en Europa. Paradójicamente, el haber estado alejado del proceso de la industrialización pesada, le ha reportado como valor agregado la conservación de los paisajes naturales de la isla. Es pertinente acotar la muy buena calidad de su sistema educativo.

Ohmae en su gira mundial nos lleva luego a Finlandia como un tercer escenario. País nórdico, de grandes niveles de productividad y competitividad habiendo logrado en el 2003 el titulo de país más competitivo del mundo. Descolla a nivel gubernamental por un excelente sistema educativo , y en lo científico por sus grandes desarrollos en software y las tecnologías de la comunicación –en lo de las comunicaciones sobresalen empresas como Nokia y Sonera, y en lo del Software el sistema operativo Linux y los especialistas en seguridad de datos SSH.

El anterior viaje de Ohmae por los tres escenarios referenciados, le lleva a emitir en su obra una serie de conclusiones. Una primera es la de llegar a un consenso general del éxito logrado por los tres países, gracias al haber logrado ellos una hermenéutica de las reglas de juego de la economía global; caracterizada por no tener limites geográfico, no ser visible, y cuantificarse casi exponencialmente.

Al hablar de la no existencia de fronteras en la economía global está haciendo mención explicita a la debilidad del Estado-Nación, y la necesidad de la instauración del Estado-Región. La no visibilidad de la economía global, no es más que explicitar la sofisticada parafernalia electrónica del mundo bursátil, comercial y financiero, y la cuantificación en múltiplos es una expresión de la jugosa ganancia y altos márgenes de rentabilidad, obtenidos en la denominada economía.

Un segundo aspecto a resaltar, de lo expuesto en este primer apartado de su obra, Ohmae nos muestra su radical posición híper-globalizadora al proponer el deber considerarse para la historia en la globalización el antes de Gate (A.G) y el después de Gate (D.G), tomando como punto de partida el año 1985, cuando emerge en el escenario mundial el sistema operativo Windows de la multinacional Microsoft Corporation.

Es necesario mencionar, que además del fenómeno tecnológico encarnado en Bill Gates, desde mediados de la década del 80-90 a las últimas décadas de la globalización, se dieron eventos políticos de gran trascendencia en la configuración de la geopolítica posmodernista: siendo entre otros, la caída del muro de Berlín, y el resquebrajamiento del bloque comunista liderado por la URSS.

Como epilogo a la primera parte de la obra, Ohmae, nos habla del fracaso de la Economía Clásica a la par que Fukuyama Francis (1989) quien proclama el fin de la historia, según él, dada la incapacidad de ella (la economía), en el proceso de hacer inteligibles y explicativos los fenómenos de la economía global.

2.2 RESUMEN DE LA “DIRECCIÓN ESCENICA”

Pues bien, ya conocidos unos cuantos escenarios y sus características, ahora nos preguntamos ¿serán los guionistas los Estados-Nación, y si no lo son, entonces quienes? En la perspectiva de Ohmae no son los Estados- nación, para él ¡son los Estados-Región! Estado-región considerada por nuestro autor como la instancia geográfica ideal para el desarrollo y concreción de la economía global. En este apartado de la obra el autor del PEG, ya ha madurado mucho más –en relación a las obras anteriormente reseñadas-, sus ideas del fracaso del Estado-Nación , llegándose al punto de que algunos estudiosos del libro y de la temática de la globalización en lo referido a la parte económica, argumentan ser el objetivo central del manuscrito, nada más ni nada menos que dar teóricamente la bajada del telón –metafóricamente hablando- a esta institución tan hegemónica de la Modernidad.

Para Ohmae, los Estado-Nación es una errónea y anquilosada manera de leer el mundo, caracterizados con la presencia de unos atributos a saber: una moneda emitida por un banco central; un idioma estandarizado para el territorio; el territorio mismo con fronteras materiales preestablecidas –las que pierden sentido con el avance en las tecnologías de la comunicación-; y finalmente un ejecito nacional como garante de una supuesta soberanía nacional.

En lo económico se constituye cada vez más en una barrera para su desarrollo, en virtud de no expresar un real y efectivo promedio del PIB y PNB. En aras de dar claridad en este aspecto da como ejemplo el PIB del 9%de toda la republica popular China comparativamente con los de Dalian y Guangzhou, cuyos guarismos fluctúan respectivamente en los órdenes del 13% y el 15%.

Los Estados-Región, como complemento ideal al paradigma de la globalización económica de Ohmae, son la negación de todos los atributos mencionados del Estado-Nación, Sin embargo es necesario que ellos cumplan con ciertas características. El Estado-Región debe ser abierto al mundo, pensando y funcionando en una verdadera perspectiva global.En este sentido la tecnología, el capital y los mercados no son del resorte de un gobierno central, ellos, deben ser buscados y llegar del exterior; dicho de otra manera, deben ser más que una unidad política, una unidad económica.

Como región deben poseer una buena infraestructura de transporte, debe propiciar un excelente espacio para la convivencia materializados en un muy buen sistema educativo, buenos servicios hospitalarios de salud y de recreación. Como modelos tipo a seguir nos presenta algunas regiones de China, la India y unas cuantas ciudades italianas. Llama la atención sobre las causas del éxito de estas regiones, enunciado el ser la apertura al mundo y la flexibilidad; expresiones según él portadoras de la renuncia y el cambio de los obsoletos principios del Estado-Nación.

Alrededor de la apertura, nos menciona el caso de la empresa francesa Pierre Cardin, la cual ubicó la producción y venta de sus productos, con niveles altamente confiables en lo que a rentabilidad concierne en los mercados japoneses, taiwaneses y chinos. De la flexibilidad, nos ilustra lo llevado a cabo por la población italiana de Carpi, en el hecho de haber tomado la decisión de cambiar su tradicional línea de producción de ropa y haber optado por la especialización en un sólo tipo de producción. En este orden de ideas, Ohmae, realiza un alto en su argumentación discursiva de su paradigma, y se pregunta por los ingredientes necesarios de las regiones para lograr el éxito, previendo posibles y eventuales fracasos.

Esos ingredientes, tan necesarios para el éxito de las regiones son: una elección muy bien diferenciada, es decir meterse hábilmente en una lista corta a escoger por los futuros inversionistas extranjeros; el atraer las empresas con la enfatización de los beneficios ofrecidos; un efectivo y muy buen marketing orquestado, defendido y respaldado internacionalmente por personalidades creíbles .-matizadas por un buen e idóneo liderazgo-, y de prestancia en la región; y la motivación, ante todo el deseo de ganar, considerada por el autor japonés como el más importante de todos, ingrediente con el cual debe haber plena identificación y compromiso de todas las personas de la región.

Otro elemento fundamental del paradigma, son las plataformas, las que juegan un papel decisivo como medios de comunicación entre empresas y las personas desde diversos enfoques, agenciando la interlocución entre los componentes de la economía globalizada, siendo el caso del idioma ingles, el sistema operativo Windows, las marcas, y el dólar. Otras plataformas mencionadas son las que hacen parte de un tipo de cultura muy específica, la del mundo empresarial como tarjetas de crédito, cajeros automáticos y los GPS.

Un aspecto trascendental, considerado por Ohmae en este componente de la metáfora –la dirección escénica- de su libro, se enmarca en la externalización de los procesos empresariales . Asuntos con claras directrices a la optimización de recursos, en lo que atañe a la reducción de costos de la mano de obra, conservándose la calidad de los productos. No obstante, resaltar las ventajas sobre estos procesos para el sector empresarial y sus empleados, emite un drástico llamado de atención en el deber realizarse un proceso de selección meticuloso, con respecto a las regiones a ser epicentros de este elemento de la economía global.

En función del último pormenor de la dirección escénica, el teórico nipón nos ilustra sobre el cómo funcionan las acciones en el paradigma de la economía global. Para Ohmae, son tres: el comercio electrónico, los pago mediante el llamado “dinero plástico” es decir las tarjetas de crédito y finalmente la logística implícita en la entrega de los productos comprados, gracias a la presencia de grandes cadenas de distribución.

Para nadie es un misterio en este mundo globalizado los siguientes fenómenos en el campo comercial: las facilidades en la selección de la compra y venta de productos, logrado gracias al uso de la Internet; la proliferación de los pagos a través de las tarjetas de crédito, llegándose en la actualidad en la gestación de plataformas de pago de este tipo, como por ejemplo la empresa Sony, con su EDY, sigla del Euro-Dólar-Yen; y la operatividad explicita en toda muna logística, alrededor de la entrega, desde materias primas hasta artículos de alta complejidad electrónica, mediada por toda una infraestructura física de transporte.

2.3 EL GUIÓN

Ohmae, inicia su ejercicio discursivo en esta parte final del símil metafórico al gran teatro mundial, en pro de argumentar y justificar su paradigma de la economía global, con el rol a jugar los lideres políticos del Estado-Región, siendo este el escenario fundamental en su propuesta de modelo a seguir. En este sentido proclama el cambio necesario de mentalidad de los dirigentes.

El antiguamente funcionario político, custodio del erario público, debe trascender en convertirse de un administrador de empresas públicas en constante estado de crisis e incapaz de competir con las ofertas del mundo empresarial globalizado, a un gestor del aprovechamiento de esos recursos. En síntesis deberá convertirse en el miembro más de un equipo que trabaja por un objetivo común, obviamente con sus deberes y sus derechos.

Situación, cuya exigencia básica conlleva a la inversión y posterior reinversión, del capital recolectado producto de los impuestos, en el desarrollo empresarial e industrial de la región. Sector éste, llamado a ser dinamizador y propiciador, gracias a altos niveles de producción de calidad y competitividad, de una real y efectiva presencia de los Estados-Región en la economía global.

Según Ohmae, el logro de esta tarea se debe traducir en el encantamiento del Estado-Región para con las miradas de la inversión extranjera y su concreción de asentamiento en ella; la preservación de su tesoro publico; la apertura de fuentes de empleo para la región por parte de las multinacionales allí afincadas; en razón de necesitarse gobiernos de un alto y excelente nivel formativo, pero cuantitativamente reducidos, en aras de eliminar o al menos diezmar los tan cuestionados engranajes burocráticos en los niveles políticos y administrativos; y es prioritario el lograr el desarrollo de un sistema educativo altamente cualificado y competente.

Al tenor de esta óptica, el gurú japonés del mundo empresarial le augura un excelente futuro, además de otros países a la republica popular China. Colocándola como ejemplo del paradigma del dinamismo económico bajo el modelo Estado-Región. La resalta aún más, circunscribiéndose al pensamiento sistémico, al concebirla en un futuro como más fuerte como un todo. . Además plantea la necesidad de cambios en la personalidad del ser humano habitante del Estado-Región. Ser constantes viajeros para así explorar nuevas culturas que propicien novedosas lecturas de la economía global; ser creativos e innovadores y vivir en un constante proceso de formación.

De lo organizativo, hace ver la necesidad de cambios y ajustes en el currículo de la enseñanza de las escuelas de negocios y dejarse ya de enseñar los modelos económicos del pasado. Tomando como punto de partida la enseñanza de las clásicas y vetustas teorías económicas, según él, con las que se pretenden dar solución a problemáticas de un fenómeno, la globalización económica, la que ni siquiera ha sido posible definirla teóricamente. Haciendo claridad, en virtud de ser el fenómeno de la globalización un evento nuevo, y la no existencia hasta hoy en esas instituciones de los elementos suficientes para lograr buenos procesos formativos en los discentes.

Ahora, preguntémonos ¿en qué áreas tendrá lugar la innovación y la competencia en la economía global? Ohmae nos responde el ser en básicamente cuatro áreas vitales: los sistemas empresariales; productos y servicios; la interacción con los clientes; y finalmente los empleados, directores y el resto del personal. En este sentido las características de las empresas inscritas con aspiraciones de poder sobresalir en el paradigma de la economía global deberán: ser la adaptación a un mundo económico dinámico y cambiante continuamente; interpretar y entender al error como una oportunidad de cambio y de engrandecimiento; y olvidar el tradicionalismo jerárquico en el que como empresa muy probablemente se ha accionado. A manera de conclusión, para el autor el próximo escenario global estará en aquellas regiones que cumplan los ingredientes, o mejor dicho los requisitos para convertirse en Estados-Región.

Finalmente, en sus últimas puntadas de su tejido discursivo instaurador y justificador del paradigma de la economía global en el PEG, Ohmae nos involucra en una gira a través de potenciales regiones a conformar ese escenario: la isla de Hainan en China; la actual ciudad Ho Chi Min; la región rusa de Petropavlovsk-Kamchatsily; y los países bálticos de Lituania, Letonia y Estonia. En este viaje imaginario, cruzamos el océano y nos trasladamos a Vancouver, descendemos al territorio Suramericano para visitar a Sao Paulo, Brasil; concluyendo el itinerario en la ciudad japonesa de Kyushu.

A nivel de síntesis, y gracias al anterior resumen en un panorama integral del libro, nos fue posible observar como la primera parte está destinada a contemplar algunas áreas o regiones de inusitado crecimiento y la misma nos alecciona sobre algunas características prominentes de la economía global. Mención especial merece el análisis realizado en esta sección de la obra, sobre el fracaso de la economía clásica, como medio teórico para explicitar los fenómenos subyacentes en el mundo empresarial y comercial de la globalización.

En la dirección del escenario nos presenta las principales tendencias emergentes de la economía global. Enfocándose esencialmente en el trascendental papel a cumplir por el Estado-Región como elemento fundamental del nuevo paradigma económico. A la par que resalta la anterior cuestión, nos argumenta sobre el fracaso del Estado-Nación. Asimismo presenta el concepto de plataforma como medios globales ideales para efectos de la comunicación.

Ya en el guión, escribe sobre el cómo afecta a los gobiernos, a las corporaciones y a las personas el nuevo paradigma económico. Ohmae aprovecha este momento, para hacer un llamado sobre el necesario cambio de pensamiento y de accionar en los gobernantes, y las necesidades de nuevos enfoques y desarrollos en las tecnologías para posibilitar el cumplimiento de las nuevas exigencias de las corporaciones. Finalmente, analizando el texto podemos observar cuatro argumentos fuertes en la obra protagonista de este escrito: 1) El fin de las teorías económicas clásicas; 2) La Región-Estado; 3) Las Plataformas para la economía globalizada; y 4) Un tipo de reinvención del gobierno.

2.4 DE LOS ACIERTOS Y CRÍTICAS AL PEG

2.4.1 ¿Crisis o fin de la Economía Clásica?

Pues bien, iniciemos este acápite del ensayo, explorando brevemente unas cuantas acepciones y algunos usos del concepto crisis como concreción en las dos o tres últimas décadas. Reconocido el hecho, de haberse dado la mayor proliferación de su uso en las ciencias sociales, a inicio de los noventas del siglo pasado hasta nuestros días.

Con suma frecuencia se escucha en la academia y en los diversos medios de comunicación, crisis del sistema educativo en x o y país, crisis del sistema financiero, crisis moral, crisis de liderazgo, crisis en los valores humanos, en la economía, etc. Por lo tanto, en este sentido es necesario indagarnos si el concepto en cuestión necesita de un tipo de renovación semántica, de tal manera que pueda dar cuenta de la multiplicidad de problemáticas de los momentos actuales y las por venir del mundo contemporáneo:

Esta cuestión es de especial significado metodológico para la orientación de la actividad científica y práctica. Constituye un elemento que puede servir para la reflexión, de cada uno de los hechos que se desenvuelven en el mundo actual. Y más si se tiene presente que la importancia de toda crisis consiste en que pone al descubierto lo oculto, deja a un lado lo convencional, lo superficial y mezquino. González (2007)

¿Pero qué es la concreción conceptual? Para dilucidar este cuestionamiento, en primera instancia remitámonos a la apreciación de Hegel, al respecto de una manera sintética, en la perspectiva de un idealismo objetivo:

El concepto como concreto y toda determinación en general, es esencialmente en sí misma una unidad de determinaciones distintas. Si pues, la verdad no fuese otra cosa que la ausencia de contradicción, sería preciso examinar ante todo si cada concepto no contiene en sí mismo una tal contradicción interna. Hegel (1968)

Hegel al presentarnos un resumen del concepto crisis como concreción, en el anterior fragmento de una de sus obras, nos apertrecha de una valiosa herramienta teórica como es la de contradicción , dándonos pie a valorar y trasegar en algunos aciertos teóricos de Ohmae, en su apreciación relacionada con lo que a la teoría económica tradicional concierne. Pero igualmente, también factibiliza explorar intersticios teoréticos en su obra, permitiendo cuestionar varios argumentos desproporcionados epistemicamente hablando y articulados a su supuesto colapso y posterior fin, para él – análogo, “al fin de la historia de Fukuyama”-, de la Economía Clásica .

Ya analizado algunos aspectos de la complejidad del concepto crisis y tomando partido por la acepción de ser una de las formas de las contradicciones, veamos entonces algunas afirmaciones de Ohmae en el PEG. En el primer párrafo de la introducción afirma:

Las ideas no surgen formadas. Más bien son una complicada amalgama de experiencia, lucidez, esperanza e inspiración. Entran a escena parpadeando bajo el brillo deslumbrante de las luces, vacilantes inseguras acerca de la posible reacción del público. Evolucionan y se desarrollan, atendiendo a las reacciones y circunstancias cambiantes. Ohmae (2005)

Sin duda alguna, en este fragmento, el autor hace un explicito reconocimiento a su experiencia, su lucidez, su perseverancia y su inspiración. Aspectos necesarios, más no suficientes para la construcción de un paradigma. Da la sensación de ser despectivo con el proceso formativo, en lo que a instancias académicas concierne en el párrafo mencionado, y paradójicamente en toda su obra hace énfasis en la necesidad del lograr altos niveles de cualificación en lo educacional por parte de los pobladores de los Estados-Región. Luego, nos preguntamos ¿Basta los ingredientes mencionados por Ohmae, para trascender de esos momentos lucidos, de inspiración, fruto de la experiencia y la perseverancia a paradigmas funcionales? ¡En verdad que no! He aquí una primera contradicción.

Digamos una vez más, que la economía global es una realidad -no es una teoría. Pero muchos de aquellos que deberían saberlo mejor, en especial aquellos que la gente espera que lo sepan mejor, parecen estar dormidos aún. La mayoría de los economistas de todo el mundo de todo el mundo permanecen envueltos en un capullo durmiendo un sueño placentero.

La economía Keynesiana se apoyaba principalmente en un enfoque lineal, basado en insumos y productos identificables y mensurables. Como ya dije, era un modelo económico cerrado en el cual los empleos, la demanda, la oferta, las tasas de interés y la oferta de dinero estaban relacionados entre si. Constituía un articulo de fe Keynesiana que el gobierno pudiera controlar la actividad económica ajustando uno o dos de estos factores.

Esto es similar al modelo de la física newtoniana que se conoce como la “conservación de la masa” (o de la energía) en un sistema cerrado. Gran parte de la economía tradicional (incluida la obra escrita de Keynes) aceptaba que los sistemas económicos se movían hacia el equilibrio. Ello reflejaba la influencia de la física. La teoría de la complejidad sostiene que el equilibrio “clásico” es un elemento de atracción hacia el cual confluyen algunos eventos aunque de ninguna manera todos […] Ohmae (2005).

En verdad, estos tres párrafos de Ohmae dejan entrever su posición de considerar en una situación de crisis a la Economía clásica, ante los retos planteados por la globalización. Es certera su apreciación sobre el deber ser la economía global estudiada desde la perspectiva de la teoría de la complejidad. Apreciación legitimada al contemplar el sesgado tratamiento desde la óptica del paradigma reduccionista –al expresar el enfoque lineal de la economía Keynesiana.

No obstante, la severa crítica dirigida a los profesionales de la economía presentar algunos elementos de certidumbre, ciertamente ello, no debe conducir a una afirmación tan fuerte como el fin de la economía clásica. Pues siempre será necesario en los procesos a investigar, una argumentación teórica en la que uno de sus aspectos primordiales lo es el volver a los antecedentes teóricos de la temática a indagar, es decir, volver a los clásicos para desde allí generar una amalgama de contradicciones que movilicen y dinamicen el surgimiento de nuevos paradigmas.

En respaldo de lo argumentado en el párrafo anterior, analicemos entre muchas, la tesis doctoral Análisis del tiempo como variable en economía financiera (2003), realizada por David Ceballos Hornero, en la línea de investigación Métodos Matemáticos en Economía Financiera de La Universidad de Barcelona. Para este propósito citemos algunos párrafos:

En el Preámbulo, en el que el autor nos ilustra sobre la intencionalidad del trabajo:

La presente tesis doctoral recoge un análisis extenso e interdisciplinar de la Variable TIEMPO con el propósito de analizar su importancia y utilización, así como de fundamentar las críticas y las posibles mejoras del tratamiento de la dimensión temporal, siempre en el ámbito de la Economía Financiera. Ceballos David (2003)

Podemos observar, en el anterior fragmento palabras claves en el discurso y de la razón de ser de la investigación: Interdisciplinar, lo que explicita la necesidad de recurrir a otras disciplinas diferente a la Economía Financiera; Criticas, nos lleva a pensar momentos de crisis, las cuales dinamizarán muy probablemente contradicciones, evolucionado en mejoras teóricas en el tema tratado o en el mejor de los casos nuevos paradigmas.

En la introducción, el gestor de la tesis, escribe sobre la motivación personal para abordar la investigación:

La motivación del autor en la presente investigación nace como un intento de ofrecer una respuesta a la relevancia y angustia que atañe el transcurrir temporal en el Análisis Económico, teniendo en cuenta la idea Keynesiana de que la Economía y por ende la Economía Financiera, no requiere de un instrumento matemático omnipresente para ser rigurosa –el subrayado es propio de este ensayo- […] La problemática temporal en Economía Financiera, por tanto, no tiene una respuesta meramente físico-matemática, sino que también tienen su poder explicativo en las Ciencias Humanas y Sociales. (Ceballos David, 2003; p. 4).

Al reflexionar sobre esta fracción de la tesis doctoral, surge una interesante inquietud ¿Cómo es posible que uno de los más connotados representantes de la Economía Clásica, en plena época de la Economía Global y en un escenario en que se le ha dictaminado por parte de radicales híper globalizadores la defunción a la Economía Clásica, esté movilizando indagaciones tan profundas, para ser tratadas en el marco de las tesis doctorales?

La respuesta es sobria, simple y a la vez compleja ¡Es un clásico de La Economía! Y pese a los aprietos teóricos, en diferentes épocas sorteados por la Economía Clásica y que seguirá afrontando en los tiempos futuros, siempre será un referente teórico obligado, porque él y ellos generarán discrepancias y contradicciones, que en la perspectiva Hegeliana de las crisis y las contradicciones, propiciarán el germinar, muy factiblemente nuevos paradigmas.

Veamos como, ese cuestionamiento abordado desde una idea de uno de los teóricos clásicos de la economía –con acta de defunción teórica a bordo-abre un abanico de indagaciones, en una de las temáticas fundamentales de la Economía Global, La Economía Financiera:

Las líneas futuras de investigación se centran en tres direcciones: la axiomatización y formulación matemática de la noción de TIEMPO histórico-financiero, su influencia e interpretación en el fenómeno financiero a través del concepto de liquidez, y, finalmente su aplicación práctica en el análisis dinámico de una inversión. En este último caso de dos vertientes: desde su relevancia en la definición financiera y en el comportamiento de los agentes financieros, y desde la valoración financiera mediante el valor adicional de la consideración temporal d la inversión en Tiempo. (Ceballos David, 2003; p.299)

Reflexionemos en torno a la apreciación emitida por Edwin Tarapuez Chamorro y Juan José Botero Villa (2007), del papel de incentivación investigativa de los economistas clásicos y neoclásicos a la teoría del emprendedor:

Los economistas clásicos, en general, abordan el estudio del empresario o emprendedor en forma tímida, y aunque centran su análisis en la figura del capitalista, sientan las bases para desarrollos posteriores. Varios economistas neoclásicos contribuyen a esta teoría […].

Finalmente, veamos algunos apartes del artículo de Joseph E Stiglitz, de fecha reciente – lunes 12 de enero de 2009-, titulado El Retorno Triunfante de John Maynard Keynes, en el que el connotado investigador del mundo financiero, resalta la teoría Keynesiana en el análisis de la crisis económica de los EE UU:

Ahora todos somos Keynesianos. Incluso la derecha en Estados Unidos se sumó al bando Keynesiano con un entusiasmo desenfrenado y en una escala que, en algún momento, habría sido inimaginable.

Para quienes nos adjudicábamos alguna conexión con la tradición Keynesiana, éste es un momento de triunfo, después de que nos dejaran en el desierto, prácticamente ignorados, durante más de tres décadas. En un nivel, lo que está sucediendo ahora es un triunfo de la razón y la evidencia sobre la ideología y los intereses.

Keynes sostenía no sólo que los mercados no se autocorregían, sino que, en una crisis pronunciada, la política monetaria probablemente resultaría ineficiente. Se necesitaba una política fiscal.

Pero no todas las políticas fiscales son equivalentes. En Estados Unidos hoy, con una montaña de deuda inmobiliaria y un alto nivel de incertidumbre, los recortes impositivos que probablemente resulten ineficientes (como lo fueron en Japón en los años 1990). Gran parte, sino la mayor parte, del recorte tributario norteamericano del pasado mes de febrero fue destinado´al ahorro.

Continua Stiglitz, mencionado la enorme deuda dejada por la administración de Bush, y plantea la necesidad, entre otras del los siguientes correctivos: la reestructuración tanto de los programas tributarios como de gasto; reducción de los impuestos a las clase menos favorecidas, aumentar el beneficio de desempleo, el incremento de la parte tributaria a las clase más favorecidas, todo esto encaminado a reducir el déficit y disminuir la desigualdad: reducir el gasto en la guerra de Irak a la par del incremento en educación.

2.4.2 Del Estado-Región y el Fin del Estado-Nación

Ohmae, plantea la necesidad en la Economía Global de la búsqueda de nuevos centros de expansión en las “regiones”, siendo incluso algunas de ellas parte de los Estados–Nación rebasando sus límites geográficos. Analicemos que escribe de ello:

Una sólida definición de región-Estado consiste en que es una unidad en donde se puede crear un círculo virtuoso. Mientras más gente llega a ella y mientras más variadas sean sus antecedentes y capacidades, más variada se vuelve la región con el paso del tiempo. Si comienza como zona de manufactura, también llegarán a la región otros servicios asociados con el sector. A su vez van a llegar instituciones financieras, junto con aquellas que ofrecen servicios financieros nacionales y al por menor. De esta manera surge un círculo virtuoso y la región se convierte en una totalidad con una base económica y de negocios más profundos y amplios.

Cuando nuevas industrias de muy variados antecedentes son atraídos a una zona positiva, florece toda una plétora de servicios afiliados, distintos de las industrias, inevitablemente se edificarán escuelas para satisfacer las necesidades de educación y de una fuerza de trabajo. Se construirán hospitales y clínicas para satisfacer las necesidades médicas y de cuidado de la salud de los habitantes de la región. No faltarán tampoco los distribuidores de automóviles, y no se diga de los restaurantes y los supermercados. En resumen, una vez que la gente ha llegado al lugar, tiene necesidades que satisfacer. Ohmae (2005).

¡He aquí un común denominador, el dinero por el dinero y un casi maniático consumismo! Llama la atención del fragmento del párrafo, lo contemplado en las líneas doce y trece “inevitablemente se edificarán escuelas para satisfacer las necesidades de educación y de una fuerza de trabajo” ¿Cómo es posible que se piense en estas dos líneas del escrito, única y exclusivamente en la formación en el trabajo? Obviamente, sin desconocer la importancia de este tipo de formación en los habitantes de las regiones, también es necesario indagarnos ¿Y donde están los valores conducente a la tan necesaria pedagogía de la nueva concepción de la vida y el paradigma ecológico , matizada por los principios de la teoría de la complejidad y la “Ecología profunda” ? Llama también la atención la expresión “círculo virtuoso” del párrafo en cuestión ¿Será que el complejo concepto Virtud es posible determinarse y aún mucho más, cuantificarse desde criterios mercantilistas y consumistas? ¡Magna tarea epistémica a develar! No obstante reconocer el desarrollo de estudios muy serios y de gran prestancia académica, ya iniciados por algunos filósofos y sociólogos de la Posmodernidad .

Ya estudiados algunos aspectos en el análisis y la breve reseña de la obra El Fin del Estado-Nación de Ohmae, y de manera recurrente con el resto de obras de su constructo discursivo, persiguiendo una intencionalidad y perspectiva dialógica e incluyente de la alteridad, entre la concepción teórica de autores adeptos al paradigma de la Economía Global y sus opositores; finalmente recurriremos a las conclusiones de los participantes del dialogo sobre la globalización efectuado del 26 al 29 de Julio de 2004,realizado en el Forum de Barcelona, bajo la dirección de Manuel Castells y con la participación de notables investigadores de este fenómeno. Entonces veamos, en lo que a los Estados-Nación corresponden en este escenario:

Tubiana –uno de los participantes- también afronta la cuestión de que la crisis del Estado no afecta a todos por igual hasta el punto de que la teoría de la decadencia estatal tiene grandes lagunas. Piensa que la globalización ha obligado al Estado a redefinirse, pero a la vez le ha dado una mayor importancia, como por ejemplo en el tema del control estatal de carácter policial o fiscal. Puede alegarse, ciertamente, que hay Estados Nacionales que no están en crisis, que se han hecho más fuertes y seguros en lo que respecta a su soberanía y la capacidad de coacción de su aparato político. Estados Unidos es el mejor ejemplo de resistencia del poder estatal frente al ímpetu de las corporaciones privadas y el desorden inherente a la globalización informacional.

Con el ánimo de sintetizar lo expuesto en esta sección del trabajo, digamos que un aspecto final a analizar del Estado-Nación lo es en la trama y el escenario político de la globalización. Para nadie es un enigma a las múltiples presiones y exigencia al que ha sido sometido por las decisiones políticas y económicas unilaterales, paradójicamente de los organismos multilaterales, verbigracia, BM, FMI, LA ONU, la OCDE Y la UNESCO. Situación comentada por Lyotard (1994) “La idea de la política global supone un desafío para las distintas tradiciones como nacional/internacional, territorial/no territorial, dentro/fuera, tal y como han sido asumidas en las concepciones convencionales de la política interestatal”.

En este momento de la reflexión, nos preguntamos entonces sobre uno de los presupuestos políticos de Ohmae y de la Economía Global ¿Será posible la concreción de un mundo sin fronteras regentado exclusivamente por las fuerzas del mercado sin ningún tipo de control político? Es decir la eliminación de la Geopolítica. Dejemos, en escena –en analogía a Ohmae en el PEG- algunas voces autorizadas, en la búsqueda de la visibilización de algunos de los elementos de tan complejo cuestionamiento:

Michael Klaire (2001), nos ilustra sobre la Geopolítica, hablándonos sobre los orígenes de la misma:

[…] el término geopolítica pareciera venir de otra era, de fines del siglo XIX. Por geopolítica o competencia geopolítica quiero significar la competencia entre grandes poderes y aspirantes a ser grandes poderes por controlar territorios, recursos y posiciones geográficas importantes, tales como puertos, canales, sistemas de ríos, oasis y otras fuentes de riqueza o influencia. Si se mira hacia atrás, uno se encuentra con que tal tipo de enfrentamientos ha sido la fuerza dirigente en la política mundial y especialmente del conflicto mundial en gran parte en los siglos recientes.

