TECSISTECATL
Vol. 1 Número 6, junio 2009
 

LA DESIGUALDAD DEL INGRESO REGIONAL: PROPUESTA DE UN MODELO CAUSAL

Ana Luz Ramos Soto
Licenciada en Economía
M.C. Planifiación de Empresas y Desarrollo Regional
Director de la Escuela de Economía de la
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca
Coordinadora General de la Agencia de Desarrollo Integral UABJO-SEDESOL
Profesor investigador de la Facultad de Contaduría y Administración de la UABJO
Miembro del SNI Nivel 1.
Analuz_606@yahoo.com.mx

 

La teoría económica proporciona elementos para analizar tanto las causas que regulan el reparto del producto de la economía, como los factores que contribuyen a crearlo.

La contabilidad de una economía puede medirse o cuantificarse desde diferentes ángulos por ejemplo, con base en el ingreso nacional al costo de los factores o en el ingreso personal.1 El primer enfoque abarca los componentes del Producto Interno Bruto (PIB) que son: consumo ( C ), más la inversión interior privada bruta (I), las erogaciones del gobierno (G) y las exportaciones netas (X); el enfoque de los ingresos considera los componentes de los ingresos o costos como fuentes del PIB: sueldos, salarios y otros ingresos del trabajo, más intereses, alquileres y demás ingresos derivados de la propiedad, más los impuestos indirectos, más la depreciación, más las utilidades. Ambos enfoques, en su suma, darán al final exactamente el mismo PIB.

En el análisis de los determinantes de la distribución del ingreso, los investigadores han utilizados dos factores: uno se concentra la atención en la relación entre el proceso de crecimiento económico y la forma que adopta, en las distintas etapas de este proceso, la distribución del ingreso de los hogares; y el otro destaca la disponibilidad de recursos en escala macroeconómica, mediante los modelos de equilibrio general.2

Por su parte el crecimiento económico, entendido como el aumento de la producción total de un país con el paso del tiempo, por lo general se mide con la tasa anual de incremento del PIB real de un país; el crecimiento económico es un objetivo fundamental y debe de ir acompañado de un aumento de los empleos.3

Los clásicos señalan que para lograr el crecimiento económico se requiere una acumulación de capital en función de la tierra y la población. Sin embargo al crecer la población se crea pobreza si no existen las condiciones tecnológicas adecuadas. Los marxistas argumentan que al incorporar el capital se desplaza la mano de obra; como consecuencia disminuye la demanda y el ejército de reserva de parados genera en consecuencia un mayor grado de pobreza.

Entre los neoclásicos destaca Solow (1956) por su propuesta de un modelo de crecimiento con dos factores, capital y trabajo; supone que la economía es competitiva y se encuentra en pleno empleo por lo que destaca la necesidad de intensificar el capital integrado por las fábricas, viviendas, equipo de cómputo, maquinaria y herramientas, la existencia de bienes acabados y semiacabados. Es decir, el incremento de la cantidad de capital por trabajador permite aumentar el salario de los trabajadores. El equilibrio a largo plazo en este modelo se alcanza cuando la economía avanza a una situación estable y los salarios reales dejan de crecer.

Samuelson (2001) señala que son cuatro los elementos para lograr el crecimiento económico: los recursos humanos que abarcan la oferta de trabajo, la educación, la disciplina; los recursos naturales, o sea la tierra, los minerales, los combustibles; la formación de capital; que incluye las máquinas, las fábricas, las carreteras y por último, la tecnología, es decir, la ciencia, la ingeniería, la dirección de empresas, la iniciativa empresarial.

De igual modo menciona que el crecimiento económico en los países pobres, o en vías de desarrollo, se caracteriza por sus bajos ingresos per cápita, su menor nivel de educación y la desnutrición de sus pobladores. Para este autor, los recursos humanos contribuyen a la lucha contra la pobreza provocada por el crecimiento de la población y aunque estos países cuentan con recursos naturales, tienen una riqueza natural como el petróleo, no los utilizan para crear bases sólidas para la expansión industrial. En cambio los países desarrollados ahorran e invierten 20% de la producción en la formación de capital,4 mientras que las naciones pobres sólo ahorran 5% del ingreso nacional.

Los países en desarrollo pueden beneficiarse del cambio tecnológico y las innovaciones generadas en los más avanzados; dado que la iniciativa empresarial y la innovación son la clave del desarrollo, el Estado debe fomentar la iniciativa empresarial.

Estas economías tienen dificultad para combinar los cuatro elementos del progreso: trabajo, capital, recursos e innovación, debido a que están inmersos en el ciclo vicioso de la pobreza (figura I.1). Los ingresos bajos generan un bajo ahorro lo que retrasa el crecimiento del capital; la insuficiencia de capital impide introducir nueva maquinaria y acelerar el crecimiento de la productividad, y la falta de ésta genera un bajo ingreso. Al haber elementos que permiten que la pobreza se auto refuerce, esta última va acompañada de bajos niveles de educación y capacitación, lo que impide adoptar o mejorar la tecnología.

