TURyDES
Vol 4, Nº 10 (julio/julho 2011)

LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LOS SEGMENTOS TURÍSTICOS EN ANDALUCÍA: UNA BREVE APROXIMACIÓN

Cristina Castillo Rodríguez (CV)


 
1. Introducción

Desde hace más de un siglo y medio, el turismo se ha transformado en uno de los sectores esenciales de la actividad económica de muchos estados. Además, pone en juego enormes inversiones de capital en el ámbito de los trabajos públicos, construcción, transportes, agroindustria, servicios de traducción e interpretación, entre otros. De esta forma, la cuna del turismo moderno ha ido conformando las estructuras industriales del mundo occidental.

El viaje se consideraba, hasta principios del siglo XIX, un fenómeno marginal; sin embargo, a partir de entonces es cuando, curiosamente, comenzaría a utilizarse la palabra «turista» . Asimismo, el turismo no se desarrolló totalmente hasta que se adoptó en los años treinta una medida social, como las vacaciones pagadas, que llegó a alcanzar a prácticamente todas las capas de la población de los países industrializados.

No obstante, no fue hasta el periodo que transcurre entre 1950 y 1973 cuando se produjo un fenómeno conocido como el «gran boom turístico» (Vogeler y Hernández, 2000: 25 26). Tanto es así, que, durante estos años, el turismo internacional crece más rápidamente de lo que lo había hecho en toda la historia. De esta forma, en los países desarrollados, viajar ha dejado de ser un lujo para convertirse en una necesidad para miles de personas. Y el negocio se beneficia de ello, ya que en España, al igual que en muchos países, el turismo se ha convertido en un fenómeno de masas y, por tanto, en una de las industrias más potentes desde ese conocido boom turístico.

2. El concepto de turismo

El turismo se define en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), en su versión online, como «actividad o hecho de viajar por placer». No obstante, en la práctica, aunque todo el mundo conoce qué se entiende por turismo, resulta muy difícil establecer una definición. Probablemente la razón estribe, como afirma Fernández Marcos (1981: 1), en que se expresa bajo múltiples aspectos que llevan al hombre a realizar un viaje. Sin embargo, aunque la conceptualización del fenómeno turístico, tal y como se conoce hoy en día, tiene sus orígenes en el siglo XIX, no es hasta principios del siglo XX cuando se empiezan a esbozar las primeras aproximaciones a dicho concepto. Según Vogeler y Hernández (1997 [1995]: 1) fueron autores como Guyer (1905) o Schullern (1911) los primeros en describir el fenómeno turístico, si bien las definiciones de carácter más científico de dicha disciplina surgen posteriormente.

De hecho, es al finalizar la Primera Guerra Mundial cuando el turismo deja de considerarse un mero hecho o acontecimiento y pasa a concebirse como una verdadera materia científica. Los primeros trabajos sobre esta materia provienen del campo de la Economía, debido a los efectos que el turismo genera dentro del ámbito económico. De acuerdo con Fernández Fúster (1991: 23 25), más adelante se introduce la motivación del viaje como aspecto esencial en la definición de turismo, como se aprecia en la definición propuesta por Bormann en 1939: «Turismo es el conjunto de los viajes cuyo objeto es el placer o los motivos comerciales, profesionales u otros análogos y durante los cuales la ausencia de la residencia habitual es temporal». Sin embargo, es en plena Segunda Guerra Mundial cuando se formula la definición de turismo más utilizada; se trata de la definición propuesta por dos profesores suizos de la Universidad de Berna, considerados los padres de la ciencia turística moderna, Walter Hunziker y Kurt Krapf (1941): «Turismo es el conjunto de relaciones y fenómenos causados por el desplazamiento y permanencia de personas fuera de su lugar de residencia, en tanto no estén motivados por una actividad lucrativa principal, permanente o temporal» (Fernández Fúster, 1991: 25).

En este sentido, también la Organización Mundial del Turismo (en adelante, OMT) afirma que todos los visitantes tienen como motivo principal de la visita uno de los siguientes: i) ocio, recreo y vacaciones; ii) visitas a amigos y parientes; iii) negocios y motivos profesionales; iv) tratamientos de salud; v) religión y peregrinaciones; vi) otros motivos. Desde este punto de vista, la motivación pone de manifiesto que el turismo no es únicamente un fenómeno vacacional, sino que el motivo de la visita es una característica fundamental para identificar otros comportamientos en materia de consumo y en relación con el gasto del visitante.

