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Las disparidades económicas intrarregionales en Andalucía

Antonio Rafael Peña Sánchez
 

 

CAPÍTULO III. LAS DISPARIDADES ECONÓMICAS PROVINCIALES EN ANDALUCÍA 1955-1997.

La productividad como factor explicativo de la evolución de las disparidades en VAB per cápita.

En esta parte del trabajo intentamos revisar los resultados del proceso de convergencia, visto anteriormente, en los niveles de VABpc de las provincias andaluzas en el periodo 1955-1997, y su descomposición en productividad aparente del trabajo y empleos per cápita, para intentar establecer como la productividad se configura como un factor claramente explicativo en el proceso de convergencia seguido por el nivel de desarrollo entre las provincias andaluzas.

Para ello, presentamos en primer lugar, en el gráfico nº 3.24, la evolución seguida por la convergencia sigma en VABpc, la productividad aparente del empleo y los empleos per cápita de las provincias andaluzas en el amplio periodo considerado.

GRÁFICO Nº 3.24

FUENTE: Elaboración propia a partir de la Renta Nacional de España y su distribución provincial. Serie homogénea. Años 1955 a 1993 y avances 1994 a 1997, BBV.

Como ya comentamos en el capítulo anterior, el gráfico anterior muestra la evolución de esta medida de dispersión del VABpc durante el periodo analizado. En su trayectoria se distinguen tres periodos bien diferenciados. El primero, de 1955 a 1975, en el que se produce una ligera convergencia, pero de una forma muy lenta. El segundo, de 1975 a 1993, caracterizado por una fuerte reducción de las disparidades provinciales en términos de VABpc. Y el tercero, de 1993 a 1997, caracterizado por presentar un periodo de ligera divergencia entre las provincias andaluzas.

A continuación, vamos a intentar explicar el comportamiento convergente de la economía andaluza en el periodo 1955-1997, a partir del proceso que ha seguido la productividad aparente del empleo y los empleos per cápita en el mismo periodo.

Centrándonos en el comportamiento seguido por la productividad en el periodo analizado, podemos observar como se produce un claro proceso de convergencia entre las provincias andaluzas, haciéndose este proceso más intenso a partir de 1975 y finalizando en 1991, año en el que se comienza a producir un proceso inverso, es decir, un proceso divergente. Esto constata en cierta manera el proceso convergente seguido por el VABpc, más intenso a partir de 1975, igual que en el caso de la productividad, y finalizando en 1993, un bienio después al de la productividad.

El proceso convergente/divergente seguido por los empleos per cápita en el periodo en cuestión se mantiene estable, con ligeros movimientos convergentes y divergentes, donde la tónica general es hacia el mantenimiento de la situación inicial. No obstante, y centrándonos en el periodo 1991-93, podemos observar como se produce un ligero proceso convergente, que es el que puede explicar el proceso convergente que se da en el mismo periodo en el VABpc, no correspondido con el proceso seguido por la productividad aparente del empleo. Con ello, estamos concluyendo, en principio, como el proceso convergente del nivel de desarrollo en la economía andaluza en el periodo analizado ha venido explicado, fundamentalmente, por el proceso convergente de la productividad aparente del empleo en el mismo periodo, frenado el anterior (el proceso convergente del VABpc) como consecuencia del freno también experimentado por el proceso convergente de la productividad aparente del empleo en el conjunto de las provincias andaluzas.

Intentaremos ahondar en esta cuestión a continuación, a partir del estudio de la descomposición del índice de Theil del VABpc entre productividad y empleos per cápita, para intentar establecer qué parte de las desigualdades interprovinciales de VABpc está motivada por diferencias de productividad aparente del trabajo y qué parte corresponde a disparidades en empleos per cápita .

