Lázaro Florido-Benítez (CV)
Universidad de Málaga
lfb@uma.esResumen
Actualmente los destinos turísticos se promocionan a través de múltiples medios, aunque debemos reconocer que en estos momentos el más importante es internet y en especial las aplicaciones móviles, que están siendo el soporte por el cual el tejido empresarial turístico están canalizando su oferta para mejorar la experiencia del turista. En este trabajo de investigación exponemos la gestión de relación entre empresa-turista como el esqueleto de sujeción de la economía del destino a largo plazo. La competitividad entre los destinos turísticos ha obligado a todos los agentes implicados a ser más creativos, proactivos y sobre todo a saber diferenciarnos de los demás. La metodología utilizada en este proyecto de investigación, ha sido principalmente de carácter cualitativo, recopilando información sobre nuestro problema de estudio. El interés de esta investigación, se centra principalmente en analizar la gestión de relación entre empresa-turista a través de las aplicaciones móviles, estudiar este nodo como elemento diferenciador turístico y como se está implementando dicha herramienta en el sector.
Palabras claves: Gestión de relación, app, destinos turísticos
Managing relationship between business and tourists through mobile applications as a marketing tool tourist destinations.
Abstract
Currently tourist destinations are promoted through multiple media, but we must recognize that in these moments is the most important Internet and especially mobile applications, being the holder by which the tourism business sector are channeling their offer to improve tourist experience. In this research we present the relationship between business management-tourist as the skeleton holding the economy long-term fate. The competition among tourist destinations has forced all stakeholders to be more creative, proactive and especially knowing differentiate ourselves. The methodology used in this research project has been mainly qualitative, gathering information about our study problem. The interest of this research mainly focuses on analyzing the relationship between business management-tourist through mobile applications, consider this node as a tourist differentiating element and said tool is being implemented in the sector.
Keywords: Relationship management, app, tourist destinations
Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato: 
 Lázaro Florido-Benítez (2014): La gestión de relación entre las empresas y turistas a través de las aplicaciones móviles como herramienta de marketing de los destinos turísticos, Revista Turydes: Turismo y Desarrollo, n. 17 (diciembre 2014). En línea: http://www.eumed.net/rev/turydes/17/moviles.html
1. INTRODUCCIÓN
El turismo es una  actividad directamente imbricada en el día a día de la sociedad en  que vivimos, es un proceso dinámico y permanente en la que los  agentes implicados trabajan conjuntamente para mejorar la experiencia y  satisfacción de los turistas  en el destino seleccionado. Por ello, como expone El Plan del Turismo Español Horizonte 2020,  aprobado por el Consejo Español de Turismo (2007) la construcción de una estrategia  para el turismo, especialmente desde el el ámbito de  responsabilidad de las administraciones públicas, no debe  reducirse a la creación de un entorno competitivo desde el  punto de vista normativo y de servicios e infraestructuras que favorezca la  creación de riqueza, sino  debe buscar modelos a medio y largo plazo que permitan encontrar soluciones  creativas y concertadas a las cuestiones de carácter social, económico, físico y ambiental  que afecten al sector turístico y las colectividades  directamente relacionas con éste. 
   Las guías turísticas a través del móvil han suscitado  un gran interés en el campo de la  investigación durante la última década,  resultando  numerosas la gran cantidad de  aplicaciones móviles basadas en la  web del destino. Particular énfasis se ha dado en la personalización de los servicios,  generalmente enfocadas a la recomendación del viaje para  ayudar a los turistas a seleccionar los lugares que quieren visitar, este  sistema cubre un aspecto importante de la personalización del viaje y, por  tanto, reduce la carga de información, los  comportamientos, las evaluaciones o valoraciones de otros turistas con  intereses similares, lo que potencialmente proporciona terreno para la producción cooperativa de  mejora de contenido turístico y las recomendaciones de viajes  (Gavalas & Kenteris, 2011). Los destinos turísticos y en  concreto las empresas que desarrollan su actividad mercantil en dicho espacio  geográfico, cada día están más abierta a las  nuevas tecnologías y por ende los  turistas se benefician de estas herramientas y son más activos a la hora  de tomar decisiones  y estar mejor  informados. Los profesionales de este sector según expone Song  (2014) deben posicionar sus productos y servicios de manera que puedan brindar  a sus potenciales clientes verdaderas experiencias positivas 
   Lo que se pretende es crear un valor de  relación entre el destino y  los turistas, con la finalidad de afianzar los intereses mutuos. Según la American Marketing Association  (2004) el marketing relacional es una función organizacional y un conjunto de  procesos orientados a la creación,  comunicación y entrega de valor  a los clientes, así como para la gestión de las relaciones con los clientes, de  modo que beneficien la organización y los grupos de interés.
   Sharma & Sheth (1997) sugieren que  las relaciones llevan a la creación de valor. La gestión de la relación, en adelante GRC, es una inversión por parte de toda la empresa que busca  maximizar el valor entregado a los clientes, personalizando los comportamientos  y las ofertas (Plakoyiannaki &Tzokas, 2002). Los clientes obtienen mayor  valor debido a que las empresas satisfacen sus necesidades específicas (Krasnikov, Jayachandran &  Kumar, 2009). Por tanto, el énfasis  de la GRC no está en cómo vender los productos/servicios sino en  cómo crear valor para el cliente (Boulding,  Staelin, Ehret & Johnston, 2005). 
   Según un estudio  realizado por Comunicación online de los destinos turísticos “CODETUR” en (2013) los  destinos turísticos pueden estar  perdiendo oportunidades de conectar con los viajeros, y atractivo y  posicionamiento innovador entre segmentos como jóvenes o adeptos a  la tecnología. Los destinos  españoles deberían valorar la  oportunidad de incluir las aplicaciones móviles como parte de  su estrategia global de comunicación. Según expone dicho  informe,  el marketing móvil presenta  algunas características que son  especialmente atractivas para el sector, sobre todo en lo relacionado al acceso  ubicuo a la información, las opciones de interactividad y a  la posibilidad de ofrecer servicios segmentados en función de la ubicación geográfica, gracias a la  geolocalización. 
   En el actual  entorno empresarial fuertemente competitivo, adquirir y mantener la lealtad de  los clientes o usuarios se ha convertido en un objetivo estratégico primordial  para las empresas del sector turístico. Para  lograrlo, la empresa puede desarrollar esfuerzos encaminados a condicionar  positivamente la percepción de la relación por parte del  cliente (Rey, Medina & Rufin, 2008). El marketing relacional se refiere a  todas aquellas actividades de marketing dirigidas a establecer, desarrollar y  mantener intercambios relacionales exitosos (Morgan & Hunt, 1994). Las  estrategias orientadas al establecimiento de tales vínculos son  especialmente relevantes para las organizaciones que comercializan servicios  complejos y personalizados (Berry, 1995), como es el caso de las empresas turísticas. Este tipo  de empresas encuentran en el marketing relacional una forma de diferenciación frente a la  competencia que les facilita la retención de sus clientes  (Suárez, Vázquez & Díaz, 2007). No  olvidemos que estamos en un medio interactivo y que los hábitos de compra de  productos y servicios a través del dispositivo móvil todavía no está asentado en nuestra  sociedad, por ello, los destinos turísticos deben  posicionar y promocionar todos sus recursos turísticos de manera  cuidadosa, a fin de disminuir a la mínima expresión la desconfianza  del turista a través de la aplicación  móvil. 
