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Influencia de la legislación en la información medioambiental suministrada por las empresas

Enrique Rafael Blanco Richart

 

La presentación de la Información Medioambiental

 

Introducción. La Contabilidad Social.

 

Hasta fechas recientes, el usuario de información contable interesado en conocer cómo el resultado medioambiental de la empresa podría afectar a su situación económica y financiera debía confiar exclusivamente en la información voluntaria que dichas empresas suministraban. La casi inexistencia, hasta ahora, de normas explícitas hace que la información medioambiental que interesa a los distintos usuarios de la información financiera sea inadecuada o poco fiable. A los inversores esta información les es útil para conocer su política ambiental y comprobar si incurren en riesgos futuros que puedan afectar a su rentabilidad, a las autoridades por el cumplimiento de las distintas normativas, a la sociedad en general por la calidad de los productos que consume o simplemente por comprobar la protección hacia el medio natural que nos rodea, etc.

Además esta falta de normativa hace que la comparabilidad, característica importante de la información financiera, entre empresas sea casi imposible entre otras razones porque sino se definen conceptos que sean iguales para todos no se puede unificar la información. Ofrecer una información adecuada con definiciones y conceptos comunes para todos es un factor que aumenta la transparencia permitiendo la comparabilidad y coherencia de la información presentada.

Como ya hemos visto, la propuesta del Marco Conceptual incluye dentro del concepto de la res­ponsabilidad social de las empresas, el responder a las demandas de información de los diferentes grupos de stakeholders, y plantea la exi­gencia a las características cualitativas de la información así:

-                     La relevancia se entiende en términos de la contribución de la información financiera a la formación de la opinión de los stakeholders y

-                     La fiabilidad que insiste en la importancia del fondo sobre la forma, la descripción válida de los hechos con la ausencia de sesgos y la integridad.

A su vez, el incremento de las demandas informativas, tanto del exterior a la entidad como del interior para su gestión, son producto de las nuevas responsabilidades sociales que han de afrontar las empresas. Como consecuencia de estas demandas las empresas han ido elaborando una serie de informaciones para cubrirlas, tales como: Información sobre los empleados, la comunidad social, sus implicaciones con el medioambiente, etc.

 

Este conjunto de informaciones es la denominada Contabilidad Social o contabilidad de base social[1], y que podemos dividir en tres grandes grupos: La Contabilidad Medioambiental, la Contabilidad de los Recursos Humanos y la Información de carácter Ético. Lógicamente alrededor de este concepto giran distintos paradigmas explicativos de su evolución, diferenciación, etc. como son:

 

a.-               El Paradigma funcionalista o de mercado: Incorpora todas las teorías basadas en la teoría económica neoclásica y en la teoría clásica de gestión. Sus principales argumentos, apoyados en justificaciones meramente económicas, son:

-                     El funcionamiento del mercado es el que explica todas las actuaciones relativas a la elaboración y presentación de diversos tipos de información, la social es una más de ellas.

-                     El objetivo de la información de tipo social es ofrecer datos útiles a los accionistas y a los mercados financieros, ya que puede influir en la valoración de las acciones, por lo tanto el usuario básico es el inversor.

-                     La maximización de la satisfacción social se consigue a través del libre mercado.

 

En los estudios realizados desde este paradigma, también denominado Teoría de la Utilidad, se asume que la divulgación de información social y medioambiental es un intento de escenificar la realidad social de la empresa de tal manera que esta información oriente la toma de decisiones de los usuarios, básicamente del inversor. Es decir hay un intento de satisfacer las demandas de información de determinados grupos de intereses[2].

 

b.-              El Paradigma interpretativo o social: Considera la existencia de un mundo social con una pluralidad de agentes usuarios de la información social generada por las entidades económicas. Así la información social no va dirigida principalmente al inversor, sino también a los empleados, clientes, organismos públicos, etc.

Ahora la respuesta de los mercados de capitales ante la contabilidad social no tiene tanta relevancia para los nuevos grupos de usuarios, sino que es preciso abordar un debate moral sobre la actuación de las empresas en la sociedad en la que trabajan, para que de este modo se pueda satisfacer el contrato social de la empresa y así legitimar y justificar las actividades de estas entidades ante la sociedad en general. Los principales enfoques sobre este paradigma son:

-                     El Contrato Social. Las entidades económicas tienen un contrato implícito con la sociedad por el que tienen soporte legal y la autorización para poseer y utilizar recursos naturales y contratar empleados. A cambio ofrecen productos, servicios, y también residuos al entorno, con lo que la sociedad espera verse compensada. La información social tendrá como objetivo explicar como se utilizan estos recursos y los resultados obtenidos.

-                     La Legitimidad Organizacional:  Aquí la información social se presenta con el objetivo de ser aceptados por la sociedad como fin último. Esta Teoría de la Legitimidad, que es la que en estos momentos goza de mayor aceptación en el mundo académico, se basa en la existencia de un contrato entre la sociedad y la empresa de forma que la sociedad requiere los servicios de las empresas, que a su vez, reciben la aprobación de la sociedad en su labor[3]. La legitimidad se da cuando el sistema de valores de una empresa es congruente con el sistema de valores que mantiene la sociedad. Esto supone que la empresa tomará medidas para asegurar que sus actividades son aceptadas por la comunidad. Así la contabilidad se convierte en una herramienta legitimadora de la empresa ante las instituciones y la sociedad y el Informe Anual es la forma más frecuente en que la empresa se presenta ante la comunidad como socialmente responsable, justificando ante ella determinadas actuaciones empresariales, como lo demuestran diversos trabajos realizados[4].

-                     La Teoría del Partícipe o Stakeholder:  La información de tipo social presentada por las entidades lo es porque existe un numeroso grupo de agentes sociales interesados en la misma y sin cuyo apoyo, ya implícito o explícito, peligraría la propia existencia de la compañía[5]. Con este enfoque la información divulgada se ajusta a las necesidades de los partícipes que no son ni los accionistas ni los grandes inversores, lo que provoca que al ser la propia empresa la que identifica a sus partícipes puede condicionar la información. Además no se valora el conflicto que puede plantearse ante la existencia de distintos partícipes[6].

 

c.-               El Paradigma radical: Supone un planteamiento crítico sobre la situación existente. Está basado en los argumentos de los teóricos críticos que creen en un modelo de sociedad alternativo al actual, así como un papel distinto para la contabilidad. Sus argumentos se materializan en la denominada Economía Política que rechaza las soluciones de mercado y considera que la estructura de la sociedad es la que determina todo lo que acontece en ella. Sus características principales son:

-                   El mercado debe ser abolido o debe perder su prevalencia como medio de asignación de recursos.

-                   Las empresas están organizadas para explotar las relaciones de poder.

-                   La profesión contable actual está dedicada a mantener el estatus quo, uniéndose a una parte del conflicto (capital) y excluyendo a la otra (trabajador).

-                   La contabilidad, como disciplina, debe cambiar para rendir cuentas de las relaciones sociales de una forma más amplia a la actual.

-                   Los contables, auditores, profesores de contabilidad y estudiantes deben darse cuenta de que tienen la oportunidad de tomar parte en el conflicto social a través de sus relaciones sociales.

-                   Considera que la contabilidad social es deficiente al no considerar la posibilidad de cambios en la propiedad de los recursos de capital y además regula el mecanismo de mercado en lugar de eliminarlo de forma completa.

 

En los momentos actuales parece que está claro que todo esto es consecuencia del nuevo marco de responsabilidad social en el que se han de mover las sociedades, pero el problema que se plantea es si esta información se facilita por obligación y así evitar un castigo, o por el convencimiento y la necesidad de que la sociedad y la propia entidad lo necesita[7]. De este modo esta información, que sería social, se definiría como[8]:  “El proceso de comunicar los efectos sociales y medioambientales de las acciones económicas de las organizaciones sobre grupos de interés particulares de la sociedad y sobre la sociedad en su conjunto”.

Presentar información medioambiental es rendir cuentas sobre la responsabilidad de la empresa con la sociedad. En la Declaración de Río en su principio nº 10 declara que: “Toda persona deberá tener acceso a la información sobre el medio ambiente de que dispongan las autoridades públicas”[9].

 

La empresa debe cambiar de estrategia y orientarse a entender que una gestión orientada desde el medio ambiente no es sólo una política de eliminación de riesgos, sino que también ofrece nuevas oportunidades de mercado e innovación, nuevas motivaciones para los trabajadores y un trato más cordial con las autoridades.

Estas razones positivas por las que a las empresas les interesa realizar cambios en su gestión se pueden resumir en tres grupos: Razones tecnológicas, sociales y comerciales y entre las diversas consecuencias, que éstas pueden derivar en la actividad de las empresas, estarían:[10]

§                    El aumento de las ventas de sus productos o servicios. El segmento de mercado verde es cada vez mayor, la mayor concienciación ecológica hace que la demanda de productos respetuosos con el medio ambiente sea mayor, ya sea por parte de los consumidores como por los propios usuarios industriales.

§                    La venta de residuos y subproductos. Con lo que además de obtención de ingresos se ahorran costes de almacenamiento, se potencia el reciclaje mejorando el medio ambiente y recuperando costes en los que se había incurrido.

§                    Una mejora en la distribución. Los detallistas ante la presión del mercado, presionan a su vez a los fabricantes a mejorar sus productos.

§                    Más oportunidades de mercado. No sólo mejorar productos ya existentes, sino creación de nuevos productos o servicios. Además la posibilidad de obtención de ingresos con los nuevos mercados de gestión y venta de residuos, reciclajes, etc.

§                    Mayor ventaja competitiva. Es un buen argumento de venta si se sabe comunicar bien, además de permitirle más competitividad internacional. Para ello es necesario realizar las inversiones necesarias, y que a su vez es imprescindible para la mejora de su competitividad y rentabilidad.

§                    Mejores relaciones con el personal. Menos problemas a la hora de contratar personal si la empresa es menos contaminante que otras. Mejora del entorno de trabajo e incremento de la motivación de los trabajadores, mejora de la salud, etc.

§                    Menores problemas con los Tribunales. Menor riesgo de reclamaciones judiciales a través de la realización de auditorias medioambientales que le permiten identificar sus problemas, además los procedimientos escritos y los registros de inspecciones son una garantía frente a posibles litigios en el futuro, etc.

§                    Reducir la problemática de los seguros. Más facilidad para obtener un seguro y a mejor precio, respecto a la responsabilidad civil medioambiental. Las pólizas suelen ser para casos accidentales acaecidos de forma súbita e imprevisible, no de forma gradual.

§                    Posicionarse mejor en el Mercado Bursátil. En éste hay cada vez mayores exigencias, además de mayor facilidad para la obtención de líneas de crédito y subvenciones.

§                    Adquirir una mejor capacidad técnica. Lo que permite una mayor adaptación al cambio y mejora en sus procesos de explotación.

§                    En el ámbito social. Mejores relaciones con la comunidad local, lo que permite un mejor funcionamiento.

§                    Una reducción de costes. Por ahorro energético, reciclado y recuperación de productos, empleo eficiente de las materias primas, etc. es decir menores costes de energía y evacuación de desechos.

§                    Una mejora de la Imagen. Mejor imagen ante el mercado, sobre todo en las empresas cotizada en Bolsa.

 

Por lo tanto los cambios en las políticas empresariales se han de iniciar con la concienciación por parte de las empresas de que la adopción de nuevas medidas, les supondrán un incremento de costes a corto plazo pero que se compensará y beneficiará en el largo plazo debido fundamentalmente a las nuevas oportunidades de negocio y al aumento de la competitividad.

Desde el punto de vista contable no es conveniente llevar “cuentas medioambientales” por razón de demostración del beneficio que va a reportar una determinada actuación medioambiental[11]. La empresa debe ser rentable en su conjunto y debe serlo considerando también las variables medioambientales. Si queremos que la contabilidad en materia de medio ambiente marque el curso de sus actividades, las empresas deberían[12]:

-                   Reflejar, en los informes anuales, los pormenores de su política y sus actividades medioambientales, así como los efectos de éstas.

-                   Reflejar, en sus sistemas de contabilidad, los gastos en programas de medio ambiente, lo que requiere la definición clara de dichos gastos y los activos dedicados a su política de gestión medioambiental.

-                   Tener en cuenta, en su contabilidad, los riesgos ambientales y futuros gastos relacionados con la protección del medio ambiente.

El objetivo es incorporar las variables medioambientales como cualquier otra variable dentro de la actuación de la empresa, para lo cuál se han de identificar las operaciones que tengan trascendencia medioambiental de tal forma que permita al público conocer el entorno legal en que se desarrolla la actividad y el cumplimiento que realiza, mejorando de este modo la fiabilidad de la información financiera suministrada al poder comprobar que la normativa medioambiental está siendo reflejada adecuadamente en las cuentas de la empresa.

Este objetivo de incorporación de las variables medioambientales presenta dificultades técnicas a la hora de informar sobre estos hechos en la contabilidad convencional, debido, entre otros, a[13]:

-                    La dificultad, en los procesos productivos, de asignar los costes entre los distintos programas medioambientales.

-                    Que la actualización de valores futuros está en función de variables difíciles de prever, como tecnología, precios, etc.

-                    La dificultad de controlar los costes que se desprenden de la evolución de los productos en manos de los consumidores.

A su vez entre las causas que obstaculizan la divulgación de la información medioambiental, tenemos, entre otras, a[14]:

§                    La dificultad de estimación y registro contable de los riesgos medioambientales, sobre todo en la evaluación de las responsabilidades que pudieran derivarse.

§                    Problemas con la deducibilidad fiscal de diversos gastos medioambientales.

§                    Las dotaciones relativas a desembolsos futuros, disminuyen el beneficio actual, lo que implica la disminución del dividendo por acción como indicador de la rentabilidad del negocio.

