POLÍTICA DE DEFENSA Y TERRORISMO: LA GUERRA SECRETA POR EL CONTROL DE EUROPA EN EL SIGLO XX



Francisco Javier Ruiz Durán (CV)
pacobadajoz@hotmail.com
Universidad de Extremadura


RESUMEN

En este artículo mostraremos tanto las redes de inteligencia y sabotaje que la Unión Soviética preparó con anterioridad a la II Guerra Mundial, y que también utilizaría en la Guerra Fría; como las redes que organizó Occidente utilizando como imagen el Ejecutivo de Operaciones Especiales, creado por Churchill para incendiar la retaguardia nazi, para defenderse del ataque de los Totalitarismos del siglo XX. En este contexto, también intentaremos demostrar como la confrontación política, económica, social y militar de las dos superpotencias, durante la Guerra Fría, les llevó a desarrollar una Guerra secreta con el apoyo y fomento de acciones terroristas, golpes de estado, guerras de guerrillas, manipulación de elecciones y tráfico internacional de drogas en todo el globo.

PALABRAS CLAVE: Rote Kapelle, Rote Drei, Ejecutivo de Operaciones Especiales, Resistencia, Ejército secreto, Red Gladio, Guerra Fría, Terrorismo internacional y Macroeconomía del Terror.

ABSTRACT

In this article we will show so much the networks of intelligence and sabotage that the Soviet Union prepared before the World War II, and that also it would use in the Cold War; as the networks that West organized using as image the Executive of Special Operations, created by Churchill to inflame the rear Nazi, to defend itself from the assault of the Totalitarianism of the 20th century. In this context, also we will try to demonstrate as the political, economic, social and military confrontation of both superpowers, during the Cold War, it led them to developing a secret War with the support and promotion of terrorist actions, coups d'état, guerrilla wars, manipulation of choices and international traffic of drugs in the whole globe.

KEY WORDS: Rote Kapelle, Rote Drei, Executive of Special Operations, Resistance, Secret Army, Network Gladio, Cold War, International Terrorism and Macroeconomics of the Terror.

 

1. EL ESPIONAJE DEL ALIADO SOVIÉTICO                       

Cuando estalló la II Guerra Mundial la Unión Soviética tenía Redes de espionaje tejidas en gran parte de Europa, muchas ya con emisoras de onda corta, como la de los Balcanes, Checoslovaquia, Polonia, Amsterdam, Bruselas, Ginebra o París. Pero sobre todo para desesperación de la Contrainteligencia alemana los soviéticos tenían la Orquesta Roja o Rote Kapelle en Bélgica, Holanda, Francia y Alemania; y los Tres Rojos o Rote Drei en Suiza. La Red de Berlín estaba formada por intelectuales, funcionarios, industriales u oficiales comunistas; la Red en Bélgica, Francia y Suiza se formaría con miembros de los Servicios Secretos soviéticos. Los belgas desde 1938 montaron una empresa tapadera llamada Simex Import-Export que pronto tuvo sucursal en París; la Red suiza fue creada en 1937 con la consigna de reserva estratégica y por ello estaría en estricto silencio mientras hubiera otras funcionando. Y fue la Red suiza dirigida por Alejandro Rado, húngaro y compañero de Bela Kun, con no menos de setenta miembros entre agentes, correos y técnicos de radio y la ayuda de un cristiano progresista alemán que tenía una editorial en Lucena llamado Rössler (Lucy) que también pertenecía al Ejército suizo, la que comenzó a enviar informes sobre el Ejército alemán de primerísima calidad.

En este escenario comenzó la Guerra de las ondas, una lucha sin cuartel. En una localidad de la Prusia Oriental, Cranz, un operador de radio del Ejército alemán captó un mensaje de una emisora enemiga que no tardaron en descubrir y desarticular en Bruselas. La Red belga sería la primera en caer. En 1942 fue desarticulada la Rote Kapelle pero la Red suiza que “había tenido al Estado Mayor ruso al corriente, con una precisión asombrosa, de todas las decisiones del alto mando alemán antes y durante las operaciones de Stalingrado, y esa información había sido la base de la contraofensiva rusa que obligó al repliegue del frente alemán y que señaló al primer golpe grave de la campaña alemana en Rusia”(Bourcart, 1963: 84) seguía activa. Así la Rote Drei de Rado, Lucy y Alexander Foote siguió enviando todos los secretos militares de Alemania a Moscú en menos de cuarenta y ocho horas hasta el 20 de noviembre de 1943 que comenzaron las detenciones no sin antes haber mandado la información que permitió a la Unión Soviética lanzar su ofensiva contra Ucrania en el verano de 1943.

Teniendo en cuenta la increíble importancia de la Inteligencia que los miembros de la Red suiza mandaron a Moscú es, al memos, sorprendente las penas tan livianas que le impuso la justicia helvética. Lucy, en 1947, comenzó a facilitar información sobre las fuerzas de ocupación aliadas en Alemania al Servicio de Inteligencia checoslovaco hasta que unos de sus “paquetes” fue devuelto y la Policía suiza lo abrió en febrero de 1953. Tuvo otra ligera pena.

Los tres tipos principales de agentes en la Rote Kapelle y en la Rote Drei fueron: primero, los funcionarios del espionaje que pertenecían al Partido Comunista, ruso o alemán, formados en Moscú para comunicaciones de radio, descifrado, cifrado o falsificación de documentos establecidos fuera de la URSS antes de la guerra; segundo, los miembros  de las Redes comunistas por convicción ideológica, sin experiencia en espionaje, cuyo compromiso suplía su inexperiencia en este oficio; tercero, los antifascistas no comunistas que se alinearon con la URSS, socialistas principalmente, por odio al nacionalsocialismo. Eso sí, no debemos olvidar que en los tres tipos había un gran número de alemanes. Pero tampoco podemos dejar de señalar la reflexión que hace Bourcart en su obra sobre Los secretos del Servicio Secreto soviético cuando afirmó que “también sorprende a uno el comprobar cuántos agentes reputados como seguros se avienen, una vez detenidos, a cambiar de campo, es decir, a trabajar para el enemigo por el procedimiento de continuar transmitiendo mensajes a Moscú valiéndose del propio aparato emisor, exactamente en las mismas condiciones que antes, pero bajo la supervisión y las directrices del contraespionaje alemán” (Bourcart, 1963: 97) como ocurrió con agentes soviéticos, bien renombrados, como Jemefroy, Trepper, Kent o Wenzel.

La impresionante maquinaria nazi de Inteligencia y  Contrainteligencia, formada principalmente por el Servicio Central de Seguridad (R.S.H.A), la Gestapo o la Abwehr, que tantas Redes soviéticas y aliadas desarticuló no pudo nunca tapar las fuentes originales de las que se servían sus enemigos. Quizás fuera, como muchos expertos señalan, que el mismísimo Almirante Canaris desde la jefatura de la propia Abwehr nunca simpatizó con los nazis.

Otra parte de los entramados de la Guerra Secreta fue la orden tajante de Moscú, desde el inicio, de no trabajar o relacionarse con la Inteligencia aliada. De aquí que cuando las Redes soviéticas obtenían información sensible que podía beneficiar a los aliados esta fuese destruida. Stalin siempre tuvo claro que “el alemán no era más que el enemigo del momento; los anglosajones eran los enemigos del mañana. Y así las cosas los soviéticos no desperdiciaron la ocasión de utilizar las buenas relaciones y las facilidades que les procuraba la colaboración de guerra para empezar a implantar sus informadores, agentes y redes en Estados Unidos y en Canadá” (Bourcart, 1963: 102).

Eso sí, esa misma clarividencia que Stalin tuvo con el papel de los anglosajones en el mundo fue, el miedo es libre, una rotunda negación ante las informaciones detalladísimas sobre la invasión alemana que le llegaba, por ejemplo, de la Rote Drei que le hizo llegar todo el orden de batalla alemán al milímetro días antes de la ofensiva. La información de la Rote Drei Suiza sobre la invasión alemana de la URSS era tan precisa que cuando, de junio de 1942 a enero de 1943, comenzó la campaña de Stalingrado el Kremlin no dudó en actuar según la información que la Rote Drei y la Rote Kapelle les habían hecho llegar sobre el orden de batalla para la toma del Cáucaso que les permitió parar el avance alemán y comenzar de inmediato una contraofensiva. Poco después la Inteligencia alemana desarticuló la Rote Drei pero esta ya había realizado, por encima de lo imaginable, su misión.

Una de las características más reseñables de los Servicios Secretos soviéticos fue, siempre, el empleo de los agentes en masa para cumplir una misión sin importarles el número de agentes que debían morir para ello. La masa por encima del individuo. En diciembre de 1941 Moscú, abandonada por los Jerarcas del Partido, estaba cercado por tres flancos lo cual permitía a los alemanes frotarse las manos por estar tan cerca de dominar toda Europa, atraerse a Turquía para poder tener acceso a Oriente Próximo mientras Rommel se acercaba al Canal de Suez e impedir la participación de América. Todo parecía perdido cuando apareció el Doctor Richard Sorge, el maestro de espías, y las masas de divisiones militares que la URSS tenía en Siberia avanzaron hacia Moscú dejando totalmente desguarnecido el flanco oriental donde estaba todo el Ejército nipón tras la ocupación de Manchuria. A primera vista parece una decisión estratégica sin sentido o desesperada, pero, el Doctor Sorge desde su posición clave convenció a Stalin de que Japón no estaba interesado en atacar territorio soviético. Esa información impidió la victoria del III Reich.

El Doctor Sorge era corresponsal en Asia Oriental del periódico Frankfurter Zeitung, Jefe del Servicio de Información de la Embajada de Alemania en Tokio y amigo personal del Embajador alemán, General Eugenio Ott. Sólo su afición al alcohol y a las faldas le descubrió y le llevó al patíbulo en 1941 junto al secretario privado del Príncipe Konoye, Ozaki-Hozumi.
Lo curioso del Doctor Sorge es que tuviera semejante rango en la estructura nazi teniendo en cuenta que su abuelo había sido secretario privado de un tal Karl Marx y participante en la creación de la Tercera Internacional o que el mismo había vivido varios años en Moscú.

Durante la guerra, aprovechando la confianza aliada, los rusos fueron organizando sus Redes de Inteligencia en Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá bajo tapaderas como productoras de cine, sociedades como Amtorg Trading Corporarion o Arcos, Círculos de Estudios Antifascistas…
Ya en 1938 los aliados occidentales conocían la realidad cuando el periodista Wittacker Chambers, espía soviético, decidió revelar sus actividades a las autoridades americanas. Pero lo consideraron asuntos menores. Años después lamentarían no haber detenido a los setenta y cinco funcionarios norteamericanos, bien situados en diversos servicios del Estado - incluso el F.B.I-, que facilitaban informaciones confidenciales o secretas a Moscú por mediación de la Red soviética. “Entre esas fuentes… Alger Hiss, Harry Dexter White, Silvermaster, etc” (Bourcart, 1963: 131).

Ante todo esto Occidente en general pensaba que eran acciones menores o pasajeras; mientras que Estados Unidos en particular bajo el mandato de Roosevelt pensaba que debía dejar pasar estos movimientos a favor de la paz, la democracia y la guerra contra el III Reich. Bien es cierto que Churchill jamás se cansó de denunciar las segundas intenciones que Stalin tenía en la alianza con los aliados occidentales. Pero en 1942 los rusos entraban en las empresas, administraciones o fábricas americanas con las bendiciones de los acuerdos de Préstamos y Arriendos para obtener toda la información técnica que necesitaba la Oficina Política de la Comisión de Compras soviéticas y, por supuesto, era enviada diligentemente a Rusia utilizando una línea aérea especial que salía de Montana, aeródromo de Great Falls, y hacía escala en Alaska, Fairbanks, antes de ir a Siberia. A todo ello, si era ya increíble, debemos sumarle que los soviéticos también se habían infiltrado, que sepamos, en una docena de grandes centros de la Administración norteamericana: la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) predecesora de la CIA, el Estado Mayor General, el Ministerio de Asuntos Exteriores; el Ministerio de Hacienda; la Oficina de Producción de Guerra… gracias a agentes de los Servicios Secretos soviéticos como Alger Hiss, Dexter White, Halperlin, Duncan, Lee, el Mayor Ullmann, Silvermaster… bajo la dirección del agregado militar de la Embajada rusa en Washington.

Y ahora, si me lo permiten, comienza una serie de hechos increíblemente absurdos cuando Gusenko, información a cuesta, se presenta en el Ministrito de Justicia de Canadá y el Ministro le niega una entrevista, también es menospreciado por el director de un periódico, luego el Ministerio de Asuntos Exteriores tras prestar atención a su caso se lo comunica de inmediato al Primer Ministro, Mackenzie King, que hace oídos sordos a la información y sólo cuando un comando de la N.K.W.D que entró en su casa con la orden de matarlo a él, a su mujer y a su hijo recién nacido, que Gusenko vio llegar desde la casa de un  buen vecino, fue cuando apareció la Policía y con ello la salvación.

Ya en manos de los Servicios Secretos el análisis de sus documentos hizo abrir los ojos al Primer Ministro, que, tras entender el tinglado soviético en Canadá, Gran Bretaña y Estados Unidos, se reunió con el Presidente Truman en New York y con el Primer Ministro británico Attlee en Londres.

Comenzaba así un proceso judicial, de mayo de 1946 a principios de 1948, que provocó las reveladoras declaraciones al Times, el 18 de febrero de 1946, de J. E. Davies, el antiguo Embajador en Moscú de 1936 a 1939: “Rusia tiene el derecho moral e imprescindible de apropiarse, por medio de su espionaje militar, y para su propia defensa, de los secretos de la bomba atómica, desde el momento que sus antiguos aliados se niegan a comunicárselos” (Bourcart, 1963: 145).

Pero aún así la inocencia Occidental era tan alarmante que todavía ni la sociedad ni sus gobiernos eran capaces de creerse que todos estos escándalos tan sólo era la punta del iceberg soviético. Germanos y japoneses todavía eran el centro de su atención. Churchill seguía maldiciendo la permisividad con Stalin cuando el todopoderoso Director del FBI, Hoover, comenzó a elaborar un informe, que tras ser rechazado se convertiría en el germen del notable fichero sobre la infiltración comunista en la Administración norteamericana, los intelectuales comunistas o simpatizantes comunistas. Habían sido alumnos de buenas Universidades y muchos eran homosexuales.
Y en este contexto fue cuando Whittaker Chambers había realizado sus afirmaciones sobre las Redes de Inteligencia soviética en América. Con ellas Hoover veía contrastados sus investigaciones pero también se enteró, entre otras cosas, que uno de los funcionarios del Departamento de Estado que había estado con Roosevelt en la Conferencia Yalta y luego fue representante en la ONU de Estados Unidos hasta 1942, Alger Hiss, era un espía soviético. Las pruebas de Chambers y la autoridad de Hoover provocaron la investigación, nada más y nada menos, de setecientos sesenta y seis casos de espionaje y otros doscientos sesenta y uno por actos de sabotaje.

2. EL EJECUTIVO DE OPERACIONES ESPECIALES

La efectividad de los sudafricanos en la Guerra de los Boers contra Gran Bretaña hizo que germinara en la cabeza de Winston Churchill1 el interés por la guerra irregular que se concretó en las Compañías de choque, siendo el Primer Lord del Almirantazgo durante el Gobierno de Chamberlain, que tan famosas se hicieron en la campaña de Noruega. Posteriormente cuando el III Reich había tomado Francia, Bélgica, Dinamarca, Holanda y Noruega, quedando aislada Gran Bretaña, Churchill comenzó a plantearse la creación de pequeñas fuerzas que serían lanzadas tras las líneas enemigas en el Viejo Continente para responder a los bombardeos alemanes con una ofensiva mediante el sabotaje y la subversión. Los Jefes de Estado Mayor del Ejército británico respondiendo a la pregunta del Churchill sobre << ¿Cuáles eran, en su opinión, las perspectivas de Inglaterra para continuar la Guerra?>> le respondieron con un memorándum donde se le dijo: “El otro y único medio de provocar la caída de Alemania está en estimular los brotes de rebelión dentro de los territorios conquistados. Es muy verosímil que los países ocupados constituyan un terreno fructífero para estas operaciones, en especial cuando las condiciones económicas comiencen a resentirse. En las actuales circunstancias concedemos a esta forma de actuación la más alta importancia” (Cookridge, 1969: 12).

Ante tan clara respuesta Winston Churchill redactó un memorándum, para su Gabinete de Guerra, destinado a la creación de un cuerpo para “coordinar toda acción realizada mediante la subversión y el sabotaje contra los enemigos de ultramar” (Cookridge, 1969: 11) denominado Ejecutivo de Operaciones Especiales que nació el 19 de julio de 1940 bajo la responsabilidad del Dr. Hugh Dalton, Ministro de la Guerra Económica.
Una vez creado el SOE (Ejecutivo de Operaciones Especiales) el Ministro de Guerra Económica, con el permiso de Churchill, le detalló al secretario del Foreing Office el planteamiento para la nueva organización: “Debemos organizar movimientos en el territorio ocupado comparables… a los irregulares españoles… en la campaña de Wellington, o –hemos de admitirlo también, a las organizaciones que los propios nazis han desarrollado en casi todos los países del mundo. Debemos usar métodos diferentes, incluidos el sabotaje industrial y militar, la agitación obrera y las huelgas, la propaganda continua, los actos terroristas contra los traidores y los líderes alemanes, los boicots y tumultos” (Cookridge, 1969: 14). Con este objetivo en mente no es de extrañar que Churchill comenzase a llamar Ministerio de la Guerra Informal al Ministerio de la Guerra Económica.
Por otro lado estaba el Departamento D del SIS, el Servicio Secreto británico que siempre deseó absorber al SOE, cuya 1ª Sección estudiaba métodos de sabotaje industrial y guerrilleros a la par que entrenaba a algunos saboteadores mientras que la 2ª Sección se dedicaba a la propaganda económica y política de forma subversiva, pasaron a engrosar las filas del Ejecutivo de Operaciones Especiales, dejando así la misión de recoger información al SIS, con lo cual el SIS y el SOE comenzarían una serie de actividades complementándose hasta que avanzado el curso de la guerra el SOE quedó bajo el mando del Cuartel General Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada, SHAEF, con lo que prácticamente se integró en la Oficina de Servicios Estratégicos, OSS, americana en 1943. La OSS fue la precursora de la CIA.
Además del SOE y el SIS también andaba por allí el PWE -Ejecutivo de la Guerra Política-, creado durante la I Guerra Mundial como el MEW –Ministerio de Guerra Económica-. En 1939, el Director de The Times y miembro de los Servicios de Inteligencia británicos, Sir Campbell Stuart, fue nombrado director de propaganda contra el enemigo adscrito al Ministerio de Información que creaba radios piratas para emitir en Europa, como las organizaciones italianas antifascistas, colaboraba con la BBC para minar el espíritu alemán y levantar el de la Resistencia o compraba periódicos de países neutrales para difundir sus noticias.
Pero durante toda su existencia el SOE encontró su mayor enemigo tanto en la lucha ideológica de los diversos movimientos de la Resistencia en Europa como en las diferencias políticas de Inglaterra con los Gobiernos exiliados en Londres, en especial con el General de Gaulle. El asunto De Gaulle más o menos se arregló cuando al Coronel Passy consiguió reunir a todas las organizaciones de la Resistencia gala, relacionadas con el SOE, en la Armée Secréte –El Ejército Secreto- bajo el mando del General Charles Delestraint que desgraciadamente fue desarticulado rápidamente por la Gestapo aprovechando su rígida centralización.
Pero de estos reveses surgieron con más fuerza los nuevos Ejércitos Secretos en Francia, Armée Secréte; en Holanda, Or de Dienst; y en Noruega, Milorg. Comenzaba a cumplirse la famosa orden que Churchill exigió en julio de 1940: << ¡Incendiad Europa!>>.

El Departamento D, con el nuevo SOE, tuvo su primera sede en una suite del Hotel St. Ermin pero pronto, por el aumento de sus actividades, los hombres de negocios que pasaban por ella se instalaron en las oficinas que les cedió Marks & Spencer en el número 82 de Baker Street en St. Michael House pasando inadvertidos. Desde allí el Departamento D comenzó a establecer secciones en Yugoslavia, Rumanía, los Balcanes, Polonia o Checoslovaquia. Y por supuesto las primeras acciones en Noruega, Suecia o Dinamarca.

El SOE reclutó un variopinto grupo de banqueros, abogados, directores de cine, periodistas, catedráticos, maestros y aventureros de una docena de países europeos. Cabe recordar que los agentes del SOE enviados a Grecia, Albania, Italia y Yugoslavia fueron mayoritariamente británicos que se agregaron a los partisanos. Mientras que en Francia fue un caso a parte.

Cuando la Unión Soviética invadió Finlandia, en noviembre de 1939, y ocupó media Polonia con el beneplácito del tratado de Amistad germano-soviético comenzó a germinar la primera Escuela Especial de Entrenamiento, en Inverailort House, que sería un campo de entrenamiento para muchos hombres del SOE. En 1944 el SOE ya tenía sesenta Escuelas Especiales para sus entrenamientos, como las de Italia y las del Norte de África orientadas al Mediterráneo; pero debemos sumarles las escuelas comunes con otras Fuerzas Especiales y Servicios de Inteligencia, como la OSS americana, diseminadas por Australia, Birmania, Ceilán, Chungking, Haifa, India, Jartum, Timor, Siam o la de Oshama en Toronto. Esta última terminaría siendo el modelo que copió la OSS para crear sus Escuelas de entrenamiento. Es más, la OSS reclutó para ellas a instructores británicos.

Cookridge indica que en las Escuelas del Ejecutivo de Operaciones Especiales se licenciaron 7.500 hombres y mujeres para Europa Occidental y otros 4.000 destinados a Albania, Checoslovaquia, Grecia, Hungría, Italia, Polonia, Rumania, Yugoslavia…

En la más genuina tradición Británica el SOE, por su gran crecimiento y sus funciones tan heterodoxas, pronto comenzó a utilizar casas señoriales como la Mansión Wanborough, en Surry, donde la Escuela estaba servida por las famosísimas Enfermeras del primer Cuerpo Auxiliar, las FANY, encargadas de las comunicaciones radiotelegráficas de forma sumamente secreta. En honor a la verdad no sólo fueron vitales para el SOE sino que muchas de ellas dieron su vida en las acciones de la Guerra secreta. Así el Mayor General Gubbins escribió tras la guerra: “las FANY… Se han convertido en sinónimo de eficiencia, valor, alegría y buen humor, persistencia, tenacidad y camaradería en los momentos difíciles, y yo me siento orgulloso de haber sido el medio de que demostrasen sus grandes cualidades. Han sido magníficas y de un valor inestimable”(Cookridge, 1969: 47).

Por otro lado, Cookridge afirma que “la organización del SOE era típica de una nación carente de mentalidad militar, que no gana las primeras batallas y que aprende con las pruebas y los fracasos. Maestros de escuela y contables se convirtieron en saboteadores e instructores de ejércitos secretos. De algún modo la transformación se operó, a pesar de los reveses. Ésa fue la prueba final del éxito del SOE” ((Cookridge, 1969: 66).

Tras el desastre de Dunquerque más de 100.000 soldados polacos y franceses llegaron a Gran Bretaña. Entre ellos llegó el Capitán De Vomecourt que no tardó en presentarle al General De Gaulle un plan para crear una resistencia clandestina que el General denegó afirmando que sólo serviría para provocar represalias. El Capitán no tardó en oír un rumor sobre una organización muy similar a la que él había diseñado. Pronto el nuevo agente Lucas se convertiría en el primer agente de Inteligencia de la Sección F del SOE. Pero pronto, cuando los franceses se alistaban en el SOE en vez del BCRA2 gaullista, le tocó a un antiguo oficial francés llamado Maurice Dufour pagar los platos rotos cuando tras alistarse en el SOE fue secuestrado y torturado por los hombres del BCRA en Londres.

Durante la guerra la BBC transmitía los mensajes que los agentes del SOE habían acordado previamente durante su programación. Estos mensajes eran emitidos repitiéndolos cuatro o cinco veces intermitentemente incluso durante dos días seguidos; por ejemplo, <<Tío Frank ha perdido su paraguas>>. El sistema de la BBC fue realmente vital para las misiones del Ejecutivo de Operaciones Especiales como la desarrollada “en la primavera de 1944… todas las estaciones de radio fueron advertidas… Luego, cerca ya el día D, fueron alertados todos los operadores del SOE, una verdadera lluvia de <<mensajes personales>>, todos naturalmente con frases preparadas de antemano, dieron la llamada para entrar en acción. Esto dio paso a una epidemia de explosiones, ataques en los transportes de ferrocarriles, destrucción de telecomunicaciones, y distintas operaciones de sabotaje en Francia, Holanda y Bélgica” (Cookridge, 1969: 93).

La creación de las Redes del SOE en Francia comenzó el 5 de mayo de 1941 cuando Georges Begué tras lanzarse en paracaídas se dirigió hacia la casa del antiguo Diputado socialista Max Hymans en la región de Chateauroux. Estas Redes eran aprovisionadas por el lanzamiento de cajas de material sobre los campos de lanzamiento que los hombres del SOE marcaban en la mitad de la noche a los aviones británicos. Desgraciadamente los alemanes apresaron a la mayor parte de los agentes en Francia. Pero peor fue la habilidad de la Contrainteligencia alemana que comenzó a mandar mensajes falsos a la Inteligencia Militar británica gracias a las estaciones de radio capturadas por la Abwehr. Esta sería una larga y dura guerra de capa y espada entre los Servicios de Inteligencia en liza.
Tras la destrucción de la notable Red francesa de INTERALLIÉ, que tan buenos servicios prestó a los agentes del SOE en Francia, en 1940 dos oficiales franceses, el Capitán Marcel Chevance y el Capitán Henri Frency, crearon un grupo denominado VÉRITÉ que terminaría engendrando tanto la gran organización de la Resistencia, COMBAT, como el centro de la Armée Secréte.

Desgraciadamente, también, en los grupos de la Resistencia comenzaron pronto las disputas entre los personajes más destacados por asumir el liderazgo. La dirección de VÉRITÉ optó por negociar con sus rivales democristianos de LIBERTÉ para fundirse en la poderosísima organización COMBAT; los líderes del Habes Derniére Colonne luchaban por unificar la Resistencia; el Sindicato socialista, CGT, desarrolló el grupo LIBERATIÓN; la extrema izquierda creó el grupo FRANCS-TIREURS que se convertiría en la organización más poderosa cuando los comunistas tomaron el control. Las tensiones políticas y personales llevaron incluso a la delación entre los propios resistentes ante la Policía.

Los miembros del SOE, junto a la Resistencia, llevaron a cabo innumerables actos de sabotajes como la destrucción de los depósitos ferroviarios o las fábricas de armamento; la destrucción de las compuertas de los grandes canales, la voladura de los trenes que transportaban tropas o material; y el ataque a factorías como Michelín o Peugeot que abastecían al Ejército alemán3 para disgusto del Ministerio de Guerra británico que soñaba con destruirlas. Tras el fracaso de los bombardeos los agentes del Ministerio de la Guerra Económica volaron con explosivos plásticos <<el tercer blanco industrial más importante de Francia>>, la fábrica de Peugeot. Pero también, crearon, entrenaron y armaron al Ejército Francés del Interior (FFI), formado por más de seis mil hombres, que apoyó a las fuerzas aliadas durante el desembarco de Normandía.

La primera mujer del SOE que atravesó las líneas enemigas fue Ivonne Rudelatt, alias Jacqueline, que tomó parte en innumerables operaciones de sabotaje entre las que destacaron la voladura de las factorías Bronzavia de Blois, la destrucción de la central eléctrica de Chaingy o los reiterados sabotajes ferroviarios que provocaron unos doscientos militares alemanes muertos por el descarrilamiento de los trenes de tal constancia y eficacia que “en palabras del coronel Mersch de las SS, <<los terroristas de la resistencia en esta área eran los más peligrosos y difíciles de toda Francia”  (Cookridge, 1969: 171).

El SOE poco a poco fue mejorando también sus equipos de transmisiones que bajo el mando del Mayor Francis Alfred Suttill, alias Prosper, desarrolló la mejor y más vasta Red descentralizada que se extendió por toda Francia. Con semejante Red bien engrasada y la idea de la invasión aliada de Europa los miembros del SOE comenzaron la unificación de algunos de los grupos de la Resistencia; Movimientos Unidos de la Resistencia, para la importante misión que se les avecinaba. Pero entonces la RSHA4, que por entonces había tomado el control de la Abwehr, con sus fondos ilimitados para aumentar la traición y la delación de los hombres-V 5 6 franceses y sus despiadados interrogatorios terminó con la prosperidad de PROSPER desde la División alemana de Holanda.

El Ejército Secreto holandés ideado por los Jefes del Estado Mayor británico fue asignado al profesor George Louis Jambroes, el 26 de junio de 1942, que pertenecía a la Sección holandesa del SOE en Londres. Pero cuando llegó a su país junto a Joseph Bukkens, su operador de radio, fue rápidamente capturado por los alemanes sin que el Mando británico lo supiese. Seis meses más tarde cuando se le llamó a Londres para que explicase su inactividad la Inteligencia alemana envió un mensaje diciendo que al estar muy atareado enviaría a un hombre de confianza que se hizo pasar por el Capitán holandés Kilt, que también había sido capturado, así el Sargento Karl Boden se presentó con el SonderFührer Richard Christmann que se hizo pasar por el Jefe de la Resistencia belga. De esta forma conocieron los entresijos de PROSPER. Los informes de la Red y los interrogatorios a los miembros de PROSPER le facilitaron a los alemanes todos los detalles necesarios para comprender los planes de sabotaje, las lista de los lanzamientos en paracaídas realizados para abastecerlos de paquetes y agentes, los circuitos de distribución, los campos nocturnos de recogida, los almacenes…

El final de la Red PROSPER fue un duro revés para el Ejecutivo de Operaciones Especiales pero en 1943 los circuitos franceses comenzaron a resurgir junto a los más de cien agentes del SOE que escaparon a las redes alemanas. Pero el Coronel Buckmaster había tenido a bien, desde 1942, montar otra Red fuera de las estructuras de PROSPER. Esta Red en la sombra creó con toda tranquilidad circuitos, estaciones de radio, recepciones de armas y depósitos de material que armarían, llegado el desembarco, a las unidades del FFI.

En honor a la verdad la Resistencia y las Redes del SOE se vieron bien apoyadas desde junio de 1941, y no antes, por los comunistas. Por ejemplo, “Lille, que había surgido de uno de los primeros centros de la resistencia establecidos en Francia. Lille es una de las grandes ciudades industriales, con una gran tradición de sindicalismo militante y una fuerte influencia comunista. Las organizaciones de la resistencia estaban controladas por los líderes del ala izquierda. Al atacar Hitler la Unión Soviética en junio de 1941 estos hombres declararon la guerra santa contra los alemanes” (Cookridge, 1969: 224). Con ello los obreros, los miembros, mayoritariamente, polacos de Lille y los conductores de vehículos pesados, en su mayoría, comunista hicieron más fácil el trabajo a los hombres del SOE. Aumentó la distribución de paquetes, los sabotajes industriales, la destrucción de los depósitos ferroviarios…, que las incursiones aliadas no acertaban a destruir, para sorpresa y alegría del Alto Mando Aliado.

Pero los alemanes volvieron a capturar una estación, la de Madeleine en París, y a dejar hacer a Londres para comprender la nueva Red lo que terminó provocando otro durísimo golpe contra el SOE.

A principios de 1944 los hombres-V colaboracionistas, las estaciones capturadas y algún agente doble permitió que la inmensa mayoría de la Red fuese desarticulada cuando la Abwehr detuvo a más de 150 miembros del grupo gaullista MITHRIDATE que afortunadamente no estaba ligada al SOE.
Pero a pesar de toda la serie de golpes y contragolpes cuando llegó el desembarco de Normandía y las Divisiones alemanas acudían a reforzar sus líneas las FFI y las unidades del SAS británico lanzados en paracaídas atacaron las líneas alemanas capturando vehículos, armas, municiones…
A pesar del magnífico sacrificio que el Ejecutivo de Operaciones Especiales desarrolló para la liberación de Francia siempre tuvo un durísimo enemigo que intentó desactivarlo en todo momento. El General De Gaulle aspiraba a dirigir la Resistencia y el Ejército Clandestino.

Con el desembarco aliado y la llegada sobre el terreno de los americanos comenzó una nueva y creciente etapa para las operaciones del SOE. Así a mediados de 1944 Churchill ordenó tanto la creación de dos escuadrillas aéreas especiales para las  misiones del SOE, que causó un gran malestar en la cúpula de la RAF que estaba deseosa de concentrarse sólo en el bombardeo de los blancos industriales germanos, como el armar a los resistentes franceses en vista de la invasión de Francia.

Pero la línea de Churchill se vio nuevamente confirmada cuando en la segunda mitad de 1944 los americanos, el Coronel Joseph P. Haskell al mando de Operaciones Especiales, criticaron el poco apoyo que su país le estaba dando a Gran Bretaña; punto de vista, que rápidamente aplaudió el General Donovan,  Jefe de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), precursora de la CIA, poniéndolo por escrito en un informe que entregaría al Presidente Roosevelt y permitiría la cesión de veinticinco aviones B-17 y B-24 americanos al SOE que aumentó considerablemente las entregas realizadas el primer semestre de 1944 a los franceses:
  “Ametralladoras ligeras Sten  45.354
  Pistolas                                      17.576
  Rifles                                          10.251
  Ametralladoras Bren                 1.832
  Bazookas                                       300
  Armas antitanques                        185
  Morteros                                          143

El día D, estos suministros, más anteriores entregas, significaban que más de 20.000 hombres estaban ampliamente armados y unos 50.000 lo estaban en cierto grado… las cifras para el último trimestre de 1943 y los dos primeros trimestres de 1944 hablan por sí solas:
1943, cuarto trimestre 101 salidas. 1944, primer trimestre 557 (más 52 de la U.S.A.A.F.) TOTAL 609 SALIDAS. 1944, segundo trimestre 1.197 (más de la U.S.A.A.F.) total 1.718 salidas” (Cookridge, 1969: 259).

Todos estos esfuerzos y todas las críticas hacia el Ejecutivo de Operaciones Especiales tuvieron la mejor de las respuestas en la impresionante ola de sabotajes sobre todos los objetivos estratégicos vitales que pudieran necesitar los alemanes para realizar una contraofensiva contra el desembarco aliado en Francia: el sistema ferroviario galo, las carreteras, los canales, puentes, comunicaciones telegráficas y telefónicas... A modo de ejemplo Cookridge dijo que “durante los meses comprendidos entre junio de 1943 y mayo de 1944… 1.822 locomotoras fueron destruidas o seriamente dañadas; 200 vagones de viajeros destrozados y 1.500 dañados; 2.500 vagones de mercancías fueron destruidos y 8.000 dañados… y hubo 132 descarrilamientos de trenes con serias pérdidas entre las tropas alemanas” (Cookridge, 1969: 260).

Pero cuando en 1941 aumentó el flujo de explosivos que llegaban a la Resistencia estos se tradujeron en las destrucción de 808 locomotoras. Compárese el número con las 378 locomotoras que dañaron los bombardeos tan admirados por el Alto Mando Aéreo británico. Este ejemplo es trasladable a la efectividad del SOE en la destrucción de las plantas industriales, de las centrales eléctricas, los postes de altea tensión, los transformadores, las estaciones de radio… más vitales para el esfuerzo bélico alemán, cuando no, se jugaron la vida para señalarles los blancos designados a los bombarderos aliados.

El SOE y la OSS, que actuaban conjuntamente desde el otoño de 1942, fueron una Unidad de Fuerzas Especiales muy importante para el SHAEF que junto a los maquis franceses, realizaron un  trabajo tan  impresionante que tras la guerra se utilizarían para otras misiones. Pero mientras tanto, el SOE creó sus propios campos de entrenamiento en Francia donde, cuando se acercaba el día D, el Coronel Buckmaster pensó en la creación de un grupo que atacase los depósitos de repostaje de los temibles submarinos alemanes en la costa francesa.

En 1943 millares de socialistas y obreros de Limoges habían convertido las montañas en un fortín para las Unidades FTP creadas por los comunistas así como grupos del MUR que estaban creando la Armée Secrete. El SOE pronto fue contactado por el Coronel Royer, un jefe del MUR, para que les enviasen armamento. Cabe destacar que “muchos grupos locales eran dirigidos con destreza y coraje por los sindicalistas. Sin embargo, el más notable de los líderes maquis fue André Malraux, el famoso poeta y novelista, que había luchado en la guerra civil española y desde 1959 ha sido ministro de cultura y arte de De Gaulle” (Cookridge, 1969: 275).

Uno de los mejores ejemplos de sabotaje del SOE en Francia fue el ataque a las tres plantas de Usines Ratier, entonces uno de los mayores fabricantes mundiales de hélices para aviones. En Marsella la SFIO socialista bajo las órdenes de Félix Govin y Gartón Deferre tomó las riendas de la Resistencia con unos dos mil hombres.

André Malraux (Coronel Berger) junto al Coronel Collignon y otros Comandantes de la FFI atacaron, detuvieron y desviaron a la División Das Reich de las SS, que venían a reforzar las líneas contra el desembarco aliado, tras combatirla en el puente de Bretenoux durante cuatro horas y que provocó que la División llegase al frente con un retardo de diez días. Tan asombrosa acción corrió rápidamente como la pólvora incendiando a las FFI de la cercana Tulle que liberaron la ciudad apresando a más de quinientos hombres y mujeres.  Pero el 24 de julio una Unidad de las SS tendió una emboscada al coche que transportaba a George Hiller, André Malraux y el Coronel Collignon donde detuvieron a Malraux.

El circuito del SOE denominado WHEELWRIGHT, abarcaba desde los Pirineos hasta la Guyenne, voló la fábrica de explosivos de Empañot, en la isla del Garonne, que los diversos bombardeos de la RAF no habían podido eliminar; organizó la fuga de los agentes del SOE detenidos en el presidio de Eysse; mientras por las  rutas que establecieron hacia España sacaron efectivamente a las personas que necesitaban huir. Con este bagaje y los 1.200 paquetes que la RAF les envió por paracaídas en un centenar de lanzamientos, marcados desde tierra, no es de extrañar que tras el desembarco aliado decenas de depósitos de combustibles, vitales para las unidades blindadas alemanas, saltaron por los aires evitando que los alemanes pudieran reforzar sus defensas; hostigaron sin cesar a la segunda División blindada que venía por Toulouse; y finalmente, con el respaldo de mil guerrilleros tomaron Toulouse. Pero tan épicos episodios fueron oscurecidos por la cantinela habitual: “La ironía de su lucha tragicómica por el poder estribaba en que políticamente todas pertenecían a organizaciones del ala izquierda. Dentro de la ciudad estaba el Coronel Ravenel, al mando de las unidades FTP comunistas. Su posición le fue disputada por otro líder del ala izquierda, Jean Cassou, a quien el General De Gaulle en Argel había nombrado Commissaire de la Repúblique para Toulouse. Además, había otros pseudo-líderes que discutieron… Un maestro de escuela de Toulouse, Pierre Bertaux, se proclamó a sí mismo comisario. Con un puñado de hombres armados ocupó la prefactura y tomó el mando de ochocientos gendarmes, que no estaban seguros de a quién debían obedecer. Entonces los comunistas de Ravenel amenazaron con tomar por asalto la prefectura… No había en la ciudad gas, ni electricidad, ni agua, ni tampoco pan ni comestibles, porque los tenderos habían cerrado sus tiendas y huido. Pero los distintos líderes todavía discutían, tratando de detenerse o expulsarse unos a otros” (Cookridge, 1969: 290).

Todo el trabajo de entrenamiento, abastecimiento… había resultado sobresaliente.

El Alto Mando Aliado para la invasión de Francia tuvo muy en cuenta para sus planes una Red denominada STATIONER radicada en Auvergne que controlaba todas las vías de comunicación vitales de Norte a sur.

Hasta abril de 1944 no se celebró el encuentro cerca de Paulhaguet para la creación de un Gran Consejo de la Resistencia “(en la que Coulandon e Ingrand [Rouvres] representaban a COMBAT; Roger Vallon al FTP; Raymond Perrier a LIBERATION; Aufouvre [Carlos] y Eldin [Charles] a las organizaciones comunistas, socialistas y sindicalistas),… se acordó concentrar las unidades maquis… El plan preveía una concentración de 15 a 20.000 hombres, muchos ya armados con equipo suministrado por los ingleses” (Cookridge, 1969: 295).
Durante el desembarco la Red STATIONER, con un mando militar que contaba con 3.500 hombres, sabotearon las líneas ferroviarias, abatieron alrededor de un millar de alemanes y causaron la rendición de otros veinte mil.

Tras el desembarco el 11 de julio el Coronel Thomas al mando de tres mil hombres del FFI se enfrentaron a un contingente alemán de unos nueve mil hombres en la batalla de Clavières durante veinticuatro horas, que terminó con la retirada de unas FFI con pocas bajas para el castigo tan contundente que recibieron los alemanes. Pero, aprendiendo la lección, los alemanes reforzaron la zona antes de las batallas que estallaron en la zona de Auvergne durante veintiún días, donde la Resistencia aprovechó su combate irregular para mantener el control de la zona moviéndose en buen orden. En medio de la contienda descendieron en paracaídas varios equipos Jedburg7 del SOE y la OSS para ayudar al mando guerrillero en las emboscadas a los convoyes alemanes hacía Normandía; el sabotaje contra carreteras y ferrocarriles, la voladura de los postes de alta tensión, la destrucción de la planta de gasolina sintética radicaba en St. Hilaire, la demolición de los puentes de Cosne d´Allier y la rendición de varios batallones alemanes en la zona de Avergne.

El trabajo de todos estos hombres fue reconocido públicamente en “un comunicado del SHAEF publicado después del día D, recalcaba la importancia de este trabajo: <<Las acciones de los grupos de la resistencia en el Sur dieron como resultado largas demoras en el movimiento de los refuerzos alemanes hacía Normandía; el enemigo se había encontrado con un nuevo campo de batalla detrás de sus líneas” (Cookridge, 1969: 306).

Desgraciadamente no todo el monte es orégano y la Resistencia, por impaciencia, entró en el Valle de Ubaye donde fueron masacrados… Posteriormente los alemanes se lanzaron contra el macizo de Vercors donde abatieron, hirieron o capturaron a miles de guerrilleros.

