Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


EL PAPEL DE LAS MUJERES EN LAS GESTAS INDEPENDENTISTAS DESDE EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE DE LA HISTORIA DE CUBA

Autores e infomación del artículo

Diosmery Morales García*

Danaysi Santana González**

Norcaby Pérez Gómez ***

Universidad de Cienfuegos, Cuba

Correo: dmorales@ucf.edu.cu


RESUMEN
La investigación realizada parte de las insuficiencias detectadas en los estudiantes de 9no grado sobre el papel jugado por la mujer cubana en las gestas independentistas, corroboradas a través del diagnóstico, por medio de la encuestas a alumnos, entrevistas a alumnos y especialistas. La investigación ofrece elementos y conceptos para trabajar el papel de la mujer en el período comprendido (1868-1898). Se aplicaron en el estudio métodos teóricos y empíricos. La misma permitió alcanzar el objetivo propuesto lo que favoreció elevar el conocimiento de los alumnos.
PALABRAS CLAVES: mujeres cubanas- gestas independentistas – alumnos- objetivo-conocimiento
ABSTRACT:
The investigation carried out part of the shortcomings detected in the 9th grade students about the role played by the Cuban woman in the independence struggles, corroborated through the diagnosis, through the surveys of students, interviews with students and specialists. The research offers elements and concepts to work the role of women in the period covered (1868-1898). Theoretical and empirical methods were applied in the study. The same allowed to reach the proposed objective which favored raising the knowledge of the students.

KEY WORDS: Cuban women- independentistas feats- students- objective- knowledge.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Diosmery Morales García, Danaysi Santana González y Norcaby Pérez Gómez (2019): “El papel de las mujeres en las gestas independentistas desde el proceso de enseñanza aprendizaje de la historia de Cuba”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (junio 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/06/mujeres-gestas-independentistas.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1906mujeres-gestas-independentistas


INTRODUCCIÓN
En los momentos actuales la enseñanza de la Historia se ha redimensionado y sigue siendo una de las disciplinas de mayor prioridad en la educación cubana por sus valores cognitivos y axiológicos, pero existen varios contenidos que han sido alejados de los estudios históricos, tal es el caso de la historia de los grupos marginados, el hombre común, el estudio de etnias, raza, religión, así como la historia de las mujeres, para muchos autores las grandes olvidadas en la historia.
En el proceso de treinta años de lucha armada contra el coloniaje español y por la independencia nacional que transcurrió en Cuba de 1868 a 1898, se registró la participación activa y eficiente de la mujer. La ayuda que la misma prestó a la causa mambisa fue extraordinaria, así lo refiere el maestro “… las campañas de los pueblos sólo son débiles cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer; pero cuando la mujer, culta y sencilla de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño la obra es invencible.
Por su importancia el tratamiento de la mujer en la Historia de Cuba ha sido ampliamente analizada por autores internacionales como: Garrido. H B. (2012), Cosp M. C (2013). Guillén N. P (2014), Ellos coinciden que la mujer debe ocupar un papel fundamental en la humanidad igual que los hombres. Además de realizar una especie de estrategia para la construcción de la historia de la mujer.
 En el ámbito regional Domínguez M. I (2003), Álvarez .M. (2004), sus investigaciones tienen en común que hombres y mujeres son seres humanos en general, que deben ir dirigidas a la equidad entre mujeres y hombres, ya que históricamente se han establecido diferencias que impiden que las mujeres puedan llegar en muchos casos a potenciar actitudes intelectuales y afectivas, limitando su desarrollo en la sociedad donde viven.
 Tenorio M. D. (2007). Álvarez Y (2011), Carbonel, E. E. (2013) las cuales coinciden que tanto hombres como mujeres, juegan y han jugado un papel fundamental a lo largo de la historia y en la sociedad cubana actual, desarrollando tanto hombres como mujeres las tareas que se le asignan pertenezcan a un género u otro.
A partir del estudio realizado la autora comparte los criterios de Tenorio M. D. (2007). Álvarez Y (2011), Carbonel, E. E. (2013), ya que tienen elementos en común y coinciden con que la mujer a lo largo de la historia ha jugado un papel fundamental al unísono de los hombres. No obstante se ha podido constatar que aún es limitado el tratamiento de la mujer en el Proceso de Enseñanza - Aprendizaje de la Historia Patria en todos los niveles de enseñanza. Con énfasis en la Secundaria Básica. Manifestándose en el centro donde labora la autora de la investigación. Con la aplicación de diferentes técnicas e instrumentos se ha podido constatar que existen insuficiencias de los estudiantes de 9no grado del Centro Mixto Nguyen Van Troi en el tratamiento del papel de las mujeres cubanas en las gestas independentistas.

DESARROLLO
La escuela Secundaria Básica tiene como fin la formación  general integral del adolescente cubano, para ello se imparten asignaturas priorizadas para lograr dicha preparación como es el caso de Español, Matemática e Historia, además de otras que conforman el currículo base de cada año.
El cambio del Proceso de Enseñanza – Aprendizaje se ha enfocado durante muchos años en una posición frontal del docente, centrado en el componente instructivo sobre el educativo y desarrollador, generador de una actitud intelectual muy poco activa en el alumno. Por tanto se precisa de un conjunto de transformaciones que conlleven a la conciencia por el docente de la necesidad del cambio y de estudiar cómo lograrlo.
Este proceso tiene como propósito esencial contribuir a la formación integral de la personalidad del alumno y constituye una vía mediatizadora para la adquisición de los conocimientos, normas de comportamiento y valores. Además debe dirigirse a la apropiación de la cultura legada por las generaciones precedentes, la cual hace suya como parte de su interacción en los diferentes contextos sociales específicos donde cada alumno se desarrolla.
En este sentido el programa de Historia de Cuba que se imparte en noveno grado constituye una vía importante para la preparación del adolescente cubano, y su futura inserción en la sociedad Con tal propósito en la escuela secundaria básica comienzan en los primeros años de la enseñanza secundaria con el estudio de la Historia Universal, con mayor hincapié en la Historia de América y en noveno grado, el curso de Historia de Cuba constituye la sistematización fundamental de la historia patria en el nivel medio básico.
El contenido recibido por los alumnos en noveno grado se extiende desde el inicio de la historia cubana con sus primeros habitantes y hasta llegar a las consecuencias del derrumbe del capo socialista en Europa del Este. En las 120 horas del programa se seleccionaron los hechos y fenómenos fundamentales vinculados a la vida espiritual de la sociedad y la base material sobre la que se fundamentan como método marxista insoslayable para el análisis de la sociedad en la contribución a una concepción científica del mundo.
Además de utilizar la información obtenida de las diferentes fuentes para exponer de forma oral, escrita o gráfica el contenido histórico con sentido lógico, ejercitarse en la exposición y defensa de sus puntos de vista en el marco de una cultura del debate con fidelidad a los principios. Por tanto se le presta especial atención a destacar la importancia de la asignatura para la comprensión del mundo actual, sus contradicciones, logros y dificultades, así como para el desarrollo en los estudiantes de habilidades sentimientos, juicios y actitudes acordes con la sociedad.    
Se potencia las habilidades generales de carácter intelectual a partir del trabajo con el libro de texto y la búsqueda del material necesario. La asignatura es fundamental en el desarrollo de valores desde el potencial cultural y formativo del contenido histórico tales como: honestidad, honradez, responsabilidad, laboriosidad, solidaridad, incondicionalidad, patriotismo, y la formación de conductas responsables con respecto al medio ambiente, al patrimonio natural e histórico, a la convivencia y la salud, y las normas constitucionales, jurídicas, éticas y morales.
Se analiza la sociedad y el hombre, su historia y su cultura, desde una perspectiva dialéctico- materialista, para lograr una concepción integral acerca de la sociedad y el hombre, destacándose las individualidades, personalidades y el papel desempeñado por las masas populares. Así mismo, posee un enorme potencial para la formación político-ideológica de los estudiantes. El estudio de estas épocas históricas permite que los alumnos puedan valorar las condiciones materiales de existencia del hombre y sus particularidades, así como las peculiaridades de cada uno de los procesos históricos que han sido seleccionados.
Armonizar lo probatorio con lo esencial en las clases es requerimiento pedagógico de la enseñanza de la asignatura, porque si es importante la presencia de hechos demostrativos, importante es también la fuerza emocional con que expliquen, el grado de convencimiento que se evidencia en quien aborda el tema. En las clases no se desaprovecharán las oportunidades para actualizar a los alumnos sobre los escenarios históricos que estudian.
Seleccionar varios textos como vía de ejercitar tipos de lecturas, comprensión, análisis y elementos de interconexión con otras esferas del conocimiento como son la Literatura y el Arte, por ejemplo. Orientar el trabajo independiente de los alumnos hacia lecturas interesantes, visitas a museos, lugares históricos, entre otros. Los Programas Directores trazan pautas en esta dirección, las que deben ser enriquecidas con la labor creadora del profesor y el colectivo pedagógico del grupo.
La exposición oral del profesor, narraciones, descripciones, explicaciones, etc. bien utilizado, es muy importante para el desarrollo de la motivación, la animación y el entusiasmo en las clases. La tarea y demás actividades de estudio deben ser indicadas en aquel momento en el que el profesor lo considere más oportuno, de modo que no siempre hay que orientarla al final.
En Cuba el pensamiento político se ha movido de lo inferior a lo superior, lo cual constituye un elemento de gran importancia en el proceso de formación de la nación cubana. La aparición de hombres como los padres José Agustín Caballero (1762-1835) y Félix Varela (1787-1853); de José de la Luz y Caballero (1800-1862) y de José Martí (1853-1895), le conceden gran importancia al proceso de conformación de la nacionalidad cubana y la formación gradual de la conciencia nacional a través de valores, los intereses ideológicos de carácter político y moral, aunque se expresaran desde otras concepciones filosóficas y ético- artísticas.
Lo más importante es que se destacan dentro de esos valores el sentido de la Patria y el patriotismo, el amor a la independencia de Cuba y la soberanía, la justicia social y la unidad nacional. Estas ideas, estos valores, se van materializando en los contenidos emancipadores del 68 y del 95, en la revolución del 30 y coronados con el éxito de la última etapa.
En todas las épocas históricas vividas por el pueblo existen figuras que han reflejado el sentir de su pueblo. Ellas son personalidades históricas, las cuales mediante su estudio profundo contribuyen a la formación de valores. Irradian luz de aurora a las nuevas generaciones. Entonces el Proceso Docente Educativo a través del estudio de personalidades históricas tiene que contemplar primero lo que se pretende, o sea, "la aspiración, el propósito que se requiere formar en los estudiantes”.
En la obra de los clásicos y sus seguidores se hace énfasis en corroborar que los hombres hacen su historia, que la casualidad juega un papel importante en el surgimiento de las personalidades históricas, que las circunstancias históricas también juegan un papel decisivo en este sentido. La personalidad histórica positiva según N Chacón (p.225, 1996), es aquella que refleja con más fuerza la realidad objetiva que le rodea. Un hombre con aptitudes naturales y propiedades psíquicas capaces de entender, adaptar y transformar esa realidad con espíritu revolucionario y creador.
Para emprender el estudio de personalidades históricas en los programas de Historia de la Revolución Cubana se debe tener en cuenta los siguientes aspectos según la autora antes mencionada:
Condiciones del macro y micro medio social del individuo (diagnóstico).
Condiciones y tono de la comunicación en las relaciones interpersonales directas en el contexto de relaciones sociales.
Métodos activos y participativos del aprendizaje que desarrolle la inteligencia, la creatividad y la independencia cognitiva.
Formación de la autoconciencia y seguridad en sí mismo en correspondencia con los otros, valoración y autovaloración, espíritu crítico y autocrítico.
Pensamiento y acción flexibles ante las contradicciones y cambios de la realidad y compromiso con la realidad ante las exigencias morales de su época.
Atención al mundo espiritual interno (esfera de sentimientos y la voluntad).
