Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155


UNA MIRADA DISTINTIVA A LA TENDENCIA INVESTIGATIVA CUALITATIVA: INTERACCIONISMO SIMBÓLICO

Autores e infomación del artículo

Leslibeth Sucre González*

José Antonio Cedeño González**

Universidad Nacional Abierta. Delta Amacuro, Venezuela

leslibethsucre38@gmail.com


Resumen
La investigación desde la perspectiva cualitativa representa un enfoque disciplinario para la producción del conocimiento, que posee carácter interpretativo, constructivista y naturalista. Este enfoque parte de que las metodologías se vinculan con paradigmas de investigación, particularmente la metodología constructivista, del paradigma cualitativo; posee los tipos investigativos: Fenomenológica, etnografía, teoría fundamentada, interaccionismo simbológico y etnometodología. En el interaccionismo simbólico subyace la mirada distintiva de este apartado articular, desde la traza que es una corriente del pensamiento que se refiere a una ruta metodológica  orientada a la comprensión y a la transformación, que esta sojuzgada al intercambio entre grupo y sujeto. Desde el punto de vista metodológico en este apartado articular se acudió al análisis documental acompasado con la exegética de los autores. Lo esperado, con el desarrollo del mismo, es delinear un análisis crítico sobre el interaccionismo simbólico su recorrido teórico, el proceso cognitivo en el interaccionismo simbólico, así como Interaccionismo Simbólico una tendencia con objetivo, aplicabilidad y ruta procedimental. Concluyentemente, se perfila crear escenarios de disertación sobre el tema general presentado, por fraguar novedad, de allí que, el presente artículo, bosqueja un coopere de arranque para tal debate.
Descriptores: Investigación- Cualitativa-Tendencia- Pensamiento- Interaccionismo Simbólico.
Abstract
Research from a qualitative perspective represents a disciplinary approach to the production of knowledge, which has an interpretative, constructivist and naturalistic character. This approach is based on the fact that methodologies are linked to research paradigms, particularly the constructivist methodology, of the qualitative paradigm, it has the investigative types: Phenomenology, ethnography, grounded theory, symbolic interactionism and ethnomethodology. In symbolic interactionism lies the distinctive look of this articulate section, from the trace that is a current of thought that refers to a methodological path oriented to understanding and transformation, which is subjugated to the exchange between group and subject. From the methodological point of view in this articular section, we went to the documentary analysis accompanied by the exegetical analysis of the authors. The expected, with the development of it, is to delineate a critical analysis of symbolic interactionism its theoretical path, the cognitive process in symbolic interactionism, as well as Symbolic Interactionism a trend with objective, applicability and procedural route. Concluding, it is outlined to create scenarios of dissertation on the presented general subject, for forge novelty, from there that, the present article, draws up a starting cooperation for such debate. Descriptors: Research- Qualitative- Trend- Thought- Symbolic Interactionism.


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Leslibeth Sucre González y José Antonio Cedeño González (2019): “Una mirada distintiva a la tendencia investigativa cualitativa: interaccionismo simbólico”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (marzo 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/03/tendencia-investigativa-cualitativa.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1903tendencia-investigativa-cualitativa


