Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155


LAS ACCIONES LÚDICAS: UNA VÍA PARA LA FORMACIÓN DE CUALIDADES MORALES EN LOS NIÑOS Y NIÑAS DE LA INFANCIA PREESCOLAR

Autores e infomación del artículo

Alina Lazara Rodríguez Morales*

Eliane Yaima Velázquez Estrada**

Universidad de Las Tunas, Cuba

Email: alinarm@ult.edu.cu


RESUMEN

La investigación partió de la necesidad social de estimular el trabajo con la formación de cualidades morales, , desde el proceso de formación en niños y niñas de la infancia preescolar. Se incluyen los fundamentos que la sustentan. Ofrece una caracterización del comportamiento de los niños y niñas y una propuesta de acciones lúdicas para contribuir a la formación de cualidades morales. La valoración de los resultados permite conocer su efectividad práctica y contribución a resolver un problema clave de la Pedagogía: la formación de cualidades morales en las edades tempranas.

PALABRAS  CLAVES:

Cualidades morales -Infancia preescolar –Acciones-  lúdicas.

ABSTRACT:

The research started from the social need to stimulate work with the formation of moral qualities, from the process of training children of preschool childhood. The foundations that support it are included. It offers a characterization of the behavior of children and a proposal of playful actions to contribute to the formation of moral qualities. The evaluation of the results allows to know their practical effectiveness and contribution to solving a key problem of Pedagogy: the formation of moral qualities at early ages.

KEYWORDS:

Qualities -Preschool childhood, - Playful-  actions.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Alina Lazara Rodríguez Morales y Eliane Yaima Velázquez Estrada (2019): “Las acciones lúdicas: una vía para la formación de cualidades morales en los niños y niñas de la infancia preescolar”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (septiembre 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/09/acciones-ludicas-infancia.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1909acciones-ludicas-infancia