Formación práctica de vivencias y experiencias morales, personales en las actitudes, conductas y relaciones humanas y formación de aspiraciones e intereses en forma de objetivos e ideales personales y sociales asociados a ser un hombre o mujer útil y de bien, a partir de la auto preparación de metas.
Estímulo de autenticidad y plenitud de actuar. Reconocimiento de las virtudes de cada uno.
La autora asume estos elementos para propiciar en la propuesta como trabajar las personalidades femeninas en el programa de Secundaria Básica.
Uno de los temas sociales más debatidos de todos los tiempos ha sido el de la mujer y su papel en la sociedad humana. Psicólogos y filósofos en distintos momentos han tratado temas donde ha estado presente la historia de la mujer, sin faltar aquellos que justificando su discriminación han querido demostrar su inferioridad física e intelectual.
El proceso de la humanidad está indisolublemente unido a las tareas por la emancipación de la mujer, línea seguida por todos los movimientos liberadores, aunque no siempre alcanzaron sus aspiraciones. Con la Revolución Burguesa Francesa se proclama por primera vez la Declaración de los Derechos del Hombre, donde también se analizan estos preceptos legales en la mujer, aunque en realidad solo tuvo un carácter humanista sin realizaciones prácticas.
La creación de la sociedad comunista propició con la declaración de los derechos del pueblo trabajador y explotado, que se acordara, en el Segundo Congreso de los Soviets de toda Rusia, en 1918, la primera ley del Poder Soviético que reconocía a la mujer las mismas facultades políticas que el hombre, aseverando que sin su participación no se podía acometer la construcción de la nueva sociedad. Milenarias luchas han desarrollado las mujeres en el reclamo de sus derechos a lo largo de todo el universo, sobresaliendo en este proceso Clara Zetkin, lo que se recoge en su obra “De los recuerdos sobre Lenin”, lo que él pensaba sobre el particular:
“El Partido debe contar con organismos, grupos de trabajo, comisiones, comités, secciones o como se decida denominarlos, cuya tarea especial consiste en despertar a las amplias masas femeninas, vincularlas con el partido y mantenerla bajo la influencia de éste. Para ello, naturalmente es necesario que desarrollemos plenamente una labor sistemática entre estas masas femeninas.
Ellas también son víctimas del capitalismo y desde la guerra lo son más que nunca. Es necesario prestar gran atención a lo formulado anteriormente vinculando a estos criterios la lucha afanada de la mujer en pos de estos postulados, lo cual se ha demostrado en el decursar del tiempo mundialmente.
Para hablar de la mujer en su proceso de desarrollo es necesario remontarnos a la conquista de América y señalar la india como punto de partida. La brutalidad de los conquistadores arrasó con nuestros indígenas, pero conoció también de su rebeldía. El exterminio de nuestros primeros pobladores, propició la introducción de la esclavitud africana en el país, ocupando el lugar de las indias las mujeres negras, integrándose así nuestro conglomerado social.
La mujer en la etapa colonial sufre con más rigor la asfixia de la Metrópolis, dedicándose generalmente a las labores domésticas. Solo le era permitido realizar trabajos menores, siendo doblemente explotada s en su condición de trabajadoras, recibiendo el 50 % o el 70% de lo que se abonaba como jornal a un hombre. La posibilidad de realizar actividades profesionales era nula, careciendo de todo tipo de derecho legal y ciudadano.
En aquellos primeros tiempos comienza a manifestarse el espíritu conspirativo de la época, muchas mujeres colaboran con sus hijos y maridos, palpándose que aún sin una formación política yace en ellas el sentimiento patriótico. En 1868 se inicia la lucha armada del pueblo cubano por obtener la independencia del yugo español y junto a estas luchas participa siempre la mujer, quedando plasmado su nombre en nuestra historia.
En la Asamblea Constituyente de Guáimaro en 1869, Ignacio Agramante a petición de Ana Betancourt le dio lectura a su carta de reclamación de los derechos de igualdad de la mujer dentro de la sociedad, vinculando por primera vez las luchas femeninas con el movimiento independista. La figura gallarda, humilde, negra y campesina de Mariana Grajales es emblema de valentía de nuestra patria, quedando su ejemplo grabado para siempre en las cubanas y cubanos.
