Susana Virginia Mendiola Infante *
Universidad Autónoma de Tamaulipas, México
tamps68@hotmail.comRESUMEN 
  El objetivo del  presente documento consiste en describir los enfoques de las principales  investigaciones sobre el embarazo a temprana edad bajo una visión de género y  sexualidad. De lo anterior se desprende la siguiente hipótesis: Los estudios que  abordan el embarazo de adolescentes bajo una visión de género y   sexualidad en México son mínimos, lo que  limitan conocer esta situación en el país desde la óptica de la Psicología de  la salud.  Para ello se emplea una  metodología basada en un análisis sistemático del objeto de estudio, que  consiste en un abordaje de las partes medulares de los artículos más relevantes  que tengan relación directa con lo planteado durante el periodo del 2012 al 17.  En la mayoría de los 15 artículos abordados caracterizan al embarazo  adolescente prematuro como un problema provienen de una perspectiva  epidemiológica, y todos los relacionan a los riesgos de corporales, y   tomando en cuenta a los impactos que éste  con lleva en materia de salud en el recién nacido y el desarrollo del placer de  su   sexualidad. En México a pesar de los  avances logrados en la materia, la mortalidad relacionada a la maternidad entre  jóvenes adolescentes, que han logrado ser colocado como el cuarto motivo de  muerte entre el periodo de 2010-2016, caso especial es el de las menores de 15  años, pues datos oficiales las ubican con una mortalidad materna 2.5 veces  mayor que las mujeres de 20 a 24 años y con un 9 por ciento en promedio  respecto al total de fallecimientos. Dentro los artículos seleccionados, se  muestran que estas complicaciones de salud de las adolescentes como de sus  hijos presentan relevantes distinciones según la región y el contexto, de tal  manera cada estrato social varia en base a su identidad de genio y a su  concepción de la sexualidad, pues ven a esta como una especie de reproducción y  el hecho de ser madre prematura las hace más vulnerables, en cuestión de salud.
  Palabras clave:  embarazo-adolescentes-sexualidad-género-México.
  ABSTRACT
  The purpose of this  document is to describe the approaches of the main research on early pregnancy  under a vision of gender and sexuality. The following hypothesis follows from  the foregoing: The studies that address adolescent pregnancy under a gender and  sexuality vision in Mexico are minimal, which limits knowing this situation in  the country from the perspective of Health Psychology. To this end, a  methodology based on a systematic analysis of the object of study is used,  which consists of an approach to the core parts of the most relevant articles  that are directly related to what was proposed during the period from 2012 to  17. In most of the 15 articles addressed characterize adolescent preterm  pregnancy as a problem come from an epidemiological perspective, and all relate  to bodily risks, and taking into account the impacts that this has on health in  the newborn and the development of the pleasure of their sexuality. In Mexico,  despite the progress made in the matter, the mortality related to motherhood  among young adolescents, who have managed to be placed as the fourth cause of  death between the period of 2010-2016, special case is that of minors under 15  years, because official data place them with a maternal mortality 2.5 times  higher than women aged 20 to 24 years and with an average of 9 percent in  relation to the total number of deaths. Within the selected articles, it is  shown that these health complications of adolescents and their children present  relevant distinctions according to the region and the context, in such a way  that each social stratum varies based on their genius identity and their  conception of the sexuality, because they see this as a kind of reproduction  and the fact of being a premature mother makes them more vulnerable, in terms  of health.
  Keywords:  pregnancy-adolescents-sexuality-gender-Mexico. 
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
Susana Virginia Mendiola Infante (2018): “Embarazo precoz en adolescentes mexicanas: un análisis sistémico bajo una visión de género y sexualidad”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (febrero 2018). En línea:
 https://www.eumed.net/rev/index.html/caribe/2018/02/embarazo-precoz-mexico.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1802embarazo-precoz-mexico
Para adentrarse   a la revisión bibliográfica, sobre la  temática el embarazo a edad temprana bajo el enfoque de género  y sexualidad, es importante precisar que       la etapa de la adolescencia, esta se  vive entre la niñez y la adultez, la adolescencia es la etapa que pasa a la vida  adulta, es un tiempo que se destaca por grandes cambios psicológicos, físicos y  sociales donde es complicado establecer limitaciones cronológicas exactas, la Organización Mundial de la Salud [OMS] define esta como la segunda década  de la vida humana, debido a que es desde los 10 a los 19 años. 
   La  adolescente en la actualidad  tiene mayor posibilidad de confrontar un embarazo, esta puede ser deseada o de  lo contrario, lo cual con lleva una conjunto de problemas. Para poder comprender  la magnitud de este caso no debemos de olvidar que aproximadamente del  cincuenta por ciento de las adolescentes entre 15 y 19 años, llevan o mantienen  una vida sexual activa (Barbón, 2012).                                       
   Es tomado en cuenta que el embarazo precoz, es decir, que es antes de  tiempo. A esto nos referimos que la madre aun estando en la etapa de la  adolescencia inicia su gestación y no lo realiza en la etapa adulta, a parte de  su edad ginecológica. La base de que los humanos llevan acciones  conscientes  enfocadas hacia un propósito  en específico esto no aplica en las situaciones de los embarazos durante la  etapa  adolescente ya que las prácticas  sexuales en este grupo etario  no son con  este objetivo.
   El embarazo durante en esta etapa con lleva un riesgo relevante para la  salud de  la  adolescente embarazada y de su hijo pero  aparte de esto, también trae de la mano complicaciones emocionales y socioeconómicas  tanto el hijo y la madre, y que se identifica como "Síndrome del fracaso". Durante la adolescencia sé que puede  definir el bienestar futura y el rumbo de la vida. La colisión del embarazo  durante en esta etapa  tiene  participación en el entorno psicosocial y con lleva a un abandono escolar,  incrementa el índice de números de hijos, fracaso en la relación con la pareja,  desempleo, entre otras situaciones. Las alzas en cuanto al embarazo a edad  temprano  refleja a nivel nacional como  internacional (Fernández 2014). 
