Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


APUNTES SOBRE LA FAMILIA Y SU ESENCIA ORIENTADORA EN EL DESARROLLO DE LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES EN EL CONTEXTO ESCOLAR

Autores e infomación del artículo

Katty Jamileth Moreira Solórzano*

Viviana Milene Zambrano Acosta**

Jimmy Manuel Zambrano Acosta***

Universidad Técnica de Manabí, Ecuador

Correo: kattymoreira16@hotmail.com


Resumen
En el proceso de formación de los adolescentes y jóvenes, etapas estas muy complejas en la historia y desarrollo del sujeto, en donde las transformaciones de todo tipo se están sucediendo y en un corto tiempo se debe insertar en las responsabilidades de la vida adulta y por consiguiente laboral y profesional, la escuela y la familia son las instituciones de mayor incidencia en dicha formación por lo que no pueden ejecutar acciones y estrategias por separado y sin la debida correspondencia. Por ello, los apuntes que se ofrecen desde una óptica puntual, centrada en el contexto educativo y con la función esencial de la orientación por parte de la familia, se expresan las funciones y el papel de los mismos en la elaboración de proyectos de los adolescentes y jóvenes.
La orientación de la familia que se efectúa garantiza la elaboración de metas y objetivos esenciales con vista a la formación, de conjunto con la escuela y con la perspectiva de que los adolescentes y jóvenes logren conscientemente mejores caminos para la toma de decisiones y las determinaciones en los procesos que emprenderán.
Palabras claves: Orientación familiar; familia; relación escuela-familia; adolescente.
Summary
In the process of formation of adolescents and young people, stages are very complex in the history and development of the subject, where transformations of all kinds are happening and in a short time must be inserted into the responsibilities of adult life and consequently labor and professional, the school and the family are the institutions of greater incidence in this formation reason why they can not execute actions and strategies separately and without the due correspondence. Therefore, the notes that are offered from a point of view, focused on the educational context and with the essential function of guidance by the family, express the functions and the role of the same in the development of projects of adolescents and young people
The orientation of the family that is carried out guarantees the development of essential goals and objectives with a view to training, in conjunction with the school and with the perspective that adolescents and young people consciously achieve better ways to make decisions and determinations in the processes that they will undertake.
Keywords: Family orientation; family; school-family relationship; Teen.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Katty Jamileth Moreira Solórzano, Viviana Milene Zambrano Acosta y Jimmy Manuel Zambrano Acosta (2019): “Apuntes sobre la familia y su esencia orientadora en el desarrollo de los adolescentes y jóvenes en el contexto escolar”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (julio 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/07/familia-desarrollo-adolescentes.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1907familia-desarrollo-adolescentes


