Julio César Osorio Mendoza*
Economista, Especialista en Evaluación y Magister en Planeación
cesarosoriom@gmail.com RESUMEN 
  El propósito del  artículo es explicar y aplicar un método de valoración contingente para  monetizar los beneficios socioeconómicos generados por el consumo de agua  potable de los hogares del Sector Montecarlo Bajo – Catumare, que hace parte de  la Comuna Ocho de la Ciudad de Villavicencio,   Departamento del Meta, República de Colombia. Para ello, se estiman  modelos logit y tobit usando datos de un cuestionario aplicado a los jefes de  hogar de una muestra de la población. Los resultados indican que hay una mejora significativa en el bienestar de los hogares, que en  términos monetarios a valor presente neto equivale a $20.415 millones.  Igualmente, se identifico que variables como la salud, la propiedad de la  vivienda, la presencia de hijos menores de cinco años, tienen un  efecto económico en la disponibilidad a pagar  de los hogares por un servicio de agua potable. El artículo tiene un interés científico dado el planteamiento de  una serie de conceptos de valoración económica para monetizar impactos de  bienes intangibles, los cuales  generalmente  no considerados en  una evaluación,  por la dificultad que implica su  monetización. 
Palabras claves: Valoración  contingente, probabilidad, dispuesto a pagar, bienes intangibles, no  mercadeables, evaluación,  eficiencia y  equidad.
  Clasificación JEL:  C52
  MSC2010:  62J02
  Monetization  of the Well-being for the Consumption of Drinkable Water: Approach of Contingent  Valuation  
  ABSTRACT
  This article pretend to apply a method of contingent valuation to monetize  the socioeconomic benefits for the consumption of drinkable water of Sector Low  Montecarlo’s – Catumare homes, which makes a part of the Commune Eight of  Villavicencio's City, Department of Meta, Republic of Colombia. For it, logit  and tobit models are estimated using information of a questionnaire answered by  chiefs of home from a sample of the population. The results indicate that there  is a significant improvement in homes well-being, which in monetary terms the net  present value is equivalent to $20.415 million. Equally, it was identified that  variables as health, the property of housing, the presence of five-year-old children’s,  have an economic effect in homes willingness to pay for a service of drinkable  water. This article has a scientific interest in reason to economic valuation concepts  for monetize impacts of intangible goods, which generally are not considered in  an evaluation process, because his monetization implies a high grade of  difficulty. 
  Key  words: Contingent Valuation,  probability, willing to pay, intangible assets, non- marketable, evaluation,  efficiency and equity.
  JEL classification:  C52
  MSC2010:  62J02
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato: 
Julio César Osorio Mendoza (2017): “Monetización del Bienestar por el Consumo de Agua Potable: Enfoque de Valoración Contingente”, Revista Caribeña de Ciencias Sociales (abril 2017). En línea:
 https://www.eumed.net/rev/caribe/2017/04/agua-catumare.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/caribe1704agua-catumare
INTRODUCCIÓN.
El propósito central del  presente artículo es exponer la aplicación del método de la valoración  contingente, para lo cual se realiza una presentación de su componentes teórico  y matemático.  Desde un enfoque  conceptual se explica los origenes teóricos del método, sus inicios,  dificultades, criticas, avances y aplicación en un contexto internacional. Desde  una  óptica práctica se aplica el método  a un caso específico,  con el fin de monetizar  la mejora en el bienestar generada por el consumo de agua potable en una  comunidad, determinando sus bondades y futura aplicación a casos similares o  iguales.
     El artículo está organizado  en cinco apartados, donde la introducción es el primero. En el segundo apartado   se plantea la situación del consumo del  agua en la comunidad, la justificación, objetivos e hipótesis,  desde la perspectiva de los recursos escasos y  la importancia de asignarlos,  atendiendo  criterios de eficiencia y equidad. En el tercer apartado, se hace una revisión de conceptos  teóricos que sustentan el método contingente, se presenta la formalización del  método, sus variables y estadísticas y explica la estimación  de la disponibilidad a pagar por el consumo de agua potable
     En  el cuarto se presenta  un análisis de los  diferentes resultados de la aplicación del método de la valoración contingente.  Finalmente, se redactan las conclusiones que resultaron de la investigación.
2. SITUACIÓN ACTUAL
Los  7600 hogares del Sector Montecarlo Bajo – Catumare, Comuna Ocho, de la ciudad  de Villavicencio, donde habitan 26631 personas, consumen agua proveniente de la  quebrada aledaña  Caño Grande, la cual no  recibe tratamiento de potabilización alguno. 
     El  poblamiento de esta comuna se da a partir de la década de los 80, destacándose  asentamientos como: Las Américas, Ciudad Porfía, Playa Rica. Los fundadores  llegaron de los departamentos de Cundinamarca, Santander y Meta.
     Según  la Secretaria de Control Físico esta comuna acoge a 12 asentamientos informales  los cuales son: San Francisco, Villa Carola, Villa Lorena, Villa Marina, las  Brisas, Villa Unión, Nueva Fundación, Caño Grande, Guaduales, Nuevo Amanecer,  Santa Librada y Playa Rica.
     Para  el Subsistema de Información  para la Vigilancia del Agua para Consumo Humano -SICAP, (2013), que hace parte del Instituto Nacional de Salud-Colombia en el  Departamento del Meta, para el 2012, el 8.9% de la población (80856  habitantes)  tomó agua directa de los  ríos y caños, situación que las hizo vulnerables a  enfermedades como la tifoidea (se caracteriza  por fiebre continua), la hepatitis A (es una infección leve de tipo hepático),  el cólera (enfermedad diarreica aguda, causada por infección intestinal) y la  criptosporidiosis (se caracteriza por diarrea, náusea, retortijones y fiebre  baja).
