Revista: Turydes Revista Turismo y Desarrollo. ISSN 1988-5261


EXPERIENCIA DE AVITURISMO EN LA PATAGONIA ARGENTINA: PROGRAMA BALNEARIO EL CONDOR CIELO DE AVES

Autores e infomación del artículo

Mauricio Failla

Marina Winter

Mariano Soricetti

Fabián A. Llanos

Proyecto Patagonia Noreste

mauriciofailla@gmail.com

Resumen
La observación de aves es una de las experiencias turísticas-recreativas de naturaleza más difundidas y valoradas. El turismo de naturaleza es una actividad establecida a nivel mundial, movilizando en Argentina al 80% de sus visitantes. El Balneario El Cóndor (BEC) (41°3’ S 62°48’ W), Patagonia Argentina, es considerado un Área Importante para la Conservación de las Aves, debido a su gran diversidad de aves y a la presencia de la colonia de loros barranqueros (Cyanoliseus patagonus), considerada la mayor colonia de loros del mundo. El BEC resguarda remanentes de Monte y Espinal, ambientes con graves problemas de conservación. El presente trabajo expone los alcances del Programa Aviturístico Balneario El Cóndor Cielo de Aves durante la temporada estival 2013/2014, complementado con un análisis del perfil de los usuarios. Se diseñaron 4 senderos de avifauna: “Aves de la playa”, “Aves del acantilado”, “Aves del Monte y las dunas” y “Aves del estuario y la marisma del Río Negro”. Organizado por el Municipio de Viedma y con carácter libre y gratuito, se realizaron 21visitas guiadas al sendero de aves del Monte y las dunas. Participaron 582 personas arrojando un promedio de 27,7 usuarios/salida. Sólo el 15,3 % de los mismos manifestaron haber realizado alguna actividad de observación de aves al menos una vez anteriormente. El 63,2% (n = 368) de los usuarios fueron turistas, procedentes de varios destinos de Argentina y extranjeros de América del Norte y Europa; mientras que el 36,8% (n = 214) fueron recreacionistas (vecinos de la comarca Viedma - Patagones). Más del 40 % de los asistentes tenían entre 21 y 50 años de edad. Sobre un total de 220 grupos de usuarios, se observó un promedio de 2,6 usuarios/grupo, siendo la mayoría grupos familiares. Fueron observadas 41 especies de aves pertenecientes a 10 órdenes y 22 familias, con un promedio de 16 especies de aves observadas/salida. Sobre 300 usuarios encuestados, el 93,3 % manifestó que la actividad cubrió sus expectativas. El desarrollo del aviturismo responsable en el BEC, permitirían la inclusión de este sitio en el circuito patagónico de destinos especializados en turismo de naturaleza, fomentando la conservación de su biodiversidad y ambientes. El Programa Balneario El Cóndor Cielo de Aves representa la primera experiencia de aviturismo masivo, libre y gratuitode la Patagonia Noreste. La mayor colonia de loros del mundo, sumado a la diversidad de vida silvestre y paisajes disponibles a solo minutos de los centros de servicios, podrían estructurar el desarrollo del turismo en el BEC.

Palabras clave: observación de aves, conservación, Balneario El Cóndor, Patagonia Argentina, Loros Barranqueros, Cyanoliseus patagonus.

