Cuadernos de Educación y Desarrollo

Vol 3, Nº 24 (febrero 2011)

LA LECTURA PARA LOS PROFESIONALES UNIVERSITARIOS. REFLEXIONES METODOLÓGICAS
 

Maritza Batista Batista
Centro Universitario Las Tunas
marit@ult.edu.cu

 

 

RESUMEN

La lectura es una de las actividades fundamentales que desarrolla el ser humano, de carácter indispensable para el logro de capacidades, habilidades y conocimientos en diversos saberes y por ello esencial en la realización de la labor intelectual y profesional. Constituye, sin dudas, la base que sedimenta y conforma la adquisición de una cultura general integral en el individuo; de ahí la importancia de atender, dentro de los estudios universitarios, este componente de la lengua materna, el cual permitirá tener un estudiante con más conciencia intelectiva de las diversas asignaturas que conforman el plan de estudio en la especialidad seleccionada.

DESARROLLO

La actividad lectora se aprehende en el individuo desde los primeros años en que comienza su tarea escolar, momento significativo en el proceso de enseñanza aprendizaje en que la guía de la familia y la escuela es esencial para que se produzca el llamado “hábito de lectura”, y para ello es importante dedicar tiempo a atender los distintos momentos que posibilitarán una lectura consciente para entender el mensaje que se trasmite en el texto, así como las ideas fundamentales que se derivan de este.

De ahí que resulte necesario en este proceso conocer las teorías de la lectura a partir de la propuesta que ofrece la llamada Estética de la recepción, escuela que se ha ocupado de encontrar esencialmente la relación que existe entre el lector, la época y el texto; en ella se fundamenta cómo desde el análisis de la experiencia literaria se describe la recepción y efecto de una obra en el sistema referencial, objetivo de las expectativas que surge para cada obra en el momento de su aparición, así como del conocimiento previo del género, de la forma y de la temática de obras conocidas con anterioridad y del contraste que existe entre lenguaje poético y lenguaje práctico.

Asimismo, dentro de esta teoría resulta relevante el horizonte de expectativas de una obra, reconstruible de esa manera, lo cual permite determinar su carácter artístico por medio de su forma y el grado de su efecto en un público determinado. En la cultura literaria esto puede traer como consecuencia que la recepción provoque un cambio de experiencia o un distanciamiento estético ante el texto, lo que se puede concretizar históricamente en el espectro de las reacciones del público y del juicio de la crítica, a veces como éxito espontáneo, rechazo, escándalo, asentimiento o comprensión.

De igual manera, para atender los hábitos de lectura, debe tenerse en cuenta otras de las ideas expuestas por la Estética de la recepción acerca de la función social que se manifiesta a partir del plano textual en su probabilidad genuina solo cuando la experiencia literaria del lector entra en el horizonte de sus expectativas en la praxis vital, cuando en realidad forma parte previamente de su concepto del mundo y cuando con ello tiene un efecto retroactivo en el comportamiento social.

Teniendo presentes estas teorías de la lectura, puede precisarse que existen diversas y múltiples maneras del lector tener un acercamiento o un distanciamiento con el texto, que lo llevan a pertrecharse de una cultura literaria intelectual o a carecer definitivamente de esta.

Por ello es importante tener en cuenta que un lector experimenta diferentes formas de acercarse a la lectura del texto y esas formas están ligadas a la cultura literaria, en la que intervienen, de modo especial, padres, maestros, comunidad. Desde la óptica de Lenhart, estas se concretan en tres modalidades. Ellas son:

A) La modalidad fenoménica descriptiva, la cual se refiere a que el lector se mantiene a distancia, no se siente interpelado y no cree que deba tomar posición con respecto a ninguno de los elementos del texto leído.

B) La modalidad emocional e identificatoria; esto es que más que el hecho, salta a primer plano el sujeto. Todas las circunstancias del relato, todos los valores actualizados por los personajes, son de entrada evaluados y juzgados por el lector como si debieran tener una relación necesaria con él.

C) La modalidad intelectiva, en la cual la lectura se convierte en una hermenéutica y ofrece aspectos metadiscursivos importantes; quiere decir que hay un equilibrio entre el objeto y el sujeto. Los comentarios adoptan un punto de vista distanciado, cuyo punto de concentración es la relación misma y no el objeto considerado.

Son, sin dudas, estos elementos sustanciales dentro de la cultura literaria, la que se logra a partir de las vivencias, experiencias y cultura del lector, acompañados estos aspectos a los intereses y motivaciones que han estado propiciando el ascenso o descenso del individuo, sujeto o lector ante el texto u obra que le ha de servir para informarse, conocer, recrearse o identificarse con una o varias temáticas determinadas que enriquecerán su espectro cultural. De ahí que la finalidad esencial de la cultura literaria a partir del encuentro con el texto lleve a tres operaciones básicas, ellas son:

a) Informativa

b) Cognitiva

c) Literaria y recreativa

La cultura de un universitario en Cuba está relacionada con las intenciones de nuestra política educacional con respecto a la existencia y consolidación de un lector en potencia, apto para enriquecer su acerbo cultural, ampliar el espectro crítico de los diversos acontecimientos que se suceden, poder manifestarse en función de transformar el contexto sociocultural de la comunidad y hasta convertirse en un co-creador capaz de dar nuevas visiones, a las cuales puede llegar a través de su instrucción – educación, proporcionada generalmente por las amplias sesiones de lectura.

El estudiante, para realizar una lectura que le permita apropiarse del contenido del texto, debe ser guiado por el profesor, a través de los distintos significados de la lectura, de manera que partiendo del significado literal, mediante una lectura fluida para precisar exactamente qué dice el texto, pueda llegar al significado cultural o complementario a través de su experiencia y cultura personal, y a la vez pueda reconocer entre líneas lo que el texto no dice pero queda sugerido mediante el significado implícito. Estas posibilidades que presenta el texto irán consolidándose si se realiza una lectura sistemática en clases, de manera que en cualquier especialidad el alumno se adiestrará en esta actividad tan necesaria para la comprensión de la lectura.

De manera que se hace necesario que el estudiante se apropie de una lectura consciente, en tanto esta permite desarrollar, además, habilidades de una buena expresión oral y escrita, con énfasis en la ortografía, puesto que constituye herramienta fundamental que favorece y enriquece su acerbo cultural intelectual y con ello una mejor percepción del mundo y sus acontecimientos.

En estos tiempos, la lectura constituye un tema que ha despertado nuevas inquietudes y motivaciones para desarrollar el intelecto, además de lograrse a través de ella el gusto estético; satisfacer las demandas intelectuales de las personas y contribuir a la formación del pueblo culto a que aspira la dirección del país es una prioridad de las universidades. A partir de un análisis de las capacidades lectoras en la comunidad universitaria, se hace necesario el tratamiento adecuado al proceso de la lectura como fundamento para la adquisición de competencias intelectuales.

Poder encontrarse con un libro, artículo o publicación periódica posibilitará que la cultura ascienda en el individuo. Asimismo, como parte de la cultura que es, moldea el pensamiento, la imaginación y el comportamiento, de ahí que la lectura no solo tiene un carácter instructivo, sino que revierte una importancia capital dentro de los objetivos educativos de la enseñanza, puesto que permite la formación de valores, fundamento para adquirir cualidades apropiadas en un futuro egresado, sobre todo de la universidad cubana.

Las habilidades creativas se fusionan también con la apreciación de la lectura; lo que significa que un libro, sea este artístico o científico, irá visualizando horizontes desconocidos para el lector y asimismo contribuirá a que cree su propia obra relacionada con el texto, entonces con la lectura estamos construyendo y consolidando nuestra propia cultura, estamos desarrollando la cultura general integral, estamos preparando a los universitarios a.desarrollar capacidades, habilidades y valores, lo que significa que si somos capaces de estimular y asesorar al alumno en la actividad lectora los resultados, tanto desde la instrucción, como desde la educación, sin dudas favorecen la enseñanza aprendizaje.

BIBLIOGRAFÍA

Bajtin, Mijail: “Literatura, cultura y tiempo histórico”. En Textos y Contextos (Selección, traducción y prólogo Desiderio Navarro) Tomo I. Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1986

Bajtin, Mijail: Problemas literarios y estéticos. Editorial Arte y literatura, La Habana, 1986

Flaker, Aleksandar: “Las funciones de la obra literaria”. En Textos y Contextos (Selección, traducción y prólogo Desiderio Navarro) Tomo I. Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1986

Henríquez, Ureña: Invitación a la lectura. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1987

Redonet Cook, Salvador: Selección de lecturas de metodología de investigación literaria. MES. La Habana, 1979

Colectivo de autores: Estética de la recepción.


 

 
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