   Sin embargo, esta  situación no excluye a las naciones industrializadas o en alto nivel de  desarrollo, tomando de ejemplo a la nación de los países en vías de desarrollo,  como México  donde se estima  que el setenta por ciento de  las madres adolescentes indica  que su embarazo no fue planeado.
   El objetivo del presente documento consiste en  describir los enfoques de las principales  investigaciones sobre el embarazo a temprana edad bajo una visión de género y  sexualidad. De lo anterior se desprende la  siguiente hipótesis: Los estudios que abordan el embarazo de adolescentes  bajo   una visión de  género y   sexualidad en México son mínimos, lo que  limitan conocer esta situación en el país desde la óptica de la Psicología de  la salud.  Para ello se emplea una  metodología basada en un análisis sistemático  del objeto de estudio, que consiste en un abordaje de las partes medulares de  los artículos más relevantes que tengan relación directa con lo planteado  durante el periodo del 2012 al 17. 
   Por lo expresado, es de suma  importancia  el reconocer que  recientemente, se ha dado una oleada de investigaciones en el tema. No  obstante, estas investigaciones no han superado el abordaje tradicional que se  ha preocupado más por las consecuencias para el erario público, que por el  significado que el embarazo en sí mismo tiene para los adolescentes su  perspectiva de género y sexualidad. 
2. PLATAFORMA TEÓRICA 
   2.1 Visión de género
   Se inicia este apartado,  primeramente con el discurso  conceptual  de la categoría género, principalmente y su soporte  y   disputa científica. Se debe tomar en cuenta la discusión principalmente  inspirada por el enfoque de las ciencias sociales y de la conducta  que indaga acerca de la conducción humana se  fomenta en la cultura y por la sociedad, o si está prescrita en los genes en la  naturaleza humana    (Yago, & Tomás,  2015).   
   Algunos  especialistas, como Bello, & Oviedo, (2013) y Pedone  (2014), en la materia aplican variedad de  sustentos culturales a conceptos entre los sexos y descubren que mencionadas  características eran enfoques culturales que incidían en la naturaleza humana  definida por su gran maleabilidad, que da énfasis a la distinción en la etapa  de la niñez y diversas situaciones en el lapso de la edad adulta que explicaban  las características en él y no  viceversa  y el temperamento sexual.  En cambio de  que estas distinciones tomadas en cuenta para términos de status sexual,  definían la feminidad y la masculinidad transformándose en personalidades  psicológicas para cada uno de los seres humanos 
   Por lo  expuesto, se indica  que la disciplina  que más aporto a delimitar en un inicio, fue la ciencia de la psicología,  debido a que desde la representación de la identidad  femenina, masculina y de las investigaciones  con respecto a los trastornos de la identidad sexual, respaldo que cierto  comportamiento genérico no influye en el sexo biológico o de nacimiento, sino  que esto es influenciado desde las vivencias experimentadas desde la infancia  que están interconectadas con la asignación de roles para cada sexo.
   Por lo tanto  género, se puede identificar a este término como sexo socialmente y es una de  las enfoques reflejados en el comportamiento de todo ser humano.  La relevancia en que se enfoca esto, sólo los  aportes de la de ciencias sociales   accedieron a esclarecer, partiendo de las distinciones sexuales, se  fortalece una desigualdad social entre los individuos de cada sexo, debido a  cómo ésta situada a las mujeres en una posición desventajosa prácticamente en  lo cultural y social (Campanioni, 2013).   
   Este campo  disciplinar  obtuvieron localizar al  sistema género/sexo como un grupo de características para poder dar resultado  del conflicto social, y abarcar las distinciones sexuales en diversas  culturas  y como lo indica Solís &  Martínez Lozano, (2015): 
Cada campo  se distingue de otro porque ha logrado adquirir (por un proceso histórico  particular) autonomía relativa. En los campos especializados el habitus es  relevante en la configuración de las prácticas; es un sistema de prácticas  configurado e internalizado por la experiencia de los agentes obtenida en cada  campo específico, que se caracteriza por expresar (generalmente de manera  implícita) el conocimiento y reconocimiento del sistema de reglas pertinentes  para relacionarse en el campo con los otros agentes (s/p)
   Bajo esto es  en términos universales, la incorporación de la cuestión del poder en el  análisis en el caso de la mujer y la relación entre los géneros marcó la  ruptura paradigmática más relevante en este entorno de las ciencias sociales,  debido a que dio acceso a reconocer que el poder no existe en sí mismo, sino  que el mismo es brindado por la sociedad, existe cierta raciocinio por la que  el conglomerado social requiere que ese rol proporcionado tenga un papel de  acatamiento. 
   Entre las  principales complicaciones entender la serie de pasos y mecanismos de las  participaciones  de parte de las mujeres se van ignorando, la  simbolización de la virilidad masculina es reflejo  de poder, la figura femenina  se convierte en objeto sexual, su opinión no  tiene autoridad, ni voz ni voto en diversas   tomas de decisión aún en las que le competen directamente, se estipula  el acceso al cuerpo femenino y a su sexualidad para obtener el control de la  reproducción social, y la normas socioculturales  establece que   a pesar  de que el sector  masculino  como al femenino  son seres con identidad y reproducción sexual  capaces de provocar placer en otra persona independientemente de su preferencia  sexual (Bahamón, Vianchá, & Tobos, 2014). 
   Alguno  enfoques científicos  comparten estas  preocupaciones y lo abordan desde sus entornos de competencia. Como la  psicología estudia referente de estos procesos en la construcción principal del  individuo, la ciencias antropológicas sobre sale el orden simbólico mediante el  cual una cultura definida construya la distención  sexual; por otra parte la esfera sociológica  se interesa o se enfoca en comprender los valores, representaciones, prácticas  y normas sociales que comparten los miembros de una sociedad en cierta  situación histórica, así como sus formas de resistencia (Colombo, Pombo, &  Luxardo, 2012.; Quaresma, 2012;  Romero,  García, & Garduño, 2013).    