Abstract
Birdwatching is one of the most widespread and valued of tourist-recreational nature experiences.  Nature tourism is a worldwide activity, engaged in by 80% of international visitors to Argentina.  The Balneario El Condor (BEC) (41° 3' S - 62° 48' W), Patagonia Argentina, is considered an Important Bird Area, because of its great diversity of birds. And also, because of the presence of its colony of Burrowing Parrots (Cyanoliseus patagonus), which is considered the largest colony of parrots in the world.  The BEC protects its remnant areas of Monte and Espinal vegetation, both habitats with serious global conservation problems.  This report explains the scope of the birdwatching program “Balneario El Condor - Cielo de Aves” during the summer season 2013/2014, complemented by an analysis of the participants.  Four bird watching trails were designed: "Birds of the beach", "Birds of the cliffs", "Birds of the Monte and dunes" and "Birds of the salt marsh and estuary of the Río Negro River".  Organized by the Municipality of Viedma, 21 (free) guided trips along the Birds of the Monte and dunes trail were made.  582 people participated for an average of 28 persons/trip.  Only 15% of them said that they had been bird watching before coming to BEC.  63 percent (n = 368) of the participants were from other places in Argentina or from North America and Europe; while 37% (n = 214) were local residents from the Viedma - Patagones area.  More than 40% of the participants were between 21 and 50 years old.  There was an average of 2.6 persons in 220 surveyed groups, with most groups consisting of families.  Forty-one species of birds were seen, belonging to 10 orders and 22 families.  An average of 16 birds species were seen per trip.  Of 300 users questioned, 93% said that the activity reached their expectations.  Responsible birdwatching development in the BEC would promote the addition of this site to the Patagonian circuit that specializes in nature tourism destinations, and there by promote the conservation of the local biodiversity and environments.  “Balneario El Condor - Cielo de Aves” represents the first massive, free birdwatching program in northeastern Patagonia.  Emphasizing the presence of the largest parrot colony in the world, added to the diversity of wildlife and landscapes available within minutes of the service centers, could greatly enhance tourism to the BEC.
Key words: birdwatching - conservation - Balneario El Cóndor - Patagonia Argentina - Burrowing Parrots - Cyanoliseus patagonus.



Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:

Mauricio Failla, Marina Winter, Mariano Soricetti y Fabián A. Llanos (2015): “Experiencia de aviturismo en la Patagonia Argentina: Programa Balneario el Cóndor Cielo de Aves”, Revista Turydes: Turismo y Desarrollo, n. 18 (junio 2015). En línea: http://www.eumed.net/rev/turydes/18/aviturismo.html


1. INTRODUCCIÓN
Entre las experiencias turístico-recreativas de naturaleza, la observación de aves o aviturismo es una de las más difundidas y valoradas. El término observación de aves (birdwatching en inglés) surge en 1901 durante el primer encuentro masivo de observadores de aves: el Audubon Christmas Bird Count (López Roig, 2008). Esta actividad consiste en la observación e identificación de aves en libertad, tratando de interpretar y comprender la dinámica de las especies en su ambiente natural. Se desarrolla como una fuente de placer y ocio, cuyos beneficios son el crecimiento personal a través del aprendizaje, la gratitud en la contemplación de las aves, el sentimiento de pertenencia a un grupo social o la consecución en la búsqueda de nuevas especies (López Roig, 2008).

Según estudios realizados por el U.S. Fish and Wildlife Service en 2001, el turismo y la recreación basada en la naturaleza, especialmente las actividades relacionadas a la observación de aves, es el sector de mayor crecimiento en la industria del turismo, con un incremento del 30% anual sostenido desde 1987. Solo en los EEUU durante 2001, 46.000.000 de observadores de aves gastaron U$S32.000.000.000 para observar, fotografiar y alimentar aves silvestres, generando un ingreso total de U$S85.000.000.000 (La Rouche, 2003).

En Argentina, según informes de la Secretaría de Turismo de la Nación (2008), la observación de aves se puede desarrollar en todas las provincias de la región patagónica y con una diversificada opción de localidades. El período de mayor facilidad para su práctica es de agosto a marzo, con sitios donde es posible todo el año. Su característica de constituir una oferta no masiva, debería permitir que no se superponga espacialmente con otros segmentos que en estos mismos períodos acuden a la Patagonia. La observación de aves en ésta región posee además una alta capacidad competitiva: muchas de sus aves son endémicas y habitan escenarios naturales únicos, valorados a nivel internacional, evitándose así competir con otras ofertas mundiales por variedad, colorido y/o concentración territorial. Se estima que de las 1.000 especies avistables en el país, en Patagonia es posible observar casi el 40% de ellas (Mazar Barnett y Pearman, 2001; Narosky e Yzurieta, 2010).

A pesar de la gran potencialidad para el desarrollo del aviturismo en la Patagonia Noreste, aún son incipientes los programas de observación de aves a lo largo de su litoral marino, repleto de sitios para ésta actividad. Tal es el caso del área considerada en este trabajo, el Balneario El Cóndor (BEC) (41°3’S 62°48’W, Figura 1), declarado Área Importante para la Conservación de las Aves (AICA-RN 01), basado en su gran diversidad de aves que nuclea a más de 200 especies (Llanos et al., 2011 y datos inéditos) y, en la colonia de loros barranqueros (Cyanoliceus patagonus) que, con sus 35.000 nidos activos y 12,5 Km de extensión, es considerada la mayor colonia de loros (Psitácidos) del mundo (Masello y Quillfeldt, 2005, 2007; Masello et al., 2006).

