Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


CULTURA POLÍTICA Y RELIGIOSIDAD EN CUBA

Autores e infomación del artículo

Elieser Benítez Ávila *

Osmany Hernández Basulto**

Universidad de Holguín. Cuba

Email: ohdez@uho.edu.cu


RESUMEN:
La unidad es decisiva en la conformación de la identidad de la nación. Ella es expresión de la diversidad de la Revolución con todos y para el bien de todos que soñó Martí, que es la misma de los humildes y para los humildes que materializó el líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz el 1ro de enero de 1959 donde creyentes y no creyentes edifican una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible.
La presente investigación aborda aspectos relacionados con la cultura política y la religiosidad en Cuba, componentes esenciales de la vida espiritual de la sociedad, mostrando diferentes momentos históricos en entorno a su conformación. Expresa aspectos esenciales de la labor de los educadores encargados de transmitir parte de esa cultura política a las actuales y futuras generaciones, sin prejuicios sobre la religiosidad pues esta no se contrapone a los principios y valores del socialismo.

            ABSTRACT:
Unity is decisive in shaping the identity of the nation. It is an expression of the diversity of the Revolution with all and for the good of all that Martí dreamed, which is the same that Marti dreamed, which is the same as the humble and for the humbleThe revolution that materialized the historical leader of the Cuban Revolution Fidel Castro Ruz on January 1st, 1959, where believers and non-believers build a sovereign, independent, socialist, democratic, prosperous and sustainable nation.
This research deals with aspects related to political culture and religiosity in Cuba, which are essential components of the spiritual life of society, showing different historical moments around its conformation. It expresses essential aspects of the work of educators in charge of transmitting part of that political culture to current and future generations, without prejudices about religiosity, because this does not contradict the principles and values of socialism.
ABRAS CLAVES: cultura, política, religiosidad, cultura política.
KEYWORDS: culture-politics-religiosity,-political culture

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Elieser Benítez Ávila y Osmany Hernández Basulto (2019): “Cultura política y religiosidad en Cuba”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (marzo 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2019/03/cultura-cuba.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1903cultura-cuba


