Silvia del Rocio Segovia Meza*
Carmen Suleyma Cobeña Moreira **
Flor Jacinta Briones Párraga***
Universidad Técnica de Manabí, Ecuador
rocios_meza@hotmail.comRESUMEN
La  empleabilidad es un término que dentro del contexto laboral ecuatoriano es utilizado  para referir a las características, oportunidades, condiciones, desarrollo de  habilidades y destrezas de los profesionales en un ámbito específico y  determinado. Para la escuela de Secretariado Ejecutivo, este indicador es  importante al momento de evaluar las actividades académicas gestión y  desarrollo en la formación de losmismos, de ahí que la revisión periódica de  indicadores evaluativos como la demanda y oferta laboral es importante, así  como la condición situacional de las y los secretarios ejecutivos para  determinar su posicionamiento y permanencia laboral en este contexto. Este  trabajo tiene como objetivo describir la empleabilidad de los y las profesionales  de la carrera de Secretariado Ejecutivo de la Universidad Técnica de Manabí.  Para ellos se realizó una investigación cuantitativa de corte descriptivo tomando como  muestra a 256 profesionales que corresponde al 50,9% de la totalidad de la  población sujeto de estudio. Usando el muestro probabilístico por conveniencia  y comparecencia. Los resultados evidencian que la empleabilidad de los  graduados es alta, todos ellas están ubicados en instituciones y empresas  públicas y privadas de la provincia y región, un pequeño porcentaje se dedica a  emprendimientos o están dedicadas a ser ejecutivas de hogar. 
PALABRAS CLAVES
Empleabilidad,  profesionales, secretarias ejecutivas, permanencia laboral, demanda y oferta. 
SUMARY
  Employability is a term that within the Ecuadorian labor context is used  to refer to the characteristics, opportunities, conditions, development of  skills and abilities of professionals in a specific and determined field. For  the school of Executive Secretariat, this indicator is important when  evaluating the academic activities, management and development in their  training, hence the periodic review of evaluative indicators such as demand and  labor supply is important, as well as the condition situation of the executive  secretaries to determine their positioning and work permanence in this context.  The objective of this work is to describe the employability of the  professionals of the career of Executive Secretary of the Technical University  of Manabí. For them, a descriptive quantitative investigation was carried out,  taking as a sample 256 professionals that corresponds to 50.9% of the total  population subject of the study. Using probabilistic  sampling for convenience and appearance. The  results show that the employability of female graduates is high, all of them  are located in public and private institutions and companies of the province  and region, a small percentage are dedicated to entrepreneurship or are  dedicated to being home executives.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
Silvia del Rocio Segovia Meza, Carmen Suleyma Cobeña Moreira y Flor Jacinta Briones Párraga (2018): “Estudio de empleabilidad de las profesionales de la carrera de secretariado ejecutivo de la Universidad Técnica de manabí, período 2007 - 2017”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (febrero 2018). En línea:
 //www.eumed.net/rev/caribe/2018/02/secretariado-ejecutivo-manabi.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1802secretariado-ejecutivo-manabi
INTRODUCCIÓN
   El objetivo  de este artículo es Describir la empleabilidad de los y las profesionales de la  carrera de Secretariado Ejecutivo de la Universidad Técnica de Manabí. El  término de empleabilidad se usa para realizar estudios y análisis las  condiciones laborales que las empresas públicas y privadas requieren en función  de los servicios que ofrecen y de las necesidades del contexto social donde se  desenvuelven. El estudio de  la  empleabilidad incluye las  perspectivas laborales, profesionales y  personas que las personas deben tener en el desempeño laboral que realiza, así  como la continuidad laboral, la competitividad, roles, actividades, funciones y  responsabilidades  en el contexto donde  se desenvuelve, estas son  relevantes en  este proceso, la intermediación en este caso de las instituciones públicas y  privadas entre la oferta y la demanda con las oportunidades laborales  existentes y las funciones que realicen en este ámbito marcan la diferencia,  para su postulación y posterior integro a las actividades laborales. (Arce  & Macías, 2015)
   Las responsabilidades  del trabajo de la/el secretaria ejecutiva contiene una amplia gama de  competencias y habilidades, se espera de ella funciones tales como: gestión de  proyectos y la realización de investigaciones, preparación y edición de la  correspondencia, informes y presentaciones, de la correspondencia, operaciones  del  día   a  día  de  la  oficina, hacer arreglos de viaje y de  invitados, mantener archivos, manejar el correo, levantamiento de actas de reuniones  y coordinación, organizar   registros,  reuniones  y   citas  de  planificación   y  programación así como ofrecer  un servicio de calidad al cliente, trabajar en un ambiente profesional, esto  evidencia que su preparación debe estar más allá de operaciones mecánicas,  tecnológicas o pedagógicas puesto que requiere de conductas, actitudes,  aptitudes, destrezas y habilidades que garanticen su eficiencia y eficacia. (Cuadrado,  2014)
   El trabajo  profesional de la secretaria ejecutiva abarca desde tareas de apoyo de oficina  para el desempeño de estos como la toma de decisiones y el juicio, hasta el  contacto público es un componente importante de su accionar diario, tanto  internos como externos a la organización, así  como el contacto diario con los administradores del personal del programa de  otras unidades dentro de la organización, representantes de otras agencias  públicas, clientes, destinatarios de los servicios, su responsabilidad  puede ser de naturaleza operativa, coordinar  las funciones de negocio de unidad de matriz que incluyen la administración de  personal, la coordinación de la oficina, y el seguimiento del presupuesto o la  gestión.