Con la finalidad de difundir las características exclusivas de la avifauna del BEC y promover el desarrollo responsable del aviturismo en la zona, buscamos formas de proteger este AICA a través de su promoción como un sitio único para el turismo de naturaleza en Patagonia. El presente trabajo presenta una síntesis del diseño y los alcances del Programa Aviturístico Balneario El Cóndor Cielo de Aves durante la temporada estival 2013/2014, complementado con un análisis del perfil de los usuarios.

2. ÁREA DE ESTUDIO

El Río Negro es el curso de mayor longitud y caudal de la Patagonia y también el de mayor importancia económica, presentando en su desembocadura un gran estuario con aguas turbias y templadas, y diversas geoformas como bancos de arena y canales en lo que se caracteriza como un delta de reflujo abierto (Piccolo y Perillo, 1997). En su margen sur se emplaza el BEC, destino que cuenta con servicios turísticos básicos cubiertos y alrededor de 2.000 plazas de alojamiento, con un promedio de 47.200 plazas ocupadas durante las temporadas estivales (según estadísticas de diciembre a febrero de 2005/06 a 2011/12) (Fundamérica, 2013).

El BEC se caracteriza biogeográficamente por poseer remantes de Monte y Espinal (Cabrera, 1971), así como de otros hábitats de gran importancia para la avifauna local: islas, riveras, marismas, dunas, playas de arena y canto rodado, restingas y acantilados (del Río et al., 2005; Lini et al., 2005; Masello y Quillfeldt, 2005; Masera, 2005; Olivares y Sisul, 2005; Zabala y Freije, 2005). Las principales actividades económicas de la región son la cría extensiva de ganado bovino y ovino y el turismo que arriba al BEC durante la temporada alta estival (diciembre-febrero) (Masello y Quillfeldt, 2005, 2007; Torrejón y Sawicki, 2005).

La colonia de loros barranqueros del BEC representa el atractivo natural más destacado del Estuario del Río Negro (ERN) (Masello y Quillfeldt, 2005, 2007; Masello et al., 2006) y, sumado a la gran diversidad de aves fácilmente observables, hacen de éste un sitio de alto potencial para el aviturismo (Failla et al., 2007). También, como característica única, se destaca la presencia de aproximadamente 6.500 loros barranqueros que cada noche pernoctan sobre el cableado del alumbrado público y los árboles del BEC (Masello et al., 2006).

Otras especies de aves utilizan los huecos producidos por los loros barranqueros en los acantilados del BEC: la golondrina negra Progne modesta (ver Masello y Quillfeldt, 2005), el chimango Milvago chimango, el halconcito colorado Falco sparverius, el halcón peregrino Falco peregrinus, la lechuza de campanario Tyto alba, y el carpintero campestre Colaptes campestris (Masello et al., 2008b). Estas características hicieron que recientemente el BEC sea categorizado como una región de importancia crítica para la conservación de la biodiversidad patagónica (Chehébar et al., 2013). Paradójicamente, esta AICA no posee ninguna protección legal hasta la fecha (Masello, 2009; Masello y Quillfeldt, 2003, 2004b, 2005, 2007; Masello et al., 2007).

3. METODOLOGIA

A pedido de la Subsecretaría de Turismo de la Municipalidad de Viedma, provincia de Río Negro, Argentina; y siguiendo los lineamientos del Plan estratégico de turismo de la Comarca Viedma y Patagones 2012-2022; se diseñó un circuito de aviturismo comprendiendo los ambientes de mayor representatividad, singularidad y accesibilidad del BEC. Fueron excluidos los ambientes de mayor fragilidad ambiental como las marismas internas, islas y bancos del ERN. Se delinearon 4 senderos de avifauna para recorrer caminando y con un grado de dificultad mínima: “Aves de la playa”, “Aves del acantilado”, “Aves del Monte y las dunas” y “Aves del estuario y la marisma”, constituyendo un circuito. Los senderos se promocionaron con folletería, cartelería vial (ver diseño y mapa en Figura 2) y mediante campañas de difusión en medios masivos de comunicación nacionales, regionales y locales desde diciembre de 2013 a febrero de 2014.