El hombre y la mujer como seres sociales se encuentran inmersos dentro de una cultura que les transmite toda una serie de ideas, sentimientos, y conocimientos de la realidad vivida y que determina su acción como sujetos pertenecientes a un contexto específico. De esta forma aprenden a conducirse acorde a las reglas y normas establecidas socialmente, y al mismo tiempo transmiten a las nuevas generaciones todo este bagaje cultural.
Cada sociedad posee un orden ya establecido y que generalmente está basado en la dicotomía de lo masculino y lo femenino, es sobre esta base genérica que cada grupo social elabora sus reglas y normas, así estas responden a su manera de pensar, de ser y de sentir.
Desde los orígenes del ser humano, se ha distinguido que existe una notable diferencia entre las mujeres y los hombres, y el papel desempeñado por éstos últimos ha sido sobrevalorado a través de los años. De tal manera, existe una sociedad sexista que se ha expandido a todos los ámbitos de nuestra vida.
Los principales trabajos son desempeñados por los hombres, mientras la mujer es mantenida al margen de muchos ámbitos de la vida social como por ejemplo en la política. A pesar de la lucha por eliminar estas diferencias existen aún sociedades donde se manifiestan estas características. Por ende, se vive una realidad en donde las condiciones más idóneas son a favor de los hombres, y que trae consigo una desigualdad sociocultural entre hembras y varones.
Con base en lo anterior, se puede hablar de una ideología androcentrista que consiste en considerar al ser humano de sexo masculino como el centro del universo, como la medida de todas las cosas, como el único capaz de dictar leyes, de imponer la justicia, de gobernar el mundo.
Marta Lamas alude a las relaciones entre hombres y mujeres e investiga las maneras en cada cultura otorga distintos significados al hecho de ser mujer u hombre, por lo que sirve para reconocer que muchas de las creencias y normas que dictaminan qué es lo “propio” de los hombres y qué de las mujeres son simbolizaciones, o sea, construcciones culturales; entendiendo por cultura “el conjunto complejo de concepciones del mundo, normas, valores, creencias, tradiciones, costumbres (…)” (Lamas, 2002: 32).
Desde la infancia y en interacción con la sociedad a la que se pertenezca, se van construyendo una serie de expectativas para cada sexo que van determinando día a día la vida futura. Es por esa razón que para las mujeres se prepara un espacio privado, donde tienen que ser hogareñas, aseadas, tiernas, sumisas, débiles, obedientes, maternales. Mientras que para los varones se abre todo el espacio público donde muestran su inteligencia, fortaleza, rudeza, competitividad, racionalidad, esto les permite incursionar en la política, la ciencia, el trabajo productivo, mientras que para las mujeres quedan destinados los trabajos del hogar.
A pesar de lo expuesto anteriormente no se puede negar que los últimos años han significado un salto cualitativo para la mujer, pues se ha hecho visible la lucha de muchos países y organizaciones por eliminar las diferencias existentes entre ambos sexos. Cuba, a partir del triunfo de la revolución ha sido fiel ejemplo de este proceso, procurándoles a las mujeres igualdad de derechos con respecto a los hombres en todos los ámbitos de la sociedad.
Aunque no constituya el objeto de estudio de la presente investigación por la relación con el tema se hace necesario dedicar una breve reflexión a la categoría género. Los problemas de los géneros, para profundizar en el papel de las mujeres, no pueden ser abordados sin entrar a analizar el contexto sociocultural en el que nacen, se forman y expresan. Estos han evolucionado a través de la historia manifestando diferentes características y concepciones según la época en la que se desarrollan. Desde su origen hasta la actualidad, estos procesos han transitado por tres etapas fundamentales:

  • Las sociedades primitivas patriarcales o matriarcales.
  •  Las patriarcales tradicionales de carácter clasista.
  • La contemporánea post revolución sexual.

En los últimos años la categoría género ha cobrado un valor analítico que ha superado las expectativas, lo que se ha manifestado a través de un gran auge en el orden investigativo en la realización de estudios desde un enfoque o perspectiva de género, matizando numerosas áreas del saber y del trabajo con hombres y mujeres.
Muchos son los autores que han definido la categoría género, entre ellos Marcela Lagarde refiere que no es más que el “conjunto de atributos simbólicos, sociales, económicos, jurídicos, políticos y culturales asignados a la persona de acuerdo a su sexo” (Lagarde, 1990: 33). Muchos han sido los autores que han abordado o conceptualizado la categoría género por ejemplo.
En diferentes culturas la mujer se considera a partir de características exclusivamente femeninas: sumisa, dependiente, débil, incapaz, insegura, entre otras. Sin embargo, el hombre se designa por su coraje, por su decisión, por su fortaleza e inteligencia. Es por eso que cada sociedad, e incluso, en cada época se esquematiza y se vivencia lo tradicionalmente aceptado como masculino y femenino como algo “normal” y natural. (Rivero, 2009)
En la dinámica de las relaciones entre el hombre y la mujer influyen diversos factores: demográfico, político, económico legislativo, educativo, estético, ético-moral y cultural. No obstante, la construcción de la dinámica de las relaciones entre los géneros es un proceso que sin darse cuenta ocurre de forma cotidiana, es por eso que las influencias recibidas, deben ir dirigidas a la equidad entre mujeres y hombres, ya que históricamente se han establecido diferencias que impiden que las mujeres puedan llegar en muchos casos a potenciar actitudes intelectuales y afectivas, limitando su desarrollo en la sociedad donde viven.
El estudio sobre la perspectiva de género se ha planteado bajo diferentes ámbitos que van desde la división sexual del trabajo en sociedades simples hasta las esclavitudes de las mujeres, muerte materna, identidades de género, poder de las mujeres, normas jurídicas tradiciones en las relaciones de género. (Escobar y Alcázar, 2005).
Género se refiere a los roles y responsabilidades de la mujer y del hombre que son determinados socialmente. El género se relaciona a la forma en que se nos percibe y se espera que pensemos y actuemos como mujeres y hombres, por la forma en que la sociedad está organizada, no por nuestras diferencias biológicas. En la historia reciente, los roles de las mujeres han cambiado enormemente, las funciones sociales tradicionales de las mujeres de la clase media consistían en las tareas domésticas, acentuando el cuidado de niños, y no solían acceder a un puesto de trabajo remunerado.
Hoy la mujer cubana puede elegir y ser elegida en espacios donde se toman las decisiones y ejecutan políticas; tiene representación social a través de organizaciones de mujeres y campesinas. Para ella se ha abierto un mundo nuevo, que sale fuera del marco del hogar: estudiar, trabajar, defender su nuevo poder, son tareas cotidianas, a partir de su condición de ciudadana reconocida en igualdad con los hombres.
El enfoque de género permite reconocer la existencia de relaciones de jerarquía y desigualdad entre hombres y mujeres, expresada en manifestaciones de subordinación y discriminación en las sociedades que parten de concepciones de género establecidos. El dominio del género como enfoque y categoría analítica constituye un elemento clave en la preparación de los docentes que permite una mirada más justa y abarcadora de la realidad, lo que posibilita desempeñar a cabalidad el rol que les corresponde en la formación de las nuevas generaciones.
Por la importancia que se le concede al enfoque de género para la educación Vilma Espín, la presidenta fundadora de la FMC dirigió y orientó, desde el triunfo de la Revolución, la lucha por lograr el pleno y real ejercicio de la igualdad de género. Con estos objetivos encabezó la batalla ideológica que se libra en el país para eliminar la cultura atrasada que heredamos, acerca de los roles de género, los prejuicios, las creencias erróneas, los estereotipos sexuales tradicionales, los tabúes, para hacer realidad los principios revolucionarios codenativos de toda forma de discriminación, ya sea por el origen social, el color de la piel, la etnia, el sexo, la religión, la orientación sexual, y cualquier otra expresión de desigualdad  y trato peyorativo.
En 1965 en la III Plenaria Nacional de la FMC, 19 de febrero en el discurso Fidel hacía énfasis en este sentido de que con “…la Revolución ha ido desapareciendo una de las formas de discriminación más injustas que había: la discriminación de la mujer; esa de la cual no se hablaba pero estaba latente, subsistía y pesaba de una manera tremenda sobre la mujer en nuestro país”
Importancia del papel de las mujeres cubanas en las gestas independentistas durante las clases en la Secundaria Básica
La enseñanza y el estudio de la Historia en la escuela cubana adquiere especial significación en los momentos actuales ante los desafíos y retos de un mundo globalizado, caracterizado por aumento de desigualdades, el egoísmo, la injusticias, las guerras por lo que la actividad del maestro y profesores en el cumplimiento de su encargo social debe estar a la altura de sus tiempos.
El estudio del pasado histórico fortalecerá en los alumnos el amor a la patria, la decisión de luchar por la soberanía, les permitirá actuar consecuentemente con las tradiciones de lucha y solidaridad del pueblo, los ayudará a admirar la belleza de la lucha revolucionaria y de la obra de los hombres y las mujeres que la desarrollaron, despertará el deseo de imitarlos, desarrollará el amor al trabajo y al progreso, proporcionará el repudio a la injusticia social y la   política imperialista.
La Historia por su contenido, es un arma ideológica al servicio de la defensa de la Revolución, fuente para la formación y consolidación de los valores creados por  ella, base para arribar a conclusiones políticas concretas, así como para comprender el mundo contemporáneo y asumir una actitud revolucionaria ante los problemas. El estudio de la historia permite comprender e interpretar hechos y acontecimientos que suceden a nuestro alrededor y del que formamos parte.
Se ha dicho y con razón, que la importante misión científica de la enseñanza de la historia es propiciar que los alumnos descubran, el aspecto interno de los procesos que se reconstruyen sobre la base de los hechos, personajes, fechas, apoyados en datos, en fragmentos de documentos escritos, testimonios orales y demás recursos que contribuyen fuentes para su estudio.
Es la Historia una asignatura priorizada por su alto potencial formativo y humanista, a enriquecer el mundo espiritual y los conocimientos de los alumnos. Debe coadyuvar a relevar el carácter integrador de la historia como ciencia y contribuir al desarrollo de la identidad nacional, elevar la calidad cultural y de vida, fortalecer la memoria histórica, en fin incidir en la formación de una conciencia histórica que representa el desarrollo ideo –político, cultural, general integral de los alumnos por las lecciones que aporta el aprendizaje histórico para la vida.
La Historia es la llamada a hablar a los sentimientos de niños y jóvenes, en el lenguaje de los patriotas, de dejar impregnado el valor de los grandes ideales comunistas, de enseñar a sentir la importancia que para la humanidad tienen las luchas de los pueblos por su liberación, y el conocimiento del pasado de su patria, el odio hacia todos los regímenes de explotadores. El hombre desea perdurar, la historia representa ese propósito, pues la memoria histórica promueve la perennidad de las mejores ideas, valores, actitudes de los pueblos y las personalidades a lo largo de la humanidad.
El tema que se trata no por recurrente ha dejado de ocupar el centro de las reflexiones y debates metodológicos. El mismo se inserta en la problemática general de la dirección del aprendizaje y su selección obedece a la necesidad de orientar y dialogar colectivamente acerca de cómo dar tratamiento al tema de la participación de la mujer en la construcción de la historia cubana.
En más de una oportunidad, la mujer expresó frontal y valientemente sus ideales emancipadores a representativos del poder opresor y, consecuentemente, ejerció la práctica revolucionaria e introdujo materiales subversivos en el país, fundó clubes en el extranjero dedicados a dar ayuda en armas, municiones, ropa y medicina a los mambises, realizó gestiones cerca de personalidades internacionales tendientes a lograr apoyo a la causa de nuestra independencia; demandó de poderes públicos de países extranjeros el reconocimiento de la República en Armas; se destacó como periodista y oradora del movimiento revolucionario y rechazó en época de ilusiones y confusiones, la idea de anexar  Cuba a los estados Unidos, consciente del significado de tal paso.
También hizo de su hogar centro conspirativo y depósito de material de guerra, tomó parte en los preparativos de nuevas contiendas; siguió al esposo en la manigua, donde se consagró al cuidado de los heridos; resistió todas sus suertes y penalidades y vio morir a sus pequeños hijos víctimas del hambre y del frío; se incorporó al Ejército Libertador como soldado, dentro del cual realizó importantes misiones, desempeño cargos de responsabilidades y libró numerosos combates.
Tales son los casos de Adela Azcuy, Isabel Rubio, Bernarda Toro, Adriana del Castillo, Mercedes Silven, Mariana Grajales. La ayuda que prestaron a la causa mambisa fue extraordinaria, prueba de ello que en cierta ocasión, un alto jefe militar hispano atribuyó la permanencia de los focos de guerra en los campos de Cuba, al influjo ejercido en los libertadores por el intransigente patriotismo femenino.
Desde muy temprano comienza a verse la generosidad de las cienfuegueras, podemos mencionar a Luisa Maximina Ferry de Irady, nombre unido a numerosos actos caritativos y piadosos, que demuestran un espíritu noble que durante más de veinte años favoreció al asilo de huérfanas, gestionando personalmente con el Comercio de Cienfuegos para suministrar mensualmente los víveres necesarios para la manutención de las niñas asiladas.
Todos los días desde su central “Hormiguero” se ocupaba de mandar leche y viandas, ocupándose ella misma de que no les faltara ropas y alimentos. Otra hija ilustre de esta ciudad fue Clotilde del Carmen Rodríguez, “ La hija del Damují”, que además de ser la primera poetisa cienfueguera, bordó y pintó la bandera de Cienfuegos para que sirviera de lábaro o estandarte glorioso a los patriotas de la localidad que marcharon al campo de la revolución en 1869. Esta bandera fue entregada por José C. Delgado, cumpliendo un encargo de la inolvidable poetisa, a Germán Barrios, el infortunado patriota fusilado en esta ciudad el 27 de noviembre de 1870.
Entre las más destacadas de esta etapa en la localidad de Cartagena se encuentran la familia Oviedo Godals, incluyendo a Andreita Oviedo, digna representante de las mujeres en la lucha independentista en este territorio, quien colaboró en la confección de ropas y vendas para el general Eugenio Sánchez Agramonte, y junto a sus hermanos curó heridos, buscó armas y confidencias y hace todo lo que esté a su alcance para ayudar a la revolución. Estos jóvenes contaron además con el apoyo de su mamá Josefa Godals quien siempre inculcó a su familia el ánimo en los momentos más difíciles y cultivó en ellos un profundo sentimiento de pertenencia, patriotismo, humanismo, amor a la independencia y a la Patria.
Otras mujeres que participaron en esta guerra fueron: Julia Marcaida Méndez, quien siendo dueña de la finca La Ciruela se incorpora a la guerra como enfermera, estableciendo un hospital en dicha finca para atender a los heridos y posteriormente se incorpora a la invasión a Occidente. Participó en varios combates junto al coronel Francisco Pérez; Dionisia Rodríguez quien se dedicó a llevar correspondencias, medicinas y alimentos a las tropas dirigidas por Mariano Pino, burlando los cercos españoles; América Palenque Sosa – esposa del teniente del Ejército Libertador Andrés Soto Pulgarón, quien, a pesar de haber nacido en La Habana, se incorporó a la lucha en octubre de 1896 a los 18 años de edad, llevando consigo su pequeño hijo de seis meses de nacido
Paula González, quien se lanzó al campo de batalla desde el 1ero de noviembre de 1896 y se mantuvo durante toda la guerra en las márgenes del río Damují atendiendo a sus compañeros y montando guardia con la carabina al brazo para que estos descansaran, cuidando celosamente la entrada de la vereda y al terminar la guerra entró como abanderada de la infantería mandada por los capitanes Lorenzo Catasús y Marín Moró. Esta valerosa mujer que falleció en Cartagena el 15 de abril de 1952 a los 91 años de edad pidió a sus familiares y vecinos que cuando la vieran al borde del sepulcro no la dejaran morir sin oír un grito de “Viva Cuba libre”
A la génesis y al desarrollo de esa historia se halla íntimamente vinculada la mujer, por los grandes aportes que hizo por la causa de la liberación y el progreso material y social vale significar que es por lo tanto forjadora de su propia emancipación. Haciendo realidad la sentencia martiana “…Son entonces los corazones como la flor de la maravilla de nuestras sabanas, todas sensibles y de color rico; y hay guirnaldas del alma, lo mismo que de flores”

CONCLUSIONES
En la secundaria Básica actual, la asignatura Historia de Cuba constituye una prioridad en la preparación del adolescente y a su vez formación de sentimientos y valores patrios a corde a las exigencias modelo educativo.
El tratamiento de la mujer en el programa de Historia de Cuba, no satisface las necesidades de los estudiantes en el conocimiento del accionar de estas a lo largo a de todo el proceso revolucionario cubano.
La investigación ofrece una propuesta para el tratamiento de las mujeres en las gestas independentistas en el programa de Historia de Cuba en Secundaria Básica.

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*Licenciada en Marxismo Leninismo-Historia, profesora instructora del departamento de historia de la Universidad de Cienfuegos.
** Licenciada en Marxismo Leninismo-Historia, máster en dirección cinetífica.
*** Licenciada en Marxismo Leninismo-Historia, máster en ciencias de la educación y doctor en ciencias pedagógicas.

Recibido: 13/02/2019 Aceptado: 03/06/2019 Publicado: Junio de 2019


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