Además, la OMT, a efectos estadísticos, ha esbozado también la definición de turismo como todo aquel conjunto de «las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios y otros motivos». Esta definición, que fue aprobada por la misma OMT en la Conferencia de Ottawa, celebrada en junio de 1991 y en la que se acordó una serie de recomendaciones sobre estadísticas relacionadas con el turismo, fue adoptada posteriormente, en concreto, en el mes de marzo de 1993, por la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas (Vogeler y Hernández, 1997 [1995]: 3).

De esta forma, no sólo es importante recopilar datos sobre el motivo principal de la visita que se definiría como «el motivo sin el cual el viaje no se hubiera realizado» (Vogeler y Hernández, 2000: 10), sino que también se debe incluir el motivo secundario, a saber, ocio y negocio combinados, visitas a parientes y amigos y ocio combinados, entre otros, puesto que dicho análisis permitirá obtener más información sobre la demanda de ciertos servicios mucho más específicos. Por esta razón, es preciso que se segmente el mercado turístico en varias categorías o segmentos.

3. La segmentación del turismo

La segmentación de un mercado se trata de uno de los conceptos más importantes que han surgido dentro del ámbito del marketing moderno. Tanto es así que definir y acotar dicho concepto se han convertido en una de las líneas de investigación más relevantes tanto desde el punto de vista académico como desde el punto de vista de la práctica del marketing en todo tipo de organizaciones (empresas productoras de bienes y de servicios), así como en entidades de carácter no lucrativo. De acuerdo con Ruiz Vega (1996: 99), este interés por el proceso de segmentación de los mercados comenzó a partir de un trabajo pionero sobre la materia publicado en el año 1956 por W. Smith, quien introdujo el concepto de segmentación de mercados dentro del ámbito del marketing: «Market segmentation […] consists of viewing a heterogeneous market (one characterized by divergent demand) as a number of smaller homogeneous markets» (Smith (1956: 6).

A este respecto, Morrison (1996 [1989]: 160) propone una definición breve del concepto: «market segmentation is the division of the overall market for a service into groups with common characteristics». Por otro lado, una definición más completa la encontramos en Middleton (2001 [1988]: 108), quien, por su parte, describe este proceso de la siguiente manera:

[...] process of dividing a total market such as all visitors, or a market sector such as holiday travel, into subgroups or segments marketing management purposes. Its purpose is to facilitate more cost effective marketing through the formulation, promotion and delivery of purpose designed products that satisfy the identified needs of target groups. In other words, segmentation is justified on the grounds of achieving greater efficiency in the supply of products to meet identified demand, and increased cost effectiveness in the marketing process. In most cases, travel and tourism businesses will deal with multiple segments and multiple products over a twelve month period but not necessarily simultaneously.

Otras propuestas similares de definición de segmentación del mercado turístico las encontramos, por ejemplo, en Vázquez y Trespalacios (1994: 96), quienes afirman que «la segmentación es un proceso de división del mercado en subgrupos homogéneos, a los que se aplica una estrategia comercial diferenciada, con el fin de satisfacer de forma más efectiva sus necesidades y alcanzar los objetivos comerciales de la empresa».

Vogeler y Hernández (2000: 168) prefieren, por el contrario, la denominación de servicios turísticos especializados, entendidos éstos como los servicios que ofrecen las propias empresas turísticas a sus clientes, según las motivaciones que les impulsaron a viajar. Así, el tipo de turismo que se realiza en cada caso será diferente, variando los productos demandados por el usuario, sus gastos, la duración del viaje y, en general, las características de dicho viaje, por lo que la oferta de servicios turísticos estará en consonancia con todas estas premisas que acabamos de enumerar.

