Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


LA VIDA COTIDIANA Y SU INFLUENCIA EN LA CONSERVACIÓN DE LAS VIVIENDAS PATRIMONIALES

Autores e infomación del artículo

Yousy Baby Ramírez*

Universidad de Guantánamo, Cuba

Correo: ybaby@cug.co.cu


Resumen:
La conservación del patrimonio urbano garantiza la continuidad de la memoria histórica y la identidad de los pueblos que representa. Las viviendas son el centro de la vida cotidiana y constituyen una de las principales aspiraciones de los hombres. De ahí, la necesidad de su oportuna conservación para alargar su vida útil. La presente investigación determina la influencia de la vida cotidiana en la conservación de las viviendas con valor patrimonial. El estudio es descriptivo y se utilizan métodos y técnicas de las metodologías cualitativas y cuantitativas. Se defiende la idea de que la acelerada urbanización y el desarrollo del núcleo familiar son algunos de los elementos de la vida cotidiana que influyen en la conservación de las viviendas patrimoniales.

Summary:
The conservation of the urban heritage guarantees the continuity of the historical memory and the identity of the peoples it represents. Homes are the center of daily life and constitute one of the main aspirations of men. Hence, the need for its timely conservation to extend its useful life. The present investigation determines the influence of daily life on the conservation of homes with heritage value. The study is descriptive and methods and techniques of qualitative and quantitative methodologies are used. The idea is defended that accelerated urbanization and the development of the family nucleus are some of the elements of everyday life that influence the conservation of heritage dwellings.
Palabras claves:

Centro Histórico - Historical Center

Patrimonio Urbano - Urban patrimony

Viviendas patrimoniales- Heritage homes

Vida cotidiana - Daily life

Conservación – Conservation

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Yousy Baby Ramírez (2019): “La vida cotidiana y su influencia en la conservación de las viviendas patrimoniales”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (octubre 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/10/viviendas-patrimoniales.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1910viviendas-patrimoniales


Introducción
La conservación de sitios y ciudades históricas es asunto de permanente interés para las sociedades. El patrimonio urbano constituye una importante fuente de beneficios para las comunidades involucradas en el proceso de patrimonio cultural. Por el carácter excepcional, significación cultural, histórica y social que posee merece ser conservado y restaurado para la actual y futura generación.
La vida cotidiana es la vida de todo hombre. Representa la esfera de la realidad de los individuos. Es un espacio en permanente construcción que inciden factores sociales, económicos, políticos y culturales. Refleja  las  costumbres, tradiciones, creencias, valores, necesidades y aspiraciones de las personas. Permite comprender las formas de actuar y de vivir a diario.
En la actualidad, las viviendas patrimoniales tienen serios problemas de deterioro. La población en busca de mejorar sus niveles de habitabilidad, ha desencadenado las más variadas soluciones. Esto atenta en la construcción de los inmuebles y en el deterioro de los Centros Históricos Urbanos.  
Teniendo en cuenta lo anterior expuesto, se plantea como problema de investigación: ¿Cómo influye la vida cotidiana en la conservación de las viviendas patrimoniales? Delimitando como objetivo: Determinar la influencia de la vida cotidiana en la conservación de las viviendas patrimoniales. El estudio es descriptivo y se apoya en métodos y técnicas de las metodologías cualitativa y cuantitativa.
Desarrollo
Las ciudades han surgido y crecido según intereses económicos y concepciones políticas de los territorios, que con el tiempo han dado origen a estructuras urbanas. Las mayores y más importantes ciudades de los países son la capital y las ciudades cabeceras provinciales. En todas ellas existe el Centro Histórico, área de asentamiento inicial que conserva caracteres propios que la identifican.
Los Centros Históricos fueron nombrados para llamar así a las antiguas ciudades. Forman parte de las ciudades modernas y constituyen el corazón de ésta. Los Centros Históricos Urbanos se le conocen también como Patrimonio Urbano. No sólo por los hechos históricos o áreas históricas que posee sino, por los valores artísticos y estéticos, las condiciones del paisaje urbano, la calidad de vida de sus ocupantes que le confiere el carácter distintivo. Por esa expresión cultural que define la identidad de cada ciudad merecen una atención especial.