Con carácter libre y gratuito, se realizaron visitas guiadas al sendero de aves del Monte del sector Ceferino (ver Figura 2 punto 4), donde los usuarios recorrieron caminando y guiados por 3 profesionales del aviturismo por un lapso de 90 minutos aproximadamente. Durante cada jueves, viernes y sábados de enero y febrero de 2014, se estableció un punto de encuentro pautado para las 19:00 horas (2 horas antes del anochecer) en un punto panorámico del ERN muy conocido en la zona denominado Monumento a Ceferino. Debido a la accesibilidad y gran diversidad de aves en el sector de Monte y las dunas del sector del Ceferino y a la gran promoción que le dieron los medios locales al sendero de “Aves del Monte y dunas”, todas las salidas de esta experiencia se realizaron en este sendero.

Se solicitó a cada usuario, se inscriban previamente en las oficinas de turismo de Viedma y el BEC, donde se registraron datos personales conforme los requerimientos del seguro contratado (nombre, apellido, DNI y firma). Adicionalmente se completó una planilla con información anexa de los usuarios, la cual permitió el análisis de perfil que se presenta en los resultados.
Se aprovechó el momento de inscripción para recordarle a los futuros asistentes llevar calzado cómodo y abrigo para hacer más confortante su experiencia.

Se facilitó a los usuarios 8 binoculares 10x50, un telescopio 60x80 con trípode y 5 guías para la identificación de aves “Aves de Patagonia y Antártida” (Narosky e Yzurieta, 2004). Cada salida consistió en una caminata sencilla de aproximadamente una hora y media de duración (1.2 Km), guiada por tres biólogos con experiencia en turismo de naturaleza. Al inicio y durante el transcurso del sendero se le trasmitió a los asistentes información sobre las características y particularidades del lugar, uso de binoculares-prismáticos y guías. De igual modo se trató de responder a toda duda propuesta, estableciendo un cordial diálogo con los concurrentes.

Finalizada la actividad, se les entregó a todos los usuarios argentinos mayores de 18 años una encuesta anónima que fue completada en el mismo momento. Extranjeros y menores no fueron encuestados para evitar resultados sesgados (los menores debido a su valoración despareja del dinero, y los  extranjeros por falta de objetividad como consecuencia del tipo cambiario muy variable en Argentina).

A pesar de que solo se realizó el sendero de “Aves del Monte y las dunas”, en toda oportunidad, se invitó a los asistentes a realizar los otros senderos ayudados de la folletería entregada, la cual le permitiría identificar las aves observadas (modalidad autoguiada).

Para la identificación de las especies de aves se siguió Narosky e Yzurieta (2004, 2010), para el ordenamiento sistemático se siguió Mazar Barnett y Pearman (2001), y para la categorización del estado de conservación López-Lanús et al. (2008).

4. RESULTADOS

4.1. Afluencia de usuarios

Entre el 3 de enero y el 1 de marzo de 2014, se realizaron un total de 21 salidas guiadas para observar aves en el sendero denominado “Aves del Monte y las dunas”, involucrando a un total de 582 usuarios. La Tabla 1 resume la afluencia de público discriminada por mes.

4.2. Perfil de los usuarios

Consultado cada usuario sobre su experiencia previa en aviturismo en este u otros destinos, solo el 15,3 % de los usuarios (n = 89) manifestaron haber realizado al menos una vez en su vida esta actividad con anterioridad, mientras que el 73,8 % (n = 430) declaró no haber observado aves en libertad previamente (10,9 % de los usuarios no reportaron esta variable, n = 63). Respecto del género de los pasajeros que realizaron las recorridas, se observó una leve diferencia a favor del sexo femenino (mujeres 58,8% n = 342; hombres 41,2% n = 240).

El 63,2% (n = 368) de los usuarios fueron turistas, procedentes de varios destinos de Argentina y extranjeros de América del Norte y Europa; mientras que el 36,8% (n = 214) fueron recreacionistas (vecinos de la comarca Viedma - Patagones). La Figura 3 resume las procedencias de los usuarios del programa de aviturismo del BEC, siguiendo los criterios estandarizados por el Ministerio de Turismo de la República Argentina. La Figura 4 muestra las clases etarias de los usuarios de las salidas guiadas. Del 1 % no se registró la información correspondiente.