   Las  funcionalidades que ofrecen las apps son muy numerosas y con las nuevas  demandas que requieren los clientes de hoy día, se  están desarrollando apps con utilidades  profesionales y de ocio, que jamás podíamos  haber imaginado, esta sinergia de creatividad está  promoviendo nichos de mercado en este campo, con la intención de  atender las necesidades de los usuarios y ofrecerles un trato más  personalizado. Los nuevos usuarios de smartphone son personas bifuncionales,  que manejan la realidad del mundo donde viven y se benefician de la ventana virtual  que le ofrece el dispositivo móvil. Este dispositivo ha  cambiado el comportamiento y la forma de desenvolverse de las personas en el  entorno donde se encuentra, ha generado en nuestras vidas los parámetros  de Humano-Movilidad-Aplicada (HuMobAp), es decir, los humanos se mueven en  función de las necesidades e incentivos que las  apps les reportan (Florido-Benítez & Del Alcázar,  2014La rápida evolución de  las Tecnologías de la Información y  de la Comunicación (TIC) ha supuesto un cambio radical en las  condiciones de mercado para las empresas turísticas,  ofreciendo nuevos instrumentos para la gestión y  para añadir valor a la experiencia del cliente en el  establecimiento (Buhalis & Law, 2008). Las TIC recogen todo tipo de  tecnología utilizada para crear, capturar, manipular,  comunicar, intercambiar, presentar y utilizar información en  sus distintas formas: cifras de negocio, conversaciones, imágenes  fijas y en movimiento, presentaciones multimedia, etc.  (Ryssel, Ritter & Gemunden, 2004). 
   Por último,  debemos destacar que para exista una mayor relevancia de la gestión de  la relación entre el destino y los turistas a través de  la app, se tiene que gestionar a la perfección la  información que ofrecemos en dicho medio interactivo a  los turistas internacionales y los turistas nacionales, según  CODETUR (2013) un 54 por ciento de las aplicaciones de los destinos turísticos  están diseñadas  principalmente para el uso de turistas nacionales. Con lo cual se recomienda a  los destinos turísticos que proporciones versiones  en múltiples  idiomas y a ser posible, en los idiomas de procedencia de sus públicos  más importantes. Una de las características  de los dispositivos móviles más  apreciadas por los usuarios es su interactividad, la posibilidad de  personalizar la información, desarrollar un papel  activo y dialogar con el emisor o con otros usuarios. 
2. REVISIÓN DE LA LITERATURA
2.1 Gestión de la relación entre destino y turista
La gestión de la relación con el cliente,  tiene sus raíces en el marketing  relacional cuyo objetivo es mejorar la rentabilidad a largo plazo (Christopher,  Payne & Ballantyne, 1991; Chen & Popovich, 2003;  Gebert, Geib, Kolbe & Brenner, 2003). Cada vez más las empresas se  dan cuenta de que los clientes son sus activos más importantes, y ven  las relaciones con los clientes como intercambios mutuamente beneficiosos (Grönroos, 1994) y  oportunidades que necesitan ser gestionadas (Reinartz & Kumar, 2000; Bowman  & Narayandas, 2001). La GRC surge porque los clientes difieren en sus  preferencias y hábitos de compra, si  todos los clientes fueran iguales, no sería necesaria (McKim  & Hughes, 2001; Bose, 2002). La acción de mirar a una  pantalla móvil se ha  convertido en una parte omnipresente de la vida moderna, ya sea en espacios públicos o privados, según Nakamura (2015) es una acción que requiere  cierto grado de movimiento físico, el acto de mirar un pantalla de  visualización implica  necesariamente señales no verbales. 
   Desde el punto de vista del marketing  relacional, las empresas deben preocuparse por desarrollar y mantener  relaciones continuadas con los clientes, siempre bajo la premisa de que dicha  relación proporcione valor  para todos los actores implicados en la misma. En el momento en que esta  situación no se presente, la  relación se romperá. De esta forma, el valor es considerado  como un componente esencial dentro de la GRC, y la capacidad de las empresas  para proveer un mayor valor para el cliente está marcando, desde  los años 90, la diferenciación entre éstas, siendo la clave para obtener y  mantener una ventaja competitiva sostenible (Barroso & Martín, 1999).
   La orientación al mercado del marketing, tiene  reciprocidad con el marketing relacional, puesto que la palabra clave en la  dimensión ideológica de todos estos enfoques es la relación, entendida como “la repetición y el mantenimiento de interacciones sólidas entre las partes, gracias a la  existencia de vínculos económicos o sociales entre ellas, para lograr  un beneficio mutuo” (San Martín, 2003).
   Según Verhoef & Langerak (2002), la GRC  empieza con un reconocimiento por parte de toda la empresa de que crear valor  para los clientes es la filosofía  de negocio que les guía.  De hecho, son muchos los autores que mencionan la creación y entrega de valor para el cliente como  una característica clave de la  GRC (Ryals & Knox, 2001; Parvatiyar & Sheth, 2001; Berry, 2002;  Gummesson, 2002; Verhoef & Langerak, 2002; Kotler & Armstrong, 2004;  Chan, 2005; Boulding, Staelin, Ehret & Johnston, 2005; Payne & Frow,  2005; Buttle, 2009). Sheth & Parvatiyar (2002) plantean que la GRC es una  actividad que añade valor a través de la interdependencia mutua y la  colaboración entre una empresa  y sus clientes.
   Como hemos visto, el deseo de la empresa  de crear y mantener una relación  a largo plazo con el cliente busca la entrega de un mayor valor para dicho  cliente. La generalidad de los programas de fidelidad de las empresas ponen de  manifiesto esta relación  (Martelo, Barroso & Cepada, 2011). En el marketing relacional es importante  el valor de relación  entre destino-turista. Aunque la literatura de este concepto es abundante, se  diferencian claramente dos aproximaciones: en la línea de la calidad y en la línea de relación entre beneficios y sacrificios (Oliver,  1999). 
   La primera sería una percepción cognitiva unidireccional por parte del  cliente, mientras que la segunda es una valoración bidireccional. 
   En el foque unidireccional, el valor se  ha definido como el ratio entre los beneficios y sacrificios percibidos por el  cliente (Monroe, 1991). En el enfoque bidireccional, los autores destacan  diversas facetas. Muestra de ello, Hennberg, Pardo & Mouzas (2005)  identifican tres niveles en el concepto de valor: el valor del intercambio (“¿Qué recibe el comprador?”), el valor de la relación (“¿Qué valor se genera en la relación?”) y valor de la propiedad (“¿Qué valor consigue el vendedor?”). A pesar de tener múltiples acepciones, como valor del  cliente o valor percibido, recientemente ha adquirido un enfoque de marketing  relacional empleando el término  “valor de la relación” (Payne y Holt, 2001; Ulaga, 2003). 
   Las investigaciones sobre valor destacan  que la creación de oferta por  parte de las empresas debe centrarse, no en el producto o servicio, sino en  aquellos elementos que generan valor para el cliente (Kothari & Lackner,  2006).
   Una de las consecuencias más notables de la intensidad competitiva y  de la globalización de la economía actual se concreta en el cambio del  papel del cliente: este, pasa de ser un simple consumidor a un consumidor,  cooperador, coproductor, cocreador de valor y codesarrollador de conocimiento y  capacidades (Wang, Lo, Chi & Yang, 2004) que, además, demanda a las empresas  una mayor generación de valor (Sánchez, Iniesta & Holbrook, 2009).  Ello trae consigo que cada vez más empresas vean el ‘valor para el cliente’ como un factor clave a la  hora de buscar nuevas formas de lograr y mantener una ventaja competitiva  (Woodruff & Gardial, 1996; Woodruff, 1997).
   Tenemos que tener claro, que los  consumidores o clientes cada día  están mejor formados e  informados, las nuevas generaciones tienen una mejor formación académica y demandan nuevos retos en los  servicios y productos que consumen. Las enseñanzas de la vida y las costumbres del  pasado no son suficientes para afrontar los desafíos del presente y las exigencias del  futuro (Wells y Claxton, 2002). La información se produce, se distribuye, se consume y  se abandona a un ritmo endiablado. La velocidad, cada vez más acelerada, que define los ciclos de  información condiciona la  imagen de fragilidad y precariedad de la vida de los seres humanos (Chomsky  & Ramonet 1995). Con esto queremos decir, que los consumidores del siglo  XXI son los activos de las empresas, estas deben establecer vínculos con los clientes a largo plazo, a  través de conceptos como:  la confianza, la creación  de valor en la relación  empresa-usuario, fidelidad, etc. La supervivencia de las actuales y nuevas  empresas pasan por establecer y potenciar los vínculos antes comentado y máxime en tiempos de incertidumbre y crisis  como los que vivimos actualmente.
