DELOS: Desarrollo Local Sostenible
Vol 1, Nº 2 (junio 2008)

LA ECOLOGÍA POLÍTICA INDÍGENA. LA TRANSNACIONALIZACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS INDÍGENAS
 

José G. Vargas-Hernández

Instituto Tecnológico de Cd. Guzmán, México
jgvh0811@yahoo.com

 

Resumen

El propósito de este trabajo es analizar el impacto que los movimientos sociales tienen en el reconocimiento de los movimientos indígenas, y más específicamente en la ecología política indígena. El componente étnico de los movimientos indígenas se orienta a la conclusión que no pueden ser estudiados como otros movimientos sociales bajo un acercamiento teórico de la teoría de los movimientos sociales. Finalmente se analiza la tendencia de la transnacionalización de los movimientos indígenas.

Palabras clave: Ecología política indígena. Movimientos indígenas. Movimientos sociales. Transnacionalización de los movimientos indígenas.

Abstract

The purpose of this work is to analyze the impact that social movements have in the acknowledgement of indigenous movements, and more specifically in the indigenous political economy. The ethnic component of indigenous movement is oriented toward the conclusion that they can not be studies as the other social movements under the theoretical approach of social movements. Finally, it is analyzed the trend of trans nationalization of indigenous movements.

Key words: Indigenous Movements, indigenous political economy, social movements, trans nationalization of indigenous movements.

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1. La ecología política indígena

Carruthers (1995) usa el termino ecología política indígena para referirse a la consolidación de las alianzas de los movimientos sociales basados en un esfuerzo para preservar, defender, aplicar e integrar el conocimiento de la ecología tradicional incorporada en la cultura indígena campesina y prácticas en esfuerzos de desarrollo de base. La ecología indígena se refiere a las alianzas entre las organizaciones de movimientos ambientales e indígenas. La internacionalización del movimiento de la ecología indígena revela una tensión entre dos visiones de movimientos sociales contendientes, una de las cuales es la propia actividad del movimiento social.

Los analistas de los movimientos sociales sobre miran la práctica de la ecología política indígena y la acción de los movimientos sociales que crean espacios políticos significativos como un puente de negociación entre los movimientos sociales y el Estado para asegurar los beneficios y para alentar la capacidad social de las organizaciones de movimientos sociales contra el Estado.

Los movimientos sociales ecológicos son intrínsecamente multi sectoriales, fomentan las ligas entre los movimientos de indígenas, campesinos, salud publica, laborales, estudiantes y popular urbanos. Los movimientos sociales ecológicos articulan preocupaciones y asuntos de los movimientos indígenas y de otros movimientos sociales.

Ha habido debates fuertes dentro de los movimientos ambientalistas sobre lo que debe ser entendido como desarrollo sustentable y una falta relativa de investigación en los movimientos contemporáneos para proteger el ambiente iniciado por actores no indígenas. Los movimientos indígenas tienen recursos y medios a las normas ambiguas acerca de los derechos humanos, la sustentabilidad ambiental y la diversidad cultural.

El ambiente mexicano y los movimientos indígenas se enfocan en la agricultura y en el cuestionamiento por las alternativas sustentables, la lucha por revalidar, revitalizar e integrar el conocimiento ecológico tradicional en proyectos de desarrollo de base. La agro ecología indígena, como un movimiento social, busca rescatar las prácticas tradicionales, para proteger la diversidad cultural y biológica y para traer juntos formas ambientales del Primer Mundo y el Tercer Mundo. El emergente movimiento agro ecológico en México esta apresurado por los altos costos de la industria agrícola.

La experimentación agro ecológica esta alentada por agencias de Estado que mantienen conexiones con activistas en los movimientos de campesinos y ambientalistas. La resistencia a los movimientos contra la agricultura y la tecnología corporativa ha emergido. Hay movimientos nacionales de la resistencia contra el uso de recursos ambientales y servicios.

La preservación de diversidad de especies es intrínseca a la sustentabilidad del desarrollo y a los movimientos ambientales y el movimiento internacional de derechos indígenas. Los movimientos agrarios y étnicos son conscientes de la lucha por la identidad y empiezan a establecer sus demandas como derechos, derechos de las tierras, o derechos educacionales. Los movimientos indígenas necesitan seguir una estrategia múltiples direcciones de cabildeo, hacer alianzas, apelar a las cortes y campañas públicas que una alternativa legal la cual es asediada por trampas y resultados contra productivos.

La lucha de los pueblos indígenas de Chihuahua, los Tarahumaras es articulado contra las prácticas forestales ilegales, en particular, el agua y la biodiversidad. La red de Acción de Investigación de la Tierra fue lanzada en Chiapas para movilizar las gentes en apoyo de los movimientos populares quienes están luchando por acceso a la tierra. La identidad entre las comunidades provee involucramiento emocional en la acción colectiva.

Los movimientos sociales indígenas sostenidos en México y las gentes indígenas tienen un importante rol para lograr resoluciones y demandas del Congreso Indígena Nacional y los movimientos sociales en México dirigidos a proteger y conservar la biodiversidad natural y cultural. Un movimiento ambiental en el Sur de México y América Central pretende preservar la salud de la biodiversidad.

2. La transnacionalizacion de los movimientos indígenas

Complejas redes transnacionales a través de las fronteras entre los Estados, mercados y la sociedad civil son medios de comunicación de movimientos de la gente indígena, ambientalistas y de derechos humanos. Un movimiento poco conocido puede proyectar sus reclamaciones identificándose a si mismo como movimiento en contra de las corporaciones transnacionales, echándole la culpa a villano común para forjar ligas entre movimientos distantes. Los movimientos pueden tratar de conectar por si mismo a un medio externo cuando el conocimiento local, es escaso.

El concepto de redes es para analizar las relaciones sociales, las interacciones grupales, la conducta organizacional, los movimientos sociales, los movimientos transnacionales (Mitchel, 1969). La capacidad de la red de los movimientos ha sido estudiada en la fortaleza de las organizaciones indígenas (McAdam, 1982), en la habilidad para crear ligas débiles (Granovetter, 1973), creación de redes de comunicación entre los movimientos y las comunidades en ambos niveles, local y global (Schulz, 1998). Los movimientos sociales indígenas hacia una red de bienestar están ampliando los patrones de las relaciones políticas. Un nuevo aspecto de estos movimientos es su articulación regional y su participación en las redes y manifestaciones en movimientos anti globalización.

Los movimientos indígenas de base interactúan con los aliados internacionales gracias a los avances tecnológicos en las comunicaciones. La internacionalización de la sociedad civil se refiere a las ligas transfronterizas establecidas por las organizaciones de los movimientos sociales de paz, derechos humanos, ambientales, género y trabajo, indígenas y otros movimientos. La internacionalización de los movimientos sociales es una respuesta espontánea a proteger y defender la gente vulnerable y la estrategia para alentar su capacidad y para obtener espacio autónomo independiente del Estado.

La internacionalización de los movimientos sociales indígenas de México encuentra apoyo alrededor del mundo. El movimiento Zapatista es considerado un rizoma transnacional o una red de guerras (netwars) social que usa la ola de fabrica electrónica global de la lucha y monta una red de guerra social contra un Estado que se retraza en la democratización. La rebelión Zapatista es un prototipo de una red de guerras social en el Siglo 21, en el cual casi cada aspecto de las comunicaciones modernas por computadora ha sido usado.

Hay una nueva capacidad para esto y otros movimientos sociales para comunicarse a través de las fronteras y para operar en el nivel transnacional. Los análisis de este movimiento reconocen como el contenido de los rizomas o formas de movilización social en red, jalan juntos a los movimientos de base contra el orden económico y político actual de México y del mundo y facilitan los acercamientos alternativos a la organización social. Los gobiernos deberían aprender a actuar en contra de tales movimientos sociales y empezar a mejorar su habilidad para manejar la contra guerra de las redes.

Hay otros movimientos binacionales tales como el Frente Indígena Oaxaqueño Binacional compuesto de organizaciones de trabajadores emigrantes indígenas con base en Estados Unidos, incluyendo el Comité Cívico Popular Mixteco, la organización regional Oaxaqueña, La Comunidad Tlacolulense en Los Ángeles, la Organización de Gentes Explotadas y Oprimidas, etc., y mantienen las afiliaciones con los Trabajadores del Campo Unidos de América Cesar Chávez y el Grupo de Trabajo de Tecnología Apropiada del Instituto Herat Island, una Organización No Gubernamental con base en san Francisco.

El Frente Mixteca-Zapoteca Binacional con base en California, organiza a los trabajadores emigrantes originaros de Oaxaca, promueve la resistencia indígena en defensa de los derechos humanos y de los trabajadores, y el desarrollo sustentable de proyectos de la agricultura.

La internacionalización de las ligas de los movimientos y la solidaridad transfronteriza son medios para negociar cambios locales con el Estado para asegurar los beneficios. Los movimientos indígenas de México toman su caso por una nueva ley indígena para la Organización Internacional del Trabajo.

Los reclamos de los movimientos de los derechos humanos han dado lugar a la noción de una comunidad global. La globalización ha jugado una más activa participación en los movimientos indígenas en el incremento de la sociedad civil global. Una estrategia multi direccional incluye alianzas con otros movimientos sociales dependientes en la existencia de puntos de interés común.

Carruthers (1996) analiza la formación de alianzas entre movimientos contemporáneos, los grupos ambientales y los grupos urbanos formados por las clases medias educadas que han encontrado una convergencia de intereses con las organizaciones indígenas y de campesinos existentes del segmento más marginal del pobre rural de México. Las comunidades indígenas aliadas con los movimientos ambientales y de derechos humanos pueden cabildear y ejercitar presiones en los gobiernos nacionales. La alianza de los movimientos indígenas y otros movimientos sociales pueden tener algunas posibilidades de rehacer las estructuras actuales de gobernabilidad.

Las alianzas de movimientos sociales, ambientales, agro ecología, indígenas promueve y fortalece las conexiones entre las organizaciones de base (OB) que representan las organizaciones indígenas, de campesinos, y pequeños propietarios existentes, y organizaciones de base de apoyo, las cuales representan la fase aplicada de los movimientos ambientales y agros ecológicos. Una organización de base de apoyo es una entidad cívica de desarrollo que provee servicios y canaliza recursos a los grupos locales de familias e individuos urbanos o rurales en desventaja (Bendahmane 1991, 31).

Reuniones entre los movimientos y en gran escala son encarnados en el movimiento Zapatista Encuentros. Las comunidades Zapatistas son islas de liberación relativa para las mujeres y son una importante fuente de los atractivos del movimiento. La participación de las mujeres indígenas en los movimientos desde 1994, una década de prácticas políticas de los movimientos, apoya el argumento de la multi dimesionalidad de la identidad y las experiencias de opresión por el Estado mexicano para crear las dicotomías entre los derechos de las mujeres y los derechos de los indígenas.

Las mujeres emergen en el liderazgo de muchos de los Nuevos Movimientos en colaboración con los activistas y feministas del movimiento estudiantil anterior (Foweraker and Craig 1990; y Rodríguez 1998). Una Ley Revolucionaria de las Mujeres en el movimiento Zapatista atrae la atención de los activistas en las redes de las mujeres en el ciberespacio. Estas redes tienen un rol activo en circular información acerca de las mujeres indígenas que participan en el movimiento Zapatista.

Por ejemplo, los movimientos sociales de los derechos de las mujeres han llevado a cabo una extensiva red binacional para el aprendizaje e intercambio mutuo para apoyar las bases de formación de poder de las mujeres trabajadoras y las mujeres indígenas. Las organizaciones de mujeres canadienses construyen solidaridad a través de las fronteras porque las mujeres de color tienen una fuerte voz en el movimiento feminista canadiense (Gabriel and McDonald, 1994). Otro buen ejemplo, son las Organizaciones No gubernamentales de apoyo y defensa son jugadores en la frontera en las áreas de amenazas ambientales, los movimientos de justicia ambiental, derechos humanos, derechos indígenas y así otros.

3. Discusión

Las comunidades indígenas están cohesivamente respondiendo a los conflictos étnicos como uno de los movimientos sociales más significativos en la historia de México para la sorpresa de otros actores sociales, tales como el gobierno, los políticos, analistas y académicos.

Sin embargo, el componente étnico de los movimientos indígenas se orienta a la conclusión que no pueden ser estudiados como otros movimientos sociales bajo un acercamiento teórico de la teoría de los Movimientos Sociales.

Los movimientos sociales indígenas son medios de desarrollo de la identidad social y recuperación democrática mientras que organizan las movilización política contra la dictadura. A través del uso creativo de imágenes e información, las gentes indígenas han volteado la marginalidad y la pobreza en su más grande fortaleza en la emergencia de los movimientos basados en la identidad internacionalizada.

Nelly, (2002: 9) establece que lo forma en que estamos oprimidos o la mera crónica de las locuras y estupideces de movimientos radicales no parecen muy útiles…Los movimientos sociales progresivos no simplemente producen estadísticas y narrativas de opresión, también los mejores hacen lo que la poesía logra, transportarnos a otro lugar, obligarnos a aliviar horrores y mas importantes, nos permite imaginarnos una nueva sociedad.

Los movimientos indígenas con frecuencia apoyan metas de partidos en retorno de beneficios, pero la participación directa puede atrapar movimientos en la oposición intransigente. Los gobiernos no han desmovilizado a los movimientos populares, pero han causado nuevas divisiones de movimientos sociales co - optados tales como los Piqueteros en Argentina y los movimientos indígenas en Bolivia y Ecuador. Sin embargo los movimientos de los sin tierra de Brasil eluden ambas posiciones. (Zibechi, 2004).