DESARROLLO
La unidad es decisiva en la conformación de la identidad nacional integrada por la diversidad del pueblo en una Revolución con todos y para el bien de todos, como soñó Martí. La misma de los humildes y para los humildes que materializó el líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz (a partir de ahora Fidel), el 1ro de enero de 1959, donde creyentes y no creyentes edifican una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible.
En la población cubana hay una gama de ideas y creencia religiosas muy diversas. Los retos actuales y futuros reclaman, como primera exigencia, articular todos los medios y fuerzas para fortalecer la unidad patriótica y moral del pueblo, desarrollar valores y enfrentar prejuicios y discriminaciones de todo tipo, los docentes necesitan de una debida preparación, con el fin(sin ofender los sentimientos de los creyentes) de desarrollar su cultura política que favorezca el ejercicio de la labor política- ideológica en la actualización modelo económico y social cubano de desarrollo socialista. La presente investigación aborda aspectos relacionados con la cultura política y la religiosidad en Cuba, como componentes esenciales de la vida espiritual de la sociedad que favorece el respeto a la diversidad y a afianzar la unidad, como aspecto cardinal en el proceso de formación de los estudiantes de los diferentes niveles de enseñanza.
La cultura política y la religiosidad se han desarrollado según el devenir histórico de la sociedad. La religiosidad ha existido junto al hombre como ser social en busca de respuesta a los fenómenos naturales y sociales. La cultura política a partir del surgimiento del Estado ha permitido comprender la forma en que la sociedad procesa sus creencias, imágenes y percepciones sobre el entorno; las influencias de estas en la construcción y mantenimiento de las instituciones y organizaciones políticas y religiosas.
Por la particularidad e importancia del tema que se trata proponemos a continuación un estudio teórico del mismo “(…) La cultura surge con el hombre que a su paso por la vida va dejando su propia herencia.” Marx, C. (1961) p. 122). Aquí se relaciona el surgimiento de la cultura como un proceso ligado a la especie humana, la cual se transmite de generación en generación; que permite comprenderla como realidad objetiva estrechamente ligada a la vida humana
La importancia de lo social en la formación de la persona, es analizada desde una dimensión cultural para una mejor comprensión por los educadores "(...) La cultura, es justamente el producto de la vida social y de la actividad social (…)" Vigoski, (1978) p.133). En esta dimensión del desarrollo de la personalidad, la cultura no se aprende, se adquiere; se asimila mediante la actividad. Es un proceso de apropiación del sujeto en el aprendizaje, que de forma activa y en interacción con los demás sujetos hace suyo los conocimientos, las técnicas, las actitudes, valores e ideales de la sociedad en que vive, convirtiéndose en cualidades personales de la cultura que caracteriza a la sociedad. En este proceso no sólo asimila, sino que también construye, critica, enriquece y transforma la cultura en un nuevo legado para generaciones futuras.
Castro,F. (2001), aborda la cultura desde su dimensión más abarcadora: la cultura general integral, definición que se expresa en el Modelo de Secundaria Básica (2000), y por autores como: Sánchez y Palomo (2003), Suarez (2007) y Tamayo (2009).
Al valorar el contenido de la cultura general integral Suárez (2007), defiende el criterio de incluir la historia. Aspecto que reafirma Tamayo (2009), quien define un concepto abarcador con el que se coincide, al plantear que la cultura general integral es:
El proceso de creación, apropiación y disfrute de los bienes espirituales generados en los ámbitos de la vida material y espiritual referidos a la historia, la política, la economía, la ecología, lo jurídico, lo estético, lo religioso, lo científico, lo filosófico y lo identitario que se configura en la personalidad del sujeto como sentido generalizador. Tamayo, (2009) p.58)
Esta definición permite subdividir la cultura general integral para dar tratamiento a un tipo específico de cultura como parte activa de la misma, cuya importancia lo amerite, para hacer más asequible su abordaje y medición. Estos tipos de cultura constituyen prioridad en un momento histórico determinado, según las necesidades sociales de cada época que posibilitan al individuo de forma creativa, reflexiva y crítica proyectar la transformación de su realidad social, incidiendo en la realización de un mundo mejor.
La cultura política es parte de la conciencia política; así como, la cultura, es parte de la conciencia misma. La conciencia política es una forma de aprehensión práctica espiritual de la realidad social, proceso que se realiza tanto a nivel psicológico-cotidiano como teórico-ideológico; pero siempre a través del prisma de determinados intereses sociales. Esos intereses orientan la actividad de su portador hacia la conservación o la subversión del régimen político, desde el punto de vista de determinado ideal social, no puede verse como la simple asimilación de patrones que permitan a los hombres y mujeres incorporarse e influir en la sociedad de manera tecnocrática y acrítica.