Introducción
Las relaciones entre la familia (padres, madres, otros tutores o representantes de acuerdo con la estructuración asumida y definida) con los adolescentes y jóvenes, han experimentado múltiples cambios sustanciales en su rol desde la niñez de estos. La familia tradicional de forma general ha puesto obstáculos significativos en el crecimiento de los hijos en el período de la adolescencia, en relación fundamentalmente con la independencia. Este fenómeno se visualiza de diferentes formas entre la condición de género, es decir, entre los y las adolescentes.
Para comprender mejor el tema, es preciso partir de la multiplicidad de definiciones y acepciones de familia aportadas por muchos investigadores y duchos en el tema, cada uno ajustado a características especiales y homogéneas de las diversas sociedades, pero con más de un elemento en común además, el cual uno de ellos es el que se tiene en cuenta: acerca del papel de la familia y su orientación en la formación de adolescentes y jóvenes en el contexto escolar fundamentalmente. Desde esta perspectiva, María Cervel Nieto (2005), hace referencia a la importancia de la misma para dicho desarrollo de sus miembros más jóvenes. 
“Dejando a un lado la estricta definición del concepto de familia, es innegable que el grupo familiar constituye el marco principal de desarrollo del ser humano y se erige como el primer elemento socializador de la persona. Las experiencias familiares adquieren una gran significatividad en la vida de todo individuo, determinando su crecimiento tanto afectivo como físico y constituyendo un precedente para el desarrollo posterior de la persona en sociedad. Una sociedad que comparte con el grupo familiar y con el resto de agrupaciones humanas las inevitables dinámicas de transformación.” (Nieto, M. C. 2005. p. 132)
Es necesario tener en cuenta que los hogares en que viven los adolescentes y jóvenes de hoy son en gran medida de tipo reconstituidos, tras la separación de la pareja que dio origen a la familia. Una parte de los adolescentes y jóvenes han permanecido con sus madres, o incluso abuelos como tutores legales en su formación, y no pocos de ellos, han vuelto a tener por sustitución, la figura masculina como padres en el hogar.
Fernando Pliego, sociólogo e investigador de la UNAM-México, en  su cuaderno de trabajo titulado “Tipos de familias y bienestar de niños y adultos – El debate cultural del siglo XXI en 13 países democráticos” (2013), se refirió a la familia como “la principal institución cultural en las sociedades democráticas, pues se trata del tema que más interesa y preocupa a la población”. Esta afirmación la precisó con base en la recopilación de 351 publicaciones de investigación, obtenidas de revistas académicas e información oficial de gobiernos de orden democrático.
En Ecuador, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), realizó un estudio sobre las “Primeras estadísticas oficiales sobre filiación religiosa en el Ecuador” (2012), cuyos resultados evidenciaron la alta valoración que tiene la población sobre la familia, coincidiendo con Pliego en que para la mayoría de las personas en el mundo “la familia es lo más importante”.
Sin embargo, esta institución también presenta otros escenarios como la falta de compromiso de algunos de sus miembros, debilitándola como la comunidad de vida y amor que abriga al ser humano, y en especial en todas sus responsabilidades para con el desarrollo académico y formación de los adolescentes. Muchas instituciones, conscientes de esta situación, dedican esfuerzos silenciosos buscando el fortalecimiento de la misma como parte de un cambio positivo.
El Instituto Latinoamericano de la Familia – ILFAM, la Corporación para el desarrollo de la familia – ORIENTAR, y la Universidad Técnica Particular de Loja – UTPL,  han puesto a disposición iniciativas encaminadas al fortalecimiento familiar como maestrías en familia, conferencias, cursos virtuales, apoyo a instituciones educativas, pastoral familiar, entre otras; además los proyectos e investigaciones que desde varias instituciones de educación superior se efectúan en este sentido.
Estos en uno de sus temas acerca de la constitución y estructura familiar, plantean que uno de cada cuatro hogares está dirigido por una mujer, y es presumible que los hijos adolescentes y/o jóvenes viven en estas condiciones, con menor influencia y control desde esta perspectiva.
La ruptura generalmente por conflicto de incomprensión y otras causas más graves de los padres, pueden traer consecuencias negativas para hijos e hijas. En el momento del arribo a la adolescencia y la propia juventud son capaces en determinados niveles de comprender los problemas familiares, así como las diversas dificultades de sus vidas. Se fundamenta esta comprensión en muchos casos en el cuestionamiento de la imperfección de sus padres, y esto es sometido a crítica a veces de forma extrema y con un nivel crítico significativo. Si la familia se equilibra, estos pensamientos se pueden ajustar pero no es la realidad de todos, pues las tensiones pueden profundizar hasta que los hijos se alejan.
En el hogar, la figura paterna aun cuando no está cerca de los hijos se entiende como una autoridad impositiva, la cual es aceptada y sustentada en muchos casos por la figura materna, esto desde diversas realidades y culturas. Este fenómeno, provoca una pobre autodeterminación de la personalidad en adolescentes y jóvenes. Además, como particularidad las adolescentes son víctimas de medidas aún más exageradas y estrictas, al llegar a ser reprimidas en sus amistades extrahogareñas en comparación con los del género masculino, de una forma hostigante, y estos últimos por el contrario gozan en muchos casos del aliento a desprenderse de los padres y probar independencia. Es la descripción aproximada de lo que sucede, aunque la realidad en todos los casos está dada por la pobre o nula preparación que todos reciben, lo que bloquea en gran medida la construcción de proyectos coherentes con vista a sus metas futuras y las decisiones para la solución de contradicciones que se les presenta, además de la influencia que ejerce los aspectos culturales en este sentido.
Se puede además, observar la desatención de los hijos adolescentes y/o jóvenes, con las consiguientes lesiones y traumas a la seguridad emocional que requieren en estas edades. Por el contrario, otros padres sobreprotegen y sobredimensionan su labor para con el cuidado y el desarrollo emocional de los hijos. En el caso primero, los hijos son depositarios de los conflictos de los padres, al canalizar y/o apropiarse de dichos conflictos. Generan así un reflejo de la situación vivida en la niñez y se convierten en gran medida en “el problemático”, y como tal, tratado por la sociedad e incomprendido en tal sentido. Hasta llegar incluso, lamentablemente a ser un “inadaptado” e “incomprendido” por todos.
Si se analiza toda la gama de características primarias y secundarias que poseen las familias ecuatorianas, se puede afirmar que es muy diverso, complejo y heterogéneo en cuanto a modelos se refiere.