§                    La reticencia a suministrar datos que puedan ser usados por la competencia o que alerten a las autoridades sobre el incumplimiento de la legislación ambiental.

§                    La dificultad en aclarar el grado de posibilidad que presenta la concreción de los riesgos medioambientales, para su contabilización como provisión o contingencia.

§                    La dificultad de comprensión por parte de muchas empresas de la separación entre un coste ambiental y el resto de los costes.

 

De ahí la importancia que adquieren las organizaciones estatales y profesionales a la hora de definir los hechos medioambientales y marcar las pautas para su reflejo contable, de tal forma que las empresas conozcan cuál sería la línea de actuación en este campo mejorando la comparabilidad de la información suministrada.


 


[1] Llena Macarulla, Fernando. (2001) “La información sobre la responsabilidad social: La Contabilidad Social”. http://www.5campus.com/leccion/medio21.

[2] Guthrie, I. – Parker, L.D. (1990). “Corporate social disclosure practice: A comparative international analysis”. Advance in Public Interest Accountancy. Nº .3.

[3] Gray, R. – Owen, D. – Adams, C. (1996). “Accounting and accountability: Changes and challenges in corporate social and environmental reporting”. Prentice hall International.

[4] Preston, L.E. (1981). “Research on corporate social reporting: Directions for development”.  Accounting, Organizations and Society. Vol 6, nº 3.

Brown, N. – Deegan, C. (1988). “The public disclosure of environmental performance information. A dual test of medic agenda setting theory and legitimacy theory”. Accounting, and business research. Vol 29, nº 1.

 

[5] Epstein, M.J. – Freedman, M. (1994). “Social disclosure and the individual investor”. Accounting, auditing and accountability Journal. Vol 7, nº 4.

Tilt, C.A. (1994). “The influence of external pressure groups an corporate social disclosure: Some empirical evidence”. Accounting, auditing and accountability Journal. Vol 4, nº 4.

Moneva Abadía, J.M. – Llena Macarrulla, F. (2000). “Environmental disclosures in the annual reports of large companies in Spain”.  The European accounting review. Vol 9, nº1.

[6] Carrasco F. – Corrrea, C. – Larrinaga, C. (1999). “Información y gestión medioambiental. Una reflexión sobre los factores de motivación, proceso de desarrollo de informes e influencia de los stockholders en las empresas del sector eléctrico”.  2ª Reunión de Investigación en Contabilidad social y medioambiental. Valencia.

 

[7] Las primeras investigaciones sobre la información social, demostraron que ésta se facilitaba para satisfacer a los inversores, ya que el mercado reaccionaba positivamente ante su divulgación. Pero también demostraron que si las empresas anticipan esta demanda de información no lo es por una postura altruista, sino por intereses empresariales, que apuestan por una imagen pública evitando así las críticas y las presiones de grupos sociales y a su vez consiguen de esta manera que disminuya la tendencia del Gobierno a inmiscuirse en su vida disminuyendo así los costes políticos.

[8] Larrinaga González, Carlos. (1997). “Consideraciones en torno a la relación entre la contabilidad y el medio ambiente”. Revista Española de Financiación y Contabilidad. Nº 95. Pag. 969.

[9] En España está la “Ley de libre acceso a la información en materia de medio ambiente” 38/1995 de 12 de diciembre. BOE 297 de 13/12/1995.

[10] Bañegil Palacios, Tomás. (1997). La empresa como solución. Incluido en Sociedad y Medio Ambiente.

Ballesteros, Jesús y Pérez Adán, José. Editorial Trotta. Pag. 130-135.

Luengo Lázaro, Rafael. (1992). “La empresa y el medio ambiente”. Revista Técnica. Nº 14. Pag. 47.

[11] Elorriaga Ancin, José Francisco. (1998). El coste de la operatividad de la gestión medioambiental. Incluido en. Nuevas tendencias de la contabilidad de gestión. AECA. Capítulo 12.

A.E.C.A. (1996). Contabilidad de gestión medioambiental. Documento nº 13. Pag. 67

[12] Elorriaga Ancín, José Francisco. (1995). “El auditor y la contabilidad medioambiental”. Revista Técnica, nº 6, pag. 4.

[13] Ripoll Feliú, V. - Crespo Soler, C. (1998).  Art. Cit.

[14] Carmona Ibañez, Pedro. (1997). “La información medioambiental. Contabilidad y auditoria”. Partida Doble, nº 76, marzo. Pag 45 – 59. Basado en las normas dictadas por la ONU.

López Gordo, Mª Gloria. (1999). Art. Cit. Pag. 6-7.


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