La cultura política es uno de los elementos esenciales en la defensa y conservación de la cultura general integral de los pueblos en la actualidad por lo que su apropiación por los profesionales de la educación impone el desarrollo de su conciencia política. El término ha sido ampliamente utilizado por diferentes autores en la literatura consultada, entre los que se destacan Sánchez y Palomo (2005), Tamayo, (2009), Fernández (2010), Gómez, (2015). Aunque, no todos se propusieron elaborar una definición precisa del término cultura política, la mayoría coinciden en la necesidad prioritaria del desarrollo incesante de dicha cultura.
Teniendo en cuenta la validez de los referentes anteriores, se asume la cultura política como: un sistema complejo de interacciones sociales establecido en un contexto histórico determinado; se revela a través del conjunto de conocimientos de la política, la economía, la sociedad, la historia nacional y universal, los avances de las artes, las ciencias y sus consecuencias éticas y sociales adquiridos a lo largo del desarrollo social; permite desde posiciones clasistas la formación y desarrollo de sentimientos, valores y convicciones que orienten hacia el ámbito específicamente político y asumir una percepción subjetiva respecto al poder político y con ello una actitud ante la vida y compromiso con el proyecto social que defiende.
La cultura política se transmite de generación en generación con un alcance universal y nacional. Se expresa en normas, valores, criterios, opiniones, creencias, sentimientos, acerca de cuestiones tales como la libertad, la igualdad, la democracia, la gobernabilidad, la participación, el proceso electoral y otras inherentes al sistema político en que vive y de otros Estados.
Las ideas, criterios y opiniones políticas al igual que las religiosas de nada valen si no hay sentimientos nobles, si no hay ideas justas en que apoyarse y se expresan en cuestiones tales como la libertad, la igualdad, la democracia, la gobernabilidad, la participación, el proceso electoral y otras inherentes al sistema político en que vive y de otros Estados, de creyentes y no creyentes, mostrando su nivel de desarrollo de cultura política.
En la historia de Cuba son muchos los ejemplos de revolucionarios con fe religiosa que sacrificaron y dieron su vida por la obra revolucionaria junto a los que no tenían esa fe.  “No hay contradicción entre la lucha por la justicia y la realización de la voluntad de Dios. La una exige de la otra (...) La necesidad material del hombre, base fundamental de la vida es lo más sagrado (...) No hay nada más sagrado que el hombre. No hay nada más sagrado que el derecho a la vida.” Betto, (1985) p.143. Al mártir religioso, al igual que el no religioso lo caracterizó su desinterés y altruismo en la lucha por la justicia social; valores que sustentan a los héroes y mártires de la Revolución.
Durante los años de Revolución en Cuba se ha demostrado que la religiosidad no se contrapone a la cultura política ni a los propósitos socialistas. Existen puntos de contactos entre religión y socialismo, donde se unen los patriotas revolucionarios, creyentes y no creyentes, al tener un objetivo común: la búsqueda del mejoramiento humano, la lucha por la vida, la lucha por la conquista de un futuro próspero y sostenible.
En la religiosidad también se expresa el rico potencial creador e imaginario del pueblo, resume las viven­cias históricamente compartidas y el modo con que el pueblo asume y manifiesta la representación de sus problemas y la manera de enfrentarlos, así como sus fiestas y esperanzas y como forma específica de manifestarse la religión es enfocada desde diversos ángulos, en unos casos como expresión cultural, en otros en tanto exteriorización de una fe religiosa que para algunos revela una imperfección o inmadurez de desarrollo.
En este caso enfocaremos la religiosidad desde su expresión cultural como forma genuina en que los pueblos revelan la vitalidad y capacidad transformadora de sus creencias, asumiéndola como: “como el grado y modo con que las creencias y prácticas religiosas se presentan en la conciencia y conducta del creyente o grupo de creyentes” Ramírez, (1993) p.85).
Definición que satisface los elementos suficientes y necesarios para su comprensión, en sentido general se coincide en atribuirle, entre los rasgos que la caracterizan, una asociación a la cotidianeidad y a los problemas y cultura de los pueblos; la intervención de sincretizaciones del catolicismo con religiones indoamericanas en la mayoría o africanas en ciertas zonas; la presencia de lo festivo; del mito y algunos apuntan la superstición; la exteriorización en peregrinaciones, imágenes, exvotos, mortificaciones y promesas; un cierto carácter utilitario en la esperanza del milagro.
La religiosidad es producto de las relaciones sociales que establecen los hombre, es parte de la cultura y cultura ella misma. Nadie discute la relación estrecha entre religión y arte. Por otra parte, la religión participa en las relaciones interpersonales, entre y dentro de grupos e instituciones como las que se producen entre el Estado y la Iglesia, actuando así en el campo político; colectiva e individualmente interviene en la conformación de la conciencia y regula conductas, al tiempo que ofrece alternativas de ideales, valores, modelos y expectativas de vida, actuando en la esfera psíquica.
La cultura cubana, es una mezcla de diversas culturas, cada una de las cuales, en un proceso definido por Fernando Ortiz de transculturación, ha incorporado en diferentes grados vertientes religiosas al nuevo producto cultural cubano, no sólo las institucionalmente organizadas, sino también las que el pueblo produce espontáneamente.