Sobre un total de 220 grupos de usuarios, la mayoría fueron grupos familiares, seguidos por parejas, grupos de amigos y personas solas (Figura 5). La media del tamaño grupal fue de 2,6 usuarios/grupo (enero 2,6 usuarios/grupo, n = 153 grupos; febrero  2,8 usuarios/grupo, n = 67 grupos). La figura 6 muestra la composición discriminada por salida, de los grupos de usuarios que participaron del programa de aviturismo, destacándose como se mantiene el patrón de dominancia de los grupos familiares en la mayoría de las salidas.

Respecto del medio de promoción por el cual los usuarios declararon haberse enterado del programa de aviturismo, 30,8 % de los usuarios (n = 179) indicaron medios masivos de comunicación y otros medios publicitarios (diarios, radio, televisión, cartelería en vía pública y redes sociales); 27,8 % de los usuarios (n = 162) se enteraron por transmisión oral (comentarios y recomendación); y 27% de los usuarios (n = 157) declararon haber sido informados en las oficinas de turismo de Viedma y BEC; mientras que un 14,4 % de los usuarios (n = 84) no aportaron información.

Es destacable que 10 usuarios locales repitieron la experiencia, algunos de ellos incluso regresaron con prismáticos propios y guías de identificación de aves patagónicas, adquiridos luego de su primera experiencia. Incluso 2 prestadores de alojamientos turísticos del BEC, incorporaron guías y prismáticos como productos para sus pasajeros luego de haber realizado la visita guiada.

4.3. Caracterización del servicio

La Tabla 2 resume el listado de especies observadas (41 especies de aves en total). Solo se contabilizaron las especies vistas u oídas por al menos un usuario durante el recorrido, descartando para este análisis las especies sólo observadas por los guías pero que no pudieron ser detectadas por los usuarios debido a su distancia u otra dificultad.

Fueron observadas un total de 41 especies de aves, perteneciente a 10 órdenes y 22 familias. Se registraron tanto especies residentes como migratorias (Tabla 3). No se observaron especies catalogadas como amenazadas.

Respecto de la biodiversidad de aves observadas, la Figura 7 resume la cantidad de especies de aves observadas/ día por los usuarios; mientras que la Figura 8 muestra el total de observaciones de cada especie de aves registradas.

Aún en los días de malas condiciones climáticas (frío, vientos fuertes o probabilidad de lluvia), en cuyos casos se realizó igualmente recorridas guiadas a pedido del público, se pudo apreciar un número significativo de especies de aves.

Si bien el objetivo central de las excursiones fue la observación de aves, en todas las salidas se dio la oportunidad de presenciar otras especies de vertebrados. Fueron observadas las siguientes especies de mamíferos representantes de 4 órdenes y 4 familias  (identificadas y clasificadas según Canevari y Vaccaro, 2007): peludo Chaetophractus villosus, zorrino común Conepatus chinga, cuis chico Microcavia australis y liebre europea Lepus europaeus.

En 18 salidas se registraron al menos uno o más binoculares/prismáticos provistos por al menos un usuario, con un total de 66 binoculares/prismáticos durante toda la temporada 2014 (n= 66,  = 3,1 binoculares-prismáticos/salida). En 8 salidas se observó que 1 o más usuarios poseía al menos 1 guía para la observación de aves (n = 12,  = 0,6 guía de aves/salida).

4.4 Encuesta de satisfacción y evaluación económica

De los 582 usuarios, 300 fueron encuestados. La tabla 4 resume los principales resultados de las encuestas. 115 personas del total encuestadas realizaron comentarios/sugerencias: 30 de ellos respecto a la satisfacción por la experiencia, 72 realizaron sugerencias en relación directa con la actividad (como por ej. “educar al ingresar a todos los turistas”, “ofrecer para la venta guías de aves”, entre otros) y 13 encuestados felicitaron el desempeño de los guías.

Consultados los asistentes sobre cuánto estarían dispuestos a pagar por una actividad de aviturismo como la que acaban de realizar, manifestaron un valor promedio de $39,28 Pesos Argentinos (equivalente a U$S10 aproximadamente, considerando el tipo cambiario promedio del período en Argentina).

5. DISCUSION

La mayoría de los usuarios realizaron las salidas guiadas durante enero, coincidentemente con el pico de la temporada turística estival del BEC.Para la gran mayoría del público ésta fue su primera experiencia de observación de aves con un servicio guiado. El público local (vecinos de la comarca Viedma-Patagones), se mostró sorprendido y agradecido de redescubrir los tesoros naturales que los rodean en su entorno cercano.

Fue notorio el predominio de grupos familiares, así como el reducido tamaño medio de los grupos.Los tres rangos etarios de usuarios que presentaron mayor porcentaje muestran edades de jóvenes a adultos (entre 21 y 50 años), representando más del 40 % de las personas que participaron de la experiencia. Vale destacarse la participación de usuarios de todos los rangos de edad (desde niños de meses de vidas hasta mayores de 70 años), demostrando que esta actividad en una excelente oportunidad de disfrute en familia.

El perfil de usuarios revelado en esta primer etapa, debería tenerse en cuenta para futuros programa locales de aviturismo, ya sean organizados desde el ámbito privado como público, siendo la familia el foco de mayor interés de los mismos. Esto implicaría, por ejemplo, que los senderos y actividades propuestas, debería contemplar un grado de accesibilidad que contemple tanto a personas mayores como niños y jóvenes. También las técnicas y temáticas de las guiadas deberían incluir a todos estos rangos etarios.

Según De Juan (2006) la cantidad de aves aporta un factor de atracción importante, sobre todo cuando se trata de cantidades espectaculares. La combinación de calidad y cantidad es ideal para un destino de turismo ornitológico. La espectacularidad de las grandes cantidades es también interesante para los públicos menos especializados, siendo la mayor colonia de loros del planeta situada en el BEC un claro ejemplo de ello.

Pudo también observarse e identificarse, con la prudencia correspondiente, nidos de varias especies, así como rastros y ejemplares vivos de varias especies de mamíferos silvestres. Las aves en general, presentan facilidad de observación por encontrarse más expuestas en vuelo y por su espectacular colorido. Los mamíferos presentan singular simpatía que hace imposible verlos pasar sin hablar de ellos. Sin embargo, su mayor dificultad de observación y menor número no permite crear un sendero exclusivo de observación de mamíferos. Un sendero de avistaje de fauna con las aves como protagonistas, es quizás la opción más atractiva y factible en el BEC.

El turismo de naturaleza es una actividad realmente establecida a nivel mundial, movilizando al 80% de visitantes en Argentina. Durante el año 2010, más de 5,3 millones de visitantes extranjeros no residentes, viajaron a Argentina generando U$S 4.816.000, demostrando además que esta modalidad es realizada por los turistas de mayor ingreso económico. En Argentina durante 2010, más de 3 millones de visitantes eligieron visitar Parques Nacionales y otras unidades de conservación (SECTUR, 2010). En este contexto internacional y regional, podría especularse sobre el gran potencial del aviturismo dirigido a turistas extranjeros, considerando su gran biodiversidad local (Failla et al., 2007, Llanos et al., 2011) y las aproximadamente mil especies de aves reportadas para Argentina (Mazar Barnett y Pearman, 2001; Narosky e Yzurieta, 2004, 2010), siendo un ejemplo de cómo aprovechar de modo sustentable esta actividad no destructiva, sumamente placentera, sana y renovable.

5.1 Amenazas ambientales detectadas y sus posibles abordajes desde el aviturismo

El Monte es una estepa arbustiva (Cabrera, 1971) que se extiende desde el noroeste de Argentina hasta la Patagonia y que está caracterizada por una alta biodiversidad (e.j., Roig-Juñent et al., 2001). Este ecosistema se encuentra en peligro en la actualidad, con una tasa promedio anual de pérdida de biomasa de 3,7% (Pezzola et al., 2004). A modo de comparación, esta tasa es 10 veces más alta que la pérdida que experimentan en promedio las selvas tropicales del mundo (Balmford et al., 2003). Considerando el rol fundamental de la conservación de este ecosistema para el desarrollo del aviturismo (y de todo el turismo en la región), en cada recorrida se hizo especial hincapié en concientizar a los asistentes de la notable importancia del Monte como sitio de alimentación y refugio para una gran cantidad de especies de aves y otros animales. Con el mismo objetivo, comprender el rol que cumplen los animales, incluidas las aves, para permitir que las especies vegetales del Monte germinen y se propaguen. Muchas especies vegetales observadas contienen usos medicinales revelados por pueblos originarios de la región. Los asistentes pudieron comprender de que especies se trataba, despertando su curiosidad en el tema. Un motivo más para impulsar la conservación del Monte.