La geopolítica como un modo de análisis, fue muy popular desde finales del siglo XIX y hasta primera parte del siglo XX. Si usted estudiaba entonces lo que los académicos llaman hoy día Relaciones Internacionales, habría estudiando geopolítica. (Klare, 2001; p, 6)

James E. Dougherty y Robert L. Pfaltzgraff (1993), escriben sobre algunos elementos de la naturaleza de las Relaciones Internacionales y concluyen que:

El medio, entonces, suministra un punto focal excepcional no sólo para la teorización antigua y contemporánea, sino para la teoría analítica y normativa de las relaciones internacionales de los años futuros, porque en última instancia todas las políticas exteriores y los demás modelos de interacción internacional se plantean dentro de un entorno político, social, cultural y geográfico. (Dougherty y Pfaltzgraff, 1993; p. 86).

El prestigioso historiador de las Relaciones Internacionales Paúl Kennedy (2004), al analizar el escenario global contemporáneo emite una reflexión trascendental, por cierto, muy opuesta a la concepción de Ohmae en lo que a la geopolítica concierne nos dice que no es posible:

[…] obviar la geopolítica, la cual puede definirse como la influencia de la geografía en la política, la forma en que la distancia, el terreno y el clima afectan los asuntos de Estados, y de hombres. (Kennedy, 2004; p. 46)

En fin, nos podríamos quedar realizando una gran cantidad de citas contestarías, con un buen nivel de fundamentación teórica a la corriente híper-globalizadora, pero en aras de enfrascarnos en el siguiente argumento fuerte del PEG, finalizaremos este acápite con una última apreciación sobre la problemática analizada:

[…] los Estados-Naciones siguen siendo las unidades básicas del sistema mundial. Aunque el declive del nacionalismo de las grandes potencias y el desvanecimiento de las ideologías hayan reducido el contenido emocional de la política global –al tiempo que las fuerzas nucleares introdujeron importantes restricciones en el uso de la fuerza-, la competencia basada en la territorialidad sigue dominando los asuntos mundiales, por más que actualmente sus formas tiendan a ser más civilizadas. En esa competencia, la situación geográfica, sigue siendo el punto de partida para la definición de las prioridades externas de los Estados-Naciones y el tamaño del territorio nacional sigue siendo también uno de los principales indicadores de status y de poder. (Brzezisnky, 1998; p. 15)

2.4.3 De las plataformas para el progreso y su rol en la Economía Global

El académico y empresario nipón explicita la trascendental importancia de las plataformas para el mundo interconectado de su paradigma. Concibiéndolas como un aditamento complementario y de apoyo a la comunicación, y también a la adquisición de la información. Una plataforma es abierta, gracias a uno de los fundamentos teóricos de la concepción sistémica de las estructuras disipativas y otra de su característica prominente la constituye el ser común, es decir accesible al cualquier conglomerado humano.

Desde esta visión nos habla de las plataformas tecnológicas, el dólar norteamericano, las marcas de fábrica, las subcontrataciones y las maquinas maquilas, etc. Por lo tanto miremos como preámbulo una de las tantas aproximaciones a la definición de plataforma tecnológica: “una plataforma es una agrupación de equipamientos técnicos y humanos destinados a ofrecer unos elevados recursos de nivel tecnológico acompañados de excelentes conocimientos científicos a una comunidad de usuarios, públicos y privados, tanto a nivel local, regional como nacional” .

En una intencionalidad de hacer más comprensible la concepción de Ohmae alrededor de las tecnologías, permítase recorrer un poco el problema de las tecnologías –especialmente las nuevas de la información y la comunicación- y su articulación con la sociedad, después de haber planteado la anterior aproximación a la definición de plataforma tecnológica. En este sentido, exploremos un poco la presencia de un fenómeno interesante en el que necesariamente hay que detenerse para su análisis desde una perspectiva sistémica: ¡la interdependencia!

En las ciencias sociales y naturales se constata que hay una estrecha interdependencia entre unos saberes y otros, entre unos acontecimientos sociales y otros. Todo está unido, todo está relacionado con todo. En el campo de la tecnología y la sociedad también se puede partir de este principio de la interdependencia. Las tecnologías de la información y el sistema social en el que surgen no se pueden estudiar por separado, prescindiendo del contexto social en el que se insertan, si queremos tener una visión integral. (Saez, 1999; p. 1)

De manera que la tecnología puede concebirse como un proyecto histórico-social, en el que de una forma u otra la sociedad dominante de ella, siempre pretenderá imponer sus intereses en los haceres de los hombres y las cosas. ¿Pero qué ópticas o lecturas prevalecen en la relación tecnología y sociedad que propicie su comprensión integral, histórica y crítica? Saez en su obra, destaca principalmente tres: la tecnofóbica y tecnofílica, la descontextualizada y la instrumental. Ahora, ya mencionadas estas categorías en las miradas a la relación tecnología y sociedad, es pertinente indagar en cuál de ellas o en cuántas de ellas se inscribe la plataforma tecnológica acuñada y socializada por Ohmae en el PEG.

Entonces manos a la obra y para este efecto, revisemos uno de los párrafos del libro relacionados con esta cuestión:

Veamos entonces lo escrito al inicio del capitulo V, titulado Plataformas para el progreso:

A lo largo de la historia de la humanidad, los avances tecnológicos han dado paso a numerosos desarrollos que han conformado verdaderamente el progreso humano. Podemos considerar el desarrollo humano como algo gradual, compuesto de pequeñas, progresivas y cómodamente manejables mejoras. Pero la realidad es que han ocurrido explosiones repentinas de energía, unas veces desencadenadas por los descubrimientos tecnológicos y otras de la mano de ellos, que han proyectado la humanidad hacia delante […] (Ohmae, 2005; p. 141)

Al leer detenidamente el texto de esta cita, e interpretarla y compararla con lo escrito por Saez en lo que a las lecturas de la relación tecnología y sociedad incumbe, nos es posible determinar con un alto porcentaje de certeza –obviamente sujeto a ser debatido-, el de inscribirse Ohmae en el grupo de los tecnofílicos e instrumentales, o enunciado de otra manera, en el primer caso a los apologistas de la tecnología; y en la segunda situación –dada su naturaleza de empresario-, al lograr elevados niveles de producción, en tiempos cortos y con altos márgenes de rentabilidad.

Avancemos en lo acometido en esta parte del escrito, y analicemos al idioma como plataforma. Ohmae, en las páginas 149-150 del PEG escribe:

Mientras escribo este libro estoy empleando dos plataformas. Son las mismas plataformas que utilizan aquellos que lo leen: los idiomas español e ingles. Este último ha sido siempre una de las lenguas más importantes del mundo. Hoy es la lengua de la economía global […]

Resulta lamentable que la lengua haya llegado a vincularse de manera tan intima con la nación-Estado. Una lengua ampliamente difundida a un grupo de dialectos relacionados solían asumirse como una etiqueta de identidad, como un aspecto más de la marca de la nación-Estado. Como consecuencia, algunas personas asocian cualquier idioma con aquellos Estados que lo usan como primera lengua. Su uso extendido o su influencia son vistos con desconfianza por los nacionalistas lingüísticos de otras naciones-Estado. La fluidez al hablarlo puede dejar ver una deslealtad hacia la propia nación-Estado. Todas éstas son ideas anticuadas que deben arrojarse al cubo de la basura del desarrollo humano.