   El destino turístico tiene la imperiosa necesidad de  ofrecer a sus turistas toda la información que demande “siempre que no afecta a la seguridad e  intimidad de los otros”,  con ello favorecemos que el cliente se mueva con mayor fluidez dentro de éste y además pueda consumir los productos y  servicios que dicho destino ofrece. Si los gestores de los destinos turísticos quieren que sus turistas vivan una  verdadera experiencia a través  del móvil, está claro que el producto que le ofreceremos  tiene que personalizarse. Dependiendo de la naturaleza del producto y del nivel  de sofisticación que el cliente  desee, las variables tendrán  un peso diferente. 
   Un cliente es “adecuado” en un mercado “mass customization”, si está dispuesto a pagar un sobreprecio, esperar  a recibir el producto solicitado, y a invertir un tiempo razonable en solicitar  lo que desea (Sánchez, 2012). Pine  & Gilmore (2000) exponen que personalizar un producto se convierte en un  servicio, personalizar un servicio se convierte en una experiencia, y  personalizar una experiencia se convierte en una transformación. Según estos autores no es fácil determinar qué desean los clientes para dárselo de manera personalizada. A través de encuestas se puede conocer qué desea el mercado, qué le satisface y en que grado, pero no lo  que a nivel individual se desea.
   En la figura siguiente, se denota que a  medida que una empresa quiere ser más competitiva en el mercado, debe personalizar más el producto, esto conlleva que dicha  empresa se diferencie de las demás. Asimismo, el aumento de la personalización del producto implica un sobreprecio al  cliente. Es necesario conocer el valor que tiene el producto o servicio para el  cliente (Burnett, 2002), es decir, qué está obteniendo el cliente por encima del  precio pagado. Ese establecimiento que quiere distinguirse de las restantes,  está atendiendo las  necesidades de los clientes e incrementado el valor de la relación entre comercio-cliente. Al contrario,  si un establecimiento se acomoda y no ofrece productos o servicios  personalizados, difícilmente  podrá diferenciarse del  resto y sus precios los determinará el mercado. 
                                    
  2.2  La aplicaciones móviles herramientas  multifuncionales 
En cierto modo, debemos destacar en esta investigación las aplicaciones móviles, que no es otra cosa que un software adaptado a un  dispositivo móvil y que se integra como un instrumento más del mobile marketing. Fue en enero de 2007 cuando Apple introdujo la  tienda de aplicación iTunes y los consumidores comenzaron a descargarse las  aplicaciones. En enero de 2011, Apple estaba celebrando la descarga de 10  billones de descargas, para una estimación de 160 millones  de usuarios de iPhone, iPod Touch y iPad, con una disponibilidad de 350.000  aplicaciones en su tienda de App Store. Bellman, Potter, Hassard, Robinson  & Varan (2011) defiende la aplicación como una  herramienta de promoción, donde poder generar notoriedad y una imagen positiva  de marca. Lo que se pretende es tener una repercusión mediática y fomentar un proceso viral interactivo, mediante  publicidad, ofertas, descuentos, premios, etc. a través de la experiencia del consumidor con el dispositivo móvil. Actualmente, las aplicaciones se están transformando en canales de ventas, donde la distribución es la puerta de entrada para dicho canal y le permite vender los  productos y servicios de la empresa. Además la empresa  tiene la posibilidad de acordar contratos con otras empresas para ofrecer en su  aplicación (publicidad, banners, enlaces con páginas de interés, productos y servicios de otras compañías, etc). 
   Respecto a la definición de la aplicación móvil,  los autores exponen dicha conceptualización desde puntos de vistas y enfoques diferentes. Su  literatura es escasa debido a que es un concepto inmaduro y que está actualmente  en un proceso de desarrollo y expansión. Inicialmente comenzaremos por los autores (Scolari,  Navarro, Pardo, García  & Soriano, 2009; Bellman et al, 2011) que defienden la aplicación como una herramienta de promoción, donde poder generar notoriedad y una imagen  positiva de marca. 
   Lo que se pretende es tener una repercusión mediática y fomentar un proceso viral interactivo, mediante  publicidad, ofertas, descuentos, premios, etc. Autores como (MMA, 2011; García, 2012) justifican la aplicación como un producto y en la cual aporta  valor a la gestión,  información y  resolución  al usuario interactiva y automáticamente. 
   A  diferencia de los autores anteriores (Costa, Barragáns  & Rey, 2012; The AppDate, 2012) conciben la aplicación  como un canal de venta, donde la distribución es  la puerta de entrada para dicho canal y le permite vender los productos y  servicios de la empresa. 
   Por último,  Sanz, Martí & Ruiz (2012)  presenta a la aplicación móvil  como una herramienta de gestión, donde el usuario  tiene la posibilidad de desarrollar determinadas tareas como (búsqueda,  información, localización,  etc.). Expuestas las bondades de este software para los dispositivos móviles,  nos inclinamos en este trabajo de investigación a  redefinir el concepto de app según  Florido-Benítez, Del Alcázar  & González (2014) un software que se utiliza en un  dispositivo móvil como herramienta de comunicación,  gestión, venta de productos-servicios orientados a  proporcionar al usuario las necesidades que demande de forma automática  e interactiva. 
   Según  Cuevillas (2012) el coste de desarrollo, depende del tipo de app, las  inversiones pueden llevar entre uno y dos meses de desarrollo con un coste de  un intervalo de 10.000 y 20.000 euros, y de desarrollos de un mínimo  de seis meses, con un coste de entre 100.000 y 200.000 euros. Y eso tiene que  ver con la profundidad de la app, la complejidad, la integración que  tenga con servicios externos, etc. 
   Terminado  el proceso de desarrollo tenemos que implementar los costes de marketing, uno  de los principales objetivos será  utilizar servicios de posicionamiento y promoción de  la app para que se las descarguen los usuarios entre las miles de apps  existentes de las plataformas de ventas. Estrategias para promocionar tu app,  por exponer algunos ejemplos sería incentivar  a los principales blog de apps o introducir publicidad en las redes sociales o  incluso en otras app, con la finalidad de fomentar la viralidad y se dé  a conocer tu proyecto de creación.  Han nacido agencias especializadas en posicionar app, “porque  si gracias a ese posicionamiento consigues captar tan sólo el  1% de los 100 millones de descargas al mes de apps de pago, supone un millón de  descargas al mes a un dólar, habrá  generado un millón de dólares”  (Cuevillas, 2012). Según  CODETUR (2013) las comunidades autónomas  son el tipo de destinos más activos en el campo de  las aplicaciones móviles, seguidas de las ciudades y provincias  en España. Aunque hay que destacar que un sesenta por  ciento de aplicaciones ofrecen contenidos en un solo idioma, el español,  por lo que resulta de escasa utilidad para turistas internacionales.  
2.3 Definición del concepto destino turístico
El auge alcanzado  por el turismo mundial ha propiciado el surgimiento de nuevas realidades y  conceptos en el desarrollo de este fenómeno moderno.  Dentro de ese entramado de relaciones que se sustentan y, al propio tiempo, da  vida el turismo, se encuentran los flujos de viajeros cuya finalidad es la  visita a lugares distintos a los de su entorno habitual.Son precisamente esos “lugares” de acogida,  contentivos de atractivos y servicios demandados por los visitantes, espacios  que se transforman en lo que actualmente son denominados destinos turísticos. Esos  espacios no son otra cosa que territorios donde se encuentran determinados  componentes de una oferta turística estructurada a partir de  atractivos, productos y servicios, accesos y demás elementos que  hacen posible la estancia y el disfrute de tales elementos por los visitantes  (Rodríguez, 2011). Bigné, Font & Andreu  (2001) considera los destinos turísticos como un área que presenta  características reconocida  por los visitantes potenciales, las cuales justifican su consideración como entidad y  atraen viajes al mismo, con independencia de las atracciones que existan en  otras zonas. 
