Idalmis Domínguez Serrano*
Universidad de Holguín, Cuba
idalmisds@feipa.uho.edu.cu
RESUMEN
La problemática de la integración de los  educandos con necesidades educativas especiales constituye una preocupación  actual. Los pedagogos se han dado a la tarea de investigar dicha temática en la  búsqueda de un sistema educativo más justo con igualdad de oportunidades y  cercano a la  equidad. El presente artículo resalta que, todo individuo  independiente de la raza, el sexo y el color tiene derecho a acceder a los  servicios educacionales que ofrece una sociedad; lo cual se retribuirá en una  persona más competente para vivir y ser útil en su contexto. Desde estas  perspectivas se hace un análisis crítico  alrededor de las  diferentes teorías que  abordan la integración de los educandos con trastornos en la conducta y se  valora el papel de la familia en dicho proceso. 
Palabras claves: integración social, trastornos en la conducta, familia
SUMMARY
  The problem of the integration of students with special educational needs  is a current concern. The pedagogues have been given the task of investigating  this topic in the search for a fairer educational system with equal  opportunities and close to equity. The present article emphasizes that every  individual independent of race, sex and color has the right to access the  educational services offered by a society; which will be rewarded in a person  more competent to live and be useful in its context. From these perspectives, a  critical analysis is made around the different theories that address the integration  of students with behavioral disorders and the role of the family in this  process is valued. 
Key words: social integration, behavior disorders, family
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
Idalmis Domínguez Serrano  (2018): “El proceso de integración social de los educandos con trastornos en la conducta. Papel de la familia”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (noviembre 2018). En línea:
 https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/11/integracion-social-educandos.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1811integracion-social-educandos
INTRODUCCIÓN
   Sobre el proceso de integración de los educandos con trastornos en la  conducta y su impacto a  escala social
La integración  socio-educativa de los niños, adolescentes y jóvenes que manifiestan desajustes  en su comportamiento constituye una preocupación para Pedagogos de diferentes  latitudes. Quienes dirigen su atención a la búsqueda de  alternativas para superar las dificultades en  la educación de estos. 
Alrededor de las desviaciones en la  conducta se referencian estudios que aportan datos que indican la incidencia de  esta problemática en diferentes contextos. Tal es el caso de Colombia donde se  plantea que de una población de 12.454000 habitantes aproximadamente el 41% de  ellos, no han satisfecho sus necesidades básicas, lo cual trae como  consecuencia abandono, malos tratos, problemas   del comportamiento y finalmente la delincuencia en los niños y los  jóvenes. El análisis está alrededor de si las  causas están dadas en factores sociales, económicos o de política estatal.
El aumento del fracaso escolar y los  problemas de adaptación social se recogen con un índice del 40% en el año  1998-1999 en una comarca perteneciente a Barcelona España. Aspecto que  vislumbra la situación existente en cuanto a la eficiencia de los modelos  educativos de integración social y escolar. En este propio país se habla de un  incremento de cifras pertenecientes al 245% en los años 1979-1989 en la  delincuencia juvenil en adolescentes del sexo femenino.
Ante tal situación la sociedad y los  organismos competentes no pueden estar ajenos. Es por ello que en el año 2001  por parte de la ONU, se hace un llamado para que se promulguen políticas  educativas basadas en la educación y el respeto a la comunidad, la nutrición y  la salud mental.
Para Cuba es una preocupación la  integración social y educativa de todos aquellos niños adolescentes y jóvenes  que muestran desajuste en su comportamiento y son diagnosticados con trastornos  en la conducta. En  el decreto ley 64 de 1982, aparecen contenidas las disposiciones referentes a su  atención que de manera general puntualizan:
El Ministro de Educación continuamente realiza llamados ante la Comisión de Prevención y Atención Social para incrementar los esfuerzos y perfeccionar el trabajo para lograr una mejor integración socio-educativa de los educandos con trastornos en la conducta, categoría III. En la literatura que se consulta aparecen diferentes perspectivas en cuanto al abordaje del problema, desde el ámbito escolar hasta el social.
El proceso de integración en  la práctica escolar en ocasiones genera manifestaciones de resistencia en los  implicados: profesores, padres, comunidad y en el propio alumno. Por cuanto se  requiere modificar actitudes para que se comprenda la envergadura y el  reto que se asume en cuanto a la atención a  todos estos educandos y a sus  necesidades educativas de  diferentes índoles. 
   La integración es el derecho  de toda persona a participar plenamente en la sociedad a la que pertenece y  gozar, de una forma no discriminada de todos sus servicios, I. Puigdellívol, (1998).  El cual plantea que las opciones de integración progresiva se agrupan en tres  variantes:
Por otra parte aparecen  autores que dedican sus estudios a la integración social, quienes consideran está  en un nivel macro. Las concepciones sobre este proceso son recientes y se  derivan del principio de normalización expuesto  por Bank-Mikkelsen y reformulado por Nirje (1969). En él se enfatizan en las  condiciones para la vida y no en la normalización de la persona. Estos elementos  refieren que la normalidad no está centrada en los logros del sujeto, sino en  la apertura, aceptación y asimilación de las instituciones sociales hacia ellas  (M. Pallisera, 1992), o sea es el entorno el que debe normalizarse, superando  la visión positivista del concepto de norma. 
   El presente  artículo referencia la existencia de cuatro tipos de integración (V. Steenlandt, 1991) física, funcional, societal y social. La última es integradora y  permite establecer relaciones entre las personas con o sin discapacidad de una  misma comunidad, para que participen y accedan a todos los recursos de los que  dispone su medio social concreto. La integración social es el fin hacia el cual  se orientan los procesos que se desarrollan en las Escuelas de Formación Integral.  Los objetivos generales de las estrategias, proyectos y programas que en estos  centros se implementan parten y van hacia ella (I. Domínguez,  2010). 
   Para alcanzar  la integración social los educandos  con trastornos en la conducta categoría III, necesitan aprender a vivir en sociedad, dentro de una  comunidad, tener y crear una familia, tener un vínculo laboral y participar en  los diferentes eventos sociales, I. Domínguez, (2010). El proceso pedagógico ha  de crear las condiciones para que el desarrollo de la personalidad propicie  esta meta, en lo que ocupa un lugar esencial el establecimiento de relaciones a  través de la comunicación. Para este fin se implican diversos agentes  educativos, incluida entre ellos la familia la cual juega un rol decisivo en el  proceso.
  La familia en el proceso de integración de los educandos con trastornos en la  conducta 
   La familia,  según la Declaración  Universal de los  Derechos Humanos, es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene  derecho a la protección de la sociedad y del Estado. 
   Los  estudios históricos muestran que la estructura familiar ha sufrido cambios a  causa de la emigración a las ciudades y de la industrialización. El núcleo  familiar es la unidad más común en la época preindustrial y aún sigue siendo la  unidad básica de organización social en la mayor parte de las sociedades  industrializadas modernas. Sin embargo, la familia moderna ha variado, con  respecto a su forma más tradicional, en cuanto a funciones, composición, ciclo  de vida y rol de los padres. El Instituto de Política Familiar en su informe, ¨Evolución de la familia en Europa¨, (2006)  expresa que:
   …las  crisis y dificultades sociales, económicas y demográficas de las últimas décadas  han hecho redescubrir que la familia representa un valiosísimo potencial para  el amortiguamiento de los efectos dramáticos de problemas como el paro, las  enfermedades, la vivienda, las drogodependencias o la marginalidad. La familia  es considerada hoy como el primer núcleo de solidaridad dentro de la sociedad,  siendo mucho más que una unidad jurídica, social y económica. La familia es,  ante todo, una comunidad de amor y de solidaridad. 
   Finalmente,  la familia todavía es la responsable de la socialización de los hijos, aunque  en esta actividad los amigos y los medios de comunicación han asumido un papel  muy importante. En La actualidad se manifiestan en la constitución de la  familia, cambios relacionados con la modificación actual del rol de la mujer.  En las sociedades más desarrolladas la mujer ya puede ingresar (o reingresar  después de haber tenido hijos) en el mercado laboral en cualquier etapa de la  vida familiar, por lo que se enfrenta a expectativas mayores que implican la satisfacción  personal y el logro del respeto en la sociedad y en su relación matrimonial.
   De  igual manera en este informe se plantea que las sociedades contemporáneas, y  especialmente las occidentales, tienden a creer que la familia nuclear es una  forma natural de relaciones familiares. La familia es concebida como un espacio  de “intimidad, amor y apoyo donde los individuos pueden escapar de los efectos  de las fuerzas deshumanizantes de la sociedad moderna". Generalmente se  representa a la familia como una entidad proveedora de amor y protección de las  asperezas del mundo industrializado, y como un espacio de calidez, comprensión  y cariño proveniente de la madre amorosa y la protección que debería esperarse  de un padre.
   Los diferentes estudios, en el orden histórico, sociológico, psicológico  y de la vida familiar ponderan que la familia se transforma de acuerdo a:
Por cuanto la familia es una de las instituciones más importante en el  proceso de educación de los educandos con trastornos en la  conducta y en el proceso de integración se privilegia su rol.  Entiéndase que la integración es el fin de la  Educación Especial más que una de sus funciones, para integrar a la vida social  y laboral a todos los alumnos (R. Bell, 1997). En este camino escuela y familia  andan juntas.