Aunque se han plasmado varias definiciones de la segmentación del mercado, y en concreto, del mercado turístico, casi todas parecen coincidir en que la diversidad existente de turistas justifica la división del sector turístico. Si bien, hasta hace relativamente poco tiempo, en el turismo se distinguían dos épocas bien diferenciadas que estaban marcadas por el carácter elitista o masificado del mismo, lo cierto es que, hoy en día, la industria del turismo está cambiando. Existen indicios que apuntan hacia una nueva forma de turismo donde imperan la calidad, la flexibilidad, la innovación y la preocupación por el medio ambiente y por la salud y la belleza, entre otros aspectos. Estas distintas perspectivas se deben fundamentalmente a los nuevos tipos de turistas, cuyos cambios de comportamiento y de valores constituyen un factor crítico para el nuevo turismo. Los turistas de hoy en día tienen más experiencia y suelen ser más flexibles, más independientes, más ecologistas, mucho más difíciles de contentar que los turistas de antaño y, además, están más preocupados por la calidad, uno de los conceptos clave de la sociedad actual (Díaz y González, 1996: 154 155).

Por otro lado, en España el reto del marketing turístico radica principalmente en saber subsistir a través de los turismos alternativos que con tanta fuerza emergen en el contexto europeo (turismo rural, turismo activo, turismo basado en el entretenimiento, las compras, la salud y la belleza, entre otros tipos de turismo). Para ello, es necesario e importante que se modernice toda la oferta turística, haciendo especial hincapié en la mejora de la calidad de la misma, así como en su diversificación, buscando de este modo alternativas que permitan atender a un mercado cada vez más exigente y segmentado.

4. Clasificación de los segmentos turísticos en Andalucía

La Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía elaboró en el año 2005 un informe denominado Plan de Marketing 2005 (cf. Junta de Andalucía, 2005) en el que se recogían los tipos de segmentos turísticos con más demanda en esta región, a saber: turismo de sol y playa; turismo deportivo; turismo de aventura; turismo de naturaleza; turismo cultural; turismo urbano; turismo rural; turismo de cruceros; turismo de reuniones; turismo idiomático; turismo de salud y belleza.

Posteriormente, este organismo desarrolló otro informe, denominado Plan Director de Marketing Turístico de Andalucía 2006 2008 (cf. Junta de Andalucía, 2006), el cual parte de una concepción de Andalucía como destino turístico integral, donde se destacan unos valores de calidad y sostenibilidad a la par que se resalta la amplia diversidad de productos y destinos que la Comunidad Autónoma Andaluza abarca como una de las regiones punteras en el sector turístico español. Este novedoso plan contemplaba los siguientes segmentos turísticos de Andalucía: turismo de sol y playa; turismo náutico; turismo rural y de naturaleza; turismo cultural; turismo de golf; turismo de reuniones; turismo idiomático; turismo de salud y belleza.

Algunos de los miembros investigadores del Proyecto de Excelencia HUM 892, Junta de Andalucía, 2006 2009, La contratación turística electrónica multilingüe como mediación intercultural: aspectos legales, traductológicos y terminológicos (en concreto, Corpas Pastor, Amaya Galván, Leiva Rojo, Castillo Rodríguez, Seghiri Domínguez, Toledo Báez y Bautista Zambrana), hemos propuesto una nueva clasificación de los segmentos turísticos basándonos en las distintas clasificaciones realizadas por la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, de la Junta de Andalucía, así como en el Plan Integral de calidad del turismo español (2000 2006), del Ministerio de Economía y Hacienda, el Plan del Turismo Español. Horizonte 2020 y el Plan de Turismo Español 2008 2012, ambos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio .

Asimismo, han sido cruciales las taxonomías propuestas por autores como Aguiló Pérez (1996a: 45 y ss.; 1996b: 23 26), Bigné et ál. (2000: 36 37), Bull (1995 [1991]: 23 31), Camisón Zornoza (1996: 226), Cárdenas Tabares (1991: 37, 1995: 79), Esteban Talaya (1996: 255 257), Horner y Swarbrooke (1996: 57 61), Iranzo et ál. (2003: 66 75), Lanquar (2001: 115), Middleton (2001: 111 119), Morrison (1996 [1989]: 158 190), Nykiel (1997: 11 18), Rey Moreno et ál. (2004: 83 y 198), Ruiz Vega (1996: 110), Serra Cantallops (2002: 140 146), Valls (1996: 69, 85 y 167), Vogeler y Hernández (2000: 168), entre otros autores.