   Actualmente  el papel de la secretaria ejecutiva ha alcanzado nuevas dimensiones, gracias al  avance de la tecnología, automatización y especialización,  han aumentado la necesidad de profesionales  que se destaquen en nuevas áreas, incrementando simultáneamente las  responsabilidades en sus funciones. La empleabilidad de las Secretarías  Ejecutivas es importante en todas las instituciones públicas y privadas ya que  es una función de responsabilidad y de confianza, lo cual implica que quien  realiza esta actividad debe ser productivo en todos los ámbitos de su accionar,  con ética profesional para apoyar a la administración de dichas entidades;  además, debe poseer solvencia académica y profesional en su formación,  considerando que el desempeño laboral generalmente está basado en la formación  recibida previamente, por tanto debe ubicarse al talento humano de acuerdo a su  perfil profesional. (Arce & Macías, 2015)
   Las  instituciones públicas y privadas de la provincia de Manabí y región 4 de  Ecuador, cuentan con los servicios de por lo menos una Secretaria en cada una  de las áreas, las mismas que poseen títulos en Secretariado Ejecutivo, que  garantiza de la recisión, atención, agilidad, responsabilidad, resultados en la  atención y desarrollo de las actividades que realizan. Esto contribuye a  cumplir con las demandas laborales que nivel mundial se observa, donde se esta  produciendo un cambio significativo desde la invención de las primeras máquinas  de oficina  en  el   cambio  ofimático,  hasta   los  que  se   atribuye  a  los avances   tecnológicos, (Rorbak, 2012), los   avances  de comunicación  y automatización, lo que induce a analizar  que el perfil profesional de las secretarías ejecutivas ha cambiado en base a  estos requerimientos,  esto  abarca   desde  el continuo  cambio   en  los equipos, funciones,  requisitos y formación profesional, junto con el aumento del número de  secretarios y el desarrollo de mayores responsabilidades   se requiere cambios significativos en el  perfil profesional de las  mismas,  orientado   a  estados  mayor especialización.(Mora, 2008).
   La  metodología aplica para el desarrollo de la investigación fue de carácter cuantitativo  – descriptivo, el cual a través de los métodos; Entrevista, encuesta,  observación, bibliográfico, permitió la recolección de la información obtenida  a nivel teórico y empírico. Se emplearon instrumentos didácticos, pedagógicos y  tecnológicos para la recolección, análisis e interpretación de los datos. Se  logró encuestar a 241 profesionales de la carrera de Secretariado Ejecutivo de  la población total que era 501 de graduadas desde el año 2007 quienes prestaron  las facilidades del caso para las respuestas del cuestionario y de las  entrevistas. Los resultados reflejaron que las profesionales están laborando en  su profesión en las diferentes instituciones públicas y privadas de la  provincia de Manabí y Región 4 del Ecuador, la equidad e igualdad de género en  cuanto  a las oportunidades es relevante  y tanto hombres como mujeres secretarias están laborando, su permanencia está  en un promedio de 2 años en la misma institución, la formación y capacitación  profesional han sido pilares fundamentales para sud desarrollo laboral y  garantizar la empleabilidad en su área de trabajo.  
  DESARROLLO                       
  Empleabilidad: recorrido histórico
   La empleabilidad es un  indicador que evidencia la relación oferta – demanda manejada en un contexto y  realidad social determinada, esto viene desde el siglo XX donde autores como Weinert,  Baukens, Bollérot, Pineschi-Gapànne, Gazier (y Walwei (2001), lo conceptualizan  como la capacidad del individuo para obtener un empleo teniendo en cuanta la  interacción entre sus características personales y el mercado de trabajo, esto  implica el desarrollo de habilidad y destrezas específicas y necesarias que  conlleva a una movilización estructural de las políticas de empleo con las  promociones de enfoques multidimensionales y negociables, capaces de  identificas los problemas y prioridades ligadas a las acciones de las personas  e institución  implicadas en el acceso al  trabajo y empleo. (p. 5). 
   Para Bollérot (2003) este  término aparece en los diccionarios y libros jurídicos a finales del siglo XIX,  y se entiende como la provisión y mantenimiento de las personas en el mercado  de trabajo, tomándose en cuenta sus capacidades, productividad y desempeño.  Paralelamente, Campos (2003) identifica a través de Weber la noción de  empleabilidad a comienzos de ese siglo. Los primeros usos del término datan de  comienzos del siglo XX y han provocado muchas aplicaciones y debates que pueden  ser traducidos en dos grandes narrativas de corte práctico o teó- ricas en las  cuales siempre la responsabilidad recae sobre los propios trabajadores (Gazier,  2005). 
   Surge como primera versión  Gazier (2005, p. 6) identifica el origen de la noción de empleabilidad Estados  Unidos y Gran Bretaña ligada a la “gran depresión” de los años 20,  conservándose hasta los años 50. Esta versión es dicotómica en la medida en que  una persona era o no empleable y su expresión estadística se centraba en tres  criterios que correspondían a la edad (entre 15 y 64 años), no tener problemas  de limitación física o mental y no tener restricciones familiares fuertes (por  ejemplo, cuidar de los niños). Para el caso de personas “pobres” que además se  vieran en estas condiciones, la alternativa era la asistencia social. En esa  noción no se detecta la competitividad ni la existencia de grados entre las  condiciones de empleabilidad. Luego aparece en Europa continental en Francia  particularmente, donde participan además de los trabajadores, los “hacedores de  políticas” del mercado de trabajo, estadísticos y doctores. Tres tipologías se  desprenden del enfoque: la sociomédica que incluye a médicos y terapeutas de  diferentes campos de rehabilitación, centrada en la limitación y discapacidad,  la de la medición individual en la cual se consideran grados de aptitud física  o mental por áreas de desempeño y, finalmente, la de los problemas de  intervención de acuerdo con las deficiencias por compensar. (Brudger, 2005).
   Todo esto lleva a  enfatizar la responsabilidad individual y la capacidad para activar procesos de  acumulación de “capital humano” y “capital social” o de posicionamiento en los  mercados de trabajo, situaciones ligadas a las redes sociales de las que se  hace parte, las adquiridas o las expandibles como soporte de la personas a su  alrededor. Para algunos autores como Fugate y Ashforth (2013), la empleabilidad  es asociada a las características individuales en procura de la adaptación al  trabajo. En ese sentido, este concepto se liga a una “colección de  características  individuales que  energizan y dirigen al individuo a través de una identidad de carrera  individual” (p. 3). No obstante, este mismo autor manifiesta, al igual que  otros (Brown & Hes- keth, 2004; Harvey, 2005; Hillage & Pollard, 2005;  Van Der Heijden, 2006) que la empleabilidad se refiere fundamentalmente a la  habilidad para “ser empleado” y puntualiza tres elementos: obtener un empleo  inicial, la habilidad para mantenerlo y la habilidad para movilizarse hacia  otros empleos.
   La Fundación Chile (2010)  manifestando la falta de claridad conceptual y metodológica al- rededor de la  empleabilidad, retoma a Hillage y Pollard (2011) quienes asumen ese concepto  multimodal, con distintas acepciones dependiendo del momento, el lugar y los  actores que los utilicen. Sin embargo, la Fundación mantiene la acepción de  empleabilidad asociada a “una dimensión de la vida laboral de las personas que  refiere la capacidad para obtener un trabajo, mantenerse en él y progresar en  una organización contribuyendo exitosamente a esta” (p. 4).  La empleabilidad es una especie de dualidad y  por esta razón se convierte en un de- safío estratégico a largo plazo porque  implica la competencia para moverse con suficiencia en el mercado de trabajo,  satisfaciendo las necesida- des de supervivencia y realización del trabajador  fundamentado en estrategias relacionales y meta- cognitivas-privilegiadas por  los mercados de trabajo como capital social e intelectual (Enríquez &  Rentería, 2015).
   En razón del termino se  puede resumir que la empleabilidad es un desafío o carga compleja debido a que  no es un concepto estático o general, sino que, una interpretación que va en  relación de quienes la sumen, de carácter político, social, estructural,  ideológica, donde se abordan contextos de empleo, desempleo, marginación,  formación en relación a los actores sociales implícitos, como personas  concretas y no como categorías abstractas. De ahí que su análisis implica  diferentes actores de manera directa los empleadores y los empleados,  dependiendo del mercado laboral y de la demanda existente. Los empleadores  aquellos responsables de la selección, capacitación, formación, ejecución y  evaluación del desempeño de los trabajadores; (Carrieri & Sarsu, 2012)  siendo este segundo grupo el recurso humano con aspiraciones, sueños,  necesidades y desarrollo del potencial trabajo que garantiza la entrega de un  bien o servicio según sea la relación laboral obtenida. Brown & Hesketh  (2014, p. 218). La fusión de estos dos actores la empleabilidad va en relación  al recurso humano, a la lógica de selección, a las credenciales relaciones del  capital reputacional, así como al universo o contexto de formación que permite  el cumplimiento de la demanda de mercado.   Es decir la  empleabilidad es  producto de la acción de distintos actores sociales que funcionan de forma  interdependiente entre sí, con intereses claramente diferentes y en dinámicas  de mercados de trabajo, tal como será analizado a continuación. Para esto es  necesario retomar las teorías del capital humano, donde los modelos sociales y  las brechas del mercado laboral son entes de las condiciones reales y la  responsabilidad efectiva entre los gobiernos y las agencias financiadores de  empleo como parte de una cultura de cambios sistémico e integrador. 
   Como parte de una  cultura de cambios y estructuras mentales es necesario antes de comenzar el  análisis de empleabilidad de los y las egresadas de la carrera de Secretariado  Ejecutivo de la Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales de la Universidad  Técnica de Manabí, tener claro el termino de empleabilidad para poder entender y  atender todos estos procesos que ahora son importantes en el desarrollo de las  potencialidades y capacidades profesionales de las Secretarias. Empezando por  Goleman (2009), Brunner (2011) y (Rentaría, 2014), ponía el énfasis a la  empleabilidad no de manera aislada sino como algo habitual donde posibilita a  las personas a entrar, sostenerse y permanecerse en el mercado de trabajo. Todo  esto como énfasis de competencias, tiene componentes que son indicadores de  medición a la hora de realizar este artículo como: la responsabilidad social,  la relación de empleabilidad, la preocupación real, o el encaje entre oferta y  demanda de trabajo, entre otros, todo esto condujo a un estudio sigiloso  enfocado en esta profesión. 
   En este mismo aspecto  Rentería (2014) en un análisis económico social, corrobora el concepto  “empleabilidad” la cual proviene de la palabra inglesa employability, un  constructo asociado al empleo. Desde esta versión simplista, ser empleable  significaba tener la habilidad de poseer un empleo, y no ser empleable  significaba lo contrario. En este sentido el autor profundiza dentro de su  artículo lo expresado por Campos (2013) que la palabra empleabilidad no existe  en la lengua castellana y constituye una síntesis de employ (que  se traduce como empleo) y de hability (cuya traducción es  habilidad). El significado casi literal que se le otorgaba a esta palabra era,  por tanto, el de habilidad para obtener o conservar un empleo y  para evitar el desempleo. 
   Formichella y London,  (2015), actualiza este concepto, lo constituye en la realidad social y personal  abordada de manera rigurosa y continua, en los constantes cambios de la  sociedad, las condiciones socio-demográficas, el mercado de trabajo, obliga a  la gestión de procesos enlazados con la carrera profesional, que tienen que  estar equilibrado con el sistema educativo, siendo ahora un eje primordial en  la enseñanza y formación profesional. 
   Nuevamente Rentaría y  Andrade (2015), actualiza su conceptualización cuando surge las complicadas  relaciones entre las empresas, las organizaciones y los empleados, donde cada  uno genera sus propios interese con los de la empresa, la satisfacción laboral,  la demanda profesional, el creciente mercado de trabajo, estaba vinculada a la  necesidad de que, tanto cualitativa y cuantitativamente existe un equilibrio  entre la oferta y demanda de trabajo. (Weiner, 2004; Yorke, 2004). Todo este  constructo hace que los contenidos y riqueza de conocimientos estén relacionada  con la capacidad, aptitud y necesidad de las personas de tener un empleo para  satisfacer sus necesidades profesionales, económicas, promoción y desarrollo a  lo largo de su vida, esto permite que la formación continua, la revisión y  rediseño de carrera sean factores primordiales. 
   Evans (2015), indica que la empleabilidad, es el conjunto de variables que  explican la situación de empleo o de desempleo de una persona, destacando que  al decir empleo incluimos también el autoempleo. Esto de manera individual  recalca al conjunto de competencias y habilidades para tener un trabajo y  mantenerlo según las necesidades profesionales, económicas, de promoción y de  desarrollo. Esto genera una serie de configuraciones psicológicas, educativas y  sociales que tienen fomenta las actitudes, conocimientos, aptitudes o  habilidades cognitivas, psicomotrices, interese, motivaciones y riesgos de  personalidad que interactúan, delimitan, posibilitan el análisis del  comportamiento laboral. Es decir que mientras más competencias desarrolle una  persona, mejores son las posibilidades de acceder y mantener un empleo. En  necesario tener en cuenta que los avances tecnológicos, el espacio de formación  de nuevos puesto de trabajo, las exigencias de mercado en cuanto a la edad,  preparación académica, la conformación empresarial, las aspiraciones laborales  son imprescindibles en el análisis de empleabilidad ha aumentado las  posibilidades de trabajo y mejoras profesionales. 
   En este marco la misma autora Evans (2015), manifiesta que la empresa no es  garantías laboral en el pasado, ni el empleo de por vida, ni la carrera  profesional. 
   La empresa ya no puede garantizar, como lo hacía en el pasado, un empleo de  por vida, ni por consiguiente posibilitar que la carrera profesional de un o  una empleada se desarrolle en ella. Sin embargo, la empresa puede y debe, desde  una perspectiva moral, garantizar, a través de la gestión de sus recursos  humanos, programas de formación por los cuales los conocimientos y técnicas de  sus empleados no solamente queden obsoletas, actualizándolas en forma continua,  sino que además faciliten la adaptación a los cambios que se avecinan. El  empleado debe incrementar las competencias que se pueden desarrollar, entre  ellas, la flexibilidad, entendida como la disposición para aceptar una nueva  oportunidad laboral que puede presentarse y que implique una mejora en la  situación laboral previa existente. Este es el caso de un empleado o empleada  que está dispuesto a trasladarse de ciudad, estado o país, en la medida que  este cambio favorezca su situación de empleo. El gobierno también interviene en  materia de empleabilidad. No sólo debe amparar a quienes pierden su empleo,  asegurando las satisfacciones de sus necesidades primarias -comida, techo y  servicios médicos- sino que también debe legislar para que las empresas cumplan  con su obligación, hasta ahora moral, de mantener y desarrollar las condiciones  de empleabilidad de sus miembros. (Evans, 2010). 
   No se debe olvidar la responsabilidad que tiene los gobiernos y la sociedad  civil para garantizar el futuro económico de su Estado, es necesario la  inserción de los jóvenes al mercado laboral de manera satisfactoria, no  obstante es importante recalcar que en algunos países esta tasa de ocupación  son bajas puesto que las estructuras económicas son débiles y no absorben a su  población económicamente activa. 
   En este planteamiento Goldthorpe (2015) manifiesta que la formación  especializada ayuda a mejorar la posición económica y social de los individuos  ya que potencia la movilidad social ascendente. En cuanto a este termino de  empleabilidad de los titulados la Comisión Europea señala que la educación  superior no solo brinda al talento humano la oportunidad de mejorar  sustancialmente sus condiciones de vida sino que estos a su vez contribuyen con  sus capacidades a renovar el sistema económico, político y social, por lo tanto  es la capacidad de obtener y conservar un empleo satisfactorio acorde al  conocimiento, habilidad, gestión que el individuo hace de sus propios recursos  y le lleva a alcanzar todo su potencial. 
Inserción Laboral:  Análisis y visión universitaria
   La teoría del capital humano, consistente con los presupuestos  ingenuos  de  estos   estudios,  las  características personales tales  como   el  talento,  la educación y la experiencia determinan los  resultados de una persona y, con ello, el valor productivo  de   dicha  persona  en   el  mercado  laboral   (Becker,  1964).  Por   tanto,  los diferentes logros  profesionales se entienden como un indicador de la diferente calidad en la  oferta universitaria. No obstante, hay otras teorías que pueden explicar las  diferencias observadas. Por ejemplo, la teoría de la cola del trabajo, también  conocida como el modelo de competencia por los puestos de trabajo (Thurow,  1975) afirma que la productividad está determinada fundamentalmente por las  características del puesto de trabajo. Por lo que un salario alto o una  productividad elevada dependen más del puesto de trabajo que de las  características personales, tales como la carrera cursada. Desde esta  perspectiva, es por tanto, el tejido productivo y ocupacional el referente  principal para el diseño de la oferta. Asimismo, otra teoría que desacredita la  influencia de la formación en los éxitos o logros profesionales es la  credencialista (Collins, 1979) según la cual, las diferencias de sueldos no son  tanto un reflejo de la productividad, sino un reflejo del “trabajo político”, a  través del cual los miembros de la elite económica protegen puestos atractivos  del mercado laboral de la competencia externa. Desde esta perspectiva, se pueden  encontrar universidades privadas, de renombre internacional, así como grados  académicos que son privilegio de pocos. Lo que lleva a tener en cuenta aspectos  de esta naturaleza cuando se analiza la integración  laboral   como  indicador  de   pertinencia  o  de   insumo  para  el   desarrollo curricular. 
   Resulta oportuno, luego de revisar la definición de empleabilidad, y hacer  énfasis que es considerada como la capacidad de lograr un empleo, mantenerlo y  tener éxito en el puesto, para su propio beneficio, de la fuerza de trabajo, de  la comunidad y de la economía; y de obtener otro si fuere necesario. En otras  palabras los profesionales tendrán nuevas posibilidades de trabajo más rápida y  de mayor calidad que otras personas con niveles inferiores de educación, es así  que la inserción, supone el acceso al empleo y el desarrollo de trayectorias  laborales que han de desembocar, en la inserción laboral plena. (Escobar,  Rodríguez, Mendoza, 2015). 
