Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155


ACTIVIDADES PARA FAVORECER LA RELACIÓN ESCUELA – COMUNIDAD EN LA ENSEÑANZA TÉCNICA PROFESIONAL

Autores e infomación del artículo

Loyllán Ávila Rodríguez*

Yandy Caballero Cedeño**

Centro Universitario Municipal Calixto García, Cuba

ygramirez@uho.edu.cu


RESUMEN
La investigación partió de la necesidad de dar solución a la problemática existente en el Centro Politécnico “Juan Carlos Batista Domínguez” del municipio Calixto García, relacionada con insuficiencias en la concepción del trabajo escuela – comunidad lo que limita el fortalecimiento de la Educación Ambiental en los adolescentes de primer año obrero calificado.
Durante el proceso investigativo se utilizaron métodos y técnicas de investigación científica, que garantizaron la obtención de toda la información, su procesamiento y posterior análisis, una vez instrumentada la propuesta en la práctica pedagógica. Se abordaron además los fundamentos teóricos y metodológicos acerca de la Educación Ambiental y su tratamiento en la escuela. El trabajo propone actividades extradocentes sobre la base del trabajo escuela-comunidad dirigida al personal docente para la búsqueda de soluciones a los problemas medioambientales que afectan a la comunidad y culmina con la valoración de los resultados alcanzados a partir de una intervención parcial en la práctica pedagógica. 
Palabras claves: Educación Ambiental, actividades extra docentes,

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Loyllán Ávila Rodríguez y Yandy Caballero Cedeño (2019): “Actividades para favorecer la relación escuela – comunidad en la enseñanza técnica profesional”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (diciembre 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/12/actividades-escuela-comunidad.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1912actividades-escuela-comunidad



INTRODUCCIÓN
La protección del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales constituyen objetivos estratégicos de las naciones y está muy vinculado a las preocupaciones y acciones de la comunidad internacional debido al acelerado deterioro ambiental que presenta el planeta.
El estado cubano realiza esfuerzos para lograr la participación cada vez más amplia de toda la sociedad hacia el fortalecimiento de la educación ambiental.
En la práctica escolar, el trabajo hacia una educación ambiental desde la participación comunitaria, muestra avances. Resultan de gran importancia los trabajos de O. Valdés (1996), M. McPherson (1997), M. Roque (1997), M. García (1999), R. Díaz (1999). Independientemente de las investigaciones realizadas y el empeño puesto en cada una de ellas, los resultados en el proceso pedagógico no están a la altura de las transformaciones de los nuevos tiempos.
Es importante tener en cuenta lo vital que resulta para la escuela cubana actual contar con modelos desde el punto de vista teórico y metodológico que se enriquezcan en la práctica, de modo que permitan la introducción de la dimensión ambiental en las propias actividades de la escuela. Se considera valioso el trabajo con las experiencias de los adolescentes, con lo que conocen de su medio ambiente, de su comunidad, de modo que se rompan las fronteras de lo tradicional y que aflore lo novedoso y creativo del maestro.
El problema cardinal del trabajo comunitario se encuentra en cómo articular de manera coherente las acciones de las diferentes instituciones de la comunidad, en función de dinamizar las potencialidades encaminadas a la solución de problemas ambientales.
Al respecto como resultado de la experiencia profesional y de la labor de investigación realizada, se detectan dificultades en el desempeño de los docentes para el logro de una Educación Ambiental, entre otras se encuentran:
En las actividades extradocentes se trabajan los temas de Educación Ambiental, pero no se profundiza en cómo lograr la misma desde las bases del trabajo escuela-comunidad.
Es insuficiente la aplicación de temas relacionados con la educación ambiental en la práctica pedagógica.
Los adolescentes tienen conocimientos de la Educación Ambiental de forma general, pero desconocen los problemas medioambientales que afectan la comunidad en la cual se encuentra situada la escuela.
Ante estas problemáticas se asume como problema docente metodológico: Insuficiencias en la concepción del trabajo escuela –comunidad lo que limita el fortalecimiento de la Educación Ambiental en los adolescentes del primer año del Centro Politécnico “Juan Carlos Batista Domínguez”. Para la solución del problema se proponen actividades extradocentes sustentadas en la relación, escuela-comunidad dirigida al personal docente como vía para fortalecer la Educación Ambiental en los adolescentes del primer año de dicha institución.
Para el desarrollo de la investigación se emplearon métodos teóricos y empíricos que permitieron conocer el estado actual y tratamiento de la dimensión ambiental en las actividades extradocentes, sustentadas en la relación escuela – comunidad.