En concreto, dentro del proyecto HUM-892, se han propuesto ocho segmentos del turismo, a saber, 1) turismo de sol y playa; 2) turismo de idiomas; 3) turismo de deportes; 4) turismo cultural; 5) turismo rural; 6) turismo de negocios; 7) turismo vacacional; y 8) turismo de salud y belleza, los cuales pasamos a describir en los siguientes apartados.

4.1. Turismo de sol y playa

De todos es conocido que el segmento denominado Turismo de sol y playa es el más demandado de todos, especialmente, en aquellas zonas del litoral que gozan de una climatología favorable (Esteban Talaya, 1996: 255). Según Vogeler y Hernández (2000: 255), este segmento del turismo suele asociarse con el ocio, así como con los términos descanso, diversión y entretenimiento, conocidos como las tres S (inglesas): sand, sea, sun . Además, este segmento se ha caracterizado desde siempre por ser el producto estrella dentro del destino turístico «Andalucía» durante bastante tiempo. Tanto es así, que desde que, en 1953, Alfonso de Hohenloe inauguró el Marbella Club y la archiconocida Costa del Sol, en esta Comunidad Autónoma comenzó a crearse, aunque al principio de manera tímida, una imagen de marca como destino turístico de sol y playa .

Sin embargo, la relevancia que se le ha conferido al segmento en Andalucía se debe principalmente a tres razones. En primer lugar, porque la imagen de Andalucía está generalmente asociada al sol y al buen tiempo, por lo que se trata de un «valor seguro» en el mercado turístico especialmente en este tipo de segmentos. En segundo lugar, porque se trata de un destino que difícilmente se podrá sustituir a escala mundial, ya que, aunque pierda cuota de mercado, seguirá manteniendo durante años su posición privilegiada en cuanto a destino mundial de sol y playa, siendo así Andalucía una de las regiones en donde existen grandes intereses económicos por parte de grandes organizaciones turísticas internacionales. Y, en tercer lugar, porque existe un elevado número de residentes extranjeros en las costas andaluzas, por lo que contribuye a asegurar la demanda turística de sol y playa.

Además, aunque este tipo de turismo puede estar asociado a otros segmentos del turismo, por regla general, se trata de un segmento que puede subsistir por sí mismo, como pueden confirmar año tras año los informes con el resumen de las llegadas internacionales a esta comunidad autónoma en relación con este tipo de turismo.

4.2. Turismo de idiomas

El segmento de Turismo de idiomas no estaba considerado como tal hasta hace relativamente poco tiempo. De hecho, para poder conceptualizar al turista de este segmento, la OMT publicó en 1981 el Technical Handbook on the Collection and the Presentation of Domestic and International Tourism Statistics (cf. World Tourism Organization, 1981), donde, además, se especificaban las características de un visitante internacional . Este segmento se considera como una modalidad de viajes de estudio y de ocio que buscan las personas para aprovechar las vacaciones aprendiendo o mejorando su competencia lingüística en una lengua extranjera. Además, este tipo de turismo, si se analiza con detalle desde un punto de vista económico, genera gasto y produce riqueza, ya que los estudiantes realizan una estancia que puede durar semanas e incluso meses. No obstante, ante todo se trata de un tipo de turismo que, desde un punto de vista de cultural, permite la transmisión del idioma y la consiguiente transmisión de toda la riqueza social y cultural.

4.3. Turismo de deportes

La inclusión del denominado Turismo de deportes se debe principalmente a que el Plan de Marketing de 2005, que, por otro lado, lo denomina turismo deportivo, ya señalaba su creciente importancia dentro del sector turístico internacional, destacando la situación privilegiada de la comunidad andaluza para las prácticas que subyacen a este segmento, sobre todo, por la alta calidad y diversidad de las infraestructuras deportivas, por la propuesta de eventos deportivos de importancia internacional y por los recursos naturales que ofrece de por sí esta comunidad autónoma.

