Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


VISIÓN DE JOSÉ JUAN ARROM SOBRE EL SINCRETISMO DE LA VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE

Autores e infomación del artículo

Beatriz Zulema Lapido Polanco*

Diomari Melgal Azahares**

Universidad Holguín, Cuba

Correo: zlapidop@uho.edu.cu


RESUMEN
Esta investigación es un estudio analítico sociocultural de la obra del destacado investigador José Juan Arrom referida al sincretismo de la Virgen de la Caridad del Cobre en la conformación de la identidad nacional cubana. Impenitente inventor de leyendas e incansable catador de verdades, el escritor mayaricero, refleja a un pueblo que se adentra por entero en los más disimiles mitos y tradiciones en torno a la Virgen de la Caridad del Cobre. Revela su influencia como fenómeno sociocultural, la ve tan necesaria para comprender el proceso de formación y desarrollo de la identidad cultural cubana.

La importancia de la investigación, desde el punto de vista de la conservación del patrimonio cultural mayaricero, recae fundamentalmente en lo novedoso del tema, pues no se cuenta con estudios al respecto en la localidad, de esta manera queda abierta la posibilidad de consulta para posteriores estudios sobre dicha temática de la cultura cubana.
PALABRAS CLAVE: José Juan Arrom – sincretismo – Virgen de la Caridad del Cobre – cultura cubana
ABSTRACT  
This work is a sociocultural analytic study of the outstanding investigating José's work Juan Arrom referred to the syncretism of the Virgin of the Charity of the Copper in the conformation of the Cuban national identity. Impenitent inventor of legends and indefatigable taster of truths, the writer mayaricero, reflective to a town that goes into entirely in the more dissimilar myths and traditions around the Virgin of the Charity of the Copper. Reveals their influence as sociocultural phenomenon, the one goes so necessary to understand the formation process and development of the cuban cultural identity.  
The importance of the investigation, from the point of view of the conservation of the patrimony cultural mayaricero, relapses fundamentally in the novel of the topic, because it is not had studies in this respect in the town, this way it is open the consultation possibility for later studies about thematic happiness of the Cuban culture. 
KEY WORDS: José Juan Arrom – syncretism – Virgin of the Charity of the Copper – cuban culture

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Beatriz Zulema Lapido Polanco y Diomari Melgal Azahares (2019): “Visión de José Juan Arrom sobre el sincretismo de la Virgen de la Caridad del Cobre”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (octubre 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/10/vision-josejuan-arrom.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1910vision-josejuan-arrom


INTRODUCCIÓN
En todas las épocas se han distinguido disímiles culturas que se conciben de manera particular en cada sociedad como parte de su patrimonio. La permanencia de las diferentes formas culturales a través del tiempo ha dejado su huella, aún sin saber cuán significativo puedan ser las generaciones venideras por la trascendencia que alcanzan para el desarrollo cultural de un territorio determinado o para toda la sociedad, es precisamente ese valor a través del tiempo y de las fronteras lo que los convierte en un bien identitario.

La cultura, según la Conferencia Mundial de Políticas Culturales de 1982, puede considerarse como el conjunto de rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos, que caracterizan una sociedad o grupo social, la cultura es el resultado del devenir histórico de la sociedad, es la huella que deja el hombre a su paso, es un segmento constituyente de la vida y la actividad consciente e inconsciente de las personas y de las comunidades.

La cultura es testimonio y es memoria, está en las costumbres, en los hábitos, en una determinada dimensión de la cotidianeidad; significa la repetición viviente de las cosas producidas por un agente en el pasado y presente, mediante las cuales se ha ido fundando a lo extenso de las épocas, costumbres, hábitos, de tradiciones y de satisfacciones que determinan la naturaleza propia de un pueblo; ilustra por tanto su huella sobre el esfuerzo económico de los individuos y delimita la superioridad, mejoría u obstáculos del transcurso de producción de una sociedad.
En Wikipedia. Org, Cultura (2016) tomado de Cubadebate se expresa que la cultura “es todo complejo que incluye el conocimiento, el arte, las creencias, la ley, la moral, las costumbres y hábitos y habilidades adquiridos por el hombre no solo en la familia, sino también al ser parte de una sociedad como miembro que es.”

Se puede decir que “toda sociedad tiene cultura, y toda cultura es puesta en práctica por las personas que se interrelacionan. Es producción colectiva que a su vez es un universo de significados en constante modificación.” Wikipedia. Org, Cultura (2016) tomado de Cubadebate. Todo individuo es social, es decir, se integra a la cultura y a la sociedad, tanto como como la cultura lo integra a él.

La cultura cubana es el resultado de la fusión de dos raíces esenciales, procedentes, una de España y otra de África, ambas caracterizadas por la pluriculturalidad. Es un ejemplo de trasculturización, debido a que es un proceso que, durante varios siglos, por asimiliación en algunos casos y rechazo en otros, los diferentes componentes etnoculturales fueron conformando una identidad cultural cubana.