ACCIONES LÚDICAS PARA LA FORMACIÓN DE LA CUALIDAD MORAL RESPONSABILIDAD EN LOS NIÑOS Y NIÑAS DE LA INFANCIA PREESCOLAR
En cuba la formación de valores es un componente del sistema de trabajo, político ideólogo del ministerio de educación  que reconoce a las clase  como el eslabón  fundamental en esta tarea. ”Los valores asumidos y formados contribuyen a que una persona, una institución o una sociedad establezcan sus rumbos, metas y fines, su formación es hoy un proceso priorizado para la elevación de la calidad educacional en Cuba” Chacón Arteaga, Nancy. (2002).
 La educación cubana, tiene que afrontar los retos y desafíos que la época actual impone a sus funciones educativas socializadoras, antes las difíciles condiciones de un mundo que se ha La formación de valores constituye un problema pedagógico complejo solamente comprensible a partir de un análisis psicológico  de la naturaleza del valor en su función reguladora de la actuación humana.
La  Constitución de la República de Cuba aprobada recientemente en febrero del 2019, establece entre los postulados de la política educativa del Estado cubano, en el artículo 32 inciso c) que “la educación promueve el conocimiento de la historia de la nación y desarrolla una alta formación de valores éticos, morales, cívicos y patrióticos”. La consecución de este precepto constitucional parte de la necesidad social de formar, desde las más tempranas edades, los valores socialmente reconocidos.
El desarrollo de la cualidades morales tiene gran importancia, forma en los niños y niñas una actitud positiva hacia los demás en esta actividad y desarrolla al mismo tiempo determinadas habilidades laborales, se habitúan a desarrollar correctamente las tareas que se les encomiendan y a comprender que pueden hacer para sí y para los demás y también sentir satisfacción por el resultado de las actividades que realiza.
La formación de cualidades morales es una prioridad de la Educación  Preescolar, por lo que ha sido estudiado por investigadores como Esther Báxter (1989), Gilberto García (1996), J. R. Fabelo (1996); Antonio Blanco (2001), Nancy Chacón, (2006), Marta Domínguez Pino (2004), Olga Franco García (2006), Margarita Pérez Morán (2006), en sus escritos sobre la educación en la edad preescolar, tratan la formación de cualidades morales
 Los niños, a través de sus experiencias seleccionan, eligen y hacen suyo un sistema de valores que les ayudaran a desarrollar una conciencia moral y a  adquirir el compromiso individual de organizar su conducta llevándolos a la práctica.    
La educación ha de ofrecer una guía de conducta al niño desde su primera infancia promoviendo la madurez  interna necesaria para adquirir una conciencia autónoma.
El pequeño, en las primaras etapas del desarrollo, se abre al conocimiento de sí  mismo, del mundo que le rodea y de las personas de su entorno: se educa influenciando por el ambiente en que se desenvuelve. Este ambiente debe ofrecer unos modelos de roles y valores positivos aceptando por la comunidad, ayudándole a alejarse de los valores negativos, las fuerzas destructivas o los contravalores. 
La formación de valores en la infancia preescolar debe realizarse de la misma manera en que conforman los hábitos, conocimientos, capacidades y mediante el mismo proceso y procedimientos educativos, esto es de manera globalizada.
La actividad lúdica constituye de manera inequívoca, un elemento potenciador de las diversas esferas que configuran la personalidad del niño. El desarrollo psicosocial de una personalidad integral, se obtiene, de manera muy especial en el juego. Así tenemos que la actividad lúdica no es algo ajeno, o un espacio al cual se acude para distenderse, sino una condición para acceder a la vida, al mundo que nos rodea. El juego es sin lugar a duda, un fenómeno único que puede tener diferentes manifestaciones pero que siempre está muy vinculado a la vida y educación de la nueva generación.
Lo expresado, permite enfatizar la concepción acerca del enfoque lúdico, en la organización y conducción del proceso educativo en esta etapa del desarrollo infantil.
Nos moviliza la convicción de que la dignificación de la infancia y el respeto a los derechos del niño significan brindar, desde todos los niveles, una educación que tome en consideración las posibilidades socio-afectivas-cognitivo-motrices de los niños.
Es necesario que a los niños y niñas se les proporcione acciones lúdicas vinculadas a los contenidos de la actividad independiente dirigidas a la formación de la cualidad moral responsabilidad.
Según lo planteado por Franklin Martínez Mendoza, (2004), define como actividad independiente: “la posibilidad que tiene el niño de seleccionar entre las más variadas y ricas alternativas, lo cual no se contrapone, como toda actividad, a la necesidad de su organización y dirección”.
Las actividades independientes ocupan un tiempo y un lugar importante en el proceso educativo. Como su nombre lo indica, deben propiciar especialmente la toma de decisión de los niños a cerca de qué, cuándo y cómo hacer, desarrollando así su independencia. Para que cumplan realmente sus objetivos debe haber una gran flexibilidad en su concepción y realización; todo esquematismo desvirtúa sus objetivos.
Puede reunirse uno o varios grupos de niños, dentro o fuera del salón, pues lo que define la actividad independiente es la posibilidad que tiene el niño de seleccionar entre las más variadas alternativas, lo cual no se contrapone, como toda actividad, a la necesidad de su organización y dirección.
En muchos contextos se considera que la actividad independiente tiene la función de crear un balance en la carga intelectual que el niño puede tener y si bien estos es cierto, no se puede lograr que su principal función consiste que el niño se sienta libre y manifieste sus potencialidades en una forma espontánea, lo cual contribuye al desarrollo de su independencia y creatividad.
El contenido de la actividad independiente puede ser muy variado atendiendo a los intereses, gustos y necesidades de los niños que se seleccionan, pero indiscutiblemente la educadora también ejerce de una forma muy indirecta, incluyendo entre los materiales que los niños tienen a su disposición, algunos que resultan sugerentes y cuya utilización puede contribuir a alcanzar los objetivos propuestos.
Entre las variadas alternativas a ofrecer a los niños durante la actividad independiente están los juegos de roles, las actividades de dibujo, modelado, construcción, entretenimiento, juegos didácticos de movimiento, dramatizaciones, juegos musicales, paseos y todo lo que la educadora pueda crear para enriquecerlas. No se ofrece un esquema de contenido de estas actividades, porque ello iría en contra de su propia esencia, en la cual la libre elección del niño, entre las múltiples opciones que se le brindan, constituye el elemento más importante.
Teniendo en cuenta que la propuesta ejerce mayor fuerza en la cualidad moral responsabilidad  las acciones lúdicas, se puede hacer referencia a que estas acciones pueden propiciar su tratamiento sin dejar de considerar que se pueden trabajar otras cualidades morales como son: la honestidad, honradez, laboriosidad, amistad y amor y respeto a todo lo que lo rodea.
Makarenko (1982) expresa el valor educativo que tienen los juegos cuando escribió…el juego tiene un valor fundamental en la vida del niño. Tiene el mismo valor que para los adultos, la actividad, el trabajo, la sensibilidad que prestan, de cómo se manifiesta el niño en el juego, depende mucho su actividad como trabajador en el futuro por eso su educación depende ante todo del juego.
El juego es una de las actividades fundamentales en la edad preescolar, su utilización como método y procedimiento de educación y enseñanza, generalmente tiene éxito por el interés que despierta en los pequeños.
Diferentes investigaciones en nuestro país han demostrado que los juegos constituyen un medio adecuado para favorecer la independencia las relaciones positivas de la niña y del niño y el desarrollo intelectual del pensamiento.
En el juego están las necesarias esencias formativas que, correctamente encaminadas, influyen de manera más efectiva en las diferentes esferas de la personalidad infantil.  Consideramos que queda suficientemente claro que el juego, como actividad principal en la infancia preescolar, constituye un medio idóneo para muchos objetivos de la formación integral en estas edades; que la educación no puede desaprovechar las posibilidades que brinda no solo para satisfacer la necesidad de actividad de los pequeños, para alegrarlos, entretenerlos y hacerlos que vivan intensamente su infancia, sino, para utilizarla como una de las vías de influencia educativa en el trabajo de las instituciones.
El juego es la actividad fundamental en la edad preescolar. N. K, Krupskaia, señaló al respecto: ¨... el juego para los niños de edad preescolar es un método para conocer el mundo circundante…¨ (N.K. Krupskaia.1955). Los pedagogos y psicólogos, lo catalogan como un medio educativo que contribuye a la formación de las niñas y los niños, da respuesta a las tareas de la educación comunista, permite en ellos el accionar con todo lo que le rodea. Es por ello que se considera una vía para que los profesionales de la educación, despierten en las niñas y los niños el amor y cuidado hacia el medio ambiente.
Para V.I Yadeshko y F. A. Sojin (1983) “…el juego es una forma de actividad, en el cual se desarrolla en gran medida, la conducta social de los propios niños y niñas, la relación de estos con la vida, las relaciones que mantienen entre sí”.
La MSc. Olga Franco García conceptualiza al juego como una actividad libre del niño, desprovista de interés material abierta a la heterogeneidad de interrelaciones; es campo de alegrías, y obtención de otros nuevos que están íntimamente ligadas al desarrollo integral de la personalidad. (Franco, 2006).
La importancia en el juego de la fase de preparación y orientación donde el niño y la niña se apropia de los conocimientos, experiencias y vivencias acerca de la realidad y en la medida que estas adquieran un nivel de significación y de sentido en la vida, entonces podrá trasladarlos y utilizarlos en sus juegos de forma enriquecida, creativa e independiente, en ello reflejará deberes y derechos de las personas en su quehacer cotidiano, que posteriormente se pondrán de manifiesto en su modo de actuación en la sociedad.
En diversos países, en diferentes realidades, en variados contextos, los niños y las niñas siempre son los mismos y la infancia preescolar reclama, en todas partes, el mismo respeto y la misma dedicación. Pero la educación no siempre ofrece todo lo que esta  infancia necesita.
Existe algo que necesita la infancia, que es su necesidad mayor, y que muchas veces no se le brinda. Ese algo consiste en la posibilidad de jugar, por ello, hay que dejar entrar en los centros educativos y en todos los contextos donde se ofrezca educación, lo que se resumen en una sola palabra juego.
Jugar es para el niño y a la niña como vivir. Es la manera en que comienza a conocer el mundo, a descubrir. Es la manera en la que se atreve a probar otras historias, a sentir otras emociones en un mundo en el que todo es posible, a decir con otros lenguajes aquello que aún no puede expresar claramente con palabras.
El juego permite al niño manifestarse y a la vez satisfacer, en el más alto grado, su curiosidad, su fantasía, su necesidad de actividad. Durante el juego ellos  entran en un amplio y complejo sistema de relaciones con los objetos, con otros niños y con los adultos, lo que les da la posibilidad de adquirir numerosas nociones del mundo que lo rodea y desarrollar importantes procesos del conocimiento como son: la percepción, la representación, la memoria, la imaginación, el pensamiento, el lenguaje.
Cuando los niños y niñas manipulan los objetos, percibe su tamaño, su forma, su color, el peso, la distancia entre ellos y la posición que ocupan, ya están recibiendo una influencia para el desarrollo psíquico y físico. Al seleccionarlos y compararlos en sus acciones lúdicas, se están creando las bases de los procesos posteriores de análisis y síntesis.