   Es tradicional el uso del nivel de éxito profesional o la inserción laboral  de los graduados como factor indicador de la pertinencia y calidad de la oferta  de estudios universitarios. Si bien, hoy sabemos que esto no es más que un dato  muy importante, además de otros alimentados desde otras perspectivas que pueden  ayudar a comprender la inserción profesional o el empleo de los graduados  universitarios, y que en definitiva ponen en cuestión que el éxito profesional  sea un indicador de calidad universitaria. (Dirección de Planeamiento de  Académico, 2012).
   Definitivamente, la procedencia del estímulo y las intenciones finales de  estos estudios es lo que marcará la naturaleza del modelo de investigación. En  este sentido, cuando la misión de los estudios es la rendición de cuentas al  estado, los objetivos se centran, especialmente, en el logro de los graduados,  es decir, en su éxito en la transición al empleo, en su satisfacción con la  formación recibida y su implicación en actividades cívicas y benéficas (Bok y  Bowen, 1998). No obstante, estos resultados también se pueden utilizar en las  reformas curriculares o en los cambios en los servicios y recursos  universitarios (Murray, 1994; Borden y Rajecki, 2000; Bailey et al., 1997).
   Normalmente, los estudios de seguimiento a graduados se suelen realizar a  instancia de los órganos de gobiernos nacionales o regionales para la  organización y toma de decisiones sobre la oferta universitaria, sirviendo de  evidencias para la  rendición de cuentas,  beneficios socioeconómicos, de las universidades públicas ante sus estados y  comunidades (Dellow y  Romano, 2002;  NASULGC, 1999, Cabrera, Weerts y  Zulick,  2004).  No   obstante,   estos  estudios  también,   pueden  responder  a    demandas  y necesidades  institucionales, como instrumento para el control de la calidad en el seno de  la misma universidad. 
   Sin embargo, el principal inconveniente de estos modelos de estudio es la  creciente evidencia de que el éxito de los graduados no depende del simple  hecho de haber realizado la carrera en una determinada universidad, sino de lo  que el universitario realizó durante su periodo académico en esa universidad  (Kuh y Hu, 2001; Pike, Kuh y Gonyea, 2003; Pascarella, 2002, Roberson, Carnes y  Vice, 2002) - entre otros aspectos socioculturales ya comentados desde las  teorías explicativas de la relación entre educación y empleo-. En este sentido,  en este tipo de estudios se trata el carácter y naturaleza de las experiencias  del estudiante, su implicación en actividades académicas, las competencias  adquiridas en la universidad, y en qué medida se aplican en el mundo laboral. Por  tanto,   dependiendo  del  modelo   de  investigación,  y   de  la  naturaleza   de  sus indicadores, los  resultados de estos estudios pueden ser insumos para la organización,  redefinición o supresión de carreras universitarias, o bien, para el diseño o  reconstrucción de  sus  planes   de  estudio,  para   la  innovación  docente   y  el  desarrollo   docente,  la orientación académica  de los estudiantes, la organización de las infraestructuras y recursos, entre  otros aspectos (Cabrera, Weerts y Zulick, 2004).
   El Ecuador cuenta al momento con un plan de desarrollo, llamado en la  actualidad Plan del Buen Vivir, ninguna organización de orden público o privado  puede existir sin enmarcarse o verse vinculado de alguna forma en aquella norma  “(…) el buen vivir es un concepto complejo, no lineal, históricamente  construido y en constante re-significación” (Plan Nacional del Buen Vivir  2017-2022), su génesis data del año 2006 como propuesta de un movimiento  político implementado y radicalizado una vez que dicho movimiento alcanza el  poder a través de las urnas. El planteamiento de desafíos de orden político y  técnico además de innovaciones metodológicas e instrumentales son parte de esta  doctrina El buen vivir se lo interpreta como “(…) un nuevo paradigma cuyo fin  no sea los procesos de acumulación material mecanicista e interminable de  bienes, sino que promueva una estrategia económica incluyente, sostenible y  democrática”. (SENPLADES, 2017)
   Es entonces un reto para las Instituciones de Educación Superior (a partir  de ahora IES) tener en cuenta todas las posibilidades y necesidades actuales  del mercado laboral, influencias por los avances tecnológicos, por las demandas  económicas, las exigencias sociales, que exigen a las personas cada vez estar  capacitadas, formadas y actualizadas constantemente. Es prioritario con todo  esto brindar la ayuda necesaria para garantizar la inserción laboral de quienes  ya egresaron y los estudiantes que están por hacerlo, como acople a toda la  realidad competitiva donde se relacionan. Enfatizando el término de  empleabilidad se acoge a la responsabilidad social, económica, política,  educativa de todos los actores sociales involucrados, la persona es la  protagonista de su propio proceso de inserción y es quien asume su necesidad,  oportunidad, permanencia y constancia dentro de las actividades que desempeñen.  Todo es continuo nada termina ni empieza, es parte de la vida y se toma  realidad inherente según las expectativas propias. (Rentería & Malvezzi,  2015). 
   En el Ecuador esta situación toma énfasis a partir de las reformas  educativas en las IES cuando el Centro de Evaluación y Acreditación de la  Calidad de la Educación Superior (de aquí en adelante CEACES) la cual impulsa a  la búsqueda de oportunidades y progreso a través de la formación especializada.  Si se ajusta a la teoría de capital humano de Becker esta es una de las más representativas,  puesto que semana que las capacidades productivas de un individuo se adquiere  por acumulación de conocimiento que le permiten conseguir ingresos por salarios  altos, responsabilidades acordes a su formación, espacios de crecimiento profesional.  (Meza, 2016). 