   Siendo el turismo  un fenómeno asociado al  disfrute o realización de actividades vinculadas a  recursos, que en buena medida son de carácter geográfico-natural,  su existencia implica una diversidad de relaciones territoriales que en la práctica desbordan el  espacio ocupado por la planta y la infraestructura turística. De ahí que en los destinos  turísticos, el  territorio en tanto mercancía se usa y consume de dos formas  diferentes: de manera directa, como valor de cambio, cuando se localizan en el  mismo infraestructuras y equipamientos; y de forma indirecta, como reclamo  externo de la propia infraestructura con la finalidad de crear valor comercial  y un imaginario específico (Antón & Oliveras,  1998). En resumen, el territorio es además de soporte físico, una parte  indisoluble del propio producto a consumir. 
   Es precisamente ese  carácter dual de los  espacios donde el turismo se desarrolla, una de las razones esenciales para que  los mismos sean visitados y promovidos como destinos, tanto nacional como  internacionalmente. Lógicamente ello no es la única condición para la  existencia de un destino turístico; entre otras, se requiere también de atractivos y  facilidades que motiven esas visitas y hagan posible una estancia agradable a  los que decidan conocerlo (Rodríguez, 2011). 
   Asimismo, debemos  señalar que aún no se ha  conseguido una interpretación definitiva del concepto. De hecho,  en un número de la revista  TedQual editada por la Organización Mundial del  Turismo, se expresaba críticamente lo lamentable de que este “espacio local de la  actividad turística cuya  importancia es a todas luces innegable, permanezca en una tiniebla relativa  desde el punto de vista conceptual y analítico” (WTO, 2002). 
   Aún hoy el término “destino” mantiene una cierta  indefinición de la que se  derivan no sólo problemas  interpretativos sino también de planificación y gestión. Como resultado,  el Grupo de Expertos en Gestión de Destinos de la WTO, en reunión celebrada en  Madrid, España, en diciembre de  2002, intentó zanjar el asunto  con la siguiente definición: “Un destino turístico local es un  espacio físico en el cual un  turista está al menos una noche.  Incluye productos turísticos tales como servicios de apoyo,  atracciones y recursos turísticos que pueden ser consumidos en un  recorrido de ida y vuelta el mismo día. Tiene fronteras  físicas y  administrativas que definen su gestión, e imágenes y  percepciones que definen su posicionamiento en el mercado. Los destinos locales  incorporan varios agentes entre los cuales se incluye la sociedad local y  pueden establecer redes que formen destinos mayores”.El sector turístico se da la  coincidencia entre espacio de producción y espacio de  consumo, a lo que que añadirle un alto insumo de elementos  geográficos que acaba  dando como resultado que parte de ese territorio de producción-consumo se  convierta a su vez en producto consumido por los visitantes. El resultado de  esa relación entre procesos  productivos y territoriales genera la realidad del destino, que no debería ser vista de modo  aislado ni atendiendo sólo a alguno de los componentes  que lo forman: lo sectorial o lo territorial  (Timón, 2004). Por tanto, existirían dos esferas en el proceso de  creación y consumo turístico de cuya  interrelación surge el destino:  una, la socioeconómica y sectorial,  no se desarrolla en su totalidad en el lugar al que se traslada el turista,  pues gran parte de los procesos tienen lugar en origen, y de hecho se ha visto  como en puridad la producción-consumo turístico comienza mucho  antes del viaje. La segunda esfera es la geográfica, formada por  los recursos y las infraestructuras turísticas y generales  que el turista utiliza, pero conformada también por otros muchos  elementos que en ningún caso se incluyen ni en las estrategias  de los agentes turísticos ni en la experiencia del  visitante. Por ello, en esta investigación nos alineamos con  el concepto de destino turístico de Timón (2004) que expone  en el siguiente gráfico y exponiendo  que ni todo el producto forma parte del destino ni éste coincide  exacta- mente con el ámbito territorial en el que se asienta  y del que forma parte. Lo que sucede es que con el proceso de producción-consumo turístico se genera una  nueva realidad socioespacial diferenciada que es el destino, y que participa al  mismo tiempo de aspectos sectoriales y geográficos.  Consiguientemente, el destino debe ser entendido como un subsistema formado por  elementos espaciales, administrativos y productivos; así como por el  conjunto de sus interrelaciones y los efectos que producen, que son  fundamentalmente sectoriales (unos bienes y servicios producidos y con- sumidos  in situ) y geográficos: nuevas  realidades paisajísticas, cambios en  las relaciones territoriales previas, percepción del territorio,  imágenes, etc. 
   Todos estos  subestimas deben estar presentes en el desarrollo de las aplicación del destino turístico, ya que en  función de las  herramientas que se posean, se articulará las  correspondientes estrategias de promoción y posicionamiento  en el medio interactivo, para que el usuario se descargue la app del destino. 
   En este trabajo de investigación, reconocemos la importancia de la  distribución en el mobile  marketing como uno de los elementos vertebradores para las empresas y  plataformas móviles que distribuyen  sus productos y servicios. Al final los usuarios demandan a estas plataformas móviles una prestaciones con la finalidad  de una “utilidad de estado” para cubrir las demandas requeridas. La  utilidad de estado hace referencia al conjunto de transformaciones materiales  destinadas a poner los bienes y servicios en condiciones de compra y/o consumo,  tales como las operaciones de fraccionamiento, agrupación, acondicionamiento, surtido, etc.  Nuevamente, la industria turística  tiene importantes especificidades en relación con esta utilidad. En la mayoría de las ocasiones el consumidor demandará un conjunto de productos complementarios,  transportes, alojamiento, restauración, actividades culturales y recreativas que, en  principio, son producidas por empresas y/o instituciones diferentes (Del Alcázar, 2002).
3. METODOLOGÍA
La metodología desarrollada en  este trabajo ha sido de carácter cualitativo mediante la  estrategia denominada «no interactiva analítica documental» (Cohen & Manion, 2002; McMillan & Schumacher, 2005). Esta  estrategia de investigación consiste en acudir a archivos de  datos y fuentes bibliográficas en busca de la información que sobre  nuestro problema de estudio han reunido otros autores, instituciones y  organismos. Inicialmente, hemos visto necesario exponer las oportunidades que  ofrece el mobile marketing tanto a destinos como a turistas. Seguidamente,  estudiamos la revisión de la literatura de la  gestión de la relación,  apps y destino turístico. No obstante, es significativo, exponer  y analizar los conceptos de la literatura existente, de los nexos app-destino  turístico con el turista, para examinar el valor  que se puede entregar a los usuarios a través de  la utilización de los servicios del móvil.  Según Al-Debei & Al-Lozi (2014), postulan que  las percepciones de los usuarios en relación con  el valor que pueden obtener al utilizar los servicios móviles,  se ve directamente afectado por las influencias tecnológicas,  sociales y de información. 
   En otras palabras,  analizamos el marketing-mix, interactividad en tiempo real y la conectividad  global de Internet con el destino turístico. En el marco  del marketing-mix, Internet se ha consolidado como una herramienta esencial,  analizando cómo se están explotando las  capacidades de transformación de Internet para la transformación y el desarrollo  de las prácticas de e-marketing de éxito   (Sigala, 2001). Los destinos turísticos, deberían posicionar sus  productos y servicios en el mobile marketing según Song (2014) […]  de modo que puedan proporcionar a sus  potenciales usuarios experiencias positivas. 