Son espacios de encuentro, relación, identidad y conflicto. Es el universo patrimonial más importante de una ciudad, para lo cual existen soportes materiales (monumentos y sujetos) e inmateriales de expresión. Lo integran las construcciones, espacios públicos y privados, calles, plazas, particularidades geográficas y topográficas. Tiene una clara fisonomía unitaria, expresión de una comunidad social individualizada y organizada. Reflejan una acumulación de experiencias de obligada mirada en el tiempo.

Las ciudades latinoamericanas poseen un rico legado de edificios, espacios públicos, trama urbana y ambientes reconocidos como Patrimonio Urbano. En ellas hay mezcla de monumentos, edificios de gobierno, iglesias, conventos, hospitales e instalaciones militares construidas a partir del período colonial. Son sitios de gran animación porque influye el grueso de las actividades comerciales, servicios sociales, culturales, religiosos y se desarrolla la vida urbana de la ciudad.

El Patrimonio Urbano como parte del Patrimonio Cultural es una herencia material e inmaterial de valor estético, histórico, científico y social identificable en la ciudad. Forma parte del paisaje cultural, producido por el accionar conjunto del hombre y la naturaleza y constituido por la morfología del territorio y el accionar humano (el hombre como productor de cultura) sobre dicha morfología. Constituye un recurso clave para mejorar la habitabilidad de las zonas urbanas. Fomenta el desarrollo económico y la cohesión social en un entorno global cambiante.1

En el ámbito internacional numerosos investigadores han tratado el tema de la conservación del Patrimonio Urbano desde diferentes perspectivas destacándose: Segre (1983), Paz (1988), Schávelzon (1990), Harms (1996), Ludeña y Pfeiffer (1996), Carrasco (1998), Audefroy (1999), Ropert (2000), Varela (2000), Garré (2001), Rojas (2002), Esquivel (2003), Noelle (2004), Carrión (2004), Mileto (2006), Vergara (2008), Noguera (2008), Peñaranda (2011), Peraza (2012) y Macarena (2014). Abordan sobre el Patrimonio Urbano específico de barrios y el tema de la vivienda en territorios patrimoniales de América Latina. Además de los problemas sociales y urbanos antiguos que recientemente cobran importancia.

En Cuba existen investigadores de obligada consulta como: Escudero (2006), Viera (2006), Rodríguez (2008), Rodríguez (2009), Ochoa (2010), Rigol y Rojas (2012), Bueno (2013), Pérez (2014), Acosta (2015), Bello y Soto (2016), López (2016), Soto y Muñoz (2017), Leal (2019). Exponen la importancia de los Centros Históricos y la necesidad de su conservación. Reflexionan en torno a la valoración del Patrimonio Urbano y la gestión en el ámbito cubano. Muestran experiencias de la rehabilitación del Centro Histórico de La Habana Vieja y de otras ciudades del país.    
La vida cotidiana o la vida de cada día es analizada por varias ciencias, dedicándole gran interés la Sociología. La vida cotidiana está constituida por todas las situaciones que pasan a diario y por las actividades que se realizan con frecuencia dentro de un contexto específico. Del latín cuotidiano, cotidiano es un adjetivo que hace referencia a algo diario, habitual o frecuente. Se conoce como vida cotidiana al transcurrir habitual de un día cualquiera en la vida de una persona. Está asociada a lo rutinario e incluye la cotidianidad, íntimo, sensibilidad, sociabilidad y afectos.  
Heller (1997:19) considera:
"(...) la vida cotidiana es el conjunto de actividades que caracterizan la reproducción de los hombres particulares, los cuales, a su vez, crean la posibilidad de la reproducción social. El hombre particular es aquel que se apropia de una serie de habilidades y conocimientos que le permiten moverse en su ambiente y en su mundo, de acuerdo a las condiciones sociales en las que ha nacido." 2
La vida cotidiana es por lo tanto el fenómeno universal presente en toda sociedad en la que se desarrolla y expresa la reproducción social. Es el cúmulo de actividades que realizan las personas en determinadas condiciones sociales, para vivir y seguir viviendo. Es la dimensión social central en la que todo hombre desarrolla su personalidad; en la que pone en acción todas sus capacidades intelectuales, afectivas y emotivas.
Goffman (1959: 10) apunta:

"(...) la vida cotidiana son las vivencias diarias, repletas de significados e intereses. Son estrategias entendidas como esa serie de comportamientos que nos permiten crear la red personal de caminos por los cuales diariamente transitamos y construimos nuestras relaciones sociales." 3

Por otra parte, Castro (2004: 8) precisa:

"(...) la vida cotidiana integra el conjunto de actividades que realiza todo hombre concreto, en un espacio y tiempo específico, las cuales se hayan condicionado por situaciones económicas sociales determinadas. 4

Se concuerda con ambos autores al considerar la vida cotidiana como el quehacer diario, lo habitual, lo frecuente, las rutinas de todos los días. Son los hechos que se repiten diariamente para satisfacer necesidades biológicas, psicológicas y sociales de la vida misma. Incluye los comportamientos, costumbres, proyección de necesidades, realizar cambios a partir del uso de los espacios y tiempo concreto. Permite a las personas de una comunidad aprender y formar valores morales para luego ser en parte un reflejo de todo aquello que se ha vivido y aprendido.

La vida cotidiana está íntimamente ligada con las formas de vivir y morar en una vivienda. La forma de habitar en la vida cotidiana se refleja en las ideas de los hombres, proyectos de vida e iniciativas para mejorar el espacio de habitabilidad. Por lo tanto, existe una relación dialéctica entre el ser social - vivienda - vida cotidiana, en la medida en que el individuo transforma su morada para mejorar y satisfacer sus necesidades.  
El desarrollo progresivo es inherente a la función habitar. Las necesidades y expectativas de la familia evolucionan en el tiempo y las posibilidades económicas pueden cambiar. El avance del desarrollo científico técnico, así como la vida social y cultural generan transformaciones que la vivienda debe asimilar. Por tanto, la evolución y adaptación en el tiempo de la vivienda es un proceso indisoluble de la vida cotidiana. 5
En este sentido se hace necesario comprender la importancia que tienen las viviendas para el hombre en el tiempo y el espacio. La vivienda es una edificación cuya principal función es ofrecer refugio y habitación a las personas, protegiéndolas de las inclemencias climáticas y de otras amenazas. La vivienda es un elemento fundamental para garantizar la dignidad humana. En ella no sólo se desarrolla la vida privada de las personas, sino también es un espacio de reunión, de convivencia, protección y cuidado de las familias y comunidades. En una palabra, es una necesidad básica de la condición humana.
Muñoz (1994:89) plantea al respecto:
"(...) la casa además de ser un espacio físico, está hecha de las identidades, relaciones y conflictos de quienes viven en su interior. La casa está marcada por los años y recuerdos que ella guarda”. 6
Augé (1993:18) enfatiza:
"(...) la casa es un lugar antropológico, espacio que condensa principios de relaciones, prescripciones, prohibiciones, que dan tanto coherencia interna como externa a los grupos." 7
Teniendo en cuenta lo planteado por ambos autores se considera que las casas o viviendas son el espacio protegido y propicio como domicilio para el ser humano. Representa el sentido de pertenencia de un determinado grupo social, comunidad o nación. Expresa la forma de ser, actuar, necesidades individuales y sociales, aspiraciones, creaciones, actitudes y modos de vida. En ella se enlazan relaciones de afectividad, solidaridad, conflictos y autoridad.
Desde sus orígenes, la vivienda constituyó la célula básica del tejido arquitectónico que conformó y delineó el espacio conformado en manzanas ordenadas mediante el modelo de damero o de traza reticular, que caracterizó la ciudad colonial en América. Constituyó el espacio privado por excelencia que contrastó y convivió con el espacio público manifiesto en calles, plazas y plazuelas que sirvió para ubicar el equipamiento más importante de cada período histórico de las urbes. Herencia de un modelo urbano colonial, representan permanencias de un modelo concéntrico de desarrollo espacial de las ciudades que se generalizó tanto como su traza ortogonal. 8
La mayor cantidad de edificaciones que tienen los Centros Históricos está compuesta por viviendas. Las mismas son muy relevantes para los Centros Históricos y para la ciudad, porque ciudad sin residentes es un despropósito. Son consideradas como "pequeño patrimonio" otorgándole a los Centros Históricos el sentido social. La vivienda es uno de los espacios principales donde se viven día tras día las experiencias individuales y sociales. Las trayectorias, los proyectos, la armonía conflictiva, las prácticas de lo vivido y el espacio principal de proyección.

La vivienda es el tema más recurrente y afectado dentro de la trama del Centro Histórico. Ocupa uno de los primeros lugares entre las primeras aspiraciones del hombre. Tiene implícitas en su constitución diversos significados culturales que son dados o modificados por sus habitantes, dependiendo del grupo social que la habite. Posee valor patrimonial cuando tiene particularidades que la distinguen de otras viviendas. Tales como: conserva estilos arquitectónicos heredados de diferentes culturas, por su localización, características básicas, tipología edificadora, valoración arquitectónica, grado de protección y análisis constructivo.
Las viviendas patrimoniales ubicadas en los Centros Históricos son las más complejas y contradictorias de las ciudades. Al estar ubicadas en el centro o la centralidad de la ciudad siempre el tratamiento ha sido diferente al resto de la urbe, pues desempeñan funciones, usos y prácticas colectivas que la ciudad y los ciudadanos en conjunto le asignan. Las mismas deben permanecer vivas, habitadas, porque no son museos sino espacios urbanos que deben satisfacer necesidades humanas actuales. Aunque forman parte del Patrimonio Urbano Arquitectónico sólo puede conservarse, sí se usa adecuadamente.
Es inobjetable que los Centros Históricos y las viviendas patrimoniales cambian sus funciones con el tiempo y necesiten de esos cambios para su desarrollo. No es posible momificarlos ni inmovilizarlos, sería la muerte física y biológica de esos sectores y áreas. Fornet (2009: 6) decía:

 “(…) Ese mundo de relaciones, servicios e intercambios forma parte también del sistema nervioso de la ciudad, es un elemento consustancial a los grandes núcleos urbanos, uno de los factores que garantizan su dinámica interna, su vitalidad.” 9

En muchas ciudades latinoamericanas las viviendas patrimoniales presentan hacinamiento, deterioro, en riesgo de derrumbe, habitado por población de bajos ingresos, deficientes condiciones higiénicas y de habitabilidad y ausencia de una política habitacional específica para los barrios centrales. En los últimos años varios Centros Históricos latinoamericanos han incrementado iniciativas para atender la vivienda deteriorada y generar una nueva oferta de alojamiento para población de mayores ingresos. A través de programas y proyectos desarrollados por parte de gobiernos locales, organizaciones no guberidntales, grupos filantrópicos, la cooperación internacional y organizaciones de inquilinos.

En algunos casos estas acciones habitacionales se han realizado en el marco de políticas públicas más amplias que pretenden revertir los patrones de vaciamiento de las áreas urbanas centrales y la expansión periférica en escala metropolitana. Estas experiencias constituyen un rico y diverso acervo que se debe difundir, pues son una referencia para la realización de futuras acciones en la región, particularmente en aquellas ciudades donde estas experiencias están ausentes o aún son incipientes.

Los elementos fundamentales que han sido transformados en las viviendas patrimoniales son:
1. Los pisos: se encuentran deteriorados por el hundimiento del terreno, por la falta de cimentación y el desgaste de su superficie principalmente en las zonas de mayor circulación.
2. Estructuras: Las estructuras de estas edificaciones son más bien mixtas, con materiales como el hormigón armado y la madera. El hormigón presenta roturas entre sus secciones con caídas del repello y la presencia de grandes flechas en su sección central. Las estructuras de maderas se encuentran carcomidas y húmedas principalmente en los horcones y las soleras.
3. Muros: Los muros son principalmente de ladrillos, aunque hay presencia de mampuesto y cujes en los inmuebles más antiguos de la ciudad, presentando desconches y humedad. Dado el grosor de éstos no presentan ningún tipo de pandeo por esbeltez, pero si una excesiva humedad que penetra por capilaridad entre sus partes.
4. Entrepisos: En el área se manifiesta muy poco la presencia de éstos, pero los que se encuentran en su mayoría son de hormigón y madera, en este último, los daños son mayores debido a las fragmentaciones de las vigas que los sostienen que son víctimas de humedad además de corroídas por los insectos. Estos problemas conducen a que los segundos niveles sean totalmente inutilizados, los de hormigón los daños más vistos son las caídas del repello.
5. Falso techo: En el área los falsos techos son realmente originales con algunas inserciones de la modernidad, estos son de madera machihembradas, de cartón y plásticos. Las causas fundamentales de su deterioro son la humedad que se encuentran en ellos debido a las lluvias. Están carcomidos por ataques biológicos, desprendimiento desde sus apoyos y la falta de mantenimiento. Estos no serán una parte estructural de las edificaciones, pero sus funciones son de gran importancia para el confort de los espacios interiores del inmueble.
6. Estructura del techo: los techos son de madera con secciones circulares, la mayor señal de deterioro se manifiesta en las pudriciones de las soleras y alfardas principalmente. Se observan manchas de humedad en ellos debido a filtraciones de las aguas pluviales y las incidencias de los ataques biológicos en la madera.
 7. Cubiertas: Las cubiertas son principalmente de zinc, tejas criollas y francesas y de asbesto cemento. La oxidación de las tejas de zinc se debe a las aguas de lluvia y la falta de mantenimiento en ellas. Las de barro generalmente están partidas, gastadas y corridas por el fallo de las estructuras de soporte o pórticos. Además de la carencia de mantenimiento en ellas.