Ortiz, F. (2008), aseguró que la transculturación “son los variadísimos fenómenos que se originan en Cuba por las complejísimas transmutaciones de culturas que aquí se verifican, sin conocer las cuales es imposible entender la evolución del pueblo cubano tanto en lo económico como en lo institucional, jurídico, ético, religioso, artístico, lingûístico, psicológico, sexual y en los demás aspectos de su vida.” este explica con claridad el surgimiento del sincretismo religioso: los arraigos de la huella de España y el espíritu de los negros africanos.

De ahí se deriva el patrimonio cultural inmaterial, también llamado patrimonio viviente, es la raíz de la diversidad cultural y su mantenimiento es una garantía para la continuación de la creatividad. Es el conjunto de prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y habilidades, así como los instrumentos, objetos y artefactos, espacios culturales asociados a ellos, que las comunidades, los grupos, y en algunos casos los individuos, reconocen como parte de su legado cultural.

Según EcuRed, el patrimonio cultural inmaterial (PCI) son las formas diversas y complejas de manifestaciones vivas, en constante evolución, expresadas a través de tradiciones orales, artes del espectáculo, músicas, ritos, prácticas sociales o conocimientos y usos relacionados con la naturaleza.

Varios han sido los autores, estudiosos e investigadores del tema tanto en Cuba como fuera de esta: Arjona, P. M. (2006); Ortiz, F. (2008); Partu, C. (1980). Muchos avances sobre el concepto de cultura han realizado: Dawins, R., Durham, W., Dennett, D., Mosterín, J. (2009), Cuche, (1999), Thompson, (2002); así como asociaciones como la UNESCO, la que se ha ocupado de convocar y desarrollar conferencias, reuniones, y otros eventos como por ejemplo la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial convocada en París en 2003. 

Es significativo y necesario mantener un trabajo sostenido en la sociedad cubana para el sostenimiento y cuidado de aquellas costumbres que contribuyeron y contribuyen actualmente al logro de una verdadera identidad del cubano.

Desde época temprana en la historiografía cubana en los inicios del siglo XVII, las narraciones sobre la aparición de la Virgen de la Caridad del Cobre se difundieron a partir de las versiones de los textos originales que escribió el capellán Onofre de Fonseca en 1703, compuestos y rescatados por el presbítero Bernardo Ramírez en 1782, y posteriormente publicados en 1829 por el sacerdote Alejandro Paz Ascanio.

En el siglo XIX se redactaron varias versiones de este libro; incluso, historiadores como José García Arboleya en el “Manual de Historia de Cuba”, Samuel Hazard en “Cuba a pluma y lápiz”, y Jacobo de la Pezuela en su “Diccionario geográfico, estadístico, histórico de la isla de Cuba”, repitieron, sin crítica histórica, los datos que aportó Onofre de Fonseca. Es por eso que el hallazgo fue hecho por dos indios y un negro esclavo, considerados símbolos de ese amplio diapasón cultural y de razas en la que se convertiría la isla de Cuba.

La imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre sobre un pedazo de tabla en la Bahía de Nipe, actualmente provincia Holguín, constituye sin lugar a dudas, uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la isla. No solo por lo que significó desde el punto vista espiritual y religioso para los pobladores, sino por su significado sociocultural y de identidad en lo que fue y es el acervo cultural y nacional.

Muchos han sido los estudiosos que han abordado la significaión de esta deidad cubana, pero la obra de José Juan Arrom es original y profunda al respecto de su aparición. Ahonda en el sincretismo de la Virgen de la Caridad del Cobre y su importancia para el enriquecimiento de la identidad y patrimonio cultural en la nación. Es considerado un estudio sin presedentes desconocido para los interesados en la temática.

A partir del análisis de la anterior situación problémica, se plantea como problema de investigación: ¿Cuáles son los aportes en los estudios de José Juan Arrom sobre la visión del sincretismo de la Virgen de la Caridad del Cobre en la Cultura Cubana?

Por tal motivo el objetivo de la investigación es: realizar un análisis de los estudios realizados por José Juan Arrom sobre la visión del sincretismo de la Virgen de la Caridad del Cobre en la Cultura Cubana.

Los métodos a utilizar en el desarrollo del trabajo están determinados por el problema de la investigación, el objetivo general, las preguntas y las tareas científicas. Los métodos teóricos son: análisis- síntesis, inducción- deducción, histórico – lógico, todos de gran utilidad en el estudio de las fuentes impresas de información y en el procedimiento de los fundamentos científicos. Y como método empírico se consultaron fuentes bibliográficas para la adquisición de datos importantes sobre el surgimiento de la Virgen de la Caridad del Cobre.

