Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155


LA EVALUACIÓN A PARTIR DE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS: HERRAMIENTA PARA LA CALIDAD EDUCATIVA

Autores e infomación del artículo

Leticia Sesento García *

Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo

e-mail: leticiasesentogarcia@yahoo.com.mx


Resumen
            A la evaluación le corresponde ser un instrumento que beneficie el progreso continuo en las instituciones educativas. Según Gómez (2006), la evaluación de programas, servicios socioeducativos poseen un carácter dialéctico, pues encierran elementos de control, pero además de cambio y transformación siendo esta última un área de oportunidad para las instituciones educativas.
Objetivo: analizar la evaluación en el interior de las instituciones instrumento de mejora. Metodología: Por la naturaleza del tema se ha utilizado un enfoque metodológico mayormente cualitativo, tipo transversal, de alcances exploratorios, descriptivos; y tipo teoría fundamentada con diseño de codificación abierta para establecer puntos de partida sobre el tema expuesto. (Hernández Sampieri, Fernández Collado, & Baptista Lucio, 2010, págs. 7, 79-83, 121, 492-494)
      En el contexto mexicano, Rubio (2007) considera la evaluación como una estrategia para lograr la equidad en la educación, es decir, conseguir educación de calidad para todos, fortalecer esquemas, procesos de planeación y autoevaluación, fomentar la continua superación académica institucional y mejorar el funcionamiento de las IES.
      La evaluación debe ser contextualizada al trabajo de los centros educativos. El objetivo de la evaluación es la mejora del trabajo de los profesionales de los servicios educativos. Como la evaluación se estudia hoy a través de otros contextos el desafío primordial reside en que cada una de las formas de evaluación encierre: ser rentable, ser posible, ser puntual, y ser ética. Para conocer si la metodología empleada en nuestro sistema es congruente con los objetivos ambicionados, corresponde ser inclusiva
       Palabras clave: evaluación, instituciones  educativas, calidad educativa.

Summary
The evaluation corresponds to be an instrument that benefits continuous progress in educational institutions. According to Gómez (2006), the evaluation of programs, socio-educational services have a dialectical nature, since they contain elements of control, but in addition to change and transformation, the latter being an area of opportunity for educational institutions.
Objective: to analyze the evaluation within the institutions improvement instrument. Methodology: Due to the nature of the subject, a mostly qualitative, transversal type methodological approach of exploratory, descriptive scopes has been used; and type theory based with open coding design to establish starting points on the exposed subject. (Hernández Sampieri, Fernández Collado, & Baptista Lucio, 2010, pp. 7, 79-83, 121, 492-494)
In the Mexican context, Rubio (2007) considers evaluation as a strategy to achieve equity in education, that is, to achieve quality education for all, strengthen schemes, planning and self-evaluation processes, encourage continuous institutional academic improvement and improve the operation of heis.
The evaluation must be contextualized to the work of the educational centers. The objective of the evaluation is to improve the work of professionals in educational services. As evaluation is studied today through other contexts, the primary challenge is that each of the forms of evaluation be: be profitable, be possible, be punctual, and be ethical. In order to know if the methodology used in our system is consistent with the ambitious objectives, it must be inclusive

Keywords: evaluation, educational institutions, educational quality

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Leticia Sesento García (2020): “La evaluación a partir de las instituciones educativas: herramienta para la calidad educativa”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (marzo 2020). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2020/03/evaluacion-instituciones-educativas.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/atlante2003evaluacion-instituciones-educativas



Introducción

     La evaluación de las instituciones educativas se ha transformado en una práctica frecuente en aquellas que tienen o ambicionan poseer éxito. No es posible ser más eficiente y competir en adecuadas condiciones si periódicamente no se hacen ejercicios de reflexión acerca de lo qué se hace, cómo se hace y en qué medida se satisfacen las expectativas y aspiraciones de los usuarios del producto o servicio que se presta. Las organizaciones educativas no escapan de esta tendencia aunque la práctica de este tipo de procesos  es mas lento.  
En México es importante considerar la evaluación institucional en lo que concierne a los procesos educativos ya que posee como propósito fundamental que los aprendizajes se determinen  en sus aulas,  tiene la intención de identificar áreas de oportunidad, para luego crear trabajos de mejora tanto en el aprendizaje de los estudiantes como en las prácticas de enseñanza del docente.
Se cree que la evaluación realizada en el interior de las instituciones educativas es una experiencia que tiende a optimar los procesos de mejora, no obstante para los fines de acreditación esta no tiene valor para fines de acreditación sin embargo germina la semilla para la calidad educativa.
Desarrollo

