Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155


ACTITUD DE LOS ALUMNOS DE NUEVO INGRESO A LA UNIVERSIDAD PARA LA CARRERA DE MEDICINA

Autores e infomación del artículo

Jorge Eklemes Yanaculis*

María del Carmen Beltrán López**

Universidad Guadalajara Lamar Campus Palomar, México

Email: carmenbelmx@yahoo.com.mx


Resumen
El propósito del presente artículo consistió en analizar el concepto que se refiere a las actitudes en estudiantes universitarios de la carrera de medicina de la Universidad Guadalajara Lamar Campus Palomar. Con ello, se pretende identificar los rasgos principales del perfil psicológico de ingreso de los alumnos, para un posible uso educativo de estos datos en el futuro. También se revisaron antecedentes de estudios previos relacionados con el fenómeno en estudio. Se espera a un futuro continuar con una investigación de campo que explique las razones del cambio de actitud que se pueda generar en el alumno de nuevo ingreso.
Palabras clave: actitud, estudiantes universitarios, medicina, cambio de actitud.

Abstract
The purpose of this  article consisted in analyzing the attitudes in the Medical University Guadalajara Lamar students. The objective is to identify the principal characteristics on the physological profile of the students, for a possible educational usage of that data in the future. Also, the background of previous studies related to this research were reviewed. It is expected in the future to continue with a field research that explains the reasons for the change in the attitude that could be generated in the incoming students.


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Jorge Eklemes Yanaculis y María del Carmen Beltrán López (2019): “Actitud de los alumnos de nuevo ingreso a la universidad para la carrera de medicina”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (julio 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/07/actitud-alumnos-universidad.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1907actitud-alumnos-universidad


Introducción
Al comenzar sus estudios, los alumnos están conscientes de su nueva interacción con los docentes y compañeros con los que comienzan a tener una nueva relación;  este cambio implica una nueva adaptación, ya que afortunadamente todos los grupos de estudio son heterogéneos y eso hace que la convivencia sea todo un reto a seguir, ya que vienen de diferentes preparatorias y niveles socioeconómicos, culturales, que hicieron sus estudios previos en diferentes escuelas que presentan diferentes programas de estudio y diferente manera de enseñar y de aprender. Y es aquí, cuando ingresan a estudiar su licenciatura lo que hace que se unifiquen las obligaciones de trabajo en cuanto al cumplimiento de las tareas que se les encomiendan y es donde se refleja la actitud negativa en algunos alumnos que esperaban continuar con su sueño de la preparatoria.
Debemos señalar así mismo, que este cambio radical en el estudiante, lo va modificando en su manera personal de ser y de estar, ya que se va dando de manera paulatina del gran cambio y entonces nos encontramos con alumnos con actitudes apáticas, desalentadoras, en ocasiones prepotentes, indiferentes y de manera muy marcada, actitud llena de estrés  y ansiedad al percatarse de que están estudiando una carrera que merece toda su atención y cuidado para el aprendizaje de lo obligado.
Cuando el estudiante ingresa a la universidad a continuar sus estudios académicos para obtener un grado, es un momento que le debe llenar de satisfacción, ya que se ha logrado llegar a otra meta más. Esto independientemente de que eligió la carrera que más le gustó durante todo su bachillerato, por lo que será interesante analizar la actitud que presentan algunos estudiantes ante el reto de estudiar la carrera que siempre habían deseado.   
Asimismo, cuando ingresa a la universidad de medicina se encuentra con diferentes contradicciones, ya que comienza en un lugar diferente, con personas diferentes, pláticas diferentes, una jornada distinta, y con sobrecargas de actividad, pero al mismo tiempo debe asumir una nueva responsabilidad dentro de su nuevo estudio.