Introducción
En la particularidad del tema de estudio es preciso iniciar desde la conceptualización de la perspectiva cualitativa, en un preámbulo histórico, el término investigación cualitativa comenzó a utilizarse como sinónimo de indagación naturalista, frase acuñada por Denzin en 1971, la que se caracteriza por un diseño emergente, así como un análisis inductivo e interpretación idiográfica, apoyada en la utilización de un conocimiento tácito.
Strauss y Corbin (1990, p.17) señalan que por investigación cualitativa se entiende cualquier tipo de investigación que produce resultados a los que no se ha llegado por procedimientos cuantitativos. Solo que, algunos datos pueden ser cuantificados pero el análisis en sí mismo es cualitativo. En completitud a lo mencionado, Sandín (2003) expone que el foco de atención de los investigadores cualitativos radica en la realización  de descripciones detalladas de situaciones, eventos, personas, interacciones y comportamientos que son observables, incorporando la propia voz de los participantes, sus creencias, pensamientos, reflexiones, tal y como son expresadas por ellos mismos (p. 121). La combinación de estas posturas, permite inferir que la investigación desde la perspectiva cualitativa representa un enfoque disciplinario para la producción del conocimiento, que posee  carácter interpretativo, constructivista y naturalista.
Es menester acotar que referirse a la investigación cualitativa no es sólo el abordaje de procedimientos metodológicos, sino también de fundamentos teóricos-epistemológicos, en este sentido es propio referirse a ella como un conjunto de prácticas interpretativas de investigación, pero también un espacio de discusión o discurso meta-teórico.
Ahora bien, la investigación cualitativa en el marco de los paradigmas de investigación, parte de que las metodologías se vinculan con paradigmas de investigación, a  saber: La metodología empírico-analítica, del paradigma cuantitativo, distingue tipos de investigación como: Experimental, cuasi-experimental y expost-facto. La metodología Constructivista, del paradigma cualitativo, posee los tipos investigativos: Fenomenológica, etnografía, teoría fundamentada, interaccionismo simbológico y etnometodología. Por su parte, la metodología socio-critica, del paradigma cualitativo, distingue los tipos denominados investigación- acción, participativa y feminista.
En la peculiaridad del estudio se destella la ruta constructivista, la cual en su contexto epistémico (empírico y objetivo), es determinada por la cultura y las relaciones sociales, haciendo dependiente su definición, comprensión y análisis, de las formas de percibir, pensar, sentir y actuar de quienes la abordan para conocerla. Este  se puede entender como un continuo que admite una gran flexibilidad en el diseño de las diferentes fases que lo configuran. En relación a las características del proceso, es posible delinear que,  es holístico, pues adopta un enfoque global de la situación, busca la comprensión de la situación en su totalidad, como un retrato global. También es contextualizado, debido a que ubica  un hecho en una determinada circunstancia. Se centraliza en la compresión de un contexto social, no en predicciones sobre la misma. Por su parte, el investigador debe permanecer durante un tiempo en el lugar de estudio; así como desarrollar una teoría o modelo de lo que ocurre en la situación social. Donde él  es, el instrumento base de la investigación; se requiere poseer las destrezas necesarias para observar y entrevistar.
En completitud a ello, es menester acotar que la traza constructivista no es la renuncia a lo numérico o cuantitativo, es la reivindicación de lo subjetivo, lo ínter subjetivo, lo significativo y lo particular como prioridades de análisis para la comprensión de la realidad social; es inductiva: su ruta metodológica se relaciona más con el descubrimiento y el hallazgo, que con la comprobación y la verificación, no impone visiones previas: suspende temporalmente sus propias creencias, perspectivas y predisposiciones. En ella, el conocimiento, es una creación compartida, a partir de la interacción entre investigador-investigado, en la cual, los valores influyen la construcción del conocimiento, lo que hace necesario “meterse en la realidad” objeto de análisis para poder comprenderla, tanto en su lógica interna como en su especificidad. En este orden, se plantea la importancia de saber lo que se está haciendo y que es lo permitido en la investigación, para construir desde una perspectiva inédita un fundamento epistémico con nuevas tendencias para resolver cualquier situación planteada.
Si bien es cierto, que la perspectiva cualitativa se refiere a metodologías orientadas a la comprensión del ser y su contexto, en esta ruta articular se plantea un recorrido desde la corriente del pensamiento enmarcada en el constructivismo denominado: Interaccionismo Simbólico, el cual posee su aspecto clave subyacente en el intercambio entre grupo y sujeto, desde la forma en que se aprenden significados y símbolos.
1.- Interaccionismo Simbólico: Recorrido teórico
El Interaccionismo Simbólico es una tendencia distintiva del paradigma interpretativo, cuyas orientaciones metodológicas comparten las ideas básicas del proceso hermenéutico, pues se enfoca en comprender la vida social a partir de la interpretación de los significados que el hombre le concede a sus acciones.
Martínez Miguélez en el 2006, en su obra “Ciencia y arte en la Metodología Cualitativa”,  expone que el Interaccionismo simbólico es una de las cuatro orientaciones fundamentales que comparten las ideas básicas de los procesos hermenéuticos, tal como: El Hermenéutico-dialéctico, la etno-metodología y el análisis del discurso. Por lo que lo tipifica como un método hermenéutico. (p.101).
En la línea conductora de la narrativa, es menester referir  el origen de la hermenéutica, para Ferraris en el 2002 (p.11), la hermenéutica nace con la mitología griega como una acción de estilo informativo y comunicativo ejercida por Hermes. Este es conocido como el Dios olímpico mensajero, el de las fronteras y los viajeros que las cruzan, el que llevaba anuncios y/o profecías entre los hombres y los dioses. De la actividad de Hermes surge, según la historia, el sistema filológico. Entonces, etimológicamente, hermenéutica proviene del verbo griego: hermeneuein, que significa interpretar. Conceptualmente, la hermenéutica es la comprensión de acciones en el contexto. (Campero, 2005, p.51)
La hermenéutica se delinea como un arte particular de los métodos cualitativos que se define por  interpretar y comprender los derives del actuar humano. Sin embargo, Martínez Miguélez (2006) señala que es un arte también aplicado en la investigación tradicional pues siempre se ha utilizado el arte de interpretar, en el apartado titulado interpretación de los resultados o discusión de los resultados, pues en esa fase el investigador dilucida que significan los resultados en realidad (p.101). Desde la postura de Bautista (2011) la Hermenéutica se entiende como una técnica, un arte y una filosofía de los métodos cualitativos, que tiene como característica propia interpretar y comprender, para desvelar los motivos del actuar humano, por lo que la encontramos similar en su esencia, al Interpretativismo, pero su origen proviene del estudio literario o de textos (p.69).
La hermenéutica fue considerada desde sus inicios como base para el desarrollo del conocimiento teológico, más tarde se apreció la utilidad que prestaría a las ciencias sociales, sobre todo por la necesidad de reconocer al historicismo como elemento fundamental para el "desarrollo" de las sociedades. Sin embargo, para llegar a su consolidación existieron diversos precursores, ideas y confluencias que tejieron el  entramado interior de la hermenéutica. Desde los aportes de autores como Schleiermacher, Dilthey, Heidegger y Gadamer.
Como complemento, se detalla la hermenéutica, desde la mirada de Gadamer, que evoca que esta se simboliza como un elemento indispensable, pues toda ciencia encierra un componente  hermenéutico, más aun, señala que mal hermeneuta es el que considere que puede o debe quedarse con la palabra final. La singular forma ontológica que ofrece Gadamer en su hermenéutica permite comprender aún más a la persona, en su experiencia constructiva de su realidad y de su conocimiento.
Aclarada el ancla del método al cual pertenece el interaccionismo simbólico, es propio puntualizar los elementos que conforman a la corriente de pensamiento en estudio, a saber:
Para García La Rosa, en 1999, el término “Interaccionismo simbólico” es una propuesta de Blumer (1966) basado en la ausencia de una metodología razonada. (p.18) En complemento a lo mencionado, Rojas de Escalona, en el 2010 (p.42) señala que el interaccionismo simbólico es el estudio de los procesos de interacción social que se caracterizan por una orientación inmediata recíproca.
Otra conceptualización es la expuesta por Azpurúa en el 2005 (p.10), quien la identifica como una corriente de pensamiento de la sociología que le concede una posición teórica al actor social, en tanto que intérprete de la realidad que le rodea, y en consecuencia propone el uso de métodos de investigación que conceden prioridad a los puntos de vista de los actores. El objetivo del empleo de estos métodos, reside en el intento de dilucidar las significaciones que los mismos actores utilizan para construir su mundo social.
Para Schwandt, 1994, citado por Martínez Miguélez (2006) es una ciencia interpretativa, una teórica y social, que trata de representar y comprender el proceso de creación y asignación de significados al mundo de la realidad vivida, esto es, a la comprensión de actores particulares, en situaciones particulares y tiempos particulares. (p.126)
Por su parte Bautista (2011, p.76) expone que el Interaccionismo Simbólico es una teoría que tiene como fundamento la comunicación de los sujetos relacionados entre sí. Además, que los modos y convenciones de la interacción social están regidos por la historia y el lugar. Lo que permite observar un cambio permanente en los acuerdos sociales, donde los individuos se afectan recíprocamente lo que los lleva a adaptar su comportamiento frente a los otros.
El autor prenombrado continúa relatando que en esta teoría cada individuo va formando su identidad específica en la interacción con los demás miembros de la sociedad en la que tiene que acreditarse.
La reflexiva de autores como Jeffrey Alexander, en su escrito “Las teorías sociológicas en la Segunda Guerra Mundial” explana que en esta corriente del pensamiento, es imperioso recordar que el individuo afronta un contexto integral que es social, político y económico, el cual  debe desentrañar para actuar, en razón de ello, esgrime la construcción y guía de sus acciones, estas a su vez, deben  incluir en su gestación a los factores que influyen sobre él.
Promulga el precitado autor, que el interaccionismo simbólico, genera en el actor plena soberanía. Lo define como que es proteico, y esa variablidad se esboza como  un determinante, y a su vez, totalmente indeterminado, lo que converge entre el ir y venir de las líneas de la narrativa del autor, como que el actor en esta corriente de pensamiento se pasea entre el misterio, lo romántico y lo espontáneo creador de todo en el mundo.
En la confluencia de los autores prenombrados, los articulistas convergen en conceptuar el interaccionismo simbólico como una corriente de pensamiento albergada en el paradigma interpretativo, cuyo norte es la comprensión del accionar social del sujeto, desde la perspectiva y particularidad de los participantes y su entorno.
Ahora bien, los estudios evidencian que el padre del interaccionismo simbólico, es Blumer, Martínez Miguélez (2006) expone que la ideología fundamental del IS tanto teorética como metodológica, fue estructurada por Blumer, con su amplia influencia en la Escuela de Chicago (p.125). Ante lo mencionado, la Escuela de Chicago representa un punto focal en el estudio de la génesis del interaccionismo simbólico, Azpurúa en el 2005 señala que con la expresión Escuela de Chicago, se designa a una serie investigativa del saber de las ciencias sociales, realizados por docentes y discentes de dicha universidad, en un período entre 1915 y 1940. En la reflexiva permea que la corriente existente en ella, no es de pensamiento homogéneo, pero la caracterización especial de ideas le conceden unidad y le asignan un lugar significativo en la sociología contemporánea. El prenombrado autor, recalca que la sociología de Chicago, se identifica por desplegar una investigación de carácter empírico, la cual se desliga de la investigación tradicional moralista y alejada de la realidad, e intenta producir conocimientos de un mayor valor científico, útiles para la toma de decisiones relacionados con la solución de problemas sociales concretos. La reflexiva la delinea como “sociología urbana”.
Representantes de la Escuela de Chicago son: Cooley, Lippmann, Park, Mead y Blumer. En completitud, es menester nombrar a Joas 1987, citado por Rojas  2010, que destaca que la fuente filosófica tanto de la Escuela de Chicago como del Interaccionismo simbólico es la transformación de las ideas del Pragmatismo de Dewey y Herbert Mead, su conversión en teorías de la ciencia social y la investigación empírica. (p.42)
Esa fuerza transformadora impregnada al pragmatismo, por  Herbert Mead, el padre de la sociología social, genera un epicentro que declina en la inseparable unión de la concepción de la acción individual del ser y la estructura de la sociedad.
Para Olivera (2006, p.2), Herbert Mead, filósofo, sociólogo y psicólogo social de la Universidad de Chicago, aporta como uno de los fundadores del Interaccionismo Simbólico, enfatizado  interés por observar las interacciones humanas diarias, desde la visualización de las palabras, los gestos y las expresiones como símbolos de aquellos que pensamos y sentimos. Estos símbolos constituyen el verdadero cimiento de la vida social.
En la línea evolutiva de los representantes del Interaccionismo simbólico se incluye un catedrático, Norman Denzin, que en la década de los setenta desarrolla un trabajo metodológico que genera debate en la teoría de la investigación de ésta corriente. El aporte fundamental se evoca en el concepto de la triangulación múltiple, representada por la combinación en el desarrollo y estudio de una misma investigación, de: múltiples métodos, múltiples tipos de datos, múltiples observadores y múltiples teorías para el análisis de la información. En torno a esto, Martínez Miguélez (2006, p. 128) comenta que Denzin aclara en 1971 que el IS desde los conceptos sociales generales como el yo, el lenguaje, la situación social, el objeto social y los actos asociados permea entre una experiencia social real. Así los investigadores desde la perspectiva del IS buscan explicaciones de ese mundo, aunque ven las teorías explicativas, como interpretativas.
Prosigue comentando el prenombrado autor, que Denzin para 1989, redimensiona y plantea una nueva vertiente denominada Interaccionismo Interpretativo, pues afirma que los interaccionistas simbólicos aun exponen demasiado respeto al mundo empírico.
Para Rojas, (2010, p.44) la perspectiva de Denzin destaca la necesidad de incluir en el análisis, los significados políticos e ideológicos y la forma como son tratados por los medios de comunicación. Valles en 1999, citado por la autora antes reseñada, señala que la reconceptualización de Denzin al interaccionismo simbólico se apropia de ideas de la etnografía postmoderna, de los feministas, de la fenomenología hermenéutica y existencial, así como del pensamiento de Derrida y Foucault.
Desde la introversión de lo destacado, se puntualiza que  la arista generada desde la visión de Denzin invita a la comprensión crítica de cómo los seres sociales interactúan enlazando sus propias mundologías con las representaciones culturales de la experiencia misma vivida.
Los elementos característicos del Interaccionismo simbólico, señalados por Blumer 1969, citado por Martínez Miguélez (2006, p. 127) como las premisas de esta corriente, son:

  • Los seres humanos actúan en  relación con los objetos del mundo físico y de otros seres de su ambiente sobre la base de los significados que éstos tienen para ellos.
  • Los significados son producto de la interacción social (comunicación, entendida en sentido amplio) que se da en medio de los individuos. La comunicación es simbólica, ya que nos comunicamos por medio del lenguaje y otros símbolos; es más al comunicarnos  creamos o producimos símbolos significativos.
  • Los significados se establecen y modifican por medio de un proceso interpretativo.

            A la luz de los elementos establecidos como premisas, se infiere que el interaccionismo simbólico es un proceso hermenéutico y dialéctico, pues no sólo subyace la interpretación sino que se promueve la comprensión de la realidad desde el tejido comunicacional del individuo pues las personas seleccionan, organizan, reproducen y transforman los significados en los procesos interpretativos en función de sus expectativas y propósitos; sumado a ello, se consideran  las construcciones hipotéticas de la realidad que son hilvanadas por el sujeto.
En completitud se delinean, los principios básicos del interaccionismo, según Ritzer (1988, p.18) son los siguientes:

  • Los seres humanos, a diferencia de los animales inferiores, poseen la capacidad de pensar;
  • La capacidad de pensar está moldeada por la interacción social;
  • En la interacción social la gente aprende los significados y los símbolos que les permiten ejercer su capacidad humana distintiva de pensar;
  • Significados y símbolos le permiten a la gente ejecutar acción humana distintiva e interacción;
  • La gente es capaz de modificar los significados y símbolos que ellos usan en la interacción sobre la base de la interpretación de la situación;
  • La gente es capaz de hacer esas modificaciones porque tienen la habilidad de interactuar con ellos mismos, lo que les permite examinar diferentes cursos posibles de acción, determinando las ventajas y desventajas relativas y escoger una;
  • Los modelos de acción y de interacción constituyen grupos y sociedades.