Entonces realicemos una breve incursión por cada una de las frases resaltadas, iniciemos por la del idioma ingles “Hoy es la lengua de la economía global”. Sin duda alguna, negar el protagonismo del habla ingles en la economía global y las necesidades del aprendizaje de una lengua diferente a la nativa de un país, en estos tiempos de dinámica y cambio constante en las diferentes esferas del conocimiento humano, sería una absurda apreciación, diríamos cosa de necios.

¿Pero cómo hacerlo y que ello no vaya en detrimento de la lengua nativa de un Estado-Nación o de una Región-estado? Compleja pregunta a ser respondida desde los ámbitos de la lingüística, la psicolingüística, la sociolingüística, y finalmente de la política lingüística. La lingüística en las últimas décadas ha logrado establecer un corpus teórico que ha hecho inteligible y hermenéutica esta situación, “Es así como, desde la visión Chomskyana, se define por primera vez el estatuto de lenguaje de los sistemas no nativos como un avance epistemológico de gran calado, tanto, que la disciplina de adquisición de lenguas no nativas pasa de ser una mera tarea didáctica, a conformar una ciencia cognitiva”. Rius Estrada (2002).

Gracias a los desarrollos teóricos de la lingüística emerge como alternativa al abordaje de este aspecto La Equilinguistica:

Se trata de un bilingüismo absoluto, con total equivalencia en las dos lenguas objeto de adquisición, desde el punto de vista de construcción léxica, semántica, sintáctica, activa y pasiva, tanto en el dominio del lenguaje oral como del escrito. (Rius Estrada, 2002; p.3).

Equilinguismo que entre otras dota a las personas de las siguientes características: 1) piensa encada una de las dos lengua; 2) se expresa en la lengua en que piensa; 3) no traduce; 4) domina las locuciones propias de las dos lenguas, los decires, las frases hechas; 5) ha asimilado la cosmovisión cultural de cada una de las dos lenguas y hace de ello un uso selectivo según sus necesidades y decisiones. (Rius Estrada, 2002; p.3) Ya mencionadas las características anteriores del Equilinguismo entonces ¿cuál es la situación óptima para propiciar la creación de la tan anhelada Aldea Global, desde el respeto a la diversidad lingüística y desde nuestra participación en la misma? La respuesta nos la da Ruis Estrada:

[…] no queda genero de dudas: se trata de favorecer la adquisición de la primera lengua […] en la escuela.

Y para hacer viable esta opción es necesaria la adopción del Equilinguismo porque en él se obtienen de forma natural resultados óptimos, en un tiempo asombrosamente rápido, incluso desde la inconsciencia del propio sujeto. He aquí el estatuto pedagógico de la Educación infantil bilingüe como paradigma de adquisición simultánea de primeras lenguas. (Rius Estrada, 2002; p.8)

Acto seguido, nos centraremos en las frases del párrafo citado, las cuales rezan textualmente: “Resulta lamentable que la lengua haya llegado a vincularse de manera intima con la nación-Estado” y “Todas estas son ideas anticuadas que deben arrojarse al cubo de la basura del desarrollo humano”., en la búsqueda de presentar una apreciación argumentada a estas dos frases, por cierto, bastante audaces y desconocedoras de todo lo movilizado por la lengua materna para una nación, veamos el pronunciamiento de la UNESCO en uno de sus boletines, en el año 2008, declarado por esta organización como El año Internacional de los Idiomas:

“La lengua es el primer instrumento del genio de un pueblo”, decía el escritor francés Henri Bayle Stendhal. Alfabetización, conocimientos, integración social…todo pasa por la lengua, que encarna la identidad nacional, cultural y, a veces, religiosa, de los individuos. Si embargo, los especialistas estiman que más de la mitad de las 7000 lenguas que se hablan en el mundo corren riesgo de desaparecer, dada su falta de presencia en la administración, la educación y los medios informativos. Por esta razón, las Naciones Unidas declararon 2008 Año Internacional de los Idiomas […] (UNESCO, 2008; p.1).

Luego de una abundante producción en francés, el novelista senegalés Boubacar Boris Diop decidió escribir en wolof. Para una población pobre, multilingüe y tradición oral. Los libros no constituyen una prioridad. Sin embargo, los escritores africanos se expresan cada vez más en sus lenguas nacionales. (UNESCO, 2008; p.3) .

Privar al niño inmigrante de su lengua materna es crear una situación conflictiva entre el modelo familiar y el modelo social, es decir, menoscabarle su identidad. Si el sistema escolar respetara su lengua y su cultura los hijos de emigrantes desarrollarían una mejor estima de sí y de los otros. (UNESCO, 2008; p.8) .

Creada a lo largo de los siglos, la “lengua secreta” machaj juyai sigue siendo hablada por algunas de las familias de los Kallawaya, médicos fitoterapeutas tradicionales que viven en los Andes bolivianos. Esta lengua es el vector de conocimientos ancestrales en peligro de desaparición, que la UNESCO trata de salvaguardar. (UNESCO, 2008; p.12) .

La lengua ainu, hablada en el norte de Japón y varias veces milenaria, corría el riesgo de desaparecer debido a la presión política del poder central. A fines del siglo XX se produjo una tendencia contraria. Pero, al no ser enseñado en los colegios, el porvenir del ainu es incierto. Sin embargo,

Pues bien, reconociendo la importancia en estos tiempos de la adquisición de una segunda lengua, y como podemos observar, sin temor a equivocaciones, lo percibido en los anteriores encabezamientos de los artículos, en la publicación reciente de la UNESCO (2008) y con motivo de la declaración de este año como Año Internacional de los Idiomas, contrasta notoriamente con lo expresado por Ohmae en los fragmentos citados y muy especialmente en las frases subrayadas.

Ya analizada la anterior situación, entonces nos preguntaremos ¿es necesario para pertenecer a la elite de la Economía Global renunciar a nuestras costumbres, nuestra historia, a nuestra(s) lengua(s), en fin a nuestra cultura?, y la respuesta es tajante: EN VERDAD QUE NO. Lo que se debe abogar es por un rediseño de la globalización. Rediseño planteado por Capra (2003) y otros autores. Permítase en esta instancia presentar una apreciación del rediseño Capriano en la perspectiva de la Ecología profunda, en el que se toca entre muchos aspectos lo cultural.