5.2 Consideraciones legales y técnicas para estructurar el aviturismo en el BEC

Pese al potencial turístico del BEC, hasta la fecha no existe un marco legal específico que reglamente la actividad de aviturismo, tanto en la jurisdicción provincial de Río Negro ni municipal de Viedma. Sería indispensable para una correcta implementación del aviturismo en la zona, reglamentar esta actividad desde sus inicios. Se recomienda contemplar cuestiones como el número total de operadores y prestadores turísticos (herramienta indispensable para administrar la capacidad de carga en el área considerada), y un sistema de sanciones acorde con normas vigentes referida al manejo de fauna de cada jurisdicción.

Respecto de profesionalizar los servicios de aviturismo en el BEC, sería necesario implementar un programa de capacitación en técnicas de aviturismo responsable, destinadas tanto al sector privado (operadores y prestadores interesados en desarrollar la actividad), como al sector público (agentes de gobiernos dedicados a evaluar y fiscalizar las actividades turísticas, así como a promover la conservación del área). Actualmente la legislación que regula el turismo activo en la provincia de Río Negro (Ley Q 3883/04, que incluye la observación de fauna), exige a los prestadores a inscribirse en el Registro Provincial de Turismo Activo de Río Negro, siendo requisitos indispensables acreditar idoneidad para la prestación de las actividades propuestas, así como presentar una declaración jurada de impacto ambiental aprobada por la autoridad ambiental provincial.

5.3 Consideraciones sobre la conservación del ERN y sus aves

El turismo y la recreación en territorios naturales silvestres, pueden generar impactos negativos (OMT, 2010) que degradan, desnaturalizan y generan pérdidas de biodiversidad. Para que el turismo y la recreación se realicen de forma sustentable es necesario impedir y minimizar los impactos negativos (Paz Barreto y Encabo, 2009). Si bien las actividades de este programa aviturístico se desarrollaron bajo los preceptos del turismo responsable, se recomienda realizar futuras investigaciones para evaluar por ejemplo, la distancia de alerta y escape de las aves residentes. Si esta actividad de turismo de naturaleza llega a un nivel de regularidad, sería indispensable evaluar variables ambientales y comportamentales de las especies foco de la actividad como consecuencia del potencial disturbio humano (ej., posible fragmentación del hábitat, cambios comportamentales, así como estudiar las distancias de alerta y escape de las aves, entre otras).

Los senderos propuestos para desarrollar actividades aviturística en el BEC incluyen ambientes frágiles. Tanto las marismas del ERN, como sus dunas y la vegetación del que corona sus acantilados, son ambientes especialmente sensibles al pisoteo y la destrucción de su vegetación y su estructura edáfica, por lo que sería indispensable prever pautas de manejo para minimizar potenciales impactos negativos. También debería considerarse que los acantilados del ERN son naturalmente muy inestables (Zavala y Freije, 2005), por lo que se recomienda mantener una distancia mínima de 10m del borde para evitar accidentes.

La generación de propuestas de aviturismo permite estimular la protección jurídica y la conservación de espacios y especies emblemáticas (López Roig, 2008). Considerando las características únicas y gran relevancia ambiental del BEC, como concentrar la mayor colonia de loros del planeta, albergar una gran biodiversidad de aves, y haber sido identificada como un área de alto valor de conservación y ecoturístico debido a la presencia de especies carismáticas y en peligro como los delfines franciscana (Pontoporia blainvillei) y nariz de botella (Tursiops truncatus) (Failla et al., 2012, 2014, en prensa); es prioritaria la promulgación e implementación del Área Natural Protegida ERN. Esta instancia representaría una sólida herramienta de gestión para la conservación de la región, destacándose que los sitios sugeridos para desarrollar el aviturismo en el BEC, estarían incluidos dentro del área protegida proyectada.