           Iniciaremos por definir el concepto de evaluación, que es considerado como toda medición o valoración es una forma de evaluación, una herramienta de perfeccionamiento.
            A la evaluación le corresponde ser un instrumento que beneficie el progreso continuo, en los distintos espacios o aspectos que deben ser evaluados. Para que todo proceso de evaluación genere productos importantes es sustancial que sea dinámica, democrática e inclusiva. Al describir el concepto dinámico estamos fundamentando que debe ser continua y flexible, de tal manera que ayude dispositivos continuos de mejora.
Según Gómez (2006), la evaluación de programas, servicios socioeducativos poseen un carácter dialéctico, pues encierran elementos de control, pero además de cambio y transformación siendo esta última un área de oportunidad para las instituciones educativas, donde a partir de las fortalezas, debilidades y oportunidades generen procesos de reflexión por parte de los integrantes de las instituciones educativas. Desde esta perspectiva corresponde contar con un especial cuidado para el cambio y la transformación donde prevalezcan instrumentos de evaluación y seguimiento mediante una unidad de control a través de la intervención democrática de los integrantes de la comunidad educativa.

           En el contexto mexicano, Rubio (2007) considera la evaluación como una estrategia para lograr la equidad en la educación, es decir, conseguir educación de calidad para todos, fortalecer esquemas, procesos de planeación y autoevaluación, fomentar la continua superación académica institucional y mejorar el funcionamiento de las IES (Instituciones de Educación Superior) para la rendición de cuentas a la sociedad. Actualmente en nuestro país las políticas de evaluación como parte de esta se incluyen la acreditación de los programas educativos en tres áreas del nivel superior: técnico superior universitario, profesional asociado y licenciatura. Es importante destacar que estos procesos son impuestos desde el exterior de las instituciones educativas, situación que propicia cambios  para cubrir  indicadores  para el logro de un objetivo. No es un proceso de reflexión interno en la comunidad educativa.

            Gómez (2006) concibe además la evaluación a partir del enfoque del interés, por un lado, como un dispositivo que favorece a responder la calidad del ejercicio profesional y, por otro lado, como contingencia para desarrollar el bienestar de la población. Vale la pena destacar, que lo más sustancial de la evaluación no es su importe instrumental, sino su capacidad para optimar el trabajo, crecer profesionalmente. En el caso de nuestro país el desarrollo profesional se consigue a través de presentaciones como PRODEP ( Programa para el Desarrollo Profesional Docente) o el SNI. Situación que en ocasiones propicia que los docentes enfoquen sus esfuerzos para lograr la obtención de este tipo de estímulos dejando de lado la docencia, sobre todo en el caso del Sistema Nacional de Investigadores (SIN).

            En cuanto al control, desde algunos puntos de vista, Gómez (2005-2006) refiere que algunas veces por parte de los profesionales afectados, se concibe la evaluación como una actividad fiscalizadora, que incrementa el poder de las instituciones y debilita la autonomía y capacidad de los técnicos y los profesionales, pues en estos casos la evaluación responde a los intereses corporativos de la institución y no a intereses sociales o del conjunto de la ciudadanía. Esto explica, al menos en parte, el rechazo que existe en torno a la evaluación. Se señala también que la evaluación debe ser contextualizada al trabajo de los centros educativos. Sin embargo, en el caso de las acreditaciones, la apuesta es por estándares internacionales.

               Otra cuestión importante que señala Gómez (2005-2006), radica en el hecho de no se debe confundir la evaluación de programas con otro tipo de actividades burocráticas institucionales no contextualizadas, pues no se debe perder de vista que el objetivo de la evaluación es la mejora del trabajo de los profesionales de los servicios educativos. Asimismo, el hecho de que la evaluación deber ser realizada por agentes externos para lograr objetividad.

La evaluación se puede concebir de distintas formas, dependiendo de las necesidades, propósitos u objetivos de la institución educativa, tales como: el control, la medición y el enjuiciamiento de la validez del objetivo, la rendición de cuentas, por mencionar algunos fines. A partir de esta perspectiva se puede determinar en qué situaciones educativas es oportuno efectuar una valoración, una medición o la combinación de ambas concepciones.
Diferentes concepciones de evaluación según Tejada (1997)

  • Un juicio metódico de acumulado de información.
  • Concerniente con la demostración de una reflexión de valor
  • Encaminada a la orientación en la toma de providencias

La evaluación ante el contexto actual y sus principales desafíos
La investigación de disyuntivas a la solución de contrariedades es el desafío primordial de la evaluación como proceso para el mejora en  la calidad de la educación. Para ello es inevitable establecer un clima organizacional en el cual se proporcione y aplaque la práctica evaluativa. (Mora, 2004).  
La evaluación se consigue catalogar en el tejido existente de otras convenciones

  • Función instructiva
  • Como diagnóstico.
  • Función educativa
  • Función auto formadora

Como la evaluación se estudia hoy a través de otros contextos el desafío primordial reside en que cada una de las formas de evaluación encierre: ser rentable, ser posible, ser puntual, y ser ética.
La evaluación corresponde ser comprendida en diferentes períodos del proceso educativo, para poder obtener a los objetivos trazados y no solo como un asunto finaliza, ya que de esta forma no conseguimos valorar o poseer la oportunidad de retocar los programas.
Concurren diversos esquemas de evaluación, lo cual nos transporta a trazar ¿Cuál de todos estos modelos es el más aptos para nuestra practica? Especialmente, considero que como anteriormente indicamos la evaluación corresponde ser dinámica, asimismo conseguimos adoptar otras formas de avaluar durante el proceso educativo para efectuar una auto evaluación, critica y explicativa, la cual contribuya al aprendizaje significativo de nuestros estudiantes.
Impacto de la evaluación educativa en la sociedad
            La evaluación a partir del aspecto social, tiene un distintivo, ya que en la actualidad diferentes programas sociales, evaluación a bienes y servicios, controles de calidad, etc.
Los objetivos primordiales son la estimación del estado global del objeto, ya sea la institución, el programa, la población o individuo en correspondencia con las carencias, virtudes, dificultades y particularidades del marco global en que se desenvuelve. Además, se consigue reconocer si los fines y prioridades efectivas están en conformidad con las necesidades que debe subsanar el objeto (Mora, 2004).
La evaluación como proceso para optimizar los recursos en las instituciones educativas.
            Como ya se había mencionado la evaluación en el proceso educativo, como en el aspecto social, es transcendental para conocer si la metodología empleada en nuestro sistema es congruente con los objetivos ambicionados, corresponde ser inclusiva. 
Si conseguimos establecer evaluaciones dinámicas que admitan evaluar a través de un desempeño integral, una evaluación de competencias que facilite desarrollar el potencial y capacidades que son únicas. Establecer métodos exhaustivos que trasladen a un aprendizaje significativo. La evaluación y su metodología corresponde ser ordenadora de sujetos dispuestos a nivel de conocimientos formales, pero que sean copartícipes dinámicos de su formación. Es necesario diseñar hipótesis en relación con las evoluciones necesarias. Distintas perspectivas metodológicas sujetan la reconstrucción de instrumentos de estudio tales como: encuestas, análisis de informes existentes, test diagnóstico, técnica para llegar a consenso y, talleres de análisis y reflexión, entre otros.( Mora, 2004). Las instituciones educativas a través de convertir y establecer instrumentos de evaluación aquí diseñados serán capacitados de establecer sujetos integrales
              La evaluación en nuestro país y sus principales desafíos
Gómez (2006) menciona que no existe cultura ni práctica de la evaluación en el área de la educación social, trabajo ni servicios sociales, no obstante, registra la existencia de la evaluación en educación y sanidad, al menos en la práctica catalana. En relación con México, describen Horbath y Gracia (2014), que tampoco coexiste una cultura de la evaluación, en resultado, concurren insuficiencias técnicas y restricciones originarias de temas burocráticos. Al mismo tiempo de la falta de difusión que no admite que las consecuencias sean activas por los representantes para el perfeccionamiento de la calidad. A pesar de esto se han recorrido ya casi cuatro períodos a partir del inicio de la evaluación en los 80’s, sin embargo, es inclusive después del año 2000 cuando la evaluación intenta a recoger impulso con la creación del Sistema Nacional de Evaluación durante el gobierno de Ernesto Zedillo.

           En el tema de la evaluación-acreditación, no todas las presentaciones académicas refieren con su referente cuerpo acreditador registrado por el COPAES -Consejo para la acreditación de la educación superior. De acuerdo con los datos de Rubio (2007), en aquel momento existían proceso de evaluación seis organismos acreditadores en las áreas de: pedagogía, educación física, matemáticas, humanidades, artes y enseñanza del inglés. Ahora, la página de la COPAES cuenta con treinta organismos acreditadores de  esta relación según la lista de Rubio (2007) sólo falta por acreditar el de la enseñanza del inglés.

         Es preciso desarrollar el número de organismos evaluadores, así como delinear evaluaciones que atiendan los programas específicos de ciertas instituciones. Tal es el caso de las Universidades Interculturales y la necesidad de referir una evaluación que atienda las particularidades del modelo educativo, como se trazó en el Plan Nacional Desarrollo 2013-2018 sobre la evaluación de la educación intercultural. De esta manera, plantea Rubio (2007) la necesidad de establecer un programa de incentivos para las universidades privadas pues hasta el momento ha habido poca participación y agregaría seguimiento puntual en los procesos.

          Es preciso evidenciar el uso e impacto de las evaluaciones, pues el sentir de Horbath y Gracia (2014) no ha sido clara su contribución en el perfeccionamiento que descubra los recursos de la escuela, los recursos humanos o el estudio de los métodos escolares y de programas educativos, es importante destacar que en relación con los datos de Rubio (2007), existen veintidós universidades tecnológicas, veintisiete universidades estatales públicas, dieciséis institutos tecnológicos y el Instituto politécnico nacional, y al menos el 75% de sus estudiantes se encuentran cursando programas que se encuentran acreditados.

           De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 y en el ahora desaparecido INEE, se diseñaba como meta “establecer un sistema de profesionalización docente que origine la formación, selección, actualización, evaluación del personal docente y de soporte técnico-pedagógico”, en los niveles básico y medio superior, como sabemos, el resultado no logró concretarse. Cuando se trata de la vida laboral y el apoyo de los actores siempre concurren considerables resistencias. En este escenario, es preciso señalar además que la resistencia y comparación muchas veces proviene de ciertos sectores que ven afectados sus beneficios y no a que se excluyan los objetivos de la evaluación.

          Impacto de la evaluación en la sociedad.

               Uno de los supuestos para la ejecución y mejora de los sistemas de evaluación reconocido por Horbath y Gracia (2014), plantean que es ineludible que el sistema educativo informe a la sociedad sobre lo que están cursando los estudiantes, esto forma parte de los dispositivos de transparencia y favorece a pensar la educación como centro de intranquilidad de la sociedad.

            La propagación de los efectos y el acceso libre a la evaluación podría recuperar la confianza en la educación por parte de la sociedad. La rendición de cuentas concedería seguridad sobre la adaptación inmejorable de los insumos. Se garantiza que los egresados de las instituciones refieren las habilidades necesarias para transformar y atender los problemas de la sociedad -educación de calidad- y esto a su vez en el perfeccionamiento de los contextos de vida de los profesionistas e ingresos económicos.

          Desde la perspectiva económica, una sociedad que tiene conocimientos y los aplica al mercado laboral incrementa el PIB ( Producto interno bruto) y no se inventarían pérdidas económicas por las malas prácticas de profesionales sin el aprendizaje necesaria. De conseguir la equidad de la educación se obtendría erradicar la clasificación de centros escolares de primera, segunda o tercera categoría y tendría situaciones para circular en una sociedad con igualdad de oportunidades a una sociedad con correspondencia a los resultados.

  1. Retos de la evaluación para poder mejorar y transformar las instituciones educativas y obtener un impacto en el país.

        De acuerdo con Horbath, Gracia (2014) y Rubio (2007), uno de los retos de la evaluación tiene que ver con la difusión de resultados, pues inclusive a la fecha ha sido casi nula, lo cual imposibilita su manejo en la toma de decisiones, en resultado, no se han hecho transformaciones significativas en la eficacia y eficiencia escolar desde el aula y, por lo tanto, no se ha transformado el sistema nacional.  Según Martínez y Blanco (s/f) sustentan que la propagación de efectos compone el propósito último de todo sistema educativo.
El acceso a la educación superior en México se ha masificado, de acuerdo con los datos de Rubio (2007) se atiende a más de 2,700,000 estudiantes en un aproximado de 2,000 instituciones públicas y particulares. La meta es la universalización de la educación, sin embargo, a pesar de los esfuerzos, hasta ahora sólo el 47% de la población accede a la educación superior y de este porcentaje, únicamente el 50% logra concretar los estudios de licenciatura. Es necesario, además, lograr educación con equidad, que los estudiantes y la sociedad tengan la certeza de que el programa educativo de una población rural presenta la misma calidad que los de los grandes centros urbanos.

       A través de campañas permanentes sobre las ventajas de la evaluación se puede construir una cultura de la evaluación. Rubio (2007) plantea la necesidad de hacer obligatoria la evaluación en todo el sistema educativo del país, sin embargo, ya hemos visto los efectos negativos de la imposición, en cambio, traería mayores beneficios concientizar a todos los actores involucrados y trabajar crear los mecanismos para la evaluación permanente de los procesos, programas y sistemas educativos en el país. Por ejemplo, mencionan Martínez y Blanco (s/f) que muchos actores en la base del sistema, sobre todo maestros y directores, mantienen una fuerte resistencia a las evaluaciones estandarizadas.

Conclusión
            Las evaluaciones deben ser de mejora continua que nos ayuden en el proceso educativo, deben ser participativas, es decir, que los involucrados en el proceso aporten de manera dinámica e inclusiva, opiniones, ideas, metodologías que nos ayuden a mejorar los procesos de evaluación. Estos procesos deben ser acordes con el cumplimiento de los objetivos y /o metas planteados en el desarrollo del proceso.
La evaluación no solo debe ser vista como instrumento final, debe tomarse en cuenta en las diferentes etapas metodológicas para que de verdad sea una evaluación de mejora continua.
La educación tiene muchos retos respecto a la evaluación, ya que existen grandes retos en todos los niveles educativos, sociales y políticos; en la educación los encargados de los procesos educativos deben prepararse de manera integral para hacer de sus programas, una forma integral para el aprendizaje significativo y la formación integral del individuo.
Y en los sistemas sociales debemos contar con evaluadores comprometidos con el trabajo y la mejora continua de los programas sociales.
La evaluación debería ser un instrumento de mejora y de optimización de la acción social, que permitiera identificar y destacar los aspectos positivos de una buena práctica técnico-profesional y aportará elementos justificativos que permitiesen incrementar la autonomía de los profesionales (Serra, 2006)
La tradición de la evaluación es joven, no obstante, puede a partir de diferentes espacios concebir importancia en la mejora de los servicios educativos.Es importante observar  que a través de diferentes propuestas en relacion a los sistemas de evaluación que en los últimos años se han elaborado mediante la constitución de equipos de trabajo a partir  de las instituciones del estado y las organizaciones civiles. Falta aún un vía sustancial por caminar en la generación de una cultura de la evaluación que admita mejorar los efectos y tomar providencias en función de los resultados.
En nuestro nación y la sociedad se verán favorecidos si se consigue fortalecer un sistema educativo nacional de calidad en todo el territorio, es decir, consumar la meta de la equidad educativa.Es ineludible saber conjuntar las experiencias estandarizadas con las especificidades de cada centro escolar, pero no rechazar las pruebas estandarizadas, pues son necesarias en esta época de mercados globales. De esta manera, componer en el diseño de la evaluación y en la observancia de metas a todos los actores, pues se distingue una insuficiente intervención.

Bibliografía
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Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, P. (2010). Metodología de la Investigación (5ª ed.). México: McGraw Hill Educación.
Mora Vargas, A. I. (2004). LA EVALUACIÓN EDUCATIVA: CONCEPTO, PERÍODOS Y MODELOS. Revista Electrónica "Actualidades Investigativas en Educación", 1 - 29.
Serra, M. G. (2006). ducación social y evaluación: Evaluar para mejorar y transformar. Revista de Pedagogía Social, 163-179.
Gómez, S. M. (2005-2006). Educación social y evaluación: Evaluar para mejorar y transformar. Revista de pedagogía social, (12-13), 163-179.
Horbath, J. E. y Gracia Ma. A. (2014). La evaluación educativa en México. Revista de relaciones internacionales, estrategia y seguridad. 9 (1), 59-85. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=92731211003
Martínez, F. R. y Blanco E. (s/f). La evaluación educativa en México: experiencias, avances y desafíos. PDF.
Rubio, O. J (2007). La evaluación y acreditación de la educación superior en México: un largo camino aún por recorrer. Reencuentro. (50), 35-44. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34005006

*leticiasesentogarcia@yahoo.com.mx Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo

Recibido: 02/12/2019 Aceptado: 20/03/2020 Publicado: Marzo de 2020

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