     El  mismo también encontró que 386.417 habitantes del Departamento del Meta, que  corresponde al 42,6% del total, consumieron agua potable; el 17% de la  población (154.649 habitantes) consumió agua segura; el 31,4% de la población                       (284.833 habitantes)  utilizó agua de bajo tratamiento.
     A  pesar de las dificultades de tipo social que implica no tener agua potable,  algunos habitantes del Sector  Montecarlo Bajo – Catumare no muestran interés por tener conexión con el  servicio de acueducto del municipio de Villavicencio. Su deseo es continuar con  el servicio de agua no potable que presta una empresa privada, que se limita a  bombear el agua de los caños hacia las viviendas, sin ningún tipo de  tratamiento. En épocas de invierno el agua llega a las viviendas con mucho  lodo, situación que dificulta utilizarla en tareas básicas como el lavado de  pisos y andenes. 
     El  agua es almacenada en cada vivienda en estanques, de donde es transportada a  través de tubería a los diferentes sitios de la vivienda.  Independientemente de la cantidad de agua  utilizada cada vivienda paga actualmente una tarifa fija de  $5000 mensuales, costo que es la novena parte  de lo que pagan las viviendas que tienen el servicio de acueducto suministrado  por el municipio, que asciende a la suma de $45000 en el estrato dos.
     Para  los habitantes del Sector, la conexión implica un costo adicional que no  quieren cubrir dado  su bajo nivel de  ingreso e inestabilidad laboral. Los habitantes no tienen claro que por  consumir agua no apta para el consumo humano incurren en una serie de mayores  costos generados por enfermedad (médicos y medicamentos), ausencia al sitio de  estudio, al lugar de trabajo, pérdidas de vidas (en especial de niños),  costos ocasionales de hervir agua y los de  comprarla embotellada que son muy superiores al costo de pagar una tarifa a la  empresa de acueducto del municipio de Villavicencio.
     Dada  la situación descrita, en este artículo interesa estudiar ¿Cómo el método de  valoración contingente podría monetizar el bienestar socioeconómico de los  hogares del Sector Montecarlo Bajo – Catumare, Comuna Ocho, en la ciudad de  Villavicencio por la utilización del servicio de agua potable?
     Desde  el punto de vista empírico se tiene como referencias a Mendieta, J. (2001).  Manual de valoración económica de bienes no mercadeables. Bogotá D.C: CEDE  Universidad de los Andes; Contreras, E. (2004). Evaluación Social de  Inversiones Públicas. Santiago de Chile: CEPAL 2004;  Colombia, Instituto de Investigación de  Recursos Biológicos "Alexander von Humboldt". (2009). La Valoración  Económica de los Servicios Hídricos y de Biodiversidad del Cerro la Judía.  Bogotá D.C
2.1. Justificación
La ciencia económica desde  sus inicios ha tenido como prioridad la asignación de los recursos limitados  que tiene el hombre entre aquellas alternativas de inversión que logren  satisfacer sus necesidades. Se entiende como necesidad, la carencia de un bien  o servicio, que es tangible o intangible  y que está en función de subjetividades por  parte de los agentes económicos como lo son la  edad, sexo, nivel educacional, lugar  geográfico, nivel de ingreso, convicciones morales y políticas, entre otros. 
     Para satisfacer sus  necesidades, los agentes económicos deben utilizar un recurso limitado, como lo  es el ingreso, con el  fin de  hacer un intercambio, tras el objetivo de  mejorar su nivel de bienestar (utilidad). En la asignación de un recurso escaso  hay tres elementos determinantes a considerar: la eficiencia, la equidad y el  costo de oportunidad. Asignar un recurso considerando estos tres elementos,  implica utilizar una metodología como la  formulación y evaluación de proyectos. Esta metodología aplicada con rigor  técnico sirve para formular proyectos que tengan un impacto significativo en el  bienestar de las personas.  
     Para adelantar el proceso de  formulación con rigor técnico, bajos niveles de incertidumbre y riesgo se  utiliza el Método del Marco Lógico, Ortegón, Pacheco y Prieto (2005). Este  método ayuda a una correcta identificación del problema y de sus posibles  alternativas de solución. Una vez se tiene seleccionada la mejor alternativa se  realizan los estudios de tipo legal, mercado, técnico, ambiental y financiero. Sapag, (2006). 
     Con el proyecto formulado se  procede a la aplicación de herramientas de evaluación como la evaluación  financiera, que aporta información para la toma de decisiones, pero tiene la  limitación de no analizar variables que tienen un efecto determinante en el  crecimiento económico y el bienestar de la población y su relación con el medio  ambiente. 
     Las variables que inciden en  el bienestar de la población son foco de estudio en la evaluación socioeconómica  de proyectos. Esta herramienta tiene como fin la identificación, cuantificación  y valoración económica de los impactos directos, indirectos y las  externalidades que pueden generar los proyectos financiados con recursos  privados o públicos en el bienestar de la sociedad.  Para la valoración económica de los impactos  se aplican una serie de métodos o técnicas dependiendo de si los bienes son  mercadeables o no mercadeables. Estos últimos no se tranzan debido a sus  características intrínsecas, los cuales en su mayoría son provistos de forma  gratuita por el medio ambiente y los ecosistemas naturales. (Mokate y Castro,  2003; Fontaine,  2008). 