   La Universidad Técnica de Manabí como ente rector participe de la  formación, desarrollo e inserción laboral de los estudiantes graduados en las  diversas carreras que oferta, está ocupado en la búsqueda de mejores  condiciones profesionales para garantizar la formación de los mismos con la  calidad, calidez, eficiencia, eficacia que exige el mercado ecuatoriano, es así  que la Carrera de Secretariado Ejecutivo con más de 16 años de creación  institucional tiene como objetivo formar licenciadas/os en secretariado  ejecutivo con base humanista, técnica y científica que contribuyan al  desarr9oklklo delo entorno social, cultual y administrativo, capaces de  ejecutar con responsabilidad, eficiencia y equidad los requerimiento secretariales  de las empresas e instituciones (Rediseño de la Carrera, 2015),  y a través de su perfil profesional, con ello promueve la lógica de  acompañamiento, guía, asesoramiento y análisis de sus profesionales en el  ámbito laboral y establece dentro de sus programas el de seguimiento a  graduados que en conjunto con las normativas vigentes en las IES a través de  sus órganos rectores CEACES, CES, SENESCYT, tiene el departamento de  Seguimiento a Graduados el cual se encarga de investigar las demandas,  oportunidades, desempeños, logros y permanencias de los graduados en el ámbito  laboral a fin a su carrera y con la participación de expertos que analizan el  entorno donde estas se desenvuelven y promueven la participación, formación,  capacitación continua de los mismos para satisfacer las demandas actuales de la  sociedad donde se desenvuelve.  
   De ahí la importancia de establecer que es una Secretaria Ejecutiva, en  este aspecto Kumar & Sharma, 2008 sostiene “Una secretaria es la que  funciona para otros, en su nombre y riesgo”, es decir maneja  diversas   funciones  por  este   motivo debe  probarse  que   es  una  parte   indispensable  en  la   empresa, jugando un papel muy importante de manera eficiente y con  éxito. (Arce & Macías, 2015). Se la considera por ende como una de las  profesionales con posiciones altas, tareas responsables, credibilidad honrosa y  sobre quien recaen todas las situaciones labores de la empresa y de sus  involucrados, con atención directa e indirecta a sus clientes internos y  externos que buscan la satisfacción de una necesidad que en muchos casos son  quienes tienen la solución. Por ello su preparación es integral, holística,  sistémica debe estar preparada para manejar todos los medios tecnológicos,  informáticos, ofimáticos y humanísticos actuales, ya que de su buen manejo,  aplicación e interacción garantizan el éxito profesional. 
   Basados en los estudios de Londoño (2008), es necesario para un buen  estudio de empleabilidad tomar en cuenta las competencias generales  establecidas y de la cual la carrera de Secretariado Ejecutivo es participe en  la formación profesional: Organizar,   gestionar,  elaborar  y   transmitir  la  información, gestión en lengua propia y/o  extranjera, proporciona apoyo administrativo y realiza numerosas funciones,  incluyendo la programación, escribir correspondencia, correo electrónico,  manejo de visitantes, contestar llamadas, y responder a las preguntas y  peticiones. (pág. 28). 
   De la lectura de este texto se desprende que los profesionales del  secretariado son trabajadores administrativos con conocimientos técnicos  responsables de la catalogación y la distribución de información, la asistencia  personal de negocios de alto nivel  y la  organización de los horarios. Los deberes varían según el empleador, pero las  tareas pueden incluir la selección y priorización de correo y las llamadas  telefónicas, la investigación y la escritura memos. Ellas pueden   mantener calendarios y agendas de reuniones  ejecutivas, preparar  los  materiales   utilizados  en  presentaciones  ejecutivas   y hacer los arreglos de viaje. También pueden organizar y mantener los  archivos y bibliotecas de oficinas de libros, periódicos y medios digitales.  (Macías & Corral, 2012). 
   La realidad es que la labor del profesional de secretariado ha evolucionado  de manera importante en los últimos años asumiendo competencias relativas a la  gestión, negociación, protocolos. Pero no solo han cambiado sus funciones sino  también la forma de denominar a este colectivo: Asistente de Dirección,  Secretaria de Dirección, Secretaria Ejecutiva, Ayudante de Dirección y/o  Assistant- Asistente son las nuevas denominaciones que evoluciona paralelamente  a las   nuevas funciones y competencias  que estas profesionales están adquiriendo en las empresas. La imagen del  profesional de secretariado ha cambiado en los últimos años. La idea de  secretaria (profesión vinculada al sexo femenino en su mayoría,) ligada a la  señorita que se encargaba de la agenda de su jefe, filtraba y contestaba  llamadas, atendía a la visitas, o mecanografiaba y enviaba cartas ha sido  superada. El avance  tecnológico ha  dado   lugar  a  que   estas actividades administrativas rutinarias den paso a otros campos de  actuación más amplios.  (Rentería &  Malvezzi, 2015). 
   Los estudios del seguimiento del itinerario académico y profesional de los  graduados universitarios constituyen un insumo fundamental para la  planificación estratégica, permitiendo la obtención e indicadores de la  pertinencia de las carreras y planes de estudio, pero también para el diseño y  desarrollo curricular en universidades. 
   Este tipo de estudios se realizan a través de instituciones de evaluación  de la calidad, a través de consorcios de redes universitarias, o bien en las  mismas universidades que realizan este   tipo  de  estudios implementados a  través de   órganos o  departamentos  universitarios, normalmente dedicados a la gestión de la calidad. Es un hecho,  que este tipo de insumos son criterios esenciales en modelos de gestión de la  calidad como el European Foundation Quality Model (EFQM, 2014). En este modelo  entre sus principales criterios se encuentran los resultados o logros profesionales;  resultados en el personal, resultados en los procesos y resultados en la  comunidad. 
   Los estudios de seguimiento de graduados proporcionan este tipo de insumos  relativos a resultados; empleabilidad de los graduados, satisfacción,  aportación al tejido socio- productivo, entre otros. Asimismo, este tipo de  estudios proporcionan información sobre los procesos y recursos desde el punto  de vista del estudiante, lo que permite obtener retroalimentación sobre la  calidad de los mismos. 
   Finalmente, toda esta información permite, articulada de modo apropiado  facilitar orientación académica de los estudiantes sobre las carreras y sus  salidas profesionales, antes y después de la finalización de los estudios. 
   No obstante, aun siendo conscientes de estos valores, no se puede  generalizar el uso de estos estudios como fuente de  indicadores de  pertinencia. Incluso, en  caso   de  que existan, su nivel de  implicación en la política universitaria es muy diverso, encontrando casos en  los que estos indicadores se toman verdaderamente en cuenta, mientras que lo  más frecuentes es que los resultados de tales estudios no finalicen siendo  aplicados. 
