David Andrés Pachacama Pachacama*
EstudianteJeverson Santiago Quishpe Gaibor**
DocenteUniversidad Politécnica Salesiana - Quito, Ecuador
Correo: dpachacamap@est.ups.edu.ec
Resumen
En la presente investigación se analizará las artes marciales, generalmente asociadas a las culturas orientales, visto desde un punto de vista ético y social, así como su influencia en las personas que lo practican. Se conocerá los valores éticos que rodean a esta disciplina desde sus orígenes con los cuales se rige para la formación de sus alumnos, influyentes en la calidad de vida de cada persona y en el crecimiento personal desarrollando la autoconfianza y un estilo de vida más saludable. Por último, se analizará el beneficio físico y psicológico que conlleva practicar esta disciplina y sus resultados en el tratamiento de algunos trastornos de comportamiento, tales como hiperactividad y baja autoestima como los principales.
Valores con los cuales se ha hecho un análisis serán el respeto como el primordial ya que es uno de los valores con mayor influencia en la sociedad, tomándose en cuenta que esto marca la relaciones interpersonales en un entorno ideal para el individuo, así también como se realizara un estudio filosófico analizando cual las artes marciales han perdurado más en el transcurso de los años y como ha ido evolucionando hasta la actualidad en done se ha implementado como un método de enseñanza de formación de valores.
La práctica de ciertos deportes y disciplinas se clasificara en dos tipos para sintetizar su análisis en done se definirá los conceptos por los cual a un deporte se lo considera operativo o individual así como su facto de diferenciación con los cuales el practicante genera ciertas habilidades y conceptos éticos gracias a la instrucción por parte de los instructores o maestros, los cuales esta encargados de guiar de la mejor manera al practicante por el camino de superación mental y física para lograr metas propuestas por el estudiante y de esta manera mejorar la calidad de vida y la relación interpersonal.
Tomando en cuenta la creciente demanda de centros donde impartan las mencionadas artes marciales, por el aumento de casos de bullying, se analizará los beneficios y cómo influyen en la persona que practica cualquier tipo de arte marcial, analizando que en las disciplinas de este tipo prevalece el respeto.
Palabras claves: arte marcial, Sensei, practica, deportistas, código ético, valores.
Abstract
In this research we will analyze the martial arts, generally associated with oriental cultures, seen from an ethical and social point of view, as well as its influence on the people who practice it. It will know the ethical values that surround this discipline from its origins with which it is governed for the training of its students, influencing the quality of life of each person and personal growth developing self-confidence and a healthier lifestyle. Finally, the physical and psychological benefit of practicing this discipline and its results in the treatment of some behavioral disorders, such as hyperactivity and low self-esteem as the main ones, will be analyzed.
The values with which an in-depth analysis has been done will be respect mainly because it is one of the values with the most influence in society, since this marks the relationship that we have with the people that surround it, as well as the study philosophical with which the martial arts have endured over the years and as it has evolved to the present where it has been implemented as a teaching method of value formation.
The practice of certain sports and disciplines will be classified into two types to synthesize their analysis where the concepts will be defined by which a sport is considered operational or individual as well as its differentiation factor with which the practitioner generates certain skills and concepts ethics thanks to the instruction of the instructors or teachers, who are in charge of guiding the best way to the practitioner along the path of mental and physical improvement to achieve goals proposed by the student and thus improve the quality of life and the interpersonal relationship
Taking into account the growing demand of centers where they teach the aforementioned martial arts, due to the increase in cases of bullying, the benefits and how they influence the person practicing any type of martial art will be analyzed, analyzing that in the disciplines of this type prevails respect.
Keywords: martial art, Sensei, practice, athletes, ethical code, values.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
David Andrés Pachacama Pachacama y Jeverson Santiago Quishpe Gaibor (2019): “Análisis ético en las artes marciales”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (noviembre 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/11/analisis-artes-marciales.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1911analisis-artes-marciales
Los deportes en la actualidad han crecido considerablemente, lo cual da lugar a un análisis de reflexión ética en torno al deporte que se han desarrollado durante estas últimas décadas con respecto a la competencia deportiva, principios esenciales que deben guiarlos, que pretendan educar y transmitir valores a sus participantes, resguardando unos principios éticos esenciales (Durán González 2013). La ética del deporte aunque se trata de una disciplina de reciente surgimiento puede encontrarse reflexiones filosóficas acerca del cuerpo o de las actividades que de una manera genérica se denomina juegos o realizaciones atléticas (Triviño 2010).
La enseñanza de las artes marciales ha seguido tradiciones culturales de aprendizaje que tiene origen en la doctrina de Confucio (Toscano 2011). Los discípulos reciben instrucciones en un sistema estrictamente jerárquico guiados por un maestro también llamado Sensei, en japones, el cual se considera la persona con más experiencia y lleno de sabiduría encargado de guiar al discípulo por el buen camino.
La práctica deportiva implica varios valores éticos en su práctica desde su aprendizaje, el deportista adquiere varios valores de compromiso, disfrute, respeto, juego limpio y participación (Iturbide-Luquin and Elosua-Oliden 2017) .
El origen del deporte en la actualidad se sitúa en la amalgama de prácticas corporales propias de la condición social humana y como cualquier otro fenómeno social, estas prácticas deportivas se difunden por medio de lo estable o lo común que se entiende por normal. Porque el deporte y la educación que le rodea es un espacio que se viste de imaginarios que, a su vez, conforman el modo de pensar común en torno a estas práctica (Pla-Campas 2015).
En la prehistoria, el juego era útil no sólo por su aspecto lúdico, también para enseñar y desarrollar habilidades, sobre todo aquellas que servían de preparación para hacer la guerra. En muchas ocasiones ha sido una forma de solucionar conflictos. A partir del surgimiento de los estados nación, y con la pérdida de las funciones guerreras de la clase alta del periodo preindustrial (desde la caída de Roma hasta la revolución francesa), el deporte comienza a dejar de ser un ejercicio de preparación para la guerra para desarrollar una función más pedagógica, pues se emplea para transmitir disciplina y formación del carácter (Antonio M Pérez and Muñoz 2015).
En el Modernismo, una vez extendida su práctica, el deporte comienza a ser reglado, se elimina la violencia que hasta ahora estaba muy presente y se recobra su aspecto recreacional, convirtiéndose en una competición simbólica entre varios grupos sociales (Antonio M Pérez and Muñoz 2015). Las diferentes prácticas deportivas y las distintas competiciones realizadas a lo largo de la historia han aportado una forma de identidad, tanto a sus practicantes como a sus aficionados.
Por otra parte, el origen de los deportes en el contexto capitalista de la Inglaterra de mediados del siglo XIX, implica la incorporación de los supuestos de la ética burguesa y de la empresa privada mediante las nociones de energía, coraje y fuerza de voluntad ligadas a los liderazgos de la sociedad burguesa o aristocrática tan presentes en las fuerzas industriales como en las fuerzas militares. Un ejemplo de esto es los deportes de contacto, actividades que se ha realizado a lo largo de muchos años desde los principios de la humanidad con la mezcla de culturas y disciplinas de combate orientales y occidentales que tuvo lugar alrededor del final del siglo 19, con la apertura de Japón a Occidente en la Restauración Meiji (García and Malcolm 2010).
“Los occidentales se convirtieron cada vez más expuestos a las disciplinas japonesas como el judo y el kendo, y, en gran parte debido a las actividades de los occidentales en las marinas mercantes, los japoneses se convirtió cada vez más expuestos a las formas de deportes occidentales como el boxeo” (García and Malcolm 2010).
Los deportes colectivos son aquellos en los que existe cooperación entre dos o más compañeros y oposición a los deportistas contrarios, realizando una participación simultánea o alternativa de los jugadores, pudiendo compartir un espacio común y utilizar un objeto móvil (Clase and Php 2019).
Este tipo de deportes se caracterizan por la cooperación, la oposición, la presencia de dos o más jugadores y su interacción en un mismo espacio. Con respecto a la colaboración el equipo colabora entre sí para conseguir un objetivo. Todo movimiento y desplazamiento de los deportistas está orientado a conseguir puntos, marcas o llegar a un lugar en específico.
Los deportes individuales son aquellos en los que el participante se encuentra solo en el espacio y afronta una situación motriz, superándose a sí mismo, a una marca, a una distancia o una puntuación (Valero and Gómez-Mármol 2016).
Con los cambios económicos y políticos las federaciones deportivas han tomado sus decisiones para conservar la esencia de los deportes que, en su gran mayoría, provienen de legendarias artes marciales, estos deportes son denominados también deportes individuales o deportes sin cooperación y con oposición del contrario (Deportivo, Antonio, and Villa 2016).
Un análisis sobre el compromiso deportivo de los jóvenes demuestra que Los resultados mostraron que la percepción de los jugadores de un estilo de apoyo a la autonomía del entrenador, la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas, la motivación intrínseca y el compromiso deportivo se relacionaba positiva y significativamente, siguiendo la secuencia establecida en la teoría de la autodeterminación. En sentido contrario, el estilo controlador percibido por los jugadores se relacionaba positiva y significativamente con la frustración de las NPB y la desmotivación y negativamente con el compromiso deportivo. Los resultados destacan la importancia del estilo interpersonal del entrenador sobre los procesos motivacionales y el compromiso deportivo de los jóvenes (Murillo et al. 2018).
El comportamiento de la sociedad indica que se están dejando de asumir los valores morales, a cambio se introducen otros que podemos asumir como pérdidas de valores, lo cual mina o denigra las relaciones humanas.
Las causas pueden ser diversas y complejas, como el egoísmo excesivo, la influencia de algunos medios de información, conflictos familiares, padres irresponsables en la crianza de sus hijos, presiones económicas, pobreza, etc.; pero sobre todo el funcionamiento de un Sistema Educativo desvinculado de las necesidades actuales de los ciudadanos puede traer efectos desastrosos. No así, el Estado ecuatoriano que favorece a una educación con valores arraigados desde la formación de la identidad nacional de su pueblo (Ortiz 2018).
La educación y consolidación de valores sociales relevantes en los atletas no son solo un problema de profunda actualidad, sino de imperiosa necesidad para el fortalecimiento del sistema deportivo del Ecuador, de su formación depende en grado sumo la continuidad y desarrollo de carácter del deporte en el país (Jasso et al. 2013).
Cada ser humano interioriza aquello que satisface sus necesidades personales y, sobre esta base posee intereses (los intereses son las necesidades hechas conciencia), forma convicciones, precisa sus aspiraciones futuras y llega a analizar las posibilidades que tiene de alcanzarlas así se manifiestan los valores.
Dos personas pueden realizar una misma actividad y estar impulsadas por valores diferentes. De ahí que se afirme que son significados subjetivos que poseen un fuerte componente individual. Por ejemplo: dos atletas pueden realizar esfuerzos similares por asimilar la técnica deportiva necesaria para ser un buen profesional, pero 20 uno puede hacerlo porque ama a su deporte, y otro porque la práctica de este puede darle beneficios económicos, prestigio social y otras ventajas (Houlihan. 2003).
En este proceso de la actividad humana, en permanente comunicación social, surgen en el ser humano necesidades materiales y espirituales, que al concretarse en objetos materiales y espirituales que las satisfacen, se convierten en valores.
En el caso de la práctica de deportes de contacto la labor del entrenador se complejiza porque debe lograr que, después de la identificación con el valor por parte de las atletas, ser capaz de continuar estimulando a través de su quehacer diario, su entrenamiento como eje fundamental del proceso deportivo. Todas sus actividades deben estar orientadas a continuar con la educación antes comenzada. Se podrá hablar de una formación de valores en las atletas de karate do, cuando seamos capaces de encaminar su educación a una cultura general integral (Ortiz 2018).