Aun así la Red del SOE pudo llevar a cabo contra el arsenal alemán de Michenon el sabotaje más espectacular de la guerra en suelo galo. Dicho arsenal a salvo de los bombardeos aliados gracias a sus defensas y a su instalación en un denso bosque en la zona pantanosa del río Sauldre estaba destinado a suministrar el material necesario para la defensa del Muro Atlántico. Tal objetivo era clave para el buen rumbo del desembarco aliado por lo cual el domingo 7 de mayo de 1944 los hombres del SOE minaron las carreteras y se prestaron a preparar una emboscada que, tras las oleadas con las que los bombarderos aliados atacaron el arsenal, provocó una masacre, combinada, cuando las tropas de las SS salían del recinto para ponerse a resguardo matando e hiriendo a doscientos soldados y destruyendo tan importantes instalaciones. El grupo de St. Paul no contento con este brillante golpe de mano, gracias a la llegada del experto dinamitero llamado Maurice Lostrie (Alex), remató la acción volando trece puentes, volando la presa del Loire, destruyendo los canales por los que los alemanes transportaban sus envíos de cereales, destrozando veinte locomotoras, volando treinta y cuatro máquinas diesel… que llevó al SHAEF a felicitar al amigo Alex.

En este contexto los hombres de St. Paul se unieron al importante grupo de guerrilleros ubicados en Sovesmes, cuya colaboración permitió que el 17 de junio le plantasen batalla a un  contingente alemán de setecientos soldados, entre Monetroel y Souesmes, que dispersó la columna alemana.

Cuando la liberación de Francia llegaba a su final, entre agosto y septiembre de 1944, “en el suroeste, el Corps Frans, organizado y armado por el Mayor Roger Landos y sus camaradas del SOE, había destrozado a las divisiones en movimiento hacía Normandía, y con sus unidades del FFI liberó cinco departamentos sin ayuda de los Ejércitos aliados” (Cookridge, 1969: 313).

Mientras tanto en las montañas de Saboya el Coronel Heslop dirigió a dos mil hombres para, junto a las unidades FFI saboyanas, atacar a dos Divisiones que los alemanes mandaban hacia Alsacia. Con las baterías de artillería capturadas, la artillería de campaña lanzada en paracaídas a los guerrilleros, los morteros, bazookas y ametralladoras que el SOE y el OSS le entregaron al FFI, los mandos del SOE sobre el terreno, noventa equipos Jedburgh llegados después del día D y varias unidades del SAS (Servicio Aéreo Especial) lanzadas en paracaídas comenzaron una batalla que significó una marcha triunfal liberando pueblo tras pueblo mientras cogían innumerables contingentes alemanes.

Los hombres y mujeres del SOE hicieron tal labor que el propio General Eisenhower dijo: “considero que la ruptura de las comunicaciones ferroviarias del enemigo, el hostigamiento de los movimientos alemanes por carretera, la continua tensión impuesta al esfuerzo económico alemán y a los servicios de seguridad alemanes por las fuerzas organizadas de la resistencia en toda la Europa ocupada, desempeñaron un papel muy considerable en nuestra victoria… el sabotaje produjo efectos superiores a los logrados por el esfuerzo aéreo aliado, retrasando los movimientos de todas las divisiones alemanes del mediterráneo en camino a Normandía, y forzando extensos desvíos enemigos, con la consecuencia de llegar, los que llegaron, demasiado tarde y no aptos para la batalla, o en un estado de extrema desorganización y agotamiento” (Cookridge, 1969: 315).

Tal importancia también se la concedieron los alemanes, para su desgracia, a todos los hombres del SOE que pudieron capturar. Dieciséis miembros del SOE y el BCRA fueron ahorcados en el campo de Buchenwald el 9 de septiembre de 1944 como represalia por el bombardeo de la factoría de Gustlofl; pero también murieron muchos de ellos en Dachau o Manthaussen; de la Sección F del SOE se capturaron 130 hombres, de 480 agentes, sólo sobrevivieron 26; amén de los 24.000 hombres y mujeres de la Resistencia ejecutados en Francia por los alemanes y unos 75.000 más que murieron en los campos de concentración, sin contar los 30.000 guerrilleros muertos en combate.

Llegados a este punto no podemos olvidar que, a pesar de la tragedia holandesa por la acción de la Contrainteligencia alemana8, los holandeses pudieron realizar una de las mayores hazañas que se conocen cuando unos meses antes del desembarco de Normandía. J. P. Posthuma y J. R. Schnilenge, ingenieros de la Central de Telefónica de la Haya, y W. E. Sanders, ex-oficial de Policía “establecieron una red telefónica  que cubriría todo el país. Usando el sistema telefónico automático existente, mantuvieron conexiones… líderes de la resistencia… mediante derivaciones hábilmente tomadas de las líneas telefónicas y telegráficas alemanas fueron capaces de captar las órdenes militares y conversaciones entre los comandantes alemanes… durante varios días… hasta que los alemanes lo descubrieron y cortaron todas las líneas entre las regiones sur y oeste… Aún así, los agentes secretos holandeses pudieron utilizar el sistema telefónico de la Compañía de Electricidad Provincial en el sur, desconocido para los alemanes” (Cookridge, 1969: 400).

Este sistema también serviría para las comunicaciones secretas que utilizó la inteligencia anglo-holandesa en la ofensiva final aliada en 1945. 9 10

Ni tampoco que, uno de los grandes campos de batalla estratégicos entre Alemania e Inglaterra fue la Península de Escandinavia. Los alemanes, con anterioridad a la invasión de Noruega el 9 de abril de 1940, habían infiltrado  centenares de agentes de Inteligencia en Noruega amén de contar con la Nasjonal Samlind, una quinta columna dirigida por Vidkun Quisling, y las tropas de asalto noruegas denominadas Hird. En Dinamarca los alemanes contaban con formaciones nazis como la de Clausen. Por su parte, los británicos crearon en Noruega puestos para su Inteligencia desde 1940 para estudiar las instalaciones de transportes y comunicaciones marítimas de Alesund, Bergen, Narvik, Stavanger o Trondheim tanto por la utilización de los alemanes como para su posible utilización para un desembarco aliado. Este puesto avanzado británico comenzó con la Sección R de la Inteligencia Militar que actuó como enlace con los Comandantes locales en los puertos señalados que más tarde serían el embrión de la Sección noruega del SOE diseminada por las 10.000 millas de costas, fiordos, estuarios y entradas de mar con las que cuenta la costa occidental de Noruega. Al clima y la orografía pronto se le sumó el peligro de las patrullas de vigilancia de los submarinos U y de la Luftwaffe que desbarató acciones de sabotaje como la Operación Cuchillo en abril de 1940 cuando el Teniente Coronel Brian Mayfield con un grupo, lleno de antiguos voluntarios de Finlandia, intentaron infiltrarse vía submarino en el Fiordo Sogne para volar el ferrocarril Bergen-Oslo en colaboración con los guerrilleros noruegos y tuvo que retirarse por el ataque de un submarino alemán. Este era el día a día de la Guerra secreta entre el Ejecutivo de Operaciones Especiales y las fuerzas alemanas por el control de la Península Escandinava.

De los centenares de noruegos que huyeron de la ocupación hacia Gran Bretaña hubo un gran número de voluntarios para entrar a formar parte del SOE. De hecho fue una de las primeras Secciones del SOE. En octubre de 1940 Sir Charles Hambro se reunió en Estocolmo  con políticos, militares y jefes de la Resistencia noruega y danesa, en una oficina de Munthe, que sería clave para las acciones del SOE en Escandinavia gracias a la vista gorda del Gobierno de Suecia; cuando no, prestaron su neutral ayuda a dichas actividades.

Como en todas las secciones formadas por los británicos el Milorg noruego no fue reconocido durante algún tiempo por su gobierno exiliado en Londres. Aunque la oficina de Munthe pasando por encima de la controversia informó y apoyó a los grupos de Resistencia que comenzaban a nacer en Noruega.
Los activistas noruegos se apuntaron su primer éxito cuando comunicaron al SOE, y estos a la Inteligencia Naval, la situación exacta de cuatro barcos de guerra alemanes en 1941, entre ellos estaba el Bismarck y el Prinz Eugen, que permitió a los británicos lanzar un reconocimiento aéreo que dio pie a la ya mítica caza y captura del Bismarck hasta su hundimiento el 27 de mayo de 1941 en la costa francesa.
Una de las peores pesadillas aliadas era la ocupación alemana de las instalaciones  noruegas que la Norsk Hydro Elektrisk había construido cerca de Vermork para producir óxido de deuterio. Es decir, el elemento principal para los experimentos sobre energía atómica. Tras la ocupación alemana las instalaciones de Vermork en la Montaña Árida, aumentaron su producción anual de agua pesada (óxido de deuterio) para el desarrollo de las bombas atómicas que los eminentes científicos alemanes estaban investigando. En 1941 los alemanes pasaron, de las 3.000 libras anuales de 1940, a producir 10.000 libras. Como es lógico, en el Ministerio de Guerra británico saltaron todas las alarmas. El SOE recibió la orden de formar especialmente a un grupo que en septiembre de 1942 estuvo preparado para atacar la  Montaña Árida.
Pero de repente, los británicos se enteraron que los alemanes se estaban preparando para enviar todo el stock de agua pesada a Berlín. Churchill convocó una reunión especial a la que asistió Lord Mountbatten, el Jefe de las Operaciones Combinadas. Debían destruirse esas instalaciones o la guerra podía perderse sin remedio. Se lanzó una treintena de hombres en planeadores sobre Noruega que tras grandes penurias establecieron su base en una cabaña abandonada en Sandvatn. Posteriormente se lanzó la Operación Hombres de refresco que quería llevar en planeadores a treinta y cuatro hombres más que terminó en un rotundo fracaso cuando los planeadores se estrellaron y los pocos supervivientes fueron capturados y eliminados por los alemanes.

Tras el fracaso el Mando británico lanzó un equipo de seis hombres del SOE para unirse a la avanzadilla. Así, tras muchos retrasos, el 23 de febrero comenzó la operación donde los hombres del SOE, penetrarían en las instalaciones de Vermork a través de un estrecho túnel para cableado y tubos que les permitió instalar las cargas explosivas.  

Tan sólo unos meses después los alemanes ya habían reparado todos los daños, lo cual propició que los Jefes del Estado Mayor británico ordenasen una serie de bombardeos aéreos que causaron muy pocos daños en la planta y la posibilidad de otro sabotaje fue anulada por el aumento de la seguridad, con la que los alemanes habían reforzado la planta. Sólo quedaba un punto débil en el transporte del agua pesada desde la planta a Berlín. El ferry que cruzaba el lago, pronto recibió la vista de un equipo del SOE-Milorg el 20 de febrero de 1944 que lo hizo volar junto con los 4.000 galones de agua pesada que transportaba. Hace pocos meses un equipo especializado empezó a reflotar los bidones de agua pesada que estaban en perfectas condiciones. Todas las operaciones del SOE contra las actividades e instalaciones de Vermork, demoraron los preparativos de los científicos alemanes para lanzar cohetes con cabezas atómicas contra Gran Bretaña.11

En 1942 Winston Churchill afirmaba, que las costas occidentales Noruegas eran el mejor lugar para una hipotética invasión aliada de Europa continental. Es más el 11 de diciembre de 1942, por la insistencia de Churchill, se redactó un documento sobre la estrategia general para tal fin y enumeraba las misiones que se le encomendarían al SOE: “a) Organizar grupos de resistencia y unidades del ejército secreto para ayudar a una invasión aliada; b) Proveer al directorio de Operaciones Combinadas de saboteadores y partidos de aterrizaje; y c) Conseguir información para el bombardeo aliado” (Cookridge, 1969: 425).

También es cierto que desde el principio los americanos prefirieron el desembarco aliado por Francia como terminó ocurriendo. Pero el viejo Churchill y sus chicos del Ejecutivo de Operaciones Especiales se empeñaron en demostrar, que podían ser una verdadera lanza clavada en el costado alemán: “(4 de marzo de 1941) la primera gran invasión, Operación Claymore, en las islas Lofoten. Acompañando a los comandos británicos iban cincuenta y dos miembros de la Compañía Linge del SOE… En Reiney Svolvär fueron hundidos 11 barcos alemanes y noruegos, totalizando 19.000 toneladas; las factorías de arenques y de aceite de hígado de bacalao fueron voladas y transportados como prisioneros 213 alemanes y 12 noruegos <<quisling>>, incluyendo al jefe de la policía de Svolvär… regresaron a Inglaterra con 314 voluntarios noruegos, muchos de los cuales se alistaron en la compañía del Capitán Linge” (Cookridge, 1969: 427). El éxito fue tal que el 15 de abril Molotov, Ministro soviético de Asuntos Exteriores, habló en Moscú con Sir Stafford Cripps para desarrollar una invasión conjunta de Noruega.

La Operación Claymore demostró, que las incursiones del SOE podían pasar del sabotaje industrial-militar a un nivel más importante. Este paso llegó en octubre de 1941, cuando el Mando de Operaciones Combinadas recayó sobre Lord Louis Mountbatten, que pronto comenzó a idear acciones para probar las defensas costeras alemanas y comprometer a las fuerzas enemigas. Con este objetivo el 26 de diciembre de 1941, la Marina Real Británica apareció cerca de las islas Lofoten que podía tanto cortar Noruega por la mitad como dejar Narvik en el lado aliado. Era la Operación Anklet que con tan sólo trescientos hombres desembarcados tomaron Reine y Moskenes eliminando la pequeña guarnición alemana. Pero cuando fueron a establecer una cabeza de playa, al sur de las Islas Lofoten, apareció la Luftwaffe sobre la Marina Real mientras las tropas alemanas avanzaban desde Narvik por lo que el Almirante Hamilton dio por terminada la prueba.

Lofoten fue objeto de otro golpe de mano en diciembre de 1942 junto al desembarco en las costas de Vägso y Malöy, Operación Tiro de Arco, de 576 soldados y 16 hombres del SOE dirigidos por Linge. El resultado global de estas operaciones conjuntas fue la destrucción de la gran factoría de aceite de Vägso y el hundimiento de más de 15.000 toneladas. Los alemanes volvieron a aplicar su particular receta contra las acciones del SOE: una represión brutal contra la población. Esta represión llegó a su máxima expresión cuando a finales de abril de 1942 los alemanes desbarataron una operación del SOE contra las instalaciones de la  Luftwaffe en Stavanger. Los hombres del SOE fueron masacrados en una granja y toda la población de Televäg, con 300 casas, fue quemada hasta los cimientos y 260 varones fueron recluidos en campos de concentración. A pesar de todos los horrores, los hombres del Milorg siguieron combatiendo y manteniendo viva la Resistencia a pesar del recelo que suscitaban en los Ministros de su propio Gobierno exiliado en Londres.

Por otro lado no podemos olvidar una peculiar forma de Resistencia que surgió en las aguas noruegas. En la nochebuena de 1940 un ferry secreto llamado Shetland Bus hizo su primer viaje de Escocia a Noruega. Su éxito provocó la puesta en funcionamiento de toda una flotilla de botes pesqueros, balleneros árticos, torpederos británicos y finalmente submarinos norteamericanos, que a pesar de las minas, los submarinos U y las patrullas alemanas, mantuvieron tanto las comunicaciones con Noruega como el transporte de personas, comandos del SOE, armas y municiones para la Resistencia y el Milorg.

A finales de 1942 el Milorg ya había desarrollado un modelo de once distritos militares que llegaría a cuarenta y uno en 1944, con 33.000 hombres armados y entrenados que hizo temer a los alemanes un levantamiento armado. El General Alfred Jodl, Jefe del Estado Mayor de la Wehrmacht, informaba que necesitaba cerca de 400.000 soldados para mantener Noruega mientras aumentaban las necesidades en el Frente del Este. Esta sujeción de tropas también ocurrió en Francia, a nivel exponencialmente mayor como es lógico, también por el temor a un levantamiento popular como habían estado preparando los británicos desde el origen de SOE.

A todo ello debemos sumarle “algunas hazañas notables, en 1942, fueron llevadas a cabo por miembros de… unidades de comando de Operaciones Combinadas. Los miembros del SOE… con diez comandos, volaron la central eléctrica de Glomfjord, que suministraba energía a una gran fábrica de aluminio; el total de la producción de esta fábrica había sido usado para la fabricación de aviones de la Luftwaffe… en septiembre de 1942… El 5 de octubre… consiguió  destruir una gran parte de las instalaciones de yacimientos de hierro en Fosdalen… suministraban hierro para las  factorías de armamento… redujo la producción” (Cookridge, 1969: 438).

En 1943 la Operación Cartón, con comandos y miembros del SOE, voló las instalaciones y unas 150.000 toneladas de hierro en una operación combinada en Stord y Lileboe. Los británicos también atacarían las minas de Sulitjelma, las fundiciones Arendal de Eydehavn, la factoría química de Lysaker, la factoría de sulfuro en Norsk y las vitales minas de pirita de Orkla. No es de extrañar que cuando llegó el momento los 45.000 hombres del Milorg hiciesen la hazaña, de ser el único país ocupado en Europa Occidental que se liberó de la ocupación alemana por sí sólo. Otro detalle más de la excepcionalidad de los vikingos noruegos fue, que la mayoría de los agentes del SOE que trabajaron en esas tierras eran originarios de Noruega.

En este contexto cabe recordar que cuando la orden dada por Churchill de “Incendiad Europa” mediante el sabotaje y la subversión llegó a oídos de un plantador de caucho en Malasia llamado Werner Michael Iversen, y al joven estudiante de medicina Carl Johan Bruhn, se presentó ante Sir Charles Hambro para presentarle un plan que crease una organización para Dinamarca, rápidamente aceptada, cuando el SOE todavía se estaba construyendo. La Sección danesa pronto pudo reunir datos sobre la situación de la flota alemana en el Báltico, las operaciones en el Mar del Norte de los submarinos U y la localización de las instalaciones militares alemanas en suelo danés gracias al periodista Ebbe Munck, líder del movimiento patriótico danés, exiliado en Suecia con el que había contactado Sir Hambro.

Dinamarca siendo tan pequeña, llana y fronteriza con Alemania era un País más difícil para el SOE que Francia y Noruega pero varios intentos tuvieron éxito. Por su parte los oficiales del Ejército danés ya habían montado un núcleo de resistencia denominado los Príncipes. Y el Partido Comunista de Dinamarca encabezó una serie de organizaciones clandestinas de resistencia y sabotaje bajo sus, Bopa, tropas de choque  que no tardaron en incendiar granjas y factorías aumentando notablemente el esfuerzo de guerra de los alemanes. Los pesqueros daneses, tal y como sus hermanos vikingos de Noruega, fueron la vía principal para todo tipo de contrabando que necesitaba la Resistencia para sus trabajos. Armas, explosivos, correos…

Desgraciadamente, Dinamarca pronto siguió el camino de Holanda cuando el Servicio de Contrainteligencia alemán, Abwehr, detectó y desarticuló el pequeño circuito del Ejecutivo de Operaciones Especiales. Pero cuando se acercaba el día D los Países Escandinavos, tan importantes estratégicamente, volvieron a la picota y en 1943 el mando de Bombarderos de la RAF comenzó sus primeros ataques aéreos contra las instalaciones alemanes en Dinamarca que, a pesar de las considerables bajas civiles, la población apoyaba dibujando centenares de signos con la V, de victoria; tras cada ataque aéreo. En 1942 se creó un nuevo circuito denominado MESA que bajo el mando de Elemming Muss se asoció con las tres grandes organizaciones de la Resistencia danesa, Ringen, Dansk Samling y los comunistas. En el verano de 1943 sería reforzado por los nuevos agentes del SOE lanzados en paracaídas.

Pronto la gran cantidad de armas y explosivos entregados a la Resistencia danesa, hizo temer al Consejo Danés radicado en Londres que pudiesen terminar fortaleciendo en exceso a los movimientos comunistas. “Pero Muss no dejaba que los comunistas dominaran el movimiento de la resistencia. En julio informaban a Hollingworth:<<He nombrado a Jalea de Mesa (Capitán Paul Hansen) jefe del sabotaje en Copenhague. Tiene bajo sus órdenes  varios grupos, pero no deseo que Jalea se vea mezclado con los comunistas que ya son atendidos por los suyos y por Naranja (profesor Eog). Mi objetivo es poner a todos los grupos de sabotaje bajo un solo mando>>.

La cuidadosa supervisión de Muss de los saboteadores comunistas fue inteligente. Los rusos, que tenían agentes en Dinamarca, estaban intentando obtener la mayor influencia posible. Inicialmente el sabotaje era realizado casi exclusivamente por los grupos comunistas Bopa” (Cookridge, 1969: 471).

Teniendo bien presente este contexto se comprende mejor que en 1943 surgiese la Holger Danske, una nueva organización no comunista de sabotaje, que fue instruida por el SOE e inflingiría durísimos daños a los intereses alemanes con 122 sabotajes en 1942 y 969 sabotajes en 1943.

3.  LOS PILARES DE LA GUERRA FRÍA SECRETA

De 1941 a 1952 existió una Red de espionaje en Suecia  dirigida por Fritjof Enbom, periodista y ex-oficial sueco, que seguía “los objetivos que le señaló el Directorio de Moscú…
1. Reclutar una fuerza de doscientos saboteadores capaces, en caso de guerra, de volar el arsenal  central y la estación de energía eléctrica de la fortaleza de Boden, interrumpir las comunicaciones ferroviarias, extender la confusión entre las tropas suecas y paisanos, radiando órdenes falsas con una estación clandestina de radio.
2. Organizar entre los comunistas y simpatizantes un <<grupo activista>> en el norte de Suecia para preparar la invasión del país por el Ejército rojo.
3. Obtener información detallada sobre los campos de yacimientos de mineral de hierro e instalaciones industriales.