Desarrollo
Es incluso saludable y necesario llegar a un nivel significativo de análisis acerca de cómo funcionan los modelos familiares en correspondencia con la orientación y ejecución de roles, cuando en la familia está presente un adolescente y/o joven. (Torre, J. C., 2001). Para ello, hay que comprender y referirse a la ontogénesis de dichos modelos. Fundamentalmente desde la óptica de la incidencia de estos en mayor o menor medida, con respecto a la regulación moral de los sujetos en estos períodos etarios.
Durante la etapa infantil, el niño ha admirado una serie de características y cualidades de los padres, que ya en la adolescencia y en la juventud se pueden cuestionar. Precisamente por la capacidad de enjuiciamiento desde sus nuevas estructuras y configuraciones cognitivas lógicas. Pues como principal resultado de este proceso, el hijo comienza a cuestionar lo que anteriormente era aceptado mecánicamente, ya sea por imposición o comprensión de la situación o simplemente seguimiento de las normas establecidas.
Ese juicio crítico que expresan en todo sentido, garantiza una revolución de pensamiento hacia todo lo que hace y debe de hacer, incluso como factor determinante para su proceso de individualización, al establecer referentes de diferenciación con respecto a sus padres, y reafirmar a sí mismos su identidad como persona. En algunos, aunque no deja de ser una característica significativa y reiterativa, es también una forma de manifestar rebeldía.
Estos cuestionamientos que realizan, están cargados de ambivalencia, superficialidad y contradicción con y para ellos mismos. Se trata en esencia, de una inconformidad generacional en correspondencia con las actividades que encuentra factible o no para él y sus padres; en este sentido experimenta y distribuye un regateo afectivo sobre la necesidad de amor de los padres hacia él en el contexto del cambio de etapa, a pesar de su convencimiento ante las diferencias que constantemente reconoce.
De la misma forma, los adultos a veces se sienten excesivamente criticados, e incluso cuestionados por la perpetuidad de decisiones por mantener normas y requerimientos tanto en la familia como en otros contextos a ser cumplimentados por adolescentes y jóvenes. Sobre la base de las respuestas de estos últimos ante dicha situación, los adultos no comprenden que está sucediendo con los efectos del hijo.
En ocasiones también estas críticas son una devolución de la agresión sistemática o parcial que el adolescente o joven son objeto por parte de los adultos. Desde esta perspectiva, se estructura un proceso cíclico difícil de romper, y muy complejo para garantizar resultados satisfactorios a la hora de requerir una comunicación adecuada, comprensión de las partes, asimilación de soluciones, etc…
A medida que las críticas por parte de los adolescentes y jóvenes aumentan, los familiares significativos y otros adolescentes incluso, tienden a provocarlos más, en ocasiones de forma consciente o inconscientes, pudiendo llegar incluso a desarrollarse una discusión destructiva para todos en contextos de interpretación de realidades y simbolismos.
Otro proceso cíclico complejo puede estar dado en el regateo constante de los padres que desean a toda costa seguir ofreciendo de forma desmedida protección a sus hijos. Para ello, en muchos casos manifiestan que estos últimos no los quieren como antes, que dejó de quererlos porque les gustan o poseen otras preferencias como otros amigos, etc…; en relación se efectúa la posibilidad de desarrollar en ellos un falso sentimiento de culpa, al descubrir sin saberlo un conflicto de lealtades, pero finalmente al no encontrar respuestas fundamentales, regresará con más fuerza a sus juicios críticos.
En el tránsito de estos períodos, no se trata solamente de los conflictos que se efectúan entre padres e hijos, sino también en el enfrentamiento que se produce de los padres ante su propia realidad como persona, que por supuesto de forma directa o indirecta provoca incidencia significativa en los hijos, por un lado; por otro, la situación de los hijos en pleno proceso de independización.
El lugar de un adolescente en su familia está en el proceso de consciencia sobre la comprensión de las diversas situaciones, otorgando un nivel de respuesta coherente y significativa, promovido por la comunicación y el fortalecimiento de relaciones. En el caso de los jóvenes, en un nivel superior sobre la profundización y el desarrollo de nuevos sistemas de relaciones y comunicación, a partir de los logros alcanzados en materia de independencia en muchos aspectos de su vida.
Desde esta perspectiva es necesario tener en cuenta las consideraciones acerca de la familia y la concepción que se tiene de esta.

