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Apéndice I.- Una aproximación etnográfica de tres comunidades de la Costa de Oaxaca

La amabilidad ante todo


Julio viste como la mayoría de los campesinos de la región, huaraches de suela de llanta con dos tiras de cuero al frente y otra atrás para sostener el pie. Estos huaraches los venden en las tiendas que están en Xadani, aquí en Petatengo también los venden, pero los dan “un poquito más caros”, será que es pesado traerlos cargando desde allá, sobretodo cuando cae todo el peso del rayo del sol, bueno aunque algunos comerciantes de aquí tienen camión y para la Conasupo los traen hasta acá. El problema es cuando crece el río, hay que ir por ellos porque el carro no pasa. Ya pronto se terminará el puente .

El no usa regularmente nada en la cabeza, pero a veces se pone una cachucha para salir o sombrero. Leonor usa vestido y sandalias de hule o zapatos bajos porque es difícil caminar entre tanta piedra, lo mismo se visten sus hijas y las nueras. Si se visita a Señor Julio uno puede encontrarlo sin camisa y descalzo porque hace mucho calor, especialmente, en tiempo de secas cuando el sol quema y corre poco aire. Él recibe a uno con mucha amabilidad, si está reposando después de un día arduo de trabajo, se levanta de su hamaca y la ofrece, y pide a Leonor que traiga agua para refrescarse. Es un hombre muy platicador, inmediatamente cuenta los acontecimientos del pueblo o involucra a las personas con sus recuerdos. Él dice que la gente de su pueblo es amable y que les gusta que los visiten, pero que ven con curiosidad, ese hecho, ya que no entienden por qué cada vez más gente llega y pregunta las mismas cosas sobre sus animales, monte y costumbres.

Julio piensa que antes el pueblo estaba olvidado, cree que se debía a que no existía camino que los comunicara, ahora no solo podrán llegar los carros hasta el pueblo en temporada de secas – noviembre a marzo – sino que más gente llegará durante todo el año con la construcción del puente cerca de la hamaca que está por la Finca Zimatán a 5 kilómetros del pueblo. Muchos de los comuneros se enrolaron en la construcción del puente, trabajan por $70.00 diarios, se dice que estará terminado en septiembre. El pueblo logró que se construyera el puente después de haber ahorrado dos años el presupuesto que le asigna el gobierno federal, así que durante dos años no se hizo obra alguna en el pueblo porque para los habitantes el puente es mucho más importante que pavimentar calles o realizar otra obra pública.

Antes de que existiera la hamaca del Zimatán, tenían que pasar nadando el río cuando iba crecido, tenían que hacerlo porque los servicios los daban en Xadani. Se presentaban el domingo a medio día para empezar a dar sus cargos el lunes a las 7 de la mañana, como no les daban de comer tenían que llevar una bolsa llena de tortillas tostadas para la semana; el servicio terminaba a las 12 del día del otro domingo. A quien le tocaba hacer servicio tenía que buscar donde dormir, así que la mayoría pedía posada en las casas de Xadani, hasta que encontraban quien se condoliera de su penar. Era muy problemático para los ciudadanos cooperar tanto en Xadani como en el pueblo, cada tequio que se necesitaba en la agencia municipal era cubierto por la gente de Petatengo en su mayoría, porque tenían que hacer méritos ya que estaban viviendo en una ranchería perteneciente a Xadani. Hoy aún los terrenos son de Xadani pero los muchachos no tienen que prestar servicio allá sino en su pueblo nada más.

A la comunidad se le vino la idea de separarse administrativamente de Xadani cuando no les permitieron tener su propia escuela primaria, ellos deseaban que sus hijos estudiaran pero era peligroso que los niños caminaran los 12 kilómetros que separan a los dos pueblos sobre todo cuando era época de lluvias porque tenían que cruzar el río. En la búsqueda por resolver el problema, contrataron maestros particulares para que instruyeran a los niños y a instancia de uno de ellos se construyó una aula provisional de techo de paja, después lograron hacerla de concreto, ese espacio fue asignado a la telesecundaria y la primaria, esos edificios de encuentran ahora en lo alto del cerro.