     En razón  al crecimiento y desarrollo económico de la  humanidad muchos bienes no mercadeables son escasos, por causa de la  contaminación, la deforestación, al uso indiscriminado y excesivo en procesos  industriales, entre otros, lo cual disminuye su disfrute por parte de la misma  humanidad, con efectos consabidos en la dinámica económica. 
     En ese sentido, la  valoración económica tiene como objetivo establecer una aproximación a precios  del mercado de los bienes y servicios no mercadeables para posibilitar el  análisis de su distribución en las diferentes alternativas dentro de los marcos  de decisión de los agentes económicos públicos y/o privados, por cuanto permite  la comparación de precios con otros bienes y servicios sustitutos o  complementarios. Lo anterior facilita la toma de decisiones por parte de la  sociedad: usarlos, conservarlos, transformarlos o protegerlos.
     Por otro parte, es  importante tener en cuenta algunos conceptos alrededor del agua como sustancia  natural, así,  de acuerdo con Monge  (2004), el agua está presente en los diferentes ecosistemas, y es esencial para  el sostenimiento de todas las formas de vida conocidas, incluida la humana.  Constituye un factor indispensable para el desarrollo de los procesos  biológicos que la hacen posible. 
     Así mismo, según Rodríguez  (2003) el 70% de la superficie terrestre está cubierta de agua, mayoritariamente  salada, y representa el 97,5% del total. Los ríos, lagos, lagunas y humedales  son una fuente importante de agua dulce, sin embargo, son los acuíferos  subterráneos los que aportan hasta un 98% de las fuentes de agua dulce  accesibles al uso humano, se estima que representan el 50% del total de agua  potable en el mundo.
     En relación al agua,  Colombia es uno de los países con mayor número de recurso hídrico en el mundo:  posee aguas lluvias, aguas superficiales, aguas subterráneas, aguas termo  minerales, aguas marinas y oceánicas y aguas de alimentación glacial. No  obstante, según Avila (2015), el Estado está en deuda histórica con el 28% de  la población rural por cuanto actualmente enfrentan una situación crítica por  falta de un acueducto. 
    Frente al marco político del  agua en Colombia se estableció en la Constitución Política de Colombia de 1991  que es interés y responsabilidad del Estado la solución de las necesidades  básicas insatisfechas, entre las que está el acceso al servicio de agua  potable, que es fundamental para la vida humana. La provisión del líquido y su  abastecimiento de manera adecuada para el consumo humano, es necesario para  evitar muertes por diferentes enfermedades conocidas por su ausencia (es  importante que la población tenga acceso a una cantidad mínima de agua potable  diariamente en promedio una persona debe consumir entre 1,5 y 2 litros de  líquido al día dependiendo del peso) o mala calidad del líquido,  por cuenta de enfermedades como el cólera y la  diarrea. Se hace indispensable que el servicio de acueducto no sólo tenga una  cobertura universal, sino que sea continuo.
2.2. Objetivo e Hipótesis
El  objetivo del artículo es presentar el diseño y aplicación de un método de  valoración contingente para monetizar los beneficios y costos socioeconómicos  del servicio de acueducto en los hogares del Sector Montecarlo Bajo – Catumare,  Comuna Ocho,  de la Ciudad de  Villavicencio-Departamento del Meta-Colombia
     Para  determinar la DAP de las personas por el bienestar asociado a la provisión de  agua potable, se plantearon las siguientes hipótesis de trabajo, que se aceptan o rechazan con un nivel de significancia del 95%. 
    La  hipótesis principal consiste en determinar si el aumento del bienestar por la implementación de un servicio de agua  potable influye en la disponibilidad a pagar DAP de los hogares del Sector  Montecarlo Bajo-Catumare, Comuna Ocho, de la ciudad de Villavicencio. Otras  hipótesis buscan analizar si las variables salud, hijos menores de cinco años,  empleo y propiedad de la vivienda influyen en la DAP por un servicio de agua  potable.  
3. VALORACIÓN ECONÓMICA
La implementación de un servicio de acueducto en el Sector Montecarlo Bajo – Catumare, Comuna Ocho, en la ciudad de Villavicencio tendrá un impacto positivo en el bienestar de los hogares. Por las dificultades que implica monetizar el bienestar, dado su carácter subjetivo y la ausencia de precios de mercado, es el método de valoración contingente la herramienta que estima la disponibilidad a pagar por recibir beneficios.
3.1 Métodos de Valoración Económica de Impactos
En el análisis económico se han diseñado una serie  de instrumentos para llegar a estimar valores de los bienes no mercadeables  (sin precio de mercado). La utilización de estos instrumentos permite  representar en equivalentes monetarios los cambios, tanto positivos como negativos,  en el bienestar que un individuo percibe por modificación  en las condiciones sociales y ambientales de  su entorno. 
     Para monetizar se parte de una función de  bienestar individual, la idea es pasar de preferencias individuales a preferencias  colectivas que reflejen un nivel de satisfacción, por lo tanto una medida del  bienestar se puede representar por lo que una persona está dispuesta a pagar o  la disposición a una compensación por un cambio en la situación inicial a un  estado mejor o peor (perdida de bienestar). La Figura 1 representa una de las  varias formas de clasificar los métodos de valoración de impactos. Barzev (2002).