   En la universidad ecuatoriana, el organismo gestor de la calidad  universitaria, el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la  Calidad de la Educación Superior (CEAACES), establece entre  los   indicadores de  calidad  a   efectos  de  calificar a   las universidades y sus carreras, las existencia de un sistema de  seguimiento de los graduados universitarios, que permita la obtención de  información sobre la empleabilidad, la proyección social de las carreras y del  perfil de egreso. Toda esta información es tomada como la base de cualquier  plan de estudios. 
   Por tanto, en Ecuador, la Administración encargada de la Educación  Superior, pretende que la información resultante de estos estudios de  seguimiento sea uno de los pilares de la oferta académica pública. Todo ello  exige que el seguimiento de los graduados forme parte  de   la  cultura  universitaria,  siendo   reconocida  como  una   labor  formalmente reconocida  en  los   estatutos  de  las   universidades y  en  los   reglamentos internos  de  facultades o departamentos. 
   En todo caso, se trata de una medida de gestión universitaria, aunque  conocida, nueva en su implementación e institucionalización en el sistema de  Educación Superior de Ecuador. En la actualidad la mayoría de las universidades  cuentan con estudios de seguimiento, si bien, existe amplia variedad en la  organización institucional de los mismos, siendo frecuente que las facultades o  incluso las carreras realicen sus estudios sin vinculación con  el   resto  de  facultades, carreras o  departamentos. A  esto,   que  sin  duda   es  un obstáculo para la unidad e  identidad institucional hay que sumar el escaso compromiso de la institución  con estos programas y, en muchos casos, la falta de apoyo informático. (Pastor  & Peraita, 2012)
   En el presente artículo se expone una propuesta conceptual y metodológica,  así como como la descripción de su proceso de implementación en una institución  universitaria, a través de la muestra de un caso cuyo desarrollo dio resultados  satisfactorios, tanto en cuanto  a  la  implicación  de   las  unidades  académicas   a  través  de   las  personas responsables del  seguimiento, como en cuanto a la usabilidad del sistema informático manifiesto  a través la frecuencia de uso por la comunidad universitaria. 
   La Carrera de Licenciatura en Secretariado Ejecutivo de la Universidad  Técnica de Manabí fue creada el 12 de febrero de 2001, (HCU; UTM, 2001),  inicialmente con la denominación de Creación  de la Escuela de Secretariado Ejecutivo, manteniendo hasta la actualidad el  carácter de Licenciatura en Secretariado Ejecutivo. Su objetivo es formar  profesionales, Licenciadas en Secretariado Ejecutivo, competentes y de calidad,  con una base humanística, técnica y científica, que coadyuven el desarrollo de  las empresas e instituciones públicas, privadas y ONG’S demostrando gestión  organizativa, administrativa y del nivel ejecutivo, en el mercado ocupacional  nacional e internacional, para lograr el desarrollo social y económico  (Segovia, 2016). 
   La metodología de estudio es: 
Los estudiantes se titulan bajo la denominación de Licenciada (o) en  Secretariado Ejecutivo, bajo la modalidad presencial por créditos.  Los estudios tienen una duración de 9  semestres sin trabajos de titulación y de 10 con el trabajo de titulación. Su  campo de actuación son las empresas públicas y privadas, en todas las áreas,  sectores y tamaños donde se desarrolla procesos administrativos y de gestión. La  carrera de Secretariado Ejecutivo aplica un sistema de seguimiento a graduados  que provee de información útil para la toma de decisiones y el mejoramiento de  la oferta académica, para esto se cuenta con documentos que evidencian el  funcionamiento del seguimiento, los informes de los resultados y los documentos  del mejoramiento de la oferta académica en base a los resultados obtenidos.  (Segovia, 2017). A través de la labor de seguimiento a graduados se ha podido  verificar que el 70% de las y los profesionales se encuentran en importantes  puestos de trabajo en oficinas públicas y privadas. Todos cuentan con ofertas  de formación y actualización académica, siendo las que mayor asistencia quienes  por sus espacios de convivencia puedan acceder a los mismos. Es de destacar que  el compromiso de docentes, autoridades, egresados, profesionales y estudiantes  garantizan que los graduados de la carrera cumplen con las exigencias del medio  laboral, la realidad del contexto y la demanda de los directivos que ven  confían y valoran la preparación y desenvolvimiento de los graduados de la  carrera de la Universidad Técnica de Manabí.
   MÉTODOS Y TÉCNICAS 
   Se realizó una investigación cuantitativa de corte descriptivo que permitió  conocer e indagar las características de la empleabilidad de las Secretarias  Ejecutivas graduadas de la Universidad Técnica de Manabí y su inserción laboral  con los métodos Investigativo, bibliográficos, analíticos y estadísticos. La  población objeto de estudio estuvo constituida por  501 graduadas que correspondían a el total de  profesionales de la carrera, la muestra calculada fue de 256, que corresponde  al 50,9% de la totalidad de cantidad investigada,  usando el muestro probabilístico por  conveniencia y comparecencia. Los indicadores para la selección de las personas  sujetas de la investigación era: sexo, desempeño laboral, años de experiencia,  cargos ocupados, funciones realzadas, tiempo de permanencia en el trabajo. Se  usó para recolección de datos empíricos: la encuesta y las entrevistas como  técnicas; y el cuestionario como instrumento de recogida de información. En  algunos casos se aplicó el mismo usando los medios de comunicación como el  Teléfono y le internet a través de las redes sociales y el wasap. 
  ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE  LOS RESULTADOS 
   El 96% de las personas encuestadas pertenecen al sexo femenino, el 4.58% a  sexo masculino, esto evidencia que la carrera ya no solo se direcciona al rol  de la mujer sino que el hombre también está siendo insertado en este contexto  laboral, todo esto a partir de los procesos de equidad e igualdad de género que  en el país entre en vigencia desde el 2002, cuando a nivel internacional se  establece revisiones de leyes, políticas, reglamentos, que normalizan y  promueven la participación de todas las personas en todas las actividad  diarias. Realidad a la cual la carrera no podía estar ausente, y es así que en  el 2004 se inscribe los dos primeros varones a la carrera, superando todos los  obstáculos generacionales, culturales y patrones vigentes en un cantón donde el  machismo es su principal carta de presentación. Actualmente están laborando en  sus funciones en instituciones públicas y privadas de la provincia, siendo  referente representativo del trabajo secretarial en sus lugares de trabajo. Se  representa en el cuadro No. 1
Otro de los temas de interese era la edad de los profesionales, ya que en  uno de los indicadores para la empleabilidad en el Ecuador es la edad y los  años de experiencia, es así que los encuestados oscilan entre los 22 – 38 años  de edad para las mujeres y entre los 26 y 38 años de edad para los varones,  todos ellos en un promedio de antigüedad laboral en los últimos cinco año de 2  a 3 años de permanencia en la misma institución, esto refleja que sus patrono  están satisfechos con el desenvolvimiento laboral de ellos y cuentan con la  permanencia que les garantiza un bienestar y calidad de vida acorde a los  actuales retos del contexto social donde se desenvuelve, además que aportan a  la economía del Estado a contribuyen a alimentar los índices de empleabilidad en  la cual el Gobierno está interesado en apoyar como forma de contribución al  Buen Vivir. (Cuadro No.1)
   Todas las personas encuestadas se encuentran laborando en instituciones  públicas y privadas de la provincia, un buen porcentaje tiene nombramiento  laboral que garantizan su permanencia dentro de su área de trabajo,  las instituciones que reflejan una gran  presencia de estos profesionales son: 18 instituciones públicas de la provincia  y la región entre las que se destacan: Ministerios: Salud, Educación, Justicia,  Laboral, Universidades, Gobiernos Autónomos Descentralizados, Consejo  Provincial, Policía Nacional, Ejercito Ecuatoriana, SOLCA,  Refinería de Esmeraldas entre otros; en las  instituciones y/o empresas privadas están las Unidades Médicas, Escuelas y  Colegios particulares, Bancos, Aerolíneas, Imprentas, Clínicas de salud privada  y los autónomos en actividades laborales como empresas de seguridad, de  mantenimiento de equipos, joyerías, bazar, Centro de Cosméticas, laboratorios,  almacenes, entre otros. (Cuadro No.1)
   El tiempo de permanencia laboral es relativo, el de menor tiempo tiene 8  meses y el de mayor tiene 6 años, esto se mas en las instituciones privadas,  donde la sostenibilidad del personal es permanente y está sujeta a las  condiciones laborales, sociales, relaciones y profesionales garantizan las  mismas y se relaciona con el desempeño profesional de los sujetos actores de  esta investigación. No obstante existe un grupo considerable dedicada a los  trabajos autónomos o conocidos como emprendimientos donde ellos son sus propios  jefes y en las diversas actividades que realizan ratifican y sostienen que la  preparación recibida en la carrera fueron factores primordiales que garantizan  el éxito de la misma. (Cuadro No. 1)
Entre sus funciones básicas están las de atención al cliente: interno y  externo; sistema digital y físico de archivo; preparación de agendas de  trabajo, control de documentos, actividades de contabilidad, preparación de  eventos, protocolo y etiqueta, entre otros, consideran que la preparación  académica obtenida en la carrera fueron base principal para poder realizar  todas las actividades que les encomiendan, evalúan los procesos formativos de  manera positiva, puesto que están acordes a las exigencias del medio y las  condiciones que requieren su desenvolvimiento profesional.  (Cuadro No.2)
   Otro de los aspectos considerables para este estudio de empleabilidad fue  el criterio de los empleadores, se les aplicó una entrevista semiestructurada a  un total de 35 personas jefes inmediatos de los profesionales donde los  indicadores de criterios de contratación, seguimiento y permanencia, era  importante conocer. Los resultados indican que el 100% de los encuestados tienen  criterios establecidos para la contratación de personal secretarial, siendo el  más relevante el título profesional ya que eso garantiza el desenvolvimiento  laboral de los mismos, la experiencia laboral, la formación académica y le  desenvolvimiento en las diferentes entrevistas previas son básicos la proceso  de selección. Luego el seguimiento se desarrolla en base a las diferentes categorías  y procesos internos de la empresa e institución, donde no solo es en base al  desempeño y los resultados sino a las estrategias que se implementa para el  mejoramiento de la calidad laboral, con capacitaciones, acompañamientos y/o  perfeccionamiento laboral. Todo eso va de la mano con los procesos de  evaluación donde los resultados se miden de manera tangible e intangible siendo  para muchos empleadores este último indicador de peso al momento de determinar  la permanencia laboral. Los profesionales en Secretariado Ejecutivo han  garantizado la empleabilidad con todos estos indicadores y están establecidos y  normalizados en las reglamentaciones internas, sujetas a las leyes laborales  vigentes en el país. (Cuadro No. 3)
CONCLUSIONES
   El estudio de empleabilidad realizado en la Carrera de Secretariado  Ejecutivo, permitió que a través de la base de datos actualizada que tiene la  misma se logre entrevistar a 241 profesionales formados en la misma, de las  cuales 201 están laborando en las áreas que se formaron. Es importante recalcar  que para el trabajo de campo se utilizó los medios de comunicación actuales  como el internet, las redes sociales: wasap, Facebook, Instagram, correo  electrónico, el teléfono y en un porcentaje considerable la entrevista  personal.
   Las actividades laborales están en función a su formación académica, esto  indica que ellas/ellos realizan labores administrativas, ofimáticas, gestión,  telecomunicaciones, así como responsabilidades específicas con la atención al  cliente; interno y externo, asesorías, mediación, organización, entre otros.
   Esto evidencia que el perfil de la Carrera de Secretariado Ejecutivo es el  idóneo porque cumple con los requerimientos formales, características y  cualidades exigidos por el contexto social laboral donde se desenvuelven las/  los profesionales, garantizando la empleabilidad y estabilidad laboral  necesarias para un buen rendimiento académico, personal y social exigido por  sus empleadores en razón a la demanda y al servicio que presta.
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