            Olivera en el 2006 (p.4) integra en torno a los principios del IS, que la teoría de la interacción simbólica considera dos mecanismos, presentes en la sociedad, para explicar cómo el sistema del aprendizaje ocurre en la sociedad:

  • Los seres humanos aprendemos a creer lo que nuestras familias y amigos creen.
  • Los seres humanos aprenden a través del desempeño de los roles que la sociedad genera para su funcionamiento.

            Es menester referir que, la interacción simbólica está representada por el proceso de comunicación simbólica, que está constituido por la decodificación de las palabras, los gestos, expresiones del rostro y los sonidos no lingüísticos. Desde una visión sociológica, sumado a ello, esta la interpretación de las ideas, valores, formas productivas, leyes y costumbres, que se engloban en la cultura del entorno social existente. En el interaccionismo social esta cultura es entendida como un elemento fluido y dinámico.
2.- El proceso cognitivo en el Interaccionismo Simbólico.
Es preciso referir inicialmente en este apartado, que es el pensamiento simbólico cognoscitivo, desde la perspectiva de García La Rosa, 1999,  en su obra del mismo título, se delinea como un acercamiento a la racionalidad del pensamiento humano, desde los sentidos cognoscitivo y simbólico. En la claridad de referir lo cognoscitivo como centrado en el proceso de pensamiento, y lo simbólico como la representación de lo que expresa un simbolismo, algo no concreto o evidente.
El proceso cognitivo en esta corriente se inicia con el estudio del pensamiento humano, este referido a la creación de la mente, a todo lo que se genera desde el intelecto humano. En complemento a esto, García La Rosa, 1999 (p.99) define pensamiento como la capacidad que tiene el cerebro, para la transformar la información en símbolo, la energía nerviosa en función simbólica y para estructurar, en su base genética, las cadenas de procesos cognoscitivos que evolucionan, en dinámica integración con el ambiente, y apoyados en la lógica intrínseca de los significados de su mundo interior.

           Ahora bien, el estudio del pensamiento desde la evolución cognitiva y simbólica se centra en lo humano. Respecto a ello, el prenombrado autor (p.97) menciona que desde el punto de vista de la investigación de lo humano, las múltiples aristas de lo intrínseco se complementan entre sí y han dejado de pertenecer a una sola corriente o escuela psicológica para pasar a ser la búsqueda universal de la estructura humana en las ciencias sociales. En este entramado se vislumbra un foco holístico para el estudio del hombre, desde el ser y para el ser.

3.- Interaccionismo Simbólico una tendencia con objetivo, aplicabilidad y ruta procedimental
            El Interaccionismo Simbólico es considerado un enfoque de la investigación cualitativa centrado en el estudio de la vida de los grupos y del comportamiento de los hombres, en donde se privilegia la interacción comunicativa desde una óptica evolutiva, tomando en cuenta al sujeto como ser social y no como ente aislado. Este elemento comparte las ideas básicas del paradigma hermenéutico, interpretativo y/o fenomenológico, “trata de comprender el proceso de asignación de símbolos con significado, el lenguaje hablado o escrito y al comportamiento en la interacción social” (Araya, 2007, parraf.10)
            Según Ritzer, 2002 el interaccionismo simbólico se ve influido por dos corrientes filosóficas que conformarán la estructura teórica de este elemento, a saber:
Pragmatismo Nominalista: John, Dewey y William, James, consideran que la realidad no existe y está fuera del mundo real, las personas recuerdan y definen solo los conocimientos y los objetos útiles para ella, es decir aceptan o modifican normas, roles o creencias de su entorno según sus intereses personales. Tal como lo refiere Rojas, 2014 “las interacciones sociales no obedecen a reglas fijas, estas son propuestas, revisadas y transformadas por los miembros de la comunidad” (p.48). Así mismo estos autores consideran a la mente un proceso de pensamiento el cual implica varias fases: Definición de los objetos del mundo social, Determinación de los posibles modos de conducta, anticipación de las consecuencias de los cursos alternativos de acción, eliminación de las alternativas improbables y elección del modo óptimo de acción.
El conductismo: George, Mead representa el llamado conductismo social direccionado hacia el reconocimiento de la importancia de las conductas observables, análisis de los procesos que ocurren entre el estímulo y la respuesta, así como también el estudio de las facultades mentales y el leguaje. Mientras que John Watson respalda al conductismo radical el cual converge con el anterior en cuanto al análisis de las conductas observables en los individuos y en el basamento de que todo estímulo desencadena una respuesta, creándose una discrepancia con la tercera afirmación de Mead por no reconocer la existencia de los procesos mentales si no netamente lo observable. (pp. 1-3).
Por su parte, el objetivo fundamental del interaccionismo simbólico confluye en tratar de entender al ser humano como ser social que se mantiene en interacción constante con el resto de sus pares, contribuyendo en gran medida con su personalidad, acto que se lleva a cabo mediante el intercambio de actos simbólicos dotado de significado permitiendo así transmitir información, ideas, experiencias, así como el compartir sentimientos, a través de las relaciones establecidas entre el sujeto y el objeto que se estudia. Al respecto Rojas, 2014 destaca que “el interaccionismo simbólico tiene como objeto de estudio los procesos de interacción social que se caracterizan por una orientación inmediata recíproca”. (p.48).
En la misma línea cohesiva, Campero (2005, p.51) afirma que el objetivo del IS es descubrir los procesos de conceptualización y reinterpretación que orientan las formas de acción. Mientras que, Dorante (2005, p. 67) lo delinea como conocer a los individuos en las relaciones de unos con otros y aprender los significados y símbolos en la interacción en situaciones concretas.
En referencia a su aplicación, el interaccionismo simbólico como ciencia interpretativa y social es ajustable en las corrientes psicológicas, sociológicas, antropológicas, pedagógicas entre otras, donde se destaca la interacción de los individuos y los grupos a través del  significado de los símbolos, contenidos y palabras.
Desde el punto de vista investigativo, el estudio se realiza desde la posición del actor de acuerdo a lo que este percibe, interpreta y juzga, como forma para comprender la realidad de estos, es decir el investigador se sumerge dentro de esa realidad, interactuando con ellos, evitando la generalización y tratando de entender los símbolos que cada sujeto aporta como ser individual desde el marco interpretativo.
Por otro lado, utiliza la técnica de la observación participante aplicada en el contexto, considerando que sus procedimientos se adecuan a sus requerimientos y exigencias, así como también en la documentación para respaldar teóricamente los hallazgos encontrados durante el desarrollo de la investigación, no se hace énfasis en las variables, sino en las personas que manejan el significado de los símbolos como proyecto de convivencia producto de la interacción existente con su entorno. Presenta un diseño longitudinal flexible de triangulación, efectúa análisis de contenido categorizando las frecuencias en la documentación, utiliza como instrumento de recolección de datos la entrevista entre mixta y semi-estructurada
3.1. Procedimiento del Interaccionismo Simbólico
Desde la revisión de autores como Jiménez 1998 y Martínez Miguélez, 2010, se esbozan las etapas o fases diferencias en este elemento investigativo, las cuales tiene como norte contrastar los desarrollos precedentes, confirmando y validación de sus hallazgos, para ello delinea los siguientes pasos:
1. Selección de un problema: Los problemas de investigación surgen tras un proceso de maduración de antiguas cuestiones. Esta fase como la señala Aristóteles es la determinación de la naturaleza del objeto de estudio. Tal naturaleza se conjuga con el objetivo que se aspira lograr, obviamente motivado por razones pragmáticas.
2. Proceso de recogida, codificación y análisis de datos: El proceso de recogida, codificación y análisis de datos se realiza desde un desarrollo secuencial para demarcar el recorrido del transcurso indagatorio, esto desde una ruta dialéctica que permite el acceso a una etapa determinada, sin implicar el abandono de las anteriormente desarrolladas. La recogida de datos se apoya en tres elementos: descriptivo, estructural y de contraste. Por otra parte, la información recogida es tratada según cuatro tipos de análisis: de dominios, taxonómico, de contrastes y de temas.
El proceso de los datos recogidos necesitan ser traducidos en categorías con el fin de poder realizar comparaciones y posibles contrastes, de manera que se pueda organizar conceptualmente los datos y presentar la información siguiendo algún tipo de patrón o regularidad emergente. La categorización o el establecimiento de categorías, facilitan la clasificación de los datos registrados, y por consiguiente, propicia una importante simplificación necesaria para hacer simple la complejidad que encierra la interpretación de las realidades humanas.
Según Hernández, Fernández y Baptista (2006)  la categorización “consiste en la segmentación en elementos singulares, o unidades, que resultan relevantes y significativas desde el punto de vista de nuestro interés investigativo”. (p.23). A ello, se complementa lo mencionado por Martínez, citado por Claret (2011, p.181) categorizar es clasificar y codificar a través de un término; o expresiones breves que sean claras o inequívocas, extraídas del contenido o idea central de cada unidad temática.
El desarrollo de la categorización según Martínez Miguélez (2006, p. 261) es un proceso eminentemente creador, que requiere no presionar el pensamiento en una sola dirección.
3. Hallazgos y/o Resultados: Los resultados del proceso de investigación, se concretan desde la fundamentación de lo generado, que se estructura en base a los hechos y experiencias, y a las explicaciones que subyace a ellos. En torno a ello, Martínez Miguélez (2006, p. 264) menciona que, la mente humana le pone nombres a los hechos y experiencias, eso es categorización, luego la mente humana las une con líneas eso es estructuración y finalmente la mente humana le asigna un significado eso es teorización.
4. Credibilidad y transferibilidad de los hallazgos de la investigación: Desde la complejidad de toda evaluación de teorías, se establecen criterios tales como: Coherencia interna, Consistencia externa, Comprehensión, Capacidad predictiva, Originalidad, Capacidad Unificadora, Aplicación práctica, entre otras. Esto, permite la aceptabilidad de una teoría.