   En la  constitución de las identidades de género, así como en  el estudio de la sexualidad, hoy en día las  posturas más destacas son las que   establecen que la postura género se consolida  en el dogma sociocultural y el  reconocimiento  de la distinción sexual, la  cual no es de igual manera que la de paralelismo sexual, tanto como género no  es igual a sexo, ni género es igual a diferencia sexual. Esta postura del  condicionamiento cultural colectivo para  mencionarse a hombres y a mujeres, otra la definición de diversidad sexual  de los individuos, que responde a una  resolución de carácter personal y es una respuesta del sujeto psíquico ante  determinado caso. 
   Dando lugar  a que elaboración cultural colectiva que da cierto sentido y significado a los  detalles anatómico, biológico y de corte corporal, enfocada en el género, así  como lo hace la voluntad, el posicionamiento   y el deseo personal,  que las  personas asumen ante las situaciones de su construcción psíquica como sujetos  (Solís, & Martínez, 2015).    
   Referente a  la postura de las identidades diversas, se establece que más que identificar  que los sujetos  tienen diversidad de  identificación, habría que rescatar el enfoque que  individuo pautado y escindido por la falta y  a su vez de la carencia de la misma. En la perspectiva, es fundamental  distinguir entre la estructura psíquica de la identidad sexual, concebir que  las diferencias entre masculinidad, la construcción cultural de género y  feminidad no vienen otorgadas sólo desde el género,  así la valoración cultural de la identidad  sexual o como sexo socialmente construido en cambio la diferencia sexual surge  de igual manera del inconsciente en el entorno de la relación de dos  individuos, esto es, con una referencia permanente a la mirada del otro.
   Es  fundamental tomar en cuenta que se hacen relevantes aportaciones al a la línea  de género, toda vez que éste no sólo es visto como una representación social  construida,  ni como una postura formativa, de igual  manera como una posible elección, como una opción y como un proyecto. Al tomar  esta nueva interpretación a la idea clásica   referente se  nace con determinado  sexo pero en hombres o en mujeres, queda involucrada en este transformamos todo  proyecto, del ser, devenir sujeto y la posibilidad del deseo (Bello, Palacio,  Rodríguez, & Oviedo, 2013).     
   Hasta  aquí queda establecido que el enfoque   género de contiene una relevante amplitud  teórica, y que las interacciones  de género reflejan una notable relación  social. Por otro lado el alcance desde la estrategia   investigativa de género, es relevante  mencionar que ésta accede a rescatar la presencia, real y actuante, de las  relaciones de género en los distintos campos, espacios, entornos en la  sociedad, de igual manera al aporte de las características  de status social, grupo de pares, y comunidad  contribuye a lograr la comprensión compleja e íntegra de la realidad. 
   Bajo otro  enfoque se  menciona acerca del género,  que este puede comprenderse a partir de dos entornos fundamentales.  Primeramente  como el elemento  constitutivo de las relaciones sociales fundamentadas en las divisiones  sexuales, y una segunda visión es  tomada  en cuenta como una forma básica de las relaciones significantes de poder  (Mendoza, 2013).   
   Lo  más relevante para es preguntar tanto las posturas esencialistas en distintas  corrientes feministas que determinan que las mujeres son idénticas debido a que  al mismo tiempo comparten la adscripción de género, por otra parte también  tomando en cuenta las visiones históricas que no se percatan de la forma como  funcionan las diferencias en diversos contextos temporales. Se estima  así la necesidad de emprender la  desconstrucción genuina de los términos de la diferencia sexual, comprendiendo  al género no como las mujeres en el enfoque más común de transformar sexo por  género sino como la identidad social de la división sexual y de las  interacciones sociales entre sus pares (Larrañaga, Yubero& Yubero, 2012). 
   Bajo otra  óptica de género, sería una manera más de desigualdad en el rango de autoridad  social, desde su perspectiva, las identidades son distintas, estas cambian  según el entorno en el que se encuentra situado el individuo, en otras palabras,  esto depende de las relaciones sociales establecidas estructuradamente, por lo  tanto son portadores de distintas identidades que los remiten tanto a una  multidimensional de opresiones, así como de una extensa gama de oportunidades  y de limitantes para su acción colectiva. 
   Con este  conocimiento de distintas identidades, se hace   referente de la imposibilidad de concebir a los individuos como  identidades homogéneas pautadas por la única determinación que la sociedad  tomando el caso de que la postura socioeconómica  tradicionales que  propone analizar en la  complejidad y multiplicidad de las relaciones de subordinación habidas y  percibir que un mismo individuo puede llegar a ser sobresaliente o dominante en  una relación individual y estar subordinado en otra como el siguiente ejemplo,  una mujer puede ser opresiva frente otra mujer de clase, edad o etnia distinta,  a parte de su condición genérica (Ramos, 2014) 
   En otras  palabras los sujetos, en función a sus múltiples posiciones de individuos, se  pueden desplazar e involucrar en diversos caminos de acción social, así como la  localización en la posición que ocupa en el escalafón diferencial y sexual,  entre otros, establecen espacios posibles de consolidación de identidades  sociales y como lo señalan Bello, Palacio, Rodríguez, & Oviedo, (2013): 
   Estas  diferencias en las cogniciones se encuentran asociadas a la intención de tener  relaciones sexuales en cada género, debido a que en algunos estudios (Vargas et  al., 2007) han encontrado que mientras las adolescentes mujeres reconocen que  no planean la primera relación sexual ya que no es necesario hablar sobre el  tema, los varones adolescentes temen que sus intenciones sean malinterpretadas,  debido a la percepción de desaprobación social que experimentan los adolescente  ante a las relaciones sexuales (s/p).
   Por lo  anterior  género es otorgado por la  realización cultural y social de un particularidad de carácter corporal,  al tener características  femeninas o masculinas, que opera en la  construcción social,
  2.2 Visión de la sexualidad 
   El estudio de la sexualidad en el  escenario mexicano es limitado su abordaje     y parte su planteamiento, desde distintos puntos de vistas de las  ciencias sociales, y apenas da inicio , de tal manera el concepto de sexualidad  hace referencia a un fenómeno complicado, histórica y culturalmente otorgado,  que es diferente según la época en que se vida como género, cultura, clase,  región y generación, de tal forma que estas características, define la vida día  con día, los significados, los sentidos de vida de los sujetos individuales,  las creencias y de los autores sociales. 