Con qué cartas se debe iniciar el rediseño de la globalización ¡ellas ya están sobre la mesa! y uno de los ases a jugarse lo constituye los valores de la dignidad humana y de la sostenibilidad reseñados en la Coalición de Seattle de 1999. Símbolo de la resistencia mundial globalizada y en torno a la cual se ha formado una impresionante coalición global de ONG; como base ética para la remodelación de la globalización:

En Enero de 2001 la Coalición de Seattle celebró el primer Foro Social Mundial en Porto Alegre, Brasil. Diseñado como contrapunto al Foro Económico Mundial de Davos, Suiza […] Por primera vez la Coalición de Seattle había convocado a sus miembros no para protestar, sino para dar el siguiente paso y debatir sobre escenarios alternativos, de acuerdo con el lema oficial del Foro “Otro mundo es posible”. Como informó The Guardián: “Estaba presente un sentimiento tangible de emergencia global de un movimiento compuesto por una asombrosa diversidad de edades, tradiciones políticas, experiencia práctica y circunstancias culturales” (Capra, 2003: pp. 275-276).

La Coalición de Seattle es la máxima expresión de un movimiento político típico de nuestra Era de la Información, La Sociedad Civil, con objetivos claros hacia un rediseño de la globalización, enmarcado prioritariamente entre otros aspectos: en una descentralización de los centros de poder; de sus fundamentos políticos; y de las practicas de la globalización. La emergencia de esta sociedad es causa reciproca a dos fenómenos: el primero las facilidades y las grandes velocidades de comunicación global; y el segundo, al declive de la soberanía, de la autoridad y la legitimación de la nación-Estado.

2.4.4 De las necesidades de la reinvención del gobierno

Ohmae en esta parte del libro plantea tajantemente la necesidad de cambios en la mentalidad de los gobernantes, en estos tiempos del paradigma de la economía Global. La dinámica de la globalización, según él, requiere de nuevas maneras de ejercer los gobiernos. Miremos que escribe Viloria en el artículo ya referenciado, citando al empresario y académico del sol naciente:

Ohmae plantea que no es posible escapar a la realidad d que en el escenario global el papel de los gobiernos debe ser completamente diferente. Tradicionalmente los gobiernos se han considerado a si mismos, dice Ohmae, como depositarios del poder, pero los gobiernos centrales encuentran que gran parte de su poder ha desaparecido en un mundo sin fronteras, y que un gobierno central fuerte y poderoso es cosa del pasado. Añade que los gobiernos que traten de aferrarse a las ilusiones persistentes del poder más impotentes se verán.

Se le abona al gestor del PEG, el hecho de ser certero en la apreciación concerniente a la dinámica de grandes velocidades en el proceso de integración de las regiones, en la misma medida también es verdad, su acentuada exageración apologética de las corporaciones. Léster thurow (1996), señala la existencia de un mundo global, pero no de la existencia de un único gobierno global. En este sentido se erigen dos preguntas claves ¿Quién dirigirá el mundo? ¿Será el mundo corporativo? ¿Podrá las corporaciones de la Economía global dar solución a los problemas concomitantes y subyacentes a la globalización como la exclusión, la pobreza, la degradación ecológica,…?

Thurow (1994), se pregunta “ Quien dominará el siglo XXI?” y a la vez responde el ser posible que algunas potencias se le adelanten a otras, logrando grandes probabilidades de dominio quienes lo hagan; pero es enfático en afirmar “es probable que el siglo XXI se caracterice por la existencia de un líder económico definido, pero no por la existencia de un país que se imponga a todo el resto del mundo”.

A manera de critica podemos observar en el texto de Ohmae, la ausencia o casi nula presentación de aspectos argumentativos desde un enfoque critico de problemáticas del mundo actual, y con responsabilidad directa de los gobernantes de temas como: el crecimiento de la pobreza, las nuevas corrientes migratorias, el efecto invernadero, la decisión de los pueblos de preservar y reclamar sus costumbres, la de rescatar sus recursos naturales, el final de la energía a bajo costo, la altísima corrupción en los gobernantes y los entes corporativos, en fin.

Entonces, reflexionemos y preguntémonos ¿será que los apologistas del paradigma de la economía global o comúnmente denominados “híper-globalizadores, no son parte integral de un todo, llamado tierra?

3.0 CONCLUSIONES

Este set de reflexiones a manera de conclusiones, se dividirán en dos categorías, unas a favor en lo relacionado con los aciertos en la obra de Ohmae en la socialización de su paradigma de la Economía Global; y las segundas en lo articulado a algunos aspectos a criticar en el PEG y en la proclamación de su paradigma.

No se debe desconocer la mayor virtud del libro, en razón de ayudar a entender a los académicos, a las naciones, a los gobernantes, en síntesis a los moradores del planeta tierra, que el mundo de la globalización ha generado y dinamizado a través de sus plataformas del progreso notables cambios, los que de una manera u otra afectan el modus vivendi de la población del planeta.

Criticas especiales merece su exacerbada híper-globalización, expresada en su apología apasionada y en cierta forma irracional hacia el mundo corporativo. Si bien es cierto la crisis del Estado-Nación –incluso reconocida por algunos escépticos de la globalización-, en relación a este aspecto, capitulo aparte merece el desconocimiento, casi en su totalidad de la identidad y el riquísimo acervo cultural de las naciones en el libro eje central de este trabajo escrito. Otro aspecto importante lo constituye la declaración del fin de la Economía; no obstante, reconocerse haber vivido este campo del conocimiento algunas crisis, en cierta manera la declaratoria de su acta de defunción es un total desconocimiento a sus antecedentes teóricos, y el ignorarla como fuente fundante de múltiples investigaciones desde la concepción de la crisis y la contradicción, en el escenario global.

Finalmente, es menester acotar el no ser todo malo en la globalización, sería necio cerrar las puertas a los avances tecnológicos y su aplicación. Pero hay que abogar por un rediseño de la globalización, con cambios en sus políticas e intencionalidades.

El debate no termina, apenas empieza y se espera una vinculación de toda la humanidad, sin exclusiones, sin pobreza, sin desconocimiento de las riquezas culturales de los pueblos, etc., para que algún día logremos llegar a ese tan anhelado imaginario: vivir en toda la extensión de la palabra y del concepto ¡En un planeta ecológicamente sostenible!

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