Desarrollo regional

El concepto de región se ha analizado a partir de dos visiones; la primera incluye los conceptos tradicionales, formulaciones que dejan de lado toda consideración histórica y social, postulando el concepto de que son supuestamente universales. Así, la escuela francesa menciona que las regiones son espacios abstractos (Perroux y J. Boudebille); la escuela alemana se refiere a la región económica (Chrisaller y A. Lösch), y la teoría de la base económica, a la región productiva. El segundo grupo sostiene que la ocupación en las regiones de un territorio está condicionada por el tipo de relaciones sociales prevalecientes entre los grupos humanos que se asientan en determinados lugares, como señalan J.L. Coraggio (1981) en su teoría de la región espacial, Rofman (1974) en la integral, y Florescano (1992) en la histórica.5

S.Boisier (1986) sostiene que la región no debe revisarse con los conceptos tradicionales porque no toman en cuenta los cambios contextuales y estructurales,6 ni los científicos y tecnológicos que ha provocado la globalización, diferencias a las cuales se les han dado diferentes explicaciones. A finales de los sesenta y en los setenta se argumentó que aquéllas fueron resultado de la industrialización por lo que se propuso que el equilibrio regional se podía dar creando polos de desarrollo en las regiones subdesarrolladas. A finales de los setenta y primeros años ochenta se argumentó que los gobiernos habían limitado la iniciativa privada con la sobreevaluación del tipo de cambio de la moneda, lo que elevó los salarios. Por ello la banca y los organismos internacionales empezaron a promover el neoliberalismo con la intención de mejorar los equilibrios macroeconómicos mediante la promoción de la libre empresa.7

El desarrollo regional se ha explicado a partir de dos vertientes. Para la primera está subordinado al contexto nacional y para la segunda es independiente de él. Según el primer enfoque, el desarrollo es un proceso de cambio con características económicas, sociales y físicas en una zona durante un tiempo. La segunda, en la que se fundamenta esta investigación, concibe el desarrollo regional como un aumento del bienestar en una región, el cual se refleja en los indicadores del ingreso por habitante y su distribución entre la población; es un proceso de transformación económica y social que comprende el crecimiento del producto per cápita, el cambio de las estructuras productivas y el equilibrio entre regiones.8

Según este último enfoque, las grandes regiones económicas se estructuran a partir de ciertas condiciones básicas:

a) que posean importantes recursos naturales que permitan el desarrollo de una o varias actividades productivas;

b) que las diversas partes de la región se complementen entre sí, estableciendo relaciones internas sobre la base de núcleos como ciudades y pueblos grandes;

c) que haya cierta homogeneidad en el grado de desarrollo de las fuerzas de producción, el cual puede diferir de las regiones vecinas con las cuales establece relaciones; una región no puede estar aislada del resto del país, y

d) que las diversas actividades productivas se desarrollen en forma desigual, de acuerdo con los recursos, el carácter de la población, su historia, lo cual condiciona una especialización predominantemente en una rama de la producción.9

La figura I muestra que en cada región económica coexisten espacialmente un conjunto de unidades, ramas y sectores productivos que constituyen un segmento de la estructura productiva del sistema económico total.10

De igual manera, coexiste un conjunto de asentamientos poblacionales, ya sean rurales o urbanos, compuestos por agentes económicos que se ocupan en diversas actividades productivas. Una parte de estos grupos percibe ingresos que es posible estratificar desde un ángulo distributivo; primero los que viven del trabajo personal que desempeñan en la región y que gastan sus ingresos en la misma. A medida que asciende la estratificación de ingresos es posible que ciertos gastos se localicen en regiones diferentes de donde viven y trabajan.

Ambos agentes económicos, los que trabajan y gastan dentro de la región, como los que lo hacen fuera de ella, propician una dinámica económica. En cada región hay una estructura productiva con su respectiva estructura ocupacional capaz de generar oferta con una composición específica de bienes y servicios; a esa estructura ocupacional le corresponde una estratificación paralela de ingresos con repercusiones diferentes en materia distributiva conforme, a las tasas de su actividad, la estructura de edades y las tasas de dependencia que soporta la población ocupada.

Cada región es un subsistema que forma parte de un sistema total. Dado que no todo lo que produce una región lo consume internamente ésta exporta el excedente pero también debe importar parte de los productos que satisfacen su demanda interna, constituyéndose en un sistema abierto, en donde las importaciones y exportaciones se dan en forma natural.

Existe una interdependencia recíproca de los subsistemas económicos regionales que refleja el conjunto de relaciones intersectoriales; estos subsistemas se relacionan entre sí atendiendo a la composición interna de bienes de consumo final, así como a los nuevos medios de producción correspondientes a la inversión regional. Por tanto, al analizar las regiones hay que tener siempre presente la interdependencia de cada una de ellas con el conjunto de la economía.11

La interdependencia se da de acuerdo con las modalidades que adopta el capital. Por otra parte, influyen también el ritmo de crecimiento y la distribución del ingreso personal disponible para el consumo. Este último determina el punto de partida para analizar los estilos de desarrollo desde un punto de vista regional debido a que la distribución del ingreso es un factor relevante que directamente determina la composición de la oferta de bienes de consumo final.