   Es relevante  destacar que las primeras en México   investigaciones referentes del tema iniciaron del estudio psicológico,  sociodemográfica y biomédica, estas fueron acercadas por medio de  etnometodología Estas investigaciones, al tiempo que dieron conocimiento  esencial necesario para esta área del conocimiento, mostraron además una fuerte  inclinación a dividir a los sujetos según criterios normativos, a su vez a  desorientar las prácticas sexuales de la gente con los distintos significados  que la sexualidad toma para los individuos. De aquí parte el afán de lograr la  comprensión estricta e integral de la sexualidad en nuestro contexto de a  conocer en la vida cotidiana a los diversos caminos de indagación, tanto los  nuevos enfoques estratégicos que extienden la óptica en torno a la sexualidad  (Barbón, 2012; Fernández 2014).   
   Los caminos  abiertos de indagación, se ubica tres preocupaciones entre los  especialistas  de esta área, y la  comparación las conducta sexuales de algunos grupos sociales, propicia la  urgente necesidad de contar con bases  científicas que permitan acceder al meollo del tema y de la búsqueda  referencial de los significados. Referente a los diseños metodológicos es  preciso hoy la pertinencia de las investigaciones etnográficos y de corte  cualitativo en el tema de la sexualidad, de tal manera que accedan. Lo  mencionado no excluye, No obstante, la   necesidad de contar con investigaciones diagnósticas extensas que  señalen esos temas centrales, que despiertan el interés de estudiarse  extensamente. 
   Es relevante hacer mencionar las aportaciones que la categoría de género ha  realizado a las investigaciones enfocado a la sexualidad, así como  características que comparten ambas    líneas de infestación  que  explican su estrecha conexión,  así el  género tanto como la sexualidad son construcciones culturales y sociales,  primero, el género, del sexo biológico con el  que nacen los individuos, y segundo la sexualidad, del placer que generan los  intercambios y contactos corporales (Yago, & Tomás2015).   
   Asegurar que son construcciones culturales y sociales implica primeramente,  ninguna de las dos es original, y que es la sociedad que otorga la sexualidad heterosexual  más valor que a la diversidad sexual no convencional. Esto explica tanto la  denigración global de las mujeres en la sociedad como la satanización de  prácticas sexuales que, al no dar respuesta a la lógica reproductiva sino  redefinir  el uso primordial del  erotismo, son mostradas como conductas sexuales no convencionales. 
   Las posturas feminista  manifiestan  se puede localizar el lugar del poder y de la represión no sólo en la creciente  naturalización de las relaciones convencionales, de igual manera en las  relaciones establecidas entre los géneros. Esta represión y poder  históricamente  tiene una valiosa alianza  en el debate científico que pretende legalizar una única sexualidad como la  válida, y un género como el dominante por encima del otro (Bello, & Oviedo  2013). 
   Hay otro  paralelismo demasiado interesante entre sexualidad y género: el hecho de que un  elemento histórico detalla la agrupación cultural de ambos. Este elemento es,  en la situación del género, la necesidad de afirmar la herencia del patrimonio  construido, esto hace que se pretenda controlar la capacidad reproductiva de  la mujer y se sobrevalore; en la situación de la sexualidad, estas situaciones  socioculturales obligan a imponer barreras, restricciones,  prohibiciones a las diversas maneras posibles  de relaciones corporales y afectivas entre los seres humanos y límites, así  también  las diferentes prácticas que  generan un placer, estas se tradujeron incluso en cuestiones jurídicas y  legales que, a su vez, consolidaron aún más la idea de la naturalidad de ambas  perspectivas. 
   En la situación muestra cómo es que la obstrucción entre mujeres y hombres,  en otro tipo requiere la modalidad de conflicto entre dos o más opciones entre  el placer y la reproducción. De ciertas formas la tradición distingue  a los sexos con el género y el género marca  la percepción de todo lo demás: lo religioso, lo cotidiano lo político, lo  social también la sexualidad llega a definir y del género y Campanioni, (2013)  señala que:
   Las  categorías sexualidad y género son construcciones socioculturales e históricas  que forman parte importante de las vidas, privadas y públicas, de las personas.  Ambas construyen y refuerzan sistemas de relaciones sociopolíticas basados en  el desbalance de poder entre las personas, el patriarcado y la  heteronormatividad. Estas estructuras de poder definen lo «normal» y «superior»  (androcentrismo y heterosexualidad) y lo «diferente» (mujeres, homosexuales y  transgéneros), naturalizan lo primero e inferiorizan y excluyen lo segundo. Las  inequidades y los desequilibrios de poder entorpecen las interacciones humanas  armónicas, justas y desarrolladoras (p.32).
Por un lado es la misma lógica, sustento del poder que permita el uso  innecesario tanto de la etapa de género como el   concepto extenso de sexualidad, y es la búsqueda del rescate de sus  significados originales lo que obliga a adoptar posturas consideradas  radicales, por debajo el único riesgo de aceptar el sesgo impuesto por el  lenguaje 
   Es indispensable reconocer la distinción sexual para aceptar la equidad  entre los distintos géneros, así como sustentar que la pulsión sexual no se  satisface básicamente con un objeto pasional   durante el sexo contrario sino que se ubica placer de forma no similar,  que la diversidad sexual  está más enfocada  por la búsqueda de resolución de complejos sexuales externos e internos que por  los requisitos de las disposiciones de la sociedad (Pedone  2014).   
   Da como relevante al referirse acerca del papel del cuerpo, en estas  construidas culturales y sociales demasiado género como de evidenciar que la  exacerbación de cierta parte de nuestra existencia el aparato reproductor  masculino  ha sido suficiente para  respaldar, para avalar,  el predominio  del género masculino sobre el femenino, la sexualidad cuando en realidad el  mayor órgano sexual que se tiene es la piel, para confundir la sexualidad con  la reproducción y con la que se siente y con la que se es capaces de plasmar  emociones (Romero, García, & Garduño, 2013; Solís, & Martínez, 2015;    Ramos, 2014).                                                
   En suma las investigaciones que relacionan sexualidad con género  enfrentan recientemente el de tomar el  reto de aproximarse a la distinción sexual  entre mujeres y hombres anexando seriamente el punto de vista de género en la  investigación así como de concebir la sexualidad como fuente de placer y  vinculación humana más allá de la reproducción.
En la interacción conceptual   presente acerca del arte enfocado al tema  del embarazo temprano en adolescentes mexicanas bajo la perspectiva de género y  sexualidad, se realizó un ejercicio sistemático de identificación de  literatura, se tomaron en cuenta estudios investigaciones artículos científicos  en español  durante el  periodo 2012 a 2017, seleccionando solo  15 son los que más se aproximaron al objeto  de estudio.
   Las palabras principales de  esto son las que se partió para alcanzar la búsqueda fueron sexualidad,  genero, adolescencia, embarazo prematuro principalmente. La búsqueda se llevó  acabo en las bases de datos de BibTeX  EndNote, RefMan, RefWorks,y Google académico por brindar facilidad al  acusar y recursos en cuanto al tema. La revisión de la literatura se llevó a  cabo no importando el campo de estudio de donde provinieran de la intención fue  buscar el mayor número de argumentos que permitieran ubicar el fenómeno como  problema, los documentos; al mismo tiempo, coadyuvar a conocer el fenómeno del  embarazo adolescente a profundidad.
   El análisis de la información  y la organización de los hallazgos se realizó por objetivos, método, resultados  y conclusiones, se incorporan en una matriz de concentración,  a partir de las premisas antes mencionadas,  las cuales han sido categorías que tradicionalmente han sido utilizadas para  analizar el embarazo prematuro de la adolescente bajo en enfoque de género y  sexualidad (Bahamón, Vianchá, & Tobos, 2014). 
   El análisis interno los  artículos seleccionados  accedió conocer  y a su vez contrastar hallazgos de investigación  y resultados respecto al embarazo que sucede  durante la adolescencia bajos la perspectiva de género y sexualidad.  Analizándose se percibe  que dentro del  estudio del tema, están las posturas de la ampliación de elementos teóricos en  forma tradicional, en la  cual durante la gestación de menores de 17 años es catalogado como un conflicto o problemapor las  consecuencias económicas, desde otra visión lugar que tiene para toda  adolescente junto de sus hijos, donde se mezclan diseños de investigación  cualitativos, cuantitativos  mixtos, en los cuales la gestación de la  adolescente es explicado con mayor énfasis según al contexto en que los mismos  adolescentes se desarrollan y están desarrollándose lo que con lleva un  embarazo como un fenómeno que de tal manera este jamás puede ser detallado a  partir de relaciones ordinarias, sino que de igual manera por el estudio de  subjetividades, del individuo que vive el fenómeno, de tal forma que los  distintos actores que intervienen en dicho proceso.
   Al interior de los artículos  seleccionados se analizan  las primordiales  supuestos que han diferenciado una gestación como un problema, bajo la premisa  de contrastarlos con las posturas que defienden las posiciones diversas. Como  se ha ya establecido no se trata de botar o desechar el estudio que  problematiza el embarazo prematuro en adolescentes, sino poder otorgar más  herramientas para comprender el fenómeno en el escenario mexicano
En la mayoría de los 15 artículos abordados  caracterizan al embarazo adolescente  prematuro como un problema provienen de una perspectiva epidemiológica, y todos  los relacionan a los riesgos de corporales, y    tomando en cuenta a los impactos que éste con lleva en materia de salud  en el recién nacido y el desarrollo del placer de su   sexualidad. Una de las menciones que se  realiza acerca del embarazo que sucede en la mayoría de las mujeres menores de  17 años, en la cual se encuentra en un estatus de alto riesgo por la alta  incidencia de complicaciones en su salud, provocando el incremento  de defunciones  tanto para la madre como el hijo. (Colombo,  Pombo, & Luxardo, 2012;   Quaresma,  2012;    Romero, García, & Garduño,  2013;  Solís, & Martínez, 2015).    
   En México a pesar de los  avances logrados en la materia, la mortalidad relacionada a la maternidad entre  jóvenes adolescentes, que han logrado ser colocado como el cuarto motivo de  muerte entre el periodo de 2010-2016, caso especial es el de las menores de 15  años, pues datos oficiales las ubican con una mortalidad materna 2.5 veces  mayor que las mujeres de 20 a 24 años y con un 9 por ciento en promedio  respecto al total de fallecimientos (Bahamón, Vianchá, & Tobos, 2014). 
   Dentro los artículos  seleccionados, se muestran que estas complicaciones de salud de las  adolescentes como de sus hijos presentan relevantes distinciones según la  región y el contexto, de tal manera cada estrato social varia en base a su  identidad de genio y a su concepción de la sexualidad, pues ven a esta como un  especie de reproducción y el hecho de ser madre prematura las hace más  vulnerables, en cuestión de salud (Bello, Palacio, Rodríguez, & Oviedo, 2013; Mendoza, 2013;  Larrañaga, Yubero & Yubero, 2012; Ramos,  2014).                                                 
   De tal manera las situaciones  socioeconómicas en los adolescentes; y su concepción de género femenino va  enfocado al rol de madre y la sexualidad como factor de reproducción biológica,  y por ende    estas  serían consecuencia de la edad que aún no  tienen claro su plan de vida, pues normalmente las adolescentes pertenecen a  los grupos sociales económicamente más desprotegidos y viven en condiciones  precarias de salud física y son más propensas reproducir la conductas de sus padres,  argumentando que ellos también fueron padre adolescentes, la identidad y la  sexualidad es una conjugación de libración familiar, el hecho de ser madre las  coloca con un status de señoras, victimas y promiscuas y como concluye  Bahamón, Vianchá, & Tobos, (2014): 
   En procesos de investigación  futuros quedan algunos aspectos por considerar, como la emergencia de nuevas  tendencias en los jóvenes, que desde la androginia se desligan de las posturas  tradicionales sobre lo masculino y lo femenino, posibilitando puntos de  encuentro entre géneros y defendiendo con mayor arraigo la posibilidad de  cambio en cuanto a las conductas y prácticas sexuales. Igualmente, se pueden  considerar: el papel de las actitudes frente al ejercicio de la sexualidad y su  mediación en los comportamientos protectores y de riesgo, las dinámicas  familiares protectoras, y los mecanismos que posibilitan la asertividad sexual  y el papel de la toma de decisiones (s/p).
   Durante el embarazo no se  niega que el  problema persista, ante  todo en edades muy tempranas, esto es que por debajo de los 15 años de edad, en  la cual las complicaciones en la etapa ante la información que se brinda,  derivan muchas más situaciones o complicaciones, tales como carencia de  seguridad social, historia de desnutrición, servicios de baja calidad y  abandono de sus estudios. Cada uno estas situaciones proyectan un panorama  difícil y complejo para cada una de las adolescentes que se presenta en  sociedades que están en los niveles de pobreza, su identidad de género se basa  el hecho de ser mujer y función es reproducir (Romero, García, & Garduño,  2013).    
   En algunos artículos como los  de  Solís, & Martínez, (2015),  (Bello, Palacio, Rodríguez, & Oviedo, (2013) y     Mendoza, (2013);    se hace mucho hincapié a la políticas de  salud, la cuales promueven    los riesgos  que entre el parto podrían sufrir las mujeres adolescentes principalmente;  estas intervenciones gubernamentales no abordan de manera clara el enfoque de  género y de sexualidad, más bien se van   encaminadas por ejemplo al    bajo  el criterio de una excelente alimentación que es cuidar de su nutrición,  tanto las revisiones prenatales constantes y  condiciones sociales no precarias De esto Incluso se ha archivado que en  ciertas situaciones, las mujeres de estos grupos de edad tienen más riesgos no  tanto salud, también el impacto psicológico que provoca el hecho de saber que  está embarazada y el d convertirse en madre   
   De tal manera anteriormente la  edad en sí misma, no un factor de riesgo durante la gestación en la  adolescencia, sino que lo serían las condiciones socioeconómicas en las que se  vive y su concepción sobre su género y el uso de su sexualidad; debido a que  los embarazos precoces que se dan entre mujeres menores de 15 años que viven en  condiciones de pobreza; son los que viven y presentan mayores complejidades en  la parte psicológica  (Larrañaga,  Yubero& Yubero, 2012). 
   Desde este punto de  perspectiva de género y sexualidad  se  afirma que las causas  ligadas a la  gestación al embarazo sucedido en la adolescencia se dan más como una  manifestación de la desigualdad social y/o de la pobreza que presenta la  población de que sean aún más vulnerable, que por la edad en sí misma en que  sucede el embarazo (Ramos, 2014).                     
   Para entrar  más en detalle a lo que concierne en  los  resultados de género, sexualidad y embarazos tempranos en adolescentes, se  observa en los estudios seleccionados  en  sus antecedentes indican que las   investigación anteriores referente el aporte de la perspectiva de género  y sexualidad  que se han revisado de  manera ligera y limitada (Barbón, 2012; Fernández 2014; Solís, & Martínez,  2015).    
   En esta  sección pueden aplicarse conocimientos que constituyen puntales y en ciertas  situaciones reúnen el consenso de los investigadores, así como de ciertas  temáticas o líneas de indagación que se considera conforman la agenda abierta  de investigación de este tema en el episodio resiente.
   La  relatividad del supuesto aumento de la actividad sexual entre adolescentes, si  bien en las primeras investigaciones se pretendió atribuir tanto a  explicaciones de corte psicológicos como las expectativas de autoafirmación de  la identidad, carencias afectivas, mitigación de traumas y expresión de  rebeldía ante los padres o demanda inconsciente de ayuda, y los influjos socio  culturales atribuibles a la esfera social moderna, a la mayor tendencia a  romper con restricciones familiares y sociales, así como a la influencia de los  medios de comunicación masiva y la redes sociales, hoy se observa en los  estudios bajo este enfoque de género y sexualidad que explica la gran parte de  la actividad sexual universal de los adolescentes como una secuela de su  aumento l que no es única  de este sector  poblacional (Bello, Palacio, Rodríguez, & Oviedo, 2013).     
   Los estudios  abordados como ejemplo los de (Mendoza, 2013).    Larrañaga, Yubero & Yubero (2012) y (Ramos,  2014), indican que es relevante destacar que el entorno de la sexualidad  se  con lleva un espacio privilegiado  para la relación entre los géneros, en las situaciones socioculturales  recientes, para la reproducción de los papeles específicos de la función de  género. 
   La  posibilidad de entender y develar en la situación de la experiencia sexual  precoz durante la adolescencia, cómo se ejerce el poder sobre las mujeres, cómo  es que trabajan los estereotipos genéricos, su subordinación del diario vivir,  qué prácticas y a su vez los comportamientos de cada uno de los jóvenes en  general ya sean hombres o mujeres esto llevan a reforzar las formas comunes,  culturales o tradicionales, constituyen las líneas prioritarias en que el  enfoque  del género y sexualidad puede  aportar ciertos paradigmas nuevos referente a la dinámica y lógica de las  relaciones  sexuales entre las  adolescentes, reelaborando al realizarlo en las posturas únicamente  psicológicas, de control social que han prevalecido en esta área individual de  conocimiento (Barbón, 2012).  
   Esta se  puede establecer que conforme a la medida en que los indicadores  de género y sexualidad en adolescentes con  embarazo temprano  ha ido ocupando una  postura de interés  en las líneas de  estudio, el punto de vista para interpretar, analizar las relaciones sociales  entre género y sexualidad  ha iniciado de  igual manera que al aparecer en los análisis específicos con respecto en la  adolescencia (Fernández 2014; Yago, & Tomás, 2015).   
   Indagando la  bibliografía se encuentra que uno de los principales trabajos provenía  principalmente la demografía y de las ciencias de la salud, así como que el  primordial tema de análisis era la incidencia del embarazo a temprana edad y en  las metodologías cuantitativas su forma de abordaje.
   Estas  disciplinas precavían que la fecundidad de este grupo poblacional y la  práctica de relaciones sexuales eran los nudos centrales de la problemática  adolescente, que indicaban directamente en la salud de la menor embarazada y  de sus hijos, y que vulneraba el afán de reducción de las tasas de fecundidad  nacional.
   Partiendo de estas investigaciones  analizadas  se produce  desde la perspectiva de la psicología social,  procuraron identificar las pautas de comportamiento que explicaran el embarazo  adolescente, así como indicar y decretar los perfiles psicológicos y sociales  de cada una de las adolescentes embarazadas y como lo refiere Mendoza, (2013):   
   Sin embargo,  las ciencias sociales, particularmente la Sociología y la Antropología, han  aportado diversas herramientas teóricas para el entendimiento  de  la  sexualidad   como  una construcción  sociocultural   (Caplan,  1987; Bozon  y   Leridon,  1996;  Foucault,   1993; Weeks,  1998a,  1998b,   1998c,  1995,  1994), desdibujando así los discursos que  naturalizan los cuerpos e insisten en la perspectiva de riego.  Con   esta  aproximación  histórica   y  cultural,  propia   del  constructivismo  social,   hemos llegado  a  comprender   que  cada  sociedad   y grupo  específico  coadyuva   en  la  construcción de  significados   que  dan  coherencia   y  organizan la sexualidad.  Perspectiva que niega la existencia  de  una   naturaleza  humana  universal   y subraya la existencia de una gran diversidad en cuanto a los  significados del cuerpo (p.70).
   En base a la revisión de aportaciones se puede asegurar que estos  individuos extendieron los espacios de discusión demográfica y de la salud  a otras disciplinas de las ciencias  sociales  e introdujeron un nuevo  criterio a la antropología y problemática. A su vez, fueron perneadas por la  perspectiva de género y consideraron valiosos los aportes de la investigación  cualitativa para estudiar temas relacionados con el género y la sexualidad en  grupos específicos. 
   Al interior  de abordaje de los artículos seleccionados   se aprecia de, la  intervención  con mujeres adolescentes que anexan las diversidades culturales y  socioeconómicas en las opciones de acceso a los servicios educativos, de igual  manera en el área de la salud y el punto de vista del género como elemento  actual en el estudio de la sexualidad en el adolescente. Es relevante destacar  los análisis, materiales  e informes  producidos, han contribuido a ampliar el conocimiento en torno a este tema  (Bahamón, Vianchá, & Tobos, 2014;. Colombo, Pombo, & Luxardo,  2012).    
   El  cuerpo  escrito se detalla de igual  manera el investigar el tema de la sexualidad y género en la adolescencia, se  aprecia que realizaron actualizaciones recientes y muy considerables y que paralelamente  a los análisis de corte mixto publican un   análisis  cualitativos y  cuantitativos que desde el punto de vista de las ciencias sociales ponderaban  tanto la interpretación de los comportamientos sexuales de poblaciones  específicas (Quaresma, 2012).    
   Así, estos  artículos por señalar algunos como los de Romero, García, & Garduño, 2013;  Solís, & Martínez, 2015; Bello, Palacio, Rodríguez, & Oviedo,  2013),       inician  a dominar el panorama de la investigación y  generan una invaluable noción de la variedad existente en el ámbito de la  sexualidad y la perspectiva de género en la   adolescente, afinando los recursos de la investigación etnográfica,  cualitativa y de género en estos análisis. Se puede  decir que los trabajos revisados, se inscriben  en esta línea al tomar en cuenta la impronta de incorporar las relaciones de  género, el rescate de la dimensión simbólica de la sexualidad, constructo  social de la diversidad sexual. Así como   el análisis del discurso de las   propias adolescentes como ejes centrales de sus apreciaciones
   En la propia  opinión, este recorrido global de  los análisis referente al género y sexualidad en la mujer madre  adolescente,  representa una figura en  curva por la que seguidamente se toman temas o perspectivas privilegiados en un  instante dado y se reelaboran con la impronta de los nuevas nociones  adquiridos. Tomando por ejemplo que hoy en día se realizan investigaciones de  corte social que retoman el consabido tema del embarazo a temprana edad, los  autores los  investigan con dispositivos  de análisis mixtos , incorporando el punto de vista  de las relaciones de poder entre los géneros  y viéndolo inmerso en el extenso campo de la sexualidad (Campanioni, 2013;  Bahamón, Vianchá, & Tobos, 2014; Colombo, Pombo, & Luxardo, 2012;  Quaresma, 2012).    
   Se  identifica la manera que los artículos retomados, de laguna   forma     han incorporado en cierta medida la perspectiva de género  y sexualidad en madres adolescentes en  sus investigaciones, lo que les da acceso a  lograr mayor precisión en el estudio. Retomando de igual manera demasiadas  investigaciones en torno al objeto de estudio   partiendo desde la actualidad de la interpretación de la forma en que funcionan  las representaciones simbólicas de la sexualidad en grupos de madres  adolescentes (Barbón, 2012; Fernández 2014; Yago, & Tomás, 2015).   
   A la par con  esta imagen dentro de la noción representativa de la sexualidad y el género, se  toma en cuenta que de igual manera opera otra cuya trayectoria es semejante a  la de un péndulo que oscila sobre estas investigaciones de corte mito, entre  las que se abocan al análisis de dinámicas individuales y otras que solamente  diluciden tendencias generales. 
Por lo expuesto y en base al previo análisis se  concluye que en la actualidad se delata la gran contribución a la noción que ha  realizado el estudio desde distintos ámbitos del tema acerca del embarazo en la  adolescencia najo la perspectiva de género y sexualidad, cabe enfatizar que en  el caso mexicano existe pocos trabajos al respecto bajo esta línea de  investigación. Los distintos contextos de los autores referidos han  profundizado en el objeto de estudio partiendo de distintos abordajes  metodológicos -teórico y en la emergencia de nuevos contextos, el respaldo como  los argumentos referente a tomar en cuenta durante el embarazo en la etapa del  adolescente como conflicto., va en declive en su validez. Y debido a que  generalmente ciertas características para el resto de la humanidad, hace  parecer a la mujer adolescente como estático y fuera de su contexto, ya que no  se toman en cuenta las condiciones socioculturales de tal situación.