DESARROLLO
La  educación ambiental consiste en la comprensión de las complejidades del medio ambiente y la necesidad de que las naciones proyecten sus actividades y persistan en su desarrollo de tal manera que se armonice dicho medio, por lo que se debe adoptar una perspectiva holística, en la que se tengan en cuenta los aspectos ecológicos, sociales y culturales y otros que pudieran ser propios de problemas específicos, derivándose su carácter interdisciplinario, lo que tiene implicaciones en la renovación de sistemas educacionales.
Sobre Educación Ambiental existen diversas definiciones. A escala internacional este término fue reconocido en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Humano en el año 1972.
En la Estrategia Nacional de Educación Ambiental, (1997), se define “como un modelo teórico metodológico y práctico que trasciende el sistema educativo tradicional y alcanza la concepción del Medio Ambiente y Desarrollo”.
Esta definición posee una gran dimensionalidad, debido a que incorpora un sistema de conocimientos, conscientes, diseñados y contextualizados que parten del fin y objetivos de la educación y se concretan en todos los contenidos de la asignatura.
En el contexto de Cuba los problemas de la relación sociedad naturaleza son abordados por: González, (1998), estableciendo cuatro épocas históricas: Colonia (1492-1898), desde que Colón descubrió tierras americanas; Intervención Norteamericana (1898-1902); República (1902-1958) y Revolución (1959-1998).
En esta etapa se analiza el comienzo de la crisis cultural y ambiental, desde que España comenzó a colonizar a Cuba, siendo necesario todo un movimiento para lograr sensibilizar a la población en la protección del medio ambiente, donde la escuela, constituye un elemento clave en el desarrollo de la educación ambiental, fiel aliada de la humanidad en su lucha por la adquisición del saber, de la cultura y la instrucción. Nacida varios milenios antes de la era cristiana, en la época del florecimiento del antiguo Egipto, ha satisfecho las necesidades de los hombres, de esto se deriva que en Cuba la conservación del Medio Ambiente y la protección de los recursos naturales para salvaguardar la naturaleza en beneficio de las actuales y futuras generaciones, representa una preocupación y, por ende, una prioridad del estado.
De manera sistemática se realizan esfuerzos considerables para el desarrollo de la educación ambiental a escala nacional, pero no siempre los resultados resultan efectivos. La política ambiental cubana se define y sustenta por los principios de desarrollo económico y social equitativos, encontrándose entre los primeros del planeta que incorporan a su constitución la esencia de la Cumbre de la Tierra, como expresión de su voluntad política de contribuir al desarrollo sostenible con acciones concretas presentado en marzo de 1993 (CIDEA, 1997).
En el ámbito de la educación no formal, la educación ambiental, está presente en formas diferentes, en el quehacer social de Cuba, a través de la participación popular de las organizaciones políticas y de masas y de otras organizaciones no gubernamentales, que forman parte de las tradiciones nacionales, por ejemplo en tareas que históricamente se realizan en las comunidades, vinculadas al mejoramiento de la calidad de vida. (Estrategia Nacional de Educación Ambiental).
Es distinguida la labor de maestros y profesores en el desarrollo de una intensa actividad extradocente y extraescolar, vinculada al conocimiento y protección de la naturaleza, como continuadores de la obra de maestros cubanos desde el siglo pasado que legaron una ética muy arraigada de respeto y protección de la naturaleza, entre ellos es su máximo exponente el Héroe Nacional, José Martí.
En el ámbito nacional se desarrollan talleres, cursos de capacitación, postgrados y congresos que cada dos años se desarrollan en el marco de las Convenciones Internacionales sobre Medio ambiente y Desarrollo; la producción de materiales gráficos y audiovisuales en apoyo a la materialización de la Estrategia; programas nacionales de divulgación, de elaboración anual donde se establece las prioridades temáticas para su divulgación pública y además la existencia de una Red Cubana de Formación Ambiental para América latina y el Caribe, instrumento de gestión para coordinar y promover actividades de formación ambiental (CIDEA,1996).
Se destacan también el trabajo que desarrollan los profesores en la búsqueda de vías y métodos para lograr una efectiva educación ambiental. Se resaltan las experiencias acumuladas en la ambientalización de currículos y la profundización de la metodología adecuada para la incorporación de una dimensión ambiental pues la preparación de profesores en Cuba se transforma en correspondencia con los cambios que la revolución científica técnica y el propio desarrollo educacional imponen.
Son numerosos los ejemplos que demuestran la preocupación constante del Ministerio de Educación por el desarrollo efectivo de la educación ambiental en todas las enseñanzas se constatan diferentes momentos por los cuales este desarrollo ha transitado, según Piñeiro, (2001).

  • Primer Perfeccionamiento en los planes de estudio de 1975 donde se tiene en cuenta contenidos relacionados con las áreas de Ciencias Naturales enfatizando en flora, salud humana.
  • I Seminario Nacional de Educación Ambiente en el MINED, Marzo de 1979 y II y III en el 1983.
  • Ley 33 de 1981. En el Capítulo I, artículo 14, se señala la enseñanza de cuestiones fundamentales sobre la protección del Medio Ambiente y Uso Nacional de los Recursos.
  • Circular 42/83. Donde se declara el 5 de junio como “Día Internacional del Medio Ambiente”. Haciéndose referencia al desarrollo de actividades docentes y extradocentes.
  • Circular 10/90. Sobre la Educación Ambiental que indica nuevos enfoques a los programas tradicionales en el Sistema Nacional de Educación.
  • Resolución Ministerial 91/95, donde se disponen actividades docentes, extradocentes para todos los adolescentes y personal docente.
  • A pesar de los resultados obtenidos hasta los momentos actuales todavía existen deficiencias que deben priorizarse, relacionadas con: determinar con enfoque interdisciplinario los contenidos ambientales que de forma transversal deben impregnar todo el currículum; desarrollar estrategias educativas que tengan en su centro la teoría del medio educativo y formas participativas de interacción con el entorno comunitario y su conservación; influir para la producción de un saber más integrado en torno a los problemas ambientales y contribuir a la eliminación de las barreras interdisciplinarias mediante la creación de un lenguaje ambiental. Torres (1996).