Concepción sobre la familia.
Se entiende la familia como la institución más antigua y célula básica de la sociedad. Ha sido la institución más estable en el devenir histórico de la sociedad, y es el centro universal en el inicio del aprendizaje y la educación de los sujetos. Si bien la actual no es la misma de otros tiempos o de otros contextos culturales, estas responden en gran medida al momento histórico, el cual es significativamente marcado por las relaciones sociales, políticas y económicas imperantes entre los hombres. Se considera a groso modo como un grupo de antepasados, parientes, padres, hijos, constituye una unidad que adquiere, diversas dimensiones, distintas formas y que se produce mediante una clase de relaciones determinadas. Relaciones a través de las cuales se consideran unidos los miembros y disfrutan de características especiales, particulares y exclusivas. (Castillo, E. G., 2003) 
En todas las formas de organización y funcionamiento que ha presentado, la familia ha sido siempre la matriz de la planificación personal, del desarrollo de orientación primario de los sujetos, hacia su desempeño en los diversos contextos de acción. (Otero, O. F. 1984).
En la conceptualización de la familia, es necesario tener en cuenta, las situaciones que se desarrollan en los diversos ámbitos sociales, ya sea atendiendo las relaciones macrosociales que influyen o las situaciones intrafamiliares.
La familia ya sea en cualquier organización económico – social, busca como principal objetivo la educación adecuada de los descendientes en el seno de esta. Por ello, juega un papel rector la concepción de la preparación de las nuevas generaciones para su desempeño y desarrollo coherente en la sociedad. En tal sentido, es necesario comprender la compleja multideterminación de la familia, precisamente en el devenir histórico y bajo las influencias de tipos sociales y económicas que recibe y transforma determinados aspectos.
Todo esto, lo debe de conocer y comprender en esencia el docente. Este debe de poner en primer lugar la procedencia social y el nivel de funcionalidad de las familias con las que trabaja. Es decir, profundizar en las dimensiones sociopolíticas, ya que cada hogar se mueve en coordenadas socioclasistas específicas, participa en la cultura social y en el desarrollo significativo de la conciencia social, relacionándose con relevancia con diversas instituciones de la comunidad. Otra dimensión a tener en cuenta en su estudio y comprensión, es su desenvolvimiento en la esfera de la producción social y el consumo. Lo cual, se interpreta desde las leyes económicas. En correspondencia, la institución familiar está regulada en su expresión comunitaria por normas y requerimientos jurídicos, que en cada sociedad se establecen y hacen cumplir leyes que fueron establecidas con relativa explicites.
Como puede entender el lector, este despliegue de la complejidad y el carácter holístico del fenómeno familiar es muy extenso y posee un contenido histórico.
La familia como grupo se considera primario, porque en el surgen y se despliegan los primeros y más perdurables procesos formativos de la personalidad de los hijos. Este aspecto, que se denomina función educativa – formativa de la familia, también contribuye a la expresión y desarrollo de otras cualidades de la personalidad en los diferentes miembros adultos a toda su existencia.
Otro elemento a considerar y que en los múltiples estudios sobre la familia se trata mucho, es sobre sus límites y sus relaciones con otras instituciones. Se definen estos límites por su clara delimitación o imprecisión, su carácter más abierto o hermético, así como otros atributos significativos.
La visión del grupo familiar como un sistema, es común en los estudios de las ciencias sociales en diversos contextos y realidades. Resulta en este sentido, atractiva por sus recursos metodológicos, o sea, sus definiciones y relaciones permiten al investigador interpretar lo que ocurre en los casos de las familias de educandos.
La unidad del sistema familiar, es realmente un proceso dinámico bien complejo, que va desarrollándose a lo largo del ciclo vital, con etapas definidas de grandes cambios, en ocasiones de conflicto y en otras de relativo equilibrio. Se pueden reconocer límites entre los subsistemas, los cuales ocupan en la vida cotidiana una posición en la toma de decisiones y en la organización familiar, así como las relaciones entre ellos.
La familia al igual que en los grupos pequeños con los que compartimos en la vida social y laboral, ejercen un control social peculiar sobre los miembros. Se adoptan en este contexto, ciertas normas y valores sobre muchas cuestiones, entre ellas, las relacionadas con la organización de la vida futura, la planificación y el desarrollo de metas y objetivos que conforman objetivos, metas a corto, mediano y largo plazo que en su acepción superior se consolida en funcionales Proyectos de Vida.
En el seno del hogar se manifiestan mecanismos de aprobación y desaprobación de las conductas de los integrantes, tanto de los hijos como de los adultos. Esto se refleja en la propia expresión de los adolescentes y jóvenes, al lograr su desempeño en la planificación de su vida.
En el plano psicológico de carácter individual, la familia es una agrupación capaz de dar solución a problemas significativos, a la vez de crear importantes necesidades humanas,  como son: las necesidades afectivas, las de seguridad, pertenencia, identidad, y otras. Todas garantizan si funcionan adecuadamente las relaciones sistémicas familiares, que el adolescente y/o joven construye las configuraciones psicológicas de regulación personal y de solución a situaciones problémicas cotidianas, preparándolo verdaderamente para la vida. En este sentido, se produce un curioso mecanismo de creación de nuevas necesidades en los integrantes de la familia.
En el desarrollo personológico, desde la primera infancia, la socialización radica en que los padres ponen nombre a las necesidades de los hijos. Por ello, es de vital importancia la comprensión exacta de las manifestaciones de los sujetos, tanto exteriorizadas como las introvertidas, donde se reflejan los sentimientos, las necesidades y motivaciones, para atenderlas y garantizar transformación. Lo importante además, es que el niño aprenda a interpretar sus propias necesidades.
La identificación con el hogar es un factor importante de estabilidad psíquica para todos; esto significa que la “familia” constituye siempre el refugio donde cada uno encuentra la seguridad, la comprensión y el cariño, cuando está funciona adecuadamente. Desde los criterios y la óptica al respecto del autor, se vislumbra una mayúscula necesidad, sobre todo en el aprendizaje del individuo para exteriorizar sentimientos complejos de naturaleza humana, pero también se requiere de garantizar la independencia, la solución sin mayores niveles de ayuda de problemas cotidianos, pues así se preparan para enfrentar en el futuro la vida.
La estructuración afectiva es sumamente importante en el desarrollo de la autoestima, este definitivamente es el punto de partida para la seguridad personal de emprender retos, sobrepasar barreras y problemas, vencer contradicciones y encaminar Proyectos de Vida, hasta el cumplimiento de las metas y los objetivos propuestos por adolescentes y jóvenes.
En el funcionamiento adecuado de las relaciones personales en la familia, depende en gran medida para no ser absoluto, del desarrollo comunicativo que se haya logrado. Pues la comunicación, entre los miembros de la familia es una de las cuestiones más importantes para entender lo que ocurre en el hogar y expresar las necesidades e intensiones de los miembros del grupo familiar, sobre todo del miembro más joven o el de mayor edad. Mediante la comunicación, se ejerce una influencia en sus motivos y valores, se condicionan las decisiones vitales de todos. Los niveles de orientación que puedan lograr los miembros de la familia con experiencia sobre los de menor experiencia siempre estará condicionado por el elemento comunicacional.
Los especialistas por su parte, que estudian la comunicación intrafamiliar definieron que las funciones informativa, regulativa y afectiva, están indisolublemente ligadas. El hecho de que el adolescente comprenda temas con proyección futura, acerca de su preparación para su propio desempeño en un período a corto, mediano o largo plazo, pasan por el prisma de la comunicación efectiva. Además, para ello se sientan las bases en el presente, en la comprensión por parte del adolescente y/o joven y la ilustración o demostración de los fenómenos de la realidad por los familiares en primera instancia, donde la comunicación para lograr estos propósitos es la principal herramienta.
Sobre las funciones antes mencionadas, es de suma importancia el equilibrio adecuado de las mismas, pues a veces se produce una hipertrofia de la función regulativa en detrimento de la afectiva. El proceso de preparación y aprendizaje del sujeto en la familia, tiene mucho que ver además con el modo de vida familiar. Este, se convierte en modelo a seguir por los más jóvenes en el seno familiar. Cada familia posee su modo de vida, el cual depende de sus condiciones materiales, las actividades y relaciones sociales de sus miembros. De esta, depende si garantiza o no, el desarrollo de las funciones familiares en general, y su impacto sobre todo en el aprendizaje y competencia de los nuevos individuos que se forman en su seno.
En el desarrollo del sujeto, concluyen los resultados de las funciones familiares, las que efectúan sin explicar o profundizar si es necesario mencionar las funciones económicas, ideo-políticas, espiritual-cultural y educativa-formativa. De todo, solo se abordará brevemente en la educativa-formativa, la cual se relaciona mucho con las otras, ya que se manifiesta una especie de doble carácter y que realmente posee una naturaleza holística. Es decir, las actividades y relaciones satisfacen diversas necesidades de los miembros, pero a la vez educan y forman a la descendencia. Esto se refleja en la enseñanza de la forma de actuar ante cada necesidad, las relaciones intrafamiliares que se establecen en su satisfacción, la comunicación mutua, el bienestar o malestar asociado, entre otras…
Al profundizar en la función educativa se puede comprobar que los integrantes adultos tienen el propósito explícito de preparar, educar y formar a los descendientes para su vida futura, y desarrollar en consecuencia, muchas acciones desde antes de iniciarse la etapa escolar y en todos los años de estudio. Es fácil descubrir que numerosas acciones y actividades e interrelaciones familiares, están intencionalmente dirigidas por los adultos hacía la formación de la descendencia, pero en muchos casos se hace con una carga de espontaneidad e improvisación sumamente alta. No se es consciente en la visión y planificación de lo que se hace y se debe hacer para garantizar que la descendencia, esté lo mejor preparada para la vida que llevará en el futuro. Por ello, el entrenamiento, el aprendizaje y la preparación para la elaboración de Proyectos de Vida funcionales como construcción compleja y holística por los sujetos, es una meta inalcanzable generalmente, de acuerdo con el pobre tratamiento y seguimiento que se ofrece a los adolescentes y jóvenes en cada una de sus etapas de desarrollo. En tal sentido, la institución educacional debe de llegar a reforzar dicho trabajo, desde la propia preocupación y capacitación de la familia hasta el tratamiento y seguimiento de los adolescentes y jóvenes.
A modo de resumen se señala que la familia, al llegar a la adolescencia y/o juventud de los hijos, se enfrenta a un proceso de formación mucho más complejo aún, sobre todo en lo relacionado con garantizar su preparación para el futuro. Siendo capaces de organizar su vida, desde los diversos contextos de actuación, y que lo hagan funcionalmente, adecuadamente, con éxito. Por ello, la familia a grandes rasgos debe:

  • Hacer alusión a temas sobre orientación y formación profesional, demostrando incluso con el ejemplo personal.
  • Desarrollar una adecuada comunicación sobre temas de salud, higiene personal, sexualidad, comportamiento social y convivencia familiar y extrafamiliar.
  • Potenciar el análisis, la comprensión de fenómenos intra y extrafamiliares.
  • Enfatizar y demostrar las ventajas de la planeación como concepción del pensar y de ejecución, para su expresión en el comportamiento y el desempeño personal.
  • Potenciar aspectos afectivos, comunicasionales, ejecutores, valorativos, de definición y decisión para con las actividades a realizar.
  • Potenciar la capacidad adaptativa en diversos contextos de actuación, sobre la base de cualidades de análisis, reflexión y flexibilidad.
  • Potenciar intereses, motivaciones, ideales y metas, en correspondencia con una visión de futuro adecuada y funcional.
  • Estimular la orientación hacia el estudio, el aprendizaje y la búsqueda de conocimiento.
  • Ofrecer y estimular la inserción en situaciones prácticas donde desarrolle estrategias de solución, habilidades y herramientas adquiridas que refuercen la independencia y la autosuficiencia.

Ante estos aspectos a lograr, hay familias que se ajustan exitosamente, pero otras presentan y refuerzan dificultades o elementos de total negatividad, para el desarrollo personológico adecuado de los sujetos que la conforman. Por ello, es importante que se tengan en cuenta los elementos como estos, para seguir profundizando y buscando en la labor familiar, la vía más aceptable y eficaz para que los adolescentes y jóvenes logren Proyectos de Vida funcionales y viables para su futuro.
No obstante es relevante declarar que existen en algunas circunstancias ciertas exigencias en relación con el período de la adolescencia tardía, en la cual en algunos casos en este período se desarrolla cuando estos sujetos se encuentran alejados de sus familiares. Es decir, por ejemplo, en las becas o instituciones docentes de carácter internas, que establecen una disciplina uniforme, bajo lineamientos y requerimientos del sistema educativo institucionalizado. Lo cual, ejerce significativamente una influencia de independencia de sus actos, preparación para la vida, y desarrollo de relaciones interpersonales alejados de la aprobación y superación constante de los padres. Provoca en tal sentido, que la familia en una mayor cantidad de casos, delegue sus funciones a la escuela, es decir, las responsabilidades se sobreponen y desfiguran en cuanto a la familia, que dispone de menos atención para el adolescente o joven y supone que la escuela es absolutamente responsable. Desde esta perspectiva de pensamiento y ejecución por parte de los familiares, no es viable la formación adecuada de los mismos.
Es apreciable a juicio del autor, que la familia retome la dirección y orientación de estos adolescentes, al generalizarse un mayor tiempo de intercambio con el seno familiar, al aumentar así el vínculo afectivo, no a partir de la desaparición de las instituciones escolares con períodos lectivos y de actividades de todo tipo extensos, sino a partir de la adecuada preparación familiar para entender y proceder en pos de fortalecer su responsabilidad y accionar, que en definitiva favorece la formación de sus hijos.
Por el carácter temporal del desarrollo de sujetos bajo la influencia familiar, y los disímiles vínculos y relaciones que se establecen, se construye cierta lealtad que mantiene unida a la familia. Por ello, es tan compleja la situación del conflicto natural entre estas lealtades con los familiares y las nuevas relaciones que le van reclamando los grupos de coetáneos con los que convive o comparte gran parte de tiempo.
Los padres equívocamente en ocasiones fuerzan estas relaciones, al punto de consumir incluso, la perspectiva de acatamiento y aceptación que aún poseen adolescentes y jóvenes. Esto provocados por aspectos tales como: la reclamación de decisiones entre amigos o padres, o el favoritismo absurdo entre su familia en lugar de apoyar a su pareja.
Por ello, la comunicación y la relación escuela-familia favorece si son adecuadas el proceso de formación de los adolescentes y jóvenes, en lo académico, lo psicológico en el desarrollo de la personalidad y en lo social.
“(…) hemos de convenir en que, ciertamente, existen suficientes vías para ir generando una comunicación generosa y fluida entre la escuela y la familia superando el actual grado de “satisfacción” disfrazada, tantas veces criticado por ambas partes.
(…) deberíamos ponernos de acuerdo en cuáles pueden ser los cauces de participación activa y conjunta desde la familia hacia la escuela y desde la escuela hacia la familia, sin que exista confusión de papeles y roles entre ambas.” (Cano, R. y Casado, M. 2015. p. 19)
Tener planes, metas y/o Proyectos de Vida futura por parte de los adolescentes y jóvenes es muy apropiado, necesario y motivador para las acciones que debe realizar. Pero estos, no pueden ser impositivos por la familia u otro adulto, ya que deben ser el resultado del análisis, la valoración eficaz y coherente del sujeto, en correspondencia con las normas, los objetivos y conclusiones conformadas en colectividad familiar. De la familia se necesitará en todo momento el apoyo necesario, la ayuda incondicional para garantizar aclaraciones, puntos de vistas, criterios que posteriormente él analizará y tendrá en cuenta o no en su toma de decisiones.
En un momento inicial, los propios padres tienen una realización laboral que sirve de sustento y plataforma al desenvolvimiento, la planificación y las aspiraciones de los hijos. Pero en ocasiones se hacen planes comunes sobre el futuro empleo del hijo, y sin siquiera tener presente los intereses pre-profesionales de estos, e incluso sin desarrollar un trabajo en dicha orientación para que el adolescente y joven formen y consoliden sus aspiraciones por una labor profesional en el futuro.
Lo interesante de la etapa juvenil y la adolescencia tardía es que se realizan planes acerca  de varios aspectos de la vida, en varias aristas en que se desenvuelve el sujeto. En esos primeros pasos una serie de hogares, siguen siendo el soporte emocional a los planes del hijo, con el apoyo y la orientación además, que se provee en las instituciones educacionales fundamentalmente como las escuelas.
