COMPETENCIAS EMOCIONALES Y RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS INTERPERSONALES EN EL AULA

Lucicleide De Souza Barcelar

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA DE LOS INSTRUMENTOS DE RECOGIDA DE LOS DATOS

TÉCNICAS SOCIOMÉTRICAS

Las técnicas sociométricas desarrolladas por Moreno (1972),  ofrecen la situación del individuo en el grupo social. Dichas técnicas son definidas como el estudio matemático de las propiedades psicológicas de las poblaciones. En este contexto se analiza la evolución y organización de los grupos y la posición que los individuos ocupan dentro de ellos, prescindiendo de la estructura interna de cada individuo.

“La sociometría es una técnica de análisis que permite descubrir las interacciones y los tipos de asociación que existen en los grupos; pone en evidencia la posición de cada miembro, las preferencias y rechazos, la existencia de subgrupos, etc. Vale decir, ofrece un conocimiento concreto, experimental y eminentemente cuantitativo de la estructura espontánea, informal de los grupos” (Cirigliano y Villaverde, 1971: 215).

A través de la sociometría es posible tener una clara visión de las relaciones interpersonales en un determinado contexto, sabido que se puede determinar la posición del individuo en el grupo, partiendo de los resultados de las aproximaciones o repulsiones.

Inicialmente, la sociometría ha tenido su mayor difusión en los EE.UU., incluso ha sido utilizado durante la Segunda Guerra Mundial para la formación de las escuadrillas, las cuales partían del principio que la mayor homogeneidad entre sus componentes, mejor rendimiento obtendrían.

De las diversas técnicas encontradas en la sociometría podemos apuntar aquellas que contribuyeron a establecerse sólidamente:

Según Moreno, el sociograma es ante todo, un método; un método de exploración: permite la exploración de los hechos sociométricos. Se puede ver sobre un sociograma la posición que oculta cada individuo en el grupo, así como todas las interrelaciones establecidas entre los diversos individuos. No existe, hasta el presente, ninguna otra representación valedera, susceptible de destacar el análisis de una colectividad.

En la actualidad es utilizado en las escuelas, puesto que la información resultante del sociograma nos puede auxiliar a identificar a los individuos aislados y a los individuos en evidencia. En el contexto del aula, sirve como valiosa herramienta, en vista que proporciona al profesor una buena referencia para organizar actividades grupales. De esta manera las preferencias o rechazos descubiertos ofrecen información a la hora de tener que cambiar compañeros o formar nuevos grupos.

Además de estas, otras técnicas han sido desarrolladas teniendo como base los fundamentos de la  sociometría, pero de acuerdo con  nuestras necesidades, hemos elegido la técnica del sociograma, ya que se trata de un instrumento práctico y aplicable a nuestro colectivo de estudio (niños de 6 a 7 años) y nos permitirá dar a conocer  la posición del sujeto en el grupo desde la elección de los propios integrantes del grupo, lo que facilita en gran medida nuestra aproximación al fenómeno estudiado.

ENTREVISTAS

1. Definición

Desde su aparición la entrevista ha tenido diversas definiciones.  Pero tal cual la entendemos, podemos definirla como  una estrategia de recogida de datos en las ciencias sociales, que proporciona informaciones subjetivas acerca de un determinado fenómeno o persona. En esta misma línea, algunos autores definen la entrevista como:

 <<La entrevista es un intercambio verbal, cara a cara, entre dos o más personas, una de las cuales, el entrevistador intenta obtener informaciones o manifestaciones de opiniones o creencias de otras personas>> (Maccoby y Maccoby ,1954, cit. en Del Rincón, Arnal, Latorre y Sans, 1995).

<<La entrevista se basa en la idea de que las personas son capaces de ofrecer una explicación de su conducta, sus prácticas y sus acciones a quien les pregunta sobre ellas. En este sentido, la entrevista es un método o conjunto de técnicas específicas de las ciencias sociales y humanas. Abarca una amplía gama de técnicas, desde los cuestionarios  estructurados, hasta la conversación “no estructurada”, todas las cuales se basan en el supuesto de que las personas puedan reflexionar, hasta cierto punto, sobre sus propias acciones, o, al menos, se les puede inducir a hacerlo. La noción de entrevista lleva implícito el supuesto de que el sujeto es un investigador, en la medida en que puede ofrecer explicaciones reflexivas y contrastar con la experiencia>> (Walker, 1989: 113-114).

<<La entrevista como una “herramienta de excavar” favorita de los sociólogos. Para adquirir conocimientos sobre la vida social, los científicos sociales reposan en gran medida sobre relatos verbales>> (Benney y Hughes, 1970: 100).

