Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


EL PAPEL DE LA FORMACIÓN LABORAL A LA LUZ DE LAS PRINCIPALES CONCEPCIONES CIENTÍFICO TÉCNICAS CONTEMPORÁNEAS

Autores e infomación del artículo

Jorge Bernardo Díaz Pablos*

Universidad de Las Tunas, Cuba

jorgedp@ult.edu.cu


RESUMEN
El artículo aborda una sistematización teórica sobre la interrelación de la ciencia, la tecnología y  la formación laboral como  factores  que influyen  en la sociedad actual. La formación laboral es un tema tratado a escala internacional y de interés para la comunidad mundial dada su estrecha relación con el desarrollo científico y tecnológico y su incidencia en los procesos productivos. Esta posibilita al hombre tener una concepción científica del mundo, normas de conducta laboral, valores, conocimientos, habilidades y hábitos laborales asimilados por sí mismos lo que incluye, aplicarlos y transmitirlos, que indiquen la preparación de los estudiantes a partir de la integración del principio de estudio-trabajo.

Palabras claves: Ciencia, Tecnología Formación Laboral

SUMMARY

The article deals with a theoretical systematization on the interrelation of science, technology and labor training as factors that influence current society. Labor training is a subject dealt with at an international level and of interest to the world community given its close relationship with scientific and technological development and its impact on production processes. This enables men to have a scientific conception of the world, norms of labor conduct, values, knowledge, skills and work habits assimilated by themselves which includes, apply and transmit them, which indicate the preparation of students from the integration of the principle of study-work.

Keywords: Science, Technology, Labor Training

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Jorge Bernardo Díaz Pablos (2018): “El papel de la formación laboral a la luz de las principales concepciones científico técnicas contemporáneas”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (Agosto 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/08/formacion-laboral.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1808formacion-laboral


La ciencia y  la tecnología:   factores  que influyen  en la sociedad actual

Los avances de la ciencia y  la tecnología  son   factores  que influyen  en la sociedad actual. La economía, la política, la comunicación, entre otros; están considerablemente influidas por el desarrollo científico y técnico, el cual tiene una repercusión notable en la educación.
Hasta hace relativamente pocos años, a la pregunta “¿Qué es la ciencia?” se respondía  con frecuencia en los siguientes términos:
La ciencia es una forma de la conciencia social; constituye un sistema, históricamente formado, de conocimientos ordenados cuya veracidad se comprueba y se puntualiza constantemente en el curso de la práctica social.  La fuerza del conocimiento científico radica en el carácter general, universal, necesario y objetivo de su veracidad.
Esta definición, muy difundida en Cuba por vía de las sucesivas ediciones del Diccionario filosófico de M. Rosental y P. Ludin, cuya primera edición en ruso data de 1954, está centrada en el aspecto lógico gnoseológico de la ciencia y no incluye el proceso de trabajo y de las relaciones sociales en esta esfera.  No la define como lo que en realidad es:  a la vez un proceso y un resultado:  La ciencia como sistema de conocimientos y la ciencia como forma especial de actividad o como institución social, son dos planos diferentes de su análisis y no dos realidades independientes.
En años más recientes, la definición en el Diccionario de filosofía, editado por I. T. Frolov, cuya primera edición en  ruso data de 1980, ponía el énfasis en el aspecto "actividad":
La ciencia es una actividad dirigida a la adquisición de nuevos conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, que incluye todas las condiciones y elementos necesarios para ello: los científicos con sus conocimientos y capacidades, calificación y experiencia; la división y la  cooperación en el trabajo científico; las instituciones científicas con su equipamiento; los métodos del trabajo de investigación científica, el aparato conceptual y categorial y el sistema de información científica,  así  como toda la  suma de los conocimientos existentes, que constituyen la premisa, el medio o el resultado de la producción científica.  Estos resultados pueden ser también una forma de la conciencia social.
En definitiva, la complejidad, los distintos aspectos que la ciencia presenta se traducen en la dificultad para formular definiciones de la misma.  Quizá recordando o compartiendo el conocido criterio de Engels sobre que "la única definición real es el desarrollo de la propia esencia de la cuestión, pero esto no es ya una definición", John D. Bernal (1901 1971), eminente cristalógrafo inglés de orientación marxista —uno de los fundadores de los estudios sociales de la ciencia—, prefirió dar otro tratamiento a esta cuestión,  Según Bernal, la ciencia puede ser considerada:
•como una institución
•como un método
•como una tradición cumulativa de conocimientos
•como un factor principal en el mantenimiento y desarrollo de la producción
•como una de las influencias más poderosas entre las que dan forma a las creencias y actitudes respecto al universo y al hombre.
Y precisando a continuación cómo cada uno de esos propios aspectos de la ciencia debía verse también históricamente:
De los aspectos enumerados, los referentes a la ciencia como institución social    y  a  la ciencia como factor de la producción pertenecen exclusivamente a los tiempos modernos. El método de la ciencia y su influencia sobre lo que hombre cree, datan de los griegos, sino de antes.
La moderna tecnología está en el centro mismo de la civilización contemporánea. Ella cambia permanentemente el mundo en que vivimos, desde la producción social hasta la comunicación y la sensibilidad humana. Ninguna actividad científica será justificada moralmente si su realización pone en riesgo al hombre o algunos de sus atributos fundamentales.
En la actualidad se debaten múltiples conceptos y posiciones  en cuanto al estudio acerca de la relación entre ciencia, tecnología y sociedad (CTS) y el elemento común  fundamental es la preocupación  teórica por sus nexos.
La importancia de la ciencia y la tecnología en la sociedad moderna es algo bien conocida.  En el caso de Cuba  el programa del Partido Comunista de Cuba (PCC) subraya con claridad:
"…La necesidad de acelerar aún más la asimilación del progreso científico,  debe convertirse en instrumento fundamental para el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad y el perfeccionamiento de la vida social en su conjunto…" (Programa del PCC.1987.)
Para ello, se debe asegurar la asimilación activa en nuestras condiciones, de los avances de la ciencia y la técnica a escala mundial y el fortalecimiento sucesivo de la capacidad nacional de generación de tecnologías propias en los campos que se quiera y de acuerdo con las posibilidades del país.