Marco de referencia
Al encontrarnos con alumnos que apenas se enteran de manera consciente que ingresaron a estudiar una carrera como lo es de Medicina, que implica un estudio y una dedicación mayor que sin desmerecer a ninguna otra carrera, se puede convertir en algo estresante que va cambiando la actitud del estudiante y su propia personalidad.
Pero veamos desde el principio… La Real Academia Española (RAE) menciona tres definiciones de la palabra actitud, un término que proviene del latín actitudo. De acuerdo a la RAE, la actitud es la etapa del ánimo que se pronuncia de una incuestionable forma. Las otras dos definiciones hacen referencia a la “…postura del cuerpo de una persona (cuando transmite algo de manera eficaz o cuando la postura se halla asociada a la disposición anímica) o de un animal (cuando logra concertar atención por alguna cuestión)”. (Pérez, 2012)
Conceptualización de la actitud
La actitud viene a ser un concepto del campo de la Psicología Social y de la Filosofía, pero también lo es de la vida diaria y se refiere a la posición que el hombre asume frente a las situaciones del mundo de la vida y a la conducta que exhibe la persona como producto de su proceso de aprendizaje social. Incluye la reacción afectiva, lo que se expresa ante los demás y también los aspectos del cognitivismo. Este no es un concepto aislado, sino que se haya en estrecha relación con otros conceptos psicológicos como son la motivación, percepción, personalidad y  conducta.
En este mismo contexto, Allport, citado en Rodríguez (2000), define la actitud como un “Estado de disposición nerviosa y mental, que se organiza mediante la experiencia y ejerce un influjo dinámico o directivo sobre las respuestas que un individuo da a todos los objetos o situaciones que se relacionan con ella”, según este autor la actitud tienen tres componentes básicos:

  • Cognitivo: relacionado con las ideas y creencias sobre el objeto de la actitud.
  • Afectivo: relacionados con las emociones que produce el objeto de la actitud
  • Conductual: que se relaciona con la acción respecto al objeto de la actitud.

Los tres componentes pueden o no estar relacionados, pues a veces puede haber contradicciones entre ellos, además estos tres componentes permiten diferenciar las actitudes de las creencias, que vendrían a ser el aspecto cognitivo de la actitud y de las opiniones; que serían las manifestaciones verbales de las actitudes.
Rodríguez (2000), menciona que las actitudes cumplen funciones tanto individuales como a nivel social, las cuales son de comprensión de la realidad, satisfacción de necesidades personales y de defensa del yo.
En este orden de ideas, Bautista (2009), hace referencia a que la actitud, es la forma de actuar de cada persona, el comportamiento que emplea un individuo para hacer las cosas. En este sentido, puede considerarse la actitud como una forma de motivación social de carácter, por tanto, secundario, frente a la motivación biológica, de tipo primario, que impulsa y orienta la acción hacia determinados objetivos y metas.
Ahora bien, Anastasi (1997), manifiesta que la actitud es una tendencia, disposición o inclinación para actuar de determinada manera, esta es el preámbulo para ejercer una conducta, en ella se pueden encontrar varios elementos, entre los cuales los pensamientos y las emociones serán los primeros. De tal manera que las emociones son integrantes normales en las actitudes, todos los seres humanos tienen determinadas actitudes ante los objetos que conocen, y forman actitudes nuevas ante los objetos que para ellos son nuevos. Donde describe diferentes tipos de actitudes y entre las cuales se pueden encontrar:

  • Actitud Emotiva

Cuando dos personas se tratan con afecto, se toca el estrato emocional de ambas, esta se basa en el conocimiento interno de la otra persona; el cariño, el enamoramiento y el amor son emociones de mayor intimidad que van unidas a una actitud de benevolencia.

  • Actitud Desinteresada

Ésta no se preocupa, ni exclusiva ni primordialmente por el propio beneficio, sino que tiene su centro de enfoque en la otra persona y que no la considera como un medio o instrumento, sino como un fin. Está compuesta por cuatro cualidades: apertura, disponibilidad, solicitud y aceptación.

  • Actitud Manipuladora

Solo ve al otro como un medio, de manera que la atención que se le otorga tiene como meta la búsqueda de un beneficio propio.