La escuela cubana actual, día a día realiza grandes esfuerzos para llevar a cabo una educación ambiental consciente y planificada, con la participación activa de la población y con un programa de acción centralizado por el estado, y es la escuela la que desempeña el papel rector en su ejecución, por ser el centro de mayor relevancia en la sociedad. Son muchos los ejemplos que lo demuestran, a pesar de que se reconoce que falta mucho por hacer.
Para el tratamiento de la dimensión ambiental a partir de las potencialidades educativas de la comunidad de la escuela resultan de gran significación los presupuestos aprobados en la Conferencia Intergubernamental en Tbilisi en el año 1977, donde fueron estableciéndose los objetivos y premisas para el desarrollo de la educación ambiental, a pesar de los 23 años transcurridos después de realizado aquel importante evento, se mantienen vigentes los objetivos establecidos.
Un error frecuente que suele cometerse en el enfoque ambiental, es el de conceder importancia y significación solo a aquellos fenómenos llamativos e impactantes que llegan a través de la información internacional, por ejemplo, una persona medianamente informada, puede conocer lo que está ocurriendo en la capa de ozono, las causas y los efectos de este grave problema y de las consecuencias mundiales que para el clima trae el efecto invernadero, entre otros, sin embargo no se le da la significación necesaria a acciones tan cotidianas como tirar la colilla encendida a la basura en cualquier sitio, o pisotear innecesariamente el césped, el despilfarro de agua o electricidad, el maltrato a los animales entre otros. Valdés, (2001).
Esto permite concluir que las acciones descritas demuestran la falta de una educación ambiental en los sujetos por la actitud asumida, sin tener en cuenta las consecuencias futuras y por ende la falta de regulación hacia el medio que los rodea, no se cuenta con una cultura ambientalista que evidencie la vinculación afectiva con los problemas del ambiente, lo que trae consigo un comportamiento en función de promover el desarrollo de valores y convicciones personalizadas.
Se deriva que el ajuste al principio de la educación ambiental donde vive el escolar, es fundamental en la sensibilización de los adolescentes para resolver estos problemas, de manera que se establezca su relación con los problemas regionales y globales que afectan a escala territorial, nacional e internacional, es necesario, entonces, ambientalizar el currículo a partir de los problemas locales que se detectan en la caracterización inicial que realiza el centro de su microambiente escolar.
Novo (1995), plantea que ambientalizar el currículo va más allá de producir añadidos ambientales, a tal o más cual programa, asignatura, disciplinas y grados, sino que se trata de ajustar el currículo a los principios éticos, conceptuales y metodológicos que abarca la educación ambiental, proceso que debe funcionar como un movimiento innovador.
Según esta autora un currículo ambientalizado, debe ser contextualizado, coherente sistémico, centrado en el desarrollo de los adolescentes, abierto al entorno, flexible, dinámico, centrado en los procesos, problematizadores, globalizadores e interdisciplinarios que promuevan la equidad, la cooperación y la participación de los adolescentes.
Bérris, (1991), propone entre las formas para desarrollar esta educación la organización de una o varias áreas, utilizando la educación ambiental como eje vertebrador.
En torno con estas premisas, la escuela debe abordar los problemas de la vida cotidiana de la comunidad y hacer que intervenga en la solución de estos problemas, por lo que debe surgir de la experiencia viva de la comunidad, que incorpora a ellos su problemática y asume actitudes constructivas partir de las condiciones locales, donde se aplicará con el objeto de resolverlas, debiéndose tener en cuenta los siguientes aspectos:
Definir ejes de interés divididos por áreas de problemas, contemplar no solo el estudio de los problemas, sino planes de acción para resolverlos o ayudar a resolverlos y los temas deberán prestarse a un desarrollo de lo inmediato, lo particular y lo local a lo duradero, lo general y lo universal, que comprometa a docentes y adolescentes para una función social creadora y crítica.
En el Seminario Internacional realizado en Belgrado (1975), se plantea que esta educación debe programarse en función del ecosistema en el que la escuela está inmersa, tener en cuenta las condiciones económicas, sociales del lugar donde se aplicarán y adecuarse a la cultura nacional y regional, a las tradiciones, las costumbres, a la idiosincrasia de la población.
La capacidad de fijación de conocimientos y el estímulo para razonar están determinados por el interés, el educando se sentirá motivado para elaborar sus conocimientos a partir de una realidad familiar y cotidiana y no por hechos y objetos que le son ajenos y por lo mismo abstractos.
Teitelbaum, (1978) aborda que para la elaboración de un programa de Educación Ambiental adecuado al medio, se requiere del conocimiento previo de ese medio, pero no un conocimiento espontáneo sino elaborado y sistematizado, definiendo toda una serie de dimensiones a tener en cuenta para la búsqueda de la información (medio físico, población, análisis de vivienda, antecedentes históricos, economía, estructura social, infraestructura, servicios y cultura).
Un diseño curricular que no tenga en cuenta al medio y a la educación ambiental, no logrará jamás este objetivo, y menos, si se encarga a alguna disciplina en particular la conducción de la misma. Este camino no ha resuelto ni puede resolver el problema de la educación ambiental; más bien, ha provocado que otras disciplinas se hayan visto fuera de esta, entendiendo, equivocadamente, el concepto de medio ambiente con una visión naturalista estrecha.
Si se analizan los elementos que definen la Educación Ambiental y la definición de medio ambiente que se ofrece a continuación: “cualquier espacio de interacción y sus consecuencias entre la sociedad y la naturaleza en un lugar y momento determinado. Es un sistema compuesto por los elementos naturales, sociales y culturales que existe en el planeta Tierra, sus permanentes interacciones y los resultados que de ella se derivan” (C. Quirós y E. Téllez 1992, citado por Torres Consuegra, 2001, ICCP), se percibe que tanto la educación ambiental como el tratamiento a los problemas medioambientales deben ir al unísono, de ahí que sea necesario un trabajo metodológico coherente, sistémico y sistemático para lograr una efectividad en la formación de los adolescentes.
Una de las vías para concretar el trabajo metodológico dirigido a la educación ambiental, es, precisamente, el tratamiento a la dimensión ambiental entendida como: enfoque, que en un proceso educativo , de investigación, o gestión, o de otra índole, se expresa por el carácter sistémico de un conjunto de elementos que tienen una orientación ambiental determinada; expresada a través de los vínculos medio ambiente – desarrollo; lo que consecuentemente están interconectados, y donde las funciones o comportamiento de unos , actúan y pueden modificar el de los otros. (Estrategia Nacional de Educación Ambiental, 1997).

La educación ambiental sustentada en la relación escuela - comunidad

En Cuba se dirigen investigaciones a la formulación de estrategias de investigación y definición de intenciones y dimensiones del trabajo como también la realización de proyectos concretos que articulan el trabajo de la escuela con el de los agentes socializadores comunitarios.
Las investigaciones realizadas sobre el tema definen cuales son las mayores dificultades para el trabajo comunitario en Cuba que se sintetizan, según Blanco, (2000) en:
Escaso sentido de pertinencia.
Poca percepción de los problemas colectivos.
Poca participación en la solución de los problemas.
Junto con estos problemas de carácter subjetivo pueden señalarse otros de carácter organizativo, que representan obstáculos al desarrollo de proyectos comunitarios: La superposición de estructura; por ejemplo, la división político-administrativo no es coincidente con la configuración histórica de los barrios; la multiplicidad de tareas, acciones y esfuerzos de distintas agencias como  la escuela, el sectorial de salud, las organizaciones políticas, etc; las limitadas posibilidades de autogestión comunitaria, originada tanto en la escasez de recursos como en la supervivencia de mecanismos burocráticos de dirección.
En 1964, en Santiago de Chile, se produce una reunión de los economistas, sociólogos, filósofos para abordar el desarrollo comunitario con una visión integradora y se elabora el documento “papel del desarrollo de la comunidad y de la aceleración del desarrollo económico y social”. Este documento jugó un papel importante para el desarrollo comunitario en América Latina.
En 1994 “El programa para la vida “que coordinara el MINED con la UNICEF propone los siguientes fases:

  • Creación de coordinadores para la vida.
  • Etapa de diagnóstico.
  • Control del trabajo.
  • Elaboración.
  • Corrección.

La definición más reciente; dada la ONU en 1998 se sintetiza el progreso social, cultural, económico y en general, humano de una comunidad determinada, por la iniciativa y la participación activa de sus miembros y el apoyo de las autoridades en la satisfacción de sus necesidades y en el mejoramiento de su calidad de vida.
En las condiciones de Cuba la participación cada vez más amplia de los trabajadores y progresivamente, de todas la sociedad de las tareas que le son inherentes adquiere matices peculiares, al tratarse de un proceso de construcción del socialismo a partir de la condición de país subdesarrollado en medio de más férreo bloqueo económico todo al cual significa especificidades más allá del ambiente económico.
El proceso de conducción del desarrollo socialista se lleva a cabo a través de las distintas formas de organización que asumen los organismos sociales. En general, pero muy especialmente en el caso cubano, la comunidad tiene un peso importante como escenario de la participación de los ciudadanos.
Es importante la concepción de trabajo sustentado en la relación escuela – comunidad sobre todo como acción de alcance estratégico. Hoy resulta más que oportuna, imprescindible para el desarrollo social, deviene en elemento táctico principal, decisivo en la propia continuidad del proyecto socialista, que es decir, de los destinos de la nación cubana.
Una imagen muy clara de la actualidad coyuntural constituye la intervención del General de División, Ulises Rosales del Toro, en la reunión con el presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, celebrada en septiembre de 1995, en ella se expresaron estas y otras cuestiones de importancia.
El problema cardinal del trabajo comunitario podría ser definido en término de: ¿Cómo articular de manera coherente los diferentes factores existentes, en función de dinamizar las potencialidades de la comunidad, encaminado al logro progresivo de su auto gobierno?
La respuesta práctica a esos problemas encuentra hoy en día múltiples obstáculos materiales, objetivos y subjetivos. Entre ellos:
La existencia de una cultura centralista - verticalista - consumista manifestada en los estilos, métodos, hábitos de trabajo  que realizan estrictamente lo orientado, concebido homogénea y uniformemente sin tener en cuenta las particularidades de cada lugar y sus intereses específicos, que a su vez encuentra terrenos propicios para su permanencia en el módulo de participación enraizado, concebido como respuesta a movilización (espera) por lo que se oriente, desarrollo sin creatividad, en buena medida y engendrando por los propios métodos y estilo de dirección empleadas.
Existe una multiplicidad de programas institucionales que actúan sin un proceso de articulación de sus objetivos y métodos con carácter poco diferente entre sí y con respecto a las especialidades de cada comunidad, todo lo cual solapamiento en ocasiones.
Cada tipo de actividad extradocente dentro del proceso pedagógico, cumple una función específica determinada por los contenidos de la educación comunista, aunque como parte integrante de un sistema, mantiene relaciones con otras actividades, colaborando en la realización de otras funciones educativas.
Esto es posible gracias a la estructura organizativa con que cuenta cada una de ellas, la cual está determinada por las relaciones didácticas que se establecen entre sus componentes, en los que los objetivos actúan como elemento rector, que determinan el contenido educativo a tratar y los métodos, procedimientos y medios más adecuados para cumplimentarlos, así como, las vías educativas para valorar su impacto en el aprendizaje y la conducta de los adolescentes.
Dentro del grupo de actividades extradocentes se identifican con mayores potencialidades, por ejemplo: la acampada pioneril, el aula martiana, actividades relacionadas con las conmemoraciones y efemérides importantes, círculos de interés y la programación audiovisual educativa, en las que los adolescentes participan activa y conscientemente en la construcción de conocimientos válidos, mediante reflexiones, valoraciones críticas que los ayudan a dar soluciones a problemas de la vida.
Por su importancia y las potencialidades que brindan para el fortalecimiento de la educación ambiental en los adolescentes sustentada en la relación trabajo escuela-comunidad nos referiremos de manera especial a una de las actividades:
Acampada Pioneril: Es una actividad contemplada como patriótica - militar, se inserta dentro del Movimiento de Adolescentes Exploradores, (según lo expresado en el documento teórico de este Movimiento y en la Carta Metodológica para su realización), que persigue como objetivo fundamental, preparar a adolescentes y pioneras para la defensa de la patria socialista, a partir del desarrollo y adquisición de un conjunto de habilidades y destrezas en contacto directo con la naturaleza que contribuyen a su preparación para la supervivencia en condiciones difíciles. De acuerdo a su demostración mediante un sistema de actividades son categorizados en Mambí, Rebelde y Victoria y se le otorga además la especialización en dos variantes como mínimo dentro de una gran variedad.
En todo el conjunto de actividades que se realizan en la Acampada Pioneril, las temáticas relacionadas con la educación ambiental, encuentran un marco propicio para comprobar la asimilación de sus contenidos, tratados en otras acciones que se realizan en la escuela, tales como la flora, la fauna, los suelos, las aguas presentes en la comunidad lo que permite se fomenten en ellas la solidaridad, la responsabilidad, la amistad, el sentido de pertenencia, el compromiso, el amor, el placer hacia lo que se hace y para con los demás.
En la organización de la Acampada Pioneril, además de las actividades prácticas que se realizan para desarrollar destrezas y habilidades, también existen espacios para realizar actividades que promuevan la reflexión y el debate de temas de interés para los adolescentes, mediante la lectura y comentarios de textos, análisis de situaciones y conflictos. Ambos tipos de actividades en su conjunto armonizan como un sistema que logra coherencia y eficacia en el tratamiento de objetivos formativos propuestos en general y en función de la educación ambiental en particular.
Las actividades prácticas permiten mediante la observación y acción participante incidir directamente sobre el comportamiento y la conducta, al corregir posturas y actitudes inadecuadas en relación con el maltrato al medio ambiente.
Las actividades extradocentes sobre las bases del trabajo escuela – comunidad, si bien algunas se realizan fuera de la escuela, no significan que estén alejadas de ella.
Con la realización de las mismas se sistematizan los contenidos de los programas adolescentes y constituye una vía de contextualización de los contenidos de enseñanza. Este análisis se realiza teniendo en cuenta las potencialidades de las actividades extradocentes los que consideran que estas actividades contribuyen a:

  • Ampliar y profundizar el horizonte de instrucción general y político – ideológico.
  • Desarrollar los intereses cognoscitivos, culturales y espirituales.
  • Perfeccionar las actividades políticas – sociales.
  • Lograr el aumento de la capacidad creadora y el interés por las diferentes ramas de la ciencia y la cultura.
  • Enseñar a utilizar adecuadamente el tiempo libre.

La Educación Ambiental al relacionar al hombre con su medio ambiente, y al formar en el ser humano la conciencia de su dependencia de este, debe lograr una actitud de respeto y responsabilidad hacia el medio ambiente. Colectivo de autores (1984).

Propuesta de actividades extradocentes sustentada en la relación escuela-comunidad para el fortalecimiento de la educación ambiental

El proceso de educación ambiental debe ofrece a los estudiantes, una visión más objetiva de las complejas relaciones del medio ambiente en que vive y cómo deberá contribuir a su protección. Además debe propiciar en los educadores, especialmente en los adolescentes, la participación activa en las tareas acerca de la protección y mejoramiento del entorno natural, así como asumir una responsabilidad consecuente ante los problemas que pueden manifestarse, ya que si ellos habitan y desarrollan sus funciones sociales en el entorno, son ellos los encargados de comprender que de su participación depende en gran medida la preservación del entorno.
La propuesta de actividades, permite a los adolescentes vincularse con la comunidad, desarrolla además, hábitos, habilidades y sentido de la responsabilidad ante la conservación y protección del medo ambiente.
Actividad 1
Título: El agua, un líquido vital.
Objetivo: Explicar la importancia de evitar la contaminación de los depósitos de agua para el consumo humano contribuyendo a formar en los adolescentes una conducta responsable ante la protección del medio ambiente.
Precisiones para el desarrollo de la actividad.
Para dar cumplimiento a esta actividad se orienta con anterioridad las siguientes tareas.
1. Visitar el Policlínico Integral de la comunidad y solicitar a los compañeros del departamento de Higiene y Epidemiología los siguientes datos:
2. ¿Con cuántos depósitos colectivos de agua para el uso doméstico cuenta la comunidad?
3. Diga algunos ejemplos de ellos (pozos, tanques, cisternas, otros)
4. ¿Cuántos están contaminados?
5.  ¿Cuáles son las causas de su contaminación?
6. ¿Qué acciones pondrías en práctica para evitar que continúe la contaminación de los depósitos colectivos de agua para el uso doméstico en la comunidad?
Evaluación: las tareas se revisarán en el horario de las actividades complementarias utilizando un juego didáctico llamado “Recolectando Gotas”, el mismo consiste en utilizar una sombrilla la cual tendrá encima gotas de papel enumeradas con las preguntas que se orientaron con anterioridad. Los adolescentes participan espontáneamente, el ganador será el que más gotas colecte y este es el que cierre la sombrilla. Se evalúa cualitativamente en Bien, Regular, e Insuficiente.  