Sería importante promover toda iniciativa que difunda el valor del aviturismo en la región, así como las necesidades de conservación de su biota y ambientes naturales; ya sea mediante programas educativos en el ámbito escolar, como a través de campañas en medios masivos de comunicación destinados al público en general. 

Según se destaca en el Plan estratégico de turismo de la Comarca Viedma y Patagones 2012-2022, una de las amenazas detectadas en el BEC es el avance del desmonte y los problemas con basurales clandestinos (Fundamérica, 2013). En este sentido, el desarrollo del aviturismo responsable sería una gran oportunidad para difundir las necesidades de conservación de la fauna local.

La continuidad de los proyectos de investigaciones ambientales y ornitológicas que se viene desarrollando en la zona, así como nuevas líneas de estudio, proporcionarían información indispensable para administrar los recursos naturales locales y poder detectar potenciales impactos a nivel local.

5.4 Consideraciones generales

El desarrollo del aviturismo responsable en el BEC, basado en sus características ambientales, paisajísticas y su gran biodiversidad, permitirían la inclusión de esta región en el circuito patagónico de destinos especializados en el turismo de naturaleza, particularmente en aquellos focalizados en la observación de fauna. La promoción y desarrollo de la observación de aves en libertad, de forma estructurada y correctamente regulada e implementada, significaría una alternativa turística acorde a los objetivos del área natural protegida proyectada, al mismo tiempo que colaboraría con la gestión de la misma. 

Según la Unión Mundial para la Naturaleza (Ceballos-Lascuráin, 1998) el ecoturismo promueve la conservación, produce un bajo impacto y favorece la activa participación socioeconómica de la población local, respaldando los esfuerzos locales de conservación y proveyendo beneficios sostenibles a estas comunidades. Por sus características, se torna una alternativa viable a implementar en áreas naturales de alto interés de preservación. Cuando los atractivos naturales resultan suficientemente convocantes para atraer hacia ellos visitantes o turistas, generan una serie de flujos económicos, niveles de empleo e ingresos genuinos que se distribuyen directa e indirectamente sobre las comunidades locales. De la continuidad de estos recursos naturales en las condiciones que originaron dicha convocatoria, depende en gran medida la continuidad de estos ingresos (Tagliorette y Losano, 1996). El desafío de los administradores de recursos naturales, en estos casos consiste en establecer pautas claras que minimicen el potencial disturbio sobre las especies que constituyen el atractivo turístico para los visitantes y buscar la sustentabilidad de la actividad (Ferrari et al., 2012). El conocimiento generado en este estudio, se espera sea de utilidad a los administradores gubernamentales para una mejor gestión turística del BEC, pretendiendo compatibilizar el desarrollo local con los objetivos de conservación propuestos en el área natural protegida proyectada para el ERN.

6. AGRADECIMIENTOS

Agradecemos por el apoyo brindado a: Sergio Pappatico, Leonardo Russo Lacerna, Verónica Seijas, Martín Fernández, Gustavo García, José Luis Fulkes, Mercedes Querejeta, Rosana Maggini, Rosana Aguirrezabala, Florencia Jakimczuk, Andrea Güimil, Alejandro Rojo, Daniel Zalazar, Mayra Alvarez, Magalí Ibañez, Cesar Monsalvo, Maximiliano Morando, Melina Nieva, Pamela Rojas, Fanny Seguel, Federico Senra, Sara Tevez y Gustavo Torralba. A Mariela Messina, Mirta Carbajal, Pablo Petracci, Richard Sage y Sebastián Olivera se agradece la lectura crítica del documento. El Programa Balneario El Cóndor Cielo de Aves fue financiado por la Municipalidad de Viedma; y contó con el apoyo técnico del Proyecto Loro Barranquero (financiado parcialmente por Wildlife Conservation Society, World Parrot Trust y Liz Claiborne Art Ortenberg Foundation). Un especial agradecimiento a Petra Quillfeldt y Juan F. Masello, investigadores de Justus Liebig University Giessen que desde Alemania están siempre cerca.

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Recibido: 20/05/2015 Aceptado: 30/05/2015 Publicado: Junio de 2015

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