Armando Ernesto Cruz García *
Universidad de Las Tunas, Cuba
armandocg@ult.edu.cuRESUMEN
Teniendo  en cuenta la función de los valores morales, como reguladores de la conducta,  el trabajo con os valores constituye una de las vías fundamentales para  transformar la actual situación de caos medioambiental. El trabajo propone un  acercamiento al discurso de Fidel Castro (1926-2016) en la Cumbre de la Tierra en 1992 por la  vigencia de su contenido y compartir las relaciones entre modo de producción,  modelos de desarrollo y el estado actual del medio ambiente. En él se presenta  una actitud ante el medio que a juicio del autor están en el centro de debate  actual respecto al tema. Tomando como base lo anterior se plantea que en el  discurso y accionar político de Fidel los conceptos valores morales,  medioambiente y condiciones naturales de vida se fusionan proponiendo la  concepción de que los primeros deben constituir condiciones naturales de vida.
PALABRAS CLAVES: valores morales-medio ambiente-pensamiento de Fidel Castro.
ABSTRACT
Taking into account the function of moral values, as  regulators of behavior, work with values is one of the fundamental ways to  transform the current situation of environmental chaos. The work proposes an  approach to the speech of Fidel Castro (1926-2016) at the Earth Summit in 1992  for the validity of its content and to share the relations between mode of  production, models of development and the current state of the environment. It  presents an attitude to the environment that in the author's opinion are at the  center of current debate on the subject. Based on the above, it is argued that  in Fidel's discourse and political actions, the concepts of moral values,  environment and natural living conditions merge, proposing the conception that  the former should constitute natural conditions of life.
KEYWORDS: moral values-environment-thought of Fidel Castro.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
Armando Ernesto Cruz García (2018): “Los valores morales y el medio ambiente en el pensamiento de Fidel Castro”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (febrero 2018). En línea:
 https://www.eumed.net/rev/index.html/caribe/2018/02/valores-morales-fidel.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1802valores-morales-fidel
INTRODUCCIÓN
   Todos los días se publican incontables páginas en  relación con el medioambiente, ello no significa que la conciencia respecto a  la situación de crisis que existe alcance los niveles necesarios para  transformar la situación actual. Esa situación obliga a cuestionar la educación  ambiental que se desarrolla actualmente. En ese empeño en el pensamiento de  Fidel Castro existen importantes elementos que deben ser considerados. La  pertinencia de cualquier esfuerzo relacionado con el fin de reflexionar sobre  el estado actual radica en la potencial contribución a rebasar la actual crisis  ambiental. 
   Desde la perspectiva de un profesional de la educación  dicha reflexión debe realizar en dos direcciones: 1) las cuestiones teóricas  generales y 2) el tratamiento didáctico a los mismos; en ambas han realizado  contribuciones numerosos autores. En este trabajo se adscribe a la primera de  estas líneas. 
  DESARROLLO
   Múltiples son las denominaciones respecto al medio  ambiente, en este trabajo se asume como el "(…) conjunto de circunstancias  físicas que rodean a los seres vivos" y por extensión el conjunto de  circunstancias físicas, culturales, económicas, sociales, etc. que rodean a las  personas. Diversos autores entienden que lo correcto sería utilizar la palabra  "ambiente" y no "medio ambiente", expresión que consideran  redundante. Sin embargo, no parece existir tal incorrección, a la vista de los  significados atribuidos por la   Real Academia, la que proporciona diversos significados tanto  del vocablo "ambiente" como de "medio". Por tanto, es  correcto, incluso más claro, hablar de "medio ambiente", aunque  también puedan emplearse las palabras "ambiente" y "medio"  para designar el mismo objeto.
   En consecuencia se asume como educación ambiental la  definición adoptada  en la Ley del  Medioambiente de la República de Cuba, “(…) el proceso  continuo y permanente, que constituye una dimensión de la educación integral de  todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de conocimientos,  desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y actitudes y en la formación  de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y de ellos con  el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de los  procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible”. (Ministerio  de Ciencia Tecnología y Medioambiente, 1997:5) 
   Es  entonces un imperativo, en aras del desarrollo sostenible, asumido aquí como:  “(…) el que satisface las necesidades de las generaciones presentes de manera  que puede mantenerse o reproducirse por sí mismo, en especial en lo económico,  social y medioambiental, sin comprometer la capacidad de desarrollo de las  generaciones futuras, con equidad y justicia sociales.” (Comité Central del  Partido Comunista de Cuba; 2017: 4) la educación ambiental como vía para  contribuir a la construcción de un paradigma nuevo de relación hombre-mundo. La  educación ambiental se impone, cada vez más, como un imperativo. Concebida como  formadora de una actitud cada vez más racional, y por tanto cada vez más  humana, conjuga valores, saberes y prácticas económicas-productivas, políticas  y éticas. Finalmente se propone como meta-objetivo rebasar los límites de un  espacio o persona para trascender como cultura.