La tradición de conocimientos, transferida de padres a hijos, de maestros a aprendices, se encuentra en la raíz misma de la ciencia, y ha existido desde las épocas más remotas del hombre y mucho antes de que la ciencia pudiera considerarse como una institución o pudiera haber desarrollado un método diferentes al sentido común o el sabor tradicional. 
Carlos Marx señaló: “En el producto del trabajo el hombre encarna su esencia, pero dicha esencia humana no es algo abstracto, inherente a cada individuo, es el conjunto de relaciones sociales.” 7 En el trabajo, el hombre, materializa sus fines e intereses, los que son expresión de sus necesidades producto a las relaciones que establece con otros hombres, con los medios y objetos de trabajo.
La escuela es la encargada de la asimilación de conocimientos, habilidades, hábitos, valores del universo laboral cambiante en los ámbitos social, económico y cultural, lo que exige la preparación de los estudiantes en la búsqueda de alternativas y métodos que propicien la creatividad, la independencia y la posibilidad de actuación como sujetos conscientes en los diversos grupos y espacios de la vida política, social, cultural y científica, donde los estudiantes se formen laboralmente.
1.1 Impacto mundial del desarrollo de la ciencia y la tecnología en la formación laboral.
La formación laboral se caracteriza, por lo que significa una profesión u oficio en el sistema de producción y de los servicios, instrumento para la subsistencia y seguridad, familiar y personal, y  la representación y defensa de los intereses del sistema social.
Lo laboral es un tema tratado a escala internacional y de interés para la comunidad mundial dada su estrecha relación con el desarrollo científico y tecnológico y su incidencia en los procesos productivos. Este  se agrupa en tres tendencias bajo un consenso general, que es el carácter preprofesional. Una primera tendencia representada por países desarrollados que ponen en primer plano la educación tecnológica a partir de la revolución científico técnica y en un segundo plano el desarrollo de hábitos y habilidades prácticas. Existen los países subdesarrollados incluidos los de América Latina, donde se le da a lo laboral un carácter utilitario y artesanal, y una tercera tendencia representada por  Cuba donde se busca un balance entre la actividad laboral y el desarrollo científico técnico para lograr la educación en el trabajo y para el trabajo.
La formación laboral se caracteriza, por lo que significa una profesión u oficio en el sistema de producción y de los servicios, instrumento para la subsistencia y seguridad, familiar y personal, y  la representación y defensa de los intereses del sistema social.
La idea referida anteriormente, permite reflexionar acerca del desarrollo de la ciencia y la tecnología y su creciente vínculo con la sociedad, en lo particular con la necesidad de preparar a las nuevas generaciones para utilizar los  conocimientos y las tecnologías en función del bienestar del hombre
Relación ciencia - tecnología - sociedad.
La educación tiene como fin  la formación y el desarrollo  del hombre  y de  la      cultura en interacción dialéctica. Este proceso se realiza a través de la      socialización, es pertinente  educar a un sujeto que responda a su época, que defienda su identidad  como cubano para no desprenderse de su cultura, la educación  a la que se aspira  tiene que ser integral, desarrolladora, como dijera Martí: “Hombres vivos, hombres directos, hombres independientes, hombres amantes eso han de hacer las escuelas, que ahora no hacen eso”.  
La educación debe lograr un adecuado equilibrio entre la formación científico tecnológica y el pleno desarrollo del hombre, debe ser en sí un proceso de interacción  entre la comprensión  y la aplicación  del mundo social y natural  y ser capaz de conducir al hombre a los niveles más altos de bienestar espiritual y material.
Se han realizado diversos esfuerzos por integrar los estudios sociales de la ciencia y la tecnología en una perspectiva interdisciplinaria que ha recibido diversas denominaciones sciencie studies; ciencia de la ciencia; cienciología y donde en idioma español se ha acuñado preferentemente el término de Estudios en Ciencia, Tecnología y Sociedad. (CTS).
Durante las últimas cuatro décadas el desarrollo de la cultura, la educación y la  ciencia  ha constituido una prioridad  fundamental del Estado Cubano.  Esto se ha evidenciado  no solo en los avances significativos  en estos campos, sino también  en una mentalidad y estructura de valores entre los profesionales, en particular  los vinculados con el campo científico técnico, donde el sentido de responsabilidad  social se halla  ampliamente extendido.
Existe una clara percepción ético - política del trabajo científico, sobre todo, para satisfacer las urgencias del desarrollo social y la satisfacción de las necesidades  de los ciudadanos.  La educación en ciencia tecnología y sociedad persigue, precisamente, cultivar ese sentido de responsabilidad social de los sectores vinculados  con el desarrollo científico, tecnológico y de innovaciones.
