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Las disparidades económicas intrarregionales en Andalucía

Antonio Rafael Peña Sánchez
 

 

CAPÍTULO II.
ANDALUCÍA EN EL CONTEXTO EUROPEO Y NACIONAL.

Análisis comparativo de la productividad y la estructura productiva.

En esta época que estamos viviendo, de fuertes cambios en las relaciones económicas internacionales y renovado interés por el estudio de los procesos de convergencia/divergencia entre los distintos entes territoriales supranacionales, nacionales, e intranacionales, los análisis comparados de la productividad adquieren especial importancia. Y la forma más habitual de realizar este tipo de estudio es la medición y comparación de la productividad aparente del trabajo o productividad laboral de los distintos territorios, que nos mide la cantidad de producto conseguido por una determinada economía por unidad de trabajo realizada. Sabemos que el aumento de la productividad es un factor esencial para la mejora de la competitividad y, por tanto, para un buen comportamiento a largo plazo de las economías nacionales y regionales (Cuadrado Roura et. al., 2000). El auténtico desafío reside en asegurar que el aumento de la productividad vaya acompañado de un crecimiento de la producción que permita el aumento del nivel de empleo con la consiguiente disminución del desempleo (Ministerio de Economía y Hacienda, 1995, pág. 28).

CUADRO Nº 2.10

EVOLUCIÓN DE LA PRODUCTIVIDAD.

En el cuadro anterior podemos observar como la productividad andaluza se encuentra muy por debajo de la productividad española y de la europea. Pero además, en el periodo analizado, la productividad andaluza se mantiene prácticamente al mismo nivel que tenía diez años antes, lógicamente en detrimento de la competitividad que presenta frente a las regiones europeas y españolas. Las regiones españolas en su conjunto ganan más de 5 puntos en acercamiento a la productividad media europea. Andalucía, pues, se configura como una región con escasa capacidad competitiva en el entorno comunitario y español, con el retraso que ello provoca sobre el desarrollo económico de la región.

CUADRO Nº 2.11

ÍNDICE DE PRODUCTIVIDAD APARENTE DEL TRABAJO

La descripción de la productividad de cada uno de los sectores productivos de Andalucía en el conjunto de las regiones españolas nos permite destacar la ganancia que se produce en la productividad andaluza en la industria (casi 2,8 puntos en el periodo en cuestión), el mantenimiento de la misma en los sectores agricultura y servicios y la fuerte pérdida en la construcción (cerca de 10 puntos). La explicación del descenso de productividad experimentado por la construcción viene dado fundamentalmente por el retraso con que la construcción se incorpora al proceso de recuperación en Andalucía y la caída de la licitación oficial (en Andalucía mucho más acusada que en España).

Otro rasgo destacable sobre las características productivas de Andalucía frente a la media española es la fuerte productividad que presenta en la agricultura (que aún siendo superior a la media española e incluso a la comunitaria, la heterogeneidad de los cultivos y condiciones de explotación provoca una importante diversidad de rendimientos y competitividad, primando la zona litoral debido a la mayor mecanización, y dificultando un desarrollo equilibrado y armónico en el interior de la región andaluza) y la escasa productividad en el resto de los sectores productivos (salvo en la industria en la que se acerca bastante a la media española). Ello hace que la productividad global andaluza presente un reducido valor en relación a la media nacional, con un insignificante crecimiento en los 10 años que estamos analizando (menos de un punto), con un avance real en este periodo nulo, encontrándose en 1987 sólo por debajo Castilla La Mancha, Extremadura y Galicia y en 1997 Extremadura, Galicia, Murcia y Ceuta y Melilla.

La evolución de la productividad del trabajo de Andalucía respecto a España, distinguiéndola de forma global y por sectores productivos, revela, entre 1955 y 1997, los siguientes hechos: por un lado, un avance de la productividad global andaluza en cerca de 7 puntos, en la agricultura aumentó en más de 30 puntos y en la industria en cerca de 7 puntos; y por otro lado, una disminución de la productividad andaluza en la construcción (más de 10 puntos) y en los servicios (más de 3 puntos). A continuación seguiremos con más detalle, a partir de un análisis gráfico, la evolución de la productividad andaluza con respecto a la nacional en términos globales y por sectores productivos.

CUADRO Nº 2.12

PRODUCTIVIDAD APARENTE DEL TRABAJO

La evolución seguida por la productividad global de Andalucía con respecto a España en el periodo 1955-1997 (gráfico nº 2.4) constata fundamentalmente el continuo proceso de escalada en la misma hasta 1993, año en el que se ve frenado el mismo.

GRÁFICO Nº 2.4

FUENTE: Elaboración propia a partir de La Renta Nacional de España y su distribución provincial. Serie Homogénea. Años 1955 a 1993 y avances 1994 a 1998, BBV.

GRÁFICO Nº 2.5

FUENTE: Elaboración propia a partir de La Renta Nacional de España y su distribución provincial. Serie Homogénea. Años 1955 a 1993 y avances 1994 a 1998, BBV.

GRÁFICO Nº 2.6

FUENTE: Elaboración propia a partir de La Renta Nacional de España y su distribución provincial. Serie Homogénea. Años 1955 a 1993 y avances 1994 a 1998, BBV.

GRÁFICO Nº 2.7

FUENTE: Elaboración propia a partir de La Renta Nacional de España y su distribución provincial. Serie Homogénea. Años 1955 a 1993 y avances 1994 a 1998, BBV.

GRÁFICO Nº 2.8

FUENTE: Elaboración propia a partir de La Renta Nacional de España y su distribución provincial. Serie Homogénea. Años 1955 a 1993 y avances 1994 a 1998, BBV.

Respecto a la evolución de la productividad andaluza por sectores productivos (gráficos nº 2.5, 2.6, 2.7, 2.8) podemos decir, en primer lugar, que en el sector agricultura se produce un continuo avance hasta 1987, proceso que se ve interrumpido entre 1987 y 1995 y a partir del cual comienza de nuevo con una gran intensidad; en segundo lugar, en el sector industrial se produce un proceso de avance desde 1965 hasta 1981, en el que comienza un fuerte descenso hasta 1987 y un ligerísimo avance hasta 1993, año en el que se estabiliza (no obstante, el efecto neto en este periodo es un avance como expusimos anteriormente); en tercer lugar, en el sector construcción se produce un proceso irregular a lo largo de todo el periodo, teniendo en cuenta el comportamiento errático de este sector, en el que se destaca fundamentalmente la pérdida de posición originada a partir de 1993; y por último, se produce un proceso generalizado, en el sector servicios, de disminución de la productividad en el conjunto nacional a lo largo de todo el periodo analizado.

CUADRO Nº 2.13

ESTRUCTURA SECTORIAL DE ANDALUCÍA, ESPAÑA Y LA UNIÓN EUROPEA

La estructura sectorial de Andalucía con respecto a España y la Unión Europea nos permite constatar claramente algunos rasgos diferenciales. El primero de ellos es la generalizada disminución que se viene dando en todos los niveles territoriales del sector agricultura, a favor de los sectores industrias y servicios, en el periodo que estamos analizando. El segundo hecho diferencial es el elevado porcentaje de actividad que sigue manteniendo Andalucía en el sector agricultura, muy superior al de España y al de la Unión Europea, un escaso sector industrial con respecto a España y Europa y un sector servicios superior al de España pero inferior al de la Unión Europea. Ello hace que nos encontremos con una región cuya estructura productiva difiere tanto a la media nacional como a la europea, en la que es necesario destacar el fuerte peso de la agricultura, el escaso peso de la industria y un sector servicios importante, que ostenta más de la mitad de la actividad económica, del mismo modo que España y la Unión Europea.

El empleo por sectores productivos (representado en el cuadro nº 2.14) se reparte muy desigualmente entre los distintos sectores productivos, produciéndose lo que se ha venido a llamar la “terciarización” de la economía. El 11,1 % del empleo corresponde al sector agrario, el 25,7 % a la industria y el 63,2 % a los servicios. Como podemos comprobar, el porcentaje de empleo en Andalucía correspondiente al sector servicios es 3 puntos inferior al que ostenta la media de la Unión Europea-15 (66,7 %), y algo superior al de España (61,9 %), encontrándose las diferencias fundamentalmente en el empleo de la agricultura, que en Andalucía era del 11,1 %, en España el 6,5 % y en la UE-15 del 4,1 %, y la industria, que fue en Andalucía del 25,7 %, en España el 31,6 % y en la UE-15 el 28,5 %.

CUADRO Nº 2.14

EMPLEO POR SECTORES

Dentro del conjunto de regiones españolas, Andalucía cuenta con una alta participación del empleo en la agricultura, mayor que la media nacional (6,5 %), únicamente superado por Galicia (15,4 %) y Extremadura (15,0 %); posee una escasa participación del empleo en la industria (25,7 %), inferior a la media del conjunto español (31,6 %), y sólo superior a regiones como Canarias (22,9 %), Baleares (25,1 %), Madrid (25,0 %) y Ceuta y Melilla (14,3 %); y cuenta con una alta participación del empleo en el sector servicios (63,2 %), superior a la media nacional (61,9 %), y sólo superado por regiones como Baleares (73,2 %), Canarias (71,6 %), Madrid (74,3 %) y Ceuta y Melilla (85,3 %).

Resumiendo todo lo anterior, Andalucía se configura como una región que cuenta: a) con una escasa productividad que le impide acercarse a las regiones españolas y europea; b) con una alta proporción de empleos en la agricultura; c) una escasa proporción de empleos en el sector industrial; y d) un sector servicios algo inferior al de la media de la Unión Europea y superior al de la media nacional.


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