    En  el caso de los métodos indirectos se valora los bienes y servicios asociándolos  ya sea con el valor de bienes y servicios sustitutos mercadeables o a través  del valor de los gastos potenciales en los que se incurría al reemplazar  parcial o totalmente los beneficios derivados de esos bienes o servicios. Por  su parte en los métodos directos se ubica la valoración contingente o de  preferencias declaradas que se fundamenta en el concepto de la disponibilidad a  pagar Freeman (1979).
3.2. Método de Valoración Contingente
 Según Riera (1994), el método  de valoración contingente es una técnica para estimar el valor de bienes  (productos o servicios) para los que no existe mercado, a través de la  simulación de un mercado realizado mediante encuesta a los consumidores  potenciales, a los que se les pregunta por su máxima disponibilidad a pagar por  el bien o servicio si tuvieran que comprarlo. A partir de los resultados se  deduce el valor que para el consumidor medio tiene el bien o servicio en  cuestión. 
     De  igual forma, de acuerdo con Kristön y Riera (1996):
     A primera vista, el método de la valoración  contingente es sencillo; consiste simplemente en preguntar a un grupo de personas  cuánto estarían dispuestas a pagar para obtener un determinado bien. Como hoy  sabemos, esta descripción constituye una mera caricatura de una aplicación  moderna basada no sólo en la teoría económica, sino también en otras  disciplinas como la sociología, la psicología, la estadística y la  investigación por muestreo (p.134).
   El método contingente se clasifica como un  método directo, específicamente de preferencias declaradas, se basa en una  serie de preguntas que se efectúan a las personas identificadas como población  beneficiaria o afectada negativamente por un proyecto. Las personas indican lo  que estarían dispuestos a pagar DAP por una mejora ambiental o la  disponibilidad a aceptar DAA como compensación por una pérdida ambiental o de  bienestar social. 
    El  aspecto central del método es el diseño y aplicación de un cuestionario, donde  la pregunta para hallar la máxima disposición a pagar se hace en forma de  referéndum, subasta, rangos o tanteo, tratando de simular la existencia de un  mercado para el bien a valorar. 
3.2.1Orígenes del Método
 Los inicios  del método se deben a Sigfried von Ciriacy-Wantrup, en 1947 propuso la  utilización de entrevistas directas como método de valoración. Para el año 1952  publica un clásico de la literatura “conservación de recursos”, donde  nuevamente sugiere la utilización de encuestas. 
   La propuesta  de Ciriacy tuvo como contradictor a Samuelson (1954) que recomendó no utilizar  encuestas para valorar bienes públicos por la presencia de sesgos de  estrategia. Sería en la década de los 60s cuando en la Universidad de Harvard  Robert K. David (1963) sentó las bases de la Metodología de la Valoración  Contingente - MVC al proponer que el encuestador haría el papel de oferente y  el encuestado de demandante (comprador), para así construir un mercado  hipotético del bien que no tiene precio de mercado. Robert logró aplicar la MVC  para determinar la cantidad de dinero que cazadores y usuarios (entrevisto a  121 personas) de los servicios recreativos de Maine Woods (USA), estaban dispuestos  a pagar DAP por no tener que dejar de visitar el área. Ello lo realizó a través  de un sistema de puja. 
   A finales de  la misma década se conocen los estudios de Ronald Ridker que en 1967 aplicó la  metodología en la valoración de la polución del aire en las ciudades de  Filadelfia y Siracusa. Este punto de la historia fue el inicio de la aplicación  y progresivo desarrollo del MVC. 
   En 1971 se  conoce el trabajo de Peter Bohm que tiene como aspecto central el rechazo del  sesgo estratégico que promulgó Samuelson en 1954. En 1974 se publica el trabajo  de Randall, Ives e Eastman, donde se estudia la calidad del aire en la región  conocida como las Cuatro Esquinas en Estados Unidos. El trabajo llamó la  atención por su rigor teórico y técnico al valorar un bien que no era posible  monetizar.  
   Siguiendo la  línea histórica construida por Carson y Richard (2011), en el periodo comprendido entre la mitad del los  70s y los 90s se realizaron numerosos estudios de casos y aplicaciones del MVC  en el campo de la recreación, donde se destacan los trabajos como el de McConnell (1977) y el de Cocheba y Langford (1978). Así mismo, surgieron estudios focalizados en  áreas de congestión de parte de Walsh, Miller y  Gillman, (1984) y en  las plataformas petroleras en alta mar con el trabajo de Roberts, Thopmson y Pawlyk (1985). 
   La mejora  sobre la calidad del aire fue una prioridad y por ello a su alrededor hay  extensivas aplicaciones de la MVC, entre ellas se destacan el caso de estudio  sobre el valor económico de la visibilidad por Brookshire, Ives, y Schulze (1976). De igual forma, autores como Gramlich (1977), Greenley, Walsh, y Young (1982) y Mitchell yCarson (1989) focalizaron sus trabajos y estudios de casos en la  calidad del agua. 
   Por su parte,  Bishop y  Heberlein (1979) a diferencia  del planteamiento de Robert K. Davis, plantearon un precio determinado sobre el  cual sus encuestados debían aceptar o rechazar. Así mismo, analizaron datos  agregados como alternativa a la explicación de las respuestas individuales  basada en la teoría de la utilidad. 
3.2.2 Desarrollo Teórico del Método
 A partir del anterior planteamiento, Hanemann (1984) analizó como los modelos lógicos  debían ser formulados para ser consistentes con la hipótesis de la maximización  de la utilidad y como las medidas compensatorias y  el superávit equivalente debía ser derivado  de los modelos construidos. Dos tipos de medidas del bienestar se introdujeron  para luego ser estimadas a partir de los datos de Bishop y Herberlein. 