   Jamás se negaran los productos de  los  estudio que hacen ver al embarazo a  edad temprana como un conflicto; no obstante, se debe  tener precaución y no generalizando tales  productos resultados al total de la población en la etapa de la  adolescencia.  Como se ha mencionado,  éstos no constituyen grupos homogéneos y distan mucho de serlo. 
   La mayoría de los artículos  concluyen bajo el argumento de que el embarazo en las mujeres  a temprana edad tiene grandísimos riesgos y  afectaciones  por las complicaciones en  la salud de la madre y del hijo, tal como un mayor riesgo de padecer  hipertensión, preeclampsia, entre otras enfermedades y  mayores dificultades de crecer sano,  bajo peso al nacer puede ser cierto si sólo  si, las condiciones previas al embarazo son menos favorables para la  adolescente, es decir, en caso de que la adolescente presente alta prevalencia  de desnutrición, talla  y  bajo peso una deficiencia y ausencia en el  cuidado prenatal; de lo contrario el desarrollo sano del embarazo puede  presentar mejores que las de mujeres de más edad, tal es el caso de las  adolescentes que tienen un buen control prenatal o resultados perinatales  iguales.
   Los argumentos actualmente, se  ha dado un aumento estadístico de los nacimientos que tienen las adolescentes y  de que éstos contribuyen al desarrollo de la población, se logró encontrar  evidencia que permite confirmar tal aseveración. Sin embargo, en la mayoría de  documentos localizados prescritos que el fenómeno obedece a una mayor  visibilidad ocasionado en su mayoría a la transición demográfica por la que  atraviesa América Latina  y México  tomando en cuenta, en ven los porcentajes en la adolescentes y una acelerada  declinación de la fecundidad en mujeres mayores. 
   Referente a todos los tipos de  argumentos se menciona que el embarazo en la adolescencia a temprana edad es un  factor que concluya su vida estudiantil, pues su sexualidad y rol de género  será el de ser madre o ama de hogar, tiene la concepción que su cuerpo es medio  reproductor de vidas , de igual forma se localizó que en la mayoría  o el mayor porcentaje los adolescentes que se  embarazan, lo realizan posteriormente de abandonar la institución, pues el  contexto de limitaciones económicas y falta de oportunidades es un factor  para el embarazo a edad temprana y no a la  inversa.
   Respecto del embarazo a edad  temprana bajo la perspectiva de género y sexualidad, se   debería ser replanteado, debido a la mayoría  de los estudios toman en cuenta que el caso globalmente sucede de forma  opuesta; esto es, que puede ser la pobreza la que perpetúa ocasiones coadyuvan  al embarazo en la adolescencia, de vulnerabilidad, limitaciones económicas y  culturales  en la que las madres  adolescentes, estas características  se  contribuye a que estén más expuestas al embarazo y a una unión temprana por la  falta de alternativas de crecimiento o, de lo contrario en el caso; a que usen  la maternidad para tránsito a la adultez y satisfacer necesidades de  reconocimiento social que le da estatus de género de mujer casada y de una  sexualidad simbólica enfocada a la reproducción producto de su aprendizaje  social
   Esto condice a reubicar el  análisis de la reproducción y de la sexualidad, girando a un entorno en la  cual   únicamente se toman en cuenta  ciertas características negativas de la sexualidad y la reproducción, sino la  subjetividad del género femenino. 
   La investigaciones  abordadas  alientan  a analizar a las adolescentes con  embarazo a edad temprano en el escenario  mexicano  en referencia al contexto en el  que se ubicaban los mismos, sobre llevando   la idea de mirarlo como un caso en sí mismo. A pesar de esta limitada  producción bibliográfica en los ultimos cinco años  y debate sobre el tema del embarazo en mujeres  adolescente, bajos los  argumentos en  conflicto siguen siendo los mismos en cuestión de género y sexualidad
   El embarazo a edad temprana en  mujeres adolescentes  se tiene que  analizar, indagar, estudiar tomando en cuenta datos como lo son la micro  y macro   que lo conforma a sus alrededores, pues las estructuras políticas, sociales,  y de salud, de igual manera en la familia, permitirán comprender determinantes,  causas, motivaciones y consecuencias que en   su caso, posibles intervenciones en política pública que permitan un  buen impacto de esta situación en la adolescencia.
   El análisis del objeto del embarazo en mujeres adolescentes a edad  tempranas y bajo la perspectiva de   género y sexualidad  es  fundamental investigar los entornos sociales y culturales en que se desarrollan  las adolescentes tomando en cuento por lo menos en dos acepciones: como  espacios de ejercicio del poder Y como espacios de interacción de los géneros.
   Primeramente la designación de los entornos sociales son lugares no  exclusivos, ni imparciales, sino escenarios   de prácticas promiscuas o convencionales. Tomando por ejemplo el hablar  de matrimonio no sólo se debe contrastar con la soltería, también con diferentes  recursos como el divorcio, separación, la conservación de la virginidad; al  hacer mención a la maternidad se debe hablar no sólo de la maternidad de igual  manera de la planificación familiar o una sexualidad no reproductiva.
   Y por otro lado la segunda acepción, indica que  los entornos sociales de desarrollo de las  madres adolescentes se encuentran referidos a los entornos sociales de  ejercicio del dominio de una sexualidad simbólica, contemplando, diversos niveles  de adaptación  y resistencia como abarcan  el hogar, la sexualidad y el género,  que  según este enfoque  son de igual  característica  alas alternativas  maniobra, control y dominio simbólico. 
Bahamón, M. M. J., Vianchá, P. M.  A., & Tobos, V. A. R. (2014). Prácticas y conductas sexuales de riesgo en  jóvenes: una perspectiva de género. Psicología  desde el Caribe, 31(2), 327-353. http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/psicologia/article/view/3070 
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*Profesora-Investigadora. 
Facultad de Enfermería Victoria, 
Universidad Autónoma de Tamaulipas, México. 
 Recibido: 27/01/2018
 Aceptado: 22/02/2018
 Publicado: Febrero de 2018