La emergencias de los gobiernos de centro izquierda en Latinoamérica, apoyados por movimientos indígenas de una amplia base social debilitan y causan crisis en el modelo neoliberal prevaleciente y enfrentan una amplia gama de nuevos dilemas y cuestionamientos. Los partidos de la izquierda apoyan a los movimientos indígenas y populares, dan incentivos selectivos como candidaturas y posiciones de liderazgo, etc., para atraer movimientos populares. El liderazgo de movimientos con frecuencia gana experiencia política lejos de casa y trae aliados.

Los líderes de los movimientos indígenas en tales posiciones pueden alentar el prestigio de su propio movimiento, mantener informado a sus apoyos y mantener ligas cercanas con varios líderes. En la consolidación desde debajo de la sociedad civil en las regiones indígenas, los aliados externos pueden ser cruciales a la capacidad de los movimientos para sobrevivir (Collier and Quaratiello, 1994; Fox, 1994; Harvey, 1994; and Hernández, 1994).

La revuelta de Chiapas permanece como una revuelta indígena porque es una revuelta del EZLN apoyados con el resto de los movimientos sociales en México. Es todavía temprano para evaluar el grado e el cual el movimiento del EZLN esta logrando cambiar de cultura política a través de elementos que son parte de la historia de los movimientos, tales como la democracia radical y las practicas autónomas, claman su identidad indígena, tradiciones y dignidad. Los movimientos indígenas mantienen algunos niveles de autonomía y ha incrementado su capacidad de negociar con el Estado.

La participación de los movimientos indígenas en los movimientos de democratización adoptan formas organizacionales para establecer relaciones de control y entradas con los procesos políticos y judiciales que les afectan de tal forma que pueden extender sus quejas a través de los partidos políticos, Organizaciones No Gubernamentales, etc., con acceso directo a los procesos de tomas de decisiones en los diferentes niveles de gobierno. La orientación estratégica hacia adentro de los movimientos indígenas hacia el contexto nacional depende del nivel del control y entrada. El peso demográfico de los movimientos indígenas es nacional y regionalmente importante.

4. Referencias

Bendahmane, Diane B. (1991). Performance review for NGOs. Grassroots Development 15, no. 2: 31-37.

Carruthers D. V (1996) “Indigenous ecology and the politics of linkage in Mexican social movements”. Third World Quarterly, Vol 17, No 5, pp 1007± 1028, 1996

Carruthers, David. 1995. "The Political Ecology of Indigenous Mexico: Social Mobilization and State Reform." Ph.D. diss., University of Oregon, Eugene, Oregon, USA.

Foweraker, Joe and Ann L. Craig (eds.) (1990) Popular Movements and Political Change in Mexico. London and Boulder: Lynne Rienner.

Fox, Jonathan (1994). “The Roots of Chiapas.” Boston Review 19, 2 (April–May): 24–27.

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Granovetter, Mark. (1973). “The Strength of Weak Tie.” American Journal of Sociology 78: 1360-80.

Harvey, Neil (1994). “Rebellion in Chiapas: Rural Reforms, Campesino Radicalism and the Limits to Salinismo.” Transformation of Rural Mexico, no. 5. La Jolla: University of California, Center for U.S.-Mexican Studies..

Hernández Navarro, Luis. (1994). “The Chiapas Uprising.” Transformation of Rural Mexico, no. 5. La Jolla: University of California, Center for U.S.-Mexican\ Studies.

McAdam, Doug. (1982). Political Process and the Development of Black Insurgency, 1930-1970. Chicago: University of Chicago Press.

Mitchell, J. Clyde (1969) Social Networks in Urban Situations: Analyses of Personal Relationships in Central African Towns, Manchester: Manchester University Press, 1969, pp. 1-50.

Collier, George, and Elizabeth Lowery Quaratiello. (1994). Basta! Land and the Zapatista Rebellion in Chiapas. Oakland: Institute for Food and Development Policy.

Rodríguez, Victoria E. (1998). "The Emerging Role of Women in Mexican Political Life". In: Rodríguez, Victoria E. (ed.), Women's Participation in Mexican Political Life, 1-20. Westview Press, Oxford.

Schulz, Markus S. 1998. "Collective actions across borders: Opportunity structures, network capacities, and communicative praxis in the age of advanced globalization." Sociological Perspectives. 41: 587-617.

Zibechi, Raul (2004) A Panorama of Social Movements in South America. Dangerous Liaisons: Center-Left Governments & the Grassroots. Americas Program, Interhemispheric Resource Center (IRC) December 7, 2004.


 

Comit Director:
Carlos Barrios
Editor:
Juan Carlos M. Coll (CV)
ISSN: 1988-5245
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