4. RESULTADOS
En esencia el  destino es un sistema de relaciones, más que un conjunto  de componentes: instalaciones y atractivos. Este modo de abordar el estudio de  los destinos turísticos permite  identificarlos no como una realidad preexistente: producto o territorio, sino  como elementos relacionados que en su dinámica generan una  imagen percibida por los visitantes. (Bigné et al., 2001). Por tanto, para lograr un desarrollo armónico y que las  acciones de cada una de las empresas e instituciones participantes directa o  indirectamente en el negocio turístico contribuyan  al bienestar de los visitantes y de todo el sistema, es necesaria la existencia  de una coordinación efectiva para la  conducción de esa peculiar  organización. 
   Es en ese contexto  donde adquiere importancia el problema de la gestión. El destino, como  sistema integrado por diversos componentes que interactúan en un espacio  determinado y cuyo resultado o “salida” es la oferta de  servicios, no puede surgir, crecer, funcionar y evolucionar de modo anárquico; por el  contrario, requiere de la necesaria coordinación entre los “actores” presentes en ese  territorio para poder mostrar al visitante un ambiente donde prime la adecuada  fluidez y armonía necesaria en toda  operación turística. Ante tales  requerimientos resulta relevante la gestión del destino turístico. Entendiéndose por tal el  conjunto de decisiones y acciones que conducen al logro de objetivos  previamente definidos. Esta labor se realiza en función de espacios y  tiempos específicos que  determinan su organización y modo de actuar (Rodríguez, 2011). 
   Respecto a la GRC, la creación de valor está orientada principalmente vía internet. Este trabajo de investigación se centra en el mobile marketing y por  ende, el valor del cliente se planifica mediante esta herramienta y sus apps. Damos  por hecho que el destino turrastico tiene implantada la infraestructura Wifi,  para que los usuarios puedan navegar, informarse, comprar, etc. Los resultados  en la compra online no está obteniendo  los resultados esperados (Kervenoael, Soopramanien, Elms & Hallsworth,  2006). 
   Este fenómeno puede explicarse no sólo por los altos costos de logística y distribución (Arendt & Brettel, 2010; Cáceres & Guzmán, 2010; Cassia & Colombelli, 2010;  Franco & Haase, 2010; Krasniqi, 2010; Salavou, 2010; Sonmez & Moorhouse,  2010; Ullah, Abbas & Akbar, 2010; Smolarski & Kut, 2011), las  limitaciones tecnológicas  (Huarng & Yu, 2011; Naranjo, Jiménez, & Sanz, 2011) y la falta de cobertura geográfica global, sino también por una escasa creación de valor (Kervenoael et al., 2006;  Lindblom & Tikkanen, 2010; Cegarra, Sánchez & Cegarra, 2011). 
   Los consumidores adoptaran Internet como  un nuevo canal si perciben que la oferta turística cumple con sus demandas de “valor”. Por esta razón, muchas empresas están tratando de crear sitios web que añadan valor a los consumidores (Steenkamp  & Geyskens, 2006). 
   Tanto los académicos como los profesionales han hecho  hincapié en la importancia  del papel del valor percibido como fuente de ventaja competitiva (Wakkee,  Elfring, & Monaghan, 2010; Batista, & Sá́nchez, 2011; Bourne, 2011; Mainardes,  Alves, & Raposo, 2011; Yang & Li, 2011) en entornos virtuales (Keeney,  1999; Zeithaml, Parasuraman, & Malhotra, 2002; Shu-Hsun & Ying-Yin,  2008) y especialmente para la industria del turismo (Sánchez, Callarisa, Rodríguez, & Moliner, 2006; Chang, 2008;  Chang & Hsiao, 2008). Por lo tanto, las transacciones en línea están marcando el comienzo de una nueva era  para la industria del turismo, que está trabajando para implementar las mejores  prácticas comerciales, así como la implementación de las apps para la mejora de las  comunicaciones entre destino y turista.
   El valor percibido, es una de las  variables clave del marketing, recientemente se ha detectado su capacidad para  predecir futuras compras y ofrecer una ventaja competitiva sostenible (Cronin,  Brady, & Hult, 2000; Chen & Quester, 2007), pudiendo ser modificado en  el contexto de la compra online y en términos de la misma y sus antecedentes.  (Keeney, 1999; Chen & Dubinsky, 2003).
   El uso de los dispositivos móviles para viajar, está conformado por interacciones complejas  entre factores contextuales, creencias cognitivas, experiencias previas y el  uso diario. este manejo de los smartphones tiene el potencial de transformar  sustancialmente la experiencia turística (Wang, Xiang & Fesenmaier, 2014). Si los  destinos turísticos quieren  promocionar su oferta turística,  ofrecer productos y servicios personalizados a sus viajeros vía smartphones y armonizar el entorno de  compra-venta entre oferentes y demandantes, la interacción entre todos los agentes es de obligado  cumplimiento, para alcanzar el posicionamiento del destino.
   Si esta  transversalidad se proporciona al turista de una manera estructurada, ordenada  y satisfaciendo las necesidades del cliente, seguramente la satisfacción global por parte  del viajero con el destino se verá beneficiada.  Proporcionar esta tecnología de información en su smartphone  al usuario en tiempo real, para mejorar su experiencia y conseguir mayor  eficiencia en sus actividades, es bastante complicado. Muchas de las apps móviles necesarias  para brindar estos servicios dependen en gran medida de la capacidad de la  industria para compartir datos en el momento adecuado, información que probablemente  provenga de múltiples fuentes.  Por exponer un ejemplo, casi dos tercios de las compañías aéreas tienen  previsto informar a los pasajeros del estado de su equipaje facturado en  tiempo real a través de sus móviles. Pero para  proporcionar este servicio también necesitarán el acceso en  tiempo real a los datos de todos los involucrados en los procesos de facturación de equipajes que  pueden incluir el handling en tierra, el aeropuerto e incluso otras compañías aéreas, si el  equipaje y el pasajero están siendo transferidos a otro vuelo  (Ramón, 2014). 
5. CONCLUSIONES
Incialmente, basándonos en la literatura revisada de esta  investigación, se denota que la  gestión de relación entre empresa-turista a través de las apps son beneficiosas para  ambos, si lo observamos desde el punto de vista del turista, éste posee una herramienta multifuncional  que le aporta información  y le ayuda a tomar mejores decisiones durante su viaje en el destino turístico. Según Wang, Xiang & Fesenmaier (2012)  examinaron los comentarios de aplicaciones de los smartphones de los turistas e  identificaron catorce impactos diferentes de uso de los smartphones: resolución de   problemas, búsqueda  de información, flexibilidad del  viaje, emociones, intercambios de experiencias y memorias de almacenamiento. Es  importante destacar que estos estudios demostraron que el uso de la tecnología basada en la ubicación juega un papel clave en la adquisición de conocimiento geográfico y el comportamiento, que a su vez,  contribuye a los diferentes componentes que afectan a la estructura de la  experiencia (Tussyadiah, 2012).
   Si observamos desde el lado del tejido  empresarial del destino turístico,  las apps ayudan a las empresas ampliar el abanico de clientes potenciales, así como ofrecer productos cuztomizado y  obtener mayores beneficios. Tenemos que tener claro, que los clientes de hoy  son más activos y están mejor informados, ellos son al fin y al  cabo los que con su comportamiento y hábitos hacen que las empresas a través de las nuevas tecnologías tengan que ser más innovadoras, sobre todo entre los  segmentos jóvenes, ya que éstos son adeptos a las nuevas tecnologías. En la gestión de relación destino-empresa-turista, las empresas  que ejercen su actividad mercantil bajo el paraguas de la marca del destino turístico, deben preocuparse por desarrollar  y mantener relaciones con los turistas, con la finalidad, de que dicha relación proporcione valor a todos los actores  implicados.
   Los destinos turísticos que tengan como herramienta las  aplicaciones móviles, poseen la  ventaja de diferenciarse de los demás destinos, dado que al ser una herramienta multiusos,  se pueden ofrecer servicios y productos personalizados a sus públicos más importantes, es decir, estamos  mejorando la experiencia del turista y optimizando su tiempo, que tan escaso se  hace en tiempos de ocio. Como expone Wang, Xiang y Fesenmaier (2014) la conexión constante con las fuentes de información en línea permite a los turistas ser más flexible mediante el aprovechamiento de  planificación en línea, por lo tanto, los turistas ajustan  sus actividades y planes en consecuencia cuando los incidentes no  satisfactorios se llevan a cabo y en última instancia se vuelven más confiados en us viajes.