Se explica entonces, la necesidad de estudiar la religiosidad y la cultura política en Cuba como fenómeno social pues vivimos es un país con un gran número de personas con creencias religiosas.  Hay en ellos y en no creyentes otros valores: una creencia política, una fe política, forjadas a través de los años de lucha, de los sentimientos y razonamientos políticos. Se comparte la fe religiosa con la fe política, con la fe revolucionaria. Muchos principios éticos coinciden con principios religiosos: el sentido de la dignidad y el honor personal son consustanciales a los cubanos independientemente de ser religiosos o no. El carácter, la rectitud, la franqueza, la valentía, el sacrificio, son valores de la gran masa de religiosos y no religiosos que juntos comparten un mismo destino y, desarrollan a la vez una cultura política, una consciencia política.
La unidad de creyentes y no creyentes en Cuba es una práctica en la lucha por lograr un socialismo próspero y sostenible. No se trata solo la unidad en el plano táctico, de una cuestión coyuntural o de una simple alianza política. El vínculo se establece en el plano ético moral sobre el papel del hombre, religioso o no, ante los problemas políticos y sociales en defensa del bien. Alianza estratégica duradera y permanente, con sólidos fundamentos morales. Al respecto, expresó Castro, F. en entrevista a Betto, F:
“(…) La revolución cubana contribuyó a unir revolucionarios creyentes y no creyentes en la construcción del socialismo en una época en que la política ha entrado en un terreno casi religioso con relación al hombre y su conducta, a la vez hemos llegado a una época en que la religión puede entrar en el terreno político con relación al hombre y sus necesidades materiales. Cada uno tenga sus posiciones, se respetan las convicciones, las creencias, las explicaciones…” Betto,(1985) p.47)
La vida y obra de los principales pensadores cubanos está alejada de la discriminación religiosa. La propia historia demuestra que la religión en Cuba, no fue obstáculo para luchar por la libertad y defender las justas causas que llevan a lograr la independencia y la libertad.
En las Constituciones de Jimaguayú y de la Yaya, en las aprobadas durante la república mediatizada en 1901 y en 1940, no se hace referencia a elementos que puedan interpretarse como discriminatorios para los que profesan una fe religiosa. Esto se hace extensivo a los documentos del Partido Revolucionario Cubano fundado por José Martí y al Primer Partido Comunista Cubano, fundado por Carlos Baliño y Julio Antonio Mella.
En el nuevo texto constitucional de 1992 se recoge en el artículo 8 que el Estado reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa. Las instituciones religiosas están separadas del Estado. Las distintas creencias y religiones gozan de igual consideración. El artículo 42 proscribe cualquier discriminación, lo que incluye las motivadas por creencias religiosas. En el artículo 55  se reconoce, respeta y garantiza la libertad de cada ciudadano de cambiar de creencias religiosas o no tener ninguna, y a profesar, dentro del respeto a la ley, el culto religioso de su preferencia. Además, establece que la ley regula las relaciones del Estado con las instituciones religiosas.
En el  primer capítulo  de los estatutos del PCC se plantea: “El Partido Comunista de Cuba lucha por consolidar una nueva moral en la sociedad cubana, cimentada en la ideología de la Revolución, el colectivismo, la solidaridad y la justicia social, la confianza mutua, la disciplina consciente, la modestia, la honradez, el espíritu crítico y autocrático, la seguridad en el porvenir socialista; en consecuencia, combate resueltamente la exaltación de la ideología burguesa, el individualismo, la supervivencia de prejuicios raciales y discriminación de cualquier índole…”( Estatutos aprobados en el IV Congreso del PCC, (1992) p.34)
También existen hechos concretos en las décadas, que favorecen la cultura política de la población cubana y de los educadores en particular con respecto a la religión, la iglesia y los creyentes. Por ejemplo: la entrevista concedida por Castro. F, a Betto. F, quien luego escribe el libro Fidel y la religión, publicado en Cuba en el año (1985), Los encuentros de Fidel y otros dirigentes del país con líderes religiosos, la discusión previa al IV Congreso del PCC y el propio Congreso, donde se valora la posibilidad de que los creyentes con condiciones puedan ingresar al PCC y eliminar de sus documentos rectores cualquier término que pudiera interpretarse como discriminatorio.
Es significativo, además, el impacto causado por las visitas sistemáticas de líderes de diferentes religiones universales y el tratamiento dado por la dirección de la Revolución, lo que incluye representantes de denominaciones protestantes, religiones de origen africano, Budistas, Espiritistas, Musulmanes, Hebreos, los últimos tres Papas de la Iglesia Católica, el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Griega, el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, entre otros.
La preparación de la visita del Papa Juan Pablo II, en el año (1998), y en especial la comparecencia Fidel por los medios de difusión masiva, donde esclarece lo relacionado con esta visita y ofrece una información sobre el Papa, preparando al pueblo, resaltando los valores del jefe de Estado, la necesidad de un comportamiento cívico y evitando prejuicios, además del seguimiento dado a las actividades que desarrolló en su programa con amplia participación de creyentes y no creyentes, crearon las condiciones para que el pueblo cubano enriqueciera su cultura política y religiosidad.