Para conocer esas repercusiones regionales es necesario analizar las tendencias globales que asumen el crecimiento y la distribución del ingreso en el sistema económico tomado como una totalidad. Corresponde analizar el crecimiento sectorial diferenciado de la producción, en respuesta a las modalidades que asume la composición de la oferta de bienes finales.

Las regiones donde se localizan los sectores más dinámicos crecerán a un ritmo más rápido, en que repercutirán en la ocupación y la demanda de fuerza de trabajo como resultado de ese crecimiento económico regional.

La dinámica del crecimiento de la estructura productiva está determina por las industrias productoras de artículos de uso final y por las actividades de servicios de consumo final, como son los servicios personales calificados y no calificados y los servicios financieros. Las actividades industriales se localizarán cerca de los mercados que aglomeran a sus demandantes potenciales. Así en los centros urbanos se generan empleos adicionales en estas actividades dinámicas.

Ante estas actividades surge un movimiento circular según el cual los productores de bienes de consumo final tienden a ubicarse en aglomeraciones urbanas y generarse nuevos empleos se incrementa el tamaño de éstas. Este proceso va acompañado de un menor aporte de las actividades primarias a la composición del valor del producto global dentro de las tendencias de la producción en escala sectorial y paralelamente de una disminución de la población rural.

Los participantes en un proceso de desarrollo regional, gobierno, empresarios, instituciones, hogares y personas, influyen unos en los otros debido a sus múltiples actividades económicas, sociales y culturales. El desarrollo regional es por tanto un proceso amplio, que abarca todas esas actividades en sus múltiples interrelaciones. La evidencia empírica de diversos autores (Rofman, 1974; Boisier, 1986) muestra que si se presta atención sólo a lo económico y se hace caso omiso de los demás factores, los resultados pueden ser inferiores a los previstos.12 Por ejemplo, Ávila (1983) señala que las actividades económicas, sociales y culturales que tienen lugar en el territorio de una región sufren la influencia de los recursos naturales, y a la vez influyen positivamente en ellos. Tomando en cuenta esto el desarrollo regional abarca la interacción del ser humano con la zona geográfica, lo que se refleja en la estructura del uso de la tierra. Es importante detectar los recursos porque posibilitan el crecimiento económico de una o varias actividades productivas.13

El desarrollo de la región se logra mediante cambios estructurales en muchas esferas, como la economía, las actividades sociales y culturales de sus habitantes, la estructura del uso de la tierra, el sistema de asentamientos, la organización institucional y la capacidad administrativa; la realización de estos cambios requieren de tiempos largos, de diez a quince años o más, pero este proceso se puede efectuar en intervalos más cortos, que cabe considerar como etapas consecutivas de la iniciativa a largo plazo.

En las economías en vías de desarrollo, la importancia del desarrollo regional cobra relevancia en las propuestas para resolver problemas básicos, como mejorar el ingreso de las personas y elevar su nivel de vida. Estas economías se caracterizan por la coexistencia de sectores modernos y atrasados. Estos últimos tienen una estructura espacial diferente, debido a que en ellos predomina la pobreza,14que trae como consecuencia el desempleo y subempleo; sectores sociales carentes de trabajo estable y de ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades, y que son incapaces de transitar por el proceso de cambio de lo tradicional a lo moderno, que a su vez da lugar a la aparición del sector informal, el cual tiene su propia dinámica.

Teoría de la heterogeneidad estructural

La heterogeneidad es un fenómeno que refleja las grandes diferencias de productividad y modernidad entre los sectores de actividad económica y al interior de ellos,15aunque a la vez presentan complejas vinculaciones de intercambio, dominio y dependencia dentro de una estructura socioeconómica.16

En la teoría de la heterogeneidad estructural se distinguen dos perspectivas, la económica y la social. La heterogeneidad del sistema económico surge de las profundas diferencias de productividad de las empresas que integran cada sector, rama o actividad económica que forman parte del esquema formalizado. Esta heterogeneidad también explica la existencia de tres estratos de productividad laboral: de subsistencia, intermedio y moderno.17 El primero se caracteriza por el uso de técnicas artesanales, el siguiente por la utilización de técnicas relacionadas con el sector industrial, pero obsoletas con respecto a las que se emplean en los países en desarrollo, y el moderno por incorporar técnicas que están vigentes en estas naciones.

La composición sectorial de un sistema económico responde a los dictados de la demanda final. Al analizar la composición y las tendencias de la demanda final se puede conocer un sistema o el estilo de desarrollo de una economía, porque estas responden a la distribución y la utilización del capital,18 las cuales siguen las señales del mercado, y van respondiendo a los cambios en la distribución y al nivel del ingreso por habitante. Esta tendencia de la utilización del capital determina las tendencias de la distribución del ingreso.

a) Heterogeneidad económica. Este enfoque señala que las diferencias regionales se basan en el ritmo de introducción del progreso técnico, el cual afecta la productividad física del trabajo y su posición en el mercado de las empresas. Por ejemplo, una empresa que cuente con tecnología avanzada ocupará un sitio de liderazgo en el mercado y su fuerza de trabajo percibirá salarios altos; en cambio en un negocio unipersonal o familiar, sin tecnología y una posición desfavorable en el mercado, tendrá una productividad baja en términos físicos y económicos lo que se traducirá en bajos ingresos para sus trabajadores.