Los orígenes de la historia de la ciencia y la tecnología  se remontan al siglo XVIII, como discurso sobre la revolución científica de los dos siglos anteriores, cobra mayor interés práctico y académico en los últimos años. De hecho la ciencia no es un ente aislado, sino que se desenvuelve en el contexto de la sociedad, de la cultura e interactúa  con sus más diversos componentes.
Disímiles han sido las definiciones de ciencia que se han dado a través de la historia por diferentes autores de reconocido prestigio científico y profesional, entre ellos tenemos a Bernal, Jorge Núñez Jover , Marx, Lenin, Fidel Castro, entre otros, situados en la enorme polisemia del término Ciencia, asumimos el concepto que ofrece Fidel Castro Díaz-Balart  donde plantea que: “Ciencia, no es solo un sistema de conceptos, proposiciones, teorías, hipótesis, etc., sino  también, simultáneamente, es una forma específica de actividad social dirigida a la producción, distribución y aplicación de los conocimientos acerca de las leyes objetivas de la naturaleza y la sociedad. Aún más, se nos presenta como una  institución social, como un sistema de organizaciones científicas cuya estructura y desarrollo se encuentran estrechamente vinculados con la economía, la política, los fenómenos culturales, con las necesidades y posibilidades de la sociedad actual”.
Las soluciones técnicas a los problemas planteados por la ciencia son solo una parte del tema, pues en tal sentido es necesario valorar además los aspectos organizativos y los valores implicados en los procesos de innovación, así como los niveles de participación; por tanto la tecnología se entiende, asumiendo también los criterios de Díaz-Balart como: “un proceso social, una práctica  que integra factores psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales; siempre  influido por valores e intereses  de su sociosistema, que contribuyen  a conformarlo y es, a su vez, conformada por él”  .
No obstante, la percepción de esta unidad contó en aquellos momentos con diversidad de criterios y posiciones, entre las que se encontraban, incluso, aquellas que subestimaban el papel de los factores sociales en el desarrollo científico técnico (paradigma lógico-positivista); lo que consecuentemente encontró una fuerte crítica en investigadores y autores tales como T.S. Kuhn, quien planteara en uno de sus libros la necesidad de desarrollar una imagen social de la ciencia; lo que fue continuado con profundas reflexiones filosóficas, sociológicas e históricas de la ciencia, definiéndose en la segunda mitad del siglo XX como una respuesta a los desafíos sociales e intelectuales y planteándose como misión central: “la exposición de una interpretación de la ciencia y la tecnología como procesos sociales; es decir, como complejas empresas en las que los valores culturales, políticos y económicos ayudan a configurar el proceso que, a su vez, incide sobre dichos valores y sobre la sociedad que los mantiene”
Al admitir que el conocimiento científico tiene un determinado valor social, se debe admitir también que está vinculado a necesidades sociales, las cuales no excluyen las propias necesidades de la ciencia, ya que no solo la producción, la economía y la vida espiritual de la sociedad crean necesidades, sino que el desarrollo del conocimiento es también una necesidad social.
La educación en ciencia, tecnología y sociedad, persigue, precisamente, cultivar ese sentido de responsabilidad social de los sectores vinculados  con el desarrollo científico tecnológico y de innovaciones.
La ciencia y la tecnología  son procesos sociales profundamente marcados  por la civilización donde han  crecido; el desarrollo científico tecnológico requiere de una  estimación cuidadosa de sus fuerzas motrices e impactos, un conocimiento profundo   de su interrelación con la sociedad.
Hoy día  los estudios en CTS, constituyen una importante área de  trabajo en investigación académica, política, pública y educacional, en este campo se trata de  entender los aspectos  sociales del fenómeno  científico tecnológico, en lo que respecta a sus condicionantes sociales, como a sus convicciones sociales y ambientales.
La globalización actual y el enorme empuje tecnológico representan un enorme desafío para los países de América Latina, cuya vulnerabilidad económica, política y social se manifiesta claramente por el impacto de la crisis económica y la implantación de los modelos neoliberales en la región.
Aparejado a ello, la globalización de la actividad científica en el mundo de hoy es un fenómeno vinculado a la evolución del capitalismo mundial y que en su etapa de globalización utiliza la ciencia como factor de dominación adicional.
La ciencia y la tecnología actuales no suelen actuar como agentes niveladores, tal como hicieron otras innovaciones del pasado como la radio y los antibióticos, sino que tienden más bien a hacer a los ricos más ricos y a los pobres más pobres, acentuando la desigual distribución de la riqueza entre clases sociales y entre naciones.
Relación necesaria  entre educación, la ciencia, la tecnología y la sociedad.
La única alternativa para preservar la soberanía e identidad en el mundo  contemporáneo  es aplicar el precepto martiano “ser cultos es el único modo de ser libres”   y ser cultos en los albores del tercer milenio significa incorporar a la percepción  cultural  general, los fundamentos esenciales  de la ciencia, en este sentido resulta  imposible vivir en un mundo  en el que la ciencia  está presente por todas partes, donde el espíritu  de perfección  del hombre lo ha llevado: de lo simple a lo complejo, de lo magro a lo abundante, de lo bueno a lo mejor, de lo mejor a lo excelente, esta inquietud no se detiene nunca.
En los tiempos de la información  y el conocimiento  que vive el mundo hoy, la educación emerge  como uno de los recursos estratégicos vitales para los procesos  de desarrollo  económico y social  en los inicios del nuevo siglo.
La educación no solo como la encargada de sus funciones tradicionales de transmitir y adquirir viejos y nuevos conocimientos, sino como pilar en la formación integral del ser humano, el acercamiento a nuevos paradigmas, la concientización  y eliminación de las desigualdades sociales, el fortalecimiento  de los derechos a la participación, la libertad y el acceso  a la información   y la cultura, en un equilibrio  del hombre y la mujer con su entorno por un crecimiento económico sostenible, en general, podemos referir  que la educación es esencial  para  proveer al sujeto de un conjunto de saberes que lo hagan estar a tono con la sociedad  donde se impone día a día el desarrollo y el crecimiento personal y profesional.
Según informe de la UNESCO-1996, la educación tiene como una de sus funciones más importantes la de dotar a las jóvenes generaciones de las capacidades necesarias para desempeñarse con propiedad en la sociedad productiva. Función esta, que se hace extensiva a todos los miembros de la sociedad sin importar su edad, cuyas ventajas de flexibilidad, diversidad y accesibilidad en el espacio y en el tiempo, vayan más allá de la distinción entre educación básica y educación permanente y proporcione a los individuos competencias de orden genérico adaptables a los cambios en los entornos tanto productivos como cotidianos; constituyendo esta una de las llaves del siglo XXI.
El progreso científico y tecnológico no podrá desligarse jamás de la educación, pues es precisamente esta quien proporciona de manera organizada los saberes necesarios para resolver los problemas sociales y personales y, sobre todo, quien propiciará una formación en los valores más elementales que distingan  por siempre al ser humano de las máquinas y los equipos. En este empeño la educación no podrá cejar jamás ante el colosal avance de la tecnología, la cual no debe sustituir bajo ningún concepto al hombre en su función social.
De igual forma, si importante es la educación para el desarrollo científico y tecnológico, no menos importancia posee la ciencia y la tecnología para el desarrollo de la educación.
El principal instrumento para garantizar que la actividad científica produzca los impactos necesarios en el desarrollo educacional, es “el sistema de ciencia e innovación tecnológica, como forma organizativa mediante la cual se materializa la política científica y tecnológica (…) en correspondencia con lo normado por el ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente” .
Partiendo del encargo asignado por la sociedad cubana a los docentes, los fundamentos de nuestra Política Científica Nacional son entre otros los siguientes:
•           Tiene carácter estratégico, al articular las demandas inmediatas y perspectivas, velando por el adecuado balance entre las investigaciones fundamentales y aplicadas.
•           Sus protagonistas son los directivos educacionales, investigadores, personal pedagógico, trabajadores de la producción, estudiantes y otros agentes educativos de la comunidad.
•           Se organiza a partir de Programas, Proyectos y  Experiencias pedagógicas de avanzada, que respondan a los problemas y prioridades del país, los territorios, las empresas del organismo y los centros educacionales.
•           Se sustenta en las prioridades de las enseñanzas en los diferentes niveles del Sistema Educacional (municipio, provincia, país).
•           Promueve la creación de una Cultura de la Información y un mejor manejo del conocimiento que se deriva de la actividad de Ciencia e Innovación Tecnológica y su conversión a información.
Todo esto  se evidencia muy explícitamente en los  Programas Priorizados de la Revolución, al poner en manos de todos, modernas tecnologías con la finalidad   de aprender a utilizarlas y aprovechar sus potencialidades para hacer de ellos medios de enseñanzas que nos permitan crecer profesionalmente y espiritualmente.
La educación constituye  una clave para la democratización, la equidad  y la eficiencia, en la perspectiva de  los cambios  que se suceden  en el mundo los países y las personas  que no posean una buena formación, susceptible de permanente actualización, quedará marginada en lo económico, lo social y lo cultural.
La formación básica generalizada  es imprescindible,  entendiendo  que ella ahora  exige una cierta actualización tecnológica, por ejemplo, el dominio de conocimientos informáticos. Los ciudadanos deben ser educados para aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.  Los procesos de  producción, difusión y aplicación  de conocimientos propios de la labor científica son inexplicables al margen  de los  intereses  económicos, políticos, militares, entre otros que caracterizan los diversos contextos  sociales.
En este sentido se le concede especial  importancia a la educación  y el conocimiento  se considera el elemento central  del nuevo paradigma  productivo  por lo que la transformación educativa es esencial; los cambios en esta etapa deben basarse en la descentralización,  autonomía, experimentación y vinculación con la comunidad. El sistema educacional, las comunidades  y el trabajo deben  aproximarse para desarrollar  personas realmente competentes. La educación permanente se presenta  así, como una condición obligada, pues es preciso insistir en el  papel  que la educación  debe poseer  en todos los procesos.  
En la época actual cuando el acceso  al conocimiento científico y a las tecnologías de punta se convierte en la llave para la transformación productiva y el logro de elevados niveles de productividad y competitividad internacional, se renueva el encargo social de la educación, en función, además, de preparar al hombre ante los desafíos del siglo XXI, teniendo en cuenta para ello tanto los problemas globales como las particularidades de la Revolución Científico- Técnica y las tendencias del desarrollo contemporáneo, anteriormente expuestas.
Se plantea que uno de los fenómenos más relevantes del mundo contemporáneo es el inusitado valor que ha adquirido el saber, como condición indispensable para el desarrollo de los pueblos. Según plantea Heidi Toffler: “vivimos  en una sociedad del conocimiento, caracterizada porque la base de la producción son los datos, las imágenes, los símbolos, la ideología, los valores, la cultura, la ciencia y la tecnología. El bien más preciado no es la infraestructura, las máquinas y los equipos, sino las capacidades de los individuos para adquirir, crear, distribuir y aplicar creativa, responsable y críticamente (con sabiduría) los conocimientos, en un contexto donde el veloz ritmo de la innovación  tecnológica los hace rápidamente obsoletos.”
Es vital tener claridad de la importancia de la educación como fenómeno social que se encuentra en la base misma del surgimiento y existencia de todas las sociedades o agrupaciones humanas que se han conocido. La ciencia encargada de estudiar el fenómeno educacional es la Pedagogía, enriquecida por los estudios de los clásicos del marxismo – leninismo, para explicar el surgimiento de la educación a partir del desarrollo de la sociedad y del hombre como ser natural y social a la vez. La condición fundamental para su surgimiento fue el desarrollo de la actividad laboral del hombre primitivo y las relaciones sociales que se establecieron alrededor de él. 
La Pedagogía como ciencia se nutre de un sistema de leyes, categorías y principios, tiene su propio objeto de estudio y campo de acción, su base metodológica fundamentada  en la Filosofía Marxista-Leninista. Su aplicación en el ámbito social está dirigida a lograr la transformación de la personalidad de los individuos, a partir de su propia educación y el nivel de desarrollo que alcance entre los que le rodean. En este sentido la aplicación de la tecnología juega un papel rector como medio transformador.
Engels, en su obra “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”, escribió. “... el trabajo creó al hombre…”   Las premisas  biológicas del proceso de formación del hombre constituyeron la base para el paso del estado animal al humano, gracias al trabajo. La actividad laboral creó la necesidad de llevar los conocimientos, las habilidades y las experiencias sobre el trabajo a las nuevas generaciones. Posteriormente la educación se convierte en una actividad especial del trabajo y de la conciencia del hombre. Su función social está dada en transmitir de una generación a otra los conocimientos, capacidades, ideas, experiencias sociales y formas de conductas. En sentido general la educación existe desde el origen mismo de la historia de la humanidad y por tanto es una categoría eterna.
La educación debe conducir al desarrollo humano. Resulta interesante el concepto que aparece en el Informe del Club de Roma de 1972, donde se considera como “…el proceso que experimenta una sociedad para conseguir el bienestar de la población, relacionándose de forma armónica con el entorno natural, consiguiendo así satisfacer las necesidades materiales y establecer las bases para que todo individuo pueda desplegar su potencial humano:” (Martínez J. y J. M. Vidal, 1995)

El desarrollo debe ir dirigido a mejorar la calidad de vida del ser humano y dicha calidad depende de las posibilidades de éste para satisfacer adecuadamente todas y cada una de sus necesidades fundamentales, tanto materiales como espirituales.
Modernamente el criterio de desarrollo humano ha variado y abarca los ámbitos de la educación, la salud, el ingreso, la libertad y otros y no como se había centrado antes sólo en lo económico. En estas tendencias, a la educación se le asigna un valor estratégico y se reconoce que la educación del futuro se orienta hacia el desarrollo del conocimiento, el cultivo de la inteligencia, del pensamiento crítico, creativo, científico, innovador, a la difusión de nuevas destrezas, valores, actitudes, para un mundo más competitivo y más humano. Por eso los proyectos educativos deben centrarse, si quieren ser de calidad, en el desarrollo humano.
El desarrollo integral del hombre debe tener en cuenta los componentes del organismo social que actúan de manera directa e indirecta en la formación de su personalidad, la influencia de la tradición nacional, las particularidades de la psicología social, así como los factores económicos que pueden incidir en su formación. Fuera de ese marco es imposible la calidad educativa.
Cuando la Educación, está bien concebida y con voluntad política de los Gobiernos puede ayudar a la emancipación de los pueblos, a transformar la realidad. Se demuestra una vez más la importancia de la educación para el desarrollo, y dentro de ella la investigación educativa, que es quien permite producir conocimientos sobre las mejores técnicas para elevar la calidad educacional en cualquier país.
La formación  laboral una mirada desde las concepciones de las ciencias contemporáneas 
La forma de alcanzar una educación de la personalidad es la educación politécnica laboral, la enseñanza tiene que estar marcada por su carácter politécnico, según Rodríguez Fiallo, Jorge (1994) el carácter politécnico “es el conjunto de contenidos que tienen en su base los fundamentos científicos generales de la técnica contemporánea, el desarrollo de la cultura tecnológica, tomados en su progreso y en todas sus aplicaciones, que permite a los estudiantes una comprensión cabal de los contenidos objeto de estudio.”15
Según Rodríguez Fiallo, Jorge el carácter laboral “…es el conjunto de conocimientos para la solución de problemas de la vida social que permite desarrollar la formación vocacional, el respeto al trabajo y los hábitos de conducta laboral, así como los valores y normas de relación con el mundo donde el individuo piense y actúe creadoramente manifestando una adecuada formación laboral”17. Por tanto, una iniciación efectiva desde el punto de vista de la formación en el mundo del trabajo es posible mediante el hacer práctico de los estudiantes, acompañado de reflexión e interpretación.
Deberá hacerse comprender la mutua relación y dependencia entre hombre-técnica- naturaleza-cultura, para transformar la relación en programas de actuación mediante hombre-trabajo-producción. Esto nos lleva a la creación de una visión antropológica de toda la enseñanza y sus contenidos dirigidos a resaltar la intervención del hombre en la naturaleza como proceso cultural que constituye la técnica y termina en la producción de riqueza para mejorar la vida humana en la comunidad.
Según Rodríguez Fiallo, Jorge (1996) la formación laboral es “…un proceso donde cada asignatura tiene asignada su contribución, debiendo dirigir su contenido hacia lo laboral y relacionarlo con problemas reales del entorno escolar y la vida en sentido general que rodea a sus estudiantes, y con las profesiones y oficios más característicos del territorio donde se encuentra enclavada la institución,” 18.
Por una parte, el contenido de la enseñanza debe estar ligado al trabajo, a las tendencias de la producción moderna, a las necesidades reales de la comunidad y a los intereses y requerimientos de los estudiantes. Por otra parte, las actividades laborales deben relacionarse con el conocimiento que poseen los estudiantes, adquiridos a través del estudio de las diferentes asignaturas.
Cerezal Mezquita, julio (2000) señala que la formación laboral “…es el proceso de transmisión y adquisición por parte de los estudiantes del conjunto de valores, normas, conocimientos, habilidades, procedimientos, estrategias que se necesitan para analizar, comprender y dar solución a los problemas de la práctica social, y están encaminados a potenciar el saber hacer y cómo hacerlo” 19.
19Cerezal, Julio y otros. La formación laboral de los estudiantes en los umbrales del siglo XXI, p. 11.
Para que puedan analizar, comprender y dar solución a los problemas de la práctica social y les permita desempeñarse en labores relacionadas con diferentes profesiones y puedan declararse aptos para la vida laboral. Por lo que compartimos el criterio de Álvarez Zayas, Carlos; “El contenido incluye el sistema de conocimientos como reflejo del objeto de estudio y el sistema de habilidades que encierra el conjunto de relaciones del hombre con ese objeto y de los hombres entre sí: relaciones sociales. Por tanto, al ser el contenido, la cultura que la humanidad ha acumulado y que el estudiante se apropia, es social. Su esencia radica en el proceso de asimilación de una concepción científica del mundo; su aplicación, perfeccionamiento y transmisión; tomando como base el fundamento politécnico y laboral; y con ello el contenido propicia la formación laboral que se manifiesta en el amplio horizonte profesional, métodos y procedimientos de trabajo, un enfoque creador, la capacidad de asumir rápidamente los conocimientos en función de las soluciones prácticas de la vida.
Por tanto, la formación laboral posibilita al hombre tener una concepción científica del mundo, normas de conducta laboral, valores, conocimientos, habilidades y hábitos laborales asimilados por sí mismos lo que incluye, aplicarlos y transmitirlos, que indiquen la preparación de los estudiantes a partir de la integración del principio de estudio-trabajo.

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*Licenciado en Educación en la especialidad: Educación Laboral y Dibujo técnico en 1990. MS. c en Ciencias de la Educación. Profesor de la Universidad de Las Tunas de la Facultad Ciencias de la Educación del departamento Pedagogía – Psicología, secretario docente de la Facultad Ciencias de la Educación. Obtuvo la categoría de Profesor Auxiliar en el 2015. Ha cumplido misión internacionalista en varios países.Ha participado en eventos nacionales e internacionales. Tiene publicaciones en revistas indexadas..

Recibido: 28/06/2018 Aceptado: 24/08/2018 Publicado: Agosto de 2018


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