   Destacar que debe mejorarse la app como  canal de venta online, ya que como expone Kervanoael et al (2006) pese a los considerables  esfuerzos realizados por las organizaciones, las compras en línea no ha tenido el éxito de otros sectores. Los destinos turísticos deben reducir la desconfianza  inicial de los consumidores a comprar vía online y mejorar la información asimétrica vía smartphone entre destino-cliente, dado  que dicha actividad se produce en un entorno interactivo, donde no existen  indicadores tangibles de calidad del producto-servicio y la compra está afectada por problemas de seguridad y  privacidad, por lo que es de esperar mayor riesgo y menor confianza.
   Como resultado final, los organismos públicos y privados que gestionan la  promoción de los destinos  turísticos a través de la herramienta mobile marketing,  deben tener claro está tecnología móvil para su posicionamiento e interacción directa con los turistas, dado que el  viaje comienza en el momento que el turista tiene en su dispositivo móvil la información del destino turístico que ha seleccionado.
6. REFERENCIAS
Al-Debei,  M. & Al-Lozi, E. (2014): “Explaining  and predicting the adoption intention of mobile data services: A value-based  approach”. Computer  in Human Behavior, Vol. 35, pp 326-338.
   American Marketing Association (2004): Definition  of Marketing. Disponible en:  http://www.marketingpower.com/Community/ARC/Pages/Additional/Definition/default.aspx  Consultado en 05/05/2013 a las 09:35. 
   Antón,  S. & Oliveras, J. (1998): “Turismo  y planificación del territorio en la España  de fin de siglo”. Tarragona, Universitat Rovira i Virgili. Barcelona, España 
   Arendt,  S. & Brettel, M. (2010): “Understanding  the influence of corporate social responsibility on corporate identity, image,  and firm performance”, Management  Decision, Vol. 48, Nº 10,  pp 1469-1492.
   Barroso, C.  & Martín, E. (1999): “Marketing  Relacional”. ESIC, Madrid. 
   Bellman,  S., Potter, R., Hassard, S., Robinson, A. & Varan, D. (2011): “The Effectiveness of Branded Mobile  Phons Apps”. Journal  of Interactive Marketing, Vol. 25, Nº 4, pp 191-200.
   Berry, L. (1995): “Relationship  Marketing of Services-Growing Interest, Emerging Perspectives”. Journal  of the Academy of Marketing Science, Vol. 23, pp 236–245. 
   Berry, L. (2002): “Relationship  Marketing of Services-Perspectives from 1983 and 2000”. Journal of  Relationship Marketing, Vol. 1, Nº 1, pp 59-77. 
   Bigné, E., Font, X. & Andreu, L. (2001): “Marketing de  destinos turísticos. Análisis y estrategias de desarrollo”. ESIC Editorial. Madrid. 
   Bose,  R. (2002): “Customer  Relationship Management: Key Components for It Success”. Industrial Management and Data  Systems, Vol.102, Nº 1/2,  pp 89-97.
   Boulding,  W., Staelin, R., Ehret, M. & Johnston, J. (2005): “A Customer Relationship Management  Roadmap: What Is Known, Potential Pitfalls, and Where to Go”. Journal of Marketing, Vol.  69, Nº 4, pp  155-166.
   Bourne,  L. (2011): “Advising  upwards: Managing the perceptions and expectations of senior management  stakeholders”. Management  Decision, Vol. 49, Nº 6,  pp 1001-1023.
   Bowman,  D. & Narayandas, D. (2001): “Managing  Customer-Initiated Contacts with Manufacturers: The Impact on Share of Category  Requirements and Word-of-Mouth Behavior”. Journal of Marketing Research,  Vol. 38, Nº 3, pp  281-297.
   Buhalis, D. & Law, R. (2008): “Progress in  information technology and tourism management: 20 years on and 10 years after  the Internet–The state of eTourism research”. Tourism Management,  Vol. 29, pp 609-623. 
   Burnett, V.  (2002): “Gestión de la relación con el cliente clave”. Prentice  Hall, España.
   Buttle,  F. (2009): “Customer Relationship  Management: Concepts and Technologies”. Elsevier  Butterworth-Heinemann, Oxford.
   Cáceres, F. & Guzmán J. (2010): “Functional and productive dependence:  New characteristics for the analysis of enterprises from a macroeconomic view”. International Entrepreneurship  and Management Journal, Vol. 6, Nº 2,  pp 117-130.
   Cassia,  L. & Colombelli, A. (2010): “Growth  factors in medium-sized enterprises: The case of an Italian region”. International Entrepreneurship  and Management Journal, Vol. 6, Nº 4,  pp 437-458.
   Cegarra,  J., Sánchez, M.  & Cegarra, D. (2011): “Balancing  exploration and exploitation of knowledge through an unlearning context: An  empirical investigation in SMEs”. Management  Decision, Vol. 49, Nº 7,pp  1099-1119.
   Chan,  J. (2005): “Toward a Unified  View of Customer Relationship Management”. Journal of American Academy of  Business, Vol. 6, Nº 1,  pp 32-38.
   Chang,  H. (2008): “Increasing  hotel customer value through service quality cues in Taiwan”. The Service Industries Journal,  Vol. 28, Nº 1, pp 73-84.
   Chang,  H. & Hsiao, H. (2008): “Examining  the casual relationship among service recovery, perceived justice, perceived  risk, and customer value in the hotel industry”. The Service Industries Journal,  Vol. 28, Nº 4, pp  513-528.
   Chen,  Z. & Dubinsky, A. (2003): “A  conceptual model of perceived customer value in e-commerce: A preliminary  investigation”. Psychology  & Marketing, Vol. 20, Nº 4,  pp 323-347.
   Chen,  J. & Popovich, K. (2003): “Understanding  Customer Relationship Management (CRM): People, Process and Technology”. Business Process Management  Journal, Vol. 9, Nº 5,  pp 672-688.
   Chen, S. & Quester, P. (2007): “Implementation and outcomes of customer  value: A dyadic perspective”. The  Service Industries Journal, Vol. 27, Nº 6, pp 779-794. 
   Chomsky, N. & Ramonet, I. (1995): “Cómo  nos venden la moto”. Icaria, Barcelona. 
   Christopher,  M., Payne, A. & Ballantyne, D. (1991): “Relationship Marketing: Bringing  Quality, Customer Services, and Marketing Together”. Butterworth Heinemann, Oxford.
   CODETUR (2013): Aplicaciones móviles  de los destinos turísticos  españoles. Disponible en: http://profesional.turismodecantabria.com/contenidoDinamico/LibreriaFicheros/564B7D93-8498-B92E-D3E1-A05C40071054.pdf  . Consultado en 31/12/2014 a 08:35. 
   Cohen, L. & Manion, L.  (2002): “Métodos de investigación  educativa”. La Muralla, Madrid. 
   Consejo  Español de Turismo (2007): Turismo 2020,  Plan del Turismo Español  Horizonte 2020. Disponible en: <http://www.tourspain.es/es-es/VDE/Documentos%20Vision%20Destino%20Espaa/Plan_Turismo_Español_Horizonte_2020.pdf>.  Consultado en 31/12/2014 a 15:08. 
   Costa, E.,  Barragáns, B. & Rey, M. (2012): “Which App? A recommender system of applications  in markets: Implementation of the service for monitoring users’ interaction”. Expert Systems with Applications,  Vol. 39, Nº 10,pp  9367-9375.
   Cronin,  J., Brady, M. & Hult, G. (2000): “Assessing  the effects of quality, value, and customer satisfaction on consumer behavioral  intentions in service environments”. Journal of  Retailing, Vol. 76, Nº 2, pp 193-218. 