Enbom delegó a Hugo Gjersföld el reclutamiento e instrucción de los saboteadores. Los planes comprendían el suministro a los quintacolumnistas de armas enviadas por Rusia para tomar ciertas fortificaciones fronterizas a lo largo de la ruta de invasión y ocultaron en unos árboles los informes sobre el movimiento de tropas” (Cookridge, 1955: 316).

En el momento de su detención la Policía encontró un aparato de radio entregado por la Embajada soviética, mapas  del Estado Mayor, fotografías militares, gráficos, un arsenal de armas cortas, dibujos detallados de las defensas fronterizas… a pesar de la tradicional política de neutralidad que tenía Suecia. Para disipar cualquier duda debemos apuntar que cuando la justicia sueca comenzó los juicios la Unión Soviética embarcó en el Boloostrof a veintidós miembros de su Consulado y de la Delegación comercial, y a cuatro miembros de la Embajada junto a sus familias rumbo a Leningrado. “Con los jefes soviéticos se fue Seth  Persson, un jefe del Partido Comunista sueco; Gustav Johansson, antiguo editor del Ny Dag, y un empelado sueco de la Agencia TASS” (Cookridge, 1955: 318).

También montaron una gran Red en los Países Bajos hasta que un novato holandés olvidó una serie de mensajes secretos, dentro de una cajetilla de tabaco, en un refugio de tranvías en la Haya.

En los años cincuenta Alemania Occidental seguía siendo un vivero para el espionaje soviético gracias a los cinco millones de comunistas, aproximadamente, que había en la Alemania Federal. La situación en Austria era muy similar; es más, la Checa poseía allí cinco Ramas de la Sección de terror en la ya mencionada Villa Imperial de Baden.

En Suiza, tradicionalmente neutral, que fue también un auténtico hervidero del espionaje mundial durante las dos grandes contiendas también tuvo un Avanpost en Lucerna que curiosamente utilizaba como tapadera una editorial de literatura cristiana donde se publicaba propaganda anticomunista. En este contexto también debemos recordar el revuelo que se provocó cuando “en mayo de 1952 fue anunciado por el Vaticano que el padre Alighieri Tondi, profesor de la academia gregoriana del Vaticano, había resultado ser un agente soviético <<deliberadamente plantado en la orden de los jesuitas>>” (Cookridge, 1955: 323).

Por su parte, Francia e Italia, que tenían dos poderosos Partidos Comunistas en sus Parlamentos nacionales tenían agentes de información infiltrados en el Gobierno, el Ejército, los sindicatos, la industria... Así no es de extrañarse que en 1952 el Gobierno francés y la OTAN comprobaran que todos los secretos, todos, para la defensa de Francia habían sido comprometidos por los agentes de la Checa. Semejante infiltración sólo pudo darse por que contaban “con un potencial de 800.000 comunistas efectivos y cinco millones en potencia en el Partido Comunista francés, los agentes soviéticos encuentran fácil el espionaje en Francia…

Un político francés habló de la <<catastrófica extensión del espionaje estimando que hay 200 redes soviéticas compuestas de más de 20.000 agentes… seguro es que los agentes de la Checa actualmente en Francia con la quinta columna comunista pueden ser difíciles de combatir en una guerra futura por intervenir tanto en la Administración como en el ejército” (Cookridge, 1955: 325).

Las filtraciones de los planes de Defensa de Francia y de la OTAN a la Unión Soviética salieron desde el Comité de la Defensa Nacional del Gobierno francés durante quince meses hasta la detención de la Red en 1954.
En España a pesar de la victoria del General Franco, el Servicio Secreto soviético mantuvo su actividad e incluso comenzó a incrementarla cuando se ratificaron los tratados con Estados Unidos. Así en 1953 se detuvieron a tres agentes  en Bilbao que venían de Berlín, Karlshorst, para sabotear los nuevos proyectos que estaba desarrollando el Doctor Messerschmit.  Y todavía más sorprendente fue cuando se descubrió que un  alto oficial, llamado Fernando Mondala, del Gobierno era un agente soviético.

A pesar de los reveses que sufrieron los soviéticos en Yugoslavia por Tito y en Grecia por los aliados occidentales la Unión Soviética redobló sus esfuerzos para aumentar su flujo de información. En especial sobre la situación estratégica de la OTAN y de Estados Unidos en Grecia como puso de manifiesto el descubrimiento y procesamiento, en 1952, de la Red ateniense que dirigía Nicolás Beloyannis con veintiocho agentes. Entre 1951 y 1953 se detuvieron en Grecia tres Redes de espionaje soviético.

Por otro lado, la Checa hizo un trabajo magistral en Oriente Medio combinando la explotación de los movimientos nacionalistas árabes para atacar a Occidente con las labores de infiltración de agentes de Inteligencia.

En Persia controlaron el Partido Tudeh, hasta su ilegalización en 1949; la Sociedad para la libertad del Irán; o la Liga contra compañías petrolíferas imperialistas. La Unión Soviética también armó y disciplinó a los kurdos comunistas bajo el mando del General Mustafá Barzani los cuales, junto a los 4 millones de kurdos en Turquía, Irak, Irán, Siria y el Cáucaso soviético, creyeron en la promesa de la soberanía del Kurdistán que Moscú les hizo. “Documentos encontrados sobre agentes soviéticos en el Oriente Medio en 1954 demuestran que los caminos de invasión dentro de Turquía y en los campos petrolíferos del Irak a través del territorio kurdo, han sido cuidadosamente tipografiados” (Cookridge, 1955: 329).

El Servicio Secreto soviético tampoco olvidó la infiltración tras la <<Cortina de Bambú>> en Asia. China, Indonesia, Filipinas o Japón. Precisamente en Japón la Unión Soviética levantó una poderosa quinta columna gracias a las poderosas uniones de trabajadores.

Pero la Unión Soviética encontró un verdadero filón para exportar la Revolución Mundial en Hispanoamérica donde Guatemala fue un claro ejemplo de sus tácticas: “en 1952, el Partido Comunista de José Manuel Fortuny era una pequeña organización compuesta en su mayoría de estudiantes e intelectuales. También existía el Partido Obrero, dirigido por Víctor Manuel Gutiérrez, miembro del Congreso de Guatemala y amo de la Federación obrera de 50.000 miembros. Gutiérrez fue invitado para ir a Moscú, recibido por Stalin… cuando regresó a Guatemala, los dos partidos se fusionaron. Guatemala tuvo un intenso movimiento comunista que pronto se convirtió en una  vigorosa fuerza política en el país, influyendo y con frecuencia dictando la política del Presidente del Gobierno, Jacobo Arbenz.
El Servicio Secreto soviético pudo efectuar sin estorbos sus misiones de espionaje importantes, dadas la proximidad al canal de Panamá, hasta que Arbenz y su Gobierno fueron derribados en el verano de 1954” (Cookridge, 1955: 333).
Esta táctica fue extendida a toda Hispanoamérica con resultados muy diferentes. La propaganda y las actividades de los comunistas aprovecharon el resentimiento hacia los yanquis para atarse a los intelectuales, los liberales y los nacionalistas. En este contexto, “la Cheka permanecería en los países detrás del <<telón de acero>> para salvaguardar el rígido control de Moscú y sus instrumentos son la extensión de una telaraña de agentes secretos soviéticos, que informan a Moscú de todo lo acontecido, vigilan la producción industrial, la <<educación>> política, la conducta de los jefes militares y todos los aspectos de la vida social en los países satélites, y lo realizaban tan meticulosamente como en los países del mundo libre” (Cookridge, 1955: 360). 
Moscú, sabedor de la oposición popular al comunismo en Polonia y Checoslovaquia, realizaba un espionaje continuado a sus propios satélites; así como, variaban los jefes comunistas locales periódicamente para reducir al mínimo el peligro de una herejía nacional. Y en los mejores casos, porque la Checa tampoco tenía problemas en renovar esas élites políticas comunistas mediante <<purgas>>.
Esta situación de control sobre los demás Estados comunistas también se desarrollaba con la China Popular, especialmente en Sinkiang y Manchuria, que más tarde sería uno de los motivos de la ruptura entre China y Moscú. Pero hasta entonces la División Extranjera y la División para los países aliados, del Primer Directorio, dirigían y vigilaban la Sección China del Servicio Secreto soviético. La Inteligencia soviética desde su Avanposts en Cantón y sus hombres en Yunnah extendieron sus Redes en Indochina, Siam, Vietnam, Camboya, Laos y Malasia.

Otro notable éxito histórico que ejemplifica la profundidad en el espacio y en el tiempo  de las Redes soviéticas fue la Orquesta Roja que hasta su detención por la Gestapo, estuvo dos años informando al Servicio Secreto soviético desde el  mismo corazón del III Reich. Pero debemos recordar que la Orquesta Roja de Wollweber se creó antes de la guerra y que también se dedicó a acciones de sabotaje contra el esfuerzo de guerra alemán. Wollweber tras un viaje a Moscú fue entrenado por la Checa y enviado de nuevo a su país para crear un sistema de estafetas internacional para la Komintern bajo la tapadera de ser el secretario de la Unión Internacional de Marineros. Es más, sus conocimientos sobre asuntos marítimos había quedado claramente demostrada en los sabotajes que perpetró: “acreditándose con la destrucción de veintiún barcos alemanes, italianos y españoles de Franco, que llevaban armas y víveres para las fuerzas del generalísimo español”. (Cookridge, 1955: 376). 
Además, los actos de sabotajes de Wollweber llegaron a ser tan importantes que cuando las autoridades suecas lo detuvieron Moscú protestó de tal manera que el señor secretario fue puesto rápidamente en libertad para seguir con su negociado marinero y musical. Como es lógico aquella protesta fue llevada con la habitual cortesía soviética para las relaciones internacionales con los países no comunistas: Volaron tres destructores suecos en el puerto de Estocolmo. Pero para desgracia de las autoridades suecas cuando Wollweber volvió a ponerse manos a la obra gran parte de la flota mercante sueca se fue a pique; sus expertos en explosivos volaron los trenes de mercancías que llevaban armamento y munición a Alemania; y comenzó a planear el sabotaje a los transportes italianos que navegaban por el Mediterráneo y el Adriático.
Cabe destacar que en los asuntos de sabotaje Wollweber trabajaba con un Capitán llamado Walter Ulbricht, futuro Presidente de la Alemania Comunista.
Tras la guerra Walter Ulbricht y Wollweber, como Secretario de Estado para Transportes y Navegación, siguieron trabajando contra la Alemania Occidental y la Comunidad de Defensa Occidental o negociando con los industriales del Ruhr que les facilitaron materiales estratégicos para el Bloque soviético por un monto de 74 millones de dólares en 1951. Por otro lado, las habilidades de Wollweber le consiguieron a la Unión Soviética exportaciones de acero e hierro  por un valor de 2.500.000 dólares también en 1951. Es más, con esos documentos falsos, con esos sobornos aduaneros, con esas rutas falsas… Wollweber hizo llegar desde la Alemania Occidental fábricas completas de electricidad y de fundición o miles de toneladas de equipamiento para fabricar armamento.
Pero el hilo también se deslizaba en el bando occidental. En la Guerra Fría se hizo efectiva una línea fronteriza en Europa que Winston Churchill llamó telón de acero –desde el Báltico al Trieste y el Mar Adriático- fue una línea de expectativas para el gran combate que se avecinaba. El Oeste de Europa creó la OTAN para contener esa posibilidad. Los soviéticos por su parte en la década de 1950 construyeron un bloque con un enorme número de tropas, tanques, equipamientos y planes que seguían los analistas militares. La situación se convirtió en un enfrentamiento entre calidad y cantidad, flexibilidad y rigidez táctica por el dominio de toda Europa. En la Guerra Fría se planificó cualquier posibilidad para contener las posibles operaciones de la Unión Soviética para ocupar el oeste de Europa en los inicios de la segunda postguerra mundial, cuando en la mayoría de los países de Europa los movimientos de la Resistencia contra la ocupación nazi eran fuertes y respetados y podría convertirse en la avanzadilla de los planes soviéticos. En  este contexto fue donde la CIA y el MI6 crearon las stay-behind networks, Redes para operar tras las líneas enemigas, como uno de los mayores organismos para la seguridad de los países de la Europa Occidental cuya función sería el espionaje, el sabotaje y la subversión en caso de ocupación soviética para lo cual la CIA suministró el equipamiento necesario para sus Redes. Durante la Guerra Fría la existencia de estos grupos era algo conocido aunque oficialmente no fue hasta la caída del Bloque comunista cuando el Gobierno italiano, en el verano de 1990, hizo pública la existencia de la Red. En su territorio. Entonces comenzó a comprenderse que la creación de estas fuerzas originalmente fue un modo de preservar la paz en los distintos procesos políticos, que tras la guerra, se daban en los países europeos. Pero también, en ocasiones, para tal fin ejercitaron la violencia y el terrorismo para preservar las capacidades occidentales durante la Guerra Fría.

Las revelaciones sobre la Red Gladio afloraron ante las investigaciones de los Parlamentos europeos que comenzaron a destapar las evidencias, en muchos países, de la existencia de Redes cuyos actos antidemocráticos podían llegar a ser realmente peligrosos. En realidad los Ejércitos Secretos existieron en todos los países de la OTAN durante la Guerra Fría e incluso hay indicios de su instalación en Austria, Canadá, Islandia, Suecia y Suiza.

4. LA ESTRATEGIA DE LA OTAN                   

En la década de 1970 en Italia apareció todo un rosario de grupos terroristas como las Brigadas Rojas, la Formazioni Comunisti Combattenti, la Unione Comunisti Combattenti, la Prima Linea, la Avanguardia Operaria, Nuclei Armati Proletari, la Lotta Continua, el Potere Operario … Teniendo en cuenta esta irrupción de grupúsculos terroristas se comprende mejor que Italia entre 1970 y 1981 no tuvo un solo año sin atentados, mutilaciones, secuestros o asesinatos que acabaron con la vida de 300 civiles, 65 policías, 9 jueces y 3 políticos. El 16 de marzo de 1978 las Brigadas Rojas secuestraron al Presidente de la Democracia Cristiana, Aldo Moro, durante dos meses en los cuales Giulio  Andreotti no transigió a las presiones de los terroristas y estos cometieron el magnicidio.
En este contexto Occidente reaccionó desnudando su espada. La explosión de un coche bomba cerca de Villa Peteano, Italia, que mató el 31 de mayo de 1972 a 3 carabineros e hirió a un cuarto fue reivindicada por las Brigadas Rojas en una llamada telefónica; e inmediatamente la policía realizó una serie de redadas que culminaron con la detención de 200 comunistas. Pero doce años después, 1984, el juez Felice Casson descubrió que el atentado de Villa Peteano se realizó en el contexto del combate contra la fuerte influencia comunista en Italia. En realidad había sido un grupo de extrema derecha llamado Ordine Nuovo e incluso, el juez, descubrió que el explosivo C-4, habitual en la OTAN, había sido colocado por un experto llamado Vincenzo Vinciguerra. El 24 de febrero de 1972 los carabineros descubrieron un zulo de armas y explosivos cerca de Trieste pero creyeron, que el explosivo C-4 idéntico al del atentado de Peteano, era el arsenal de alguna red criminal. Sólo gracias a la investigación del juez Felice Casson se asociaría este arsenal con el Ejército Secreto vinculado a la OTAN que en Italia se denominaba con el nombre en clave de Gladio12. La investigación judicial llevó al juez a comprender que los Servicios Secretos y el Gobierno italiano estaban inmersos en una estrategia que utilizaba incluso grupos de extrema derecha. El juez identificó a Vincenzo Vinciguerra como el hombre que puso la bomba de Peteano; extremo que él mismo confirmó, años después, cuando fue arrestado. Esta estrategia se desarrolló en un periodo donde se sucedían las masivas manifestaciones estudiantiles contra la Guerra de Vietnam; donde el enfrentamiento ideológico de la Guerra Fría se intensificaba dentro de las sociedades occidentales; donde la mayoría de los fuertes movimientos sociales de izquierda luchaban pacíficamente por extender la desobediencia civil; donde el Partido Comunista italiano había sido deliberadamente apartado del Gobierno de la nación y donde existían grupos terroristas de extrema izquierda como las Brigadas Rojas en Italia, la Rote Armmee Fraktion en Alemania, el IRA en Gran Bretaña, la ETA o el GRAPO en España… que no dudaban en utilizar el terror contra la sociedad en general o contra objetivos concretos del aparato estatal para desestabilizar sus países en plena Guerra Fría. En este contexto fue donde surgió el terrorismo de las Redes secretas de Gladio en 1969 cuando hicieron estallar las bombas que mataron a dieciséis personas en las plazas de Roma y Milán poco después de la navidad. La razón real de estos atentados era parte de la estrategia de terror para culpar a los comunistas, en Italia, y comenzar las investigaciones y los arrestos.
La comisión de investigación que el Parlamento italiano abrió para investigar las acciones de Gladio les inculpó en los atentados de Piazza Fontana en 1969; de Peteano en 1972; en el atentado contra la manifestación antifascista de Brescia en 1974; en el atentado contra el tren de Roma a Munich de 1974 y en la masacre de la estación de tren de Bolonia, donde hubo 85 muertos y 200 heridos, en 1980.
Entre 1970 y 1980 el Parlamento italiano realmente era controlado por las fuerzas de izquierda lo cual había encendido las alarmas que provocaron el inicio de unos atentados en los que nunca se podían identificar a los terroristas y que la rumorología general, el sentido común si lo prefieren, señalaba a la Guerra Secreta que la CIA sostenía con las fuerzas comunistas.
Con el código de Estrategia de Tensión se conformó la intencionalidad de los atentados: sembrar de tensión a toda la sociedad. Los gladiadores con el apoyo de la OTAN realizaban los atentados que después se atribuían a las fuerzas de izquierda para evitar que Italia pudiera caer en la zona de influencia comunista.
Por tanto queda claro que existía una fuerza secreta, formada por civiles y militares, paralela a las Fuerzas Armadas italianas cuya finalidad era, originalmente, crear un núcleo de resistencia contra una posible agresión soviética gracias a las Redes de comunicaciones, armamento y entrenamiento que les proporcionó la OTAN ante la amenaza soviética. El Ejército Secreto fue descubierto en 1990 por las revelaciones de uno de aquellos gladiadores.
En honor a la verdad ya en 1974 el juez italiano Giovanni Tamburino había ordenado el arresto del General Vito Miceli, Jefe del Servicio de Inteligencia militar, durante una investigación a un grupo terrorista de extrema derecha pero no fue hasta la investigación del juez Casson cuando el mismísimo Primer Ministro, Andreotti, hizo pública ante el Parlamento la existencia de Gladio en 1990. Como es lógico las declaraciones de Andreotti ante el Parlamento también pusieron al descubierto que la Democracia Cristiana italiana funcionó como el baluarte contra la marea roja que inundó Italia durante toda la Guerra Fría y que en parte terminó colapsando la débil estructura de la  Primera República (1945-1993) cuando el peligro soviético se derrumbó. Quedó claro que el SIFAR y la CIA crearon Gladio como una organización para la creación de Redes clandestinas tras una, hipotética, ocupación soviética que incluyó la colaboración de las organizaciones de extrema derecha italianas Ordine Nuovo y Avanguardia Nazionale, como parte de la estrategia contra el comunismo, dirigida por las propias instituciones del Estado y con el apadrinamiento de la Alianza Atlántica. En su caída “Il Divino” Andreotti desveló también que las Redes clandestinas de la OTAN abarcaban países como Grecia, Bélgica, Alemania, Dinamarca o Francia gracias al  Servicio de Inteligencia americano.
Cuando el asunto sobre la Red Gladio saltó a la luz pública con las revelaciones del Presidente Andreotti, el 3 de agosto de 1990, ésta ya estaba a la sombra del gran suceso internacional que había provocado el dictador iraquí Saddam Hussein al invadir Kuwait, el 2 de agosto de 1990; amén como es lógico del escándalo que podía provocar sobre la “imagen” de las democracias occidentales justo cuando se estaba preparando la delicadísima coalición para la Guerra del Golfo; la primera gran operación militar desde el final de la II Guerra Mundial. La contingencia internacional propició que el escándalo que hubiese supuesto las primeras planas editoriales de la prensa sobre el papel de Gladio pasase a un segundo plano a pesar de que el asunto pronto fue confirmado por el ex-Presidente socialista Andreas Papandreu en Grecia y de ahí se pasó a la relación de su Red en el Golpe de estado militar ocurrido en 1967. De aquí se pasó el 5 de noviembre a las acusaciones en el Parlamento alemán sobre la existencia de la Red también en suelo germánico donde el canal de televisión RTL hizo público la presencia de algunos miembros de las SS en su Ejército Secreto. El 7 de noviembre fue el Ministro de Defensa belga Guy Coeme, del partido socialista, quien confesó la existencia de la Red en su país y dejó caer la responsabilidad de esta en el atentado de 1980 en un supermercado de Brabant. Pero lo más importante fue que el Parlamento belga descubrió e hizo público que el Ejército Secreto de la Alianza Atlántica estaba en perfecto estado de revista en gran parte de Europa. Es más, desvelaron un encuentro que tuvo lugar en Bruselas de la ACC -Comité Aliado Clandestino- entre los días 23 y 24 de octubre de 1990. El Presidente socialista Francois Mitterand tuvo que afirmar el 9 de noviembre que hacía ya tiempo que Francia había clausurado la trama; pero Andreotti le respondió, ante la luz pública, que Francia había estado en la reunión directiva de la ACC que se había celebrado en Bélgica. En Gran Bretaña, con su estilo habitual, el Gobierno zanjó la cuestión afirmando que no hablaría de los asuntos que afectaban la seguridad nacional. Y como es lógico, en el momento justo que se estaba organizando la Operación Tormenta del Desierto el Parlamento británico dejó pasar el escándalo. En Holanda, mediante una carta al Parlamento, el Primer Ministro Ruud Lubbers confirmó la existencia de la Red en su país, el 13 de noviembre, y se reunió la comisión parlamentaria de Seguridad e Inteligencia a puerta cerrada, por supuesto. El 14 de noviembre de 1990 le tocó el turno a Jacques Santer, Primer Ministro, confirmar al Parlamento de Luxemburgo la existencia del Ejército Secreto; el Parlamento declinó la formación de una comisión de investigación. En Portugal fue Radio Lisboa quien hizo estallar el asunto de la Red con las actividades de la dictadura de Salazar en la década de 1950; el Gobierno portugués, el 16 de noviembre de 1990, se apresuró a declarar que no conocían ninguna estructura o actividad relacionada con la Red Gladio en Portugal. En España también se relacionó la existencia de la Red al periodo de la dictadura de Franco. En Dinamarca sería Knud Enggaard, Ministro de Defensa, quien en el Parlamento a puerta cerrada afirmó, el 21 de noviembre, que el Ejército Secreto había sido creado en su país por la OTAN con el apoyo de la CIA. En Noruega la presión de la prensa llevó a Rolf Hansen, Ministro de Defensa, a confirmar su existencia ante el Parlamento. El 3 de diciembre el asunto llegó a Turquía cuando el General de la Fuerzas Especiales Kemal Yilmaz declaró ante la prensa que el Ejército Secreto de la Alianza, en Turquía, estaba directamente integrado por el Departamento Especial de Guerra. En Turquía el Ejército Secreto, denominado Contra-Guerrilla, también tomó parte en las acciones comunes contra la guerrilla Kurda, de ideología comunista. El 22 de noviembre de 1990 fue el Parlamento europeo quien enumeró los países de la Unión que estaban integrados en la Red de la OTAN.
El parlamentario francés De Donnea mostró otro punto de vista cuando dijo que la Red era algo legítimo en los momentos posteriores a la II Guerra Mundial tanto ante una eventual ocupación de las fuerzas comunistas como para asegurar la creación de las  nuevas democracias. Otros protestaron porque EEUU, el SHAPE- Cuartel Supremo de la Alianza en Europa de la OTAN-, la NATO y la CIA interfirieron los derechos democráticos. Finalmente, sólo en Suiza, Bélgica e Italia se abrieron comisiones parlamentarias para investigar sus Ejércitos Secretos según los requerimientos del Parlamento europeo.
Cuando el asunto Gladio se descubrió en 1990, la OTAN estaba formada por 16 países: Alemania, Bélgica, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Grecia, Holanda, Islandia, Italia, Canadá, Luxemburgo, Noruega, Portugal, Reino Unido, España y Turquía y las declaraciones de Andreotti, Primer Ministro Italiano, sobre los atentados y los Golpes de estado realizados por el Ejército Secreto en varios países de Europa produjeron honda consternación en el seno de la OTAN y el 5 de noviembre la Alianza negó categóricamente su participación en la Operación Gladio ante lo cual la prensa internacional comenzó una oleada de protestas y revelaciones contra la trama clandestina.
Debemos tener en cuenta que la estructura secreta de la Red Gladio era coordinada en un comité internacional formado por los Jefes de Inteligencia de los miembros de la Alianza. La Red secreta había sido creada en los años cincuenta para organizar la Resistencia en caso de invasión soviética y los dieciséis miembros que formaban la Alianza, a puerta cerrada, decidieron que el SHAPE coordinase las acciones de la Red Gladio; que los Servicios de Inteligencia las creasen en sus respectivos países a través del ACC en 1952. La primera de las Redes fue creada en Italia sobre 1947, pronto le seguiría Francia, Gran Bretaña, Holanda, Luxemburgo… El SACEUR el Comandante Supremo Aliado en Europa- operaba desde el SHAPE en Bélgica y siempre bajo la dirección de un General norteamericano; Eisenhower fue el primero. Tras el descubrimiento por un oficial retirado de la CIA, Thomas Polgar, de que había sido la Agencia quien coordinó un grupo de planificación de guerra no convencional vinculado con la OTAN; sería la prensa teutónica quien confirmó ese extremo cuando relató que las misiones de los Ejércitos Secretos fueron coordinadas por las Secciones de Fuerzas Especiales en estricta connivencia con el Cuartel General de la OTAN. Las Secciones de Fuerzas Especiales eran dirigidas exclusivamente por oficiales americanos y británicos y los papeles más importantes llevaban estampados: sólo para ojos americanos –American Eyes Only-.
Ante el poderío del Partido Comunista en algunos países europeos tras la II Guerra Mundial la OTAN creó en secreto una guerra soterrada, desde antes de la creación de la propia Alianza. Desde 1948 esta guerra fue dirigida por el CCWU –Comité Clandestino de la Unión Occidental-. En 1949 el Tratado del Atlántico Norte, en secreto, integraba a sus miembros en el nuevo aparato militar internacional y desde 1951 operó bajo la etiqueta del CPC que originariamente estuvo en el Cuartel General de la OTAN en Francia. La CPC guiada por la CIA y el MI6 y formada por los Jefes de Inteligencia de los países de la Europa Occidental tenía encuentros regulares cada año para coordinar la Guerra secreta en Europa.