  • Actitud Interesada

Puede considerarse como la consecuencia natural de una situación de indigencia del sujeto: cuando una persona experimenta necesidades ineludibles, busca todos los medios posibles para satisfacerlas; por ello ve también en las demás personas un recurso para lograrlo.

  • Actitud Integradora

La comunicación de sujeto a sujeto, además de comprender el mundo interior del interlocutor y de buscar su propio bien, intenta la unificación o Integración de las dos personas.

Por su parte, según López y Ortiz (1999), una vez formada una actitud es muy difícil que se modifique, ello depende en gran medida del hecho de que muchas creencias, convicciones y juicios se remiten a la familia de origen. En efecto, las actitudes pueden haberse formado desde los primeros años de vida y haberse reforzado después. Otras actitudes se aprenden de la sociedad, como es el caso de la actitud negativa ante el robo y el homicidio; por último otros dependen directamente del individuo.
Cambio de Actitudes
Según Rodríguez (2010), nos menciona que se puede conseguir un cambio de actitudes, creando incongruencia entre los tres componentes de éstas, por ejemplo, presentando alguna información nueva, aunque el peso que pueda tener esta información tiene mucho que ver con la credibilidad y atractivo de la fuente, además existen otros factores que pueden producir un cambio de actitud y tienen lugar a nivel de las distintas funciones de la actitud.
Según esta autora pueden verse diferentes tipos de actitudes, dentro de las cuales se encuentran:

  • Actitudes Orientadas a la Comprensión

Pueden cambiar cuando a sujetos en situaciones nuevas o ambiguas, se les da información que reduce la ambigüedad.

  • Actitudes Orientadas a las Necesidades

Pueden variar por un cambio de las necesidades o si un cambio de actitud puede ayudar a alcanzar una meta.

  • Actitudes Orientadas a la Defensa del Yo

Se pueden modificar ante factores que alivian una supuesta amenaza malestar.

  • Actitudes que Expresan Valores

Son las más difíciles de cambiar porque tienen que ver con las creencias nucleares básicas y con el sentido de uno mismo. Aunque a veces, el tomar conciencia de la incongruencia entre una actitud y los valores, puede producir un cambio.
Necesariamente el cambio de una actitud nos lleva al sentido de identidad en todo ser humano, por lo que actitud e identidad siempre estarán directamente relacionadas. 
Quizás el reto más grande que al que se somete el estudiante de nuevo ingreso a la carrera de medicina es el sentido de pertenencia que lo lleve a lograr una identidad como futuro médico, mismo proceso que puede costarle varios semestres. Lograr una verdadera identidad es un proceso que todo individuo comienza en la adolescencia, en su búsqueda de saber quién es y a que pertenece, descubrir sus talentos y habilidades que lo ayudarán a buscar compromisos profundos en su vida tales como la elección de una carrera; misma que ayudará al joven a desarrollar una identidad.
Para Marcia (1996) el desarrollo de la identidad en un joven adolescente se puede clasificar  en:

  • Cerrada.  Cuando se elige algo sin expresarlo, cerrándose a cualquier otra opción, es decir, una exploración mínima de su identidad pero con un compromiso firme.
  • Difusa. Cuando elige no elegir y se mantiene en un estado difuso, es decir, dónde la exploración y el compromiso son mínimos.
  • Moratoria. No toma su decisión rápidamente, es decir, tiene un alto nivel de exploración, pero un mínimo compromiso ante la evaluación de opciones.
  • Lograda. Dónde se consigue integrar una buena búsqueda y exploración de opciones viables, es decir, tiene un compromiso firme basado en una alta exploración.

Estas clasificaciones están basadas en dos elementos básicos, la exploración y el compromiso. El primero se refiere a las actividades del estudiante en relación a otras carreras y a la investigación sobre estas, con el fin de tener un amplio espectro del cuál será su elección y asegurarse de esta, confirmarla o simplemente descartar otras afines. Y el segundo, el compromiso, se refiere, a lo que el estudiante crea a partir dude su conocimiento de la carrera un tipo de responsabilidad hacia ésta, dónde inicia un sentido del deber y forja en él un deseo de afiliación y pertenencia a la misma.
No debemos olvidar que las intenciones principales de las universidades son crear médicos con un dominante grado de competencia profesional, con estima social y ética, que tenga la fuerza de capacidad de responder a lo variable y cambiante de la vida y de todo lo que la rodea, para lo cual deben estar preparados para responsabilizarse de su profesión. Asimismo, no puede soslayarse la importancia de la formación para el empleo y el hecho de que los mercados ocupacionales experimentan grandes cambios, que obligan a la actualización curricular constante (ANUIES, 2010)
Ahora bien… este tema no ha sido abordado lo suficiente como teoría, ya que la mayoría de lo publicado son investigaciones de campo, donde nos muestran resultados cualitativos de la actitud del estudiante frente al estudio de la carrera a la que representan como un reto a lograr. De tal manera, que se mencionarán en este artículo, algunas investigaciones que fueron realizadas en diferentes universidades, ya que el término “actitud” es verdaderamente tomado con responsabilidad y preocupación por las escuelas, tratando de aportar  por lo que esta contribución, busca aportar recapitulaciones para la discusión teórica y la aplicación de los cambios de personalidad que se va teniendo en la formación del médico.
Es claro que la carrera de Medicina implica tener cierta actitud y además aptitud, ya que la gente –la familia incluida- lo ve como un ejemplo a seguir y es una relación que se debe respetar, sin que olvidemos que los médicos son seres humanos y también se equivocan, pero empezar a estudiar con actitud positiva, es primordial.
Ahora bien, es importante que el estudiante que se decida a estudiar Medicina, sepa que debe gustarle la carrera que eligió, porque verdaderamente lo va a hacer consciente de ello la misma carga de estudio que le dejen los docentes –que ya hablaremos de ellos en otro artículo-. Una manera de facilitar el hacerse conscientes de la actitud negativa que se está teniendo, es tratar de observar los detalles, darse cuenta si los amigos coinciden con ellos o contradicen todo lo que el estudiante habla  o menciona.
Algo que no debemos soslayar es las características morales que debe tener el estudiante de Medicina, que le ayudará a tener buena actitud, es el ver la carrera de manera humanista -ya que lo es- y no olvidarlo nunca. Destacando el humanismo, en un concepto más amplio darle valor al ser humano y a su condición, interrelacionando con la generosidad y preocupación por las relaciones humanas. Sobre todo desde que se inicia el primer semestre, es importante, ya que conforme vaya tratando con pacientes, es reconfortante la manera en que éstos agradecen la atención brindada por el estudiante. Aquí deben existir valores como el respeto que es un sentimiento positivo que se refiere a la acción de  tener aprecio y reconocimiento por una persona, pues no podemos olvidar que la verdadera vocación del estudiante de medicina lo lleva implícitamente a tener una actitud de servicio hacia la sociedad, la cual implica sacrificio, responsabilidad y empeño.

Medición de las actitudes
La Escala de Likert contiene una lista de afirmaciones o actitudes y pide al individuo que responda en un continuo que va desde estoy “completamente de acuerdo” hasta que estoy “completamente en desacuerdo”. Likert utilizaba un rango de 5 puntos: estar completamente acuerdo, estar de acuerdo, no estar de acuerdo ni en desacuerdo, estar en desacuerdo, estar completamente desacuerdo. El sujeto indica el número o letra apropiado y a cada respuesta se le da un valor de puntos, de 1 a 5. La calificación de la actitud de una persona es la suma de todas sus valoraciones.
Según Eysenck (1993), las actitudes pueden ser clasificadas, medidas o valoradas de la siguiente manera:

  • Favorable: Consiste en “estar de acuerdo con lo que se realiza”, es decir el sujeto muestra cierta tendencia de acercamiento hacia el objeto, generalmente está unido con el sentimiento de apoyo, estimulación, ayuda y comprensión (lo cual predispone a la comunicación y la interacción humana).
  • Desfavorable: Es cuando el sujeto evita el objeto, como motivo de la actitud, se presenta el recelo, la desconfianza y en algunos casos la agresión y frustración que generalmente lleva a la persona a un estado de tensión constante.
  • Medianamente Favorable: es un sentimiento de apatía, el sujeto no muestra aceptación ni rechazo al objeto, prevalece el desinterés, la rutina y en algunos casos el aburrimiento.

Esta escala se presta para mucha investigación cualitativa, que desde un punto de vista objetivo y desde el punto de vista del diseño del cuestionario, es una escala fácil, ya que se ofrece al encuestado la facilidad de poder sopesar o medir su opinión ante afirmaciones complejas. Y resultan muy benéficas para generar una planeación estratégica académica que rinda frutos tanto para el alumno como para la universidad.

Frente a este panorama, que nos indica que todavía nos falta recorrer un largo camino, observando y esperando que se genere un cambio de actitud, siempre positiva en el estudiante, esperamos acorde vayan avanzando los estudiantes en sus semestres, se pueda llevar a cabo una investigación de campo para ir confirmando el cambio de actitud que se va dando en ellos conforme van obteniendo más conocimiento de su carrera sin olvidar el sentido humanista que debe llevar siempre esta carrera de medicina. Será interesante comprobarlo conforme pasen los semestres.

Conclusiones
En este artículo hemos tratado de destacar el cambio ante el cual se enfrenta el estudiante al ingresar a la Universidad.  Se debe destacar el hecho de que ingresar a estudiar Medicina incrementa la responsabilidad de hacerse conscientes de que están estudiando para curar y ayudar al ser humano. Escribir sobre la actitud de los jóvenes que ingresan a la carrera de medicina, es difícil, ya que nos encontramos con un universo muy diverso de criterios y de pareceres; sin embargo, el que predomine la actitud positiva en ellos, es significativo, ya que debemos incluir la parte humanista del ser sensible.
Por otra parte, hablar de investigación cualitativa para conocer el rango de actitud con el que ingresan, con la que cursan la mitad de la carrera y con la actitud que terminan sus estudios, hacen que valga la pena realizar una investigación a corto, mediano y largo plazo para conocer de manera científica una respuesta que muestre evidencia de los cambios que se generan en toda su carrera, de tal manera que visualizamos una investigación longitudinal a través de los semestres, para ir observando y registrando el cambio de actitudes que tienen los alumnos, sobre todo tomando la investigación desde el primer semestre, ya que estamos conscientes de que las actitudes iniciales del estudiante de nuevo ingreso a la carrera de medicina se pueden modificar desde el primer semestre y éstas lo hacen tocar su sentido de pertenencia que lo llevan a adquirir una identidad y con ello percatarse y sensibilizarse de su futura misión.

Bibliografía  

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  • Arnaz, J.A. (2013). La planeación curricular. (5.a ed.) México: Editorial Trillas
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  • Marcia, J. (1966) Development and validation of ego identity status. Journal of prsonality and social psychology, 3 (5), 551- 558
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  • Rodríguez Sánchez, M., Morales, S. y Villalba, C. (2010). La investigación sobre la práctica docente innovadora como mérito esencial en la carrera docente. En A. Castro y A. Guillén-Riquelme (Eds.), VII Foro sobre Evaluación de la Calidad de la Investigación y de la Educación Superior. Libro de capítulos. (pp. 315-319). Granada: Asociación Española de Psicología Conductual (AEPC). Recuperado de http://www.ugr.es/~aepc/VIIFORO/libcapviiforo.pdf.
*Dr. Jorge Eklemes Yanaculis.. Coordinador Académico de la Licenciatura en Medicina de la Universidad LAMAR Campus Palomar (Incorporada a la Universidad de Guadalajara) Médico Pediatra.
**Dra. María del Carmen Beltrán López. Catedrática de Universidad LAMAR Campus Palomar (Incorporada a la Universidad de Guadalajara) Doctorada en Desarrollo de Competencias Educativas.

Recibido: 20/05/2019 Aceptado: 19/07/2019 Publicado: Julio de 2019

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