   Al referirse a las transformaciones que se operan en la familia, (P.  Arés, 1999), en los tiempos actuales y las tendencias en América Latina,  destaca los cambios estructurales, disminución de la natalidad, aumento  creciente del divorcio, aumento del conflicto entre lo asignado y lo asumido en  los roles sexuales y parentales, aumento de las uniones consensuales, cambios  en los conceptos de autoridad y obediencia. Es interesante precisar que, cada  familia asume su forma particular de interpretar y operar con esas influencias.  Elementos que se asumen a partir de su propia historia y a los recursos  psicológicos construidos, lo que revela una multiplicidad de manifestaciones,  que reflejan lo común y lo diverso de su identidad familiar y su identidad  regional.
   Hoy, la familia cubana se identifica a través de destacar su carácter  abierto aspecto que resulta común y se revela en su continua interacción con el  entorno. Lo cual se facilita por la propia estructura y organización a nivel  macrosocial y el carácter comunicativo del cubano. El mismo siempre está  dispuesto a recibir y a dar, aunque no siempre esa comunicación fluya con un  sentido de interacción necesario. 
   Una de las expectativas que se espera de la familia es que asuma que cualquiera de sus acciones tenga  un impacto educativo. Aspecto que no se puede dejar a la total espontaneidad,  por las consecuencias negativas que puede originar. La familia debe estar preparada  y capacitarse para un desempeño más efectivo. Para el logro de los procesos de  transformación que reclama el desarrollo de sus miembros y de la sociedad.
   En la conciencia social se pondera la importancia que tiene poseer una  familia  preparada, pero no siempre va  acompañada de acciones efectivas en las políticas de los estados en todos los  países. Por cuanto se constituye en una condición necesaria para elevar la  calidad de vida  de todas las familias y  de sus  miembros, atendiendo la  diversidad de estos y las necesidades educativas presentes. 
   La tarea de la educación familiar para las familias con hijos e hijas  con trastornos en la conducta para el mejoramiento humano tiene varias  dimensiones. Algunas son y están insertadas en voluntades y acciones macro  sociales, pero otras se llevan a cabo desde una dimensión más local y dependen  de las acciones conjuntas de los diferentes factores representados en el área  educacional, de salud y comunitaria. 
   La escuela es una de las instituciones que está preparada para ayudar  en esta intención, por contar con un personal preparado para hacerlo. Posee un  sistema de acciones y momentos que le permiten compartir de forma directa con  la familia la responsabilidad de la educación de los hijos. 
   El maestro y la escuela, están comprometidos a ejercer una influencia  orientadora en todas sus familias, desde el enfoque de la diversidad; tanto  con  las familias funcionales como las  disfuncionales. Por lo que, en las escuelas de Formación Integral para Jóvenes se  sugiere actuar con la concepción de equipo interdisciplinario, dada las  características de las familias y de los padres en particular.  
   Para enfrentar la orientación debe basarse en un conocimiento profundo  de las familias de cada uno de sus alumnos, que le permita evaluar con  exactitud la influencia de su dinámica familiar en el desarrollo del comportamiento  adecuado de sus hijos y la influencia y el comprometimiento con el proceso de  integración social. Estos aspectos no pueden valorarse al margen  de la vida familiar. La evaluación y  diagnóstico debe reflejar un conocimiento de la estructura, funciones, sistema  de relaciones, principales fortalezas, recursos protectores y factores de  riesgo que posee la familia. 
   En el libro “Para conocer mejor a la familia”, P.L. Castro y S.M.  Castillo presentan una propuesta interesante de indicadores y procedimientos  útiles para la caracterizar y diagnosticar a las familias. Es conveniente  señalar que aunque puedan aparecer características similares, cada familia  tiene su propia dinámica
   El conocimiento y estudio de los alumnos y sus familias es una fuente importante  de enriquecimiento y crecimiento personal y profesional. Cada familia tiene  vivencias de incalculable valor, que le serán útiles para organizar el proceso  docente-educativo y hacerlo más humano, más real, más significativo y sentido  para los educandos, la familia y para el maestro.
   La familia es un exponente de la diversidad, en los momentos actuales.  Se constituye en una realidad y una forma de existencia de todo fenómeno  material, pero también es una de las expresiones en la subjetividad del  conocimiento de la realidad. La misma tiene la responsabilidad de integrar a la  sociedad a un ciudadano que  dentro de una comunidad cree una familia y se constituya  un ser social útil y participe de diversos eventos sociales. 
   CONCLUSIONES
   El maestro  y la escuela, están comprometidos para ejercer una influencia orientadora en  todas las familias de los educandos con trastornos en la conducta desde el  enfoque de la diversidad. La familia juega  un rol decisivo en el desarrollo  del comportamiento adecuado de sus hijos con su influencia y por ende en el  proceso de integración social. La escuela debe enfrentar la orientación a la  familia para el logro exitoso de dicho proceso. 
   BIBLIOGRAFÍA