La estratificación de las productividades laborales responde, por un lado, al progreso técnico y, por otro, a los regímenes de propiedad e intercambio, que posibilitan una fuerte concentración del capital, además de posiciones privilegiadas en el mercado. Es evidente que la existencia de ciertas actividades en los estratos de productividad económica inferior constituye un factor estructural condicionante de la pobreza de un importante grupo de la población ocupada en determinado sector.

Otro grupo de pobres que no son captados por la diferencia de productividad económica son los de las zonas rurales. En ese aspecto, la teoría no sólo incluye una dimensión tecnológica, sino también una social, ya que al tomar en consideración los aspectos relacionados con la pobreza aborda el tema de la distribución del ingreso desde un nuevo ángulo. Así por ejemplo dos sociedades pueden poseer una misma línea de pobreza y un mismo porcentaje de pobres, pero contar con un ingreso global medio por habitante diferente. El trabajador rural, al no recibir pago, no tiene acceso a un poder adquisitivo general y debe contentarse con un valor de uso inmediato o con medios de producción destinados a la subsistencia.19

Cualquier línea convencional de pobreza que se determine a partir del poder adquisitivo debe establecer distinciones en los gastos esenciales que marcan la línea de la pobreza no sólo en el ámbito rural, sino también en el urbano, dadas las características urbanísticas y culturales de las ciudades, éstas tienen mayores exigencias no sólo educativas sino de ingreso para poder sobrevivir en ellas.

Dentro de la heterogeneidad económica, el tema de la pobreza absoluta presenta diferentes niveles. Según sea el ingreso medio que marca la línea de pobreza y el porcentaje de población que está por debajo de ella, surgen proposiciones; como la que dice que cuanto más pobre sea un país en términos de ingreso medio por consumidor, mayor tenderá a ser el porcentaje de la población que esté por debajo de la línea de pobreza, fenómeno que ocurre independientemente del grado de desigualdad distributiva. Resulta evidente pues, que en estos casos la pobreza de sus habitantes es un reflejo de la pobreza del país.

En este enfoque la pobreza es un estado de impotencia económica que impide, por tanto, dinamizar el poder productivo de la economía. Los pobres lo son no sólo en el simple sentido de que no tienen dinero para adquirir lo que se ofrece en el mercado, sino también en el más profundo, ya que carecen del poder adquisitivo para dinamizar y modelar el poder productivo general en un sentido acorde con la satisfacción de sus propios fines y prioridades.

b) Heterogeneidad de la estructura social: de acuerdo con esta perspectiva, el grado de calificación de la fuerza laboral constituye un componente esencial de las nuevas formas tecnológicas. Los trabajadores que están mejor calificados logran mejorar su poder adquisitivo ó su estatus social.

En la estructura del actual sistema económico, el analfabetismo marca un quiebre cualitativo en la asimilación del progreso tecnológico y también se refleja en la distribución del ingreso y en el nivel de la pobreza.

Se ha señalado que el logro del desarrollo económico requiere no sólo aumentar el producto nacional sino también el poder productivo de cada economía, la cual debe tenerla para expandir, controlar y orientar dicho poder productivo, al igual que para asimilar y generar progreso técnico. Todo lo anterior requiere de la calificación laboral, del progreso científico y de la educación. Este desarrollo conduce a la industrialización y la urbanización de las sociedades que se incorporan a él.

Así, el desarrollo económico debe ser dinámico y a largo plazo; una economía puede ser coyunturalmente rica si se toman en cuenta indicadores cuantitativos convencionales, como el ingreso per cápita, pero estrictamente es pobre si carece de una estructura social adecuada para promover el desarrollo.

Esta teoría analiza el aspecto de la urbanización y la estructura distributiva desde un ángulo demográfico. Por tanto, los movimientos redistributivos de la población en los centros urbanos y el crecimiento más rápido de la población que habita en éstos20 adquiere relevancia debido a las corrientes migratorias internas de cada ciudad; Por su número de habitantes las ciudades se clasifican en grandes o sea las que cuentan con 500 000 a un millón de pobladores, medianas las que comprenden entre 100 000 y 500 000 habitantes; pequeñas, en las que tienen entre 50 000 y 100 000 personas, y muy pequeñas, las que tienen entre 20 000 y 50 000 habitantes.21

Las corrientes migratorias que se dirigen especialmente a las ciudades son el resultado de la composición del empleo. Las actividades agropecuarias se desarrollan en zonas rurales, mientras que en las urbanas se realizan las industriales y de servicios. Estos dos sectores absorben más de la mitad del aumento total de la población ocupada.

La expansión urbana tiene una capacidad diversificadora en la producción y en la estructura ocupacional y de ingresos. Esto es resultado de las necesidades sociales producto de las aglomeraciones, que exigen una diversificación paralela a la producción tanto de bienes como de servicios privados y públicos. Por esta razón la población que se traslada del campo a la ciudad tiene la oportunidad de incorporarse a las industrias tradicionales, a la intermediación, al menudeo, al por mayor, los servicios públicos y los servicios calificados y no calificados; otro grupo ofrece su capacidad de trabajo a cambio de un sueldo o salario en diversos mercados laborales urbanizados. Por último, un tercer grupo, integrado por pequeños empresarios y trabajadores, se emplean por cuenta propia, aunque sin alcanzar la categoría de empleadores, porque su disponibilidad de capital sólo alcanza para emplear la fuerza de trabajo propia y a lo sumo de algunos familiares,22 este grupo presenta las características del sector informal que especifica la Organización Internacional del Trabajo (OIT). 23

En lo que se refiere a la estructura de los ingresos, las grandes empresas privadas comerciales e industriales presentan una creciente especialización de funciones que contribuyen a diferenciar los ingresos en estratos, capas medias, medias altas, que son alimentadas por las jerarquías burocráticas del sector público. Esta diferenciación de funciones repercute en la estratificación de los ingresos, lo que transforma el perfil distributivo de éstos.

Con la expansión de la actividad exportadora de las economías, la difusión del espacio, la diversificación de la producción y las transformaciones socioeconómicas se genera un crecimiento urbano, muchas veces a partir del crecimiento de la industria manufacturera. Estos factores influyen en los cambios en la estructura ocupacional y estimulan transformaciones en la estructura distributiva.

En lo que refiere a la esfera productiva, las nuevas formas ya no son predominante agropecuarias, y aunque los agentes sociales que interactúan en aquella coparticipan en dichas labores. La disociación física con respeto a éstas los faculta a concentrarse en ese espacio urbano. No obstante, es necesario explicar que el origen del excedente agropecuario, que facilita tanto el abastecimiento de bienes de consumo que requiere la población urbana como su venta en otros mercados, supone la existencia de productores agropecuarios que trabajen para el mercado urbano y de toda una infraestructura de servicios que permitan la circulación.

En las dos perspectivas descritas, la económica y la social, está presente la desigualdad en el ingreso.

Desigualdad en el ingreso

A fines de los años ochenta resurgió la investigación académica sobre la distribución del ingreso y el crecimiento en un marco que combina las teorías del crecimiento endógeno y de la política económica endógena.24 En estos modelos el crecimiento es resultado de la inversión para representar los efectos de la desigualdad del ingreso en el crecimiento se introduce un mecanismo político junto con uno económico. Este último asigna un papel importante a la acumulación de capital como fuerza impulsora del crecimiento mientras que las políticas económicas reflejan las preferencias de los ciudadanos a favor de las medidas redistributivas frente a las orientadas al crecimiento.

En esta visión, la desigualdad del ingreso limita el crecimiento económico, ya que se espera que las sociedades en donde aquélla es más acentuada, crezcan menos que otras en que el reparto es más igualitario. Hay tres razones para hacer esta aseveración.

En primer lugar, cuanto más desigual se distribuya el ingreso en la sociedad, mayor será el grado de la tributación y de otras políticas redistributivas que desalientan la acumulación privada de capital físico y humano. En segundo una distribución desigual del ingreso y la riqueza genera a menudo tensiones sociales, lo que induce una gran inestabilidad política que castiga la inversión y el crecimiento; por último, al generarse una inversión insuficiente para la educación de los grupos de bajos ingresos que no pueden financiarla, el resultado es un crecimiento menor.

En 1954 Simón Kuznets recurrió al manejo de datos empíricos para conocer el efecto del crecimiento económico en la distribución del ingreso, su estudio fue sobre Estados Unidos, Inglaterra y Alemania. Sus resultados adquieren la forma de una U invertida entre el crecimiento económico y la desigualdad en la distribución del ingreso, el autor señala que ello se debe a que en los inicios del desarrollo, los bajos niveles de ingreso coexisten con pequeños niveles de desigualdad; en las etapas intermedias esos niveles aumentan, y en los grados avanzados de crecimiento económico la desigualdad en la distribución del ingreso disminuye.25

El modelo de Kuznets considera una economía dual, en la que el crecimiento es el resultado del liderazgo del sector industrial, lo que provoca un desplazamiento de la población del campo a la ciudad. En estas migraciones predominan los habitantes en las ciudades que se caracterizaría por exhibir mayores niveles de iniquidad. A medida que el sector industrial avanza crece el ingreso per cápita y disminuye la desigualdad, proceso que se ve fortalecido por la preocupación del Estado por alcanzar el pleno empleo y brindar seguridad social.

Kuznets advertía de los peligros de la mala utilización de su teoría para interpretar el comportamiento de la desigualdad en la distribución del ingreso en los países de América Latina. En Europa Occidental hubo una distribución desigual del ingreso, pero ésta produjo ahorros que permitieron financiar la formación de capital. En los países subdesarrollados, en cambio las propensiones al consumo de los grupos de altos ingresos son mayores y menos al ahorro, en contraste con la que tuvieron esos mismos grupos de los actuales países desarrollados.

Lydall, aplicó la teoría de Kuznets26 para América Latina y de igual manera se encontró una economía de dos sectores: el tradicional, formado por actividades que emplean tecnología simple, y el moderno, que usa métodos y tecnología de organización de avanzada. En este modelo el desplazamiento de la población tiene lugar de las actividades de baja productividad hacia las de alta, no necesariamente del campo a la ciudad, lo que da la posibilidad de que los flujos migratorios vayan de los polos tradicionales a los modernos, ya sea del sector primario al secundario o al terciario.

Sector informal y distribución del ingreso

Existe una relación entre la informalidad y la desigualdad. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en su informe sobre la desigualdad, mide las fuentes de desigualdad en América Latina y sostiene que estar empleado en el sector formal o en el sector informal representa entre el 10% y el 25% de la desigualdad en los ingresos laborales.27

El origen de la relación entre la informalidad y la distribución del ingreso es la expansión de las actividades informales con baja productividad, la cual es consecuencia de la escasez de capital físico y humano que caracteriza a ese sector, al igual que la falta de capacitación, de capital, los bajos salarios, y empleos precarios por una limitada protección social, dada la carencia de seguro de desempleo, seguro de salud, o de jubilación.

El Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), en Venezuela,28 en sus trabajos de investigación, atribuyen este fenómeno al tipo de crecimiento económico producto de las políticas macroeconómicas aplicadas, así como a otras características de largo plazo, como son los niveles de educación y la transición demográfica.29 La falta del crecimiento económico, junto con la oferta laboral, se traduce en empleos informales de baja productividad y bajos salarios. En consecuencia, el futuro de éstos dependerá del ingreso así pues, los países crecen y se desarrollan, este tipo de actividad disminuirá, pero ocurrirá lo contrario si se estancan.

Los enfoques teóricos sobre los temas de la equidad, y el empleo establecen una relación entre el crecimiento económico, la generación de empleos y la homogeneización. Así, en su modelo de crecimiento económico Arthur Lewis reconoce la existencia de un exceso de mano de obra que sería absorbida por el sector industrial modernizado gracias al crecimiento. Por su parte, Kuznets realiza un análisis en el que considera los cambios en la desigualdad en la distribución del ingreso y destacó la relación entre el crecimiento económico y el traslado de la fuerza de trabajo hacia los sectores no agrícolas.

En sus análisis ambos autores relacionan tres variables: el crecimiento económico, el empleo y la distribución del ingreso, y postulan tres tendencias:

1. el proceso de migración rural-urbana,

2. la tendencia a considerar a la industria manufacturera30 como un sector dinámico de absorción de mano de obra, y

3. el grado creciente de homogeneización que resulta de la reducción de las diferencias intersectoriales de productividad.

Analizan el desplazamiento de la fuerza de trabajo en un contexto conformado solo por dos sectores y no consideran en si la heterogeneidad estructural del aparato productivo.31

En los países de América Latina existe una escasa capacidad para generar empleos en el sector secundario. Esto ocasiona una deformación en la estructura del empleo, la que se terciariza,32 provocando que el excedente de la mano de obra que no pueden absorber los sectores de alta productividad se ocupe en el sector informal. Todo lo anterior provoca la llamada terciarización anticipada.33

EEn un proceso de desarrollo donde existe heterogeneidad estructural, la presencia del sector informal influye en la distribución del ingreso, porque éste tiene una dinámica contracíclica al movimiento general de la economía, es decir, disminuye con el auge y aumenta con la crisis. Esto se debe a que el sector se convierte en una opción cuando hay desempleo, pero cuando la economía se reactiva y aumentan las oportunidades de encontrar empleo formal remunerado la informalidad disminuye.

Existe otra visión de la informalidad. Algunos autores como Edna Jaime, Pilar Campos, y Nydia Iglesias, señalan que el empleo informal no se determina por la intersección entre oferta y demanda, sino que representa una oportunidad para que la población obtenga un ingreso fuera del sector moderno de la economía.34 En la ocupación informal las personas llevan a cabo la venta de un producto y no de su trabajo, el ingreso obtenido mediante la informalidad procede del ingreso generado por el sector formal; se trata principalmente de la demanda de bienes y servicios de los hogares de los grupos asalariados de este sector. Por lo tanto, la demanda del sector informal dependerá de las remuneraciones que se cubren en el formal.35

De acuerdo con la perspectiva que se aborda, cuando hay contracción en la demanda agregada de la economía, el empleo formal disminuye. Los salarios del sector moderno se reducen y por tanto también el ingreso medio del sector informal, el cual depende de la masa salarial del sector formal. Aun más la población que está en espera de un empleo en el sector moderno tiene menor probabilidad de encontrarlo, por lo que algunas personas abandonarán la búsqueda y se incorporarán a alguna actividad informal; en consecuencia, la reducción del empleo formal se reflejará, por una parte, en el incremento de la informalidad y, por otro, en una variación del nivel de desempleo de la población. Así este enfoque concluye que el sector informal va a la par con el formal.

Los menores ingresos promedio que se observan en el sector informal se relacionan directamente con la pobreza Rosenbluth,36señala que los trabajadores informales representan la mayor proporción entre los pobres de América Latina. La experiencia muestra que el sector informal, ha impedido el crecimiento del desempleo abierto urbano, es decir, se ha convertido en una esponja que ha absorbido la fuerza de trabajo excedente que posee niveles de productividad e ingresos bajos en comparación con los del sector moderno.

Como consecuencia, los ocupados en pequeños establecimientos constituyen la mayoría de los pobres. Tokman señala que es necesario adoptar una estrategia de apoyo productivo a estas actividades para avanzar en su modernización y contribuir a absorber productivamente el excedente de mano de obra y a la vez reducir la pobreza.

En torno a este fenómeno Freije,37 señala que cinco aspectos destacan en la tendencia de las actividades informales el complejo efecto que las regulaciones tienen sobre estas actividades informales:

1. el impacto que las políticas macroeconómicas han tenido sobre este sector en las últimas dos décadas,

2. la pobreza,

3. la desigualdad,

4. el estancamiento social que suele acompañar a este sector, y

5. la baja productividad que muestran las actividades informales.

Los dos primeros aspectos son las principales causas del crecimiento del sector informal, y los tres restantes son las consecuencias de este sector y las razones por las que los responsables de formular las políticas deben encontrar estrategias para combatirlo.

Modelo causal

A partir de la discusión teórica de la distribución del ingreso y de la informalidad la intención de los siguientes incisos es proponer un modelo causal para su explicación.

Como se muestra en los dos cuadros iniciales de la figura 3. El proceso de crecimiento económico busca la equidad en la distribución del ingreso. Sin embargo ello resulta insuficiente para reducir la pobreza, en escala macroeconómica. Esto se debe, como se ha señalado, a que tanto en el ámbito urbano como en el rural, las economías en desarrollo se caracterizan por la persistencia de la pobreza, dada su heterogeneidad estructural.

De acuerdo con la figura esta pobreza puede provenir tanto del ámbito rural como del urbano. En el sector rural persiste la industria artesanal, los servicios y la agricultura tradicional. En las economías donde predomina este sector la distribución del ingreso es muy desigual y la población tiende a desplazarse hacia las ciudades para formar parte de los servicios personales de baja productividad, o incorporarse a la pequeña industria artesanal. El aumento de la oferta de mano de obra en la ciudad tiende a reducir el nivel de los salarios, lo que contribuye a la desigualdad del ingreso38 en las ciudades.

Como muestra la figura, en escala microeconómica la informalidad está vinculada a las estrategias de inserción laboral ante situaciones de desempleo, subempleo, bajos niveles de ingreso familiar, lo que afectada la esfera distributiva. Las migraciones rurales-urbanas, el crecimiento demográfico y económico en las ciudades, sientan las bases de problemas de desempleo, conformando zonas deprimidas en los márgenes urbanos; estos ámbitos citadinos agudizan los problemas económicos y sociales, exhibiéndose mayores niveles de inequidad.

El siguiente nivel del diagrama se refiere a la coexistencia de los sectores de subsistencia, intermedio y moderno. La población tanto rural como urbana que no puede acceder al sector intermedio o al moderno forma el sector informal.

En otras palabras, son los individuos que ven frustradas su aspiración a integrarse a las ocupaciones protegidas por el sector moderno los que dan vida al sector llamado informal, con la intención de acceder a una fuente de ingreso. En este sector los actores dependen de su actividad económica para sobrevivir; otros complementan sus insuficientes ingresos legales con alguna ocupación informal,39 en este sector no se cuenta con la protección de leyes laborales, no hay salarios mínimos, ni seguros por accidentes y enfermedades y tampoco retiros.

La última línea del diagrama muestra lo que llamamos pobreza intergeneracional. Ésta afecta a la población de bajos recursos que, al no tener ingresos suficientes para adquirir lo que ofrece el mercado, genera incapacidad en el sector productivo, lo que imposibilita al sistema para generar empleos, lo que genera desempleo, y éste a su vez pobreza. Esta última tiende a perpetuarse en sí misma y se trasmite de una generación a otra.

En suma, la pobreza y la informalidad no son fenómenos independientes uno del otro; por el contrario, se encuentran vinculados. La relación entre ellos es fundamental para proponer medidas de política económica para el combate de estos problemas.

Conceptos relevantes

Considerando que el tema incluye términos que se pueden interpretar de diferentes formas, se considera conveniente citar los siguientes términos:

a) Distribución del ingreso: es la manera en que se reparte la producción total entre los individuos, o los factores.40 Por otra parte, los ingresos son la suma de todos los salarios, sueldos, utilidades, pagos de intereses, rentas, y otras entradas económicas de las familias en un periodo determinado.