En la actualidad, las artes marciales tradicionales orientales aún incluyen la práctica de un código ético preciso que tiene sus raíces en las filosofías de Oriente, como el confucionismo chino, el sintoísmo japonés y el budismo zen. Además, algunas artes marciales, como el tai chi chuan, se preservan hoy en día como una práctica para mejorar la salud física y mental (Angelica Muñoz 2016).
Entender la filosofía de las artes marciales es entender que cualquier practicante lucha por superarse a sí mismo, que cualquier practicante debe vivir y actuar como un ser humano ejemplar y que un arte marcial no es una secta, ya que no buscan la sumisión de sus miembros a un líder, sino que, por el contrario, ofrecen a sus practicantes un camino para mejorarse a sí mismos (Sociales n.d.).
Educar en valores, es ayudar a las personas a conformar grupos de valores de forma razonada y autónoma, para lograr que tomen dediciones morales en momentos de conflictos que le permitan relacionarse eficazmente (Ortiz 2018), como en muchos deportes los valores como el respeto es uno de los valores que todo deportista y artista marcial debería tener.
Los valores morales y éticos fomentados en varios deportes de contacto, son el resultado más bello que tiene el futuro de las artes marciales, pues está en la capacidad de transmitir estos mensajes a un mundo urgentemente necesitado de ellos. Sobre este proceso psicológico se edifican los mensajes morales y sociales generalmente conocidos y que tienen que poseer tanto el deportista y con más razón el arbitraje como son: respeto, honradez, patriotismo, laboriosidad, disciplina, dignidad, humildad, e imparcialidad, responsabilidad, justicia, solidaridad.
El respeto
Es establecer hasta donde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, donde comienzan las posibilidades de los demás (Ortiz 2018). El respeto es la base de toda convivencia social, la cual representa el trato de las personas hacia otra y nos genera un sentido de confianza.
La bondad es el principio del tacto, y el respeto por los otros es la primera condición para saber vivir No valorar las cualidades de los atletas, desconcentra en un evento e incluso puede desestimar la experiencia positiva de otros en este ámbito.
La dignidad
Es la cualidad de digno, excelencia, realce, gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse.
Sentirse orgulloso por la competencia realizada y el fruto de su actuación consecuente con su labor (Gómez 2011). Valorar positivamente su ejemplaridad y liderazgo tanto en el ámbito competitivo, como social es un gran ejemplo.
La honestidad
Un valor importante es la honestidad del deportista y del equipo de arbitraje, actuar con transparencia, con plena correspondencia entre la forma de pensar y actuar, asumiendo una postura adecuada ante lo justo en el colectivo.
Actuar con parcialidad ante una acción determinada, asumiendo una actitud de favoritismo, falta de autocrítica, información falsa es una forma negativa de lo que es ser honesto con los demás y consigo mismo.
La solidaridad
Se define como la colaboración mutua en las personas, como aquel sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento, sobre todo cuando se vivencian experiencias difíciles o en colaboración a cumplir una meta aportando un apoyo de enseñanza o motivación entre competidores (Pizzi 2004).
No trabajar en equipo, no apoyar la petición de un árbitro, poca participación en las competencias, no reconocer el desempeño competitivo del atleta son algunas situaciones en donde una persona carece este valor, esto puede ser debido a una mala relación entre los individuos.
La responsabilidad
Crear un clima de auto diciplina en el desempeño de nuestras misiones en las competencias, se delega todo el potencial para el mejor desempeño de la competición.
El atleta al momento de ingresar a una academia adquiere una responsabilidad de compromiso con sus compañeros y Sensei (maestro) el cual deberá tener un alto nivel de respuesta a las tareas asignadas con el cumplimiento de leyes y normas que rigen la formación de un individuo responsable y atento.
Humanismo
Un humanismo bien ordenado no comienza por sí mismo, sino que coloca el mundo delante de la vida, la vida delante del hombre, el respeto por los demás delante del amor propio.
La participación sistemática en las actividades que propicien una mayor cultura general integral, como el conocimiento de las reglas y el reglamento, fomenta el humanismo entre el estudiante y sus compañeros de entrenamiento.
La honradez
La honradez es una cualidad que deriva del sentido del honor y que se funda en el respeto a sí mismo y a los demás.
La honradez guía a las personas a actuar con rectitud, a no robar, ni engañar y a cumplir sus compromisos, es por eso que las personas honradas son dignas de respeto, confianza y credibilidad y son las cualidades que destacan a uno artista marcial.
El valor de la Justicias
Cuatro características corresponden al juez “Escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente” (Socrates), esto quiere decir que una persona en al practica de arbitraje y combate sede ser justo con los demás y consigo mismo dejando un lado el favoritismos y parcialidad.
Las artes marciales tienen un código de ética el cual es de vital cumplimiento dicho código se basa en la benevolencia (jin), rectitud (gi) cortesía (rei) sabiduría (chi) y confianza (shi) dicho código es cumplido en artes marciales japonesas conocidas por Budo (Toscano 2011).
Estos valores no son sólo aplicables en el Dojo y el campo de batalla, sino también en el hogar y en el día a día.
La práctica de este deporte como se lo a clasificado como deportes individuales ha generado varios puntos de vista debido a su sentido de competitividad mediante la derrota del adversario mediante técnicas y movimiento que podrían herir y causar daño a su rival, provocando en los espectadores un pensamiento de juzgamiento al deporte clasificándole como violento.
Las artes marciales más que un deporte actualmente es una forma de vida fundamentada en valores que ayudan al practicante a crecer como ser humano y llevar una vida más saludable física y socialmente.
El combate tiene una aceptación en la que se concibe como el modo de superar ciertas dificultades a través de la lucha con uno mismo. Es decir: combate supremo es el modo de superarse a sí mismo a través de la actividad del combate de forma placentera, lúdica y sin más objeto que la propia decisión personal de superación. La lucha, el boxeo, la esgrima, el kendo, el karate, el judo, el taekwondo…etc. Son conceptos, ideas y formas diferentes de entender e interpretar la profunda búsqueda que cada uno tiene consigo mismo (Sociales n.d.).
En la forma en que las artes marciales influyen es en que la práctica constituye un juego de constante búsqueda y de aprendizaje de variantes en situaciones de inseguridad, un proceso de interiorizar y equilibrar los caminos de la razón, la emoción y la proyección estética de la persona que practica este deporte, la desventaja es en las instituciones educativas no fomentan como recurso pedagógico para el desarrollo de habilidades y competencias (Salazar López, Quishpe Gaibor 2019).
Un estudio sobre la incidencia en la autoestima a partir de una intervención pedagógica basada en el karate tradicional, en estudiantes de una universidad de chile (jaime pacheco, cristian luarte, samuel perez 2015), demuestra que la práctica de este deporte mejora el autoestimas de las personas.
El desarrollo de la niñez como seres humanos debería ser armónico e integral, es decir todos los aspectos que lo componen, lo cognitivo, afectivo, físico y social, puesto que, si la educación solo se centra en el aspecto cognitivo, descuidaríamos la formación de la personalidad y mañana careceríamos de bases para exigir un comportamiento ético en las actividades políticas, económicas y culturales.
Que el deporte aporta muchos valores positivos es algo que ya se ha establecido previamente. Además, en los más pequeños de la casa, la práctica deportiva puede ser la principal fuente de aprendizaje de dichos valores. Hoy se cuenta con algunos de los valores que transmiten el deporte y la importancia que tiene adquirirlos para conseguir mayor bienestar en nuestras vidas diarias (Durán González 2013).
La práctica de actividad físico-deportiva puede ser un factor de calidad de vida en la medida que se cumplan algunas condiciones: que se realice como una actividad de ocio y tiempo libre, que mejore o mantenga la salud, y que se experimenten emociones placenteras en su práctica. La influencia directas e indirectas del deporte en la calidad de vida se lo puedes esquematizar de la siguiente manera (Cantón Chirivella 2001).
Esto quiere decir que la actividad física como es la práctica de las diferentes artes marciales, puede tener una influencia, directa o indirecta, sobre la calidad de vida de forma ambigua: por lo que puede aportar como lo es en el mejoramiento de la condición física y facilitar las relaciones intrapersonales, por los que puede evitar que sería para prevenir deterioros físicos y alteraciones emocionales.
Visto al deporte como una actividad de bienestar y competición podemos decir que la superación de la persona al ser sometida a una competencia es grande y un bien para el desarrollo social.
El deporte de competición es una gran herramienta social que aumenta enormemente las posibilidades de relación entre sus deportistas y facilita el conocimiento mutuo entre personas de distintas procedencias sociales (A. M Pérez 2015).
En este modelo deportivo la competición se transforma en competencia, pues continuamente se compite tanto con los rivales como con los propios compañeros para poder participar y tener un lugar en el equipo. Esta forma de competición externa y competencia interna es fuente de frustraciones y lleva a que muchos deportistas acaben abandonando la práctica del deporte desde sus primeras experiencias (A. M Pérez 2015), pero la influencia de los valores y el código de ética fomentados en la formación marcial de los alumnos es un factor por el cual la mayoría de las personas que abandonaron este deporte regresen ya sea por una satisfacción que generaba en la persona o los beneficios que conllevaba.
Las artes marciales conllevan una serie de beneficios para quienes han decidido practicarlas, pudiendo llegar a cambiar todo un sistema de vida.
Desarrolla y fortalece la vida disciplinaria, como se puede evidenciar que hasta en la actualidad las artes marciales a sobrevivido todos esto gracias a una rigurosa disciplina, la misma que va dese la intensidad de cada entrenamiento hasta que vestimenta usar para los entrenamientos. El cumplimiento de todos estos rituales, hace que la persona que lo practica se vuelva cada vez más disciplinado, no solo en lo deportivo, sino que, en todos los aspectos de su vida, ya que el entrenamiento abarca cuerpo y mente.
Aumenta la seguridad en quienes los practican, aumentado la autoestima de las personas, al darse cuenta de que puede lograr metas que la persona nuca ha planead. Desarrolla la constancia y la paciencia, otorgando seguridad progresiva al perseguir un objetivo y limitar la frustración al requerir una disciplina mental. A media que aumenta las habilidades también aumenta la seguridad, ya que la persona se ve capaz de afrontar situaciones que antes no podía. Además, esto es una herramienta de autodefensa en situaciones de riesgo que permite aplicar soluciones de forma consciente (Angélica Muñoz 2016).
Desarrolla la inteligencia debido a que la práctica requiere concentración y el combate paciencia y atención. Las artes marciales ayudan a desarrollar la creatividad al exigir a la persona nuevas ideas para resolver una situación de combate o incluso inventar técnicas nuevas, los cual mejora la conexión entre neuronas y genera nuevas conexiones, los artistas marciales se caracterizan por ser personas pacificas lo cual demuestra inteligencia mental y espiritual.
Mejoramiento de la salud y calidad física ya que en todos los entrenamientos los músculos están en constante trabajo lo cual lleva a un aumento de la masa muscular y evita su atrofia, así como también produce un desarrollo del sistema cardiovascular (hipertrofia el corazón y mejora la elasticidad y fortaleza de los vasos sanguíneos) y del sistema nerviosos, evitando por lo tanto la aparición de gran cantidad de enfermedades y su uso como alternativa para alguna condición médica que requiera una salida alternativa a su tratamiento, como la obesidad, el cáncer o algunas condiciones psiquiátricas o de la edad adulta (Orozco 2015).
Al mejorar el individuo mejora la sociedad. En un centro de enseñanza marcial la persona está en constante desarrollo de reglamentos. Todos estos elementos se forjan en el cuerpo y en la mente de los practicantes, esto se transfiere casi automáticamente a la vida real, haciéndolos más seguro de si mismo, conscientes de las habilidades y fortalezas propias y de los demás.
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