Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155


CONOCIMIENTO CIENTIFICO SOBRE LAS HABILIDADES PROFESIONALES PEDAGÓGICAS EN LA PREPARACIÓN DEL DOCENTE EN FORMACIÓN INICIAL

Autores e infomación del artículo

Manuel Antonio Mulet González*

Yunier Guerra Borrego**

Leyder Ortiz Pérez***

Universidad de Las Tunas. Cuba.

xanel@ult.edu.cu


RESUMEN
Este artículo ofrece una sistematización teórica sobre el conocimiento científico de las habilidades profesionales como elemento esencial en la dinámica de la formación inicial del profesional del docente. La formación y desarrollo de habilidades profesionales pedagógicas, como parte del conocimiento científico del docente para su desempeño, necesita en los momentos actuales sistematizarse, sobre la base de la teoría del conocimiento Leninista cuya expresión se concreta en el despliegue del accionar pedagógico desde el contenido de las ciencias pedagógicas.
Palabras claves: habilidades profesionales pedagógicas, formación inicial

SUMMARY

This article offers a theoretical systematization on the scientific knowledge of professional skills as an essential element in the dynamics of initial teacher training. The formation and development of pedagogical professional skills, as part of the teacher's scientific knowledge for their performance, needs to be systematized at the present time, based on the Leninist theory of knowledge whose expression is expressed in the deployment of pedagogical action from the content of the pedagogical sciences.

Keywords: pedagogical professional skills, initial training

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Manuel Antonio Mulet González, Yunier Guerra Borrego y Leyder Ortiz Pérez (2019): “Conocimiento científico sobre las habilidades profesionales pedagógicas en la preparación del docente en formación inicial”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (noviembre 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/11/habilidades-profesionales-pedagogicas.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1911habilidades-profesionales-pedagogicas



INTRODUCCIÓN
El problema del desarrollo del hombre como ser social, en las condiciones de la Revolución Científico-Técnica y de los grandes cambios que ésta introduce en las esferas de su actividad vital y en su modo de vida, se convierten en uno de los más importantes problemas globales de actualidad, el cual se tiene en cuenta en el Sistema de Educación de Cuba en el proceso formativo de las generaciones.
De ahí que la educación y desarrollo de la personalidad, así como su formación profesional, constituye una problemática esencial en nuestro país, por ser el hombre el recurso más valioso, el cual desarrolla su individualidad en el conjunto de relaciones sociales, a la vez que expresa su esencia humana.
La vida y la educación transcurren en la actividad y la comunicación, por eso la fuerza motriz del desarrollo del hombre, es su propia actividad transformadora, junto con otras personas en la actividad práctica, en la cual al transformar el mundo se transforma a sí mismo. La actividad del hombre posee naturaleza individual y social, conjuga la incorporación y aprovechamiento de los conocimientos y finalidades sociales con la autonomía individual, con la iniciativa como sujeto actuante, activo.
En este sentido corresponde a la escuela como institución social, en ella  a los docentes, el rol fundamental en la educación del ser humano,  por constituir la fuerza especializada, que concreta en sus acciones, la mejor influencia formativa desde la dirección científica del proceso pedagógico a través de la actividad pedagógica, acorde con las necesidades y exigencias sociales, que demandan de un hombre capaz de enfrentar y dar solución a los diversos problemas de la vida, en el orden  profesional personal y social.
El siglo XXI da inicio el tercer milenio de Nuestra Era, se nos presenta un mundo con muchas complejidades, que impone crecientes retos académicos, científicos y laborales entre otros, en  la  formación integral de la personalidad y en particular en la del docente, dadas las rápidas transformaciones en las diferentes esferas sociales, que influyen en la educación como función de la sociedad y resultado del proceso social.
Esta situación, se revela en las crecientes exigencias  sociales al  modelo de hombre  necesario, para satisfacer las necesidades de la sociedad y en lo que respecta al docente, encargado de dar respuesta social en la formación de generaciones para  concretar el modelo que se aspira.
Las actuales transformaciones a las que está sometido el mundo, hacen que la  Educación  cubana, como fenómeno de la práctica social enfrente desafíos, se trata de estar a tono con el progreso social y poner al servicio de las generaciones los avances, con lo cual se evidencia el carácter humanista y democrático en la misión de educar para el desarrollo humano.
Por estas razones es significativo el valor de la labor pedagógica, de ahí las tareas y funciones que nuestros docentes deben desempeñar, para dar respuesta digna en la calidad de la formación del hombre nuevo, lo que entraña gran responsabilidad en la sociedad, siendo importante el despliegue de acciones formativas precisas, acorde con nuestras condiciones histórico-sociales.
     Para el cumplimiento de estos propósitos, se requiere que los docentes tengan adecuada formación profesional, desde la asimilación de conocimientos profesionales generales, que tenga en cuenta la formación y desarrollo de habilidades profesionales como parte de los mismos, de manera que sean competentes en su modo de actuación, para ser independientes, activos y creadores en su actividad profesional.
Es así, que el interés por perfeccionar la actividad profesional del docente y sus conocimientos aumenta cada día, lo cual es expresión del desarrollo de la ciencia, sobre a base de las necesidades de la práctica social, que se manifiesta en la práctica profesional dada la relación sujeto-sujeto.
La actividad como modo de existencia de la realidad social penetra todos los campos del ser y su expresión refleja. A ella se vinculan de modo consustancial elementos de  carácter gnoseológico y práctico.
De ahí que la actividad, ocupa un lugar central en las ciencias de la Educación en la labor formativa del docente, en aras de  la preparación de los educandos (sujetos)  con vista a que estén preparados para que establecer adecuada relación hombre-mundo, sujeto-sujeto.
Inmersos en el proceso continuo de  transformación educacional que alcanza estadios superiores, en los tiempos en que toma auge la puesta en práctica de  concepciones avanzadas, sobre la base del Enfoque Histórico Cultural de Vigotsky para perfeccionar la Educación, constituye una necesidad social la formación y desarrollo de habilidades profesionales pedagógicas, para el desempeño efectivo del docente en su actividad, para dar respuesta científica a las exigencias actuales y perspectivas de la Educación, que propicien transformaciones concretas en la realidad educativa.
     Se aprecian potencialidades dadas en: la intención de formar docentes competentes; la existencia de condiciones y medios esenciales para su formación; la estructuración del Plan de Estudio en sus componentes: académico, laboral-investigativo y extensionista.
DESARROLLO
El problema de la formación del docente y sus  habilidades
El problema de la formación general de docentes así como de sus habilidades profesionales pedagógicas en específico, es uno de los más actuales en las ciencias y  en la práctica en los últimos tiempos, al que se dedican numerosos filósofos, sociólogos, pedagogos y psicólogos, éticos, entre otros, dada la connotación que tiene en la construcción de la sociedad. Al llevar a la práctica las transformaciones culturales, es posible consolidar el desarrollo social.
El  problema de la preparación de los docentes se ha analizado de forma profunda  en  organizaciones  internacionales como: la UNESCO, Buró Internacional de Educación, Consejo Internacional para la Preparación de Docentes, entre otras.
El  problema se ha estudiado e investigado ampliamente  en países soviéticos,  siendo abordado entre otros por B. G. Ananiev, A. A. Bodaliev, P. Ya  Galperin, A.  N.  Leontiev, A. v. Petrovsky, S. L. Rubinstein,  B.  F. Lomov,  B. A. Ponomariev, los que han trabajado mucho en  la teoría de la actividad. En la teoría de la formación de  las acciones intelectuales por etapas, trabajaron, P. Ya  Galperin,  N.  I.  Talizina, D. B. Elkonin; mientras  que  en  la teoría  sobre  habilidades y hábitos, lo han  hecho:  E.  N. Kabalova-Meller, N. A. Menchinskaia, A. E. Dmitriv; por otra parte en la esencia y estructura de las actividades  pedagógicas:  N.  V.  Kuzminá, V. A. Slationi,  A.  I.  Sherbakov. También ha sido abordado en otros países, Alemania, Checoslovaquia; Hungría y otros.
En Cuba  existen   psicólogos que le han dedicado un espacio desde la teoría general,  como  Héctor Brito  Fernández,  Fernando  González  Rey,  Josefina  López Hurtado,  Viviana  González Maura, así  como  profesores de los otrora institutos  superiores  pedagógicos que se iniciaron en esta compleja temática enfrascados en  la  formación  del docente, lo cual contiene la teoría y la práctica. Un aporte teórico en este campo lo han realizado en los últimos tiempos el  Doctor en Ciencias Carlos Álvarez Zayas,  seguido por los Doctores en Ciencias: Homero C. Fuentes González, Lisset Pérez Martínez y Ulises Mestre Gómez, de  la Universidad de Oriente.
En la historia de la formación del personal docente en nuestro país se ha dado tratamiento a la formación y desarrollo de habilidades profesionales pedagógicas como parte del componente académico, aspecto este que se ha ido perfeccionando en correspondencia con la concepción de los diferentes planes de estudio vigentes en cada etapa del desarrollo educacional con énfasis desde el Plan de Estudio C, y sistematizados en los planes D, E.
Entre los autores cubanos que se han dedicado a la  problemática  de las habilidades profesionales pedagógicas, en condición de investigadores, de acuerdo con especificidades de la especialidad, encontramos en la Enseñanza Técnica Profesional: J. Forgas (1997, 2001), A. Castañeda (1998), R. Plaza (2001), J. Callís (2001), L. Alonso (2002) y Carlos Pino (2003), los cuales han abordado diferentes aristas de este importante proceso.
Profesionales de la Educación, de los institutos superiores pedagógicos le han  dado tratamiento particular en algunas especialidades, en correspondencia con las mismas. Entre ellos Xiomara Hernández (x), María Victoria Chirino (2004), María E Castillo (x), Silvia Recarey (2004), en los cuales se aborda la formación inicial de los docentes; mientras que de forma particular están dedicados al tratamiento de habilidades, trabajos como los de Felicito Barrera (x), Melquiades Mendoza (2004) y Manuel Antonio Mulet González (1989, 1997 y 2013).
Estos investigadores han abordado determinadas aristas del problema, ello explica el interés y la importancia de continuar realizando investigaciones, lo cual se expresa en proyectos, doctorados y maestrías, en un esfuerzo por lograr el modelo pedagógico coherente en la formación de habilidades en docentes en formación inicial para la Escuela Media Superior y Educación Superior.
Este problema se sustenta en los fundamentos teóricos de la comprensión materialista-dialéctica del desarrollo individual de los sujetos en la sociedad, se ha ido revelando en la práctica cotidiana donde los docentes y directivos  deben propiciar  en cada docente en formación la necesidad de dar respuestas  a situaciones de la vida cotidiana en sus contextos que le permitan apropiarse del proceso histórico social creado y los avances de la ciencia y la técnica.
En las investigaciones de los psicólogos y pedagogos no marxistas
En  las  investigaciones  de los  psicólogos  y  pedagogos no marxistas este problema se resuelve desde posiciones pragmáticas y behavioristas, identifican los hábitos y habilidades y el proceso de su formación se reduce al  entrenamiento mecánico.
El  problema sobre la naturaleza psicológica y pedagógica de las  habilidades aún no ha tenido  una  solución  única, evidenciándose en los diferentes criterios que existen en la actualidad.
Dentro de la diversidad de criterios se encuentran, los que consideran que las habilidades son hábitos no terminados, los que consideran que las habilidades se basan  en conocimientos  y hábitos ya formados, donde los hábitos  son secundarios, otros consideran que las habilidades iniciales o primarias sirven como base para la formación de los hábitos y a su vez que las habilidades perfeccionadas se  forman sobre  la base de los hábitos. Otros autores se  representan las habilidades como capacidades para una determinada  actividad.
A mi juicio, respecto a los criterios anteriores, no se debe ser tan categórico, pues hay que tener en cuenta que cada uno de los elementos o categorías que  conforman  los criterios, tienen sus especificidades y lugar, lo cual significa que no debemos identificar unos por otros,  así como relegar a un segundo plano lo que en realidad se da en una relación estrecha y por último, no es posible identificar las habilidades con las capacidades, pues la  habilidad es un componente de la actividad y en última instancia de las capacidades, no la capacidad misma.
La  diversidad de los puntos de vista sobre la  naturaleza de  las habilidades está  dada por la multiplicidad de acepciones de los términos habilidades, hábitos y capacidades  y por la diversidad de los tipos de actividad.
La  concepción  que adopto es el  criterio  planteado  por Danilov, M.A,  el que considera a la habilidad como  el  "conocimiento en acción".
Según  el Doctor en Ciencias Carlos Álvarez Zayas "la habilidad  es un elemento del contenido y expresa en un lenguaje didáctico un sistema de acciones y operaciones para alcanzar un  objetivo". (2)
Según  consideraciones de los Doctores en Ciencias: Homero  Fuentes González,  Ulises Mestre Gómez "la  habilidad es el modo de interacción del sujeto  con  el objeto, es el contenido de las acciones que el sujeto realiza, integradas por un conjunto de operaciones que tienen  un objetivo y que se asimila en el propio proceso". (13)
Papel de la universidad en la formación de docentes. Necesidades sociales
Las instituciones de la Educación Superior, tienen la responsabilidad de formar y superar a los profesionales con una elevada calificación que incluye una sólida ética profesional, con un compromiso ciudadano consciente, que sean capaces de poner su inteligencia y preparación técnica al servicio del país ante los retos del actual siglo  en la formación integral en la personalidad y en particular en la del profesional de la educación.
Las universidades cubanas potencian y promueven las ideas  justas y científicas en torno al desarrollo de la sociedad, como centros de alta ciencia y cultura dotan a los profesionales en formación y en ejercicio, de conocimientos y habilidades para ser parte activa de la construcción de la sociedad con su actuación profesional  y ciudadana con vista a preparar el futuro y el bienestar del pueblo.
La enseñanza en la formación profesional debe propiciar el desarrollo de la independencia cognoscitiva y la creatividad, que estimule la necesidad de autosuperación, que permita que les permita convertirse en sujetos activos de su propio desarrollo.
Amplio y variado es el campo de actuación del docente y múltiples las acciones a desplegar en su actividad pedagógica, lo cual requiere de una  adecuada formación académica, laboral e investigativa. La que se sintetiza en las habilidades profesionales para un desempeño competente y cumplir de forma creadora su encargo social, de ahí la importante labor que se debe realizar en las universidades en la formación de los docentes.
En la universidad, las carreras pedagógicas tienen como prioridad principal, formar docentes aptos para satisfacer las necesidades actuales y futuras en la sociedad, que varían de acuerdo con su desarrollo y conllevan a un proceso de perfeccionamiento permanente, de acuerdo con las trasformaciones de las ciencias, con vista a enfrentar los cambios vertiginosos que tienen lugar en el mundo contemporáneo, lo que exige  una calificación efectiva.
     La formación de habilidades profesionales pedagógicas en los futuros docentes, constituye una tarea de significativa importancia para los colectivos pedagógicos, de la universidad y de las unidades docentes, de las diferentes disciplinas, en particular de la Disciplina Formación Pedagógica General, por su amplio y profundo contenido en relación directa con la profesión del magisterio, al estar sustentada en las ciencias pedagógicas; en el empeño de la elevación de la calidad de la formación del docente y con ello, de la educación.
Para lo cual es importante alcanzar los objetivos en la formación de docentes, con niveles de excelencia,  que el proceso y sus  resultados se acerquen a los propósitos. Esto justifica la necesidad de perfeccionamiento continuo del subsistema de Formación y Perfeccionamiento del Personal Docente, que responda a las exigencias sociales, tecnológicas y laborales.
El docente  de las universidades en el cumplimiento de la tarea de instruir, la cual tiene como contenido esencial los conocimientos, hábitos y habilidades, debe demostrar sus habilidades profesionales pedagógicas, con lo cual a su vez influye en la formación de las mismas, en los que habrán de ser docentes y como investigador está en contacto directo con los problemas de la profesión, en la práctica cotidiana y científica, encuentra las soluciones para los mismos.
La preparación del docente para su eficaz desempeño debe iniciarse desde la etapa de formación inicial en los institutos superiores pedagógicos, sistematizada en la escuela, donde realiza su  labor bien como docente en formación o en ejercicio, así como en cursos de superación.
Hay que romper definitivamente con toda práctica de esquemas, barreras, déficit, que afecta el desempeño de los docentes, lo cual hace que se cuestionen y autocuestionen su preparación profesional y aún más aquellos errores que perjudican su actividad y sus resultados.
Para resolver estas dificultades es necesario instrumentar en el currículum de formación de docentes aquellos contenidos y sistemas de habilidades que le permitan cumplir las funciones con debido nivel de eficiencia y efectividad. A la vez en los universidades y escuelas (unidades docentes o entidades laborales) como instituciones formadoras de profesionales, se debe mostrar cómo hacer con la finalidad expresada. 
La enseñanza en la formación profesional, debe propiciar el desarrollo  de la independencia cognoscitiva y la creatividad, que estimule la necesidad de  autosuperación, que permita a futuros egresados convertirse en sujetos activos de su propio desarrollo. Se hace necesario e imprescindible formar al profesional haciendo y enfrentándose a los problemas reales de su profesión para darle solución.
Los profesionales de las universidades en la compleja tarea de formar a los futuros egresados, debemos aprovechar  al máximo  todas las posibilidades del contenido de las disciplinas docentes y asignaturas para el desarrollo de las habilidades profesionales pedagógicas que les permitan desempeñar su labor de manera efectiva, pues ellos tienen a su vez la gran responsabilidad de contribuir a la formación de las nuevas generaciones en correspondencia con las exigencias actuales.
Formar al hombre, al docente con elevados conocimientos científicos es nuestro propósito, a la vez es necesario armarlos de procedimientos cognitivo-instrumentales: los hábitos y habilidades, para que sepan obtener la información científica y utilizar los medios técnicos. Para ese porvenir hay que educar a las nuevas generaciones, al utilizar adecuadamente las ciencias pedagógicas. De aquí que debemos utilizar debidamente los recursos materiales y humanos en relación con la problemática  del desarrollo social.
     Estos argumentos evidencian la importancia y actualidad del tema que nos ocupa, lo cual nos lleva a perfeccionar la formación y desarrollo de habilidades profesionales pedagógicas, como parte de los conocimientos científicos profesionales para el desempeño efectivo, siendo las habilidades parte de la competencia en la profesión con vista a la dirección efectiva de su actividad pedagógica.
     La formación y desarrollo de habilidades profesionales pedagógica, constituye en la actualidad, una tarea importante para la elevación de la calidad de la Educación, lo que requiere alcanzarla  al nivel  deseado en la formación inicial de los docentes.
     Es necesario que los docentes den respuestas científicas a las necesidades actuales y perspectivas del desarrollo de la Educación, en correspondencia con las exigencias y tareas  educacionales encomendadas, que propicien la transformación concreta de la realidad educativa. Por esto urge perfeccionar la formación y desarrollo de habilidades profesionales pedagógicas y que se potencie desde el proceso de formación inicial de los futuros egresados.
      Para esto es necesario aunar esfuerzos, inteligencia y liderazgo en el cumplimiento de las funciones, para enfrentar los retos que la Educación  tiene ante sí. La escuela requiere mejorar la calidad de sus procesos y funciones, en ella se presentan sus complejidades por la diversidad de sus miembros, tanto  los docentes como los estudiantes, cada uno de ellos  es único y distinto a los demás.
     El contexto en el que se desenvuelven las instituciones educativas es complejo y cambiante, en él  se producen modificaciones a nivel social y de identidad, abarca factores diversos que inciden en la actividad directiva, por tanto el docente debe poseer sólida formación para enfrentar el proceso y resolver las problemáticas que se presentan.
      Es incuestionable que para lograr la formación del docente competente se necesita contar con una concepción formativa que potencie las distintas formaciones del profesional  al nivel deseado, el modelo educativo actual en Cuba, se perfecciona sistemáticamente en su diseño y en su dinámica, en el proceso de formación  inicial de docentes, por eso en la Universidad de Las Tunas se cuenta con  un  modelo pedagógico para la formación y desarrollo de habilidades profesionales pedagógicas, en estos docentes, sobre la base del contenido de la Disciplina Formación Pedagógica General y en la carrera Pedagogía-Psicología en el contexto de las unidades docentes y entidades laborales, basado en competencias profesionales.
Los cambios ocurridos en la sociedad cubana en lo económico, lo político y lo social, han revelado la necesidad de perfeccionar el proceso docente-educativo para dar respuesta a las nuevas exigencias planteadas, de aquí que se haya trazado como una  línea priorizada por la política educacional la formación laboral de las nuevas generaciones.
Criterios acerca de la educación y el docente
La teoría marxista-leninista considera que el desarrollo social no puede estar al margen de los hombres, de su actividad histórico-concreta. Demuestra que las leyes sociales se abren paso  a través de la actuación de los hombres y que sólo  en el proceso de su actividad práctico-material  el hombre transforma la naturaleza y se transforma a sí mismo creando su naturaleza social o segunda naturaleza.
La educación es un fenómeno propio de la vida social, surgida de la necesidad de transmisión de conocimientos acumulados, de habilidades, hábitos, costumbres, normas, valores y la experiencia de una generación a otra, lo que ha permitido la supervivencia humana.
La educación perdurará mientras exista sociedad y va a permanecer como una de sus funciones esenciales durante las etapas de su desarrollo. De ahí que V.I Lenin la definiera como una categoría histórica, general y eterna en la vida social. (26)
La educación entendida en su acepción más amplia, constituye un componente esencial de la práctica social, que asegura la continuidad de la cultura y el progreso de la sociedad. Prepara al hombre para su inserción en la vida de la sociedad. Desde este punto de vista sus resultados se expresan en la socialización del sujeto. Como señalara José Martí en el Ideario Pedagógico: “…educar es preparar al hombre para la vida” (28).
Como factor de  la práctica social, la misma cumple una función social insustituible. A la luz de la concepción  dialéctico-materialista, posibilita la renovación de la sociedad y la creación de condiciones para su transformación revolucionaria e incluye el conocimiento y al sujeto del proceso educativo.
Para el revolucionario Ernesto Che Guevara de la Serna, el problema de la construcción del socialismo no era exclusivamente una cuestión derivada del  desarrollo de las fuerzas productivas, sino también  un problema de la educación del hombre, para participar en ese proceso y vivir en las nuevas circunstancias  sociales.
La experiencia histórico-social marca el sello distintivo de la actividad humana. Significa acumular los conocimientos y continuar desarrollándolos por cada nueva generación.
Este mecanismo propiamente humano para la asimilación, conservación, transmisión de la experiencia acumulada y transformada en cultura y la posibilidad de seguirla enriqueciendo, ha hecho posible la existencia de la humanidad. La educación como reproducción de la cultura es un elemento esencial en el desarrollo de la humanidad.
Para José Martí Pérez, como refiere Josefina López Hurtado (27),  la educación es un atributo del hombre, en tal grado que deviene la esencia de su ser. La educación sin el hombre no se consume y el hombre que no posee educación deja de ser hombre para devenir bestia.
La función social de la educación posee un alto  contenido humanista, al estar dirigida al mejoramiento del hombre democrático, al plantear la necesidad de educar a todo hombre independientemente del sexo, la raza, la procedencia social o cualquier otro factor. Es un motor impulsor del desarrollo, garantiza la satisfacción de necesidades materiales y espirituales; es condición para desarrollar todas las potencialidades. Está dirigida no sólo a la asimilación de conocimientos, sino a la formación del hombre para la vida.
Nuestra sociedad presenta crecientes exigencias en la instrucción general y profesional  de las personas, las que van a vivir y a trabajar en la sociedad que se construye. La educación constituye una premisa fundamental  en la sociedad y su desarrollo, por esto adquiere gran relevancia y es un problema de todos los factores sociales o agentes socializadores.
La misma contiene la planificación, la proyección y el  movimiento científico, en las condiciones del desarrollo científico-técnico contemporáneo actualiza el contenido y las formas de enseñanzas. Introduce y amplía el uso de las nuevas tecnologías educativas.
Esto posibilita a cada docente y colectivos pedagógicos, tener miras futuras y orientarse hacia  las tareas sociales  y profesionales que se le plantean en la  preparación de las generaciones desde la escuela, como institución en la socialización de saberes, donde se crea un acervo de conocimientos científicos, del comportamiento humano social y para el  desempeño de la profesión seleccionada.
La sociedad  necesita de docentes preparados, que los  conviertan en el eje central  de las transformaciones que tienen lugar en la institución escolar para lo cual tiene que poseer dominio de la teoría  y de la práctica de su actividad profesional pedagógica.
De igual  modo el Comandante Fidel Castro Ruz, con la conciencia acerca de la función de la educación y la cultura en la sociedad cubana expresó: “Imposible elevar la capacidad de producción de nuestro pueblo, sin educación; imposible convertirnos en un pueblo altamente industrializado, sin educación;…imposible organizar un pueblo y un país hacia los grados más altos, sin educación”.
 Y no podrá haber jamás una sociedad comunista si no se educa al hombre para vivir en esa sociedad, si no se le forma para vivir en esa sociedad. Puesto que no es sólo una cuestión de de desarrollo económico, no es sólo una cuestión de abundancia; es también en grado  muy importante y fundamental una cuestión de educación.” (31)
También como V.I Lenin ha enfatizado acerca del lugar que ocupa y la función que desempeña el docente en la sociedad socialista, en el VII Seminario de Educación en 1984, subrayó que los éxitos logrados en el campo de la educación en el país expresan  lo que puede lograrse cuando se cuenta con un contingente de docentes dispuestos a enseñar en cualquier parte del mundo. Ya en 1973 se  había referido a que para formar a esas futuras generaciones, lo esencial es el docente.
Necesidad actual del tratamiento a la problemática
Hasta donde he investigado, en los trabajos anteriores al mío, no se les ha dado tratamiento a la estructuración de las habilidades profesionales pedagógicas que exprese los modos de actuación del docente.
De ahí que resulta fundamental la  determinación de un modelo pedagógico para la formación de habilidades profesionales pedagógicas  que contenga una invariante de habilidades profesionales pedagógicas generales, su estructura, tareas profesionales, acciones de tutoría  y evaluación del nivel de formación, que permita elevar la efectividad de la formación de las mismas y por ende la calidad de la preparación del docente en formación inicial.   Con lo cual se hace un contribución a las ciencias pedagógicas tanto en elementos teóricos como prácticos para  dar tratamiento al problema que nos ocupa.
La educación tiene una función social y como parte de la misma, cumple una función profesional que se  concreta en  la actividad diaria del docente, en su desempeño profesional y responsabilidad ante la sociedad.
El docente es un agente socializador preparado profesionalmente para ejercer sus funciones,  concretadas en su modo de actuación, que implica la dirección del proceso docente-educativo mediante su actividad pedagógica.
Como explica el sociólogo mexicano  F. Gómezjarra, el docente es un educador primario no sólo por su incidencia en la socialización durante la formación de los estudiantes, sino porque sus influencias resultan dominantes. El mismo posee una preparación profesional  y obligación social que son inherentes al lugar que ocupa dentro del sistema de división social del trabajo, que no puede ser sustituido por ningún otro educador secundario, al poseer  la calificación para ejercer su función y el único agente que recibe esa misión social.
Las influencias educativas que se ejercen desde la posición del docente, son de carácter profesional y por tanto, intencionales, planificadas, reguladas por un criterio metodológico y contentivo de un mensaje seleccionado, las que expresan el carácter histórico y clasista de la educación.
Constituye una necesidad social de gran valor preparar a un ejército de docentes competentes  para la construcción de la sociedad a través de su actividad formadora. Para formar las  futuras generaciones, el docente es esencial.
El docente, como profesional, cumple una función social de vital valor en la práctica, en la formación de las generaciones en general  y de los profesionales en particular como ocurre en los institutos superiores pedagógicos.
En la realización de sus tareas básicas: instruir y educar contiene acciones concretas que resultan imprescindibles para el desempeño exitoso de las funciones: docente- metodológica, la orientación y la de investigación.
De aquí que el docente debe ser un modelo, una expresión de lo que desea alcanzar en sus estudiantes, para convertirse en un guía del desarrollo de los mismos al potenciar aquellos aspectos a formar.
Para realizar cualquier obra, es necesario conocer  la ciencia y aplicarla correctamente, acercarnos lo más posible a su caudal de conocimientos. Es enorme el esfuerzo humano para comprender el universo, para vivir en él y para trasformarlo de manera que sirva a sus necesidades, que ese es el fin de las ciencias. Permite desentrañar las relaciones mutuas entre ciencia y sociedad.
La ciencia desde sus orígenes ha estado interesada en el futuro, pero en ningún tiempo  de su historia le ha  interesado  el futuro como hoy. Ese futuro está en dependencia de cómo eduquemos, el ritmo del desarrollo del mundo es tal, que el mundo en que han de penetrar los estudiantes será distinto al de hoy donde son educados. Este es un factor a tener en cuenta en el planteamiento de la educación.
Formar al hombre con elevados conocimientos científicos es nuestro propósito. A la vez es necesario armarlos de procedimientos cognitivo-instrumentales: los hábitos y las habilidades, para que sepan obtener  la información científica y utilizar  los medios técnicos, en lo cual el docente ocupa el centro de nuestra atención da sus tareas y funciones en la sociedad.
El objetivo final de todas las transformaciones en la sociedad en la esfera de la educación, la instrucción y la cultura es el de formar al hombre nuevo,  que pueda conjugar en su actividad sus intereses individuales, profesionales y sociales.
De ahí que, según concepciones de V.I Lenin, abordadas por F. Koroliov en su libro Lenin y la Pedagogía,  el mismo considerara la educación y la instrucción como medios idóneos de transmisión y asimilación de la experiencia social, vale decir, como la condición indispensable que garantiza la movilidad social y la continuidad de las generaciones, mediante  el insustituible eslabón que es la escuela. 
La creación de un sistema cualitativamente nuevo de educación e instrucción es posible si se cuenta con el elemento humano capaz de desplegar el trabajo correspondiente. Es por eso que V.I Lenin  valoró altamente  el rol del docente en la sociedad.
Insistió V.I Lenin en la necesidad de preparación un ejército de docentes competente, investigador infatigable, capaz de inculcar la actitud consciente y creadora ante el trabajo, despertar el pensamiento, crear nuevos hábitos y habilidades, para esto es preciso el perfeccionamiento de la maestría pedagógica.
La idea de  V.I Lenin de educar miembros de la sociedad comunista universalmente desarrollados, es idea rectora la Pedagogía socialista. Al  abordar los aspectos del proceso de enseñanza subrayó que la escuela logra enriquecer la inteligencia a partir del conocimiento vivo, demostrado, ratificado y renovado en la práctica. De ahí  la necesidad de alcanzar una debida formación de nuestros docentes en estos momentos.
Se hace necesario e imprescindible formar al profesional, haciendo y enfrentándose a los problemas reales de su profesión para darle solución.
C. Marx y F. Engels en la Tesis sobre Feuerbach y en la Ideología Alemana determinaron que la práctica es el núcleo de la actividad humana que media la interacción dialéctica de los procesos materiales y espirituales. Lo cual abrió nuevas perspectivas en la gnoseología. El social es sujeto del conocimiento y la actividad práctica social.
V. Lenin plantea que la conciencia del hombre no sólo refleja el mundo objetivo sino que lo crea en la medida en que lo transforma con su actividad práctica.
La conciencia del hombre determinada por su esencia social y por ser un producto de la cultura humana, engendrada por la práctica socio-histórica posee un carácter activo y creador.
El hombre  a partir de la práctica social y en correspondencia con las necesidades, fines se enfrenta a la realidad y la integra a su actividad. Elabora proyectos, produce ideas.
Las distintas acciones humanas constituyen una expresión de la actividad social. La actividad científica aparece como resultado de la actividad práctica de los hombres con sus fines, intereses, necesidades.
La actividad como forma de existencia, desarrollo y transformación de la realidad social penetra todas las esferas del quehacer humano.
La actividad cognoscitiva es expresión de la práctica social y C. Marx nos da la clave cuando dijo que la vida es esencialmente práctica. La práctica es fundamento del conocimiento, precisamente porque éste se genera en ella.
La actividad cognoscitiva constituye una forma especial de la actividad espiritual del hombre. Condicionada por la práctica, refleja la realidad y la reproduce en forma de conocimientos que se expresa en principios, leyes, categorías, teorías entre otras.
El conocimiento media toda la actividad humana, incluyendo su fundamento sustancial, la práctica. Tiene carácter mediato y deviene como proceso de aproximación constante del sujeto.
Toda la vida y actividad del docente en la sociedad socialista han de ser ejemplo de actitud comunista, en tanto él es el encargado de insertar a la juventud en las nuevas relaciones sociales al guiarlas y capacitarlas teórica, práctica y moralmente para que esa juventud pueda llevar adelante la tarea de la edificación de una sociedad caracterizada por la homogeneidad social plena, tarea encomendada por Lenin.

CONCLUSIONES
El ejercicio del magisterio está vinculado con las tareas de organización socialista de la sociedad,  las trasformaciones culturales y educacionales que se llevan a cabo.
Constituye una necesidad social y pedagógica de gran valor preparar a  docentes competentes para la construcción de la sociedad a través de su actividad formadora, en lo cual ocupa un lugar importante el poseer las habilidades profesionales que le permitan  desarrollar su labor de manera efectiva.
Los docentes de las universidades, desempeñan una función importante en el perfeccionamiento del Subsistema en la Formación del Personal Docente, al aproximarse a las soluciones de los problemas de la profesión, mediante la actividad científico-investigativa, al contar con la experiencia para este fin.
Es imprescindible  tener presente los adelantos de las ciencias pedagógicas como base teórica para el fundamento de la formación del docente de la Escuela Media Superior en particular en la formación de habilidades profesionales pedagógicas, para el desempeño efectivo.
A pesar de las investigaciones realizadas acerca de habilidades profesionales pedagógicas en la formación inicial del  docente, como expresión de la atención sistemática que se brinda a este importante elemento de contenido, se mantienen insuficiencias que afectan el cumplimiento exitoso de las tareas y funciones profesionales  que de él se demandan en correspondencia con los momentos actuales.
La  elaboración  e instrumentación de un modelo pedagógico para  formación de habilidades profesionales pedagógicas  en docentes en formación inicial, acorde con las necesidades y exigencias actuales constituye un acercamiento a la  solución de las insuficiencias que limitan la formación inicial del docente de la Educación media Superior, lo cual  la aporta a la ciencia pedagógica elementos teóricos y prácticos para enfrentar esta problemática  aún cuando haya que continuar trabajando en esta dirección.  

BIBLIOGRAFÍA
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*Licenciado en Educación, especialidad Pedagogía Psicología. Máster en Educación. Doctor en Ciencias Pedagógicas.
** Licenciado en Educación, especialidad Pedagogía Psicología. Máster en Ciencias de la Educación.
*** Licenciado en Educación, especialidad Pedagogía Psicología. Máster en Orientación Educativa.

Recibido: 17/07/2019 Aceptado: 08/11/2019 Publicado: Noviembre de 2019

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