   Si  damos una mirada a la relativamente corta historia de la humanidad,  encontraremos que desde fuentes tan antiguas como la Biblia, se ha venido  formando una cultura sobre la relación hombre-mundo, que motivada por una  interpretación, tal vez, simplista o irracional motivado por el modo de vida  capitalista contemporáneo, ha provocado una actitud errónea hacia el medio.  Cuando el texto bíblico plantea que Dios dijo al hombre: ¨Tengan muchos, muchos  hijos: llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las aves y a  todos los animales que se arrastran¨ (Santa Biblia; 1979:2) evidentemente no se  estaba bendiciendo una actitud egoísta ni irracional, actitudes opuestas al  espíritu de dicha religión. Cierto es que esta idea ha servido de sustento a  una parte de la llamada cultura occidental que ha llevado a la humanidad a la  actual situación de crisis multilateral, siendo la crisis ambiental, en el  sentido amplio del término, su expresión más cabal. 
   A  pesar de milenios de historia con los avatares propios de cualquier proceso  humano, la humanidad no ha logrado rebasar lo que Veblen llamó la ¨fase  depredadora¨ según (Einstein, 1949) de su desarrollo. La amenaza ambiental a la  que nos enfrentamos no es el resultado del cada vez mayor desarrollo  tecnológico sino a la inversa de lo que muchos plantean, de la falta de  desarrollo ideoespiritual que padece la inmensa mayoría de nuestros congéneres,  gran parte de esto es el resultado del triunfo de una seudocultura generadora  de incultura real que a la larga ha generado una falta de verdadero desarrollo  social. Al sistema imperante, o sea el capitalismo neoliberal, le interesa la  progresiva transformación del medio, pero solo para valorizar el capital y  satisfacer una cultura consumista. En consecuencia, proteger la naturaleza y  por tanto las condiciones naturales de vida se aprecia como gastos reductores  de las ganancias por lo que la lógica que impera dicta como mandato ineludible  la maximización de ganancias a costa de nuestro hábitat común. 
   Ante  esa lógica de mercado se alzan planteamientos como los de Fidel, que  reiteradamente ha llamado la atención al respecto. Entre su obra escrita  podemos destacar: Una causa justa que defender y la esperanza de seguir  adelante, Una especie en peligro de extinción y El ALBA y Copenhague a la que  se suma una brillante y pródiga obra discursiva que encuentra su más lata  expresión en el discurso pronunciado el 12 de junio de 1992 en Río de Janeiro.
   Hace  apenas 17 años, en la Conferencia Internacional sobre el Medio  Ambiente, convocada por la   Organización de Naciones Unidas (ONU) Fidel afirmó: ¨ Una importante  especie biológica está en peligro de desaparecer por la rápida y progresiva  liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre ¨. Como vía para  salir de aquella situación, agravada hoy, que pende como espada de Damocles  sobre el destino de la humanidad planteó, en aquella ocasión la necesidad de la  equidad en la distribución de las riquezas y la tecnologías, menos lujos y  menos despilfarro (…) Cesen los egoísmos, cesen los hegemonismos, cesen la  insensibilidad y el engaño. (Castro, 1992:1)
   La  propuesta de (Castro, 1992) es clara, solo asumiendo una actitud diferente  hacia el medio ambiente, sustentada en valores morales como la justicia, la  responsabilidad, la equidad y la solidaridad que garanticen un orden  internacional más justo y racional podrá el hombre salvarse del hombre mismo.  Si tomamos en cuenta el tratamiento internacional a esta problemática  constataremos que el Comandante es un pionero en este aspecto de la actividad  política, pero sobre todo que su concepción al respecto proporciona importantes  directrices para su enfoque sociopolítico.
   En su  discurso se presentan los valores morales, por su capacidad orientadora y  reguladora de la conducta, como pilares de una adecuada educación ambiental y  premisas para detener el deterioro actual de las condiciones naturales de vida  en el planeta. Fue el medio ambiente, en su concepción más amplia y novedosa lo  que motivó sus primeras reflexiones en marzo del 2007. En Fidel se da una  simbiosis entre el intelectual y el estadista que le posibilita establecer y en  otros casos promover políticas específicamente en el orden medioambiental.
   Cuba  además de defender el medio a través de sus representantes, fue el primer país  en elevar a nivel constitucional este fenómeno. En lo adelante continuaría estableciendo  políticas, materializadas en programas de diverso tipo (Revolución Energética,  remotorización de medios de transporte de todo tipo, Sistema Nacional de Áreas  Protegidas, medición del impacto ambiental, el requisito de la Licencia Ambiental  y la coherente aplicación de una Estrategia Medioambiental) que de manera  integral tributarían a un desarrollo sostenible. Dicho desarrollo es concebido  como el “(…) proceso de elevación sostenida y equitativa de la calidad de vida  de las personas, mediante el cual se procura el crecimiento económico y el  mejoramiento social, en una combinación armónica con la protección del medio  ambiente, de modo que se satisfacen las necesidades de las actuales  generaciones, sin poner en riesgo la satisfacción de las necesidades de las  generaciones futuras.” (Ministerio de Ciencia Tecnología y Medioambiente,  1997:7) 
   La  instauración de la concepción de Fidel Castro como política estatal ha motivado  que se supere la aspiración por el simple beneficio económico colocando a Cuba  como el único país con desarrollo sostenible según el Fondo Mundial para la  vida Silvestre.  (EFE; 2016) Al asumir  los valores morales como vía para detener el deterioro ambiental, y ser esta  una necesidad ineluctable de la humanidad, Fidel los eleva a la categoría de  condición natural de vida. Es inimaginable un futuro sin asumir un cambio en la  relación hombre-mundo que tenga como base una transformación de la humanidad  expresada mediante una actitud diferente hacia el entorno, se trata de  desalambrar el pensamiento de una cultura homogenizante bajo la bandera de la  revolución post.
   Cuando  en 1992 vaticinó el peligro de que desapareciera el hombre tomando como  indicador ¨ (…) la rápida y progresiva liquidación de las condiciones naturales  de vida (…) ¨ (Castro, 1992:1), lo hacía no solo pensando en el daño físico  producto de la necesaria transformación del medio por parte del hombre para  satisfacer sus crecientes necesidades sino también en la raíz del problema: las  sociedades de consumo. La acción del hombre sobre el medio es premisa para la  vida, pero el abuso y el irracional uso de los recursos naturales nos acercan  también al fin de la vida como condición de la materia en este planeta.
   Desarrollo sustentable  no es negar el progreso, este significa cambio, pero en sentido positivo, de  mejoramiento. El progreso pensado en dos dimensiones: la relación de los  hombres con la naturaleza (la dimensión técnica) y las relaciones de los  hombres entre si (dimensión social), progreso ético de las normas que regulan  su convivencia. Se fijó como meta un tipo de conocimiento y dominio de la  naturaleza que abriera paso a una sociedad en la que reinaran los valores de  justicia, solidaridad, paz, la equidad, etc. Desde un inicio se consideró que  la dimensión técnica y la social estaban indisolublemente vinculadas, y que un  cierto nivel de desarrollo de la primera era imprescindible para posibilitar la  segunda. 
   La modernidad ha  implantado un paradigma de desarrollo que supone que el desarrollo  científico-técnico y la acumulación de cosas así como la creación y utilización  de medios, cada vez más eficaces para transformar el medio garantizaran la  felicidad. Esta convicción ampliamente extendida y difundida por los grandes  medios de comunicación (MDM) es contra lo que luchamos hoy. La realidad es que  a pesar de los reiterados llamados de atención que nos ha hecho la naturaleza  los centros de poder y detrás de ellos las megatrasnacionales como las Exxon  Mobile, que mueven los hilos del esa suerte de gobierno planetario se niegan a  rebasar los límites de la mencionada fase depredadora del desarrollo.  Consideramos que el llamado de Fidel ha estado siempre orientado a: recordarnos  que el sentido de la vida no tiene nada que ver con convertirnos en almacenes  de cosas, sino en adquirir valores que den sentido a lo que hacemos y  conocimientos que nos permitan hacerlo cada vez mejor, o lo que es lo mismo,  satisfacer nuestras necesidades con un nivel cada vez menor de agresión  irreparable al medio. 
   La ética de la revolución  cubana no ha sido y no puede ser la del tener, el llamado permanente debe ser a  levantar la bandera, siempre digna del ser. La propuesta de Raúl Castro (1931-  ) de construir una sociedad socialista, próspera y sostenible subsume la idea  de alcanzar mayores niveles de satisfacción de necesidades materiales y  espirituales sin comprometer el futuro. Lo aprobado en la CONCEPTUALIZACIÓN DEL  MODELO ECONÓMICO Y SOCIAL CUBANO DE DESARROLLO SOCIALISTA lo refleja en los  siguientes términos: “Una sociedad socialista próspera y sostenible podrá  alcanzarse a partir de una profunda conciencia revolucionaria y sentido del  deber, el trabajo con eficiencia y eficacia, la participación de los  trabajadores, alta motivación, el uso racional y ahorro de los recursos, los  progresos y la aplicación de los resultados de la ciencia, la tecnología y la  innovación”. (Comité Central del Partido Comunista de Cuba; 2017b:14) 
  CONCLUSIONES:
BIBLIOGRAFÍA: