Ana Esther Bisset Rodríguez*
Cuba
Correo: estruchm.72@gmail.com
Resumen 
      El presente trabajo aborda la necesidad de  comprender la atención de enfermería como un proceso formativo con su  consecuente evaluación de calidad, haciendo énfasis en la atención al Adulto  Mayor Residente en Hogares de Ancianos en Cuba, para el desarrollo de esta  ponencia se emplearon métodos del nivel teórico (análisis-síntesis) e empírico  (análisis documental, entrevista y observación)
  Palabra  clave: atención de enfermería, evaluación de calidad  y Adulto Mayor Residente
  Abstract 
      This paper addresses the need to  understand nursing care as a formative process with its consequent quality,  emphasizing the care of the elderly resident in nursing homes in Cuba, for the  development of this Paper methods of the theoretical level (analysis-synthesis)  and empirical (documentary analysis, interview and observation) were used.
  Keyword: nursing  care, quality and resident elderly 
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
Ana Esther Bisset Rodríguez (2020): “La calidad en la atención de enfermería al adulto mayor residente del hogar de anciano América Labadí Ar-ce, provincia Santiago de Cuba”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (marzo 2020). En línea:
 https://www.eumed.net/rev/caribe/2020/03/calidad-atencion-enfermeria.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe2003calidad-atencion-enfermeria
INTRODUCCIÓN
        La calidad de los servicios de salud en la  contemporaneidad se ha convertido en interés de funcionarios, gobernantes y  población en general para el logro de los Objetivos de desarrollo Sostenible  2030, lo que conlleva a desarrollar procesos de evaluación de calidad de la  amplia gama de servicios que presta el sector de la salud.
        La Salud ha sido preocupación de gestores y  prestadores la calidad de los servicios prestados en todos los grupos  poblacionales, sobre todo los más vulnerables como la mujer, el niño y los  ancianos. 
        En el caso particular del Adulto mayor, existen  varios factores que limitan la calidad de vida de este entre los que se  encuentran; la automedicación, que a nivel mundial es un fenómeno sociocultural  relativo al uso inadecuado de psicotrópicos y otras sustancias de uso médico e  ilegal, que no se basa en las recomendaciones profesionales ni obedece a  indicación diagnóstica, terapéutica o rehabilitadora de ninguna clase,  contribuyendo al deterioro progresivo de la salud del adulto mayor.
        La  realidad de la formación académica del profesional de enfermería ha cambiado  radicalmente en las últimas décadas, en el sentido de que para mantener el  ritmo de la práctica clínica actual frente a la tradicional, los “nuevos”  profesionales en  enfermería deben tener  más conocimientos sobre determinados campos de trabajo, atendiendo a una  demanda social y sanitaria de la población. Estos cambios se advierten con  mayor nitidez en el adulto mayor y su sistema creciente de necesidades, es por  ello que se hace necesario elevar los niveles de profesionalizalización del  personal de enfermería hacia este segmento poblacional que tiene la tendencia  de ir creciendo.
        La  visión de Enfermería definida en los lineamientos de la Organización Mundial  Salud- Organización Panamericana de Salud expresa que los servicios de  Enfermería son un componente de los sistemas de salud esencial para el  desarrollo de la sociedad. Contribuyen eficazmente al logro de las mejores  condiciones de vida de los individuos,   las familias y las comunidades mediante una formación y una práctica  basada en principios de equidad, accesibilidad, cobertura y sostenibilidad de  la atención a toda la población. Su reto es dar respuesta oportuna a los  cambios permanentes que generan la transformación de los paradigmas en la  formación, la práctica y la investigación1 .
        Una  característica de la profesionalización en enfermería, es que este  profesional asume la responsabilidad de formar sus propios profesionales, de  organizar y dirigir los servicios de enfermería, y de iniciar investigaciones  encaminadas a incrementar su campo disciplinar. Distintos factores han  intervenido en la profesionalización, como son: los conocimientos científicos  de la disciplina que se han obtenido a partir de las investigaciones, la puesta  en práctica de teorías y modelos de enfermería cuando se brinda el cuidado,  ejercicio con una toma de decisiones, y un pensamiento crítico que la han  conducido hacia mayores oportunidades en el área asistencial (González,  Eliazar. 2014)
        El envejecimiento de la  población es uno de los fenómenos sociales de mayor impacto de este siglo. La  disminución de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida es una amenaza  global a los sistemas estatales de previsión que afectan directamente a toda la  sociedad, principalmente a través del aumento de los índices por enfermedades y  de los gastos del Gobierno. Según  MOLINA (2008) aunque la situación actual de la salud de los Adulto Mayor haya  sido bastante mejorada gracias a los avances de la seguridad social y de la  medicina, muchos de ellos aún son sometidos al abandono por  parte   de  la  sociedad y de su propia familia. Los avances  logrados por la medicina, tales como el desarrollo de nuevas drogas, las  técnicas quirúrgicas más modernas y la medicina preventiva, han aumentado cada  vez más la edad de los AM que podrá pasar muy brevemente de los 100 años. Sin  embargo, falta aún considerar que esta representativa y creciente parte de la  población, que actualmente es vista por la sociedad como un problema emergente  y generador de gastos públicos, podría ser una buena fuente de sabiduría,  experiencia y productividad al sector público.
        Etimológicamente el cuidado deriva del latín “cura” que  significa: pensar, colocar atención, mostrar interés, revelar una actitud de  desvelo y de preocupación. El cuidado debe ser entendido en la línea de la  esencia humana y ha de estar presente en cada etapa de la vida. El cuidar a  través de los tiempos pasó de un comportamiento de apenas sobrevivir, a  acciones más racionales y sofisticadas, desarrolladas en las Teorías de  Enfermería que al abordar el cuidado lo consideran como una forma de ser, de  relacionarse, un imperativo moral y como la esencia de ser de enfermería.
        Según Miguel Cánovas en su estudio menciona las dimensiones  del cuidado están conformadas por 3 aspectos: biológicas, psicológicas y  sociales que relacionadas al adulto mayor podemos decir que:
Existen teorías sobre el cuidado de enfermería al Adulto  Mayor, entre las que se encuentran: Teoría de las 14 Necesidades Básicas de Virginia Henderson y la Teoría de  Dorotea Orem llamada también la Teoría del Autocuidado.
        Respecto a la Teoría  de Virginia Henderson se puede decir que es uno de los modelos de cuidados  que mayor aceptación tiene y se ubica en los Modelos de las necesidades  humanas, en la categoría de enfermería humanística, donde el papel de la  enfermera es la realización de las acciones que la persona no puede realizar en  un determinado momento de su ciclo de vital, enfermedad, infancia o edad  avanzada. 
        Los elementos más importantes esta teoría son:
Normalmente estas necesidades son satisfechas por la  persona cuando tiene el conocimiento, la fuerza y la voluntad para cubrirlas,  es decir, es una persona independiente, pero cuando algo de esto falta o falla  en la persona, una o más necesidades no se satisfacen, por lo cual surgen los  problemas de salud y la persona es dependiente. Es entonces cuando la enfermera  tiene que ayudar o suplir a la persona para que pueda tener las necesidades  cubiertas. Estas situaciones de dependencia pueden aparecer por causas de tipo  físico, psicológico, sociológico o relacionado a una falta de conocimientos.
        Con respecto a la Teoría  de Dorothea Elizabeth Orem, describe lo que llamó teoría general de  enfermería, la cual consta de tres teorías a su vez, relacionadas entre sí: la  del autocuidado, la del déficit de autocuidado y la teoría de sistema de  enfermería.
  La  teoría del autocuidado: explica el concepto de  autocuidado como una contribución constante del individuo a su propia  existencia.
  La  teoría del déficit de autocuidado: describe y explica las  causas que pueden provocar dicho déficit. Los individuos sometidos a  limitaciones a causa de su salud o relaciones con ella, no pueden asumir el  autocuidado o el cuidado dependiente. Determina cuándo y por qué se necesita de  la intervención de la enfermera.
  La  teoría de sistemas de enfermería:  Sistemas de enfermería totalmente  compensadores: La enfermera suple al individuo.
        - Sistemas de enfermería parcialmente compensadores
        : El personal de enfermería proporciona autocuidados.
        - Sistemas de enfermería de apoyo-educación
        : La enfermera actúa ayudando a los individuos para que  sean capaces de realizar las actividades de autocuidado, pero que no podrían  hacer sin esta ayuda.
        La fuente de dificultad del beneficiario de cuidados  enfermeros es la incapacidad de decidir, de realizar o de efectuar una acción  orientada a mantener su vida, salud y bienestar, y esto en relación a sus  habilidades, su edad, etapa de desarrollo. La incapacidad de la persona adulta  mayor para satisfacer sus autocuidados origina un déficit de autocuidados y una  exigencia de cuidados terapéuticos por parte de la enfermera. 
        La intervención de enfermería sobre el proceso de  envejecimiento se orienta a establecer en la persona adulta mayor y en su  entorno las condiciones que permitan:
        • Aumentar las conductas saludables, 
        • Minimizar y compensar las pérdidas de salud y las  limitaciones relacionadas con la edad,
        • Proveer comodidad durante los eventos de angustia y  debilidad en la vejez, incluyendo el proceso de la muerte,
        • Facilitar el diagnóstico, alivio y tratamiento de las  enfermedades que ocurren en la vejez.
        La enfermería en el cuidado del adulto mayor contribuye a  los cuidados de salud de la población fundamentalmente para conseguir que la última  etapa de la vida sea vivida de forma óptima, asegurando la satisfacción de las  necesidades y el máximo nivel de independencia posible de las personas que  envejecen. Y cuando la muerte es ya un proceso inevitable, acompañarlos a una  muerte digna y preparar a la familia para este suceso.
        Los cambios biológicos del envejecimiento primario y su  repercusión en las capacidades funcionales, las tensiones psicosociales  externas e internas propias de esta etapa exigen un esfuerzo de adaptación por  parte de la persona que ha de buscar nuevas formas de enfrentarse a estas  dificultades.
        Los cuidados a los ancianos han de ir dirigidos a reforzar  los recursos personales (capacidades, conocimientos y/o motivación) para que  cada persona pueda satisfacer por sí misma sus necesidades, o por el contrario  aceptar la ayuda de su entorno para poder satisfacerlas.
        El mantenimiento de la autonomía, la readaptación a las  limitaciones propias de la edad o de las consecuencias de las enfermedades,  requieren intervenciones adecuadas por parte de la enfermera. 
        El profesional de enfermería que brinda cuidados  específicos al adulto mayor desarrolla uno o más de los siguientes roles:  educación; cuidado o asistencia directa; asesoría, planificación o coordinación  de servicios: así como también enseñanza y evaluación de aquellas personas que  ejecutan esos roles.
        Para desarrollar esos roles se espera que la enfermera en  su quehacer cotidiano, esté en capacidad de:
         Evaluar la salud física, psicológica y social del adulto  mayor; utilizando la observación, la entrevista y el examen físico para  determinar su grado de funcionalidad y discriminar entre los hallazgos normales  y los anormales.
         Analizar la información recolectada para tomar una  decisión en cuanto al cuidado que requiere el adulto mayor y determinar el tipo  de asistencia que requiere.
         Asistir a la persona de edad avanzada y a sus familiares  durante la enfermedad y después del proceso de muerte.
        Suministrar servicios de emergencia y cuidados adecuados  para los que sufren alteraciones agudas y proporcionar información al adulto  mayor y sus familiares sobre el diagnóstico y los planes de tratamiento y  cuidado.
        Los cuidados de salud desde la perspectiva enfermera pueden  proporcionarse en la vida diaria, tanto si la persona mayor está sana y  completamente funcional, como si padece de una enfermedad crónica, es un  paciente agudo o en estado terminal. En cualquier situación clínica, la  enfermera debe tratar aquellos aspectos que fomenten un nivel adecuado de  equilibrio, entre los requerimientos en relación con la salud y los recursos  para a vida diaria, y promover el bienestar del paciente. (32)
        Para ello se requiere del enfermero, el desarrollo de  competencias, las que a su vez están influidas por el ámbito de práctica  (atención primaria, centros de cuidado a largo plazo, unidad de atención de  casos agudos, etc.)
        No obstante a los aportes  contemporáneos en el tema de los cuidados de enfermería, estos aún son  insuficientes para interpretar y explicar la calidad de esta atención destinada  al Adulto Mayor Residente. Por otra parte, pese a  la voluntad y preocupación del Ministerio de  Salud Pública y de las universidades de las Ciencias Médicas, en relación con  elevar el desempeño en la atención de enfermería al adulto mayor residente, se  revelan algunas limitaciones que se precisan como:
Contradicciones presentes en las manifestaciones del problema:
Problema  social: Cómo mejorar la calidad  de la atención de enfermería destinada al Adulto  Mayor Residente del  Hogar  de Anciano América Labadí Arce, provincia  Santiago de Cuba.
        Objetivo  general: Proponer  un plan para la mejora de la calidad de la atención de enfermería la Adulto  Mayor Residente en el Hogar de Anciano.
        Objetivo específico: Reflexionar sobre los fundamentos científicos que  sustentan la calidad de la atención de  enfermería destinada al adulto mayor residencial en el hogar de anciano 
        DESARROLLO.
        Con relación a la atención de enfermería, investigadores a nivel nacional  e internacional, coindicen en considerar que  la misma se ocupa de la valoración de las necesidades de las personas ancianas,  de la planificación y la administración de los cuidados para satisfacer sus  necesidades, así como de la evaluación de la eficacia de dichos cuidados en el  logro y el mantenimiento de un nivel de bienestar acorde con las limitaciones  impuestas por el proceso de envejecimiento,  Ruiz-Montes PY. (2015),  la ecuatoriana Chisag  Guaman  Marlene María (2015). No obstante  a los estudios realizados, el análisis de la esencia y expresiones de la  atención a la diversidad desde la gestión del jefe de enfermería es aún  limitado. 
        Otras de las  categorías que se estudian en  esta  investigación es el adulto mayor  residente, en 1998, la  Organización Mundial de la Salud presentó su informe anual con base al análisis  de las tendencias demográficas y de salud desde 1955 y proyectadas al año 2025;  como resultado de éste análisis emitió cincuenta puntos álgidos relevantes.  Entre sus principales conclusiones sobresalen que como resultado de este  análisis emitió cincuenta puntos álgidos relevantes. Entre sus principales  conclusiones sobresalen que el número de Adultos Mayores (AM) de 65 años  crecerá de los actuales 390 millones a 800 millones aproximadamente en el año  2025, representando así al 10% de la población mundial. Para muchos países en  desarrollo se espera, especialmente para Latinoamérica y Asia un crecimiento  del 300% en la población de este grupo poblacional 2. 
        Sobre el adulto mayor  especialistas se han realizado estudios por diversas ramas del saber científico  psicología, geriatría, sociología, entre otras, las mismas han abordado desde  diferentes perspectivas: Baltes y Smith, (2003); Singer, Lindenberger y Baltes,  (2001) pusieron de manifiesto que los procesos cognitivos de plasticidad,  adaptabilidad y de mejora en determinadas áreas observadas en el adulto mayor,  muestran una tendencia al deterioro marcado en la mayoría de las tareas  cognitivas encontrándose, por lo tanto, un aumento importante en la prevalencia  de disfunción y un potencial muy reducido de mejora en las habilidades  cognitivas. 
        Lanza Hernandez  Wilfredi (2010), asoció el adulto mayor como parte del envejecimiento global;  Fernández Garrido Julio Jorge (2009) realizó estudios comparativos de los  determinantes de la calidad de vida percibida en una residencia en contextos  socioculturales diferentes. Otras investigaciones han abordado tales como:  satisfactores de la calidad de vida, la atención familiar, desarrollo de  ejercicios físicos. Aunque se ha producido un incremento y diversidad de  aspectos relacionados con el Adulto Mayor, se reconoce la insuficiente  interpretación de atención de enfermería a este segmento poblacional.
        Según la Real Academia  Española, el término calidad, en  latín significa “cualidad, manera de ser”, su significado castellano es  “propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa, que permiten  apreciarla como igual, mejor o peor que las restantes de su especie”(REA,  2014). 
        La UNESCO en la  Conferencia Mundial de Educación Superior, vista como “El sistema de  propiedades de una institución, programa o proceso de educación superior en el  que se contemplan intrínsecamente su pertinencia y excelencia académica, lo que  le permite contribuir de manera eficaz y eficiente en la gestión de los  procesos universitarios, así como en el desarrollo personal del alumno y en las  transformaciones del entorno social, según las exigencias de nuestra sociedad,  expresadas estas en estándares elaborados y establecidos previamente” (UNESCO,  1998).Se destaca en esta definición el vínculo de la calidad educativa con los  procesos universitario y el entorno social.   La calidad en ocasiones suele presentar problemas de medición, sin  embargo “la calidad se puede evaluar mediante indicadores, criterios y  variables que permitan garantizar a la sociedad la pertinencia de los saberes  ofertados.(González y Torres, 2007: 57).
        La calidad  de vida aparecen sus primeros estudios en el último tercio del siglo XX en  la literatura social, psicológica y biomédica (Fernández-Ballesteros et al.  2009), esta categoría puede ser analizada desde referentes epistemológicos  diversos como la: Psicología, Salud física, Salud mental, Sociología, ciencias  Jurídicas, entre otros (Ruiz y Baca, 1993), El investigador Casas, (1989, 1996,  2000), refiere la falta de clarificación conceptual que acarrea la confusión  académica en la evaluación y los instrumentos que se utilizan para medir esa  calidad de vida. A pesar de ello, el desarrollo de indicadores sociales, hace  que la calidad de vida comience a definirse como un concepto integrador, que  engloba tanto condiciones objetivas como subjetivas (Felce, 2006;  Rodríguez-Marín, Pastor y López-Roig, 1993). Esta categoría epistémica es  compleja multidimensional y multifactorial. 
        Tal y como afirma  Rodríguez-Marín y Neipp (2008, p. 235) “la calidad de vida es un concepto  complejo compuesto por diferentes dominios y dimensiones, y de difícil  definición operacional, que parece poder traducirse en términos de nivel de  bienestar subjetivo, por un lado, y, por otro lado, en términos de presencia o  ausencia de indicadores estándar, más o menos objetivos, de lo que en general  las personas consideran que determina una buena vida”. 
        Igualmente,  Fernández-Ballesteros y Zamarrón (2007) consideró las dimensiones que  contribuyen a la existencia de calidad de vida: dimensión personal (relaciones  sociales, satisfacción, actividades de ocio, salud y habilidades funcionales),  y dimensión socio-ambiental (apoyo social, condiciones económicas, servicios de  salud y sociales, calidad ambiental y factores culturales). 
        En resumen, adentrarse al  estudio de la calidad de vida en el segmento poblacional del Adulto Mayo, desde  una única arista o dimensión es un reduccionismo que no resiste la  interpretación científica seria, una de las razones es lo multifactorial del  desarrollo de la personalidad  por lo que  la calidad también está en correspondencia con esa multidimensionabilid  (Blanco, 1985; Walker, 2005). La Federación Internacional Fe 
        y Alegría del Movimiento de  Educación Popular y Promoción Social, la cual precisa los aspectos esenciales  de la calidad enunciados de la siguiente manera: pertinencia, transformación,  eficacia, eficiencia e impacto (Fe y Alegría, 2015). Para los fines de referat  pondremos el énfasis en la eficacia, eficiencia e impacto de la atención de  enfermería al Adulto mayor Residente.
        La evaluación  de la calidad es el proceso sistemático de recogida de datos incorporado al  sistema general de actuación educativa, que permite obtener información válida  y fiable sobre cada una de las variables de contexto, insumo, proceso y  producto que integran la definición operacional asumida en el país, región o  institución educativa de que se trate. La información así obtenida se utilizará  para emitir juicios de valor acerca del estado de la calidad educativa, los que  constituyen puntos de partida para la toma de decisiones para mejorar la  actividad educativa valorada”. (Valdés, 2005: 15)  
        En la misma se resaltan seis características  esenciales:  
De las mismas pueden inferirse, al menos, tres funciones fundamentales de la evaluación:
Ciencias que se relacionan con la calidad de la atención de enfermería al adulto mayor residencial
Plan  para la mejora de la calidad de la atención de enfermería la Adulto Mayor  Residente en el Hogar de Anciano  
        El plan para la mejora de la calidad de la  atención de enfermería la Adulto Mayor Residente en el Hogar de Anciano se define como conjunto de proceder que posibilita el conocimiento de  la calidad de la atención de enfermería que recibe el Adulto mayor residente en  Hogar de Ancianos, y su contrastación con las metas establecidas en el Programa  Nacional y los recursos asignados. Este proceder gradual, sistémico y  consensuado permite determinar las debilidades existentes y reorientar la  actuación del personal de enfermería hacia el cumplimiento conscientes de las  metas, objetivos, procedimientos y protocolos necesarios para alcanzar niveles  de satisfacción en torno a la calidad de vida del AMR del Hogar de Ancianos. 
Indicadores de evaluación: El término Indicador, procede del latín “indicio”; es  sinónimo de guía, denotativo y demostrador. (RAE, 2004). Un indicador permite  comparar datos entre sí, que arrojan un valor o un criterio para quién lo  analiza. Usualmente se utiliza para medir periodos de mediano o largo plazo,  puesto que se requiere un lapso de tiempo para medir los cambios esperados.  Cabe resaltar, que algunos indicadores pueden ser medidos a corto, mediano  plazo (uno y dos años) y a largo plazo (más de cinco años) para que se  produzcan sus efectos, para lo cual, se debe establecer la línea base, que será  utilizada como referencia para juzgar el impacto logrado. 
        CONCLUSIÓN
        La calidad de la  atención médica al AMR posibilita revalorizar y resignificar al AMR, incidir de  manera directa en la estimulación a las acciones para favorecer el autocuidado  y el cuidado al otro,  de igual manera se  potencia mucho la convivencia y   representatividad de estos en el proceso de toma de decisiones de los  servicios que reciben en el Hogar de Ancianos.
  Bibliografía: