Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


EL ENTRENAMIENTO PARA PADRES Y SU INCIDENCIA EN LOS PROBLEMAS DEL COMPORTAMIENTO DE LOS NIÑOS

Autores e infomación del artículo

Betty Elizabeth Alarcón Chávez*

Pamela Salvador Pérez**

Universidad Técnica de Manabí, Ecuador

bealarcon@utm.edu.ec


Resumen
El presente estudio tiene como objetivo determinar la efectividad del entrenamiento para padres en familias donde se encuentren niños con problemas de conducta. En los últimos años, muchas son las intervenciones recomendadas para este grupo, que se estima que tiene una prevalencia de entre el 6-15% de los pacientes. Los trastornos de conducta no solo afectan al niño, sino tienen un efecto que alcanza a su familia, escuela, amistades, rendimiento académico y autoconcepto.
La investigación se la realizó con 18 familias que terminaron las 6 sesiones ofrecidas por el programa. El tipo de investigación fue longitudinal y los instrumentos usados fueron el CBCL, una ficha sociodemográfica, observación y entrevista.
Los resultados demuestran cambios no solo a nivel del comportamiento, sino también se ven mejorías en los ámbitos de los problemas afectivos, ansiosos y somáticos de los niños.

Palabras claves
Niños – Entrenamiento para padres – Trastornos de conducta – Familia – Crianza

Abstract
The objective of this study is to determine the effectiveness of parent training, for parents in families with children with behavioral problems. In recent years, there are many recommended interventions for this group, which is estimated to have a prevalence of between 6-15% of patients. Behavioral disorders not only affect the child, but have an effect that reaches your family, school, friendships, academic performance and autoconcept.
The research was carried out with 18 families who completed the 6 sessions offered by the program. The type of research was longitudinal and the instruments used were the CBCL, a sociodemographic record, observation and interview.
The results show changes not only at the behavioral level, but also improvements are seen in the areas of affective, anxious and somatic problems of children.

Keywords
Child – Parent training – Conduct disorders – Family – Upbring

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Betty Elizabeth Alarcón Chávez y Pamela Salvador Pérez (2018): “El entrenamiento para padres y su incidencia en los problemas del comportamiento de los niño”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (noviembre 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/11/padres-comportamiento-ninos.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1811padres-comportamiento-ninos


Introducción
Los tratamientos infantiles han tenido un cambio radical, antiguamente, los problemas infantiles tales como los desórdenes de conducta, el trastorno negativista desafiante así como el trastorno por déficit de atención se los trabajaba directamente con los niños, pero a partir de la década de 1970 se empezó a implementar programas de entrenamiento para padres, ya que diversos estudios han dado como resultado que la ayuda a los padres es decisiva para modificar los problemas de conducta de los niños que han aflorado en edades tempranas, conductas que en ocasiones reflejan el inicio de un comportamiento antisocial (Alan E Kazdin, 2017; Alan E. Kazdin & Wassell, 1999; Patterson, DeBaryshe, & Ramsey, 2017; Webster-Stratton & Reid, 2010). Se cambió el enfoque de tratar al niño y se empezó a brindar apoyo a los padres brindándoles técnicas, conocimientos y habilidades que les ayuden a tratar de la mejor manera estos problemas de comportamiento de sus niños dentro del ambiente familiar. Este nuevo enfoque permitió a los padres fortalecer su rol de padres, dando como resultado un mayor bienestar y mejor desarrollo de sus hijos, logrando de esta manera que el tratamiento tenga mejores resultados que cuando se trataba solamente al niño.
Este nuevo enfoque tiene varias ventajas sobre la visión tradicional de la psicoterapia infantil (Box, Copley, Magagna, & Moustaki, 2015; McLeod, Smith, Southam-Gerow, Weisz, & Kendall, 2015; Peter, 2017). La primera ventaja es la de mejorar el trabajo de crianza de padre y madre, para que más adelante puedan enfrentar de manera exitosa los nuevos retos en la educación de sus hijos y prevenir problemas de comportamiento que puedan surgir más adelante. La segunda ventaja es que se utilizan métodos de tratamiento que han tenido un gran apoyo práctico. La tercera ventaja es que se puede realizar de manera grupal, siendo mejor el resultado costo-beneficio. Y la cuarta ventaja es una terapia más amorosa por que la imparten las personas que están a cargo de los niños y están en su ambiente natural. Aunque la principal ventaja es el poder prevenir que aparezcan problemas de comportamiento infantil al fortalecer la labor de los padres que están en peligro de maltratar a sus hijos debido a la estrecha relación que hay entre el maltrato y la existencia de los problemas de comportamiento ya mencionados (Bernazzani, Côté, & Tremblay, 2001; Piquero et al., 2016).

Problemas de conducta
Los problemas de atención clínica más relevantes en la práctica clínica de  niños y adolescentes son los llamados trastornos de conducta, donde se encuentran el trastorno negativista desafiante, los desórdenes de conducta y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), si bien este último de acuerdo a nuevas investigaciones es un trastorno del neurodesarrollo, su sintomatología es de corte conductual, con alteraciones en la actividad y conducta.
Los desórdenes de conducta inician en la edad pre escolar y continúan durante la edad escolar, sin ser tratados pueden tener graves repercusiones en el rendimiento y desarrollo de los niños, afectando no solo en su esfera escolar, sino también en el hogar, autoestima y auto concepto.
Los problemas de conducta afecta mayoritariamente a los niños, con una prevalencia de alrededor a 4:1 y se calcula que un 10% de los niños tienen problemas de conducta y de un 6-15% TDAH (Benjet et al., 2009; Cardo & Servera-Barceló, 2005; Fonseca-Pedrero, Paino, Lemos-Giráldez, & Muñiz, 2011)
Algunos estudios muestran que los trastornos de comportamiento, constituyen más de la mitad de las consultas clínicas (Déry, Toupin, Pauzé, & Verlaan, 2004; Gamazo Garrán, Díaz-Caneja Greciano, Rapado Castro, & Soutullo, 2007; Herreros, Sánchez, Rubio, & Gracia, 2004).
Si bien los problemas de conducta no se dan por un factor único, la familia es el lugar donde estos problemas empiezan y se multiplican, siendo de vital importancia que los padres puedan identificar y trabajar sobre los mismos. Un trastorno de conducta que no se trate, puede llevar hacia la instauración de una personalidad antisocial y problemas que trascienden a una rabieta o una mala nota, llegando a casos de criminalidad y delincuencia (DeLisi et al., 2018; Myers, Stewart, & Brown, 1998; Patterson et al., 2017; Schaeffer, Petras, Ialongo, Poduska, & Kellam, 2003).
Simonoff et al. (2004) plantea, luego de varios años de investigaciones, cual es la ruta por la que circulan los niños con problemas de conducta (gráfico 1), por lo que se vuelve de vital importancia el trabajo temprano con estos niños y sus familias.

Características del enfoque para padres
Tiene como objetivo que la madre, el padre o tutor legal del niño atiendan los problemas de comportamiento que este puede presentar. Con esto se trata de que con el entrenamiento adecuado las personas a cargo del niño con problemas aprendan las nociones sobre comportamiento y la manera de aprender, de tal forma que conozcan sobre el comportamiento de su hijo y realicen las destrezas y técnicas más convenientes para ayudar en los problemas de conducta. Básicamente se enseña lo relacionado al aprendizaje operante (Skinner, 1958, 1963; Skinner, 1977; Skinner & Ardila, 1977) y el aprendizaje social (Bandura, 1978; Bandura & Rivière, 1982; Bandura, Walters, & Riviere, 2007), y se aplican las destrezas y habilidades que son parte del enfoque de modificación del comportamiento como son el fortalecimiento positivo entre otros y tienen una gran eficacia comprobada. Se debe mencionar que actualmente los programas de entrenamiento para padres incluyen elementos distintos a los antes mencionados y que permiten a los padres realizar una mejor labor, dentro de estos elementos podemos mencionar el aprendizaje sobre desarrollo infantil, aprender sobre el manejo de estrés y control de la ira, así como una guía para solucionar los problemas y desarrollar habilidades sociales y comunicativas.

Entrenamiento para padres
Se define el entrenamiento de padres como una visión terapéutica en la cual se capacita a madres, padres y otras personas que están a cargo de los niños en nociones, técnicas y habilidades que les ayuden a comprenden y tratar los problemas de conducta de sus hijos. En un inicio el entrenamiento para padres se trató como una forma de análisis de conducta o conductual, luego se crearon programas bajo una óptica cognoscitiva de comportamiento, al involucrar en las técnicas terapéuticas algunos métodos cognitivos.
El programa de entrenamiento para padres que se siguió está basada en 6 sesiones, mismas que van en concordancia con programas internacionales de modificación de conducta (Breitenstein, Brager, Ocampo, & Fogg, 2017; Comer et al., 2017; Van Mourik, Crone, De Wolff, & Reis, 2017). El mismo consistió en seis sesiones de trabajo con los padres. Los temas trabajados fueron: estructura familiar, tiempo compartido, reglas y límites, técnicas de modificación de conducta, extinción de conductas y tiempo fuera.
Sesión 1: estructura familiar.- se trabajó con la familia en temas de jerarquía familiar, roles y funciones que cumple cada miembro, obligaciones de los padres y de los hijos. Ajustes en la estructura familiar están asociados con mejoras significativas en la satisfacción familiar y tiene un impacto positivo en las conductas de los hijos (K Hadfield, Amos, Ungar, Gosselin, & Ganong, 2017; Kristin Hadfield, Amos, Ungar, Gosselin, & Ganong, 2018).
Sesión 2: tiempo compartido.- se entrenó a los padres en lo que es compartir tiempo de calidad con sus hijos, reforzando las conductas positivas (Del Boca, Monfardini, & Nicoletti, 2017; Lee, Miernicki, & Telzer, 2017). Ginsburg (2007) exalta los beneficios del juego en el desarrollo saludable del niño.       
Sesión 3: reglas y límites.- se trabajó desde la disciplina positiva, cambiando la creencia de que el castigo físico es la única manera de poner reglas (Garcia Castillo, 2018; Kochanska, Brock, & Boldt, 2017; Soenens, Deci, & Vansteenkiste, 2017).
Sesión 4: técnicas de modificación de conducta.- desde el enfoque conductual, se les enseñaron a los padres técnicas basadas en las recompensas, mismos que se adaptaron a las situaciones individuales, con las mismas se busca reducir la frecuencia o desaparecer las conductas disruptivas que presentan los niños (Alvarez & Esperanza, 2018; Browning, 2017).
Sesión 5: extinción de conductas.- la técnica de extinción de conductas, se la aplica a aquellas conductas que no pueden ser solucionadas con las técnicas antes aprendidas, luego de una evaluación por parte del terapeuta (Apolo-Morán & Vera-Miranda, 2018; Tituana & Dayse, 2017).
Sesión 6: tiempo fuera.- en esta sesión se enseña a los padres a cómo lidiar con aquellas conductas que no se logran modificar con las técnicas antes vistas. Es una técnica controversial más si se la aplica de forma consistente y cuidadosa resulta efectiva (Beal, 2017; Riley, Wagner, Tudor, Zuckerman, & Freeman, 2017).
Finalmente se realizó una reunión con los padres para evaluar los resultados obtenidos luego del proceso

Metodología
Participantes
Dieciocho (18) familias niños con edades de 7 a 12 años con dificultades conductuales, mismos que se encuentran participando en talleres de entrenamiento para padres de la ciudad de Portoviejo.
Los criterios de inclusión para el presente estudio son los siguientes:

  • Niños y niñas de 7 a 12 años:
  • Cuyos padres deseen asistir al proceso de entrenamiento para padres.
  • Hayan autorizado la difusión de sus resultados.
  • Sus padres sepan leer y escribir.
  • Hayan completado el entrenamiento.
  • Presenten dificultades significativas en su comportamiento en la escuela o en el hogar.

Instrumentos

  • Ficha sociodemográfica.- Los participantes completaron una ficha sociodemográfica en donde se buscaba conocer el estado de los padres, cantidad de personas que vivían en el hogar, su escolaridad, etc.
  • Lista de comportamiento infantil (CBCL).- Este cuestionario, creado por Achenbach & Edelbrock (1983), mide de forma fiable los problemas afectivos, ansiosos, somáticos, de atención/hiperactividad, oposicionalistas desafiantes y de conducta. El cuestionario consta de 112 preguntas que se califican en una escala Likert. Se califica con 0 cuando no hay la conducta, 1 cuando la conducta mencionada aparece a veces y 2 cuando la conducta es muy frecuente.
  • Entrevista semiestructurada con los padres.
  • Observación clínica.

Procedimiento y plan de análisis
La captación de los participantes para el estudio se realizó con pacientes que acudieron a consulta en clínica privada. Se realizó la primera entrevista con los padres en donde se evidenciaron dificultades en el comportamiento de sus hijos y se pudo observar dificultades en su comportamiento, frustración ante las actividades, altos niveles de hiperactividad, falta de atención y otras dificultades específicas. Así también se evidenciaron dificultades específicas en cuanto a temas de crianza, falta de normas en el hogar y roles y funciones familiares mal establecidas. Los padres acceden a ser parte del programa, se les explica las sesiones, los resultados esperados y se despejan las dudas. Se aplica un CBCL que se llena para tener el dato base y la ficha sociodemográfica. Se realizan las 6 sesiones en un lapso de 3 meses, y se pide a los padres al finalizar que vuelvan a llenar otro CBCL y se realiza una segunda entrevista, misma que relata las estrategias empleadas y las dificultades encontradas.