Muchas tareas intelectuales se logran mejor en la actividad lúdica que si se les pide directamente En el juego se pueden ser “mamá”, “papá” o “maestra”, convertir un papel de periódico en una “pañoleta”, o volver a ser “bebé”. En el juego, la realidad es la que debe adaptarse, porque el mundo de la imaginación y de la fantasía no tiene límites. Mucho se ha pensado y escrito sobre el papel que el juego debe desempeñar en la infancia  preescolar.
Hay quienes sostienen que es lícito y necesario utilizar al juego como una estrategia didáctica privilegiada para enseñar contenidos; hay quienes sostienen que si se proponen objetivos, contenidos y productos esperados, ya no se trata de un juego; hay quienes piensan que jugando se puede aprender (aunque no todo se aprenda jugando); hay quienes hablan de juego trabajo, juego libre, juego en rincones, juego dramático, juego centralizador.
Frente a esta realidad, el juego sigue siendo la actividad primordial de la vida de los niños y niñas,  necesaria para su equilibrado proceso de desarrollo. Por ello es fundamental que la familia, la escuela y la sociedad sean conscientes de la necesidad que tienen los niños y niñas de espacios, tiempo y de alguien con quien jugar. Ser conscientes también de la responsabilidad de proporcionar en los pequeños las mejores condiciones de juego. Hoy el juego infantil depende en mucho de los adultos.
De este modo, consideramos que queda suficientemente claro que el juego, como actividad principalísima en la infancia preescolar, constituye un medio idóneo para muchos de los objetivos de la formación integral en estas edades; que la educación no puede desaprovechar las posibilidades que brinda el juego, no solo para satisfacer la necesidad de actividad de los pequeños, para alegrarlos, entretenerlos y hacerlos que vivan intensamente su infancia, sino, para utilizarla como una vía importante de influencia educativa.
Por tanto, su utilización en el proceso educativo, no entra en contradicción con el carácter independiente de esa actividad, por el contrario, lo potencia, porque, cuando el adulto juega con los niños, sugiere, hace proposiciones y demuestra para conducirla actividad de una manera diferente y llevarla hacia el logro de objetivos educativos, sin perder de vista las necesidades de los niños, y sus intereses, el proceso educativo se hace más efectivo y es más adecuado a la edad de los niños.
Por supuesto, este es un proceso que no se puede dejar a la espontaneidad ni al empirismo. Su dirección debe responder por una parte, al sólido conocimiento del niño y la niña su desarrollo en esta etapa y por la otra, al dominio de los procedimientos pedagógicos requeridos en estas edades, siempre tomando en consideración los principios que lo rigen y teniendo como guía los objetivos planteados. A partir de tal afirmación, no se debe olvidar entonces, que el juego es uno de esos valiosos procedimientos pedagógicos, que al propio tiempo es la actividad más significativa en estas edades y que ocupa toda la vida de los pequeños.
Debemos significar también que la actividad lúdica no debe empobrecerse, reduciéndola a una estrategia metodológica, ni tampoco a un simple recurso didáctico. De lo que se trata es de dar con intencionalidad un enfoque lúdico a lo que se configura en el contexto educacional sin traicionar la esencia del juego.
Esta atmósfera de juego se debe instaurar como algo natural, no extraño a la situación de aprendizaje. Existen actividades que por sí mismas son movilizadoras, que inciden en el potencial lúdico; hay consignas que estimulan e invitan más que otras a la actividad lúdica; los diversos materiales y juguetes, medios con que cuentan los educadores, pueden hacer más viable y favorecer lo lúdico en el proceso educativo.
Además, el ambiente previo, las condiciones que se crean de manera inteligente y creativa, constituye un medio propiciador del enfoque lúdico del que hablamos. De ahí que sea tan importante que el niño y la niña se eduque, aprenda y se desarrolle integralmente en un ambiente lúdico, pues mediante el juego se pueden lograr con mucha mayor efectividad los objetivos de la educación de los niños y niñas de infancia preescolar en cualquier contexto donde esta se realice.
En nuestra concepción de la Infancia  Preescolar, el juego deviene medio esencial al estructurar el proceso educativo en las instituciones infantiles y como parte del programa, que se aplica en las diferentes modalidades para la atención educativa a la infancia en nuestro país.
Todos nuestros esfuerzos han estado sistemáticamente dirigidos al logro de esa atmósfera lúdica, porque mediante investigaciones hemos podido comprobar científicamente que el juego ocupa un lugar predominante en estas edades; que es un excelente medio para educar; que constituye una actividad altamente decisiva en el desarrollo integral de la personalidad. Por eso reafirmamos que la magia del juego no debe romperse nunca, ni siquiera en esta época de tantos avances tecnológicos y de antas complicadas técnicas ultramodernas que se introducen en la educación.
El reto está en la necesidad de una renovación en los conocimientos básicos y particulares acerca del proceso educativo que a diario enfrentan y, ante todo, porque se le plantean mayores exigencias a sus motivaciones, habilidades y actitudes.
Los educadores tienen que saber jugar para poder introducir una atmósfera lúdica en sus actividades. Ellos tienen responsabilidad directa en la formación de los niños y niñas, por tanto, en la creación, mediante el juego de un entorno armonioso, donde se forme y se desarrolle la personalidad de los pequeños.
El educador tiene la responsabilidad de trasmitir una cultura, de lograr objetivos; a él se le piden resultados en sus niños. Por ello, si el juego es la herramienta de la infancia, con la cual los pequeños aprehenden el mundo, también debe ser la herramienta del educador para que tenga un efecto sobre esa infancia. Es necesario, pues, que aprenda y domine la utilización de esa herramienta, que conozca todas sus potencialidades y la aplique con inteligencia, y profesionalidad.
El educador debe ser, él mismo, por sobre todo, un gran jugador como condición imprescindible de esta pedagogía de lo lúdico. Debe poseer esa cultura lúdica que es tan necesaria en su profesión. Si no tiene esa capacidad de pensar su trabajo como algo divertido para que sea serio y llegue a los niños, nunca creará una atmósfera de juego en su entorno. Es el primero que con su sola presencia, tiene que crear ese ambiente lúdico para todo lo que hace con los niños.
Del educador deben emanar esos efluvios de lo lúdico, pero emanarlos sinceramente, conscientemente, sabiendo que será la manera más eficaz de lograr que el proceso educativo se convierta en lo que debe ser: un momento de aprendizaje alegre, de asimilación de la cultura humana con gusto, un espacio de acciones y relaciones entre los niños y niñas, entre estos y los adultos sin la dañina línea divisoria que se establece entre el que “sabe” y el que aprende.
Saludar temprano en la mañana a los niños con un títere en las manos, transformándola voz para atraer a los pequeños hacia lo que vendrá a continuación es un eficaz y feliz método que da muy buenos dividendos en la educación de los preescolares. Pero eso que viene después tiene que continuar por el mismo camino lúdico por el que comenzó.
No puede haber una ruptura entre la forma en que se la introduce la actividad, su desarrollo y su final, o entre una actividad y otra dentro del proceso educativo, porque esto sería como romper esos hilos de bellos colores que se están tejiendo alrededor de algo muy serio que se ha previsto desarrollar con el trabajo pedagógico: los sentimientos, las emociones, los conocimientos, los hábitos, la conducta, las habilidades. Sería como destrozar las emociones que se han creado, despedazar las expectativas de los infantes, malograr sus sueños. Hay que hacer del proceso educativo como un maravilloso viaje a lo desconocido y eso solo se puede lograr mediante el juego.
El educador tiene que saber que el juego del niño y de la niña es su expresión secreta y que revela una parte de sus emociones, de sus dificultades y de sus preocupaciones. Tiene que conocer que cuando los pequeños juegan, experimenta, con ritmo propio, la realidad del mundo y por tanto potenciar lo lúdico para posibilitar que cada uno de ellos, con ese ritmo propio, encuentre lo nuevo, lo significativo, lo esencial.
Es hacer las cosas como si se estuviera dentro de un cuento, como en una gran aventura; es lograr que cada niño y niña se sientan como un personaje en este cuento y que perciban que lo que están haciendo es muy importante. Esto tiene mucha significación en el proceso de educación de los preescolares.
Por ello, es preciso cambiar el ambiente de la educación preescolar transformar algo -que peligrosamente se está convirtiendo en sumamente formalista - en un ambiente de alegría, de entusiasmo, de descubrimiento, de imaginación, de creación, de intercambio, (si n que ello signifique desorganización) sin la rigidez de un aula, con unas sillitas en orden y mesitas con hojas de papel para “enlazar los elementos que aparecen en dos columnas de figuras”, donde los pequeños solo miran el papel y trazan líneas o, como en los casos más extremos, donde solo miran la nuca del compañerito que tienen delante.
Los educadores tienen que estar convencidos de que la educación debe darse en un clima humano, donde se descubra al niño como una persona y donde se permita la actividad lúdica como el espacio necesario de seriedad y profundidad para encontrar juntos “acuerdos”, para “unificar” ideas sin que esto signifique “uniformar”.
El juego, actividad infantil por excelencia, tiene una larga historia que data de muchos siglos, desde siempre ha sido un poderoso medio educativo elaborado por la propia humanidad. Para tratar este material acerca del de cursar histórico del juego tenemos obligatoriamente que remitirnos a los trabajos anteriores cuyas ideas acerca del desarrollo histórico del juego se puede determinar que esta forma de actividad infantiles el resultado del cambio histórico en cuanto a la posición que ocupa el niño en una determinada etapa del desarrollo de la sociedad.
En el juego también se refleja el papel que fue adquirido en el proceso del desarrollo socio – histórico en la formación de la personalidad del niño, por ser elemento clave en el dominio de la actividad práctica e intelectual, así como las cualidades morales y las relaciones entre los hombres.
Este principio confirma el carácter social del juego, tanto por su surgimiento como por su naturaleza, esto trajo consigo un nuevo período en el desarrollo del niño, que pudo ser denominado por su derecho propio.
Varios son los juegos que se desarrollan en la infancia preescolar, pero la autora asume en la investigación los juegos didácticos, porque a través de ellos se desarrollan habilidades, conocimientos y capacidades en los niños y las niñas; contribuyen a la solución de tareas, a desarrollar la sociabilidad; se coloca a los niños y las niñas en situaciones que requieren de ellos la habilidad de jugar juntos, de regular su comportamiento, de ser honestos y justos, condescendientes y exigentes cuando sea necesario y de manera general influyen en su desarrollo integral. 
Para Mercedes Esteva Boronat (1993) “los juegos didácticos constituyen una forma lúdica de organizar la enseñanza y se utilizan para que los niños y las niñas asimilen mejor los contenidos del programa, los ejerciten o los consoliden”.
La autora coincide con lo antes expresado en que los juegos didácticos tienen  importancia fundamental para la elevación del nivel de conocimiento y desarrollo de los niños y las niñas. 
A criterio de Mercedes Esteva Boronat la acertada dirección de los juegos didácticos prevé, ante todo, la selección del contenido programático de los juegos, la definición exacta de las tareas, de la designación del momento y su interacción con otros juegos y formas de enseñanza.
Según lo planteado por Olga Franco en la fuente “Lecturas sobre el juego en la primera Infancia” los juegos didácticos se caracterizan por:

  • Tener una tarea didáctica.

Esta precisa el conocimiento, el carácter instructivo del juego, tiende al desarrollo de la actividad cognoscitiva de los niños, casi siempre está contenida en el nombre del juego.

  • Tiene acciones lúdicas.

Estas constituyen un elemento imprescindible en el juego, porque si no se manifiestan no hay un verdadero juego, sino ejercicios didácticos. Ellas estimulan la actividad, la hacen más amena, contribuyen al desarrollo de la atención voluntaria en los niños.

  • Tener reglas del juego.

Estas se establecen de acuerdo con la tarea didáctica y el contenido del juego. Determinan el carácter de las acciones lúdicas. Constituyen un elemento instructivo, organizador y educativo. Deben ser moderadas para evitar la disciplina exagerada y la pérdida de interés de los niños en el juego.
En los juegos didácticos se distinguen las siguientes reglas:

  • Las que condicionan la tarea docente.
  •  Las que establecen la secuencia para desarrollar la acción.
  •   Las que prohíben determinadas acciones.

Es necesario que la docente repita varias veces las reglas del juego y llame la atención acerca de que, si las reglas no se cumplen, el juego se pierde o no tendrá
Sentido.
La autora reconoce el rol de los juegos didácticos en la formación y desarrollo de la cualidad moral responsabilidad. Será tarea de los adultos que acompañan al niño y a la niña de la infancia preescolar, y de la institución, encontrar los caminos, los espacios, las fuerzas que hagan expandir esa riqueza latente. Y será también tarea de quienes los acompañan en su desarrollo, encontrar las mejores condiciones en medio de tanta adversidad, para aprovechar momentos que no vuelven.
Existen también los juegos de roles los que pueden formar parte de acciones lúdicas en la formación de la cualidad moral responsabilidad. La técnica de los juegos de roles tiene muchos puntos de contacto con las formas primitivas y está claramente evidenciado su carácter social, tiene especial significación en la búsqueda de las fuentes de los juegos de roles en el transcurso de los juegos de roles del desarrollo de las niñas y niños en la actividad.
Como se ha podido ver a lo largo de este material el juego surge de la vida misma por tanto jugar es vivir por lo que es una necesidad para el niño, tan importante como lo es alimentarse, el cuidado de su salud y el amor que se le brindan. En este ciclo se dedica un tiempo específico para que los docentes presten atención a la dirección pedagógica del juego por su significación en la edad preescolar, para una correcta dirección pedagógica los docentes deben tener en cuenta su planificación, ejecución, control y evaluación.
Las acciones lúdicas deben mostrarles a los niños y niñas de la infancia preescolar a comportarse correctamente y ofrecerle respuesta a los problemas de su vida infantil en el proceso de conocimiento y familiarización con el mundo en la adopción y formas válidas en la vida, estas actividades deben estimularse para que investiguen y pregunten, para que sueñen y transformen.
Reafirmando estas palabras la autora le ofrece gran importancia a la preparación de las docentes para desarrollar acciones, y aun más, para lograr que las acciones lúdicas se desarrollen de forma paulatina y sistemática; de esta preparación dependen los conocimientos, la satisfacción, y cumplimiento de los objetivos por parte de los niños y niñas, y la estimulación a las cualidades morales.
Las docentes tienen además que establecer algunas reglas que determinan la conducta positiva de los niños y niñas e incitar el cuidado y la importancia de los objetos, deben tener presente que las acciones  lúdicas son altamente favorecedoras a todas las facetas de la personalidad infantil en formación por lo que debe saber aprovecharla en grado máximo.
Propuesta de acciones:
Acción # 1 Juego didáctico
Título: Cuidemos los animales y las plantas.
Objetivo: Desarrollar en los niños sentimientos de amor y cuidado hacia los animales y plantas.
Medios de enseñanza: Maqueta que representa una granja con plantas y animales cuidados y otros maltratados, tijeras, pinceles, crayolas, lápices de colores, pegamento, plastilina, materiales de la naturaleza, acuarela, tempera, tocororo de papel maché.
Sugerencia metodológica
Se motivará  con el ave nacional (tocororo de papel maché) ¿Conocen esta ave? El tocororo está viviendo en una bella granja, pero allí está ocurriendo algo ¿Qué será? (presentar maqueta) dejo que se expresen. Hoy el tocororo quiere invitarlos a realizar un juego donde ustedes identificarán lo correcto y lo incorrecto que está sucediendo allí y luego representarán con diferentes técnicas y materiales, como tijeras, pinceles, crayolas, lápices de colores, pegamento, plastilina, materiales de la naturaleza, acuarela, tempera etc. cómo ustedes quisieran que quedara la granja.
Reglas del juego: Ganarán los niños y niñas que representen una granja donde no existan acciones negativas con relación a las plantas y animales. Las mejores representaciones se colocarán en el mural de la plástica.
Acción # 2 Juego didáctico
Título: Mi círculo infantil
Objetivo: Identificar  las acciones correctas para mantener el círculo limpio y organizado.
Materiales: Base de cartón ambientada y figuras de cartón con soporte (fachada del círculo infantil, árboles verdes, árboles secos y rotos, flores sin pétalos y flores en las plantas, mariposas, cestos de basura tapado, llaves de agua derramando agua, llaves de agua cerradas etc.
Sugerencia metodológica
Para este juego se invitarán a los niños y niñas a dar un paseo. Al llegar al lugar seleccionado se les motivará para que participen en un lindo juego el cual se les explicará de forma detallada.
Se colocará en el piso o mesa la base de cartón, en una sesta varios elementos unos representarán lo negativo y otros lo positivo; los niños y niñas irán colocando en ella los elementos que consideren que pueden estar en un círculo limpio y bonito. Con este juego se pretende que los niños y niñas lleguen a determinar por sí mismo los elementos que pueden atentar contra la limpieza del círculo infantil y que dañan el medio ambiente. 
Reglas del juego: Ganará el niño o la niña que identifique correctamente los elementos positivos y explique además, por qué hubo elementos que no colocó. Se le premiará con títeres planos de animales.