            Las técnicas metodológicas básicas del Interaccionismo simbólico, aplicadas en esa fase de recolección de la información son la observación participativa y la entrevista. Blumer citado por Martínez Miguélez (2010) expresa que el Interaccionismo simbólico requiere que el investigador entre activamente en el mundo de las personas que está estudiando para ver la situación como es vista por el actor, sumado a ello, ampliando la observación para notar lo que el actor tiene en cuenta y, además, observando cómo el actor interpreta lo que él está teniendo en cuenta (p.127).
La exegética del investigador involucra una mirada distintiva para delinear desde su matriz de pensamiento, las trazas bosquejadas por el o los actores del proceso observado, más allá de la descripción de las palabras y eventos, sino sumando la interpretación desde la descripción de lo que realmente narran los actores.
Teniendo claridad desde esta narrativa de eventos de los actores, que este método se basa en el comportamiento en razón de las interacciones sociales, y que tal interacción ocurre primero logrando crear la autoconsciencia, así como la capacidad de reflexionar.  El proceso de interacción vislumbra una faceta del actor ante el contexto, que el investigador requiere desentrañar, esta se refiere a la interpretación del sujeto de sí, donde él reflexiona sobre la reacción de los demás ante sí mismo, o sea ante su conducta, así como es concebida por los otros, y él tiene la oportunidad de descubrirse a sí mismo como objeto y sujeto al mismo tiempo. Es un acción de verse a sí, de contemplarse a sí mismo, y además de dilucidar como es contemplado por otros.
En ese ir y venir de miradas internas y externas de sí, surge una confrontación de ideas provenientes del yo, y del otro, sobre mí. Esta línea recrea la interacción generada desde los compartimientos del ser en el contexto social. De allí que la unidad de investigación mínima en este método cuya cualidad es el estudio del individuo y su interacción consigo y con el otro, es por tanto, dos sujetos.
En este trayecto del recorrido, es menester mencionar una variante de este método hermenéutico, perfilado como Interaccionismo Interpretativo, esbozado desde los años setenta por Norman Dezin, quien realizo diversos aportes a las bases metodológicas y procedimentales del interaccionismo simbólico, siendo las más significativas la triangulación múltiple, desde la combinación de múltiples métodos, múltiples observadores y múltiples teorías, es decir, que de una misma investigación se engranan varias rutas para abordar grupos humanos, así como varios puntos de vistas desde la observación de distintos investigadores y diversos elementos para analizar información recabada. En esta multiplicidad de elementos involucrados por Dezin surge lo que el denomino como Imagen sensibilizadora del proceso de interacción.
En este hilo conductor de la narrativa referido a la variante del Interaccionismo expuesta por Dezin, es pertinente evocar que en esta ruta metódica el resultado es un sistema de significados intersubjetivos, es decir, una unión de símbolos cuyo significado deviene de los actores. Lo que indica que el contenido del significado deviene de la reacción de los actores ante la acción en cuestión.
El interaccionismo simbólico se enfoca en el significado e interpretación como procesos humanos esenciales, establece como premisa la cavilación profunda del ser, y se arraiga en los individuos generan significados compartidos desde de su interacción y, estos símbolos devienen su realidad. De ese devenir de acciones hermenéuticas, es que insiste Dezin en la necesidad que permea desde cavilaciones, reflexiones y miradas distintivas en calificar al Interaccionismo como interpretativo, más que simbólico, por el hecho manifiesto que el propósito es la explicación de la mirada del individuo y de su grupo social, del contexto donde coexisten.
Martínez Miguélez (2010, p.129) explana que la reformulación de Dezin del Interaccionismo interpretativo subyace en el compromiso ineludible de articular tres aristas el criticismo cultural, la tradición pragmática y la teoría critica. Aunado a ello, denota el autor que el enfoque reconstruido de Dezin deriva críticas de otros autores por considerar planteamientos combinados con insostenibilidad epistemológica.
Ahora bien, en el marco del bosquejo del Interaccionismo Simbólico como tendencia de la investigación cualitativa, nuestra mirada distintiva se orienta en perfilar que este Método hermenéutico, promulga  la comprensión de realidades estructuralmente complejas, esas signadas por los comportamientos en la interacción social; de allí que no se aspira una verdad irrefutable, sino una ilustración de lo comprehensivo del ser y su entorno, desde las informaciones recabadas, del ser y su contexto, que eventualmente crean un todo apoyado por partes. Para esta ocurrencia el investigador cuenta con la triangulación enfocada desde diferentes fuentes de informaciones, de diferentes perspectivas teóricas,  de diferentes observadores e investigadores y/o de diferentes procedimientos metodológicos.

Trazas Conclusivas
El sumario descrito genera el comentario conclusivo de los autores, tal como se delinea:
El interaccionismo Simbólico como enfoque de la investigación cualitativa se direcciona hacia la interacción y la comunicación entre los grupos y del comportamiento del ser humano como alternativa estructural dominante, en donde influyen directamente dos corrientes filosóficas que realizan aportes significativos en cuanto a las percepciones que el hombre tiene de la realidad y su actos con respecto a ello y la forma como lo de adecuan de acuerdo a sus intereses, así como también de la importancia de las conductas observables, los procesos ocurridos entre el estímulo y la respuesta, las facultades mentales y el lenguaje entre otros factores que han incidido directamente en el proceso evolutivo de éste, teniendo como norte central comprender al ser humano desde una perspectiva social, valorando el símbolo como eje principal para la transmisión de la información, es aplicable en diversa corrientes destacándose las sociológicas y psicológicas en donde se recalca la interacción recíproca de los individuos pertenecientes a un contexto específico.
El interaccionismo simbólico refiere una orientación metodológica subyacente a las ideas elementales del proceso hermenéutico, se conceptualiza desde la comprensión de la relación de la sociedad y el individuo. Esta visión se concibe desde la información que representa  el acto físico ocurrido con el significado que tiene con la estructura personal del sujeto. Lo mencionado, delinea la meta de la tendencia investigativa que es conocer al hombre y sus relaciones con otros pares, desde el aprendizaje de los significados y los símbolos existentes en interacciones concretas y situaciones particulares. Clarificando que el mencionado simbolismo no es más que signos, lenguaje y gestos, que a su vez de la mano con sus significados construyen la interacción social.
Referir al interaccionismo simbólico, requiere aclarar que su fundamentación parte de los aportes de Blumer y la Escuela de Chicago, así como la complementación dada desde los aportes de Denzin, por la incorporación de la línea interpretativa, a la tendencia, por el basamento empírico. Sumado a ello, la base filosófica se nutre del pragmatismo de Dewey. Estas raíces confluyen en la posibilidad de una construcción epistémica monística, ya que se asume que la actitud del investigador en esta postura metódica, esta inevitablemente asociada al objeto de indagación.
Resulta que los individuos actúan ante las situaciones o los eventos, o la cosa misma, según el significado que tienen de ello y para ello; es por eso, que los elementos significativos para el proceso indagatorio desde el interaccionismo simbólico lo representan la observación participante y la entrevista, para observar, sentí y escuchar, para así  interpretar la voz del sujeto; sólo así es posible delinear la situación problema, con el trascurso dialéctico necesario para recabar, organizar y analizar las informaciones, que deslinden en categorías que constatadas, perfilan en hallazgos que como señala Gadamer no deben quedarse en simples ultimas palabras.
El interaccionismo  simbólico, es  una corriente  del pensamiento  macro sociológico, que  tiene estrecha  relación  con la antropología y también, con la psicología social que se  basa en la comunicación par  comprensión de la sociedad, mediante el estudio de la interacción del individuo  con  el medio; esto nos permite   entender  que el hombre  se ve influenciado por la cultura, pero al mismo tiempo, él es quien la crea,  la  hace , la modifica  de acuerdo a su conveniencia .
Se  ubica dentro del modelo comunicativo de la transmisión de la  información, cuya cadena de expansión  es emisor-mensaje-receptor; es decir, que para el interaccionismo simbólico,  la comunicación es instrumental, puesto que los efectos del mensaje se producen de manera unilateral, sin tomar en cuenta la audiencia. Su marco de referencia es el paradigma   fenomenología,  hermenéutico,  interpretativismo; centra su  atención   en  la interacción de las personas y la interpretación de los procesos comunicativos que estos protagonizan. 
Precisando;  se puede afirmar que el interaccionismo simbólico, abarca  tres premisas fundamentales:      

  • El ser humano orienta sus actos hacia las cosas en función sus intereses,   para ello interaccionan entres si, surgiendo   significados que son manipulados y modificados, mediante un proceso interpretativo. 
  • Se opone al conductismo, y  al determinismo social, dado que sostiene que    para  la interpretación  de  los significados  de  la actuación de los grupos  e individualidades , no  basta con   estudiar su comportamiento visible, sino también su conciencia .  
  • Busca   conjugar  la teoría analítica deductiva y la investigación empírico-inductiva, procurando  investigar la realidad en su complejidad,    poniendo  el énfasis en los    procedimientos inductivos del  empirismo.

Referencias Consultadas
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Rojas, B (2014). Investigación Cualitativa: Fundamentos y praxis. Caracas: FEDUPEL.

*Leslibeth Sucre González, académico con categoría de Agregado de la Universidad Nacional Abierta, Responsable de Investigaciones y Postgrado. Ingeniero Industrial, Coach Profesional, Especialista en Telemática e Informática en Educación a Distancia, Especialista en Gestión Comunitaria, Magister en Educación a Distancia, Candidata a Doctora del Doctorado en Educación de la UPEL-IMPM.
**José Antonio Cedeño González, académico con categoría de Asistente de la Universidad Territorial Deltaica Francisco Tamayo. Adscrito al Departamento de Educación Física y Deportes. Profesor de Educación Física, Deporte y Recreación. Magister en Enseñanza de la Educación Física. Doctorando del Programa Doctorado en Ciencias de la Educación de la UPEL-IMPM.

Recibido: 17/11/2018 Aceptado: 08/03/2019 Publicado: Marzo de 2019

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