El Producto Interno Bruto (PIB) es el valor total de la producción de bienes y servicios finales dentro de un territorio nacional durante cierto periodo, generalmente un trimestre o un año. La cifra del PIB engloba la producción corriente de bienes finales valorada a precios de mercado, el término de “producción corriente” significa que no toma en cuenta la reventa de artículos que se produjeron en un periodo anterior.

La medida que se utiliza para representar la distribución del ingreso es el ingreso per cápita. Es común que se emplee para medir el desarrollo económico de un país,41 pero tiene limitaciones cuando se utiliza como criterio de medida del bienestar económico, por el hecho de ser un promedio.

En una economía no basta que se dé el crecimiento económico para que haya mejores niveles de vida para la población, creando con ello empleos, sino que debe de existir una distribución equitativa del ingreso.

b) Desigualdad: se refiere a los niveles de vida relativos en la sociedad en general;42 si se toma el ingreso como una variable de medida se pueden explicar las diferencias en la distribución del ingreso entre ricos y pobres.

Oscar Altimir menciona que la pobreza constituye una manifestación extrema de las desigualdades económicas y sociales y por eso se confunden los conceptos de pobreza y desigualdad o que a veces se utilicen como sinónimos, pero constituyen conceptos diferentes.43 La pobreza y la desigualdad tienen causas estructurales muy complejas, una de las más importantes que explican el aumento de la pobreza, es la desigualdad en la distribución del ingreso entre las personas.44

c) Pobreza: puede ser de carácter biológico, social o económico, en consecuencia, la pobreza es un fenómeno que puede ser captado desde diferentes ángulos y por ende da lugar a múltiples definiciones:45por ejemplo, Amartya Sen se refiere a una situación de carencia absoluta,46 mientras que Julio Boltvinik argumenta que la pobreza es la condición de los individuos o familias que no satisfacen una o varias necesidades básicas, como la alimentación, el vestido, la vivienda, la educación y la salud.

Para satisfacer a estas necesidades de su vida el ser humano requiere de un empleo o una fuente de ingreso, que le permitan obtener los satisfactores requeridos; el indicador más común para la medición de la pobreza es el ingreso.

d) Pobreza urbana: vista en una perspectiva territorial, incorpora tanto la problemática de la desigualdad en el bienestar los habitantes de las ciudades, como al interior de éstas. La pobreza en las ciudades secundarias involucra la pobreza rural, la cual se transfiere a la ciudad, es decir, se trata de lugares donde la transición de rural a urbano, aún incompleta, se hace visible;47 de igual manera, la pobreza urbana es caracterizada por la insuficiencia de ingresos necesarios para vivir en el ambiente urbano.48

Como resultado de la escasa creación de empleo y el aumento de la población económicamente activa, la mayoría de los pobres en las áreas urbanas se emplean y obtienen sus ingresos en el sector informal de la economía. Sin embargo no todas las actividades del sector informal reditúan bajos ingresos, como es el caso de los servicios calificados (herreros, mecánicos, etc.). La estrecha relación de la pobreza con el sector no estructurado ha sido comprobada por diversos estudios nacionales e internacionales.49 Ahora bien, ese patrón no excluye que exista una proporción relevante de trabajadores pobres en el sector asalariado; la mayor parte de los empleados públicos clasifican bajo la línea de la pobreza.50

e) Pobreza intergeneracional: la pobreza tiende a perpetuarse a sí misma, generándose la cultura de pobreza, que tiende a transmitirse de una generación a otra.

f) Incapacidad del sistema de generar empleos. El desempleo constituye una manifestación de la impotencia de un modelo de crecimiento económico para generar empleos. La incapacidad de los sectores económicos para absorber productivamente la oferta laboral, conduce a la composición de ocupaciones concentradas en actividades informales.51

g) Sector informal. En los años setenta un intento por describir y explicar el término de sector informal urbano,52 se describieron las condiciones en que ciertos grupos de población urbana obtienen ingresos y desempeñan actividades económicas. Este concepto, heredado de intentos anteriores por explicar la realidad ocupacional de los países con capitalismo atrasado aprehendiendo la heterogeneidad productiva mediante un modelo dual.53 La diferencia del dualismo formal-informal con sus antecesores está en que el sector atrasado, el informal, no es uno preexistente, sino que surge con el sector moderno y como consecuencia de la incapacidad de éste para absorber los incrementos de la fuerza de trabajo resultante del crecimiento natural de la población de las ciudades y de las migraciones campo-ciudad.

A medida que el concepto se ha ido institucionalizando, la OIT, redefinió la informalidad y la consideró sinónimo de pobreza. De igual manera, englobando los conceptos que manejan la OIT y el PREALC se define la informalidad como un sector que coexiste con los sectores modernos, donde una gran parte de la fuerza de trabajo urbana y rural carece de estabilidad en el empleo, seguridad social, protección del salario mínimo y poder de negociación, y está informalmente empleada en sectores con exceso de mano de obra caracterizada por bajos niveles de productividad y ausencia de barreras a la entrada y salidas.54

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