A partir de la descomposición del índice de Theil, podemos corroborar lo visto anteriormente. En el cuadro nº 3.40 comprobamos claramente como este índice proporciona la evolución seguida por las tres variables que estamos analizando, y donde observamos como la productividad explica la mayor parte de la evolución seguida por el índice de VABpc . En el cuadro confirmamos que, salvo periodos excepcionales como es concretamente el periodo 1987-1993, el comportamiento de la productividad explica más del 80 % del comportamiento seguido por el VABpc, dato que ya habíamos determinado previamente a partir del análisis de la convergencia sigma de estas variables. Mientras que en 1955 más del 102 % de la desigualdad interprovincial podía atribuirse a diferencias en productividad, éstas han ido perdiendo poder explicativo de forma que, en 1997, el 13,1 % corresponde a los llamados “factores laborales” y la productividad tan solo supone algo menos del 87 %.

CUADRO Nº 3.40

DESCOMPOSICIÓN DEL ÍNDICE DE THEIL

En el mismo cuadro, podemos constatar también claramente cuál ha sido la causa de que en el periodo 1991-93 se haya producido convergencia en VABpc a pesar del movimiento divergente seguido por la productividad aparente del trabajo. Como podemos observar, el proceso convergente producido en el VABpc se debió al fuerte proceso convergente producido en los empleos per cápita, ya que en la productividad lo que se produjo fue un proceso divergente. Por otro lado, y siguiendo con el proceso convergente del VABpc, podemos comprobar como el indicador de convergencia de productividad va siendo cada vez menor, lo que en principio, nos puede hacer pensar que la productividad, por su bajo índice de Theil, se está agotando como fuente de convergencia del nivel de desarrollo, lo que hace que para el futuro se depare una menor evolución convergente como consecuencia del proceso convergente de la productividad, o lo que es lo mismo, que para que se produzca una nueva evolución convergente en VABpc en las provincias andaluzas será necesario que otros factores distintos de la productividad proporcionen dicha evolución convergente.

Según lo que hemos detallado, podemos decir, por un lado, que la mayor parte de las desigualdades en el desarrollo económico viene explicado por las desigualdades de productividad, las cuales, a su vez, están relacionadas con la estructura productiva y ocupacional existente en cada provincia; y por otro lado, con respecto a las disparidades que presentan los empleos per cápita, hemos de decir que han tenido un comportamiento muy volátil, contribuyendo en algunos momentos a aumentar las disparidades en VABpc (en aquellos periodos en los que el índice tenía un valor positivo) y contribuyendo a la reducción de las disparidades interprovinciales en el desarrollo económico (en aquellos periodos en los que el valor que presentaba era negativo).

GRÁFICO Nº 3.25

FUENTE: Elaboración propia a partir de la Renta Nacional de España y su distribución provincial. Serie homogénea. Años 1955 a 1993 y avances 1994 a 1997, BBV.

Lo manifestado anteriormente lo podemos observar más detalladamente en el gráfico nº 3.25 en el que constatamos que la evolución seguida por el índice de Theil del VABpc se encuentra muy ligado al de la productividad, no así por el del empleo per cápita.

Como acabamos de ver, las posibles causas del cambio de tendencia en el proceso de convergencia en VABpc son, por un lado, la desigual distribución de la productividad aparente del empleo, y por otro lado, la desigual distribución de los empleos per cápita, ambos, en el conjunto de las provincias andaluzas . En efecto, descomponiendo el VABpc en el producto de la productividad aparente del trabajo y los empleos per cápita, y tomando logaritmos, tenemos:

donde ““ es la productividad aparente del trabajo, calculada como el cociente entre el VAB al coste de los factores y el número de empleos, y “Npc” es el número de empleos per cápita calculado como el cociente entre el número de empleos y la población total.