De manera breve y resumida, hemos visto desde diversas definiciones que la entrevista es antes todo un contacto verbal, en el que se busca a través de la subjetividad aproximarse a una realidad. Además de todas estas definiciones conceptuales, hay que tener en cuenta las características comunes a todas las entrevistas, que sirven de aspectos normativos de las mismas.
En la entrevista, el investigador busca encontrar lo que es importante y significativo en la mente de los informantes, sus significados, perspectivas e interpretaciones, el modo en que ellos ven, clasifican y experimentan su propio mundo (Ruiz e Ispizua, 1989: 126).

2.  Principales características de las entrevistas

Como toda estrategia, la entrevista también conforma una serie de características. De acuerdo con Sandín (1985) las características más destacadas y comunes  que presentan las entrevistas son:

De esta manera, entendemos que la entrevista presenta características que conforman una estrategia de información subjetiva que tiene como elemento principal la comunicación verbal, que parte de la finalidad de conocer o profundizar acerca de un determinado fenómeno, en que se debe seguir una pauta para orientar lo que el entrevistador plantea conocer. Para esto son necesarias condiciones para una buena interacción, en vista que están en juego emociones, sentimientos y pensamientos. Sabiendo conducir una entrevista, manteniendo una interacción equilibrada, ciertamente el entrevistador obtendrá abundantes cantidades de información útil.

Para incrementar la receptividad del entrevistado se debe establecer una relación amigable con él y se debe considerar el estudio como valioso en su contenido. Normalmente es necesario que el entrevistador explique sus propósitos y los resultados esperados (Namakforoosh, 2000: 142).

3.  Clasificación de las entrevistas

Cohen y Manion (1990) comentan que hay cuatro clases de entrevista que combina intención y objetivo a lograr, se pueden utilizar específicamente como herramientas de investigación:

♦ La entrevista estructurada
♦ La entrevista no estructurada
♦ La entrevista no directiva
♦ La entrevista dirigida.

La entrevista estructurada es aquella en la que el contenido y los procedimientos se organizan por anticipado. Esto significa que la secuencia y redacción de las preguntas se determinan por medio de un programa y se deja al entrevistador poca libertad para introducir modificaciones. Cuando se le permita cierta libertad de acción, también se especificará por anticipado. Por tanto se caracteriza por ser una situación cerrada. En contraste con ella a este respecto, la entrevista no estructurada es una situación abierta, teniendo una mayor flexibilidad y libertad. Como observa Kelinger (1982), aunque los fines de la investigación dominen las preguntas realizadas, su contenido, secuencia y redacción están enteramente en manos del entrevistador. Sin embargo, esto no significa que la entrevista no estructurada sea un asunto más casual, pues, a su manera, tiene que estar planificada cuidadosamente.

En esta dirección, Olabuénaga sintetiza los principales aspectos de estos dos modalidades de entrevistas:

LA ENTREVISTA ESTRUCTURADA

A. La entrevista
- Pretende explicar más que comprender.
- Busca minimizar los errores.
- Adopta el formato estímulo/respuesta, suponiendo que a una respuesta correcta el entrevistado contesta con la verdad.
- Obtiene con frecuencia respuestas racionales, pero pasa por el alto la dimensión emocional.

B. El entrevistador
- Formula una serie de preguntas con una serie de respuestas prefijadas entre las que elige.
- Controla el ritmo de la entrevista siguiendo un patrón estandarizado y directo.
- No da explicaciones largas del trabajo.
- No altera el orden ni la formulación de las preguntas.
- No permite interrupciones ni intervención de otras personas en las respuestas.
- No expresa su opinión personal a favor o en contra. Su papel es el de rol neutral.
- No interpreta el sentido de las preguntas, sólo da las explicaciones previstas.
- Nunca improvisa el contenido o forma de las preguntas.
- Establece una <<relación equilibrada>> que implica familiaridad al mismo tiempo que impersonalidad.
- Adopta el estilo de <<oyente interesado>> pero no evalúa las respuestas oídas.

C. El entrevistado
     - Todos los entrevistados reciben el mismo paquete de preguntas.
     - Las escuchan en el mismo orden y formato.

D. Las respuestas
     - Son cerradas al cuadro de categorías preestablecido.
     - Grabadas conforme al sistema de codificación previamente establecido.
    
LA ENTREVISTA NO ESTRUCTURADA

A. La entrevista
- Pretende comprender más que explicar.
- Busca maximizar el significado.
- Adopta el formato de estímulo/respuesta sin esperar la respuesta objetivamente verdadera, sino subjetivamente sincera.
- Obtiene con frecuencia respuestas emocionales, pasando por alto la racionalidad.

B. El entrevistador
- Formula preguntas sin esquema fijo de categorías de respuesta.
- Controla el ritmo de la entrevista en función de la respuesta del entrevistado.
- Explica el objetivo y motivación del estudio.
- Altera con frecuencia el orden y forma de las preguntas, añadiendo nuevas si es preciso.
- Permite interrupciones e intervención de terceros si es conveniente.
- Si es requerido no oculta sus sentimientos ni juicios de valor.
- Explica cuanto haga falta del sentido de las preguntas.
- Con frecuencia improvisa el contenido y la forma de las preguntas.
- Establece una <<relación equilibrada>> entre familiaridad y profesionalidad.
- Adopta el estilo del <<oyente interesado>> pero no evalúa las respuestas.