Otro elemento importante fue la Celebración Evangélica en Cuba efectuada en varias provincias, donde las iglesias protestantes tuvieron la oportunidad de realizar actividades en las principales plazas, con seguimiento por los medios de difusión masiva. A partir del desarrollo de estas actividades, se incrementan las posibilidades que se les brinda a las instituciones religiosas para transmitir mensajes en fechas significativas por la radio y la televisión, además de televisarse eventos nacionales e internacionales asociados a diferentes celebraciones, conmemoraciones con carácter religioso o cultural.
Son varios los argumentos que muestran el reconocimiento y el respeto del amplio espectro religioso de Cuba por parte de las principales autoridades políticas y el Estado, pero no basta con conocer que existe una religiosidad, no basta con respetarla, hay que trabajar unidos por el socialismo y por un mundo mejor. Cuando la idea política triunfe, la idea religiosa no está apartada, ni es enemiga de los cambios.
No existen contradicciones entre los propósitos de la religión y los propósitos del socialismo, siempre que se actúa sobre la base del humanismo y del bien común. Las contradicciones en ocasiones las causan las malas interpretaciones de las doctrinas, los intereses personales, las ambiciones y los antivalores asociados a objetivos contrapuestos a la identidad nacional, al patriotismo y al socialismo.
De forma concreta se insertan las instituciones religiosas y los propios creyentes en la vida social cubana, para lograr que el sistema socialista se mantenga y desarrolle. Cientos de creyentes actualmente son militantes del Partido Comunista de Cuba y cumplen con las tareas políticas que les corresponden y en ocasiones también tienen responsabilidades dentro de sus iglesias.
Durante la lucha por el regreso del niño Elián González a Cuba se incorporaron organizaciones religiosas cubanas, de Estados Unidos y de otras partes del mundo, además líderes religiosos y creyentes fueron participantes activos en los programas de la Revolución, que se iniciaron en esos momentos.
Líderes religiosos cubanos y otros con grandes responsabilidades a nivel internacional, también cooperaron para que pudieran regresar los 5 Héroes, que estaban presos por luchar contra el terrorismo en cárceles de Estados Unidos, además de forma anónima cooperaron para que las relaciones entre Estados Unidos de América y Cuba se normalicen. También se generaliza el apoyo a la lucha de Cuba contra el Bloqueo de todas las personas, independientemente de su fe religiosa, porque desde el punto de vista ético y humano es inaceptable.
La participación de líderes religiosos como miembros del Parlamento Cubano, en  la dirección nacional de la Federación de Mujeres Cubana y en  las asambleas provinciales del Poder Popular, constituyen una muestra de su inclusión en los órganos fundamentales de dirección del Estado y en la sociedad civil cubana, además los miembros de las diferentes iglesias, en su condición de ciudadanos cubanos, son participantes activos en las organizaciones de masas y en las actividades que desarrolla el Poder Popular, incluyendo los procesos eleccionarios.
Las instituciones religiosas desarrollan proyectos asociados a diferentes sectores de la sociedad, por lo general se suman a los procesos de recuperación cuando ocurren desastres naturales, principalmente para ayudar a neutralizar los daños que ocasionan los huracanes.
Estos proyectos favorecen la Revolución y la unidad de los cubanos, aceptemos el bien junto al religioso que profesando una religión lo hace. La discriminación solo es útil a los enemigos del socialismo, a los enemigos de la Revolución, solo es útil a los que explotan, a los que someten, a los que agreden, a los que intervienen, a los privilegiados.
No hay incompatibilidad entre religiosidad y Revolución Socialista, existe una alianza estratégica para llevar adelante los cambios sociales necesarios. No se trata solo de un aspecto político sino también moral y de principios. No se concibe el cambio social profundo negando el derecho de cualquier ser, su pensamiento y sus creencias, derechos reconocidos en nuestra constitución como esencia del socialismo próspero y sostenible que construimos.

CONCLUSIONES

  • La cultura política y la religiosidad, son producto de la vida social y de la actividad social. La cultura política y la religiosidad forman parte de la conciencia social, que es una forma de aprehensión práctica espiritual de la realidad social
  • La religiosidad en Cuba tiene sus peculiaridades: sintoniza con lo diverso y con las características peculiares de cada localidad; por lo general a pesar de la diversidad de la fe religiosa prevalece también la fe en el socialismo y compromiso político.
  • La cultura política también se expresa a través de la religiosidad según los valores, criterios, opiniones y sentimientos, de los creyentes acerca de cuestiones tales como la libertad, la igualdad, la democracia, la gobernabilidad, la participación, el proceso electoral y otras inherentes al sistema político en que vive y de otros Estados.
  • La unidad de creyentes y no creyentes en la lucha política en Cuba es una práctica por un socialismo próspero y sostenible.

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*Prof. Titular, Universidad de Holguín.
** Prof. Auxiliar Universidad de Holguín Gmail: ohdez@uho.edu.cu

Recibido: 05/11/2018 Aceptado: 12/03/2019 Publicado: Marzo de 2019


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