Revista: Caribeña de Ciencias Sociales
ISSN: 2254-7630


EL ESTADO DEL ARTE EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA TESIS DOCTORAL Y LA GESTIÓN DE NUEVOS CONOCIMIENTOS

Autores e infomación del artículo

Ana Guadalupe Cruz Martínez*

Universidad Pedagógica Nacional, México

agpecruz@hotmail.com


Resumen
La construcción del estado del arte durante la elaboración escrita de la tesis doctoral, es un proceso discursivo que posee implicaciones de carácter metodológico y epistemológico. El análisis del conocimiento acumulado se encuentra mediado por el lenguaje, por lo que para los fines explicativos en este documento, se consideraron referentes discursivos (Beke, 2011; CARLINO, 2006c;VAN DIJK, 2001B, 2002; SWALES, 1990; BENVENISTE, 1977) y metodológicos (LONDOÑO, MALDONADO Y CALDERÓN, 2014; CRUZ, 2013; SOUZA,2011; BORSINGER, 2007; CALVO, 2003; HENAO Y CASTRO, 2001), de esta manera, la intención del presente ensayo que es dar cuenta de la trascendencia que cobra la sistematicidad, a través de la escritura,  de aquel conocimiento socialmente reconocido, y con ello establecer el “nicho” del nuevo conocimiento que se gestiona a través de la construcción de la tesis doctoral.
Palabras clave: tesis doctoral-conocimiento-estado del arte-escritura-discurso.
Abtract
The construction of the state of art during the written elaboration of the doctoral thesis is a discursive process that has implications of a methodological and epistemological nature. The analysis of accumulated knowledge is mediated by language, so for the explanatory purposes in this document, were considered discursive referents (BEKE, 2011, CARLINO, 2006C, VAN DIJK, 2001B, 2002, SWALES, 1990) and methodological (LONDOÑO, MALDONADO AND CALDERÓN, 2014, CRUZ, 2013, SOUZA, 2011, BORSINGER, 2007, CALVO, 2003, HENAO AND CASTRO, 2001), in this way, the intention of the present essay that is to account for the transcendence that the systematics, through writing, of that socially recognized knowledge, and thereby establish the "niche" of the new knowledge that is managed through the construction of the doctoral thesis.
Key words: doctoral thesis-knowledge-state of art-writing-discourse.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Ana Guadalupe Cruz Martínez (2018): “El estado del arte en la construcción de la tesis doctoral y la gestión de nuevos conocimientos”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (marzo 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/caribe/2018/04/gestion-nuevos-conocimientos.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1804gestion-nuevos-conocimientos


Introducción
Los diferentes programas de doctorado en México presentan un discurso en común al reiterar que sus egresados estarán habilitados para la realización de investigaciones de que den respuestas a problemas emergentes en alguno de las áreas disciplinares, y con ello “aportar al campo del conocimiento”. No obstante cabe preguntarse ¿qué, cuándo y cómo los hallazgos de una investigación aportan al conocimiento? ¿a qué tipo de conocimiento?
Discursivamente los programas doctorales ofrecen mucho, en consecuencia el perfil de ingreso de un estudiante se exige sea el más adecuado a las líneas de investigación de un plan de estudios específico. No obstante, la labor investigativa, durante el proceso de formación del estudiante/investigador se configura, replantea, y las habilidades y capacidades para ello se re-descubren durante el camino.
En este sentido,  uno de los componentes investigativos ineludibles para la construcción del objeto de estudio de la investigación es la elaboración del estado del arte, de ahí la importancia de su conocimiento como metodología de trabajo como puerta de bienvenida para el desarrollo de un proyecto investigativo.
Sin estado del arte  no hay definición de objeto de estudio, y por lo tanto, la investigación que se desea realizar puede sufrir descalabros conceptuales, metodológicos y epistemológicos. El estado del arte es la apertura al conocimiento de un campo específico del gran tema con el que se ingresa al doctorado; es el develamiento al conocimiento del discurso socialmente compartido sobre el que se adoptan posturas y compromisos intelectuales a partir de la circulación de la información documentada; es el acercamiento al conocimiento de un discurso multidisciplinar que se ha construido sobre un tema.
Algunos estudiosos en América Latina sobre la elaboración del estado del arte (JIMÉNEZ, 2004; SOUZA, 2011; CALVO, 2003; HENAO Y CASTRO, 2001), señalan que es una herramienta investigativa para el análisis del conocimiento acumulado mediado por el lenguaje. En este sentido,  Jiménez (2004:29) comenta: “la obligación investigativa de inspeccionar sobre estos acumulados desarrolla la discusión en tres sentidos: el estado del arte visto como propuesta de apropiación del conocimiento; como una propuesta de investigación de la investigación, y como punto de partida para establecer un nuevo recorrido, que como producto de lo dado busca dar respuestas novedosas e inéditas que desde el presente generen posibilidades de un futuro amplio en el escenario investigativo.”
Por su parte, en otro estudio, Molina (2005:73), señala que el estado del arte “es un estudio analítico… que tiene como objetivo inventariar y sistematizar la producción en un área del conocimiento” aunque aclara que este  “ejercicio que no debe quedarse tan solo en el inventario, sino que debe trascender más allá, porque permite hacer una reflexión profunda sobre las tendencias y vacíos en un área específica” (VARGAS Y CALVO, 1987, citados por MOLINA, 2005:74).
Para el caso de un tesista, SOUZA (2011:s/p) indica que el estado del arte lo conduce “para informarse del conocimiento que ya se produjo respecto de determinado tema, y para comenzar a recuperar las nociones, conceptos, teorías, metodologías y perspectivas desde las cuales se interrogará al objeto de investigación que está construyendo.”
El estado del arte es el punto de partida a lo inédito (JIMÉNEZ, 2004). Bajo este preámbulo se ha organizado la estructura del presente artículo. En el primer apartado,  El “nicho” epistemológico de oportunidad para el desarrollo de la investigación, se recuperan  los tres momentos para la elaboración de la tesis que propone BORSINGER (2007), en los que la elaboración del estado del arte se ubica en el primer momento, y es en el que aquí se le presta mayor atención.
El segundo apartado titulado El estado del arte, pre-texto para la construcción del conocimiento, se plantean las implicaciones del potencial discursivo en  la elaboración del estado del arte que permite el acceso a comunidades discursivas “inesperadas”;  para ello, se ha tomado en cuenta el documento Tipos de conocimiento en el procesamiento del discurso (VAN DIJK, 2002). Esta perspectiva sociolingüística aporta criterios tipológicos que apoyan la elaboración del estado del arte como procesamiento del discurso escrito. La pertinencia de este referente se asume con la pretensión de que una etapa de esa trascendencia en la elaboración del estado del arte es justo su divulgación al interior comunidades discursivas, generalmente multidisciplinarias, que comparten el estudio de un tema.
Finalmente, como conclusiones se comparten algunas reflexiones sobre el compromiso académico de los programas de doctorado para la formación de investigadores al dotar al estudiante de herramientas instrumentales y teóricas  para la asunción de la trascendencia que significa la elaboración e inclusión del estado del arte en la tesis doctoral.

  1. EL “NICHO” EPISTEMOLÓGICO DE OPORTUNIDAD PARA EL DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN.

No se puede hablar de lo que no se sabe, menos aún, escribir de lo que no se conoce; “la escritura es un método para pensar” (CARLINO, 2006c). La interpretación entre líneas de estos enunciados pareciera una obviedad, sin embargo, transitar del saber dado por la experiencia al conocer son dos momentos cognitivos y lingüísticos complejos en la construcción de un discurso, máxime del escrito. Éste es el proceso por el que se pasa durante la construcción de la tesis doctoral. Para el caso de la elaboración del estado del arte, la escritura es la herramienta a través de la cual se vinculan las diferentes fases por las que se transita para dar cuenta de un texto que es procesado, primero de manera instrumental (elaboración de registros, tablas, gráficos, codificaciones), para culminar con un documento en el que la fase, desde una propuesta hermenéutica, cobra su auténtico sentido. “De tal manera, en la elaboración del estado del arte, el investigador logra entre otros aspectos; contextualizar la información, que equivale a determinar el problema y establecer algunos límites; clasificar la información, pues define los parámetros de análisis y sistematización, y la categorización de la información, pues se determinan las categorías que recuperan la información, y que fundamentan la interpretación del trabajo en general” (JIMÉNEZ, 2004: 37).
Para la elaboración de la tesis de grado BORSINGER (2007) plantea tres momentos en su construcción. El primero lo refiere a la construcción de la investigación; el segundo, a la formulación  de la tesis, y el último momento es el documento final. Para los fines del presente artículo se alude sólo al primer momento en el que se destaca el proceso metodológico para la elaboración del estado del arte, y lo que éste representa para el desarrollo general del proyecto de investigación.
El momento de la construcción de la investigación es recursivo, esto es, no se elabora y se concretiza de una vez y para siempre; es un ir y venir entre lo que se supone ya se sabe de un tema o problema, y todo aquello que se va encontrando en el camino (estudios, reflexiones, debates, propuestas, ensayos, innovaciones, tendencias),  además de  las reuniones colegiadas con el director o tutor, y colegas o compañeros. Sin embargo, como fin didáctico, en este documento,  se considera que en el primer momento de la investigación se hallan inmersos los siguientes sub-momentos:

  1. El momento experiencial; es decir todos aquellos eventos que el investigador ha acumulado a partir de sus vivencias en contextos diversos que le han dejado aprendizajes profesionales y personales, y que adolecen de una sistematización.
  2. El momento de la indagación que emerge como una necesidad sentida. Es la búsqueda de aquello insumos documentados dados por el lenguaje y socialmente compartidos sobre el tema de interés del investigador. Esta etapa permite el conocimiento de las investigaciones realizadas;  de aquellos trabajos en los que se identifican aportes metodológicos o conceptuales; de los teóricos mayormente referidos que han abordado el tema, y que en un determinado momento el investigador los identifica como líderes en el área o en un determinado campo de estudio.  Durante este momento se hace oportuna la configuración de un primer aparato conceptual  del trabajo de la tesis.
  3. La problematización es el periodo en el que la escritura/texto inicia su  proceso; se entrelazan y yuxtaponen los referentes experienciales adquiridos por el investigador a lo largo de su desempeño profesional, y de aquellos que han contribuido a abrir el espectro del conocimiento del tema en la fase de la indagación documental.
  4. Momento de la formulación del problema; éste es crucial, ya que la formulación de la pregunta de investigación se pule, se aclara, se transforma en la guía que hace posible no transgredir la ruta investigativa. Implica la delimitación del problema en un  espacio y en una temporalidad; se identifica a los sujetos; la metodología cobra claridad; la teoría empieza a dar luz. El investigador adopta una postura y un compromiso ante lo que aún no ha sido abordado o trabajado. Es el momento en el que la investigación cobra su propia identidad.
  5. La formulación del objetivo de la investigación. Éste es el momento en el que se ocupa “el nicho de conocimiento”;1 es ese espacio vacío que será abrigado a partir de las contribuciones teóricas o metodológicas una vez concluida la investigación. Son los hallazgos encontrados que posibilitan exponer y justificar “lo nuevo” aún no tratado.
  6. La formulación de supuestos o  hipótesis depende del tipo de estudio que se define gracias a la tarea intelectual sobre los incisos citados previamente.
  7. La formulación de la tesis que se anota como una oración declarativa. Es la aseveración que se pretende sea “comprobada” o que se refuta durante el proceso investigativo. Es el enunciado, producto de la enunciación,  al que se compromete el investigador que dará una o más respuestas. 

Estos sub momentos se pueden apreciar resumidos en el siguiente esquema:

La elaboración  del primer borrador del proyecto de investigación, se realiza a partir de lo que se es (un profesional y profesionista en un área o campo del conocimiento), y de lo que la experiencia ha hecho saber del tema o problema que preocupa y al que se pretende dar una o más respuestas en el contexto en el que se detecta. Saber del tema o del problema refiere a lo que se le ha vivido, sentido, presenciado, practicado; es la fase experiencial del investigador la que aflora, y desde ésta sabe “intuitivamente” que como profesional encuentra un sentido ético para responder. Durante esta fase es común encontrar el modo narrativo en la escritura; suele ser un texto en el que predomina la forma gramatical yo, o narración en primera persona del singular. Esta composición escrita, llega el momento en el que se agota; se acaban los elementos experienciales para seguir discurriendo. Por necesidad propia emerge la fase en la que el investigador debe documentarse, y con ello ampliar el espectro de lo que sabe a lo nuevo que va a conocer; es la elaboración del estado del arte.
Se aprecia en el esquema 1 el lugar que se le asigna a la elaboración del estado del arte dentro del momento de la construcción de la investigación; se encuentra entre las fases  de la experiencia,  indagatoria, y la definición del objeto de estudio (momento de construcción intelectual). La definición del objeto de estudio es el resultado de lo que el investigador ha acumulado durante la experiencia y el momento heurístico sistematizado que apoya a la clarificación del objeto de estudio.
Al respecto, LONDOÑO, MALDONADO y CALDERÓN (2014: 4) asumen una acepción que tradicionalmente ha sido consensada como “… la de seguirle  las huellas a un proceso hasta identificar su estado de desarrollo más avanzado. Es una forma de investigación que apoya otras estrategias también de investigación. Como resultado se tiene un conocimiento sobre la forma de cómo diferentes actores han tratado el tema de la búsqueda, hasta dónde han llegado, qué tendencias se han desarrollado, cuáles son sus productos y qué problemas se están resolviendo. Un artículo del estado del arte resume y organiza los avances del conocimiento en una forma novedosa y apoya la comprensión de un campo específico de conocimiento. Es decir, construir estados del arte significa adquirir una responsabilidad ética de asumir el reto de trascender el conocimiento existente…”
Cabe señalar que “ir tras las huellas” “permite determinar cómo ha sido tratado el tema, cómo se encuentra en el momento de realizar la propuesta de investigación y cuáles son las tendencias…” (ROJAS, 2007: 6).  Al iniciar esta tarea es de considerarse la formación inicial que posee el estudiante/investigador, así como la recuperación de las fortalezas acumuladas que lo han configurado “como experto”  en el ámbito profesional. Estas características individuales aportan la posibilidad de hacer menos difícil ubicar el foco del faro, y permiten ordenar la primera fase de elaboración que es el proceso de búsqueda de manera lógica, secuencial y con sentido; durante éste, los primeros insumos son aquellos a los que ha tenido acceso el estudiante de manera documentada en cualquiera de los formatos (impresos, electrónicos): textos monográficos, investigaciones aplicadas, anuarios, documentos oficiales, memorias de congresos, bases de datos, repositorios institucionales o de grupos de investigación.
Esta primera navegación generalmente va acompañado del capital intelectual-cultural del estudiante, es decir, se presenta una combinatoria entre la búsqueda y la interpretación de los insumos documentales, o fase hermenéutica. Se confirma entonces que durante la búsqueda no sólo se trata de inventariar documentos, como ya se mencionó anteriormente; su localización obliga a una primera lectura del contenido, aún sin identificar la relevancia que éste pueda tener para la construcción del objeto de estudio. Es un nivel elemental de la organización de la información. A este momento ROJAS (2007) lo llama de iniciación: “recibe este nombre pues se da cuando una persona es consciente que tiene una carencia de conocimiento, información y comprensión para resolver un problema determinado, aunque en este momento aún no tiene muy [“sistematizado”] su pensamiento para organizar el proceso de búsqueda, presentándose la incertidumbre” (ROJAS, 2007:7).
Durante los procesos de búsqueda y de primera interpretación, el estudiante gestiona estrategias de organización de la información de acuerdo a sus intereses y necesidades intelectuales que se hallan permeadas por una constante de cuestionamiento-respuesta sobre el tema. De  esta manera, se identifican conceptos, autores mayormente aludidos en el caso de los proyectos de investigación o estudios monográficos, tendencias teóricas y metodológicas para el tratamiento del tema, posicionamientos teóricos, contextos investigativos (locales, nacionales, internacionales), grupos especializados de académicos o investigadores que tratan el tema.  Estos “descubrimientos” allanan el trayecto a la identificación del “nicho de oportunidad o espacio vacío” en el que el proyecto de investigación tendrá la posibilidad  de ocupar un lugar epistemológico; la investigación adquiere sentido y trasciende de lo meramente contextual para formar parte de la gestión del conocimiento.
Por ejemplo, la autora del presente ensayo, en el 2013 concluyó la investigación titulada Caracterización discursiva de los textos académicos recepcionales de los egresados de la Maestría en Educación de la Universidad, enésta la preocupación sustantiva fue la identificaciones de las características que posee la composición escrita de las tesis de grado de los egresados de un programa de maestría en educación. Para ello se recuperó un corpus de 355 tesis documentadas en una base de datos correspondientes a la década 2000-2011. Antes de identificar la codificación de cada una de las tesis, la elaboración del estado del arte fue realizado por ámbitos de análisis vinculados con el tema de interés (la escritura en la Educación Superior, particularmente de las tesis elaboradas en el posgrado). A continuación se ilustra la imagen de los ámbitos vinculados con los que se concluyó una vez organizada y sistematizada la fase indagatoria.

Una vez sistematizado el acumulado consultado, y con la finalidad de delimitar el objeto de estudio, se presentaron tres condiciones ayudaron a la construcción de la problematización. Primera, en el proceso de la composición escrita en la Educación Superior los estudiantes presentan dificultades para la organización discursiva de un determinado tipo de texto; segunda, la revisión de textos académicos construidos por estudiantes de posgrado, y tercera, las limitaciones que los estudiantes de posgrado advierten para escribir una tesis, impide la obtención del grado.
De acuerdo al ejemplo anterior, algunas de las consideraciones que favorecieron la construcción del estado del arte y que posibilitaron la identificación del nicho investigativo son: la delimitación en espacio y tiempo del tema o problema, las concepciones teóricas y disciplinares, las técnicas y los instrumentos para la recuperación de los datos, así como el  empleo de métodos para su  análisis. El problema investigativo se acota,  y por lo tanto, el objeto de estudio se clarifica.
El objeto de estudio es una construcción abstracta e individual, propia del análisis de un investigador o un equipo de investigación que se desempeñan en alguno de los ámbitos de un área de especialización. En este sentido, el estado del arte aduce ser un cedazo que permite la identificación  de un marco referencial desde el que es visto el tema o problema. Por lo tanto, queda al estudiante/investigador la tarea de establecer los vínculos epistemológicos en el campo de la disciplina desde los que será tratado el proyecto investigativo; éste es un momento sustantivo, es cuando el investigador se posiciona de manera crítica, asume un compromiso con el objeto de estudio, y trasciende de la propia reflexión al actuar crítico. Los indicios experienciales se solidifican para convertirse en indicadores de análisis.
Otro de los momentos intelectuales que aporta el estado del arte para “ocupar el  nicho de conocimiento” es el de la problematización del tema; esto no se refiere a realizar un listado infinito de preguntas que en la mayoría de las ocasiones se plantean sólo bajo un referente dado por la experiencia. Es posible que al inicio de la elaboración del proyecto de investigación, el listado es prudente y recomendable, puesto que es el primer ejercicio para preguntar al tema, a sabiendas que éste aún no dará respuestas; éstas irrumpen una vez que se define el trayecto ejercido durante la recopilación, revisión, selección y organización de la información documentada, y con ello identificar la ruta crítica hacia la definición teórica, conceptual y metodológica.
Una vez planteadas las preguntas de la investigación, llega el momento de “ocupar el nicho”, al formular el objetivo general de la investigación. Este punto de arribo contiene implicaciones discursivas en la enunciación del objetivo; no es sólo mencionarlo, nombrarlo, anotarlo como requisito dentro de la estructura de la tesis. La enunciación del objetivo de la investigación se entiende como el conjunto de condiciones de producción del discurso sobre quién lo emite, para quién, cuándo, dónde;  el enunciado es “el producto resultante de la actividad enunciativa”. De acuerdo con BENVENISTE (1977: 84) “a través de la enunciación el sujeto construye el mundo como objeto y se construye a sí mismo...”  La enunciación del objetivo,  y con ello ocupar el nicho, implican un proceso en el que necesariamente, el investigador distingue una polifonía de voces: la del emisor como sujeto empírico, quien produce el discurso; la del locutor o sujeto de la enunciación, es la voz que toma el enunciado bajo su responsabilidad; y el enunciador o sujeto del enunciado: las otras voces o puntos de vista que aparecen en el discurso (DUCROT, 1984).
En síntesis,  formular el objetivo de la investigación, como acto individual de apropiación de la lengua (BENVENISTE, 1977) queda como  la evidencia en un enunciado a través  de una atenta revisión de la literatura y estar en la posibilidad de responder ¿qué voy a investigar que aún no esté “dicho” en el estado actual de la investigación? De ahí la razón de ser de los límites establecidos por el investigador para el tratamiento del objeto de estudio, y la formulación de la tesis durante la investigación.
Al establecer el objetivo que se pretende con la investigación, el investigador “marca el grado de compromiso con el conocimiento ajeno y con el contenido proposicional de sus textos” (BEKE, 2011: 71). Por lo tanto, ocupar el nicho es tomar una posición enunciativa. En este sentido, la investigadora en su corpus de investigación identifica tres tipos de verbo, que llama verbos de reporte a los que recurren los investigadores: de discurso, de cognición y de investigación.
Al referir el objetivo de la investigación con un verbo en infinitivo, se ocupa el espacio vacío de manera comprometida, y de esto dará cuenta el análisis y la conclusión a la que se llegue con los resultados. A partir de la modalidad de la enunciación que emplea el investigador, es decir del matiz semántico con el que se establece el compromiso de la investigación, BEKE (2011) en su investigación identificó los siguientes verbos, a partir de los tipos verbales referidos:

Finalmente, el nicho, ese espacio vacío que se identifica a lo largo del proceso de construcción del estado del arte, queda cubierto al formular la tesis del estudio. De la misma manera que el planteamiento del objetivo, la tesis es un enunciado, una aseveración,  es “la idea que se declara”, producto de la enunciación que el propio investigador ha construido entre elementos conceptuales, posiciones críticas, corrientes o perspectivas teóricas y metodológicas. En este sentido, el producto, la tesis, el enunciado puede adoptar dos formas gramaticalmente identificadas: la formulación de una pregunta o un enunciado declarativo.
Los elementos enunciativos que constituyen formulación de la tesis de la investigación conforman la puerta de entrada a la construcción epistemológica del estudio. Esto es la conjunción  de la triada: experiencia-teoría/metodología-experiencia; en esta triada se clarifica el tipo de estudio, y la orientación disciplinar. Este planteamiento adolece de juicios de valor, y la triada lo acota, no permite respuestas como un sí o un no; es una o varias respuestas que conducen a un determinado tipo de  accionar, en la que el actuar no sólo se refiere a un acto físico concreto, sino intelectual.  
Durante la construcción del estado del arte se identifican aquellas comunidades discursivas como instancias de interlocución tanto en el campo disciplinar como en  el de la investigación.
En síntesis, la construcción y escritura del estado del arte como soporte metodológico para la tesis doctoral otorga la oportunidad epistemológica al investigador no sólo de clarificar el objeto de estudio sino de otorgar un lugar al objeto en un “nicho de conocimiento” que otros investigadores, estudiantes, docentes han de agradecer. Es decir, para “inaugurar” y establecer un espacio a un nuevo objeto de estudio, o contribuir con una nueva alternativa teórica o metodológica a lo ya existente.

  1. EL ESTADO DEL ARTE, PRE-TEXTO PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO.

La revisión de la literatura para la construcción del estado del arte otorga la oportunidad de “esculpir” el objeto de estudio de la tesis doctoral. Permite: 1) clarificación conceptual, 2) la adquisición de nuevos aprendizajes teóricos y de experiencias metodológicas, 3) descubrir des-aprendizajes para posicionar nuevos términos o conceptos, 4) actualización disciplinar. En estos diferentes momentos del quehacer intelectual se elabora  el prefacio al marco teórico, conceptual y metodológico por el que ha de conducirse la investigación.
Como apertura al desarrollo de este apartado se hace prudente realizar algunas clarificaciones conceptuales: ¿Qué es texto? ¿qué es un pre-texto? ¿qué es el conocimiento? ¿cuáles son las implicaciones de “construir conocimiento”?
De primera intención para  dar respuesta a los cuestionamientos, se recuperaron las acepciones denotativas de: texto, pretexto, conocimiento, proporcionadas por el Diccionario de la Real Academia de la Lengua (DRAE). Posteriormente, los mismos términos se disciernen bajo  una concepción interpretativa y acotada a la alusión del presente apartado, esto es  la importancia del estado del arte como pre-texto para acceder al conocimiento, al conocimiento nuevo que requiere sea divulgado.
Dice el DRAE:
“Texto: Enunciado o conjunto coherente de enunciados orales o escritos. Pasaje citado de una obra escrita u oral. Todo lo que se dice en el cuerpo de la obra manuscrita o impresa, a diferencia de lo que en ella va por separado; como las portadas, las notas, los índices, etc.
“Pre-texto: Motivo o causa simulada o aparente que se alega para hacer algo o para excusarse de no haberlo ejecutado.
“Conocimiento: Acción y efecto de conocer. Entendimiento, inteligencia, razón natural. Noción, saber o noticia elemental de algo. Estado de vigilia en que una persona es consciente de lo que le rodea”.
La conjunción en un sintagma de la denotación de los tres términos adquiere sentido una vez que el usuario de la lengua, en este caso el tesista/investigador, le otorga una dimensión social. El texto deja de serlo para transformarse en pre-texto de una acción intencionada para ser conocida discursivamente de manera escrita, y formar parte de un conocimiento socialmente compartido. De acuerdo con VAN DIJK (2001b), sostiene al respecto: “Me interesa mucho más el uso actual de la lengua por usuarios concretos en situaciones sociales concretas. Y ése es el ámbito —gigantesco— del discurso. Hay por lo menos tres áreas, cada una enorme, en la relación entre discurso y sociedad. La primera es que, a muchos niveles, las estructuras sociales —….— son condiciones para el uso del lenguaje.... La segunda es el discurso…. Y la tercera ‘interfaz’ entre discurso y sociedad uno puede llamarla ‘representativa’ o, si quieres, ‘indexical’, en el sentido de que las estructuras del discurso hablan sobre, denotan o representan partes de la sociedad” (VAN DIJK, 2001b: 1-4).