Acción # 3 Juego didáctico
Título: El dado juguetón.
Objetivo: Potenciar el amor al trabajo, a partir del tratamiento de la poesía infantil “A trabajar”.
Materiales: dado
Sugerencia metodológica
Para este juego decirles a los niños que la maestra le ha traído una hermosa sorpresa. Se le presentará el dado juguetón con ilustraciones relacionadas con una poesía la cual ella recitará, selecciona los niños de la muestra y se le dirá que el niño tirará el dado y según la ilustración que le caiga, el niño tendrá que responder varias preguntas relacionadas con la poesía y la ilustración. Se recitará la poesía.
Título: “A trabajar”
Quién ha dicho que los niños
No van al huerto feliz,
A recoger la cosecha
De las maticas de ají.
Cuando los niños trabajan
En ese huerto infantil,
Cantan contentas las plantas
De tomate y perejil.

El dado tendrá como ilustraciones:
- Niños risueños caminando, con instrumentos de trabajos.
- Niños recogiendo ajíes.
- Niños desyerbando con azadones
-Tomates y perejiles con caritas sonrientes.
Preguntas.
¿Cómo se  titula la poesía?
¿Por qué los niños van contentos?
¿Por qué llevan instrumentos de trabajos?
¿Cómo se sentirán al recoger los ajíes?
¿Qué pasaría si no comiéramos vegetales?
¿Qué pasaría si nadie recoge los ajíes de la plantas?
¿Qué pasaría si nadie desyerba en los huertos las plantas de ajíes?
¿Cómo se sienten los tomates y el perejil?
¿Por qué será que están felices?
¿Será importante ser laboriosos?
¿Por qué?
Se podrán utilizar otras poesías con otros dados, algunas de ellas pueden ser:
Título: “Yo cuido los animales”
Hoy Juanito ha hecho algo
Lo regaña su mamá,
Y mirándola le dice,
Yo no vuelvo hacerlo más.
Los animales se cuidan,
Y las plantas pues también,
Aprende pronto Juanito,
¡Apréndelos a querer!

Título: “Amigos”
Hacia dónde van los niños
Abuelo dime, hacia dónde,
Que los vi salir temprano
Con pelotas de colores.
Ellos juegan tempranito
Las niñas y los varones,
Con caballos de madera
Con muñecas y tambores.