En la comunicación familiar pueden expresarse disímiles puntos de vistas sobre las reglas morales, pero esto no niega ni contradice que en muchos hogares se produzca una marcada relación entre las opiniones y los valores morales de los padres y los que construyen o simplemente asumen los hijos. Esto sólo tiene ocurrencia cuando las relaciones afectivas en la familia son considerablemente fuertes, y la comunicación normativa ha sido intensa. Las regularidades y resultados de investigaciones múltiples en torno al desarrollo de la personalidad, evidencian que los adolescentes y jóvenes tienen crecientes puntos de contactos, se involucran de forma ascendente con los valores morales de su generación, a través de la pertenencia necesaria a determinados grupos (escolares, de vecindad, por aficiones, por intereses, etc…). Estos escogen sus grupos de acuerdo a determinadas características con las que se identifican, generalmente por el gusto, la manifestación extrema de sus actividades y valores sociales. Estos aspectos también tienen que ser tomados en  consideración por la familia y les servirá para su trabajo de orientación.
Se ha demostrado que las familias incompletas, con madres solteras jóvenes, tienden a que sus hijas muy tempranamente se conviertan a su vez en madres solteras. En los debates de resultados relacionados con estos estudios, se interpreta que los valores que se van formando en los adolescentes y jóvenes, por desenvolverse en situaciones y contextos semejantes a los de sus padres, garantiza una tendencia a la reproducción de la forma de ver la vida, de ofrecer soluciones a los conflictos y contradicciones.
En esas etapas del desarrollo de la personalidad desde la adolescencia y la juventud buscan incesantemente nuevas relaciones, y los profesores se convierten en interlocutores, mediadores de gran importancia para el desarrollo moral. La imposición adulta en todas las referencias y contextos es inadecuada, ya que se violan los derechos personales de autodeterminación, de selección de decisiones que hacen crecer al sujeto. Los adolescentes y jóvenes a su vez, necesitan de la coordinación de relaciones con adultos, del intercambio profundo con estos. Esto se logra en muchas veces en las diversas actividades que les atraen y en donde tienen la oportunidad de estos encuentros.
En estudios de preferencias comunicativas se encontró que en la adolescencia valoran más la comunicación con sus padres, el maestro queda por naturaleza en segundo lugar, aunque en casos puntuales es lo contrario, compitiendo con sus amigos. Pero en la juventud, desean la conversación de los amigo más que con los padres, los cuales están alejados de la vida diaria de los hijos por razones de las distancias que se van creando a diario en lo naturalmente generacional y en los espacios físicos donde comparten, e incluso lo puramente docente.  Así como también, la distancia en cuanto a la comprensión de los fenómenos, por los intereses pre-profesionales que se han consolidado y los intereses sociales ante las situaciones de vanguardia cultural y científica, a los cuales los padres muchas veces no comprenden.
Los juegos de adolescentes y jóvenes responden a intereses definidos en esas edades, no sólo por las agrupaciones formales de las organizaciones estudiantiles o de la actividad de estudio y de trabajo, o de otra índole. Existe una especie de transmisión cultural de joven a joven, cada generación lo ha experimentado. Los padres o adolescentes en general pueden hacer por penetrar este mundo o concepción, por eso es aconsejable lejos de intentar una oponencia necia o incluso parcial, el seguimiento prudente y discreto, a cierta distancia, y no generalizando la debida confianza al llegar incluso a formar parte de sus grupos.
Es de gran importancia en estas edades que tanto familiares, otros adultos y los propios docentes, contribuyan al proceso de formación y elaboración de Pre-proyectos y Proyectos de Vida, definidos y coherentes, con la debida elaboración de metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo. Pues estas configuraciones deben de acoplarse con resultados de las relaciones que posee, de las acciones que planifica y ejecuta, así como de los modelos a los que se adscribe y asume como rasgos para su modo de actuación. Se hace referencia a este elemento en específico, ya que a juicio del autor es una configuración personológica que garantiza la armonización de otros elementos de vital importancia como la motivación, lo volitivo, lo valoral, los objetivos y metas a determinados plazos de concreción, lo referencial, cognitivo y experiencial en función de la movilización de intereses y necesidades, entre otros muchos elementos que se conjugan y contribuyen a su expresión real.
Consideraciones sobre las funciones de los docentes y de la familia.
Es esencial que el colectivo de docentes sea el principal agente de transformación, que la escuela como institución educativa fundamental involucre y movilice a los demás agentes educativos para una participación protagónica de todos, en el aprendizaje de los adolescentes y jóvenes en la construcción y desarrollo de Proyectos de Vida.
Esta institución debe garantizar, teniendo en cuenta su sensibilidad en el trato con los escolares y los padres, la atención a las situaciones problémicas que estos poseen como debilidades y dificultades para elaborar Proyectos de Vida. A partir de su facilidad o posibilidad para el trabajo educativo grupal e individual, en toda la labor a efectuar. (De la Peña, G. 2012)
El docente debe desde el proceso docente – educativo que se efectúa en la escuela, ofrecer las posibilidades para que los educandos potencien y desarrollen sus capacidades para la elaboración de Proyectos de Vida funcionales. Lo debe lograr, a partir de la influencia que ejercen de conjunto con la familia, la cual requiere primeramente la preparación necesaria para jugar el rol establecido en todo ello.
Como principales funciones de los docentes y la familia, para el aprendizaje de los adolescentes y jóvenes en relación con la elaboración y desarrollo de Proyectos de Vida, se pueden expresar las siguientes:
Docentes:

  • Caracterizar y diagnosticar la situación de los educandos.
  • Conocer las fortalezas, potencialidades y debilidades e insuficiencias de los educandos.
  • Conocer los elementos de las situaciones sociales del desarrollo de cada educando.
  • Conocer los contextos de actuación de los educandos.
  • Planificar plan o estrategia de intervención o tratamiento de los educandos.
  • Desarrollar acciones y actividades para el aprendizaje de sus educandos sobre la elaboración de Proyectos de Vida.
  • Controlar el desarrollo del aprendizaje de sus educandos sobre los elementos relacionados con los Proyectos de Vida en los mismos.
  • Ofrecer seguimiento y tratamiento a las necesidades existentes en sus educandos, para la elaboración y desarrollo de los Proyectos de Vida.
  • Propiciar la autorreflexión y el autoanálisis en los educandos sobre sus fortalezas y debilidades, garantizando un espacio de participación.
  • Establecer seguimiento y acciones de conjunto con la familia.

Familiares:

  • Conocer las potencialidades y debilidades (necesidades e insuficiencias) de los adolescentes y/o jóvenes.
  • Establecer seguimiento e influencia de conjunto con los docentes.
  • Determinar los principales intereses y motivaciones de los adolescentes y/o jóvenes.
  • Garantizar el desarrollo de acciones e influencias para la elaboración, consolidación y desarrollo de Proyectos de Vida en adolescentes y jóvenes.
  • Garantizar el adecuado tratamiento entorno a las contradicciones que poseen los adolescentes y/o jóvenes.
  • Prevenir determinadas situaciones complejas en el decursar y desempeño del adolescente y/o joven en la vida.

Desde estas funciones se cristaliza todo lo que en deber de realización les toca a los mencionados, pero evidentemente en el caso de la familia, por su heterogeneidad y características tan diversas, requiere de una ayuda y preparación para su orientación constante en los procesos de formación en los que el centro son sus hijos.
Así, los temas a atender en gran medida por las familia en la búsqueda de la mantención del hilo de desarrollo, comunicación y armonía, se encuentra centrado en la negociación de la autonomía y el control, en la que por todas las partes con la mayor dedicación y sutileza, se identifican y establecen los limites flexibles. Lo que disminuirá las tensiones y las situaciones problemáticas en el quehacer de la familia en la mantención de su orientación cercana del adolescente y/o joven, y por parte de los docentes en las instituciones educativas. (Martínez Díaz, P. por Torre, J. C., 2001 p. 26).
“La familia siempre sorprende, y tiene la posibilidad de autorganizarse y autor-regularse, y lo que muchas veces vemos como retrocesos son parte del proceso de reestructurar. Es importante seguir trabajando en el cuestionamiento del síntoma, la familia vuelve a la situación inicial (…).” (Chinchilla, R., 2015. p. 21).
Los padres tienen la necesidad en todo momento de saber más y mejor para educar más y mejor a sus hijos y ofrecerles los niveles de orientación continua que requieren estos en cada momento y situación a las que se enfrentan. Esto en momentos de la adquisición de nuevos y renovados conocimientos, experiencias, destrezas, habilidades, valores, etc.., siempre de conjunto con los docentes que en gran medida ejercen como se ha venido diciendo una considerable incidencia en la formación. Por ello, estos facilitan la participación para favorecer el desarrollo ordenado y armónico del núcleo familiar y como este se inserta en actividades escolares incluso. (González, R. C., y González, M. C. 2015).