   Cuevillas, R. (2012): ¿Cuánto cuesta lanzar una app? Recuperado 2012,19 de  Diciembre, Disponible en: http://www.emprendedores.es/empresa/tecnologia/crear_app/crear_app_3.  Consultado en 22/12/2014 a 07:30.
   Del Alcázar,  B. (2002): “Los canales de distribución en el sector turístico”. ESIC,  Madrid.
   Florido-Benítez, L., & Del Alcázar, B. (2014): “Analysis of Mobile Marketing in  Airports”. 7th World  Conference for Graduate Research in Tourism, Hospitality and Leisure, Istanbul,  Turkey, pp 409-414.
   Florido-Benítez, L., Del Alcázar, B. &  González, E. (2014): “La implementación de las aplicaciones móviles en los  aeropuertos para incrementar los niveles de satisfacción del pasajero”.I  Simposio Internacional y Marketing Turístico IMAT, Valencia,  España. 
   Franco,  M. & Haase, H. (2010): “Failure  factors in small and medium-sized enterprises: Qualitative study from an  attributional perspective”. International  Entrepreneurship and Management Journal, Vol. 6, Nº 4, pp 503-521.
   García, D. (2012): ”Marketing y Negocios en móviles”. Wolters Kluwer, S.A, Valencia.
   Gavalas,  D. & Kenteris, M. (2011): “A  web-based pervasive recommendation system for mobile tourist guides”. Per Ubiquit  Compute, Vol. 15, Nº 7, pp 759–770.
   Gebert,  H., Geib, M., Kolbe, L. & Brenner, W. (2003): “Knowledge-Enabled Customer  Relationship Management: Integrating Customer Relationship Management and  Knowledge Management Concepts”. Journal  of Knowledge Management, Vol. 7, Nº 5,  pp 107-123.
   Grönroos, C. (1994): “From Marketing Mix to Relationship  Marketing: Towards a Paradigm Shift in Marketing”. Management Decision, Vol.  32, Nº 2, pp 4-20.
   Gummesson,  E. (2002): “Relationship  Marketing in the New Economy”. Journal  of Relationship Marketing, Vol. 1, Nº 1, pp 37-57.
   Hennberg,  S., Pardo, C. & Mouzas, S. (2005): “Value dimensions and strategies in  dyadic key relantionship programmes, dealing with dualities”. 21st IMP Conference, Rotterdam.
   Huarng,  K. & Yu, T. (2011): “Entrepreneurship,  process innovation and value creation by a non-profit SME”. Management Decision, Vol.  49, Nº 2, pp  284-296.
   Keeney,  R. (1999): “The value of  internet commerce to the customer”. Management  Science, Vol. 45, Nº 4,  pp 533-542.
   Krasnikov  A., Jayachandran, S. & Kumar, V. (2009): “The Impact of Customer Relationship  Management Implementation on Cost and Profit Efficiencies: Evidence from the  U.S. Commercial Banking Industry”. Journal  of Marketing, Vol. 73, Nº 6,  pp 61-76.
   McKim,  B. & Hughes, A. (2001): “How  to Measure Customer Relationship Management Success”. Journal of Database Marketing,  Vol. 8, Nº 3, pp  224-231.
   Kervenoael,  R., Soopramanien, D., Elms, J. & Hallsworth, A. (2006): “Exploring value through integrated  service solutions. The case of e-grocery shopping”. Managing Service Quality,  Vol. 16. Nº 2, pp  185-202.
   Kothari,  A. & Lackner, J. (2006): “A  value based approach to management”. Journal  of Business & Industrial Marketing, Vol. 21, Nº 4, pp 243-249.
   Kotler,  P. & Armstrong, G. (2004): “Principles  of Marketing”.  Prentice-Hall, Englewood Cliffs.
   Krasniqi,  B. (2010): “Are small  firms really credit constrained? Empirical evidence from Kosova". International  Entrepreneurship and Management Journal, Vol. 6, Nº 4, pp 459-479.
   Lindblom,  A. & Tikkanen, H. (2010): “Knowledge  creation and business format franchising”. Management Decision, Vol.  48, Nº 2, pp  179-188.
   Mainardes,  E., Alves, H. & Raposo, M. (2011): “Stakeholder theory: Issues to resolve”. Management Decision, Vol. 49, Nº 2, pp 226-252.
   McMillan, J. &  Schumacher, S. (2005): “Investigación educativa: una  introducción conceptual”. Pearson Addison Wesley, Madrid.
   Martelo, S., Barroso, C.  & Cepada, G. (2011): “Creando capacidades que aumenten el  valor para el cliente”. Investigaciones Europeas de  Dirección y Economía de la Empresa, Vol. 17, Nº 2, pp 069-087.
   MMA (2011). Libro Blanco  de apps. Disponible en: http://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=10&sqi=2&ved=0CHwQFjAJ&url=http%3A%2F%2Fmmaspain.com%2Flibro-blanco-apps%2FRecursos%2Flibroblanco.pdf&ei=kQTvUOqhBoi1hAeq1oG4Cw&usg=AFQjCNEgdYZYeGZjIYTZlb4T87G4at5CTA&sig2=m2q8rB_RoEH-01-w2MFTvQ&bvm=bv.1357700187,d.d2k  . Consultado en 12/12/12 a 10:20.
   Monroe,  B. (1991): “Pricing:  Making profitable decisions”. McGraw-Hill,  New York.
   Morgan,  M. & Hunt, D. (1994): “The  commitment-trust theory of relationship marketing”. Journal of Marketing, Vol.  58, Nº 3, pp 20-38. 
   Nakamura, T. (2015): “The action of  looking at a mobile phone display as nonverbal behavior/communication: A  theoretical perspective”. Computer in Human Behavior, Vol. 43, pp  68-75. 
   Naranjo,  J., Jiménez, D. &  Sanz, R. (2011): “Innovation  or imitation? The role of organizational culture”. Management Decision, Vol.  49, Nº 1, pp 55-72.
   Oliver,  R. (1999): “Whence  consumer loyalty?”. Journal  of Marketing, Vol. 63, pp 33-44.
   Parvatiyar,  A. & Sheth, J. (2001): “Customer  Relationship Management: Emerging Practice, Process, and Discipline”. Journal of Economic & Social  Research, Vol. 3, Nº (2),  pp 1-34.
   Payne,  A. & Holt, S. (2001): “Diagnosing  customer value: integrating the value process and relationship marketing”. British Journal of Management,  Vol. 12, Nº 2, pp  159-162.
   Payne,  A. & Frow, P. (2005): “A  Strategic Framework for Customer Relationship Management”. Journal of Marketing, Vol.  69, Nº 4, pp  167-176.
   Pine,  J. & Gilmore, H. (2000): “Satisfaction,  sacrifice, surprise: three small steps create one giant leap into the  experience economy”. Strategy  and Leadership, Vol. 28, Nº 1,  pp 18-23.
   PlakoyIiannaki, E. & Tzokas, N. (2002): “Customer  Relationship Management: A Capabilities Portfolio Perspective”. Journal of Database Marketing, Vol. 9, Nº 3, pp 228-237. 
   Ramón, D. (2014): “Cómo cambiar la experiencia del pasajero aéreo con inteligencia empresarial”. Hosteltur, Vol. 241,  pp 46-47.
   Reinartz,  W. & Kumar, V. (2000): “On  the Profitability of Long-Life Customers in a Noncontractual Setting: An  Empirical Investigation and Implications for Marketing”. Journal of Marketing, Vol. 64, Nº 4, pp 17-35. 
   Rey,  M., Medina, C. & Rufín,  R. (2008): “Programas de fidelización,  beneficios relacionales, calidad de relación  y lealtad. Una propuesta para el sector turístico”. XVIII Luso-Spanish Conference on Management Proceedings,  7-8 Febrero, FEP, Porto (Portugal). 
   Rodríguez,  R. (2011): “Destinos turísticos.  Realidad y Concepto”. TURyDES, Vol. 4, Nº 11. 