El aporte fundamental de esta investigación es que es un estudio que contribuye a difundir conocimientos sobre la visión del escritor mayaricero José Juan Arrom referido al sincretismo de la Virgen de la Caridad del Cobre en la cultura cubana, por contarse con poco material de consulta escrito sobre esta temática.

Las tradiciones culturales de los pueblos son el depósito sagrado donde se conservan los valores autóctonos y esenciales de la sociedad, su conocimiento es una vía perfecta no solo para imbricar al hombre en su medio sino para comprender la relación recíproca y dual que lo convierte en parte de él y afianza los elementos de identidad cultural en las nuevas generaciones

Por lo tanto, con esta investigación se enriquece el patrimonio cultural del municipio, con énfasis en el patrimonio cultural intangible referido a las creencias y costumbres de los mayariceros, además de favorecer la historia local fortalecida por la esencia de la identidad y nacionalidad cubana.

DESARROLLO

  • José Juan Arrom

José Juan Nicolás Ramón Arrom González, profesor, investigador y ensayista cubano de gran prestigio. Aunque nacido el 28 de febrero de 1910 en Holguín, ciudad capital de la actual provincia del mismo nombre, pasó su niñez y parte de su juventud en Mayarí, pequeña localidad holguinera al norte del oriente cubano.

Muy joven, en 1929, cerradas las universidades por la dictadura de Gerardo Machado, marchó a estudiar a los Estados Unidos y allí residió la mayor parte de su vida. En Yale University se graduó de Bachelor of Arts (1937), Master of Arts (1940) y Doctor in Philosophy (1941). Durante años ejerció en dicha universidad como profesor de Español y director de Estudios Graduados en Español.

Tras su jubilación como Profesor Emérito en ese alto centro docente, mantuvo una intensa actividad intelectual hasta el final de su vida. Impartió clases en los cursos de verano de la Universidad de La Habana (1946); en el Instituto Caro y Cuervo (1960), de Colombia; y en la Universidad de Arizona (1961).

Fue Miembro Correspondiente de la Academia Cubana de la Lengua, de la Academia Nacional de Artes y Letras de Cuba, del Ateneo Americano de Washington, de la Real Academia de Córdoba, entre otras corporaciones académicas y científicas. En 1981, la Universidad de La Habana le otorgó el Doctorado Honoris Causa en Artes y Letras y el profesor, poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar tuvo a su cargo el discurso de elogio.

Además del ejercicio de la docencia, desde la cual formó varias generaciones de hispanistas norteamericanos y latinoamericanos, desarrolló sus investigaciones en el campo de la etnología, la historia, la lingüística, la literatura y la folklorística. Sus investigaciones y su trabajo de recuperación del patrimonio cultural cubano le sirvieron para reforzar su propia identidad cubana e hispanoamericana.

Nunca perdió el contacto con Cuba y con su pueblo. Particularmente relevante son sus ensayos reunidos en “Mitología y artes prehispánicas de las Antillas” (México, 1975) y en “Estudios de lexicología antillana” (La Habana, 1980), donde muestra su interés por ir a los orígenes de la cultura para encontrar revelaciones que enriquezcan el perfil identitario cubano. José Juan Arrom falleció en Massachusetts, Estados Unidos, en el año 2007.

En su memoria en el municipio Mayarí se realiza el Taller Científico Nacional “José Juan Arrom”, auspiciado por la Dirección municipal de Cultura y el Centro Unversitario Municipal. Aquí se vinculan todas las manifestaciones de la cultura local con énfasis en la literatura con la ciencia a favor del desarrollo del territorio.

2. La virgen de la Caridad del Cobre en la visión de José Juan Arrom como símbolo sincrético

El estudio sobre la visión del sincretismo de la Virgen de la Caridad del Cobre por parte de Arrom se debe iniciar a través de un análisis historiográfico que permita separar lo que se ha heredado como parte del imaginario popular y lo histórico en sí.

Para José Juan Arrom, entre las escasas fuentes escritas que quedan sobre la aparición de la Virgen, la principal es un raro folleto compuesto en 1782 por el presbítero Bernardo Ramírez. Este folleto se basa a su vez en otro manuscrito, del cual dice Ramírez en su “Advertencia al lector”:

“Mirando no con poco dolor de mi corazón, casi enteramente perdidas las memorias de la aparición de Nuestra Señora de la Caridad. (…) Quiso Dios por su misericordia concederme ver su manuscrito de D. Onofre de Fonseca, hecho en el año de 1703, primer capellán que fue del Santuario. (…) El referido manuscrito en el principio tenía algunas autoridades en donde se probaba ser esta divina imagen traída de España por el cabo militar; parte de ellas no se entienden por la corrupción del papel, pero las que están inteligibles hacen la misma fuerza sobre el propio asunto”. (ARROM, 2011: 12)

El investigador Arrom utiliza otras fuentes no menos importantes para comprender desde el punto de vista histórico y cultural el proceso del culto a la Virgen, y es caso del padre Novarino, en su tratado Umbra Virgínea, Lib.4, núm. 638, dice así: “En las Indias Occidentales sucedió un caso digno de eterna memoria y fue que en la isla de Cuba, la mayor que entre todas las de las Indias rodea el mar, un reyezuelo o cacique de ella triunfaba de todos sus enemigos, venciéndolos y haciéndolos retirar, porque a imitación de los cristianos, valiéndose de una imagen de María Santísima que un cabo militar le había dado, se la colgaba ante los pechos cuando salía a reñir, con cuya protección siempre vencía.” (ARROM, 2011: 14)

Esta historia es contada además por el ilustrísimo, Sr. Dr. D. Diego de Arteaga, obispo de Cartagena y Trujillo, en su Alfabeto mariano, fol. 88, lib.10, el reverendo padre fray Martin del Castillo, de la orden de los Menores, en el tomo que compuso intitulado: “Panegírico de María Santísima”, fol.130, núm.176, también alaba esos acontecimientos ocurridos en la Isla de Cuba y como un cacique gracias a la estampilla de la Virgen María salía triunfador en cuando contienda se enrolaba con su ejército.

Otro elemento histórico que habla de la devoción de los indios por la imagen de María Santísima es relatado por Arrom en el ensayo sobre La Virgen del Cobre donde toma como fuente al presbítero Ramírez. En el libro intitulado “Patrocinio de María Santísima” para los españoles dice el escritor: “como fervorizando a los católicos, para que con mayor aprecio correspondan a lo mucho que a la Reina del Cielo deben, que era tan grande la devoción que los indios de la isla de Cuba tenían con la imagen de María Santísima y su santo nombre, que además de tenerle la iglesia en Cuba muy adornada y tapizada con paños de algodón finos, el cacique o régulo había establecido ley con graves penas para cualquiera que se atreviera a mentar el santísimo nombre de María fuera del templo, a menos que no fuera se real persona y las mujeres en los peligros de parto.” (ARROM, 2011: 18)

El mismo autor en dicho libro relaciona este régulo con su gente: “últimamente, por las muchas persecuciones que tenía de sus contrarios, se retiró al riñón de la isla a la parte que cae hacia el norte, y que celoso de que no le quitasen la imagen, que él tanto veneraba, un día, quizá movido de inspiración divina, con resolución al parecer bárbara, la echó, en uno de los ríos que derraman sobre las costas del expresado norte.” (ARROM, 2011: 20).

Por todo lo expuesto anteriormente queda la incógnita en muchos cubanos: ¿Cómo apareció la imagen de la Virgen María salva en las aguas del mar en la Bahía de Nipe? ¿De dónde viene la tradición tan arraigada de los campos cuando una mujer va a parir encomendarse a la Virgen María?, pues es necesario para contestar estas preguntas, analizar los estudios realizados por Arrom sobre el tema:

Según Arrom el sincretismo de la Virgen María está dado en un primer momento por los aborígenes, y en su ensayo en “Certidumbre de América” describe: “Obsérvese, ante todo, que al recibir los indígenas la estampa de la Virgen, en ambos casos lo hacen sin conocer el idioma del donante y sin entender, desde luego, la compleja mística en torno a María.” (ARROM, 1980: 8).

En otras palabras, lo que reciben es un objeto material más que un sistema de creencias. Y de ahí que traten a la imagen igual que a las de sus propios dioses. Pero como se analizará luego esta estampilla recibida por estos aborígenes, no es la imagen que luego aparece en la Bahía de Nipe, debido a varias características comprensibles.

Para dar más elementos del proceso de sincretización de la Virgen entre los aborígenes cubanos, dice: “Mártir especifica que el cacique de Macaca la rodeaba de vasijas de barro llenas de comida y de agua, “al tenor de su antigua religión de los zemes”. Y Las Casas atestigua que el cacique de Cueíba y sus súbditos tenían “compuestas como coplas sus motetes y cosas en loor de Nuestra Señora” para cantar en sus areítos. Y en unos y otro caso se ve que los indios no habían ido más allá de saber que la imagen era de la Madre de Dios o de repetir, a manera de mágico conjuro: “Ave María, Ave María.” Es evidente, pues, que no es María quien españoliza el credo de los indios, sino los indios quienes indigenizan el credo de María. Lo que ocurre es realmente un caso típico de sincretismo: la Madre de Dios, deidad española, se identifica con la Madre de Dios, deidad taína, y en el proceso la primera adquiere algunos atributos y funciones de la última.” (ARROM, 1980: 10)

Lo que a estas alturas se puede averiguar sobre deidad taína es poco, pero muy significativo. Fray Ramón Pané, el ermitaño que por orden de Colón trató de enterarse de la religión de los primitivos habitantes de las Antillas, nos dice en cuanto al ser Supremo: “Creen que está en el cielo y es inmortal, y que nadie puede verlo, y que tiene madre, mas no tiene no tiene principio, y a éste llaman Yúcahu Bagua Maórocoti, y a su madre llaman Atabey, Yermao, Guacar, Apito y Zuimaco, que son cinco nombres.” (ARROM, 1980: 11)

Arrom analiza, además, las grafías, aunque son muy confusas, solo se limita a un tercer análisis. En Guacar pueden identificarse dos morfemas: el prefijo pronominal wa, que en las lenguas arahuacas significa “nuestros” (Briton, p. 429; De Goeje,) p.57 et al.) Y kar pudiera ser la voz Katti, Kairi “luna”, término a su vez formado por Ka “fuerza” e iri” fluido, marea, menstruación”. (De Goeje, pp.26 y 172.) De ser válido este análisis, la Madre de Dios taína debió ser una divinidad relacionada con las aguas y también con la luna, las mareas y la maternidad.

Analizados estos aspectos de sincretismo abordados por José Juan Arrom, no queda duda de que la aparición de la Virgen María no fue más que un catalizador en la conformación de una identidad criolla, en una tríada cultural y social, que fue aportando elementos de su cultura en específicos de su Virgen, como dice Arrom: “Conviviendo conquistadores y conquistados en fértil cruce de sangres, de costumbres y de credos, los valores míticos del indio se mezclan y se funden con los del español.” (ARROM, 2011: 30).

La Virgen Atabex de los indios dejará de ser una guerrera, para ser la protectora del mar, de la patrona de las parturientas, comprensiva, y benefactora de pobres, hambrientos, de los conquistados, de los desposeídos, de los que ansían libertad, por eso su rápido identificación con los cubanos criollos. Pero, ¿cómo esta Virgen aparece y dónde aparece?

2.1 La aparición en Nipe

“Cuando ocurrió el hallazgo de la imagen, el territorio Nipe Barajagua, pertenecía a la Villa de Santiago de Cuba (…) Habiendo entrado el siglo de 1601, y fundándose como se ha dicho (por S.M. Católica) el referido lugar de las Minas del Cobre, sucedió que saliendo del hato de Barajagua, a buscar sal a la bahía de Nipe, tres hombres, los dos de ellos indios naturales llamados, el uno, Rodrigo de Joyos, y el otro Juan de Joyos, hermanos en cuya compañía iba por tercera persona un moreno criollo del referido pueblo, nombrado Juan Moreno (que sería de edad como de nueve a diez años), habiendo llegado a la antedicha bahía de Nipe, se alojaron en un paraje que llaman cayo Francés, y también la Vigía; intentaron al siguiente salir a la costa en una canoa en solicitud de la dicha sal, lo que no pudieron ejecutar por los malos vientos y alteración del mar, ni tampoco al otro pudieron emprender el expresado viaje, porque aún se mantenía el tiempo sin bonanza, cuya demora les tenía bastante afligidos.”(VALCÁRCEL, 2014: 22)

“Pero acabado el tercer día, reconociendo desde la media noche del cuarto día entrante ya el mar tranquilo y sereno el tiempo, trataron de buena madrugada comenzar el viaje, el que ejecutaron luego con la esperanza de llegar a salvamento, según lo anunciaba lo favorable del tiempo: así pues que comenzaron a bogar los remos, apartados algún trecho de la dicha Vigía o cayo, principió a aclarar la luz del día, y con el sosiego que el mar tenía entre la confusa luz, descubrieron los tres navegantes, a vista larga, un bulto blanco a manera de aquellos pájaros que vuelan casi tocando con las alas sobre las olas del mar: con esta novedad, cargando más sobre los remos, hicieron por seguir el bulto que venía de encuentro el mismo camino que ellos llevaban.”(VALCÁRCEL, 2014: 22)

“Ya más claro el día e inmediatos a la visión, reconocieron que aquello que les parecía un ave era la imagen de María Santísima, Ave de gracia llena, la que les parecía venir volando hacia donde ellos estaban; con este caso maravilloso arrimaron la canoa y tomándola en sus manos, la introdujeron en ella; traía un niño hermosísimo en su mano izquierda y en la diestra una cruz de oro. Absortos de todo lo visto, y más reconociendo que venía sobre una reducida tabla, que era la barca donde navegaba sin fluctuarse en ella ni mojarse siquiera su vestido; determinados ya a seguir el viaje, les detuvo ver que en la tablilla que venía (y se les quedó sobre el mar), estaban unas letras escritas de bastante proporción, la que también tomaron y Rodrigo de Joyos, que sabía leer, vio que decían las referidas letras: Yo soy la virgen de Caridad.” (VALCÁRCEL, 2014: 22)

“Por fin, tomando esta joya tan pelegrina y la dicha tablilla también, siguieron el rumbo de su comenzando viaje a la salina, en donde habiendo llegado recogieron tres tercios de sal, los que formaron de una hoja que echan las palmas en esta isla, que llaman yaguas. Socorrido ya de lo que buscaban, volvieron a emprender la vuelta a la dicha Vigía, la que hicieron alegrísimos, no tanto por haber logrado lo que solicitaron, cuanto por llevar consigo el tesoro tan precioso de Nuestra Señora que habían hallado sobre las aguas del mar. Llegados que fueron a tierra, embicando y asegurando en ella la canoa, celebraron a la divina imagen, colocándola, lo más decente que pudieron, en una de las camas o barbacoa que nombran y tienen los naturales para su descanso, mientras que aceleradamente se disponían para volverse con su divino hallazgo al sobredicho hato de Barajagua de donde vinieron, distante más de quince leguas de la enunciada Vigía, habiendo otras tantas del referido hato de Barajagua al lugar del Real de Minas del Cobre, donde por último se llevó.” (ARROM, 1980: 16.)

“Aunque existen varios documentos que nos hablan sobre los posible lugares y apariciones y la autenticidad de la Virgen Santísima en el archipiélago de la isla, son unos escritos por Irene Alice Wright, que se reprodujeron en la revista “Archivos del Folklore Cubano”bajo la dirección de don Fernando Ortiz, aunque en ella la autora trata de demostrar que la Virgen encontrada en Nipe, es una imagen de la Virgen de Illescas, trabajos posteriores del sacerdote Guillermo Gonzales Arocha, y el propio Fernando Ortiz donde metida sobre la presencia blanca, cobriza, negra y criolla en el culto de la Virgen del Cobre.” (PORTUONDO, 2014: 45) 

“Sí, como se ha visto por el reconocimiento verificado en 1608, en dicho año existía ya la ermita, y esta se construyó unos tres años después del traslado de Barajagua al Cobre, la imagen debió aparecer antes de 1605. Por otra parte, según otro documento hallado en el Archivo de Indias, la Señorita Wright consigna que “en el verano de 1604 el obispo fray Don Juan de las Cabezas y Altamirano visitó el Cobre y bendijo las campanas y altares de su iglesia”, pero que en dicho documento para nada menciona la existencia de la ermita ni se alude a los sucesos de Nipe y Barajagua. Eso da a entender que aquellos sucesos deben haber ocurrido con posterioridad a la visita obispal o sea después del verano de 1604. Por consiguiente, si concedemos validez a estos documentos, la aparición habría tenido lugar entre los últimos meses de 1604 y los primeros de 1605.” (ARROM, 2011: 46)

3. Proceso de formación y desarrollo de la identidad cultural cubana a partir del sincretismo de la Virgen de la Caridad del Cobre

Durante este estudio se ha hecho referencia al término criollo, con intencionalidad para demostrar que la aparición de la Virgen no fue pura mente ocasional, y en este apartado José Juan Arrom también alude a la utilización como base del poema literario “Espejo de Paciencia” de Silvestre de Balboa coincidentemente escrito a inicios del siglo XVII, de aquí se desprende una reflexión importante de Arrom: “la calidad del, criollo no la daba la proporción de sangre europea, indígena o africana que corriese por la venas de un individuo. La daba el haber sido conformado por esa nueva sociedad, sentir apego a la tierra nueva, ver y saborear sus cosas con pupila y gusto de acá, hablar y pensar en español con un dejo americano; en fin, ser el hombre nuevo del Nuevo Mundo.” (ARROM, 1980: 33).

Además, demuestra que los elementos que integraban a la sociedad cultural, india, blanca y africana habían comenzado a tener una simbiosis que culminaría irremediablemente con una cultura única, auténtica y criolla.

Algunos ejemplos de ello se traslucen en el poema que como se sabe, es la primera obra literaria reconocida en Cuba, con grandes elementos de criollismo, y de incipiente identidad. Se observan a continuación algunos de los personajes que actúan en “Espejo de paciencia.” Entre los hacendados que salen a rescatar al obispo.

“Luego pasó, con gravedad y peso,
Un mancebo galán de amor doliente,
Criollo del Bayamo.
Luego pasan otros:
Y Rodrigo Martin, con indio gallardo.
Y baja don Gilberto, bien armado y acompañado, así y todo, en la batalla que inmediatamente se traba, el jefe pirata muere a manos de uno de los criollos. De ese cubano canta Balboa:
¡Oh, ¡Salvador criollo, negro honrado!
Vuele tu fama y nunca se consuma,
Que en alabanza de tan buen soldado
Es bien que no se cansen lengua y pluma.”

Otros elementos demostrativos y fehacientes son: durante la aparición de la Virgen, los tres personajes que van a buscar la sal, tienen nombres castellanos y hablan castellano, Juan y Rodrigo Hoyos a pesar de ser indios, sin contar al negrito criollo, pero uno de los hermanos sabe leer y escribir. En el relato hacen mención a palabras que pertenecen al acervo aborigen y que ha quedado un el vocabulario al pasar de los años, como: canoa, yaguas, barbacoa y que son muy utilizadas tanto en los campos, como en las partes urbanas de la isla.