Las causas fundamentales que han originado las transformaciones las viviendas patrimoniales son:

  • Necesidades económicas, sociales y culturales de los moradores.
  • Incremento del núcleo familiar.
  • Degradación de los componentes de las viviendas por el paso del tiempo.
  • Estado de deterioro del espacio donde habitan.
  • Uso continuo del espacio habitacional.
  • Transformaciones reiteradas de sus propietarios para satisfacer las necesidades crecientes de la familia.
  • Influencia de fenómenos naturales como terremotos y grandes inundaciones.
  • La no existencia de materiales adecuados para enfrentar la conservación y restauración.
  • El comportamiento humano en su afán de modernizar las viviendas.
  • Indiferencia de las autoridades locales.

La forma más efectiva de conservar las viviendas patrimoniales es usándola, dándole un rol activo en la sociedad de modo que se valore, se haga parte ella y por consecuencia se conserve. No como objeto a contemplar, sino por el significado social que genera y representa. Por lo tanto, se considera que la conservación de la vivienda patrimonial es inherente a su utilización, ya que de otra forma los valores sociales que le infieren parte de su cualidad patrimonial se deprecian a lo largo del tiempo.

Conclusiones:

  •  La vida cotidiana es el quehacer diario, habitual, acostumbrado de todos los días que integra los procesos de socialización familiar y cultural.
  •  La conservación de las viviendas patrimoniales es de vital importancia para la actual y futura generación por el significado social que genera y representa.
  •  Las viviendas patrimoniales son muy relevantes para los Centros Históricos porque le otorgan el sentido social.
  •  El incremento del núcleo familiar, la degradación de los componentes de las viviendas por el paso del tiempo, el uso continuo del espacio habitacional, transformaciones reiteradas para satisfacer necesidades familiares y la no existencia de materiales adecuados para enfrentar la conservación son algunos de los elementos de la vida cotidiana que influyen en la conservación de las viviendas patrimoniales.

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*Profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad de Guantánamo, Cuba. ybaby@cug.co.cu
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2 Veroneze Renato, T. (2015): “Ágnes Heller, cotidianidad e individualidad: fundamentos para la conciencia ética y política del ser social”. En revista Trabajo Social, No. 17, 2015, p. 131-144.
3 Goffman, E. (1959): “La presentación de la persona en la vida cotidiana”. Talleres Graticos ColorEfe. Buenos Aires, Argentina.
4 Fernández Consuelo, M.  (2004): “Psicología social y vida cotidiana, comunicación, propaganda y publicidad”. En: Fernández M. y Díaz, M. (Coord.). Editorial Félix Varela. La Habana, Cuba, p. 8.
5 Gelabert Abreu, D. (2013): “Vivienda progresiva y flexible. Aprendiendo del repertorio”. En revista Arquitectura y Urbanismo, vol.34, No.2, mayo-agosto 2013.
6 Ontiveros, T. (2006): “Vivienda popular y vida cotidiana. Hacia la comprensión de la dinámica de uso del espacio doméstico en los “territorios populares contemporáneos”. Ponencia presentada en el Congreso Nacional de Antropología: Hacia la Antropología del Siglo XXI. Mérida, Venezuela. 30/05 al 4/06/98. Esta ponencia no ha sido objeto de publicación anterior, por lo cual se ha considerado inédita hasta la fecha de su publicación en revista Encontrarte, mayo 2006.
7 Ídem, pág. 2.
8 Peraza Guzmán, M.T. (2012): “La aportación patrimonial de la vivienda del siglo XX en el centro histórico de Mérida, Yucatán”. En revista UNAM, No. 24, p. 42-49.
9 Espinosa, N. (2009): “Punto de encuentro”. En revista Extramuros, No. 27, 2009, p.6 – 8. 

Recibido: 17/07/2019 Aceptado: 23/10/2019 Publicado: Octubre de 2019


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