En 1966 el Presidente Charles de Gaulle provocó la crisis de la silla vacía en la Alianza y el Cuartel General fue trasladado a Bruselas. Y con ello el CPC. Esta salida permitió descubrir datos secretos de la estructura de la OTAN cuando se develó la existencia de los Protocolos Secretos para evitar que los comunistas tomaran el poder en Europa Occidental.
En lo relativo al entrenamiento de los gladiadores en Europa se ponía especial interés, ante una posible ocupación soviética, en la unificación de los sistemas de comunicación para mantener las comunicaciones entre las  diferentes bases de stay-behind.
Próximo al CPC se creó un segundo mando secreto en la OTAN, durante la década de 1950, denominado ACC que también estaba vinculado al SACEUR. Desde 1957 el ACC coordinó las Redes Stay-behind de Alemania, Bélgica, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Luxemburgo, Noruega y Reino Unido. El ACC, a diferencia del CPC, era un comité esencialmente técnico donde se compartía información y experiencias para el interés de todas las Redes en armamento, comunicaciones, represión, atentados… El sistema de radio Harpoon de la empresa germana AEG Telefunken fue elegido por la ACC para las transmisiones de sus Redes por que podían enviar y recibir mensajes encriptados con distancias de hasta 6.000 kilómetros comunicando las Redes en las dos orillas del Atlántico.
La CIA entró en América latina para combatir la expansión del comunismo desplegando sus Fuerzas Especiales en silencio y sin declaración pública.

  • El Presidente Guatemala Jacobo Arbenz, en 1954, fue derrocado.
  • Contra Fidel Castro, Bahía Cochinos en 1961.
  • Asesinato del Che en Bolivia, año 1967.
  • Salvador Allende, en 1973, fue derrocado.
  • Apoyo a la Contra en Nicaragua tras la Revolución Sandinista de 1979.

La CIA también anduvo en Asia y África:

  • Irán en 1953 derrocó a Mossadegh.
  • Apoyo Sudáfrica, 1962.
  • Afganistán, 1979.
  • Vietnam, 1975.

Los Estados Unidos tomaron la determinación, de 1951 a 1955, de apoyar, mantener y colaborar con las Redes… ante una posible invasión soviética; ante actividades guerrilleras de izquierdas contra países de la Europa Libre; o contra partidos que apoyados por la Unión Soviética pudieron tomar el poder de alguno de los países occidentales.
Pero no podemos olvidar el papel de los británicos en la Guerra Secreta. El historiador británico Mackenzie diría tras la II Guerra Mundial que, desde el nacimiento de su Imperio, Inglaterra fue el centro de la subversión desarrollando el modelo de intriga de la Guerra Secreta. En la India, Irak, Irlanda o Rusia cuyos pilares conformaron la experiencia necesaria, junto a los conocimientos sobre tácticas guerrilleras del IRA.
Así en marzo de 1938, cuando Hitler se anexionó Austria el MI6 creó el Departamento para las operaciones de subversión en Europa, la Sección D, para establecer las Redes de sabotaje en los países que pudiesen ser invadidos por el Ejército alemán. La primera unidad especial de Gran Bretaña fue especialmente entrenada para operar tras las líneas enemigas en caso de invasión alemana de las Islas. La Sección D  fue restringida a suelo Británico pero en julio de 1940 el Primer Ministro Churchill ordenó la creación del SOE para ayudar a los movimientos de la Resistencia en Europa mediante acciones de sabotaje y subversión; el SOE fue puesto a las órdenes del Ministro de economía Hugh Dalton. Se querían crear movimientos como el Sinn Fein en los territorios ocupados por los alemanes. El Ministro Hugh Dalton dijo: “Esta ‘internacional democrática’ debe usar muchos métodos diferentes incluyendo el sabotaje industrial y militar, la agitación sindical y las huelgas, la propaganda continua, actos terroristas contra los traidores y los líderes alemanes, boicots y revueltas. En total secreto una red de resistencia” (Ganser, 2010: 77). Luego el Mayor General Sir Colin Gubbins tomó el mando operativo del SOE y su influencia en la organización se utilizaría para construir la Gladio británica tras la guerra. Es decir, Gladio fue una copia del SOE creado durante la II Guerra Mundial.
El Ejecutivo de Operaciones Especiales utilizó el staff de la Sección D del MI6 para desarrollar una organización subversiva que contaría con unos 13.000 hombres y mujeres. El SOE también trabajó en la India, Australia, Asia y Europa para organizar la ayuda a los grupos de la Resistencia. Durante unos cinco años el SOE fue el instrumento de acción secreta en los asuntos políticos en Europa. Oficialmente el SOE fue disuelto en 1946 pero la Rama de Operaciones Especiales del MI6 tomaría el relevo de las acciones encubiertas durante la Guerra Fría ante la posibilidad de un conflicto con la Unión Soviética e incluso la invasión de Europa Occidental. El MI6 creó una nueva sección, Special Operations –SO-, a las órdenes  del Mayor General Colin Gubbins. Mediante un acuerdo con el Servicio de Inteligencia holandés el MI6 desarrollaría un Ejército Secreto anticomunista; era el inicio de las Redes de Operaciones Especiales que se levantarían en la Alemania Occidental, Austria e Italia a la espera de la invasión soviética.  
La cooperación entre los Servicios de Inteligencia americanos y británicos fue clave para el desarrollo de las Redes del Ejército Secreto por toda Europa Occidental. La CIA y el MI6 comenzaron a reclutar algunos fascistas en Alemania, Austria e Italia para el nuevo Ejército anticomunista. Por otro lado las Fuerzas Especiales del Ejército británico y americano, el SAS y las Boinas Verdes, cooperaron para la realización de muchas de las operaciones clandestinas durante la Guerra Fría. Pero su papel principal fue el entrenamiento del Ejército Secreto en uso de armamento, comunicaciones, paracaidismo y operaciones encubiertas. Algunos de estos centros estuvieron en Portsmouth, Inglaterra; y en Cerdeña, Italia.

Las SAS británicas participaron en:

  • 1947, Malasia.
  • 1958, Omán. Contra guerrillas izquierdistas.
  • 1980, Embajada de Irán en Londres.
  • 1982, Malvinas.
  • 1991, Guerra del golfo.

 
Las SAS y Boinas Verdes americanas entrenaron y equiparon también, en secreto, al Ejército de Liberación de Kosovo.
El parlamentario británico Níger West pedía que la Operación Gladio fuese extendida a toda Europa. En 1990 la BBC desveló, en un documental, la colaboración de la Fuerzas Especiales americanas e inglesas en las campañas contra Chipre, Irlanda del Norte, Omán, Kenia, Yemen, Vietnam… En esta línea los franceses las utilizaron en Argelia. En Suiza el Ejército Secreto, P26, se creó  en colaboración con los Servicios de Inteligencia británicos y se entrenaron en Gran Bretaña durante las décadas de 1960, 1970 y 1980 con el SAS; participando incluso en operaciones contra el IRA. 
La competencia entre la CIA y el MI6  por ganarse a los países europeos para sus esferas de influencia no se centró sólo en Italia. El 27 de enero de 1949 Steward Menzies, el Jefe del MI6, escribió al Primer Ministro de Bélgica Paul Henri Spaak: “Estaría encantado de tener la oportunidad de discutir contigo personalmente ciertos problemas… que considero de verdadera importancia…ambos países deberían fortalecer su cooperación “en el tema de la Cominform y las potenciales actividades enemigas” y comenzar la “preparación de organizaciones de inteligencia y acción apropiadas en caso de guerra” (Ganser, 2010: 85). Mientras tanto Europa Occidental estaba en la ruina económica y el Gobierno americano lo percibió, lógicamente, como una vía para el avance del comunismo. A esto se le sumaron los hechos que se estaban desarrollando en Grecia; la implantación de Regímenes comunistas en Alemania del Este, Checoslovaquia, Hungría, Rumania y Polonia; y el poder que tenían los Partidos Comunistas en los países del resto de Europa. En estas fechas la CIA también intentaba levantar un Ejército Secreto chino que contrarrestase el avance de Mao. Tanto en China, 1950, como en el Norte de Vietnam, 1954, la organización falló. Tras la Guerra de Corea iniciada en 1950 también se trabajó para contener la influencia del comunismo y el resultado fue una frágil frontera que dividió la península coreana en dos áreas de influencia. Entonces la CIA se tomó muy en serio las operaciones encubiertas y los Ejércitos Secretos para el teatro operacional europeo.

En los países del Tercer Mundo, África, América Latina y Asia, las ideologías socialistas y comunistas estaban en pleno apogeo y se combinaban con los deseos de independencia de países como Irán, Mossadehg comenzó un programa de corte socialista; India, recién independizada de Gran Bretaña; África, llena de movimientos independentistas de izquierda como Camerún, Chad, Congo, Gabón, Níger, Nigeria, Mali, Mauritania o Senegal; en el sudoeste asiático, también los movimientos independentistas de izquierda en Filipinas y Vietnam. 
Tras el cierre de la OSS se creó por orden del Presidente Truman el nuevo Servicio de Inteligencia denominado CIG (Central Intelligence Group), en 1946, para librar una Guerra secreta contra los países comunistas aunque muy pronto se reconvirtió en la Central de Inteligencia Americana gracias al Acta de Seguridad Nacional de julio de 1947. El primer país que eligió el Gobierno americano para probar su nuevo Servicio de Inteligencia fue Italia, NSC 1/1 del 14 de noviembre de 1947, puesto que los informes sobre la situación política italiana mostraba el gravísimo poderío de su Partido Comunista y aconsejan la adopción de medidas excepcionales, NSC 4-A, para prevenir su victoria en las elecciones italianas de 1948. Este tipo de acciones encubiertas llegaron a fascinar de tal modo al Presidente Truman que, el 18 de junio de 1948, se autorizó a la CIA a extender sus operaciones a todo el mundo. La CIA tuvo que desarrollar una rama denominada Oficina de Proyectos Especiales (OPC) luego denominada Oficina de Coordinación de Políticas, NSC 10/2. La OPC se encargaría de la propaganda, la guerra económica, el sabotaje, y el apoyo a los grupos de Resistencia. Pero la directiva NSC 10/2 realmente se convirtió en la clave de bóveda del Ejército Secreto anticomunista, más conocido como Gladio, para la Europa Occidental. Comenzaba así la preparación para una hipotética guerra no convencional contra la invasión comunista cuyos valores principales sentaría el Presidente cuando expuso la Doctrina Truman en marzo de 1947.
Las elecciones nacionales que se iban a celebrar en Europa, 1948, fueron la gran motivación para el desarrollo de la OPC. El peligro del avance comunista sobre Europa Occidental fue el detonante para el inicio de las acciones encubiertas de la CIA; es decir, la Agencia comenzó a influir para cambiar los resultados electorales y, en colaboración con el Pentágono, desarrollaron las actividades paramilitares que la OPC tenía en mente en la década de 1950 para las Redes contra una posible agresión soviética. George Kennan seleccionó personalmente a, un veterano de la OSS, Frank Wisner para dirigir las operaciones de la OPC con un espíritu entusiasta y agresivo que no tardó en trasladar a los Ejércitos Secretos que comenzó a crear para Europa Occidental junto a su viejo compañero Frank Lindsay con el que había conocido de primera mano, durante la II Guerra Mundial, las tácticas de la guerrilla comunista en Yugoslavia.
Las Fuerzas Especiales americanas y el SAS británico participaron en la Guerra Secreta contra el comunismo entrenando a los gladiadores. En 1952 se estableció el Centro de Guerra Psicológica en Fort Bragg donde el Décimo Grupo de Operaciones Especiales, bajo el mando del Coronel Aaron Bank, aprovecharon las experiencias de la OSS en la II Guerra Mundial para realizar, junto a las SAS,  misiones de sabotaje y entrenamiento de guerrillas para toda Europa. En noviembre de 1953 el grupo del Coronel Bank eligió como primera base extranjera la fortificación de las SS en Bad Told, luego hubo otros en Panamá y Okinawa. Los gladiadores entrenados en Bad Told debían infiltrarse en la Resistencia para enfrentarse a las Fuerzas Especiales soviéticas, Spetzsnaz; e incluso en los movimientos partisanos que pudieran surgir.
Con la llegada de Allen Dulles a la dirección de la CIA, en 1953, se intensificaron globalmente las acciones encubiertas autorizando los asesinatos de Castro y Lumumba.

5. LOS EJÉRCITOS SECRETOS DE LA OTAN

Pero el centro de la Guerra secreta por el control de la Europa Libre estuvo en Italia. El Ejército Secreto creado en Italia con el apoyo americano y el reclutamiento de elementos de la extrema derecha y la mafia, en ausencia de la invasión soviética, fue reconvertido en un aparato para controlar la fragmentada realidad política y social de Italia. Cabe recordar que fue la mafia quien ayudó al Ejército americano a desembarcar en Sicilia durante la II Guerra Mundial, 1943, y luego por su natural anticomunismo tuvo una relación secreta con la CIA para combatir la influencia comunista en Italia. Durante la Primera República (1945-1993) la Red Gladio realizó atentados; formó un duro cordón contra el Partido Comunista, financiado con fondos secretos llegados de la URSS; controló al Partido Socialista y apoyó a la Democracia Cristiana. Era una época donde la frágil democracia italiana se enfrentaba a una poderosa influencia comunista, ganada eso es cierto por su labor en la Resistencia, y los Aliados temían muy seriamente que siguiera el camino de Grecia y Yugoslavia y tomaron la decisión de fundar un grupo político, la Democracia Cristiana, que se convirtiera en un baluarte anticomunista con la colaboración de los monárquicos y fascistas como el Príncipe Valerio Borghese. Valerio Borghese, conocido como el Príncipe Negro, dirigió durante la guerra un Grupo de Operaciones Especiales denominado Decima Mas contra la Resistencia partisana cuya efectividad le valió, tras su captura, que el famoso agente de la OSS James Anglenton le diese protección. Teniendo en cuenta que Anglenton era el Jefe de la Contrainteligencia americana no es difícil comprender el papel del Príncipe en los nuevos grupos paramilitares que se estaban formando, en 1947, para la prevención de una posible victoria electoral de la izquierda en las elecciones de 1948; las primeras tras la II Guerra Mundial. Y no eran temores muy lejanos si tenemos en cuenta que, el PCI y el PSI formaron el Frente Democrático Popular para dichas elecciones. La situación era tan preocupante que la OPC inyectó diez millones de dólares en las arcas de la Democracia Cristiana y desacreditó a los candidatos comunistas con panfletos anónimos.

            Elecciones 1948:

                                   DCI 48%---307 escaños.
                                   FDP 31%---200 escaños.

El resultado de la acción encubierta de la CIA entusiasmó realmente al Presidente Truman. Más si tenemos en cuenta que en 1947 había prometido el compromiso de América conocido como Doctrina Truman. La victoria de la Democracia Cristiana evitaba la Guerra civil que vivió Grecia en esa época. George Kennan, Secretario de Estado americano, había recomendado la intervención militar si las elecciones les daban el poder a los comunistas. Sus Gladiadores estaban esperando. Teniendo en cuenta estos hechos paralelos y la situación del mundo bipolar no es de extrañar que, una vez impedida la victoria comunista, los EEUU apoyasen la entrada de Italia en la OTAN, de facto, fue uno de sus miembros fundadores el 4 de abril de 1949. O que el 30 de marzo de 1949 la CIA apoyase la creación de un nuevo Servicio de Inteligencia, SIFAR, que pronto creó una Rama denominada Oficina R para las actividades del Ejército Secreto anticomunista, Gladio.
En un documento del Consejo Nacional de Seguridad, de alto secreto fechado el 21 de abril de 1950, firmado por el Presidente Truman se dice: “Italia es un país clave para la seguridad americana y por lo tanto los Estados Unidos deben estar preparados para usar toda su potencia” (Ganser, 2010: 110).
En 1951 Gladio realizó entrenamientos en Inglaterra mientras la CIA le suministraba las armas y explosivos necesarios. En caso de que el Partido Comunista tomase el poder los americanos tenían diseñado el Plan de invasión.
En las Elecciones italianas de 1953 la CIA volvió a poyar a la Democracia Cristiana.