Pero hay más. El comportamiento de la Virgen en el hato de Barajagua, según el devoto relato, es que: “(...) habiendo ido (Juan Hoyos) una noche, ya tarde, a atizar la referida lámpara, reparó no estar en el altar la imagen de María Santísima, por cuyo defecto, admirado y confundido, empezó a dar voces llamando al mayoral y demás gentes que estaban en el hato, diciéndoles que la Santísima Virgen no estaba en el altar. Este acontecido puso a todos en mucha consternación y susto, bien llegaron a pensar que uno de los que la había hallado en la bahía de Nipe, tal vez la habría ocultado, porque sabía había dicho que era suya y no consentiría que alguno se la apropiara (…). Más a la siguiente mañana, bien temprano, quiso María Santísima sacarlos de sus cuidados, volviendo a presentarse en su altar (...). Este misterioso caso de faltar en su altar se experimentó otras dos noches más, con lo que el dicho mayoral y los demás, a la vista de estos sucesos, llenos de temor y espanto, determinaron por último dar cuenta al referido administrador.” (ARROM, 1980: 35). El mayoral desconocía del comportamiento juguetón de los cemíes aborígenes.

Otro elemento de sincretismo ocurre con los nombres y apellidos de los tres personajes, que con el discursar del tiempo y en el imaginario popular ha tenido diferentes variaciones, toda con un carácter de composición simbólica cultural. Con el poso del tiempo sus nombres tendrán un cambio y se llamaran Juan, no importa los apellidos, que también sufrirán fluctuaciones gramaticales, lo verdaderamente importante se encierra en el simbolismo cultural de esos nombres Juan representa a decir de José Juan Arrom: los elementos étnicos y los valores culturales que han entrado en la composición del pueblo cubano. Los tres Juanes resultan así un solo Juan uno y trino: Juan el Pueblo Cubano, el pueblo indoafrohispano.

Y no termina ahí la elaboración folklórica. Una vez identificados hombres y nombres en el subconsciente colectivo como símbolo del pueblo, el sentido igualitario del cubano se da inmediatamente a emparejarlos. “En la estampa, de reciente factura, (…), puede observase que en la canoa no van dos hombres y un niño van tres individuos igualmente robustos, igualmente curtidos, igualmente angustiados.” (ARROM, 2011: 31)

En el trabajo se han abordado elementos que demuestran el sincretismo sociocultural que representa la Patrona de Cuba, la virgen de la Caridad del Cobre, pero todavía falta recalcar un poco más en la otra cultura que aportó al ajiaco como dijera el ilustre don Fernando Ortiz, se hace referencia a la africana. “Ortiz estaba convencido de que para los africanos que se instalaban en la isla, la Caridad podía ser identificada con sus ídolos que representaban la madre- tierra, diosa de la maternidad y la fecundidad.” (PORTUONDO, 2011: 11).

Pero para profundizar en lo que Arrom llama la trina, y Don Fernando Ortiz transculturación de nuestra cultura se debe añadir lo aportado por otro elemento que llegó a la isla arrastrado por la codicia y la sed de fortuna del hombre blanco: el esclavo africano. Este ente cultural también tenía sus creencias religiosas muy elaboradas, llenas de símbolos, historias, mitos y creencias mágicas religiosas y a este sincretismo indo español, el africano aportó su africana Ochún. Ya en el siglo XVI los indios y los negros se encontraban en tal medida mesclada y con naturalizada con los españoles y con la tierra, creando en ellos “distintas doctrinas. “En este período según el obispo Pedro Morell de Santa Cruz, los habitantes de la isla veneraban con mucha fuerza la imagen de la Virgen de Regla de color moreno y en varias ocasiones se había retocado con color blanco y “nunca lo han admitido”. (SABASTER, 2003: 56)

En el sincrético símbolo de lo que es el cubano, el blanco puso su castellana Caridad de Illescas, el indio agregó su antillana Atabex, y el negro añadió a su africana Ochún. Lo último es un secreto a voces. “Escasos han de ser los que en Cuba todavía no sepan que, en muchas viviendas de los arrabales, y también en algunas mansiones de los mejores barrios, se rinde culto a una Santa Bárbara identificada con Changó, a un San Lázaro identificado con Babayú- Ayé, a una Virgen de Regla que es igual que Yemayá, y a una Virgen de la Caridad que es también Ochún.” (ARROM, 2011: 32). Y más escasos han de ser los que no hayan oído esos nombres envueltos en melodías bailables, al acompañamiento de guitarra y claves, (palabras españolas), de güiro y maracas, (palabras indígenas) y de bongó, (palabras africanas). Se debe ir más allá de esa primera identificación y demostrar que este tercer elemento religioso estaba entre 1604 y 1608.

En Cuba, son muchos los artistas, no solo de las artes plásticas, sino también del cine, la música y el teatro que están relacionados con este sincretismo sociocultural, producen además obras de reconocido valor cultural, que han trascendido la órbita de lo nacional y se pueden observar en varios países del mundo exaltando de esta manera la cultura cubana. No resulta extraño que en Cuba una orquesta sinfónica interprete bellas obras musicales dedicadas a la Virgen de la Caridad del Cobre, una orquesta de música popular bailable como NG la Banda, La Revé y Adalberto Álvarez y su Son, o grupos de Rock interpreten letras dedicadas a esas deidades.

En “Incertidumbre de América: La Virgen del Cobre: Historia, leyenda y símbolo sincrético”, Arrom comenta, “(…) en el altar de la iglesia había una imagen de Santa Bárbara. Santa Bárbara, para los blancos, es la señora del rayo y del trueno. Cuando se les explicó esto a los negros, debieron pensar: “Si es señora del rayo y del trueno tiene que ser Changó. Y si la imagen representa una mujer y no un hombre es porque estos blancos tienen cosas muy raras, pero de todos modos es Changó”. “Changó”, dicen hoy todavía los santeros cubanos, “es Santa Bárbara macho.” (ARROM, 1980: 21).

Todos estos elementos no hacen más que reafirmar que cada componente cultural que se ha analizado influyó de sobremanera en la conformación de ese sincretismo cultural. Para los españoles, la Virgen María, para los indios, Madre de Dios y señora de las fuentes y los ríos y para los africanos: si es señora de las fuentes y de los ríos es desde luego, Ochún, la mujer de Changó. Pero todo esto debe haber ocurrido de una manera espontánea, aunque no tan rápida, como un proceso complejo lleno de matices y significados. Fernando Ortiz lo resume así: “Ochún, que aquí en Cuba se catoliza con la advocación más popular de la gran entidad femenina del santoral eclesiástico, la Virgen de la Caridad del Cobre, es, como Venus, la diosa de las aguas, del amor y la fecundidad, la (…) que fertiliza las tierras con su lluvia y hace nacer las cosechas. No hay duda, pues. La orisha yoruba ha venido así a darle una tercera dimensión a la Patrona de Cuba: según desde donde se le mire, la Virgen del Cobre es María, es Atabex y es Ochún; es decir, una trina, como nos proponíamos demostrar.” (ORTIZ, 2008: 3)

Es tan reconocida por el pueblo cubano la aparición de la Virgen de la Caridad del Cobre, que aún se reguarda como algo sagrado una cruz de madera en la zona de la playa Morales perteneciente al municipio Mayarí de la provincia Holguín. Está situda frente al mar de la bahía de Nipe, específicamente por donde se dice que apareció la Virgen con su hijo en brazos en el posteriormente nombrado Cayito de la Virgen en recordación al significativo hecho considerado símbolo de identidad religiosa, cultural y monumento nacional.

Esta leyenda recreada por el escritor mayaricero José Juan Arrom, propicia el enriquecimiento de la cultura de la localidad, por haber ocurrido en las márgenes de la bahía que rodea el municipio. Es una cultura que pasa de generación en generación y cada vez con más arraigo identitario y cubano.

CONCLUSIONES

  • Con la investigación se ha demostrado el importante legado sociocultural e histórico de la aparición de la Santísima Virgen, cómo los habitantes de la isla la veneraron como su Virgen a pesar del complejo proceso cultural al que se enfrentó, debido a las diferentes etnias culturales presentes en la isla, lo que conllevó a convertirse en la Virgen de los criollos, y luego de los cubanos, sincretizada con los diferentes matices aportados por cada uno de ellos.
  • La Virgen de Illescas, la española traída desde Toledo, los aborígenes cubanos con su Atabex, y los esclavos africanos con Oshún, es la misma Santísima Virgen, la Patrona de todos los cubanos, o sea, la Virgen de la Caridad del Cobre que se continúa venerando en el Santuario del poblado del Cobre, actualmente Santiago de Cuba.
  • Corrobora cómo la incipiente conformación de la cultura comienza a arraigarse de manera espontánea y sólida por todos los habitantes de la nación. Demuestra la unidad histórica de la cultura reflejada para la conformación de la imagen definitiva de la Virgen de la Caridad del Cobre. Sin duda ahí está la esencia de la identidad y nacionalidad cubana.

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*Profesora Asistente del Centro Universitario Municipal Mayarí Universidad Holguín Cuba, correo zlapidop@uho.edu.cu Licenciada en Español – Literatura y Master en Educación Superior
** Profesor Asistente del Centro Universitario Municipal Mayarí Universidad Holguín Cuba, correo dmelgala@uho.edu.cu Licenciado en Estudios Socioculturales

Recibido: 01/07/2019 Aceptado: 23/10/2019 Publicado: Octubre de 2019


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