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Costa Rica. La Administración Oduber (1974-1978).

 

 

Este texto forma parte de la tesis doctoral

El cambio estructural del sistema socioeconómico
costarricense desde una perspectiva
compleja y evolutiva (1980-1998)

de Antonio Luis Hidalgo Capitán
a cuyo texto completo se puede acceder
desde este enlace

 

 

            La Administración Figueres dio paso a la Administración Oduber en 1974, después de que el PLN ganase dos elecciones presidenciales consecutivas por primera vez desde 1948, manteniendo al mismo tiempo el control de la Asamblea Legislativa con mayoría relativa.

            Oduber accedió a la Presidencia en plena crisis económica internacional, con una contracción de la demanda internacional y un MCCA que trataba de convertirse en la Comunidad Económica y Social de Centroamérica (CESCA) sin vislumbrar la crisis que se avecinaba en la región.

            En este contexto, el Gobierno se percató de la necesidad de seguir diversificando el sector de exportación al objeto de crear nuevos rubros de exportaciones no tradicionales (industriales y de servicios) y de captar nuevos mercados (más allá del MCCA); en este sentido se aprobaron una serie de líneas de crédito (certificado de abono tributario -CAT- y certificado de incremento de las exportaciones -CIEX-) y exoneraciones de impuestos de importación de bienes de capital para las empresas orientadas a los nuevos sectores de exportación (incluidas las actividades turísticas y la construcción de hoteles). Sin embargo, estas medidas tuvieron escaso éxito (Rovira, 1987, pp. 34-42).

            Es de destacar la política social de la Administración Oduber, que desarrolló el más ambicioso programa de redistribución de la renta desde los años cuarenta. Se extendió la cobertura del Seguro Social a los grupos de indigentes y el resto de la población rural. Se creó en 1975 el Programa de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares, que dispuso del 1,1% del PIB para sus funciones (porcentaje que aumentó hasta el 2% a finales de la década), que iban desde la creación de comedores escolares hasta la construcción de acueductos rurales.

            Estas medidas tenían un claro sesgo keynesiano, pues pretendían, además de una mayor justicia social, un mayor desarrollo del mercado interno, por lo que resultaron ser un buen complemento del Programa Nacional de Granos Básicos de 1975, que por medio de una política crediticia dirigida a la agricultura pretendía aumentar la producción dirigida al mercado interno. Junto a ello, el Instituto de Tierras y Colonización inició una política de compra de tierras para convertirlas en zonas de desarrollo donde se ofrecían a campesinos independientes una serie de infraestructuras y servicios.

            Sin embargo, por lo que se caracterizó la Administración Oduber fue por la conformación de un Estado empresario a partir de CODESA. Esta Corporación no estuvo en pleno funcionamiento hasta 1976, cuando comenzó su proceso de expansión empresarial por medio de sus filiales (Cementos del Pacífico, Cementos del Valle, Central Azucarera de Tempisque, Tempisque Ferry Boat, Transportes Metropolitanos, Ferrocarriles de Costa Rica, Distribuidora Costarricense de Cemento, Algodones de Costa Rica y Aluminios Nacionales), además de la adquisición del 100% de las acciones de RECOPE y la mayoría de las de Fertilizantes de Centroamérica, Costa Rica S.A. (FERTICA). Sin embargo, a juicio del Gobierno esta corporación no estaba actuando con un objetivo de desarrollo, sino que realizaba funciones que eran propias del Sistema Bancario Nacional (política crediticia), por lo que en 1977 el Presidente Oduber propuso una serie de cambios, como fueron la conversión de CODESA en una empresa de capital público y la eliminación de los representantes del sector privado en el Consejo de Administración. De esta forma, en 1978 el 92,4% de toda la inversión de CODESA se había destinado a empresas en las que tenía participación total o mayoritaria, concentrándose el 86,45% en sus cuatro grandes filiales (Cementos del Pacífico, Cementos del Valle, Central Azucarera de Tempisque y Aluminios Nacionales); sólo el 6,59% se había destinado a empresas no participadas por la corporación.

            CODESA pasó así a competir con el sector privado, tanto por los mercados (cemento, algodón, azúcar, transportes...) como por el crédito. Con un capital social de 67 millones de colones, CODESA realizó una inversión de 2.000 millones de colones debido a las facilidades que el Sistema Bancario Nacional le concedió (créditos de diferencia cambiaria, facilidades de crédito nacional, avales para créditos en el extranjero y bonos vendidos al BCCR). Todo ello, junto con un estilo personalista de la gestión donde las relaciones entre el Sistema Bancario Nacional, CODESA y la Presidencia de la República eran muy estrechas, comenzó a despertar recelos y las acusaciones de corrupción no tardaron en aparecer (Doryan, 1990, pp. 47-56).

 

TABLA 3.14

DATOS MACROECONÓMICOS (1970-1980).

AÑO

1970

1975

1980

GGC

14,93

17,07

21,66

DGC

‑1,4

‑3,52

‑8,97

DE

16,62

26,03

40,09

Fuente: elaboración propia a partir de datos del BCCR (1986).

GGC: gasto del Gobierno Central en porcentajes del PIB; DGC: déficit del Gobierno Central en porcentajes del PIB; DE: deuda externa en porcentajes del PIB.

 

            Como es de suponer el aumento del gasto público durante los setenta fue significativo, al igual que el déficit público y el endeudamiento externo; si algo permitió que se desarrollara el Estado empresario fue la enorme elevación de los precios del café (que pasó de 58 dólares el saco en 1974 a 110 dólares en 1975 y a 217 en 1976) y las facilidades de endeudamiento externo, debidas a los bajos tipos de interés internacionales que en términos reales llegaron a ser negativos. Sin embargo, cuando bajó el precio del café y subieron los tipos de interés internacionales a principios de los ochenta, la situación se hizo insostenible y se desató una profunda crisis económica y política.

            El creodo intervencionista se desarrolló entre 1949 y 1980 y su resultado fue la existencia en Costa Rica de una estructura socioeconómica determinada que puede incluirse de forma tipológica, pese a su especificidad, dentro del modelo primario-exportador doméstico-industrial. Dicha estructura se vio profundamente modificada después de la crisis de principios de los años ochenta que desembocó en un relevo generacional en la élite política del país y consecuencia de ello tuvo lugar un salto creódico; el desarrollo del nuevo creodo político-institucional, al que podemos denominar neoliberal, ha ido conformando una nueva estructura socioeconómica que nos permite clasificarla dentro de un modelo diferente.