DCI                                                                40%---261 escaños.
Coalición de socialistas y comunistas               35%---218 escaños.

La CIA intensificó su labor: colocó a un nuevo jefe en el SIFAR, el General De Lorenzo; entregó 300 millones de liras para el nuevo Cuartel General de Gladio conocido como Centro de Entrenamiento para Sabotajes –CAG-, en Cerdeña; y los gladiadores fueron equipados y entrenados por las Fuerzas Especiales anglo-americanas. Gladio y la CIA buscaban prevenir que las defensas de la OTAN se viesen amenazadas por la posible subversión de una quinta columna política como la del Partido Comunista Italiano. Las medidas fueron un éxito en 1958.

DCI 42%. 273 escaños.
PCI 23%. 140 escaños.
PSI 14%. 84 escaños.

El Presidente Dwight Eisenhower, encantado con los resultados de la CIA y el MI6 en estas acciones, las ordenó contra Arbenz en Guatemala en 1954 y en Chile cuando la situación empezó a volverse crítica.
En 1961 la situación cambió con la llegada de J.F. Kennedy que simpatizaba con el Partido Socialista Italiano y las pesadillas de la CIA se materializaron con las elecciones de 1963.

            DCI 38%.
                        PCI  25%.
                        PSI  14%.

Estas simpatías permitieron que la izquierda dominara por primera vez el Parlamento dentro del Gobierno de Aldo Moro. El  muy complacido Kennedy visitó Roma en julio 1963. Y enigmas de la historia, en noviembre 1963 Kennedy fue asesinado y cinco meses después la CIA con el SIFAR y Gladio provocó la salida de los socialistas del Gobierno con un Golpe de estado denominado “Piano solo”. Comenzó una escalada en las acciones de la Guerra secreta cuando los gladiadores colocaron explosivos en las oficinas de la Democracia Cristiana y en la de algunos periódicos para desacreditar a los socialistas y comunistas. El 25 de marzo de 1964 el General De Lorenzo envió, en Roma, a sus hombres a ocupar las oficinas gubernamentales, los centros de comunicaciones, las sedes de los partidos de izquierda, la prensa de izquierdas y las radios y televisiones. Además los gladiadores portaban una lista de personalidades de la izquierda que debían ser deportados al Centro de entrenamiento para sabotajes en Cerdeña. El Ejército Secreto estaba comenzando, realmente, un Golpe de estado cuando De Lorenzo, el 14 de junio de 1964, contaba en Roma con un verdadero Ejército mientras las fuerzas de la OTAN estaban realizando unas maniobras militares en la zona. El Primer Ministro se reunió en secreto con el General De Lorenzo. Después del encuentro se formó el segundo gobierno de Moro donde sólo estarían algunos ministros socialistas de corte moderado. Además el SIFAR siempre contó con un dossier con 157.000 personas que utilizaría como instrumento de intimidación (prostitución, homosexualidad…). En 1967 la Logia Masónica Anticomunista Propaganda Due, P2, dirigida por Licio Gelli tenía una copia del dossier con la cual y en connivencia con la CIA manipuló a ciertos elementos políticos.
Gelli, autorizado en esta guerra por Henry Kissinger,  estuvo en los nombramientos de Gerald Ford en 1974,  Carter en 1977 y Ronald Reagan en 1981. Precisamente en 1981 se descubrieron los archivos de la P2 en el curso de la investigación que un juez milanés mantenía contra Gelli y encontró una lista con 962 miembros de su Logia donde aparecieron 52 oficiales de la policía militarizada (Carabinieri), 50 eran oficiales de alto rango del ejército italiano, 37 eran oficiales de alto rango de la policía de finanzas, 29 oficiales de alto rango de la marina italiana, 11 jefes de policía, 70 industriales influyentes y ricos, 10 presidentes de bancos, 3 ministros en activo, 2 ex-ministros, 1 presidente de un partido político, 38 miembros del Parlamento y 14 jueces de altos tribunales. Otros miembros de la alta jerarquía socioeconómica eran alcaldes, directores de hospitales, abogados, notarios y periodistas. El miembro más conocido era Silvio Berlusconi, elegido primer ministro de Italia en mayo de 2001” (Ganser, 2010: 119). Licio Gelli huyó a Hispanoamérica. En honor a la verdad la P2 no fue la única Logia Masónica que actuó con los Servicios de Inteligencia para montar, los Ejércitos Secretos de la OTAN; ocurrió lo mismo en Alemania, Argentina, Australia, Francia, Grecia, Irlanda o España.
Después de la muerte de Kennedy, en el Gobierno Jonhson,  los comunistas y socialistas italianos confluyeron a las elecciones sacando unos buenos resultados. La derecha italiana y la CIA continuaron la Guerra Secreta y en 1965 se organizó a la luz pública en Roma un congreso denominado  Guerra Contra-Revolucionaria y la defensa de Italia del comunismo por todos los medios.
En 1969 Richard Nixon, Presidente americano, instaló a Pinochet en el poder en Chile. En las elecciones italianas 1968 los socialistas y comunistas unidos vencieron a la Democracia Cristiana en plena Guerra de Vietnam. Valerio Borghese comenzó el segundo Golpe de estado, en 1970, realizado por Gladio en Italia, Operación Tora-Tora. Copia exacta de la Operación Piano solo de 1964. Pero a última hora Borghese paró el Golpe tras recibir una llamada. Cabe recordar que en Chile y en Grecia los Gobiernos militares se habían instalado tras unas acciones similares. La llamada posiblemente se produjo cuando la OTAN confirmó que una flota soviética estaba acercándose por el Mediterráneo como testificó Tommaso Buseta, miembro de la mafia, al juez Giovanni Falcone en 1984.
            En las elecciones de 1972.

                                   DCI         39%.
                                   PCI-PSI 37%.

Gracias a los diez millones de dólares que el Embajador americano Graham Martin les hizo llegar por gentileza del Presidente Nixon la Democracia Cristiana volvió a ganar. Eso sí, no podemos olvidar que en la Guerra Fría los Partidos Comunistas, afines a Moscú, también eran bendecidos. Pero la victoria fue pírrica y Aldo Moro tuvo que negociar, en 1974, con Giovanni Leone la inclusión de la izquierda en el Gobierno. Así se llegó a la elecciones de 1976 donde el PCI tuvo el 34.4 % de los  resultados lo que llevó a Aldo Moro a plantearse el “Compromiso Histórico” de 1978 y presentó la idea de incluir a la izquierda en el Gobierno. Pero el Presidente Nixon se alertó ante la posible fuga  de secretos de la OTAN.13   
En este ambiente fue secuestrado y asesinado. El Primer Ministro Giulio Andreotti y los Servicios e Inteligencia señalaron a las Brigadas Rojas. Así en pleno clímax de Guerra civil se colocaron bombas en lugares públicos para socavar los apoyos a los comunistas y socialistas; como la masacre de Bolonia.
La Guerra Secreta en Francia comenzó en la II Guerra Mundial. Durante la ocupación alemana Charles De Gaulle desde Londres declaró por radio, que el pueblo francés era realmente el Gobierno de Francia. La Resistencia realizaba actos de sabotaje en Francia mientras que el General de Gaulle en Londres creaba el Servicio Secreto francés (BCRA) cuyos miembros eran lanzados en paracaídas para realizar operaciones secretas en suelo francés. Esos hombres, una vez acabada la guerra, serían los soldados del Ejército Secreto de la OTAN para la Guerra Fría. Tras la II Guerra Mundial se estableció la IV República (1945-1958) donde la popularidad del Partido Comunista francés por su papel en la Resistencia podía arrollar a una derecha, por su colaboración con el Gobierno de Vichy, mal vista. EEUU e Inglaterra previniendo el suceso comenzaron a considerar un Golpe de estado para evitar que el poder cayera en manos del PCF, y por tanto en el campo soviético. Era una situación muy similar a la italiana. Y lo fue más cuando De Gaulle, siendo Presidente, le otorgó dos Ministerios al Partido Comunista (1944) y alcanzaron la victoria en las elecciones municipales celebradas en 1945 con el 30 % de los votos; mientras que el MRP obtuvo 15 % y el  PSF el 11 % de los votos. El poder del Partido Comunista, en particular y el de la izquierda en general, quedó todavía más patente cuando en las elecciones nacionales, las primeras tras la contienda, del 21 de octubre de 1945 el PCF obtuvo el 26 % de los votos, 160 escaños; los socialistas el 24 %, 142 escaños; y el MRP –Movimiento Republicano Popular- sólo el 23.6 % de los votos. En esta situación saltó la sorpresa cuando el General de Gaulle impidió la entrega del poder a los comunistas en el Gabinete lo que provocó las protestas comunistas que le obligaron finalmente, muy a su pesar, a permitir el 20 de noviembre de 1946 que un Ejecutivo dividido entre comunistas y socialistas llegase al poder; en las elecciones nacionales de 1946 el PCF aumentó hasta el 29 % mientras que el MRP seguía cayendo. El Embajador americano; Jefferson Caffrey, encendió la alarma para que el Presidente Truman pusiese en  marcha la Guerra Secreta en Francia para detener el avance comunista. El SAS británico comenzó los contactos con el nuevo Servicio de Inteligencia galo (DGER) para organizar el “Plan Azul”. Más tarde el DGER sería reemplazado por el SDECE. El Plan anticomunista fue financiado gracias a industriales como los hermanos Peugeot. Pero pocos meses después el Ejecutivo francés en boca del Ministro, socialista, de Interior Edouard Depreux expuso públicamente, el 30 de junio de 1947, el Ejército Secreto del Plan Azul y su plan para dar un Golpe de estado, en el verano de 1947, con la connivencia de la CIA y el MI6. Fue la primera vez que se descubrió la estrategia occidental durante la Guerra Secreta anticomunista; y debemos entender que en esos momentos había graves tensiones políticas en Grecia, Turquía e Italia. Se tuvo que enterrar el Plan Azul pero la CIA comenzó a poner dinero en manos de las fuerzas moderadas para disminuir el poder del Partido Comunista francés. Por otro lado, el Comisario Jean Dides sería el nuevo jefe de la Red anticomunista y comenzaría a participar en las reuniones de Paix et Liberte que organizaba la CIA de las cuales saldrían las líneas maestras de la Guerra psicológica anticomunista francesa. En Italia se conocía como Pace e Liberta y la dirigía Edgardo Sogno y, en 1953, el Ministro de Asuntos Exteriores francés Georges Bidault la asoció con los Servicios de Inteligencia de los países de la OTAN para enfrentarse a las operaciones y contraoperaciones de la Kominform. Tras el defenestrado Plan Azul el SDECE comenzó, en 1974, a crear el nuevo Ejército Secreto con el nombre, del símbolo de la OTAN, la Rosa de los Vientos. Cabe recordar que por entonces la sede de la OTAN radicaba en París. La base para el entrenamiento de las misiones de sabotaje, inteligencia y guerrilla para la Red francesa se dispuso en Marruecos. El mando del Ejército Secreto cayó en un antiguo fascista, Francois Grossouvre, que terminó asesorando al Presidente socialista Francois Mitterand en el mundo de las operaciones secretas. Si es que con su pasado este lo necesitaba. La Gladio francesa tenía unos 500 soldados pero finalmente, con el apoyo de la CIA, llegaron a entrenar unos 10.000 gladiadores que colaborarían llegados el caso con las Fuerzas Especiales francesas. La Base del Comando de Operaciones Especiales Paracaidistas, el 11º du Choc, estaba al sur de París, pero también estaban en los Pirineos, en Córcega y en el Cuartel italiano de Gladio en Cerdeña. Precisamente, el 24 de mayo de 1958, fueron los hombres del 11º du Choc estacionados en Calvi, Córcega, los que comenzaron un Golpe de estado al que se unieron sus compañeros de la Base de Orleáns, al sur de París, para llevar al poder al General De Gaulle. Los Servicios de Inteligencia denominaron la acción como Operación Resurrección. Casualidades de la vida, podría decir usted.
Pero cuando en 1962 De Gaulle dio la Independencia a Argelia los gladiadores se pusieron furiosos y un grupo de oficiales, que habían luchado en Argelia, fundaron la OAS, Organisation Armee Secrete. Por otra parte los Ejércitos Secretos también participaron tanto en el Golpe de estado en Grecia  de 1967 como en el de Turquía de 1980.
La CIA apoyó el Golpe contra De Gaulle el 12 de abril de 1961 en una reunión secreta en Madrid con los conspiradores, puesto que la OTAN sabía que la política de De Gaulle podía hacer inútil la defensa de Europa. Después del fallido Golpe de estado, 1961, los soldados secretos comenzaron una guerra por su cuenta donde estuvieron a punto de matar a De Gaulle en un atentado.  Los soldados de la OAS tuvieron bases en España, Suiza y Alemania desde donde realizaron las acciones que acabaron con la vida  de algunos líderes del FLN argelino. Los soldados secretos bajo la tutela del BND, Servicio de Inteligencia alemán, tenían su Base en Baviera, Altenstadt. La facción dirigida por el Coronel Jean-Marie Bastien-Thirty intentó asesinar al Presidente De Gaulle el 22 de agosto de 1962 en París; en septiembre fueron capturados y el Coronel fue ejecutado.
En ausencia de la invasión soviética las Redes secretas de la OTAN sirvieron para el control de las democracias occidentales. El Presidente Mitterand en 1990 confirmó la existencia de la Red secreta, Gladio, en Francia.
De Gaulle denunció los protocolos secretos que firmaron los países de la OTAN pero después de los episodios de la OAS y de la nueva Red de la Rosa de los Vientos De Gaulle creó una guardia gaullista –Service d´action Civique- que irónicamente era un grupo anticomunista. El SAC llegó a tener 8.000 miembros con evidentes relaciones con el Servicio de Inteligencia francés (SDECE). Investigaciones parlamentarias descubrieron que el SAC fue financiado incluso por redes de tráfico de drogas creadas por el SDECE14. El mismo comité parlamentario afirmó que el SAC tenía alrededor de 30.000 miembros que intervinieron durante el Mayo del 68 y en 1981 las estimaciones cifraban hasta en un 10 y un 15% el número de policías que pertenecían al SAC. En julio de 1983 el Presidente Mitterand ordenó su disolución. Pero la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE) mantenía la Red Gladio y en 1985 dirigió la “Operación Satanique” para hundir el barco de Greenpeace, Rainbow Warrior, en su campaña contra las pruebas nucleares atómicas que Francia realizaba en los atolones del Pacífico.
Por su parte en España el origen de la Guerra secreta se remonta a la Guerra civil donde participaron entre 30.000 y 40.000 hombres de las Brigadas Internacionales. Es más, el término de Quinta Columna lo utilizó por primera vez el General Emilio Mola, en octubre de 1936, en el asedio de Madrid durante la Guerra civil. Siguiendo las órdenes de Franco, el General Mola desarrolló toda una operación de Guerra psicológica cuando declaró a la prensa que la quinta columna ya estaba en Madrid sin distintivo que los distinguiesen para realizar operaciones subversivas.
“Cuando se le preguntó en 1990 al Presidente español Calvo Sotelo sobre la existencia de Gladio en España dijo que en la España de Franco: “el mismo gobierno era Gladio”” (Ganser, 2010: 158). En el marco de la Guerra fría la célula de la Red española residía en Las Palmas desde 1948 hasta 1970, como lo publicó un diario comunista belga llamado Drapeau Roguge, y todo comenzó en 1948 cuando se dio permiso a los barcos belgas, envueltos en el tráfico de drogas, para hacer escala camino del Congo. Por otro lado el Juez Felice Casson en sus investigaciones sobre Gladio descubrió que más de 100 fascistas italianos envueltos en los sucesos  relacionados con el Golpe de estado organizado por el Príncipe Valerio Borghese residían en España. Por esa época también vivía en España uno de los miembros más conocidos de los comandos alemanes de las SS, Otto Skorzeny, o uno de los fundadores de la OAS, Yves Guerain Serac. Skorzeny era consultor de nuestros Servicios de Inteligencia. Pero en España sólo cuando se supo internacionalmente de la existencia del Ejército Secreto en 1990, fue cuando el diario El País vinculó la Red Gladio con los sucesos de Atocha. España no ingresó oficialmente, en la OTAN hasta 1982 pero la Red  española, Red Quantum, participó en los ejercicios de stay-behind que el Ejército americano realizó en Baviera, en 1973. Y como es lógico tenía sus relaciones con el ACC de la OTAN. España fue la mejor base de Gladio durante el franquismo. Como es lógico en Las Palmas también hubo instructores americanos.
Por su parte nuestros hermanos portugueses ingresaron en la Guerra secreta con Salazar en el poder durante la Guerra civil española y dio su apoyo al General Franco como Hitler y Mussolini conformando un cuarteto que contrarrestó el avance del comunismo. Casualidades de la vida, tras la II Guerra Mundial la URSS salió tan victoriosa que Londres y Washington de forma silenciosa tuvieron que apoyar a los dictadores ibéricos, como luego harían en Iberoamérica, para volver a contener al comunismo. 
En Portugal existía un poderoso e impresionante Servicio de Inteligencia militar denominado Policía Internacional y de  Defensa del Estado, PIDE, que participó con la CIA en el desarrollo de la Red y cuya existencia, desde la década de 1950, en Portugal fue expuesta a la luz pública gracias a Radio Lisboa. Sus actividades también llegaron a desarrollarse en las guerras, en las décadas de 1960 y 1970, que sostuvo contra sus  colonias y precisamente en ellas, la PIDE y la CIA, la Red lusa, denominada Aginter Press bajo la dirección del Capitán Yves Guillon, veterano de la Guerra de Indochina, ex-miembro de la 11º Brigada Paracaidista Du Choc, y uno de los fundadores de la OAS, realizó operaciones en el sudoeste asiático y África con el fin de prevenir, o derrocar, los movimientos independentistas de las colonias europeas.

  • Infiltración de los grupos de izquierda para su manipulación.
  • Propaganda y acción contra los comunistas incluidas las operaciones de bandera falsa para salpicar la credibilidad del adversario.
  • Destrucción de los grupos guerrilleros coloniales y eliminación de sus líderes.