Además, según Esteban Talaya (1996: 256), este tipo de turismo tiene como motivación principal (y complementaria) llevar a cabo algún tipo de deporte, tales como golf, deportes náuticos, de nieve o de montaña. Por ello, dentro de este segmento se han propuesto otros subsegmentos en el seno del proyecto HUM 892, a saber: «Golf», puesto que Andalucía se configura como uno de los principales destinos de turismo de golf de España; «Deportes de aventura», ya que, aunque la OMT destaca la limitación de Andalucía en cuanto a este segmento, según se constata en la Junta de Andalucía (2005), lo cierto es que esta Comunidad Autónoma cuenta con recursos suficientes para crear una oferta turística en este segmento, apoyándose, eso sí, en otras ofertas turísticas complementarias de otros segmentos (normalmente, se asocia este subsegmentos a la promoción del segmento de turismo sol y playa o con la oferta de otras prácticas deportivas del segmento turismo de deportes, Junta de Andalucía, 2005) ; «Náutico», considerado por el nuevo Plan de la Junta de Andalucía como vacaciones activas en contacto con el agua que permiten realizar actividades deportivas y recreativas (como el submarinismo, el remo, la pesca deportiva, etc.); y, por último, el subsegmento denominado «Deportes de invierno», por su relevancia en la comunidad andaluza y que engloba actividades deportivas como el snowboard, biathlon y el esquí (de fondo, alpino y artístico), entre otros.

4.4. Turismo cultural

Este segmento engloba, como establece Esteban Talaya (1996: 255), todas aquellas «manifestaciones artísticas, monumentos, museos, exposiciones, visitas a lugares históricos y arqueológicos, festivales y todo aquello que cubra las motivaciones culturales o artísticas de los usuarios». Sin embargo, el turista motivado única y exclusivamente por la cultura de un país constituye una minoría frente a otros que, aunque realizan actividades culturales, la elección del destino en cuestión se debe a otros múltiples motivos (Junta de Andalucía, 2006: 119). Es por ello que se considera un segmento del turismo con «con gran elasticidad al dejarse complementar con otros turismos» (Cárdenas Tabares, 1995: 53), por lo que no es de extrañar que aparezca asociado a otros segmentos como el turismo de negocios, de sol y playa o de salud y belleza.

Los subsegmentos que se contemplan en este segmento de turismo cultural son cuatro. En primer lugar, el subsegmento denominado «Monumentos y museos», donde, siguiendo a la Junta de Andalucía (2006), el producto ofertado se centra fundamentalmente en el turismo de patrimonio artístico (bienes inmuebles, yacimientos arqueológicos, jardines, parques, entre otros). En segundo lugar, el subsegmento «Gastronomía y enología», formado, por un lado, por el turismo gastronómico (que suele considerarse como un turismo diferente, como bien distingue Cárdenas Tabares, 1995: 83), que desde hace ya algunos años ha comenzado a despuntar debido al creciente interés de los turistas por experimentar nuevos sabores arraigados al destino turístico de Andalucía , y, por otro, por el turismo enológico o enoturismo, dedicado a potenciar y promocionar la riqueza vitivinícola de una zona determinada . Ambos turismos se han unido en un único subsegmento debido a que en Andalucía muchos de los productos turísticos encuadrados en la categoría de enoturismo suelen ofrecer también degustaciones gastronómicas de la zona, o bien están recomendados o recomiendan restaurantes más típicos de la zona. En tercer lugar, el subsegmento «Tradiciones y Fiestas» donde se engloba al turismo etnográfico o turismo folclórico y que está vinculado a las costumbres y tradiciones de una zona determinada. Y, en cuarto lugar, el subsegmento «Religioso», que está asociado a las tradiciones orales y espirituales .

4.5. Turismo rural

El Turismo rural se caracteriza fundamentalmente por la estancia y visita a zonas rurales del interior y por ser una alternativa a los entornos urbanos. En este turismo destaca el alojamiento en zonas medioambientales (Esteban Talaya, 1996: 256), aunque también están cada vez más en auge las visitas a distintos parques naturales y la realización de rutas en entornos naturales sin tener que implicar una estancia de más de un día en el lugar, si bien la modalidad de alojamiento en casas rurales andaluzas junto con las rutas son paquetes que se ofrecen en la actualidad al turista de este segmento.

La OMT puntualiza que el turismo rural y el turismo de naturaleza son dos segmentos diferentes. No obstante, la Junta de Andalucía (2006) destaca que estos segmentos no pueden separarse, más aún tratándose de la comunidad andaluza, donde buena parte de las actividades ligadas al turismo rural se practican en espacios naturales protegidos, como, por ejemplo, los parques naturales; de ahí a que el turismo rural propuesto en el proyecto HUM 892 fagocite al turismo de naturaleza en uno de sus subsegmentos. Los subsegmentos que se contemplan dentro del turismo rural son: «Rutas», «Municipios y comarcas» y «Parques naturales» .