Acción # 4 Actividad independiente
Título: Vamos a jugar.
Materiales: Pelusín,  juegos didácticos variados
Objetivo: Potenciar la cualidad moral  amistad, a través de diferentes tipos de juegos.
Desarrollo: hoy ha venido alguien a vernos, es Pelusín y nos quiere invitar a visitar un lugar muy bonito donde vamos a realizar diferentes tipos de juegos. Se invitará a pasar al área, Los niños escogerán los juegos que quieran. Se explicará la forma de jugar.
Pelusín realizará preguntas de forma valorativas sobre los juegos que allí hay y la responsabilidad que tienen en cuidar los juguetes, así como la importancia de compartir,  jugar en colectivo. Se les podrán hacer preguntas al culminar la actividad independiente como:
¿Qué han visto en el área?
¿Quién los invitó? ¿Para qué?
¿Cuál fue el juego que más les gustó?
¿Qué deben hacer con los juguetes?
¿Cómo jugaron tus compañeros?
¿Será mejor jugar solos, o con sus amiguitos? ¿Por qué? 
¿Qué aprendieron?
¿Qué fue lo que más les gustó de la visita al área?
Al culminar la actividad se puede observar que los niños se sintieron motivados en la visita al área y fueron responsables en el cuidado de los juguetes, manifestaron alegrí por jugar en colectivo..

Acción # 5 Actividad independiente (juego didáctico).
Título: Adivina, adivinador
Materiales: Láminas que representan acciones positivas y negativas relacionadas con el cuidado del medio que nos rodea, traje de payasa, títeres planos (flores) y posturas de plantas.
Sugerencia metodológica
La educadora vestida de payasa motivará a los niños y niñas a ir al  jardín. Al llegar los invita a realizar un lindo juego que se titula “Adivina, adivinador”. Les enseñará un lugar en el cual estarán montadas varias láminas que representan acciones positivas y negativas relacionadas con el cuidado del medio que nos rodea, a cada niño y niña se le entregará títeres que representen diferentes  tipos de flores rosas, margaritas, mariposas, campanillas y amapolas. A una orden de la educadora los niños escucharán las adivinanzas dirá el nombre de la flor para que los niños y niñas que la tienen escuchen atentamente la adivinanza, el primero que adivine la respuesta levantará la flor y podrá ir hasta el lugar de las láminas a escoger la que representa la respuesta correcta y explicará la importancia de realizar esa acción positiva.
Reglas del juego: Ganará el niño o la niña que adivine e identifique correctamente la lámina que representa la acción positiva y explique la importancia de realizar esa acción. A los ganadores se les premiará con una postura de una planta, la cual podrán sembrarla y cuidarla junto a su familia.
A partir de las acciones lúdicas ofrecidas, las docentes pueden valerse de otros contenidos que también se trabajan en la actividad independiente que pueden contribuir a la estimulación de las cualidades morales como: juegos didácticos, dramatizaciones, juegos de movimientos, productivas de mesas, teniendo en cuenta sus características, para darle tratamiento a la cualidad moral responsabilidad en los niños y niñas de la infancia preescolar.
Valoraciones sobre el desarrollo de acciones lúdicas para la formación de la cualidad moral responsabilidad en los niños y niñas de la infancia preescolar
La investigación realizada favoreció la sistematización de criterios teóricos referidos a un tema pertinente desde su carácter social debido a que se ha investigado el mismo de forma amplia.
Después de la aplicación de la propuesta,  para contribuir a la formación de la cualidad moral responsabilidad se demostró la factibilidad de las acciones lúdicas, que desde la actividad independiente vincularon de forma coherente el accionar de la institución educativa, por su contribución a que los niños y las niñas manifestaran un mayor nivel de comprensión sobre la necesidad de brindar ayuda a otras personas, la colaboración durante el propio juego de roles, en la vida del aula y la constancia y disciplina en las actividades que se realizaban en el grupo aunque dicho proceso no se manifestó con igual ritmo en todos los sujetos. 

REFERENCIAS
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*Licenciada en Educación Preescolar. MSc. en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad de Las Tunas de la Facultad Ciencias de la Educación del departamento Educación Infantil. Imparte docencia en las disciplinas Fundamentos Teóricos y Didácticos de la Educación Preescolar y Formación Pedagógica General. Investiga asociado al proyecto institucional “La atención educativa de calidad en niños, adolescentes y jóvenes”. Tiene introducción de resultados de tesis de maestrías.
** Licenciada en Educación Preescolar. MSc. en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad de Las Tunas de la Facultad Ciencias de la Educación del departamento Educación Infantil. Imparte docencia en las disciplinas Fundamentos Teóricos y Didácticos de la Educación Preescolar y Formación Pedagógica General. Investiga asociado al proyecto institucional “La atención educativa de calidad en niños, adolescentes y jóvenes” .Tiene introducción de resultados de tesis de maestrías.

Recibido: 04/09/2019 Aceptado: 11/09/2019 Publicado: Septiembre de 2019

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