C. El entrevistado
 - Cada entrevistado recibe su propio conjunto de preguntas.
 - El orden y formato puede diferir de uno a otro.
D. Las respuestas
 - Son abiertas por definición, sin categorías de respuestas preestablecidas
 - Grabadas conforme a un sistema de codificación flexible y abierto a cambios en todo                          momento.
En efecto, podemos averiguar que la entrevista no estructurada, también denominada abierta o en profundidad (Taylor, 1996). En completo contraste con la entrevista estructurada, las entrevistas no estructuradas son flexibles y dinámicas.

“Reiterados encuentros cara a cara entre el investigador y los informantes. Encuentros dirigidos hacia la comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como las expresan con sus propias palabras” (Taylor, 1996:102)

Otra modalidad de entrevista presentada por Cohen y Manion (1990) es la entrevista no directiva,  técnica de investigación, que deriva de la entrevista terapéutica o psiquiátrica. Sus rasgos principales son la dirección o control mínimos exhibidos por el entrevistador y la libertad  que el informante tiene para expresar sus sentimientos subjetivos, tan completa y espontáneamente como elija o sea capaz. Según dice Moser y Kalton (1977) <<se anima al informante a hablar del asunto investigado (normalmente él mismo) y el curso de la entrevista lo guía él principalmente>>. No hay preguntas establecidas y normalmente tampoco un marco predeterminado para respuestas registradas. El entrevistador se auto confina a aclarar puntos dudosos, a repetir las contestaciones del informante y a indagar de forma general. Es un método especialmente recomendado cuando se ven implicadas actitudes complejas y cuando su conocimiento se encuentra aún en forma  no estructurada.

La necesidad de introducir más control en la situación no directiva llevó al desarrollo de la entrevista dirigida. El rasgo distintivo de este tipo es que se centra sobre unas respuestas subjetivas del informante a una situación conocida en la que se ha visto envuelto y que tiene que ser analizada por el entrevistador previamente a la entrevista. Es por ello capaz de usar los datos procedentes de la entrevista para  substanciar o rechazar previamente las hipótesis formuladas.

En la entrevista a fondo usual se puede urgir a los informantes a recordar sobre sus experiencias. En la entrevista dirigida, sin embargo, el entrevistador puede cuando sea conveniente, representar un papel más activo: puede introducir indicaciones orales más explícitas al patrón de estímulos o aun representarlos. En cualquier caso, esto activa usualmente un informe concreto de respuestas por parte de los informantes” (Merton y Kendall, 1946).

Una otra aportación sobre las características de entrevistas que consideramos y vemos interesante comentar es la de Olabuénaga (1999), quien nos dice que la entrevista puede adoptar una serie interminable de formas diferentes desde la más común, que la entrevista individual hablada hasta la entrevista de grupo, o las desarrolladas por correo  o teléfono, de forma estructurada y controlada o libre. Las tres características que diferencian las entrevistas son:
          

  • Las entrevistas sostenidas con un solo individuo (Individual) o con un grupo de personas (de grupo). La entrevista en profundidad a grupos, por ejemplo es utilizada con cierta frecuencia, en el marketing económico y político y, en general, en los estudios publicitarios.
  • Las entrevistas que cubren un amplio espectro de temas (biográficas) o las monotemáticas. Este último caso es el que, siguiendo a Merton, suele denominarse entrevista enfocada (Focused).
  • Las entrevistas dirigidas (Estructurada) en las que el actor lleva la iniciativa de la conversación o aquellas en la que el entrevistador sigue un esquema general y flexible de preguntas, en cuanto a orden, contenido y formulación de las mismas (No estructurada).

 Definición de los tipos de entrevistas por Olabuénaga (1999:168).

De los diversos términos para definir las modalidades de entrevistas y el abanico de posibilidades, nos centramos en nuestra investigación en una combinación de las dos modalidades de entrevista: la estructurada y no estructurada, conocida como la entrevista semi-estructurada, puesto que buscamos recoger información desde un guión predefinido, pero al mismo tiempo, abierto porque posibilitará al entrevistado contestar desde su subjetividad, y flexible, en la medida que podremos reestructurar la secuencia de las preguntas.

Con todo, la entrevista formal semi-estructurada en profundidad, es una modalidad de entrevista apreciada por muchos científicos de las ciencias sociales y humanas (Moreno 1991, Patton, 1987). Es una modalidad más flexible y a la vez objetiva. En nuestro caso, buscamos recoger información desde un guión predefinido basado en un marco teórico, pero al mismo tiempo dinámico. Lo que posibilitó al entrevistado contestar desde su subjetividad, y  al mismo tiempo flexible, en la medida que pudimos reestructurar la secuencia de las preguntas.

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