A partir de esta descomposición, podemos examinar la evolución de la convergencia seguida por estas dos variables, intentando corroborar lo visto anteriormente. Por lo que respecta al proceso de convergencia seguido por la productividad, hemos de destacar fundamentalmente, y de forma general, el continuo proceso de convergencia que presenta, haciéndose éste más intenso desde 1975 hasta 1991, fecha en la que parece que el proceso se interrumpe. Es en este último año señalado en el que cambia la tendencia, produciéndose un proceso inverso, tendente hacia una distribución de la productividad más heterogénea. El proceso de convergencia sigma de la productividad, como podemos observar, constata el presentado por el proceso de convergencia sigma del VABpc, más intenso a partir de 1975, igual que en el caso de la productividad, y finalizando en 1993, un bienio después al de la productividad.

CUADRO Nº 3.41

DESCOMPOSICIÓN DE LA VARIANZA EN LA EVOLUCIÓN DEL LOGARITMO DEL VABpc

El cuadro anterior, en el que efectuamos una descomposición de la varianza del logaritmo del VABpc en la varianza del logaritmo de la productividad aparente del trabajo, la varianza del logaritmo de los empleos per cápita y la covarianza de estas dos últimas variables, desprende las siguientes pautas de comportamiento:

a) Por un lado, debemos observar como la varianza del logaritmo del VABpc al principio del periodo analizado (1955) venía explicada en un 107,82 % por las diferencias en productividad, mientras que el 10,59 % se debían a las diferencias en los empleos per cápita, y el -18,41 % restante a la interacción de ambos efectos, mientras que en el periodo final analizado (1997) la varianza del logaritmo del VABpc venía explicada en tan sólo el 84,57 % por las diferencias en productividad, el 40,30 % por las diferencias en empleos per cápita y el -24,87 % por la relación de las dos anteriores. Claramente la convergencia seguida a nivel provincial por el nivel de desarrollo (medido a partir del VABpc) ha venido explicado fundamentalmente por el acercamiento provincial ocurrido por la productividad aparente del empleo, fundamentalmente, aunque es cierto que la explicación del proceso de convergencia en el mismo periodo por la productividad ha ido siendo cada vez menor, aumentando el grado de explicación dado por el proceso seguido por los empleos per cápita.

b) Por otro lado, observamos como la varianza del logaritmo del nivel de desarrollo económico en las provincias andaluzas ha venido acompañado, a lo largo de todo el periodo, fundamentalmente, por el proceso seguido por la varianza del logaritmo de la productividad aparente del empleo de las provincias andaluzas. De hecho, el coeficiente de determinación entre la varianza del logaritmo del VABpc y la de la productividad aparente del trabajo es de 0,93669719, mientras que el coeficiente de determinación que relaciona la varianza del logaritmo del VABpc y la de los empleos per cápita es de 0,083432967, lo que indica claramente que existe una relación muy estrecha entre las disparidades medidas a partir del VABpc con la de la productividad aparente del trabajo. Por ello, podemos confirmar lo dicho anteriormente de que la evolución de las disparidades en productividad aparente del trabajo se ha configurado como una fuente de convergencia en la evolución seguida por el nivel de desarrollo de las provincias andaluzas en el periodo analizado.

Del análisis anterior podríamos extraer dos ideas interesantes:

a) La primera es que la convergencia en productividad está perdiendo peso progresivamente en la explicación de las disparidades en los niveles de desarrollo (medido a partir del VABpc) de las provincias andaluzas. Dado que la divergencia de los empleos per cápita están ganando peso al explicar la evolución de las disparidades en VABpc, esta divergencia (con muy pocas variaciones en el periodo estudiado) han impedido que los avances de convergencia en productividad se hayan traducido definitivamente en convergencia del nivel de desarrollo andaluz. Por tanto, podemos concluir que en tanto en cuanto las disparidades en empleos per cápita siga la misma tendencia constante en el futuro y explique cada vez en mayor medida el proceso convergente/divergente seguido por el nivel de desarrollo entre las provincias andaluzas, se producirá un proceso de interrupción de la convergencia en VABpc entre las provincias andaluzas. Esta conclusión creemos que es de gran relevancia desde el punto de vista de la política económica ya que nos viene a decir que la flexibilización del mercado de trabajo es una condición necesaria para seguir avanzando en la reducción de las disparidades provinciales en Andalucía .

b) La segunda, y partiendo del último dato que presenta la varianza del logaritmo de la productividad aparente del trabajo en 1997 (0,004809738), podemos decir que en la medida en que la convergencia en productividad muestre síntomas de agotamiento (como ya hemos podido comprobar en el cuadro anterior a partir del año 1991), desaparecerá una fuente de convergencia en VABpc. Por otro lado, y con respecto a la cuestión anterior, cabe cuestionarse si la convergencia en productividad aparente del trabajo está muy agotada o si, por el contrario, cabe esperar que avance en el futuro.

A continuación intentamos establecer la relación existente entre los niveles iniciales de VABpc, productividad aparente del trabajo y empleos per cápita con la evolución seguida por dichas variables (medidas éstas a partir de la tasa de crecimiento medio anual acumulativo en el periodo 1955-97), con el fin de examinar cual ha sido la relación en cada una de las variables analizadas.

Atendiendo a la convergencia llamada beta ““ del VABpc (visto anteriormente en el gráfico nº 3.3), observamos como en el nivel de desarrollo dicho indicador es claro, mostrando una tendencia a la igualación provincial del nivel de desarrollo en Andalucía, con un coeficiente de determinación bastante alto (0,8392), explicándose cerca del 84 % de la relación entre el nivel inicial de VABpc de las provincias andaluzas (medido a partir del logaritmo del VABpc que dichas provincias ostentaban en 1955) y el crecimiento medio experimentado en el periodo analizado, con una velocidad de convergencia del 2,23 %.

GRÁFICO Nº 3.26

FUENTE: Elaboración propia a partir de la Renta Nacional de España y su distribución provincias, BBV, varios años.

La convergencia beta de la productividad provincial de Andalucía en el periodo analizado responde tendencialmente a la ecuación Cto. Productividad 55-97 = 0,3250944 – 0,02155*LnProductividad 55, con un R2 de 0,8650 y unas t de Student de 6,995560229 y -6,201348949 para los parámetros a y b respectivamente, siendo la t teórica (al 99 % de significación) de 3,355. Con los datos aportados, por tanto, una explicación muy similar a la realizada para el caso de la convergencia beta del VABpc en las provincias andaluzas la podemos hacer para el caso de la convergencia beta de la productividad aparente del trabajo. El gráfico nº 3.26 muestra la tendencia descendente seguida por los niveles iniciales y las tasas de crecimiento medio de la productividad en las provincias andaluzas, explicada esta relación descendente en un 86,5 %, con una velocidad de convergencia de 2,15 %, sólo algo inferior a la que presenta la convergencia beta en VABpc (2,23 %).

GRÁFICO Nº 3.27

FUENTE: Elaboración propia a partir de la Renta Nacional de España y su distribución provincial. Serie homogénea. Años 1955 a 1993 y avances 1994 a 1997, BBV.

Finalmente, en el caso de los empleos per cápita, comprobamos como, si bien a partir de la convergencia sigma no se establecía una clara evolución convergente, a la hora de analizar la convergencia beta podemos establecer que existen un proceso convergente, que se muestra en el comportamiento provincial, respondiendo a la ecuación Cto. Empleos pc 55-97 = 0,1044407 – 0,030728*LnEmpleos pc 55, con un R2 de 0,7861 y unas t de Student de 4,527194871 y -4,695910913 que hacen significativos (a un nivel del 99 %) los parámetros de la ecuación, ya que la t teórica es de 3,355. Comprobamos, pues, como aquellas que partían de un mayor nivel de empleos per cápita han ido perdiendo más empleos que aquellas otras que partían de un nivel inferior. No obstante, la relación existente entre los niveles iniciales de empleo y el crecimiento medio seguido por el mismo sólo viene explicada a un nivel del 78,61 %, presentando una velocidad de convergencia beta del 3,1 %


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