4.6. Turismo de negocios

Entre las motivaciones de viaje destacan dos propósitos fundamentales que, curiosamente, coinciden con su etimología latina: Ocio y Negocio. De entre las oportunidades de viaje que surgen en el ámbito de los negocios destacan aquéllas que se desarrollan por motivos profesionales entre los que pueden incluirse los congresos, seminarios, eventos, simposios, ferias profesionales, entre otros (Esteban Talaya, 1996: 256).

Las distintas modalidades de reuniones pueden encuadrarse en los subsegmentos del Turismo de negocios y que se corresponden básicamente con las modalidades propuestas dentro del proyecto : «Incentivos, Congresos, convenciones y actos», «Transacciones comerciales» e «Idiomas».

En el contexto internacional, los congresos se mantienen como la modalidad más frecuente del segmento del turismo de reuniones o de negocios, si bien tanto las convenciones como los viajes de incentivo han presentado en los últimos años una tendencia al alza, sobre todo, en el ámbito europeo. En este sentido, en el continente europeo se concentra más de la mitad de la cuota de mercado mundial de este tipo de turismo, siendo España el país en el que se celebran un mayor número de reuniones de este continente . España, por su parte, se incluye entre los principales destinos receptores de eventos en todas las modalidades del turismo de reuniones internacionales, y en el caso de congresos, ocupa el tercer lugar del ranking mundial. Además, según la OMT, este tipo de turismo representa aproximadamente un 20% de todas las llegadas internacionales .

Por otro lado, una de las comunidades autónomas que ha contribuido al auge de este tipo de turismo en nuestro país es, precisamente, la andaluza . El perfil turístico de congresos, que se comercializa en cada uno de los destinos de Andalucía , viene marcado en cierta medida por las propias características del destino (ubicación, proyección internacional, recursos turísticos de los que se dispone, etc.). Es decir, cada destino de congresos refuerza y potencia los elementos que definen al conjunto del destino. Desde hace algunos años hasta la actualidad, se ha podido consolidar este segmento en las distintas capitales de Andalucía, además de impulsar el desarrollo de un sector auxiliar fundamental para el desarrollo de la industria de negocios y reuniones (traductores, intérpretes, azafatas, decoradores, técnicos de sonido, iluminación, imagen, etc.).

Andalucía es, sin duda, un gran destino para viajes de incentivos. Además de los atractivos clásicos que ofrece esta Comunidad vinculados al litoral o a las ciudades monumentales, están desarrollándose en los últimos años numerosas iniciativas turísticas muy acordes a este subsegmento del turismo de negocios. Asimismo, se han llevado a cabo una serie de iniciativas que han favorecido la puesta en marcha de numerosos establecimientos y actividades, con un perfil muy adecuado al demandado para determinadas reuniones de incentivos, donde la vinculación al medio natural, las actividades deportivas, la salud y las tradiciones locales son elementos fundamentales del producto turístico de incentivos. Por otro lado, también se han visto favorecidos otros tipos de turismos, ya que el turista de negocios, bien por asistencia a congresos, por reunión científica o por cualquier tipo de evento de carácter profesional, puede estar atraído, además, por la combinación de éste con otros segmentos del turismo, tales como sol y playa (sobre todo, para eventos organizados en la parte litoral andaluza), salud y belleza (puesto que el turista de negocios suele optar por alojamientos de gama más bien alta donde los centros o la oferta de spa y balnearios está a la orden del día) y cultural (el turista suele aprovechar su estancia en el lugar, cuando es de más de dos días, para visitar monumentos y museos propios del lugar, así como la oferta gastronómica y enológica de la zona).

4.7. Turismo vacacional

El Turismo vacacional es un segmento que implica la concepción del turista cuyo motivo principal de la visita sea, como su propio nombre indica, el puramente vacacional, esto es, que se viaja simplemente por placer, ocio y diversión. Aunque la OMT señala que la motivación pone de manifiesto que el turismo no es únicamente un fenómeno vacacional, lo cierto es que muchos viajes no se realizan con otro motivo diferente al del placer. Se trata de un tipo de turismo que no está ligado a ninguna de las tipologías descritas.