Los soldados secretos de Aginter Press como los del P26 suizo o el ROC noruego combatieron en las Guerras coloniales de la época, en Europa, o en Iberoamérica. Pero en Portugal todo cambió con la Revolución de los Claveles ocurrida el 1º de mayo de 1974: los hombres de la Aginter Press planearon la invasión de las Azores pero finalmente tuvieron que huir dejando los archivos que descubriría la Policía en su Cuartel General donde pudieron comprobar la colaboración de la CIA. Eso sí, no tardaron en desaparecer de nuevo. Las conexiones podían llegar de Alemania a España pasando por Francia, Italia Grecia, Sudáfrica…  tras la caída de la Red portuguesa Guerin Serac se trasladó a España donde los hombres de la Aginterse encargaron de algunos líderes de la organización terrorista ETA y de algunas operaciones para desacreditar al Movimiento de Liberación Argelino como desveló el juez Salvini al implicarlos en los atentados que sufrieron las Embajadas argelinas de Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia. Con la muerte de Franco, Guerin abandonó España rumbo a Chile. Y para completar el cuadro la Red portuguesa, siguiendo la línea habitual, también contó con la colaboración de organizaciones fascistas como, en su caso, Orden y Tradición.
En  Bélgica se organizó una Red con la curiosidad de tener una rama militar denominada SDRA 8 junto a una rama civil denominada STC/Mob que estaba bajo la dirección del  Ministro de Justicia.  El STC/Mod lo formaron personas de hondas convicciones religiosas que se prestaron para ayudar a confeccionar rutas de evacuación para funcionarios y miembros del Gobierno y realizar comunicaciones seguras bajo la coordinación de los Servicios de Inteligencia. La originalidad de esta estructura radica en que la Red se creó durante la II Guerra Mundial con la connivencia del SOE británico.
El Partido Comunista de Bélgica, liderado por Julián Lahaut, prometió luchar para que el Rey Balduino no recuperase su corona; el Rey volvió en 1950 y el clima político subió de intensidad hasta llegar al asesinato de Lahaut el 18 de agosto de 1950, por miembros de la Red. En este punto debemos recordar que “Stewart Menzies, el jefe del MI6, en una carta fechada el 27 de enero de 1949 al primer ministro belga, el socialista Paul Henri Spaak, insistía en que la colaboración secreta entre el Reino Unido y Bélgica, comenzada desde la segunda guerra mundial, debía continuar. “Estaba acordado”… Específicamente Menzies destacaba que “la preparación de Inteligencia apropiada y organizaciones para la acción en el caso de guerra”… Sobre todo instaba a Spaak a no colaborar exclusivamente con la CIA” (Ganser, 2010: 184) a lo que el Primer Ministro socialista contestó: “Estoy de acuerdo contigo, que sería altamente deseable que los tres servicios colaborasen estrechamente” (Ganser, 2010: 185).
El Ejército Secreto belga operó en sus colonias africanas: Zaire y Ruanda.
Llegados a este punto no se extrañarán si les digo que el sistema de trabajo de la Red Gladio era un sistema de trabajo internacional que servía también para la evacuación clandestina de sus miembros gracias a la colaboración entre los Servicios de Inteligencia.
En Bélgica, en 1980, un misterioso grupo de izquierdas CCC –Células Comunistas de Combate- comenzaron una escalada de ataques que pusieron en estado de alarma a la Policía local de Bélgica. Eran operaciones de bandera falsa realizadas por la Red Secreta que entre 1984 y 1985 cometieron 27 ataques contra instalaciones militares y enclaves americanos. En esta época también tuvo lugar la matanza de Brabant en un supermercado. Tras la masacre el Ministerio de Justicia belga Jean Gol prometió, en televisión, aumentar la seguridad. El Ejército Secreto belga tuvo lazos con el grupo ultraderechista WNP (Westland New Post) y el Front de la Jeunesse (FJ). El FJ estaba compuesto principalmente por miembros de la Gendarmería. 
Por su parte el país de los tulipanes a pesar del gran desastre que sufrió el SOE durante la II Guerra Mundial al ser penetrado por los alemanes también tuvo su Red para la nueva guerra. Pero como no hay nada nuevo bajo el sol. En 1961 se hizo público que el agente británico George Blake, uno de los espías de Cambridge, trabajaba desde 1950 para los soviéticos y cundió el temor entre las Redes Secretas de la OTAN puesto que el propio Blake estuvo en el Cuartel General de la Red holandesa. Por otra parte, tuvieron un grupo de 350 hombres en Indonesia.
En  Luxemburgo durante la II Guerra Mundial también tuvieron una Red contra la ocupación alemana. En Dinamarca la Red, fue erigida por la CIA copiando la estructura que tuvieron durante la II Guerra Mundial,  se denominó Absalon en honor al Obispo danés que espada en mano derrotó a los rusos en la Edad Media. El Opus Dei tuvo un papel central en ella. El apoyo al anticomunismo en Dinamarca tenía un gran arraigo por el fervor religioso del país lo cual explica que la Red Absalon, entrenados en Fort Bragg, nunca tuvo que recurrir al terror doméstico.
Había una precondición para ingresar en la OTAN: era la Directiva de la OTAN/SACEUR sobre la Guerra no-ortodoxa. El 25 de octubre de 1948 el Ministerio de Defensa noruego Haugue estableció, en secreto, la FO 4 exactamente como la Red que existió en la II Guerra Mundial. Pronto tuvo un nuevo nombre Rocambole (ROC) cuyo Cuartel General estaba en una casa de Smestad y su arsenal estuvo en la calle Cort Adeler situada en el centro de Oslo. Durante la Guerra Fría la Red Roc fue la encargada de vigilar la frontera con la URSS puesto que era un flanco vital para la OTAN. De aquí que Noruega fuese una de las naciones fundadoras de la Alianza Atlántica.
Como es lógico este esquema no podía faltar en Alemania, la verdadera primera línea para el futuro de Occidente. Por ello el Mando Militar americano de la ocupación, en un documento secreto de 1949, dejaba claro el impresionante potencial de reservas que tenía Alemania para crear unidades Stay-Behind. El Pentágono y el Gobierno americano desarrollaron un nuevo Cuerpo de Contra-Inteligencia (CIC) con antiguos nazis reclutados, en secreto, para luchar contra el comunismo. En 1986 se haría público el reclutamiento de Klaus Barbie el carnicero de Lyon; también estuvieron el SS Obersturmführer Hans Otto y el General Reinhard Gehlen del Servicio de Inteligencia contra la Unión Soviética, era poseedor de las listas negras de las Redes de espionaje soviética que terminaron, el 20 de mayo de 1945, en el CIC. Como es lógico de gran importancia para los americanos. El Presidente Truman, impresionado por el trabajo de Gehlen, le permitió que ocupase la dirección del nuevo Servicio de Inteligencia de la Alemania Federal ORG, Organización Gehlen, en Oberurseel cerca de Frankfurt. Mientras que el centro de formación, dirigido por un ex Waffen SS, se creó en Pullach cerca de Munich; sede del  que sería el Cuartel General del Servicio de Inteligencia Alemán, Bundesnachrichtendienst, BND. Gehlen contactó con 200 antiguos Jefes de las SS y con el General de las SS Paul Hauser. Konrad  Adenauer, en mayo de 1955, firmó un protocolo secreto con los Estados Unidos para entrar en la Alianza Atlántica. En 1952 se hizo público la existencia tanto de la Red neonazi BDJ, Bund Deutscher Jugend, como la de su Red Stay-behind llamada TD, Technischer Dienst. Era una de las Redes americanas. El reportaje realizado por el diario alemán Spiegel, que amplió las noticias del New York Times y el Newsweek, también apuntó que la Red se extendía por Bélgica, España, Francia, Holanda, Italia, Luxemburgo y Portugal.
También en 1952 en Hesse se descubrió un centro de entrenamiento dirigido por el Ejército americano. Además del arresto de la Red; la policía alemana decomisó explosivos, armamento, munición y una lista de nombres a los que eliminar el día de la invasión soviética. La función de la lista era prevenir que conocidos personajes de los Partidos Comunistas y Socialistas, periodistas… terminasen formando parte de un posible Gobierno títere comunista. Agentes del BDJ se habían infiltrado en el Partido Socialista alemán para tener vigilados a sus líderes hasta el momento oportuno. Dentro de la estrategia de tensión el 26 de septiembre de 1980 la Red Gladio realizó un atentado en la popular fiesta de la cerveza de Munich que provocó 13 muertos y 213 heridos graves. El 17 de agosto de 1995 la policía alemana encontró un arsenal con armas, municiones y 200 kilos de explosivos.

6. LA CIA EN ESPAÑA    

Por otro lado, la infraestructura de la CIA en España se comenzó a construir en los años cincuenta para controlar la Transición a la democracia y nuestra entrada en la OTAN. Para ello prepararon una Red con militares, políticos, banqueros, empresarios, intelectuales y periodistas bajo la tutela de los agentes americanos entre los que destacaron, en la estación de Madrid, Robert Gahagen, Néstor Sánchez, Ronald Edward Estes, Richard Kinsman y Leonard Therry. Expertos en acciones encubiertas que también dejaron su sello en Beirut, Brasil, Bolivia, Checoslovaquia o Grecia. En esta línea “el New York Times publica en 1975, poco antes de la muerte de Franco, que la CIA mantiene importantes relaciones con todos los partidos políticos españoles para buscar una salida al régimen, incluido el PCE (Partido Comunista de España) de Santiago Carrillo. Dos años más tarde, el secretario general de esta formación será invitado a viajar a Estados Unidos, caso único en la historia de los partidos comunistas, cuyos dirigentes han tenido prohibido la entrada en Estados Unidos desde siempre” (Grimaldos, 2006: 12).
Hasta la derrota alemana en la II Guerra Mundial era la Inteligencia británica quien actuaba directamente sobre España, Desmond Bristow comandaba la Sección Ibérica con Garbo <<Juan Pujol>> y  Kim <<Harold Philby>>, pero en los años cuarenta comenzó a actuar en nuestro territorio la Oficina de Servicios Estratégicos, OSS, precursora de la CIA que recibe de los británicos la colaboración con los Servicios Secretos del Partido Nacionalista Vasco. Esta colaboración arranca del plan de Arana, para “formar una república federal con Guipúzcoa, Vizcaya, Álava y Navarra, que serviría a los intereses políticos y comerciales de Gran Bretaña… Por otra parte, y en relación con Euzkadi, se crearía otra república catalana-aragonesa, ésta bajo la protección de Francia por ser de carácter latino… Estas dos repúblicas… serían independientes entre sí aunque colaborarían en beneficio de Gran Bretaña y Francia, sus protectoras” (Jiménez de Aberásturi, 2008: 30).

El PNV comenzó a trabajar para los americanos gracias a su anticomunismo netamente clerical. Pero cuando en 1947 se crea la CIA se decide mantener al Régimen franquista como base segura de  la retaguardia en Europa Occidental y, a la par, comienzan a desarrollar el camino a D. Juan Carlos para la sucesión. Operación Lolita.
En la década de los cincuenta le toca el turno a los socialistas más jóvenes: Carlos Zayas, Joan Raventós, José Federico de Carvajal y Enrique Múgica. Los dos últimos tenían relación con la CIA y en el caso de Múgica también con el MOSSAD, por su ascendencia. Su labor comenzó informando sobre las actividades del PCE. Además la CIA lo arregló todo para que Felipe González pudiese viajar a Francia para asistir al Congreso de Suresmes, en 1974, con pasaporte y escolta de los hombres del Servicio de Información de Carrero Blanco. Para amarrar bien la Transición el General Vernon Walters se encargó personalmente de la relación con los mandos españoles desde principios de los años setenta. En esta línea no es de extrañar que en la reunión que se celebró en la casa del alcalde de Lérida, Antoni Ciurana, en 1980 Joan Raventós y Enrique Múgica estuvieran entre los miembros del PSOE que el General Armada reunió para tantear la posición del partido antes del 23-F. Tampoco que uno de los nombres que salió a la palestra, cuando terminó, fuera el de un miembro del CESID muy cercano a la Inteligencia americana, el Comandante Cortina.
En la entrevista que Franco mantuvo con el General Vernon Walters, en 1971, comenzó la Transición y la Restauración fue la ratificación. La importancia estratégica de España para Occidente se observa en las visitas de Eisenhower, en 1959, y de Nixón, en 1970. Casualmente el General Walters fue el intérprete de las dos visitas presidenciales. Así se entiende mejor aquella frase de Franco “todo atado y bien atado”. Y el eje de Bases Militares que formarán Morón, Rota, Torrejón y Zaragoza.
Para controlar los acontecimientos que pudieran darse tras la muerte de Franco el SECED preparó la Operación Lucero para garantizar el relevo del Jefe de Estado. El Ejército preparó, por su parte, la Operación Diana con el fin de evitar un vacío de poder que permaneció vigente hasta el 23 de febrero de 1981. La CIA y el SECED controlaron incluso la renovación de los partidos políticos: intentaron en el PCE, que Carrillo dejara paso a Nicolás Sartorius o Ramón Tamames; en el PSOE, convencieron a Nicolás Redondo que dejase a un Felipe González que contaría con el apadrinamiento de Willi Brandt.
El haraquiri de la Cortes franquistas tuvo una ayuda del archivo elaborado por el SECED sobre unas diez mil personalidades del país. El archivo Jano respaldó la ley de la Reforma Política que Suárez presentó durante su Gobierno.
Pero el proyecto político dirigido por Vernon Walters tenía en mente que Suárez no se presentase a las elecciones para que se produjese la Transición. Cabe recordar que el General Walters en 1960 fue el agregado militar de la Embajada americana en Roma, durante el apoyo a la Democracia Cristiana; en 1962 estuvo en Brasil para el Golpe militar contra Joao Goulart, que alzó a Humberto Castelo Branco; en 1969 estuvo en la negociaciones secretas con los comunistas vietnamitas y también en las negociaciones con China por orden del Presidente Nixón; y en 1972 Nixón lo nombra director adjunto de la CIA, junto a Richard Helms. En el periodo de su mandato al frente de la CIA, 1972-1976, se derrocó a Salvador Allende en Chile y Marruecos ocupó el Sahara Español.
España era clave por su posición estratégica para la defensa en profundidad de Europa frente a la URSS y por el dominio marítimo sobre el Estrecho de Gibraltar.
En la Guerra civil y en la II Guerra Mundial el territorio español fue un verdadero nido de espías. Kim Philby desde 1937 actuó como corresponsal para los artículos de The Times hasta el punto que siendo agente soviético recibió la Cruz Roja al Mérito Militar de manos del General Franco. Por otro lado, tras la destitución de Serrano Suñer en 1942, conocido germanófilo, España comenzó a virar hacia los Estados Unidos. Esto permitió que el General Donovan comenzara a desarrollar una Red de Inteligencia que en 1945 había fichado a 28.000 agentes enemigos entre Madrid, Barcelona y Bilbao. Si bien es cierto que durante un tiempo los agentes americanos diseñaron planes para la invasión de España, mediante la infiltración de guerrilleros seleccionados en las costas de Málaga para recoger información, pronto se filtraron estas acciones para que el Régimen desarticulase estas Redes, básicamente, de agentes anarquistas y comunistas15. Posiblemente tuvo su peso la ayuda secreta que Franco realizó al esfuerzo bélico británico, fundamentalmente para el Norte de África, enviando el Volframio que antes iba para Alemania.16
Por otro lado las relaciones del Servicio de Inteligencia británico con su homólogo del PNV hizo comprender a la CIA que no necesitaban más vías, y menos comunistas, para tener una información fiable de la situación. Amén de que las Redes de Inteligencia del PNV en Argentina, Chile o Colombia, financiadas por los americanos, rivalizaban con las que poseían los alemanes; los navegantes vascos de los barcos españoles; la información del PNV sobre las actividades de los comunistas españoles; o las redes clandestinas para pasar la frontera que rivalizaban en eficacia con las del PCE. El Lehendakari  Aguirre impartía clases en la Universidad de Columbia cuando expuso al Departamento de Estado americano el plan para una Confederación Ibérica pero la inminencia de la victoria aliada sobre Alemania acabó con los sueños del PNV. El nuevo enemigo que ya asomaba en el horizonte hacía peligroso desestabilizar el Régimen de Franco, el flanco sur de Europa, y la Inteligencia anglo-americana comenzó a distanciarse de los Servicios de Inteligencia vascos en 1953. La falta de apoyo hizo que el PNV los desmantelase en 1959. Casualidades de la vida el 26 de septiembre de 1953 España y los Estados Unidos firmaron tres acuerdos bilaterales de cooperación que supusieron el final del ostracismo internacional español, tras la firma de los acuerdos Franco dijo en las Cortes aquello de “al fin he ganado la guerra”, y en 1959 se produjo la visita de Eisenhower.
El Secretario de Estado Dean Acheson en 1947 dijo que Alemania y Japón debían volver a ser las grandes fábricas que fueron y en 1948 comenzó el Plan Marshall. Mientras Don Juan de Borbón trabaja en la creación de un Frente de Solidaridad, con ayuda de los antiguos republicanos, para deponer al Régimen pero la situación internacional impide aventuras mientras Franco siga siendo fiable, es decir, anticomunista. En este panorama,  Paul Culbertson, el encargado americano de negocios se reúne con Martín Artajo y Joaquín Ruiz Giménez  para confirmar que España estaría al lado de América en caso de conflicto con los comunistas. Tras ella Culbertson abrió el camino para que los créditos del Plan Marshall lleguen a España con la bendición del Secretario de Estado Dean Acheson. La ayuda económica americana sirvió para estabilizar la economía, equilibrar el presupuesto y desarrollar la economía de libre empresa.
Pronto se implementó la importancia de España cuando en 1950 estalla la Guerra de Corea y la URSS obtiene la bomba atómica; los Estados Unidos necesitan una red de bases para alcanzar los centros vitales soviéticos mediante los bombarderos atómicos del Mando Aéreo Estratégico, que recayó en España. Por otro lado, los Pirineos debían ser la barrera donde se pararía la posible invasión comunista de Europa y la Península el escenario del repliegue táctico de las fuerzas de la OTAN para la contraofensiva. Así en 1968 las COES participaron en un ejercicio de la OTAN en la RFA; en Jaca se desarrollarían anualmente junto a las Boinas Verdes americanas un entrenamiento conjunto denominado Operación Sarrio; comenzaron los cursos para militares españoles en Estados Unidos, en 1953 los cursos para los pilotos de los T-33 y F-86, luego para el F-104 y el F-5; y en 1970 los Estados Unidos entregan a España el oleoducto Rota-Zaragoza. Tampoco podemos olvidar ejemplos como el de Manuel Fernández Monzón, hoy General retirado, que en 1966 entra en contrainteligencia y tras su adiestramiento en Escocia formará parte de una Red para facilitar la huida de disidentes del Bloque soviético; como tampoco podemos olvidar la huella que el MOSSAD dejó en los nuevos agentes de la Inteligencia española.
En 1969 Juan Alberto Perote fue el primer español que realizó el curso de adiestramiento de la Escuela de Infantería en Cesano, Italia, para la Red stay behind de la OTAN. La CIA creó la Red Gladio para impedir la formación de regímenes prosoviéticos en Europa Occidental.
Durante la Transición española ultraderechistas italianos por orden de la CIA y los Servicios de Inteligencia italianos actuaron en los años setenta y ochenta en España con la connivencia del CESID. Existe relación entre Gladio, el Batallón Vasco Español, los Gal, los asesinatos de Atocha y el 23-F.
La Base militar de Maspalomas, en las Palmas de Gran Canaria, fue en esta época un campo de entrenamiento para los agentes de la Red hasta 1976.        
La OTAN, una vez terminada la Guerra Fría, tuvo que reconocer que en junio de 1980 derribó un avión comercial italiano con 81 pasajeros de Sicilia. Fue en la época en que cazas de la Alianza derribaron varios cazas libios en la escalada bélica que mantenían con Gaddafi.
La sentencia judicial del Tribunal de Venecia, 10 de octubre de 1991, afirmaba: “El acuerdo del 28 de noviembre de 1956, alcanzado entre los servicios de información italianos y Estados Unidos para la creación de la organización clandestina, no es un tratado internacional sino que forma parte del tratado OTAN aprobado por la ley nº 465/49” (Grimaldos, 2006: 90). Implicados en la estrategia de tensión italiana: Francesco Consiga, Presidente de la República; Giulio Andreotti, Presidente del Gobierno; De Lorenzo y Miceli, Generales; Michael Sindona, Presidente de la Banca Privada -Mafia-; el Arzobispo Marcinkus, Banca Vaticana; Roberto Calvi, Banco Ambrosiano -Logia P-2-. En este punto debemos anotar que el periodista Alfredo Grimaldos relaciona la muerte de Juan Pablo I con la relación del Arzobispo Marcinkus con Roberto Calvi y el lavado de dinero de la mafia.  La Red Gladio estuvo involucrada en el Golpe de estado italiano que, en julio de 1964, intentó el General de los Servicios de Inteligencia Giovanni Lorenzo contra la coalición gubernamental del Partido Socialista. Y también en el atentado en Piazza Fontana, Milán, que causó 17 muertos y 90 heridos; un anarquista llamado Pinelli fue detenido pero durante los interrogatorios se cayó, al parecer, desde una ventana. Diez años después las investigaciones llevaron a la detención de un agente de Inteligencia y dos ultraderechistas italianos.
En las navidades de 1970 sería el Príncipe Negro, Valerio Borghese, quien intentó otra asonada que terminó con su llegada a España; en 1978 hubo otro intento de Golpe; en 1974 explotó una bomba que causó la muerte de 8 personas, y centenares de heridos, durante una protesta sindical; en agosto de 1974 la estrategia de tensión causó 12 muertos y 45 heridos al explotar un artefacto en el tren Italicus; en 1980 estalló una bomba que provocó 85 muertos y centenares de heridos en la estación de tren de Bolonia; en diciembre de 1984 explotó una bomba en el tren Nápoles-Milán provocando 16 muertos y cerca de un centenar de heridos. En los años setenta España seguía siendo el refugio europeo de la ultraderecha y donde los italianos preparaban sus acciones. Así es como Giuseppe Calzona cuando llegó a Barcelona en 1973 no tuvo problemas para relacionarse con Stefano della Chiae, Cicuttini o Carnisi, miembros de la Internacional Negra, y trasladarse a Madrid para abrir la pizzería El Appuntamento donde habitualmente agasajaron a Elio Massagrande, Giancarlo Rognoni, Jean-Pierre Cherid o Salvatore Francia y donde los Servicios de Inteligencia españoles o la Brigada Político Social solían pasar para encargarles algunas de las provocaciones que alteraron la Transición. Montejurra, El Papus, la matanza de Atocha, el GAL.
El Teniente General Andrés Cassinello Pérez, el cerebro del GAL Verde, fue uno de los hombres de nuestra Inteligencia más cercanos a la CIA que trasladó a la lucha antiterrorista contra ETA las enseñanzas recibidas, durante el franquismo, en el Centro de Guerra Especial de Fort Bragg. Y cuyo colofón fue el ascenso a Capitán General de la Región Pirenaica Occidental durante el Gobierno socialista de Felipe González.
En este contexto tuvo lugar la Operación Delgado. EL General Humberto Delgado fue uno de los principales opositores al Régimen de Olivera Salazar. En 1958 se presentó, a pesar de las presiones, a las elecciones presidenciales por lo que popularmente se le comenzó a llamar el General sin miedo. Desde la Embajada Americana en Roma, el Coronel Vernon Walters, envió un informe avisando a la CIA de la independencia del General Delgado y comienzan a prepararle una operación cuyo seguimiento inicial lo harían la OAS francesa con la ayuda de la PIDE portuguesa, había muchos miembros de la OAS refugiados en Portugal desde la salida de Argelia en 1962, en Italia, España e incluso en Francia donde intentaron el secuestro del General. Con este fondo le envían una carta para celebrar una falsa reunión en Roma que el General lleva a París el 29 de diciembre de 1964 y luego se volverán a citar en España. El 24 de febrero de 1965 aparece muerto junto a su secretaria en la finca Los Almerines de Olivenza. Badajoz.
Desde antes del famoso chapuzón de Palomares los americanos habían puestos sus ojos en Manuel Fraga17 para comenzar la evolución del Régimen Franquista y las publicaciones de la CIA comienzan a destacar su aperturismo. Debía tener un buen perfil para encabezar la Transición. En 1973 desde la Embajada de España en Londres comienzan los contactos con el Ministro socialista Mario Soares, cercano a la CIA; y miembros de la editorial PRISA como Darío Valcarcel y Juan Luis Cebrián, El País se publicó en 1976 cuando Fraga era ministro de la Gobernación. Pero los errores que cometió en este periodo le dejaron fuera de la carrera.
El 25 de abril de 1974 se produjo en Portugal la Revolución de los Claveles poniendo en peligro la Base Aérea americana de las Azores, desde cual se repostaba a los aviones que auxiliaron a Israel en la Guerra del Yom Kippur en 1973; el Partido Comunista de Italia estaba cerca de entrar en el Gobierno; la Dictadura griega estaba declinando; y Franco estaba enfermo.
El Gobierno americano se comenzó a alarmar. No es de extrañar que en 1974 el General Spinola intentara un contragolpe auspiciado por el Teniente General Vernon Walters. Muy parecido al que organizó en Brasil contra el Presidente Goulart diez años antes. La Operación fracasó pero el Gobierno Ford, con Caspar Weinberger y Donald Rumsfeld, no paró hasta conseguir, en 1975, la caída del Gobierno izquierdista de Vasco Gonçalves en favor del amigo Mario Soares.
En esta época el General Walters, amigo del Rey Hassan II, comienza a preparar la Marcha Verde y los destinos del Sahara Occidental con el visto bueno de Henry Kissinger. En 1974 el Congreso de Suresnes, cerca de París, que celebró el PSOE se realizó seis meses después de la Revolución de los claveles. Franco empeora y los norteamericanos no pueden permitirse otra desestabilización como la portuguesa y con ayuda de Carrero Blanco se le da escolta y pasaporte a “Isidoro” para llegar al Congreso. En la reunión que se prepara al efecto, en Madrid, estuvieron Enrique Múgica y Manuel Fernández Monzón, este último del SECED, y tras otra reunión paralela Nicolás Redondo comprendió que “Isidoro”, Felipe González18, debía ser el Secretario General. A su vuelta Andrés Cassinello y José Faura, ambos del SECED, tuvieron otra reunión con el nuevo clan sevillano. Visto el panorama no es de extrañar las declaraciones del “comisario  Manuel Ballesteros a la periodista Pilar Urbano. A los socialistas no se les detenía, a los comunistas, sí… Más aún: la policía no sólo miraba para otro lado, haciendo la vista gorda, sino que a veces ayudaba a pasar la valija con la propaganda y los documentos del partido que los de Rodolfo Llopis (el PSOE exterior) enviaba de allá para acá” (Grimaldos, 2006: 142). Cabe recordar que los fondos que permitieron el Congreso de Suresnes llegaron de la mano de Willy Brandt. Fue la Operación Primavera: construir una socialdemocracia moderada. El SECED elaboró una lista de contactos: Pablo Castellanos, Nicolás Redondo, Felipe González, Enrique Múgica, Eduardo López Albizu, Ramón Rubial, Alfonso Guerra… La jugada era clara. El Partido Comunista de España fue quien llevó el peso contra el Régimen y se temía, en plena Guerra Fría; que llegase al poder de sus homólogos francés e italiano mientras Portugal ardía. El PSOE fue refundado y se creó un Partido Socialista para Portugal bajo la tutela de Mario Soares y el patrocinio de Bonn.
Pero en honor a la verdad, debemos recordar que hubo socialistas españoles que se presentaron voluntariamente para tal fin incluso antes de que la CIA comenzase el proceso. Carlos Zayas Mariátegui, luego diputado del PSOE; Joan Raventós Carner, luego Embajador en Francia; José Federico de Carvajal, luego Presidente del Senado; Mariano Rubio, Gobernador del Banco de España; Jorge Semprún cuando abandonó el PCE sería ministro con Felipe González; y el ex-poumista Julián Gorkin que pertenecía al Congreso por la Libertad Cultural.19  
“Hacia 1980, las Fundaciones alemanas tienen programas en funcionamiento en unos sesenta países y están gastando cerca de 150 millones de dólares. Operan en un secreto casi total. Las operaciones de la Friedrich Ebert Stiftung (Fundación), del SPD, fascinaba a los norteamericanos, especialmente sus programas de formación y las subvenciones que hicieron llegar a los social-demócratas de Grecia, España y Portugal, poco antes de que cayeran las dictaduras en sus países e inmediatamente después… con más de 10 millones de dólares de la Ebert Stiftung, y algunas otras remesas de la CIA, el Partido Socialista Portugués creció rápidamente y en poco tiempo se convirtió en el partido gobernante” (Grimaldos, 2006: 150). El Programa Democracia contenía la receta que utilizaban los Estados Unidos cuando apoyaba a una dictadura: apoyo para asumir el control de la transición y evitar la victoria de las fuerzas comunistas. Como es lógico, el mayor defensor del Programa Democracia fue el Presidente Reagan y no lo ocultó cuando ante el Parlamento Británico en 1982 dijo: “Este nuevo programa construirá una infraestructura de libertad y democracia que dejará al marxismo-leninismo en el estercolero de la historia” (Grimaldos, 2006: 151).
En este contexto de enfrentamiento cultural e ideológico que se deslizaba durante la Guerra Fría hace que los partidos socialistas vayan abandonando el marxismo bajo la tutela de dirigentes como: Bettino Craxi, Italia; Carlos Andrés Pérez, Venezuela; Mário Soares, Portugal; y González,  España.
Por otro lado, la Operación Mary fue el mayor éxito que cosechó la CIA en España contra las actividades de la Inteligencia soviética. En 1968 se descubre una fuga de información por una red de oficiales europeos y cuando el KGB tocó a un oficial español, de vida perdida, este lo comunicó a su superior y este al Servicio de Inteligencia. El oficial se prestó a jugar como agente doble de forma tan magistral que en pocos meses, tras un curso en la Unión Soviética, vuelve como flamante subjefe de la Red mediterránea y con la información necesaria para que la CIA desmantele todo el tinglado.
Teniendo en mente toda la situación internacional de la época no se extrañará tanto si le digo que el Comandante Cortina, que coordinó a los militares el 23-F, visitó a Terence Todman, Embajador Americano, y a Monseñor Antonio Innocenti, Nuncio Apostólico, tan sólo unos días antes del Golpe20. El norteamericano encargado desde la propia Embajada en Madrid de toda la Red era Ronald E. Estes. Este señor en 1965, fue enviado a Checoslovaquia poco antes de la Primavera de Praga; a finales de los años setenta, estuvo en el Líbano; en 1974, llegó a Grecia y poco después tuvo la oportunidad de ver caer la Dictadura de los Coroneles; tras el asesinato de su jefe en Grecia, Richard Welch el 23 de noviembre de 1975, fue trasladado a España. Era un agente punta. Las Embajadas que lo necesitan tienen un hombre experto en Golpes de estado. Así como un jefe de estación, dentro de la Embajada, que monta la Red infiltrando enlaces en la Junta de Jefes de Estado Mayor, partidos políticos, sindicatos, círculos empresariales y bancarios, asociaciones de ciudadanos, grupos estudiantiles y medios de comunicación para la <<estabilidad>>, en el marco general de la Guerra Fría. Turquía como España eran claves geopolíticamente. Los americanos, en 1947, desarrollaron el Plan Pincher para garantizar tanto las comunicaciones de Europa con Asia como el tránsito de petróleo proveniente de Oriente Medio ante un posible ataque soviético. En 1979 la caída del Sha, apoyado por la CIA, y la creación de la República Islámica cambiaron las claves en la zona. Por ello los americanos se apresuraron en reforzar a Irak, las Monarquías del golfo, la Base anglo-americana de Diego García, establece acuerdos con Kenia, Pakistán y Somalia, amplía la ayuda militar a Egipto, Marruecos, Sudán y Túnez, amplía la importancia de las Bases en España, y da prioridad a la VI Flota para asegurar el área mediterránea desde las azores hasta Turquía. Estas acciones todavía cobran más sentido cuando, también en 1979, se establece un Gobierno comunista en Afganistán, avanza la guerrilla salvadoreña y se desarrolla la Revolución en Nicaragua. Este es el ambiente que propició la llegada de Ronald Reagan al poder en 1980. El 12 de septiembre de 1980 una llamada telefónica desde Ankara comunicó al Gobierno Estadounidense que a las cuatro de la madrugada se produciría un Golpe de estado gestado por el General Evren y la CIA. En esta época fallaron los Golpes en Mauritania, España e Italia y corrieron rumores en Portugal. También la VI Flota realizó agresivas maniobras en aguas libanesas donde se derribaron dos cazas libios y por error un avión comercial italiano. En 1980 también se le pide a España el ingreso en la OTAN pero el Presidente Suárez, con viaje a Washington incluido, pone pegas y siete días después de la victoria electoral de Reagan el Presidente español, que mantiene relaciones con Cuba y Argelia, dimite, aunque el Golpe militar ya estaba en marcha. Cabe recordar que en esas fechas se produjeron una serie de accidentes aéreos que acabaron con el Primer Ministro portugués Francisco Sa Carneiro y el General panameño Omar Torrijos. Si todavía le queda alguna duda puede usted leer en las “Confesiones” de Juan Alberto Perote su testimonio del asunto: “Joaquín Garrigues Walter, estrechamente relacionado con el gobierno de la UCD, sostenía que el Presidente Suárez había tomado su decisión de dimitir tras acudir al Palacio de la Zarzuela, donde el Rey le recibió en compañía de dos generales. En un momento determinado, Don Juan Carlos se ausentó y los dos militares pusieron sus pistolas sobre la mesa exigiéndole su dimisión” (Grimaldos, 2006: 191). En este contexto el Golpe en España se realizó a imagen y semejanza del realizado en Turquía precisamente porque ambos países, con un Gobierno fuerte, pueden controlar cada extremo del mediterráneo. El 14 de febrero el Embajador americano tuvo una reunión con el General Armada y ordenó que se controlaran las comunicaciones con aviones AWACS. Mientras su homólogo soviético en España informa al Gobierno español de una reunión de Generales. El día del Golpe la VI Flota ya está en situación, es decir, realizando unas maniobras cerca de Valencia; mientras la 16ª Fuerza Aérea Americana lleva cuatro días en acción; y se activa la alerta en Torrejón, Rota, Morón y Zaragoza.
El 1 de mayo de 1981 en el sur y el este de la Península Ibérica aparece oficialmente la neumonía atípica. El caso de la colza. La Unión Soviética, mediante la Agencia TASS, afirmaba que el origen había sido un accidente biológico en la Base de Torrejón.
El Mossad, por su parte, tuvo la gentileza de realizar un informe para combatir eficazmente a ETA; pero el Gobierno de Adolfo Suárez lo desestimó. Casualmente, bajo su Gobierno, surgió un grupo terrorista denominado Batallón Vasco Español que extendió el conflicto hasta el sur de Francia. Estos actos continuaron con la llegada del PSOE al Gobierno aunque el grupo, ahora, se denominaba GAL. En los primeros años ochenta la CIA comienza a prestar apoyo tecnológico a la Guardia Civil en la lucha contra el terrorismo. Así, en 1986 se le propinó un durísimo golpe a ETA cuando dos misiles tierra-aire que viajaban de El Salvador a Hendaya, gracias al agente español Francisco Paesa y a un traficante y ex agente francés llamado Georges Starckmann, llegaron a manos de ETA con unos sensores ocultos, que no habían pedido, pero que la CIA les regalaba. Era la Operación Sokoa.

CONCLUSIONES

A lo largo de este artículo, aunque muy brevemente, habrán podido ustedes comprobar como las redes de inteligencia y sabotajes que los soviéticos crearon antes de la II Guerra Mundial, que tan brillantes resultados obtuvieron ante los nazis, y de las que ordenó desarrollar Churchill para incendiar Europa; surgieron los pilares fundamentales de la estrategia con la que se enfrentaron las dos superpotencias en la Guerra Fría Secreta que mantuvieron por la victoria, y la hegemonía mundial, en la segunda postguerra.
En este contexto, también habrán podido ustedes comprobar que, tras la II Guerra Mundial, sólo quedaba una Europa arruinada y destruida a merced del poderío soviético y del aura de los Partidos Comunistas, como el francés y el italiano, por su papel en la Resistencia contra los nazis. Ante ello los Servicios de Inteligencia occidentales comenzaron a crear un Ejército Secreto anticomunista con el fin de responder a una posible invasión soviética. Como dicha invasión no se producía este Ejército Secreto fue utilizado en todo el globo para contrarrestar las organizaciones políticas, terroristas y guerrilleras apoyadas por la Unión Soviética en el juego diario por el poder que fue la Guerra Fría. En Europa Occidente impidió la llegada al poder de los comunistas a los Gobiernos de Francia e Italia, se detuvo las revoluciones griega y portuguesa y se controló la transición en España; en Asia se apuntaló a Turquía en el bando occidental y se evitó la conquista soviética de Afganistán; en Oriente Medio se hicieron todas las combinaciones posibles, recordemos a Irán e Irak, para mantener el transito del petróleo; y en Hispanoamérica el juego de poder bipolar llegó al derrocamiento de Jacobo Arbenz y Allende, la invasión de Bahía Cochinos, la guerra de guerrillas en El Salvador, Honduras, Colombia, Nicaragua o Perú y el apoyo occidental a dictaduras como la de Pinochet o Noriega; mientras que en África estallaron conflictos por la descolonización, apoyados por la Unión Soviética, en Camerún, Chad, Congo, Gabón, Argelia, Níger, Mozambique, Angola…; y en el Sudoeste asiático el referente, por antonomasia, fue la victoria del Vietnam comunista sobre Estados Unidos.
La Guerra fría, por tanto, fue un enfrentamiento político, económico, social, cultural y militar donde se recurrió a todos los métodos subrepticios de la Guerra Secreta para mantener el pulso al bando contrario, sin llegar al holocausto nuclear.

BIBLIOGRAFÍA

Bar-Zohar, M. (1967). A la caza de los sabios alemanes. Barcelona: Plaza & Janes.
Bourcart, J. R. D. (1963). Los secretos del Servicio Secreto soviético. Barcelona: Editorial Mateu.
Cookridge, E. H. (1955). El Servicio Secreto Soviético. Barcelona: Editorial AHR.
Cookridge, E. H. (1969). Incendiad Europa. Barcelona: Editor Luis de Caralt.
Cornwell, J. (2005). Los científicos de Hitler. Barcelona: Paidós.
Ganser, D. (2010). Los ejércitos secretos de la OTAN. España: El viejo topo.
Glondys, O. (2012). La Guerra Fría Cultural y el exilio republicano español. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Guilbaut, S. (1990). De cómo Nueva York robó la idea de arte moderno. Madrid: Mondadori.
Grimaldos, A. (2006). La CIA en España. Espionaje, intrigas y política al servicio de Washington. Barcelona: Debate.
Jiménez de Aberásturi, J. C. y Moreno, R. (2008). Al servicio del extranjero. Historia del Servicio Vasco de Información. Madrid: Antonio Machado Libros.
Judt, T. (2010).  Postguerra. Una historia de Europa desde 1945. Madrid:Taurus.
Landes, D. S. (2006). Dinastías. Barcelona: Crítica.
Laqueur, W. (2003). Una historia del terrorismo. Barcelona: Paidós Historia Contemporánea.
Moradiellos, E. (2005) Franco frente a Churchill. Barcelona: Península.
Napoleoni, L. (2004). Yihad. Cómo se financia el terrorismo en la nueva economía.Barcelona: Urano.
Reverte, J. M. (2014). Guerreros y traidores. De la guerra de España a la guerra fría. Barcelona:Galaxia Gutenberg.
Ruiz, F. J. (2012). Orígenes, desarrollo y consecuencias de la guerra fría secreta. Alemania: EAD.
Stonor Saunders, F. (2001). La CIA y la guerra fría cultural. Madrid: Debate.
Weiner T. (2008). Legado de cenizas. La historia de la CIA. Barcelona: Debate.
Zacharías, E. M. (1952). Historia secreta de la Guerra Fría. Barcelona: José Janés.

Fecha de recepción: 20 de noviembre de 2013
Fecha de aceptación: 01 de marzo de 2014
Fecha de publicación: abril de 2014

1 Un dato poco conocido es que Winston Churchill, previamente a la Guerra de los Boers, había obtenido del Gobierno español la medalla al Mérito militar, con distintivo rojo, por su valor en la campaña contra los independentistas cubanos.

2 Servicio de Inteligencia y Operaciones del General De Gaulle en Londres desde 1942.

3 Para profundizar en el papel de de estas empresas durante la II Guerra Mundial le recomendamos la obra de Landes, D. S. (2006). Dinastías. Barcelona: Crítica.

4 Oficina de Seguridad del Reich.

5  HOMBRE V,vertrauensmann, era un hombre de confianza, o informador, reclutado entre los nacionales de los territorios ocupados de la Gestapo y el Servicio de Seguridad alemán (SD).

7 Grupos uniformados y fuertemente armados que eran lanzados en paracaídas para ayudar en la eliminación de las unidades alemanas en las zonas semiliberadas.

8 La organización paralela montada por el Mayor Giskes, de la Abwehr, para engañar a sus homólogos británicos se denominó England Spiel y envió entre 2.000 y 4.000 mensajes falsos a Londres a la par que manipulaba a la Inteligencia holandesa enviándole párrafos sueltos de estas comunicaciones.

9* Esta acción fue el ejemplo que utilizaría la Inteligencia aliada occidental para escuchar las conversaciones del Bloque soviético con el famoso “Túnel de Berlín”.

11 En este punto recomendaríamos, para ampliar conocimientos, a Bar-Zohar, M. (1967). A la caza de los sabios alemanes. Barcelona: Plaza & Janes, y Cornwell, J. (2005). Los científicos de Hitler. Barcelona: Paidós.

12 El nombre en clave de Gladio deviene de la espada corta que utilizaban los legionarios romanos.

13 Según el profesor Daniele Ganser la CIA con la ayuda de Gladio se infiltró en las Brigadas Rojas antes del asesinato del Primer Ministro italiano Aldo Moro.

14 Para profundizar en este tema recomendamos por ser al obra más actualizada a Napoleoni, L. (2004). Yihad. Cómo se financia el terrorismo en la nueva economía.Barcelona: Urano.

15 La obra más reciente para consultar sobre este tema es Reverte, J. M. (2014). Guerreros y traidores. De la guerra de España a la guerra fría. Barcelona:Galaxia Gutenberg.

16 Para conocer más a fondo la guerra secreta entre alemanes y británicos por ganarse a las diversas facciones del Régimen franquista durante la II Guerra Mundial recomendamos la novedosa y profunda obra de Moradiellos, E. (2005) Franco frente a Churchill. Barcelona: Península.

17 Don Manuel Fraga fue uno de los fundadores del partido conservador español y unos de los padres de la Constitución española. El “chapuzón” fue una acción de propaganda, para transmitir tranquilidad, tras la caída de un avión norteamericano que transportaba bombas atómicas, en aguas españolas.

18 Este joven abogado de Sevilla, antiguo falangista, casado con la hija de un Coronel del Ejército del Aire español y futuro presidente de España con el Partido Socialista Obrero Español, fue decisivo para la renuncia del PSOE a las tesis marxistas y su andadura por la socialdemocracia que exigía la Transición española orquestada por la CIA, en plena Guerra Fría.

19 Para conocer realmente la profundidad del papel que jugaron los servicios de inteligencia norteamericanos durante la Guerra Fría recomendamos, además de a Weiner T. (2008). Legado de cenizas. La historia de la CIA. Barcelona: Debate,  a  Stonor Saunders, F. (2001). La CIA y la guerra fría cultural. Madrid: Debate, por ser la obra más completa  que conocemos. Y para el caso concreto de España e Hispanoamérica recomendamos a Glondys, O. (2012). La Guerra Fría Cultural y el exilio republicano español. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

20 La lista del 23-F, (de Medina. F. La verdad, Plaza & Janés, Barcelona, 2006), recogida por Grimaldos en su obra La CIA en España: Presidente: General Alfonso Armada; Vicepresidente para asuntos políticos: Felipe Gonzalez; Vicepresidente para asuntos económicos: José María López Letona; Ministro de asuntos exteriores: José María Areilza; Ministro de defensa: Manuel Fraga: Ministro de hacienda: Pío Cabanillas; Ministro de justicia: Gregorio Peces Barba; Ministro del interior: General Manuel Saavedra Palmeiro; Ministro de obras públicas: José Luis Álvarez; Ministro de educación y ciencia: Miguel Herrero de Miñón; Ministro de trabajo: Jordi Solé Tura; Ministro de información: Agustín Rodríguez Sahagún; Ministro de comercio: Carlos Ferrer Salat; Ministro de cultura: Antonio Garrigues Walker; Ministro de economía: Ramón Tamames; Ministro de transporte y comunicaciones: Javier Solana; Ministro de autonomías y regiones: General José Antonio Sáenz de Santamaría; Ministro de sanidad: Enrique Múgica Herzog; Ministro de información: Luis María Ansón.



Tlatemoani es una revista acadmica , editada y mantenida por el Grupo eumednet de la Universidad de Mlaga.

Para cualquier comunicacin, enve un mensaje a blancate2005@yahoo.es


 

Directora: Dra. Blanca Torres Espinosa; revista.tlatemoani@uaslp.mx
Editor: Juan Carlos Martnez Coll

ISSN: 1989-9300

Numero Actual
Presentacin
Normas de Publicacin
Hemeroteca
Consejo de Redaccin
Comit
Otras Revistas de EUMEDNET