Conclusiones
Esbozar el modelo de familia que prevalecerá dentro de 20 años en nuestra sociedad, sería arriesgado, ya que las condiciones sociales, económicas e incluso políticas generan ciertas situaciones de transformación e impactan en este sentido. Ya en los primeros párrafos de este documento aparecía la innegable realidad de que la familia, como institución y como grupo humano, se encuentra no sólo sumergida en otros sistemas más amplios, sino influida también por las dinámicas de cambio, transformación a las que conduce a la evolución, no siempre positiva en su orientación hacia el funcionamiento.
Dentro de un marco más amplio de estudio, se ofrecen criterios acerca de las funciones de los docentes y de la familia para la formación de los adolescentes y jóvenes en materia de garantizar la definición de metas y objetivos a corto, mediano y largo plazo, visualizando la posible estructuración de proyectos de vida en los mismos.
Se considera que la orientación que ofrece la familia de conjunto con los docentes posee un lugar destacado, y se le ha otorgado una perspectiva sistémica en todas las acciones y actividades que se realizan desde y en la escuela, así como en el propio seno familiar. Por supuesto, no se pueden olvidar, las posibles dinámicas no saludables que pueden establecerse en los grupos familiares y que, en muchos casos, son sintomáticas de maneras diversas y únicamente exteriorizadas por uno de sus miembros, aspectos que son lo que hay que significativamente eliminar y es donde la escuela tiene además la labor y responsabilidad de mejorar.  
Pero estudiar y comprender la complejidad del sistema familiar, nos permitirá sin duda, poder atender óptimamente a sus necesidades. Ese debe ser el objeto de cualquier labor orientadora que se realice, ya sea desde el ámbito escolar, social, institucional o familiar.

Bibliografía

  • Cano, R. y Casado, M. (2015): Escuela y familia. Dos pilares fundamentales para unas buenas prácticas de orientación educativa a través de las escuelas de padres. pág. 15-28. Orientación en acción. En. Rev. Electrónica interuniversitaria de formación del profesorado (REIFOP). ISSN: 1575-­‐0965 Depósito  Legal: VA-­‐369-­‐9951 (18,2) Abril 2015. pág. 213. Zaragoza, España.
  • Castillo, E. G. (2003). Educación familiar: nuevas relaciones humanas y humanizadoras (Vol. 93). Narcea Ediciones.
  • Chinchilla Jiménez, R. (2015). Trabajo con una familia, un aporte desde la orientación familiar. Revista Electrónica “Actualidades Investigativas en Educación”, 15(1) pp. 1-27 Enero – Abril Año 2015.
  • De la Peña, G. (2012): Los Proyectos de Vida en adolescentes y jóvenes. ISBN. 978-3-8443-5511-9. Pág. 271. Editorial Académica Española. España.
  • González, R. C., & González, M. C. (2015). Escuela y familia. Dos pilares fundamentales para unas buenas prácticas de orientación educativa a través de las escuelas de padres. Revista electrónica interuniversitaria de formación del profesorado, 18(2), 15-28.
  • Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) (2012): Primeras estadísticas oficiales sobre filiación religiosa en el Ecuador. Ecuador.
  • Nieto, M. C. (2005). Orientación e Intervención familiar. Educación y futuro: revista de investigación aplicada y experiencias educativas, (12), 131-140.
  • Otero, O. F. (1984). ¿Qué es la orientación familiar? Eunsa.
  • Pliego Carrasco, F. D. J. (2015). Participación comunitaria y cambio social.
  • Pliego Carrasco, F. D. J. (2017). Estructura de familia y bienestar de niños y adultos. El debate cultural del siglo XXI en 16 países democráticos. 2013. Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Sociales. Primera edición en la LXIII Legislatura de la H. Cámara de Diputados: 2017. SBN 978-607-8501-60-1. México.
  • Torre, J. C. (2001). Orientación familiar en contextos escolares. Universidad Pontificia Comillas. RB Servicios Editoriales, SL, Madrid.
*Estudiante del programa de especialidad en Orientación Familiar integral, Instituto de Postgrado de la Universidad Técnica de Manabí, Licenciada en Ciencias de la Educación mención en Psicología y Orientación Vocacional. e-mail: kattymoreira16@hotmail.com kmoreira4380@utm.edu.ec, tel. +5930981281164
** Licenciada en Ciencias de la Educación. Estudiante del Programa de Maestría de Investigación en Educación Mención Enseñanza Básica del Instituto de Postgrado de la Universidad Técnica de Manabí. e-mail mzambrano5996@utm.edu.ec, tel. +5930981811193.
*** Doctor en Ciencias de la Educación. Profesor Titular Principal del Instituto de Postgrado de la Universidad Técnica de Manabí. e-mail jzambrano@utm.edu.ec, jimmychatea@gmail.com, tel. +5930990475029.

Recibido: 02/07/2019 Aceptado: 09/07/2019 Publicado: Julio de 2019


Nota Importante a Leer:
Los comentarios al artículo son responsabilidad exclusiva del remitente.
Si necesita algún tipo de información referente al articulo póngase en contacto con el email suministrado por el autor del articulo al principio del mismo.
Un comentario no es mas que un simple medio para comunicar su opinion a futuros lectores.
El autor del articulo no esta obligado a responder o leer comentarios referentes al articulo.
Al escribir un comentario, debe tener en cuenta que recibirá notificaciones cada vez que alguien escriba un nuevo comentario en este articulo.
Eumed.net se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios que tengan lenguaje inadecuado o agresivo.
Si usted considera que algún comentario de esta página es inadecuado o agresivo, por favor, escriba a lisette@eumed.net.

URL: https://www.eumed.net/rev/caribe/index.html
Sitio editado y mantenido por Servicios Académicos Intercontinentales S.L. B-93417426.
Dirección de contacto lisette@eumed.net