Datos sociodemográficos
La edad media de los participantes fue de 9 años 5 meses; participaron 12 pacientes masculinos (67%) y 6 pacientes femeninos (33%). De los padres 8 (44%) están casados, 5 (28%) tienen segundas nupcias, 3 (17%) son divorciados, 1 (6%) es soltera y 1 (6%) viudo. Los participantes tienen un estatus socioeconómico medio – alto. La escolaridad de los padres es: 10 (56%) tercer nivel, 4 (22%) universidad incompleta, 2 (11%) bachillerato y 1 (6%) cuarto nivel.
Resultados
En la tabla 1 se pueden apreciar los resultados del CBCL inicial, mismos que muestran problemas significativos dentro de lo que es atención, hiperactividad, problemas opocisionalistas desafiantes y problemas de conducta. 3 participantes (17%) tienen algún grado de dificultades a nivel afectivo, 4 (22%) presentan complicaciones ansiosas, 4 (22%) presentan problemas somáticos, 18 (100%) presentan problemas de atención e hiperactividad, 12 (66%) presentan problemas oposicionalistas desafiantes y 15 (83%) presentaron problemas de conducta.
A los 3 meses muestran resultados positivos en 16 (89%) participantes, mostrando mejoría sobretodo en el área de conducta desafiante, atención e hiperactividad y problemas de conducta en general. La tabla 1 muestra los resultados obtenidos en la totalidad de la muestra. En el gráfico 2 se pueden apreciar los cambios luego de las 6 sesiones. A menor valor, menores problemas específicos se encontraron.

Una sorpresa que se encontró dentro de los resultados es que si bien, donde más cambios hay es en los trastornos de conducta, en los afectivos, ansiosos y somáticos también se vieron reflejada una mejoría.
Así también, los resultados de la entrevista con los padres arrojaron datos de interés para la investigación. Posterior al entrenamiento, la mayoría de los padres se siente más satisfecho con su rol, sienten que tienen mejor comunicación con sus hijos y sus parejas, se sienten más involucrados en las actividades de crianza y se sienten empoderados en su función como padres.

Discusión
Con los datos obtenidos del presente estudio se puede concluir que el entrenamiento para padres ha resultado bastante efectivo para el manejo de las dificultades conductuales que se presentan en niños, así también las cifras de problemas afectivos y somáticos han mejorado. El poder conectar a través del juego y la atención a los padres y sus hijos ha tenido efectos positivos en los síntomas presentados por los niños.
El objetivo primordial de los programas de entrenamiento para padres es el mejorar los problemas de conducta que presentan los niños, siendo interesante aunque no sorpresivo que tanto los problemas afectivos, ansiosos y somáticos se hayan visto reducidos. Esto se podría explicar con el tiempo compartido entre padres e hijos que da como resultado una mejor comunicación y permite a los niños hablar más fluidamente con sus padres, o simplemente el interés de los mismos en cuanto a sus hijos y sus dificultades.
Existen muchos debates en los que se cuestiona cual es la manera correcta de educar a los niños. Muchos padres en nuestro medio reconocen el castigo físico como muy efectivo, dando como resultados personas que a futuro desarrollarán sentimientos de minusvalía, depresión, ansiedad y rasgos violentos dentro de su conducta. La sociedad ha cambiado, y la forma de criar que anteriormente funcionaba, los padres se dan cuenta que hoy en día no. Vivimos en un mundo globalizado, los niños crecen conociendo cosas que los padres no conocen y en general su vida es muy diferente a la vida que vivieron sus padres.
Los padres al final del entrenamiento manifestaron sentirse “en control de la situación”, el empoderar a los padres a asumir sus funciones es una de los logros más importantes del entrenamiento y por lo que se suele recomendar más que otras técnicas. Al empoderar a los padres y que estos se den cuenta que el proceso de crianza no sobrepasa sus fuerzas, les da a los padres una perspectiva diferente de lo que es ser familia, y además, cuando otros problemas se presenten, esos padres saben que tienen las herramientas para solucionarlo.
Como muestra la evidencia científica, es importante conocer que los trastornos de conducta, llevan a desarrollar en las personas personalidad antisocial, por lo que no solo es importante un tratamiento efectivo, sino que debe ser en los primeros años de vida, y debe incluir a la familia, que es el primer apoyo del individuo, ya no estamos hablando solamente de que los niños se porten bien, estamos hablando de como va a ser su vida tomando en cuenta que, una vez que se cometen crímenes, y peor si son violentos, es muy difícil salir del circulo y recuperar al paciente.

*Docente – Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales, Escuela de Psicología, Universidad Técnica de Manabí Psicóloga clínica – Universidad Cristiana Latinoamericana Psicóloga educativa y orientadora vocacional – Universidad Técnica de Manabí Master en psicopedagogía – Universidad de la Rioja Psicóloga - perito
** Egresada – Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales, Escuela de Psicología, Universidad Técnica de Manabí

Recibido: 31/10/2018 Aceptado: 07/11/2018 Publicado: Noviembre de 2018


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