  1. TIPOS DE CONOCIMIENTO EN EL PROCESAMIENTO DEL DISCURSO.

Una vez pasada la fase instrumental (registros, codificaciones, elaboración de memos) en la elaboración del estado del arte, la siguiente tarea es la de la escritura que se transforma en discurso con el propósito de comunicar nuevos eventos. Revisado sobre  “lo dicho” y hallado en la navegación documental, el investigador se adentra a otras formas de conocer y de conocimiento sobre  un problema investigativo. El estado del arte hecho discurso “construye, constituye, cambia, define y contribuye a las estructuras sociales… las estructuras del discurso hablan sobre, denotan o representan partes de la sociedad” (VAN DIJK, 2001b: 2).
El estado del arte que define al objeto de estudio, traducido en discurso socialmente reconocido por académicos pasa a formar parte de un determinado conocimiento. No obstante, como lo plantea Van Dijk existe un problema “en el papel que juega el conocimiento en la producción y comprensión del discurso” que se va elaborando en el transcurso del documento tesis.  Con la referencia de este investigador, se intenta responder a  dos de las preguntas iniciales de este apartado: ¿qué es el conocimiento? y ¿cuáles son las implicaciones de “construir conocimiento”? (2001b: 43)
Si bien en el documento de VAN DIJK (2002) Tipos de conocimiento en el procesamiento del discurso, el objetivo es debatir en el área del procesamiento de textos, también alude sobre los diferentes tipos de conocimiento a los que socialmente se enfrenta el hablante o lector para comprender el conocimiento, lo que lo lleva a establecer un conjunto de criterios  tipológicos, además establece aquellos elementos que hacen posible el procesamiento del discurso con el que se comparte el conocimiento.
En este artículo se considera a la pertinencia referencial,  ya que aproxima a la concepción de conocimiento y las implicaciones sociales que éste trae consigo al ser socialmente compartido. Esta referencialidad brinda la oportunidad de llegar a buen puerto y no soltar el timón ante las alusiones como la de la construcción del estado del arte que implica sólo ir tras las huellas, conocer lo realizado (documentado),  sino aspirar al status  de  aportar a un  área específica del conocimiento, que quizá en una tesis doctoral de corte meramente académico  aún sea una tarea pendiente, si se asume que es sólo para cumplir con un requisito de obtención de grado.
En cuanto a los tipos de conocimiento CLARK (1996, citado por VAN DIJK, 2002: 46) plantea que existe la noción de “terreno común” 2, “es decir aquel conocimiento u otras creencias que los participantes en una interacción comunicativa deben tener en común para comprenderse”; este “terreno común” forma parte del “conocimiento del mundo”  que es compartido socialmente una vez que se procesa en texto. Estos son algunos de los presupuestos que llevan a Van Dijk a establecer los siguientes criterios tipológicos para la caracterización del conocimiento, y que queda ante la tarea del investigador como un compromiso:
“a. Conocimiento personal vs. Conocimiento social.
“b. Conocimiento social y grupal vs. Conocimiento cultural.
“c. Conocimiento sobre eventos específicos vs. Propiedades generales de los eventos.
“d. Conocimiento sobre eventos históricos vs. Estructuras sociales y políticas” (VAN DIJK, 2002: 47).
Así, un procesamiento efectivo del conocimiento nuevo a través del discurso da la pertinencia de establecer lazos académicos e investigativos con comunidades discursivas afines. Por lo tanto, escribir discursivamente deja a un lado un texto sin sentido para transformarse en pre-texto. En otras palabras, pasa de ser literatura gris que se queda almacenada en las bibliotecas de las instituciones de Educación Superior y que nadie consulta,  a una literatura del conocimiento del mundo como producto de un arduo proceso de investigación.
Conclusiones
Los estudiantes/investigadores de un programa doctoral, como actores sociales durante el proceso de “descubrir la investigación” se comprometen a un estudio arduo y también complejo, ya que durante el trayecto se han de adoptar “con mente abierta” el cúmulo de discursos para aprender y des-aprender. No se trata de la “composición” de un discurso, en la mayoría de las ocasiones, ininteligible, que generalmente se reproduce, se trata de informarse, criticar, abrir espacios, siempre con sustentos y no con supuestos. Esta oportunidad la proporciona la construcción del estado del arte; que es lo que se ha dicho o hecho para sostener una investigación que sea efectiva  más allá de lo dicho o hecho.
Por lo tanto, el conocimiento al que se aduce en las tesis doctorales como trabajos de investigación se construye con otros y desde los otros, pero sobre todo para los otros que socialmente esperan respuestas ante la emergencia de problemáticas que requieren de un hacer intelectual y de un quehacer contextual. Para ello, el estado del arte es la herramienta epistemológica que permite la entrada a un nicho de conocimiento para responder socialmente a los otros.
Referencias documentales:
BEKE, R. (2011): “Las voces de los otros en el discurso académico”. Comisión de Estudios de Posgrado, Facultad de Humanidades y Educación. Universidad Central de Venezuela.
BENVENISTE, E. (1977): “Problemas de lingüística general II”, Siglo XXI. México. pp. 82- 91.
BORSINGER de M., A.(2007): “ Los textos de la ciencia. Principales clases del discurso académico-científico”. Comunicarte/Lengua y Discurso. Argentina.
CALVO, G. (2003):  “La investigación documental: estado del arte y del conocimiento”. CIUP-UPN. Bogotá.
CARLINO, P. (2006c): “La escritura en la investigación”. Disponible en  http://www.udesa.edu.ar/files/ESCEDU/DT/DT19-CARLINO.PDF
CRUZ M., A.G. (2013): “Caracterización discursiva de los textos académicos recepcionales de los egresados de la Maestría en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional”. Tesis doctoral.  Posgrado en Educación. Universidad Autónoma de Tlaxcala.
DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA DE LA LENGUA. Disponible en  http://www.rae.es/
DUCROT, O.(1984): “El decir y lo dicho”. Piadós. Barcelona.
HENAO, M. Y CASTRO, O. (2001): “Estados del arte de la investigación en educación y pedagogía en Colombia. Icfes. Colciencias. Socolpe. Bogotá.
JIMÉNEZ B.,  A. (2004): “La práctica investigativa en ciencias sociales”.Universidad Pedagógica Nacional. Bogotá.  Disponible en  http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/Colombia/dcs-upn/20121130050742/estado.pdf
LONDOÑO, MALDONADO Y CALDERÓN (2014): “Guía para construir estados del arte”. International Corporation of Networks of Knowledge. Bogotá. Disponible en  www.colombiaaprende.edu.co/html/investigadores/.../articles-322806_recurso_1.pdf
MOLINA M., N.P. (2005): “Ciencia y Tecnología para la salud visual y ocular”. Disponible en  http://revistas.lasalle.edu.co/index.php/sv/article/view/1666
ROJAS R., S. P.  (2007): “El estado del arte como estrategia de formación en la investigación”. CEDINPRO. Bogotá. Disponible en  https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2719676.pdf
SOUZA, M. S. (2011): “La centralidad del estado del arte en la construcción del objeto de estudio. Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata”. Disponible en  http://www.perio.unlp.edu.ar/seminario/
SWALES, J. (1990): “Research articles in English. Genre analysis”. English in academic and research setting. Cambridge University Press. Cambridge. pp. 110-176.
VAN DIJK, T. (2001b): El análisis crítico del discurso y el pensamiento social. En Athenea Digital: revista de pensamiento e investigación social, Disponible en  http://antalya.uab.es/athenea/num1/vandijk.pdf
VAN DIJK, T. (2002):  “Tipos de conocimiento en el procesamiento del discurso”. Recuperado de Giovanni Parodi (editor). “Lingüística e interdisciplinariedad: Desafíos del nuevo milenio”. Ediciones Universitarias de Valparaíso. Chile. pp. 41-66.

*Licenciada en Letras Españolas. Maestría en Educación, campo Formación de Docentes y Práctica Profesional. Doctora en Educación en la Unidad de Posgrados de la Universidad Autónoma de Tlaxcala con reconocimiento CONACyT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, México). Posdoctorado en la Unidad Ajusco, México, de la Universidad Pedagógica Nacional.
1 “Nicho o espacio vacío”  son términos y acepciones conceptuales que se recuperan de John Swales (1990).
2 Noción de la psicolingüística.

Recibido: 22/02/2018 Aceptado: 25/04/2018 Publicado: Abril de 2018


Nota Importante a Leer:
Los comentarios al artículo son responsabilidad exclusiva del remitente.
Si necesita algún tipo de información referente al articulo póngase en contacto con el email suministrado por el autor del articulo al principio del mismo.
Un comentario no es mas que un simple medio para comunicar su opinion a futuros lectores.
El autor del articulo no esta obligado a responder o leer comentarios referentes al articulo.
Al escribir un comentario, debe tener en cuenta que recibirá notificaciones cada vez que alguien escriba un nuevo comentario en este articulo.
Eumed.net se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios que tengan lenguaje inadecuado o agresivo.
Si usted considera que algún comentario de esta página es inadecuado o agresivo, por favor, escriba a lisette@eumed.net.

URL: https://www.eumed.net/rev/caribe/index.html
Sitio editado y mantenido por Servicios Académicos Intercontinentales S.L. B-93417426.
Dirección de contacto lisette@eumed.net