   Ryals,  L. & Knox, S. (2001): “Cross-Functional  Issues in the Implementation of Relationship Marketing through Customer  Relationship Management”. European  Management Journal, Vol. 19, Nº 5,  pp 534-542.
   Ryssel, R., Ritter, T.,  & Gemunden, G. (2004): “The impact of information technology deployment on  trust, commitment and value creation in business relationships”. Journal  of Business & Industrial Marketing, Vol.19, Nº 3, pp 197–207. 
   Salavou,  H. (2010: “Strategy  types of service firms: Evidence from Greece”. Management Decision, Vol. 48, Nº 7, pp 1033-1047. 
   San Martín, S. (2003): “La relación del consumidor con las agencias de viajes”. Servicio de Publicaciones de la Universidad de  Burgos. 
   Sánchez, A. (2012): El valor del cliente como herramienta  estratégica de gestión en un mercado  industrial. (Tesis doctoral) Universidad de Málaga. Disponible en: http://catedrasempresa.esi.us.es/endesared/documentos/Tesis_Antonio_Sanchez_Arrieta.PDF.  Consultado en 13/12/2014 a 11:30.
   Sánchez, J., Callarisa, L., Rodríguez, R. & Moliner, M. (2006):  Perceived value of the purchase of a tourism product”. Tourism Management, Vol. 27,  Nº 3, pp 394-409.
   Sánchez, R., Iniesta, M. &  Holbrook, M. (2009): “The  Conceptualisation and Measurement of Consumer Value in Services”. International Journal of Market  Research,  Vol. 51, Nº 1, pp 93-113.
   Sanz, S., Martí,  J. & Ruiz, C. (2012): “Aplicaciones publicitarias para móvil:  conocimiento, actitudes, motivos de uso y valoración por parte de los  adolescentes españoles”. Pensar la Publicidad. Revista  Internacional de Investigaciones Publicitarias, Vol. 6, Nº 1,  pp 255-270.
   Scolari, C., Navarro, H.,  Pardo, H., García, I. & Soriano, J. (2009):  “Comunicación  móvil:  actores y producción de contenidos en Cataluña”. Comunicación y Sociedad, Vol. 22, Nº 2, pp 159-185. 
   Sharma, A. & Sheth, J. (1997): “Relationship  Marketing: An Agenda for Inquiry”. Industrial Marketing Management, Vol. 6, Nº 2, pp 87-89. 
   Sheth,  J. & Parvatiyar, A. (2002): “Evolving  Relationship Marketing into a Discipline”.  Journal of Relationship Marketing, Vol. 1, Nº 1, pp 3-16.
   Shu-Hsun,  H. & Ying-Yin, K. (2008): “Effects  of self-service technology on customer value and customer readiness: The case  of internet banking”. Internet  Research, Vol. 18, Nº 4,  pp 427-446.
   Sigala, M. (2001): “Modelling E-Marketing Strategie:  Internet Presence and exploitation of Greek Hotels”. Journal of  Travel & Tourism Marketing, Vol.11,  Nº  2-3,  pp 83–103. 
   Smolarski,  J. & Kut, C. (2011): “The  impact of venture capital financing method on SME performance and  internationalization”. International  Entrepreneurship and Management Journal, Vol. 7, Nº 1, pp 39-55.
   Sonmez,  M. & Moorhouse, A. (2010): “Purchasing  professional services: Which decision criteria”. Management Decision, Vol.  48, Nº 2, pp  189-206.
   Smolarski,  J. & Kut, C. (2011): “The  impact of venture capital financing method on SME performance and  internationalization”. International  Entrepreneurship and Management Journal, Vol. 7, Nº 1, pp 39-55.
   Steenkamp,  J. & Geyskens, I. (2006): “How  country characteristics affect the perceived value of web sites”. Journal of Marketing, Vol. 70, Nº 3, pp 136-150.
   Suárez,  L., Vázquez, R. & Díaz,  M. (2007): “La confianza y el compromiso como  determinantes de la lealtad: una aplicación  a las relaciones de las agencias de viaje minoristas con sus clientes”. Actas del XIX Congreso anual y XV Congreso Hispano Francés  de AEDEM, 1, pp 6.
   The AppDate (2012): Informe  APPS Septiembre 2012. Dsiponible en: http://madrid.theappdate.com/informe-apps/.Consultado  en 17/12/2014 a 10:10.
   Timón,  D. (2004): “El concepto de destino turístico  una aproximación geográfico-territorial”. Estudios turísticos, Vol. 160, pp 45-68.
   Tussyadiah, P. (2012): “A concept of  location-based social network marketing”. Journal of  Travel & Tourism Marketing, Vol. 29(, Nº 3, pp 205–220.
   Song, J. (2014): “Understanding  the adoption of mobile innovation in China”. Computers  in Human Behavior, Vol. 38, pp 339-348. 
   Ulaga,  W. (2003): “Capturing  value in business relationships: a customer perspective”. Industrial Marketing Management,  Vol. 32, Nº 8, pp  677-693.
   Ullah,  F., Abbas, Q. & Akbar, S. (2010): “The  relevance of pecking order hypothesis for the financing of computer software  and biotechnology small firms: Some UK evidence”. International Entrepreneurship  and Management Journal, Vol. 6, Nº 3,  pp 301-315.
   Verhoef,  P. & Langerak, F. (2002): “Eleven  Misconceptions About Customer Relationship Management”. Business Strategy Review,  Vol. 13, Nº 4, pp 70-76.
   Wang,  Y., Lo, H., Chi, R. & Yang, Y. (2004): “An Integrated Framework for Customer  Value and Customer-Relationship-Management Performance: A Customer-Based  Perspective from China”. Managing Service Quality, Vol. 14, Nº 2/3, pp 169-182.
   Wang,  D., Park, S. & Fesenmaier, R. (2012): “The role of smartphones in mediating  the touristic experience”. Journal  of Travel Research, Vol. 51, Nº 4,  pp 371–387.
   Wang,  D., Xiang, Z. & Fesenmaier, R. (2014): “Adapting to the mobile world: A model  of smartphone use”. Annals  of Tourism Research, Vol. 48, pp 11-26.
   Wells,  G. & Claxton, G. (2002): “Learning  for in the 21st Century”.  Teachers College, New York.
   Woodruff,  B. & GardiaL, F. (1996): “Know  Your customer: New Approaches to Understanding Customer Value and Satisfaction”. Blackwell Publishers.
   Woodruff,  R. (1997): “Customer  Value: The Next Source for Competitive Advantage”. Journal of the Academy of  Marketing Science, Vol. 25, Nº 2,  pp 139-153.
   WTO (2002): “Themis  Publication. Destination Management”. Número  monográfico dedicado a la investigación  sobre el destino turístico  y su gestión, TedQual Nº 5. 
   Yang,  T. & Li, C. (2011): “Competence  exploration and exploitation in new product development: The moderating effects  of environmental dynamism and competitiveness”. Management Decision, Vol.  49, Nº 9, pp  1444-1470.
   Zeithaml, V., Parasuraman, A. & Malhotra, N. (2002):  “Service  quality delivery through web sites: A critical review of extant knowledge”. Journal  of Marketing, Vol. 52, Nº 3, pp 2-22. 
Los comentarios al artículo son responsabilidad exclusiva del remitente.
Si necesita algún tipo de información referente al articulo póngase en contacto con el email suministrado por el autor del articulo al principio del mismo.
Un comentario no es mas que un simple medio para comunicar su opinion a futuros lectores.
El autor del articulo no esta obligado a responder o leer comentarios referentes al articulo.
Al escribir un comentario, debe tener en cuenta que recibirá notificaciones cada vez que alguien escriba un nuevo comentario en este articulo.
Eumed.net se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios que tengan lenguaje inadecuado o agresivo.
Si usted considera que algún comentario de esta página es inadecuado o agresivo, por favor,pulse aqui.