   Por su parte Cameron y James (1987), a diferencia del trabajo de Hanemann (1984) demostraron como la DAP podía  obtenerse directamente de los parámetros de una ecuación tipo probit, partiendo  de la suposición que la DAP sigue una distribución normal. Bajo estos  parámetros Cameron (1988)  demostró como la misma idea puede aplicarse a la distribución logística. Esto  fue posible dada la estructura especial de la situación “tómalo o déjalo”  (Take-it-or-leave-it). 
   En la década  de los ochenta aparecen nuevos trabajos, uno el de Cummings, Brookshire, y Schulze  (1986) y el otro de Cameron y Carson (1989) que propone ampliar la utilización del método  más allá de la economía ambiental. 
   Con los  aportes y avances de Bishop y Heberlein (1979), Hanemann (1984)  y Cameron (1988) entre otros, la década de los 90s presenta  nuevos estudios y aplicaciones cuyo enfoque se enmarcó en el campo de la  estadística y en el modo en que se realizan las preguntas de valoración binaria  o dicotómica. 
   En 1992 la  Nacional Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), del Ministerio de  Comercio de los Estados Unidos, organizó un panel de expertos conformado por  dos premio Nobel de economía; Kenneth Arrow y Robert Solo, para analizar si el  método de valoración contingente es una técnica válida en la práctica para  valorar. En enero de 1993 se pronunciaron dando vía libre a su aplicación como  fórmula de valoración económica. 
   El método de  la valoración contingente toma como referencia el trabajo desarrollado por  Hanemann (1984), que se focalizo en la obtención de medidas de bienestar  Hicksianas (variación equivalente y variación compensadora) a partir de  variables dummy o binarias, aplicando funciones indirectas de utilidad. Se  parte del supuesto que un individuo obtiene bienestar de la disponibilidad de  un bien ambiental y de su ingreso Adicionalmente este individuo tiene  conocimiento de su función de utilidad con cierto nivel de certidumbre, la cual  no es observable en su totalidad por el evaluador.
   La parte no  observable de la función de utilidad es explicada por las características  socioeconómicas del individuo (S) y los atributos del proyecto (Proyect); la  parte observable es el ingreso del individuo (I). (Osorio y Correa, 2009)
    Se  parte de una función de utilidad individual:
U = U( Proyect, I; S)
Donde:
     U = utilidad del individuo
     Proyect  = proyecto (existe 1, caso contrario 0)
  I = ingreso disponible del individuo
  S= características socioeconómicas del individuo
De acuerdo a lo anterior:
La utilidad con proyecto (CP) para el individuo será U1 = U(1, I;S)
La utilidad sin proyecto (SP) para el individuo será U0= U(0, I;S)
Se debe cumplir que U(1, I;S) > U(0, I;S)
La variación compensada (VC) del ingreso se puede definir como:
U(1, I - A;S) = U(0, I;S)
Donde A = VC
La variación equivalente (VE) del ingreso se puede definir como:
U(1, I;S) = U(0, I+A´;S)
Donde A´ = VE
Desde la perspectiva de la teoría económica el método de la valoración contingente también se puede representar en los siguientes términos:
Uij = Uij (Xi, Yi, - Pij, ∂) + Eij
Donde:
     i    = individuo
     Xi  = representa las características del  individuo
  j    =   indica la situación con respecto a la compra del bien y tiene dos  valores, (1) si    el individuo decide  comprar el bien y (0) en caso contrario.
  Pij = representa la disposición a pagar del  individuo i
  ∂  =  representa variables desconocidas
  Eij = parte del (bienestar) que no puede ser  explicada con las variables del modelo
Sea Li = Ui1 – Ui2 = W( Xi, Yi, Pi1, ∂) + Qi
Q = Ei1 y Ei2
Por lo tanto la probabilidad de que un individuo compre se puede representar en términos matemáticos así:
Pr [Li > 0] = Pr [ Qi > - W(Xi, Yi, Pi1, ∂) ]
Qi se asume que tiene las características de una  función de probabilidad logística.
     Al Aplicar un  procedimiento de máxima verosimilitud se obtiene los estimadores de ∂
Se estructura la función de utilidad indirecta:
Uij = ∂ d + B(Y – Pij) + Eij
Representa la máxima utilidad que puede alcanzar el individuo dado el ingreso y otras variables
Donde (d) puede tomar el valor de (1) compra y (0)  no compra
     Entonces L  = ∂ - BP1+q
Se obtiene α y B y se despeja P*
Se calcula P* para la situación de indiferencia, L = 0
P* = ∂  / B  +Q / B
     Como Q corresponde a una función logística, se asume  que E (Q) = 0
Por lo tanto:
Pi* = ∂ / Bque corresponde a la disposición a pagar de un individuo por el bienestar a recibir por el consumo de un bien no mercadeable (intangible o meritorio)
3.3 Variables y Estadísticas
El método contingente para monetizar el bienestar socioeconómico del Sector Montecarlo Bajo – Catumare, Comuna Ocho en la ciudad de Villavicencio por la utilización del servicio de agua potable se formalizo con las siguientes variables:
Probi=B0–B1Preci+B2Ingre+B3Salud+B4Estrat+B5Preoc+B6Provi+B7Emple+ B8Hijos+B9Educa+B10Nupevi+B11Ocup+B12Nifam+B13Empresa.
 Los datos para  cada unas de las variables se tomaron de un cuestionario que se aplicó en forma  directa a una muestra de 413 jefes de hogar, que es representativa de la población  objetivo del proyecto Levin y Rubin,  (1996). 
   En la Tabla 1 se  incluye la variable dependiente y las independientes con su descripción y el  signo esperado, positivo o negativo, que se define de acuerdo a la relación  directa o inversa que exista entre las variables, por ejemplo, si el precio  ofertado (preci) por el servicio de agua potable es muy alto la probabilidad de  pagar (probi) sería baja, por lo tanto entre las dos variables se espera una  relación inversa (signo negativo).
   Las estadísticas  descriptivas para las variables del método se registran en la Tabla 2, en el  caso del ingreso (Ingre), se observa que en promedio para un jefe de hogar es  de $ 715.908, con un mínimo de $ 150.000 y un máximo de $ 2.500.000. 
   Las otras  variables, excluyendo precio (preci) y el número de personas que llega cada mes  de visita a un hogar (Nupevi), están representadas como binarias, por esa razón  el mínimo es cero (0) y el máximo uno (1).
4. RESULTADOS
Las variables determinantes de la decisión de estar dispuesto a pagar por el consumo de agua potable por parte de los hogares del Sector Montecarlo Bajo - Catumare de la ciudad de Villavicencio-Departamento del Meta se incluyen en la Tabla 1. Los resultados de estimar un modelo tipo logit y tobit indican el efecto que las diferentes variables tienen sobre probabilidad de estar dispuesto a pagar y el impacto sobre el bienestar de los hogares.
4.1 Modelos Logit, Tobi y la Disponibilidad a Pagar
Para estimar la probabilidad de estar dispuesto a pagar por el consumo de agua por parte de los hogares se construyo una función matemática Rosales, Perdomo, Morales y Urrego (2013), así:
Probi=(Preci+Ingre+Salud+Estrat+Preoc+Provi+Emple+Hijos+Educa+Nupevi+ Ocup+Nifam+Empresa)
Luego se definió un modelo inicial donde cada variable está acompañada de un coeficiente o beta, así:
Probi=B0–B1Preci+B2Ingre+B3Salud+B4Estrat+B5Preoc+B6Provi+B7Emple+ B8Hijos+B9Educa+B10Nupevi+B11Ocup+B12Nifam+B13Empresa.
 El modelo que se desarrolla en el artículo es cuantitativo,  aclarando que la variable dependiente implica dos o más elecciones  cualitativas, en este caso dos: (1) Dispuesto a pagar y (0) cuando no lo está. Gujarati  y Porter, (2010).
   Debido al tamaño de la muestra, la cantidad de  variables y datos, la estimación del modelo sólo es posible con la aplicación  de un programa estadístico como el Stata, creado por la StataCorp, normalmente  utilizado en investigaciones de tipo económico y social, tiene entre sus  capacidades el análisis estadístico y la simulación (López, 2012;   Camarero,  Almazán, Arribas, Mañas y  Vallejos, 2013).
   Los  resultados del modelo logit se presentan en la Tabla 3:
 Los resultados indican que el modelo tiene por  cada variable 413 observaciones y un nivel de confianza del 95%. Tiene un  Pseudo R2 de 0,897, que se considera adecuado, aclarando que para un  modelo logit no ordenado este resultado simplemente es una medida útil del  ajuste del modelo a los datos, que no se puede considerar equivalente al R2  que se logra con mínimos cuadrados ordinarios.
   De acuerdo  con Bernal y Peña (2011), para el análisis de la validez teórica del modelo no solo interesa el  signo esperado, también se recomienda considerar un nivel de significancia  estadística, que por lo general es del 95% y otros criterios de bondad de  ajuste como el coeficiente de determinación (R2), que indica lo bien  que una línea de regresión se aproxima a los puntos de datos reales. 
   En cada corrida hay una columna de  coeficientes acompañado de un signo positivo o negativo y otra con el p valor o  p>[z] que indica el error de confianza para cada variable.
    Al analizar las variables de acuerdo al signo  y error de confianza esperado, se observa que el precio (preci) tiene un  comportamiento coherente con la realidad, ya que el signo generado es negativo,  tal como se esperaba, igualmente el error de confianza no supera el 5%.  Lo anterior significa que si el precio es  alto efectivamente la probabilidad de estar dispuesto a pagar disminuiría 
   El resultado con la variable ingreso (ingre) significa  que los habitantes en la medida que tengan un aumento importante de su nivel de  ingreso tendrían una mayor probabilidad de estar dispuestos a pagar por una  mejora de su bienestar, adicional el error de confianza es del 0%, lo cual  indica que el coeficiente es significativo estadísticamente.
   El signo del coeficiente para la variable  salud (salud) es positivo como se esperaba y el error de confianza es inferior  al 5%, por lo tanto en la medida que las familias hayan tenido problemas de  salud por consumir agua no potable la probabilidad de estar dispuesto a pagar  (probi) aumenta.
   La variable estrato (estrat) tiene un  coeficiente positivo y un error de confianza del 0,3% como se esperaba en la  teoría, situación que al interpretarse indica que las personas ubicadas en los  mejores sectores del barrio tienen mayor probabilidad de estar dispuestos a  pagar por un mayor bienestar derivado del consumo de agua potable.
   El comportamiento positivo del coeficiente de  la variable preocupación (preoc)  y el  error de confianza generado por debajo del 5% tal como se esperaba antes de  correr indica que tiene una relación directa con la probabilidad de estar  dispuesto a pagar (probi).
   En el  caso de la variable propiedad de la vivienda (provi) el signo del coeficiente y  el       p valor generados son acordes a  como inicialmente se esperaban, por lo tanto explica que tener la propiedad de  la vivienda aumenta la probabilidad de estar dispuesto a pagar por un mayor  bienestar.
   El coeficiente de la variable empleo (emple)  es positivo, tal como se esperaba desde el punto de vista teórico, por lo tanto  tener un empleo implica una mayor probabilidad de estar dispuesto a pagar. El  error de confianza generado indica que el coeficiente es significado en  términos estadísticos.
   El coeficiente de la variable hijos tiene  resultados de signo y error de confianza positivo e inferior al 5% acorde al  análisis teórico. Esto indica que tener hijos menores de cinco años incide en  una probabilidad alta de estar dispuesto a pagar.
   Hay un comportamiento positivo del coeficiente  de la variable educación (educa) y un error de confianza inferior al 5%,  resultados que son iguales  a los  inicialmente previstos en términos teóricos. El mayor nivel de educación,  universitaria, tiene una relación directa con la probabilidad de estar  dispuesto a pagar.
   El número de personas que llega de visita cada mes a una vivienda (nupevi)  a pesar de tener en el coeficiente el signo esperado, presenta un error de  confianza del 5.8%, por lo tanto no es significativo en términos estadísticos y  se excluye del modelo. 
   La  variable ocupación (ocup) tiene un coeficiente positivo, como se esperaba, lo  cual indica que tiene una relación directa con la probabilidad de estar  dispuesto a pagar, adicional su error de confianza no alcanza al 1%.
   El  coeficiente de la variable número de integrantes de la familia (nifam) es  positivo como se determinó en el análisis teórico de la variable y el error de  confianza es del 0%, por lo tanto entre mayor sea el número de miembros por  familia hay un aumento de la probabilidad de estar dispuesto a pagar.
   La  variable empresa donde se analiza si el jefe de familia es empresario presenta  un error de confianza del 40,8%, por lo tanto no es potente en términos  estadísticos para explicar la probabilidad de estar dispuesto a pagar. 
   De  acuerdo a los anteriores resultados los coeficientes de las variables Nupevi y  Empresa presentan problemas de significancia estadística. 
   Los signos generados en los coeficientes de  las variables independientes diferentes a Nupevi y Empresa son consistentes  desde el punto de vista teórico, adicional los errores de confianza (p >[z] ) son inferiores al 5%, por lo tanto se infiere que cada  variable independiente es significativa desde el punto de vista estadístico, es  decir que cada una explica muy bien el comportamiento de la probabilidad de  estar dispuesto a pagar (probi).
El modelo final que cumple con los signos y errores de confianza esperados es:
Probi=B0–B1Preci+B2Ingre+B3Salud+B4Estrat+B5Preoc+B6Provi+B7Emple+ B8Hijos+B9Educa +B10Ocup+B11Nifam.
 Una vez se tiene definido el modelo final se  estimo la disponibilidad a pagar DAP, con los siguientes resultados:
   La disponibilidad a pagar de $ 6.870  indica que en promedio cada persona valora el  beneficio de consumir agua potable en   esa cantidad. Como los valores negativos para la DAP no tienen  aceptación en bienes públicos es necesario hacer una nueva estimación que esté  acorde con la teoría. Esta situación se presenta cuando el modelo de valoración  contingente tiene variables censuradas.
   Puntualmente  hay variables censuradas cuando al implementar preguntas  abiertas  el encuestado tiene  multiplicidad de opciones para responder según sus preferencias. En ese  sentido, una de ellas puede ser la no disponibilidad a pagar por una mejora en  su bienestar económico, social o ambiental.
   Una variable se considera censurada si un gran  número de observaciones de un cierto rango se transforman en un valor único. En  otras palabras, si partimos que la variable dependiente es la DAP, y como es de  conocimiento esta no puede ser descrita con valores negativos, de ser una  variable censurada, muchas de sus observaciones se agrupan en torno a cero (0). 
   Para ilustrar lo anterior, supóngase que se  estructura una encuesta dirigida a individuos para indagar su gasto mensual en  manzanas. Algunos de ellos manifestarán el monto del gasto mensual y otros  responderán que no incurren en ningún gasto de este tipo. 
     De  acuerdo con Mendieta (2007) esto conduciría a dos situaciones:
 Realizar una estimación que acoja los  criterios anteriormente mencionados no podría ser desarrollada mediante Mínimos  Cuadrados Ordinarios (MCO), por cuanto proporcionaría estimaciones sesgadas e  inconsistentes para los parámetros debido al alto nivel de respuestas negativas  en la muestra. (p. 202). Esta problemática fue analizada por Tobin (1958), que  propuso un modelo estadístico conocido también como Tobit.
      Con la aplicación del modelo Tobit, los  coeficientes de las variables tienen los signos y errores de confianza  esperados, tal como los genero el modelo logit, ver Tabla 5.
      Con el ajuste realizado con la aplicación del  modelo Tobit (1958) se procedió a estimar nuevamente la disponibilidad a pagar  DAP, con los siguientes resultados:
     El procedimiento  recalculo la DAP efectuando una ponderación de los datos por las probabilidades  de que sean positivos, por lo tanto se generan únicamente predicciones  positivas para la DAP estimadas. La media de la DAP es mucho mayor que la  inicialmente estimada cuando no se aplicó tobit. Esta DAP media refleja el  valor de los beneficios  atribuidos por  los hogares del Sector Montecarlo Bajo - Catumare al consumo de agua  potable por la prestación del servicio a cargo de la empresa de acueducto del  Municipio de Villavicencio.
     En la Tabla 7 se presenta la monetización del  bienestar total que recibirán cada año los hogares de la zona de estudio por el  consumo de agua potable.
4.2 Flujo de Caja Socioeconómico y Análisis
 Una  vez estimado el beneficio socioeconómico se  comparo contra los costos de implementar el servicio de agua potable, con un  horizonte de análisis entre el 2016 y 2017 a precios económicos del 2016, Tabla  8. 
   El  valor presente de los beneficios por el consumo de agua potable es de $ 24.595  millones resultado que indica un aporte  significativo al bienestar de la población. Si a estos beneficios se resta en  valor presente los costos del proyecto $ 429 millones, el bienestar neto que  recibirán los hogares es del orden de los $ 20.415 millones, con una tasa  interna de retorno modificada del 35%.  
5.0 CONCLUSIONES
 Se concluye que en términos estadísticos las  variables del modelo matemático son significativas para explicar la  disponibilidad a pagar por el consumo de agua  potable (probi), en especial las variables  salud, hijos, propiedad de la vivienda y empleo. Lo anterior significa que el  modelo es una buena representación de la realidad, en otros términos está  representando en forma simplificada y con símbolos matemáticos las relaciones  económicas y sociales que se presentan en la zona de estudio 
   El modelo reúne las características mínimas de  un buen modelo de orden teórico o económico, porque: a) su estructura  matemática refleja el fenómeno socioeconómico motivo de análisis, b) la  representación del fenómeno es simplificada y c) la composición de las  variables esta en términos cuantitativos. 
   El modelo si permitió predecir a la variable  dependiente (probi) en función de las variables independientes (explicativas) y  de los parámetros estimados, adicional un análisis de tipo estructural que  permitió determinar la relación existente las variables independientes  (explicativas) y la variable dependiente (explicada), a través de los  resultados de sus coeficientes (B0……..B11) y los  respectivos signos.
   Los resultados indican que en la medida que  aumenten los precios cae la probabilidad de estar dispuesto a pagar por el  consumo de agua potable, mientras que los mayores ingresos, el estrato más  alto, un incremento de los integrantes de la familia y un valor de uno (1) en  las variables casos de enfermedades,   manifestación de preocupación, la propiedad de la vivienda, tener un  empleo, hijos menores de cinco años, la educación superior y  la ocupación como dependiente hay mayor  probabilidad que los jefes de hogar sean  conscientes del consumo de agua potable y por lo tanto estén dispuesto a pagar. 
   En el modelo el valor p de chi2  calculado (prob >chi2) es 0.0 menor que el nivel de significación  (α = 0.05), por lo tanto se puede decir que las variables independientes en su  conjunto son estadísticamente significativas en la explicación de la variación  de la variable dependiente (probi). Desde el punto de vista estadístico  significa rechazar la hipótesis nula de H0: β’1 = β’11  = 0 (todos los coeficientes β’ son simultáneamente cero) a favor de la  hipótesis alternativa (Ha) según la cual   no todos los coeficientes β’ son simultáneamente cero. Lo anterior  implica, que en su conjunto las variables independientes o explicativas si  tienen un efecto sobre la variable dependiente en forma significativa.
   Adicional el Pseudo R2 del modelo  ajustado con tobit es del 70%, resultado que indica una buena relación entre  las variables independientes y la dependiente, corroborando que el modelo si  interpreta bien la realidad de la disponibilidad a pagar por el consumo de agua  potable en la zona de estudio.
   Una conclusión central es que hay una mejora  significativa en el bienestar de los hogares de la comuna ocho (Sector Montecarlo Bajo-Catumare) de la  ciudad de Villavicencio producto de la implementación de un servicio de agua  potable. La monetización de ese bienestar en valor presente neto equivale a $20.415  millones, adicional a ello, el indicador de relación beneficio costo es de $  57, según el cual por cada pesos en costos para ejecutar el proyecto se generan  $ 57 en beneficio.
   La no implementación del servicio de agua  potable implicaría sacrificar una ganancia neta de bienestar.  Adicionalmente continuar con los costos de  infecciones por ingestión de agua contaminada debido a la presencia de  microbios; infecciones por contacto debido a parásitos que penetran la piel o  son ingeridos; y enfermedades de insectos vectores, que transmiten entre otros  el dengue y la fiebre amarilla.
   Tener   acceso a un suministro de agua potable saludable se considera vital para  el desarrollo de las personas, porque se aumentan sus oportunidades de  preservar su salud y mantener su dignidad humana, y en esa medida se reduce las  probabilidades de una mayor pobreza y vulnerabilidad. Es tal la importancia del  tema que fue objeto de estudio en el año 2000 durante la formulación de los Objetivos  de Desarrollo del Milenio por parte de las Naciones Unidas, allí se propuso  como meta reducir en un 50% las personas que no pueden acceder en forma  sostenible.  
   Para Naciones Unidas tener acceso al agua  limpia es primordial para lograr niveles de vida comparables con las naciones  desarrolladas. Aquellas poblaciones que tienen dificultad para acceder al agua  por lo general son económicamente pobres. Aunado a lo anterior, los niños  menores de cinco años por enfermedad no pueden asistir a los centros  educativos, retardando su aprendizaje e interacción con otros niños.
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