Valoración práctica de la propuesta actividades extradocentes
Para la aplicación de las actividades extradocentes se escogió un grupo de adolescentes del primer año del Centro Politécnico “Juan Carlos Batista Domínguez”
Objetivo del pre- experimento: comprobar la factibilidad de las actividades extradocentes para fortalecer la educación ambiental a través del trabajo escuela - comunidad en los adolescentes del Centro Politécnico “Juan Carlos Batista Domínguez”
Variable a experimentar: las actividades extradocentes para fortalecer la educación ambiental sobre la base del trabajo escuela - comunidad en los adolescentes del Centro Politécnico “Juan Carlos Batista Domínguez”
Variable de respuesta: fortalecer la educación ambiental en los adolescentes del Centro Politécnico “Juan Carlos Batista Domínguez”
Para obtener criterios de validez se emplearon las siguientes categorías.
Satisfactorio (S): cuando los adolescentes durante el desarrollo de la actividad demostraban dominio de las potencialidades y problemas de la comunidad, y realizaban acciones en favor de la protección y conservación de su medio ambiente.
Parcialmente satisfactoria (PS): Cuando los adolescentes durante el desarrollo de la actividad extradocentes demostraban poseer dominio de las potencialidades de la comunidad, pero a pesar de ello no estaban consciente de los problemas de la misma lo que imposibilitaba accionar positivamente a favor del medio ambiente.
Insatisfactorio (I): cuando los adolescentes durante el desarrollo de la actividad no poseían dominio de las potencialidades de la comunidad, lo que imposibilitaba accionar positivamente a favor del medio ambiente.
Las formas de evaluación que se aplicaron fueron las siguientes:
La participación oral durante el análisis de las actividades extradocentes en los debates de los resultados.
La observación del desempeño durante la aplicación de las actividades extradocentes.
Para la aplicación de las actividades extradocentes se tomó una muestra de quince adolescentes del Centro Politécnico “Juan Carlos Batista Domínguez” y se obtuvieron los siguientes resultados:
Para la valoración integral de los resultados, se realizó teniendo en cuenta los siguientes indicadores:
Eficiencia: en la calidad de las actividades extradocentes realizadas con los adolescentes, así como la comparación del resultado esperado al aplicar las acciones con la realidad evidenciada antes de comenzar su aplicación.
Persistencia: por la incidencia de la propuesta en los adolescentes en relación con lo que se desea lograr (actitudes, conductas, niveles y tipos de conocimientos).
Impacto: se refiere a la importancia relativa, a los resultados en comparación con el problema que se quiere solucionar.
Teniendo en cuenta los indicadores seguidos se pueden citar entre los resultados más relevantes los siguientes:

Indicador eficiencia

Se elevó la participación de los adolescentes en la comprensión de la situación medioambiental de la comunidad. 
Se logró una mayor independencia estudiantil en el desarrollo de acciones a favor del medio ambiente, al establecer el vínculo de las actividades extradocentes con la vida.

Indicador persistencia
Se elevó la colaboración mutua de los adolescentes con la vida comunitaria para la solución de sus problemas medioambientales, así como la conservación de su medio ambiente.
Se aumentó el nivel de conocimiento por la escuela de las particularidades de la comunidad donde esté enclavada.
Se incrementó el nivel de preparación de los docentes para el desarrollo de actividades extradocentes para la Educación Ambiental apoyado en el uso de las potencialidades de la comunidad de la escuela.

CONCLUSIONES
La propuesta de actividades contribuye a fortalecer en los adolescentes el interés por la conservación y protección del medio ambiente en la escuela y en las comunidades donde habitan.
La propuesta de actividades constituye una herramienta de trabajo para el desarrollo de actitudes ambientales que permiten el desarrollo de una educación ambiental sustentado en la relación escuela - comunidad, e incidir positivamente en la formación integral de los adolescentes.

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García, M. (1999). Una propuesta para el mejoramiento de la introducción a la dimensión ambiental por vía curricular en Secundaria Básica. Tesis en Opción a Master en Investigaciones Educativas, Holguín.

*Profesora Centro Universitario Municipal Calixto García Plaza de la Revolución # 6, Código Postal 82600, Holguín, Cuba
** Profesor Centro Universitario Municipal Calixto García Plaza de la Revolución # 6, Código Postal 82600

Recibido: 11/09/2019 Aceptado: 11/12/2019 Publicado: Diciembre de 2019

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