Muchos autores ya han hecho referencia a este tipo de turismo caracterizado por el ocio principalmente. Entre estos autores destacan, por un lado, Vogeler y Hernández (2000: 10), quien lo integra, como hemos visto, en combinación con otros tipos de turismo y, por otro, Cárdenas Tabares (1995: 80), quien, por su parte, afirma que la generalización de este tipo de turismo ha sido muy relevante hasta tal punto que «constituye una de las más grandes manifestaciones del turismo en general, y es la base sobre la cual se funda el postulado de que el turismo debe ser considerado como fenómeno social».

4.8. Turismo de salud y belleza

Hasta hace relativamente poco el Turismo de salud y belleza recibía el nombre de turismo de salud, puesto que la motivación del turista radicaba en recibir exclusivamente tratamientos de salud. Sin embargo, este segmento ha evolucionado en los últimos años, puesto que en la actualidad no se asocia únicamente con la salud, sino con la tendencia a la búsqueda de elementos naturales que ayudan a mejorar la condición física y psíquica de los desgastes de la vida moderna. Además, los establecimientos tradicionales se han modernizado y adecuado a la nueva tendencia centrada en las necesidades de un nuevo mercado compuesto no sólo de personas con algún problema de salud, sino también de todas aquellas personas que acuden a estos centros para recibir terapias de recuperación, tratamientos de belleza, tratamientos antiestrés, curas de adelgazamiento, entre muchos otros.

Este segmento, que abarca el negocio del termalismo y aquellos que se especializan en turismo de salud y belleza, los cuales incluyen los centros de talasoterapia, los especializados en salud y belleza y los hoteles que cuentan entre sus instalaciones con spa, ha registrado un crecimiento del 16 % durante el año 2007. En este mismo sentido de auge en torno al segmento, las previsiones que se produjeron para el 2008 y para el 2009 giran alrededor de un crecimiento del 10%, una cifra nada desdeñable considerando la desaceleración económica que está sufriendo el sector turístico español en la actualidad.

El nuevo Plan de la Junta de Andalucía (2006) define el Turismo de salud y belleza como

Aquel turismo que se origina con el objetivo primordial de obtener beneficios relacionados con la salud, el bienestar o la estética. No se incluye en este segmento aquel turismo cuyo objetivo primordial es de relax o lúdico, aunque oferten productos y servicios correspondientes a salud y belleza, ni tampoco los centros médicos u hospitalarios que se dedican a atender las incidencias médicas de los turistas durante sus vacaciones. Por tanto, el Turismo de salud y belleza se orienta específicamente a mejorar o recuperar la salud, entendido como prevenir o mejorar un estado de enfermedad.

Este segmento, además, puede verse favorecido al combinarse con prácticamente la totalidad de los segmentos descritos en este artículo, a excepción del turismo de idiomas, ya que, como hemos indicado anteriormente, los estudiantes suelen realizar una estancia que puede durar semanas o incluso meses, por lo que el alojamiento en un centro con oferta de salud y belleza no es muy frecuente entre estos tipos de turistas.

5. Conclusiones

La industria del turismo ha sido desde hace muchos años una de las industrias generadoras de divisas en España. Además, Andalucía se ha conformado como una de las comunidades autónomas de nuestro país que más cuota de mercado registra en tanto recibe cada año un volumen importante de turistas extranjeros. Esta región ha estado siempre asociada al turismo de sol y playa, debido, principalmente, a su posición geográfica privilegiada y a la climatología favorable de la cual disfruta gran parte del año. No obstante, aunque se sigue asociando esta comunidad a este turismo, desde hace pocos años han ido surgiendo otros tipos de turismos casi tan relevantes como el anterior. En el seno del proyecto de excelencia HUM 892 se ha contemplado esta tendencia al alza de los turistas a la hora de optar por otros tipos de turismos en esta comunidad autónoma. De ahí a que se haya propuesto una clasificación de los segmentos turísticos en esta región. En este artículo hemos ofrecido una breve aproximación a la conceptualización de lo que se entiende por segmentación del mercado turístico, así como a la descripción de dichos tipos de turismo que han emergido en esta comunidad autónoma.

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